CAPITULO 8 LA PRIMERA MISIÓN COMO AKATSUKI.

Los primeros rayos de sol comenzaban a penetrar en la habitación, unos haces de luz que imitaban el contorno de las persianas y que en parte eran difuminados por el estampado de las suaves y claras cortinas de la ventana. Uno de los haces de luz se dirigía directamente a la cara de la rubia, la cual despertó con parpadeos debido a la claridad. Cuando abrió los ojos descubrió que se había movido más de la cuenta, pues ahora estaba justo encima de Kakuzu, con una de sus piernas entrelazada con la de él y su cabeza en el pecho de este. Al principio la ensoñación y la comodidad de estar apoyada en algo tan confortable no le hizo percatarse de la postura, pero tras una serie de parpadeos, miro con sorpresa el pecho musculoso que se extendía bajo ella. Ino subió la cabeza mirando fijamente a Kakuzu, el cual permanecía aún dormido. Intento adoptar una postura más recatada, pero al intentar levantarse noto que Kakuzu tenía el brazo pasado por su cintura, por lo que esta reboto contra su pecho adoptando la postura inicial.

- No te muevas tanto aún no es la hora -él hablo dejando a la chica sorprendida y algo avergonzada.

- Su…suéltame…- ella miraba fijamente a los extraños ojos verdes de él, pero al no obtener ni respuesta ni movimiento alguno -tengo que ir al baño a prepararme para la misión -al acabar la frase bajo los ojos avergonzada y con las mejillas coloreadas de rojo esperando su respuesta.

Él no dijo nada, simplemente miro a la chica y tras dar un pequeño suspiro, la soltó. En cuanto se liberó del agarre Ino se levantó cogió sus cosas y se metió al baño no sin antes decir a Kakuzu que tenía intenciones de meterse a duchar antes de que comenzaran la misión.

- Las mujeres tardáis mucho en el baño, iré yo primero. ¿A menos que quieras ducharte conmigo? -dijo soltando una pequeña carcajada mientras se levantaba de la cama y cogía sus cosas.

Ella empezaba a acostumbrarse de las insinuaciones indecentes del ninja y por ello tuvo la inclinación de contestarle y comenzar una discusión. Cuando iba a contestarle, fue interrumpida.

- No te preocupes, no tardaré. -sin más se metió al baño cerrando la puerta tras de sí.

Tras meterse en el baño, dejo sus cosas en el bidel y levantó la tapa del váter para orinar. Cuando terminó tiro de la cadena y se quitó la ropa, al tiempo que se metía en la ducha. Puso el agua fría, pues necesitaba despejarse un poco, pues, aunque no quería reconocerlo, la postura mañanera que tenía al momento de despertarse, le tenía también algo cohibido. Él se despertó antes que ella, y al abrir los ojos vio como la chica descansaba en su regazo con la cara plácida y con sus contorneadas y suaves piernas entrelazadas con las suyas. Su extensa cabellera rubia se esparcía por la almohada y su espalda dándole el aspecto de un ángel. Ante algo así, lo único que pudo hacer fue pasarle el brazo por la cintura para atraerla más hacia él, después cerro los ojos. Fue entonces cuando notó que ella se movía y fingió dormir, ya que sabía perfectamente que si la chica veía que estaba despierto y la había cogido a posta, empezarían una discusión. Por otro lado, si ella pensaba que era un movimiento involuntario producto del sueño podría excusarse y solo se avergonzaría de su propia postura. Kakuzu pensó que la niña daría un salto y se apartaría de él inmediatamente, pero para su sorpresa se quedó ahí, aunque sí dio un pequeño respingo. Por su parte, podían haber permanecido pegados toda la mañana, pero tenían una misión y la insistencia de su líder en la puntualidad y rapidez para cumplir la misión fue clara, así que decidió ponerle fin a la escena.

FUERA DEL BAÑO…

Por la forma en la que entró al baño y ante la poca importancia que le dio a la posible respuesta por parte de ella, Ino empezó a pensar que lo que había dicho Kakuzu sobre ducharse juntos, parecía más un pensamiento en voz alta, que una posible sugerencia o amenaza. Se sentó pues en la cama y puso sus manos en su cara, notando el rubor de sus mejillas. Ese rubor se debía mucho más al hecho de que se sintiera bien estando apoyada sobre él que al hecho de lo comprometido de la postura en sí. Esto fue un pensamiento involuntario, pero autentico de cómo se sentía teniéndolo cerca, pero su orgullo se impuso y decidió cambiar de tema.

Ahora pensaba en el hecho de que llevaba 4 días fuera de casa y que sus amigos de la Hoja probablemente ya sabían que estaba desaparecida. No pudo evitar pensar en la preocupación que estos sentirían al ver su casa abierta, con la cama deshecha, sus cosas intactas y sin rastro de ella. Ese pensamiento le oprimía el pecho y no hacía más que angustiarla. Sin más respiro hondo y se dejó caer en la cama.

- ¿Qué estarán haciendo ahora? -tenía la mirada perdida a algún punto de la habitación y en ese momento deseo poder ver lo que estaba pasando en su villa.

EN LA VILLA DE LA HOJA…

Todos los ninjas de la promoción de Ino estaban reunidos en el despacho de la Hokage, a excepción del equipo 9 que se encontraba en una misión.

- No puedo creer que Ino no aparezca por ningún lado -hablo Chouji -ella no es de las que se van sin avisar a nadie de nada.

- Chouji tiene razón, algo debe haber pasado… -su compañero Shikamaru estaba justo a su lado.

- ¿Cómo es posible que nadie sepa donde esta Ino? Nosotros acabamos de llegar de una misión y vinimos aquí corriendo porque estábamos preocupados por lo que sucedía. Pero llegamos aquí, y andáis diciendo que no encontráis a Ino por ningún lado y nadie nos explica nada, ¡hmp! -termino diciendo Kiba cruzándose de brazos y con el ceño medio fruncido.

- No te exaltes Kiba, sin duda nos explicaran lo que ha pasado y saldremos de dudas, no ganaras nada con esa actitud -dijo Shino mirando a su compañero con una actitud tranquila {algo bastante común en su carácter por cierto}

- ¡Maldita sea! ¿Cómo puedes actuar tan tranquilo Shino? ¡Tenemos que ir a buscarla ya! -esta vez hablaba tan exaltado como siempre Naruto.

- No hay razón para exaltarse y aunque la hubiera debemos pensar con claridad y tranquilidad para solucionarlo, lo digo por vosotros Kiba y Naruto -dijo Tsunade apoyando los codos sobre la mesa.

- Sin embargo, hay algo en lo que tiene razón Kiba, y es que debéis explicar lo que ha ocurrido realmente, pues algunos no estamos debidamente informados -Sai estaba al lado de Naruto y dio un paso al frente cuando termino la frase.

- En eso tienes razón Sai, por eso es mejor oírlo de la persona que descubrió que Ino había desaparecido -Tsunade hizo una señal para que se acercara Sakura.

Entonces Sakura, que había permanecido inmóvil en un segundo plano en el despacho ante la avalancha de gente que se precipitó en un momento, dio unos pasos hacia el escritorio, quedando justo enfrente de este. Iba flanqueada de su amiga Hinata, que la había reconfortado y acompañado hasta la mitad del camino, y se había parado junto a Naruto.

- El viernes después del trabajo en el hospital, Ino se despidió de mí y se fue a su casa. En ese momento ella se dejó la cinta ninja en el trabajo y yo fui detrás de ella para devolvérsela. Cuando llegué a su casa todo estaba en orden y la verdad no había nada fuera de lo común, ella abrió la puerta y le devolví la cinta. Hasta ahí nada raro. Al día siguiente, yo me fui a una misión, junto con Naruto y Sai, de la que no volvimos hasta el domingo por la tarde -ambos chicos asintieron afirmando la veracidad de las palabras de Sakura -Después de asearme, me dirigí a casa de Ino para contarle como me había ido la misión. Cuando llegué allí no me encontré a nadie, aunque a decir verdad no le di demasiada importancia, pues Ino me había informado de que Tsunade le había dado el fin de semana libre porque quería ir en busca de unas plantas medicinales que le hacían falta. Las plantas que ella quería están en la región de Nori, la cual está algo lejos de la villa y se tarda un poco en llegar. Por eso pensé que quizás se había retrasado en su búsqueda y que en todo caso ya estaría aquí el lunes para volver al trabajo. -hizo una pequeña pausa y prosiguió -Cuando llegó el lunes la esperé en la puerta del hospital a las ocho como todos los días, pero al ver que no aparecía decidí ir a buscarla a su casa. Al llegar allí, llame al timbre, pero nadie contestó lo que me hizo preocuparme. Di un pequeño rodeo a la casa y vi que la terraza estaba abierta. Para los que la conozcan ella nunca se deja nada abierto cuando sale, por tanto, debería estar dentro. Como no contestaba, me asuste, pensando en que podía haberle pasado algún accidente doméstico. Sin pensarlo entre por la terraza y al entrar, la cama estaba deshecha y no había ni rastro de ella. La mochila de expedición que ella usa en sus excursiones para recolectar plantas estaba intacta y no había signo alguno de haberla usado. Incluso las bolsas y frascos de muestras estaban sin usar. Eso significa que no llego a ir a la región de Nori, aunque podría haber ido a otra parte… Pero cuando la vi encima de la mesa supe que había pasado algo.

- ¿A qué te refieres Sakura? -dijo Hinata al igual que aquellos que aún no conocían los pormenores de la historia.

- A esto…- Sakura dejo ver la cinta de Ino, la cual exhibía una raya tachando el símbolo de la Hoja -Fuera donde fuera, siempre se llevaría la cinta y por nada del mundo la rayaría.

- Eso significa, que alguien se la ha llevado, sin que nos diéramos cuenta y burlando toda la seguridad de la villa. -dijo Sai al mismo tiempo que Shino y Shikamaru apoyaban la hipótesis, asintiendo con la cabeza.

- No hay duda de que ha sido un golpe muy calculado, la persona que secuestró a Ino, conocía no solo donde vivía sino también sus horarios de trabajo y probablemente la raptó el fin de semana para tener una margen de huida, pues nadie la echaría en falta hasta unos días después del secuestro, cuando ya estuviera lejos de la villa. -Shikamaru volvía a hacer alarde de su gran inteligencia y capacidad de análisis, pues, aunque no estuviera seguro, había dado en el clavo completamente – Pero aún hay más. Ese ninja también debía conocer la distribución de la villa, y los cambios de guardia para infiltrarse sin ser visto. Por tanto, es analítico e inteligente, un ninja de elite probablemente. También debe ser precavido y lo suficientemente frio para esperar el momento oportuno para atacar. Tuvo que secuestrarla poco después de que la dejaras el viernes, incluso cabe la posibilidad de que ya estuviera en la casa cuando fuiste a llevarle la cinta. Y solo imagino unos ninjas para los que una cinta rasgada signifique algo… -Se hizo un silencio sepulcral en el que Shikamaru miró a todos los presentes. Algunos asentían entendiendo lo que había querido decir, mientras que otros simplemente esperaban impacientes que alguien lo dijera.

- Akatsuki -termino diciendo Tsunade.

- ¡¿Akatsuki?! ¿Cómo estáis tan seguros? -Naruto no podía creer que esos criminales estuvieran detrás de todo y alcanzaba a comprender porque lo habían hecho.

- Si lo piensas no es algo tan descabellado -dijo Sakura – entre los Akatsuki tenemos a Itachi Uchiha, sin ir más lejos, él trabajo en la seguridad de la villa durante un tiempo antes de desertar y conoce cada detalle de esta. Además, tiene un carácter suficientemente frio y es inteligente.

- Entonces no cabe duda de que podría haber sido él -afirmó Shino.

- Realmente cabe la posibilidad, aunque hay algo que no me encaja -dijo Shikamaru, todos se sorprendieron ante ese comentario y esperaron que Shikamaru siguiera con su explicación, él se dirigió a Sakura y habló -antes de que llegara el equipo 8, nos dijiste que habías encontrado indicios de lucha en la habitación e incluso el kunai de Ino en el suelo {Ino marca sus kunais con una cinta morada, por eso saben que es suyo}, ¿es cierto?

- Si -afirmo Sakura con decisión.

- Itachi pose jutsus oculares muy potentes, es absurdo que forceje con su víctima y se arriesgue a que alguien le descubra cuando puede usar su sharingan. Es probable que haya sido otro Akatsuki. Puede que recibiera asesoramiento de Itachi para infiltrarse.

- Fuera como fuese, está claro que Akatsuki está detrás de esto, lo único que no sabemos es ¿Por qué a ella? -se preguntó a si misma Tsunade.

- Puede que fuera para atraer a Naruto y quitarle el Biju -dijo Sai

- Si eso fuese así, me hubiesen secuestrado a mí y no a ella -esta vez hablo Sakura -debe haber otra razón.

- Ino ha mejorado mucho en sus jutsus mentales, tanto que ya no necesita compañero para cubrirla, quizás tenga algo que ver con eso. Akatsuki podría conseguir mucho a través de esos jutsus -intervino Shikamaru.

- Sin duda -sentenció Tsunade.

- ¡Entonces a que estamos esperando!¡Debemos ir y rescatarla inmediatamente!¡A saber lo que le están haciendo esos bastardos!

- Tranquilízate Naruto, iremos en su rescate, pero debemos pensar un plan. No sabemos dónde está el escondite de los Akatsuki, así que necesitaremos a ninjas que sean capaces de rastrear todo el terreno circundante a la villa, en busca de alguna señal de Ino o de su secuestrador.

- Hay es donde entramos nosotros Tsunade -dijo Kiba estando orgulloso de su olfato y de las habilidades de sus otros compañeros.

- Exactamente. Iréis todos, el equipo 8 rastreara la zona en busca de alguna pista. Sai ofrecerá apoyo desde el aire. Cuando encontréis el rastro, seguidlo e informar de todo lo que suceda a la Hoja. Nombró a Shikamaru líder de la expedición.

- ¡Bien! ¿Cuándo nos vamos? -dijo impaciente Naruto.

- Mañana a primera hora, enviare un mensaje a Kakashi para que os acompañe. Id a vuestras casas y preparaos.

- ¡Si! -dijeron todos al unísono.

ALDEA SIAKURAKO…

Tanto Ino como Kakuzu ya se habían aseado y preparado y habían salido de la habitación en busca de Hidan, al que encontraron apoyado en una de las paredes del pasillo. Los tres se dirigieron al comedor del hostal para comer algo y comenzar cuanto antes con su misión.

Se recorrieron toda la aldea en busca del ninja al que buscaban, preguntaron por todos los bares y restaurantes sin éxito aparente hasta que encontraron al dueño de un bar que les afirmo que había visto al hombre que buscaban y que probablemente podían encontrarlo en su casa, a las afueras de la ciudad. A los Akatsuki les alegró esta noticia, así podrían acabar la misión sin llamar la atención de nadie, aunque esa noticia era buena para Kakuzu, sobre todo, pues a Hidan le encantaba llamar la atención.

Los tres se dirigieron a la casa indicada por el dueño del bar, Ino se preguntaba quién sería ese ninja y porque los Akatsuki querían matarlo. Kakuzu les había explicado que clase de ninja era y parte de la información que tenía en el pergamino, sin embargo, no les dijo nada de porque la insistencia de Akatsuki en eliminarlo. Ino no quería quedarse sin saberlo así que sin más se lo preguntó:

- ¿Por qué Akatsuki quiere eliminar a ese ninja? ¿Qué ha hecho?

Kakuzu se la quedó mirando fijamente durante unos segundos y tras guardar un silencio que duro varios segundos, contestó:

- Por hablar más de la cuenta… -dijo este sin más.

- ¿No lo entiendo? -pregunto ella.

- Verás, Akatsuki tiene muchos contactos en todas partes y nosotros pagamos muy bien la información que nos dan. Este hombre goza de un puesto privilegiado, como tesorero de gente importante y poderosa tanto del mundo ninja como político, y con el dinero que percibía como tesorero y por otra parte la información que le daba a Akatsuki de sus otros jefes, tenía un negocio redondo. -hizo una pequeña pausa y siguió – Pero en un momento dado, decidió ganar aún más vendiendo información de Akatsuki a terceros. ¿Lo comprendes?

- Ja! ¡Es un puto traidor!¡Recibirá el castigo divino! -dijo Hidan deseando usar a ese traidor para su ceremonia.

Ino observaba la efusividad de Hidan, no cabía duda de que era todo un fenómeno religioso y su conducta sádica y escandalosa no paraba de sorprenderla.

- Akatsuki, jamás perdona a un traidor. -sentenció Kakuzu sacando a Ino de sus pensamientos con respecto a Hidan.

Sin más siguieron caminando hasta que encontraron la casa. Se trataba de una mansión bastante grande en la que se podía admirar el lujo y el despilfarro con solo ver sus exteriores decorados de forma excesiva y pomposa.

- Ya sabemos en qué ha gastado todo su dinero -dijo Ino algo abrumada por el vanidoso aspecto de la casa y con una gotita en la cabeza.

- Yo no despilfarraría el dinero en algo así.

- Vamos Kakuzu, tú no te gastarías un céntimo en nada, si eres un tacaño de los pies a la cabeza. -Ino no pudo evitar reírse ante el comentario de Hidan y tuvo que bajar la cabeza para que Kakuzu no la viera.

- ¡Tu cállate! Tu eres un despilfarrador al igual que el idiota este, no eres capaz de ahorrar ni un céntimo, y en el hipotético caso que pudieras, te lo gastarías todo en alguna chorrada religiosa de las tuyas.

- ¡Maldito! Te vas a…- fue interrumpido por Ino.

- ¡Basta! ¿No teníamos una misión que cumplir? Pues vamos -lo dijo mirando a los ojos a Kakuzu y después se dirigió a Hidan - ¿No decías que ibas a usar tu ceremonia con ese tipo?

- ¡Pues claro que sí!

- Pues entonces no grites tanto o se dará cuenta y saldrá por patas -Ino no había dicho esto no porque le preocupara la misión sino porque los berridos de Hidan la estaban perforando los tímpanos.

Sin más salieron los tres de los arbustos en los que estaban y se adentraron en el jardín de la mansión donde divisaron al dueño de la casa, ese tal Keito.

- ¿Quién anda ahí? -dijo Keito que al divisar la capa negra con nubes rojas no pudo evitar echar un paso atrás -Ya veo, sois de Akatsuki.

- Después de trabajar para nosotros no pensarías que íbamos a dejarte escapar -Kakuzu se acercó seguido por Hidan e Ino.

- Claro, aunque parece que habéis introducido modificaciones en la organización…-acto seguido miró a los que acompañaban a Kakuzu y se quedó mirando a Ino -antes ibais en parejas, tres akatsuki para mí solo, que honor.

Ino miraba fijamente a Keito, este era un hombre alto como Kakuzu, menos corpulento que este y con una cicatriz que le cruzaba la cara y que desaparecía en la parte baja de su cuello. Su vestimenta era un kimono muy colorido y a gusto de Ino, bastante extravagante.

- Ya sabes lo que va a pasarte ahora, nunca debiste traicionar a Akatsuki -sentenció Kakuzu.

- Tienes razón, por eso estoy preparado -al terminar la frase aparecieron treinta ninjas rodeando a los akatsuki. -Jajaja, habiendo traicionado a Akatsuki, sería un idiota si no hubiese invertido en mi seguridad. Como veis nosotros somos 30 y vosotros tres, estáis claramente en inferioridad. Pobre Pein, va a tener que reclutar a más gente para su organización de fanfarrones.

- 30 contra 3…-miro a sus compañeros y se dio la vuelta mirando a Keito -Que interesante.