Holas, disculpen la tardanza, la verdad es que no pensaba continuar porque parecía que no le interesaba a nadie el fic, pero siempre he dicho que con saber que una sola persona me lee es más que suficiente para seguir escribiendo, así que este capítulo va para Janeth¡espero que te guste!

EPÍLOGO

– ¡Harry! – lo llamó al ver que se alejaba junto con Ronnie, el hijo mayor de su mejor amigo.

Harry la volteó a ver fingiendo confusión – ¿qué pasa, mi vida? – le preguntó con una calma tan fingida que Hermione podría haberlo descubierto aún estando ciega.

– el tren está apunto de partir y Ron y Luna quieren despedirse de él... ¿para qué lo alejaste de los demás? – le decía Hermione mientras tomaba de la mano al pequeño pelirrojo de grandes ojos azules.

– para nada, sólo quería platicar con él... – dijo encogiéndose de hombros, caminando junto a su esposa de regreso a donde estaban sus amigos con sus hijos.

– ¡claro y yo todavía tengo 30 años! – le dijo Hermione con mirada incrédula.

– quiero decirte que tú aún te vez como la chica de 18 años de la que me enamoré – le dijo robándole un beso, lo que la hizo sonreír, pero no tardó en volver a adoptar su gesto serio.

– Harry, deberías saber que ni Ronnie ni Elijah están interesados en pervertir a tu hija... – le dijo continuando con su gesto serio – son unos niños todavía, a ellos no les interesa eso... de quién deberías preocuparte es de tu hija... las mujeres soñamos más con esas cosas... pero no quise decir que fueras a molestar a tu hija con eso, déjala vivir en paz sus años en Hogwarts... – le dijo tomándolo de la muñeca al ver sus intenciones de ir a buscar a su hija.

– sí... además, mi hija todavía es una niña... y esos dos mocosos están muy feos para que ella se fije en ellos... – decía con gesto altivo y al ver que su hija se acercaba al pequeño Malfoy se acercó rápidamente a ella y la tomó en brazos.

– ¡papá! – se quejó intentando librarse de sus brazos.

– vamos, Harry, bájala... – le decía Hermione mientras Harry, con la clara intención de querer molestar a su hija, la apretaba más a él besando su rostro.

– ¡papá!... ¡harás que todos crean que soy una niña mimada! – le decía con el entrecejo profundamente fruncido.

– bueno, mientras esto haga que no se te acerque ningún chico, lo seguiré haciendo hasta que te gradúes – dijo dándole un beso en la mejilla.

– me negaré a regresar si sigues haciendo esto – dijo cruzándose de brazos, aún con el entrecejo fruncido.

– está bien... está bien... sólo quiero que tengas cuidado con esos chicos... mejor que no te separes de Ronnie y Elijah... – le dijo con tono serio mientras la bajaba y la pequeña lo abrazó dándole un beso en la frente – anda... ve a despedirte de tu mamá – le dijo volviendo a sonreír.

– la voy a extrañar todos estos meses... – le dijo con gesto triste mientras la observaban acomodarse en uno de los compartimientos junto a Ronnie, Elijah y una niña de cabello cobrizo.

– bueno, sólo serán un par de meses... además... creo que tendremos en qué mantenernos ocupados... – le dijo sonriendo, mientras Harry rodeaba su cintura por detrás.

– ¿quieres repetir lo del estudio? – le preguntó con tono pícaro, pero Hermione negó.

– creo que no hará falta... – sonrió mientras acomodaba las manos de su esposo sobre su vientre, sintiendo su mirada sorprendida.

– quieres decir que... que... ¿vamos a ser papás de nuevo? – le preguntó bastante emocionado y Hermione asintió sin dejar de sonreír – ¡Jane!... ¡JANE! – la llamaba Harry, acercándose a la ventana del compartimiento en el que estaba su hija, sin soltar la mano de su esposa – ¡vas a tener un hermanito o hermanita! – le decía señalando el vientre de Hermione, sin dejar de sonreír, y Jane, su hija, no tardó en pararse sobre el asiento y asomarse por la ventana.

– ¿es cierto, mamá? – le preguntó con la emoción impregnada en sus ojos verdes.

Hermione asintió sonriendo al igual que su esposo – cuando regreses en Diciembre, sabremos si es niña o niño – decía mientras caminaban junto al tren, que iba avanzando poco a poco – ¡te amo, Jane! – le gritó cuando ya no les fue posible alcanzarlos.

– ¡escríbenos! – le gritó Harry sin dejar de sonreír – ¿qué te parece si celebramos? – le preguntó sonriéndole, luego de ver el tren desaparecer tras las montañas, y la besó aprisionando su cintura con firmeza.

– ¿qué te parece si nos aparecemos en nuestra habitación? – le preguntó Hermione sonriendo al igual que él, y no hubo necesidad de responder, pues Harry se encargó de aparecerlos a los dos en su habitación.

– te amo... – le dijo antes de volverla a besar, acostándose sobre ella en la cama. No podía creer que después de tanto tiempo aún podían sentirse tan apasionados y enamorados como cuando habían iniciado su relación; con la diferencia de que los años le habían permitido conocer mejor a su esposa y ahora sabía cómo podía llevarla con dos simples movimientos al placer máximo, así como hacerla enloquecer de pasión lentamente, con suaves besos y lentas caricias en puntos claves de su cuerpo.

Hermione le sonrió haciéndolo rodar sobre su espalda para quedar ahora ella sobre él y se sentó sobre su pelvis, apoyando sus rodillas a ambos lados de sus caderas – te amo – le dijo sin dejar de sonreír antes de comenzar a desabrochar su pantalón.

Sonrió al sentirla quitarle la camisa lentamente, mientras le hacía suaves caricias con sus labios, y cerró los ojos al sentirla detenerse en su pecho, haciendo que la tomara con firmeza por las caderas – ¡eres cruel! – le dijo sin aliento al sentirla morder suavemente su cuello, y la hizo separarse de él para acostarla de nuevo en la cama, y sonriéndole la volvió a besar en los labios acariciando su cintura bajo su blusa, mientras ella se removía contra su cuerpo, haciéndolo desear ir más rápido, pero no se lo permitió – vamos... – se quejó con gesto ansioso luego de su intento fallido por besarle el cuello.

– tenemos 3 meses para nosotros¿cuál es la prisa? – le dijo Hermione sonriendo divertida, para luego besarlo pausadamente, revolviendo su cabello, mientras él se perdía en ese beso, y sonrió al sentirla bajar su pantalón, pero la detuvo.

– ahora me toca a mi... – le dijo sin dejar de sonreír antes de aprisionar una de sus manos contra la cama y con su mano libre comenzó a desabotonar su blusa, volviéndola a besar en la boca, para luego besar su barbilla y continuar hasta su cuello, siguiendo su camino a su pecho, lo que la hizo estremecerse, y un débil gemido escapó de sus labios al sentirlo acariciar uno de sus senos con los labios y la lengua.

– podrías... ¿podrías ir más aprisa? – le pidió con voz ahogada al darse cuenta de que Harry estaba bastante entretenido sólo con uno de sus senos, dejando el resto de su cuerpo sin un poco de atención.

tenemos 3 meses para nosotros¿cuál es la prisa? – repitió sus palabras, haciéndola dirigirle una mirada asesina – ¡ouch!... ¡sólo bromeaba! – se quejó luego de recibir un pellizco bastante cerca de su pezón, y frunció el entrecejo al verla sonriendo – ¡sí, qué divertido, señora Potter! – le dijo con sarcasmo, y pensaba seguir molestándola, pero se detuvo al sentirla meter la mano en la parte delantera de su bóxer.

– ves... te dije que yo también encontraría la forma de callarte... – dijo sin dejar de sonreír mientras lo acariciaba.

Harry cerró los ojos e intentó contestarle, pero le era imposible hablar mientras Hermione provocaba todas esas sensaciones en su cuerpo.

– ¿qué pasa, señor Potter?... ¿se ha quedado sin habla? – le preguntó divertida, recibiendo una mirada que intentó ser de odio – sabes que te amo, cielo... sólo estoy jugando... – le dijo dándole un beso en los labios, luego de haber alejado su mano de él.

– eres tan... di-ivertida... – le dijo entre dientes, frunciendo el entrecejo.

– lo siento... vamos... te dejaré terminar – le dijo sonriendo, antes de volverlo a besar rodeando su cuello con sus brazos y Harry le correspondió besándola con ahínco mientras se deshacía del pantalón de su esposa, llevándose consigo su ropa interior, e inmediatamente continuó con su labor besando su cuello mientras terminaba de quitarle el sostén, y ella no tardó en quitarle su bóxer.

Separó sus piernas con suaves caricias mientras él se acomodaba entre ellas, y entró en ella lentamente, como intentando sentirla con detenimiento, memorizar todas las sensaciones que le provocaba, pero parecía que Hermione no quería aquello.

– te amo... – le dijo sonriendo, antes de terminar de entrar en ella, haciéndola sonreír mientras cerraba los ojos.

– yo también... te amo... – le dijo en susurro, mientras Harry comenzaba a moverse lentamente, haciéndola perder la cabeza. Y no podía dejar de sentirse el hombre más afortunado del mundo al saberla suya, al saber que lo amaba tanto como él la amaba a ella, Hermione Granger, la chica que lo enseñó a amar y lo que era ser amado sinceramente.

– te amo tanto... – susurró en su oído, mientras la sentía moverse junto como él, haciéndole recordar una vez más que estaban hechos el uno para el otro.

La escuchaba decir su nombre con cortos gemidos mientras se aferraba a su espalda, besando regularmente su cuello, sus hombros, su rostro y su cabello, mientras él le demostraba su amor con suaves caricias y pausados besos.

Enterró los dedos en su espalda mientras recibía un beso de su esposo que fue interrumpido por un gemido que pedía salir de su garganta a causa de las electrizantes sensaciones provocadas por el amor de su esposo.

– te amo, Harry... te amo... – le dijo al oído antes de volver a besar sus labios acariciando su espalda.

Harry le sonrió, acomodándose junto a ella, dejándola recostarse en su pecho, y besó su frente mientras la cubría con una frazada rodeándola por la espalda con ambos brazos.

– te imaginas, Jane dentro de unos años podría estar haciendo lo mismo que nosotros con Elijah... – le dijo Hermione con gesto serio, pero no pudo contener su risa al ver la mirada desencajada de su esposo – vamos, Harry... no es tan malo... Elijah es un buen chico, no deja de preocuparse por Jane y asegurarse de que nada le haga falta... es más de lo que tú hacías por mi... – le dijo a modo de reproche pero sin apartar la mirada divertida de su rostro.

– oh, vamos... no es mi culpa haber sido un niño tonto... además, yo no me quejo de Elijah, pero no es una imagen agradable para mi... ni siquiera la idea me causa emoción... ¡es mi hija, Hermione! – dijo frunciendo el entrecejo – mi pequeña... – dijo con gesto triste.

– bueno, debes entender que tu hija va a crecer... y se interesará en los hombres... creo que es mejor que la tengas de tu lado, luego podría ocultarte muchas cosas y hasta odiarte por prohibirle hacer su vida... –

– ¡vaya!... ¡no sabes qué reconfortado me siento! – le dijo con sarcasmo antes de hacerla rodar sobre si misma acostándose ahora él sobre ella.

– bueno, debes entenderla... – dijo antes de volver a besarlo – has educado muy bien a tu hija, así que no tienes de qué preocuparte – le dijo sonriendo mientras acariciaba sus hombros.

– la educamos muy bien... los dos... sin ti habría sido un desastre – dijo sonriendo antes de abrazarla, besando su hombro y sintiéndola besar su cabello.

Y sabía que si había cometido algún error en el pasado le había servido para apreciar cada uno de esos momentos especiales que vivía junto a su esposa. Cada uno de sus errores lo habían enseñado a valorar lo que significaba Hermione para él y sabía que no podía sentirse más feliz.


Muchas gracias a todos los que me leyeron alguna vez¡espero que les haya gustado la historia!