Capitulo 10 Con una copa en la mano…

Los tres salieron del despacho de Pein y siguieron por el pasillo, hasta llegar a sus respectivas habitaciones. Durante todo el trayecto Hidan les contó la frustración que sentía al no haber podido usar su ceremonia con ninguno de los ninjas a los que se enfrentaron y demás temas religiosos sobre Jashin, sin embargo, ninguno de los temas que expuso logro llamar la atención de los otros dos.

- La cena se sirve a las nueve, Ino -dijo Kakuzu adelantándose a la rubia y abriendo la puerta de su habitación.

- Vale -lo único que se oyó a continuación fue como la puerta del cuarto de Ino se abría para luego cerrarse, dejando a Hidan solo en el pasillo.

- Tener compañeros para ser ignorado… ¡Cabrones! -la frase empezó con un tono reflexivo, pero no tardo en tornarse burdo cuando les profirió el insulto. Sin más se dio la vuelta entrando a la habitación.

En la habitación de Ino, esta se había preparado para su ejercicio habitual de aseo y tras terminar y ponerse ropa limpia, se puso a ordenar de nuevo las cosas que se llevó en la mochila, hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por alguien que llamaba a la puerta.

- (¿Quién será ahora?) -Ino se dirigió a la puerta y abrió.

- ¡Hola Ino-chan!

- ¡Ah! Hola Tobi, Jajaja, ¿Qué haces aquí?

- Mmm, pues Tobi pasaba por aquí, y se dijo ··oye Tobi, ¿Por qué no busca a Ino y le echas una carrera para ir a cenar, ¿eh? ·· . Es que ningún miembro de la organización quiere estar con Tobi, por fa…- Tobi puso la cara más kawai que pudo para convencer a Ino y vaya si lo logro…

- Esta bien…- para Ino, Tobi era como un niño pequeño y su compañía y actitud siempre le sacaban una sonrisa.

- ¡Vale! Tres, dos, uno ¡Ya! -al instante Tobi salió disparado dejando una nube de humo tal como la primera vez que lo vio.

- ¡Oye espera! -Ino echó a correr inmediatamente después de Tobi.

Ambos corrían a toda velocidad por los pasillos sorprendiendo a algunos miembros de la organización que también se dirigían a la cocina, aun así, los dos hicieron caso omiso a lo que les decían estos.

- Jajaja voy a ganarte, jijiji.

- Eso ya lo veremos – Ino condujo chakra a sus piernas para ir más deprisa y enseguida adelantó a Tobi.

Tobi por su parte quiso hacer lo mismo, pero para su mala suerte en el último tramo, Tobi giro a la derecha e Itachi abrió la puerta de su habitación. El resultado fue que este se pegó un trompazo contra la puerta y reboto hasta chocar contra la pared.

- Itachi- san debería señalizar su habitación, ah... -Tobi estaba sentado en el suelo con las piernas abiertas y con estrellitas en la cabeza por el golpe, al acabar la frase se desmayó.

- Mira que eres idiota…-dijo Itachi con una gotita en la cabeza.

Ino no se había dado cuenta del golpe de Tobi y había seguido corriendo por el pasillo, hasta que divisó la puerta de la cocina.

- ¡Si! ¡He ganado! – dijo Ino triunfante con el puño arriba pero su celebración acabo cuando enfocó su vista en la mesa y vio lo que vio - ¡¿Pero qué haces tú aquí?!

- Has perdido Ino-chan -dijo Tobi con un chichón enorme en la cabeza y sentado en su silla como si nada.

- Pero ¿cómo? estoy segura de que estabas detrás de mí. -Ino no podía creer como la había adelantado –(¡Ni siquiera ha pasado por delante de mí!)

- Es imposible ganar a Tobi en velocidad -Ino se dio la vuelta ante la voz masculina que tenía detrás y vio al chico de pelo rojo, que se enfrentó a Sakura y de nombre Sasori -él puede tele transportarse -seguidamente esbozo una sonrisa compadeciendo a la chica.

- ¡¿Qué?!, Eso es trampa, Tobi -dijo señalando al akatsuki.

- No te enfades con Tobi solo estoy jugando, pero ahora que has perdido tienes que sentarte a mi lado, ¿si…?

- Ah…está bien -dijo sentándose al lado de Tobi.

- Entonces si no te importa yo también me sentare a tu lado -dijo Sasori sentándose junto a la rubia con una sonrisa-Así nos conoceremos mejor.

- Esta bien -le sonrió

En ese momento entraron los demás miembros de Akatsuki, incluido Kakuzu que, al entrar en la cocina, vio a Ino flanqueada por Tobi a la izquierda y por Sasori a la derecha. No pudo evitar sentirse molesto por la cercanía de Sasori, ya que Tobi era demasiado infantil para suponerle una amenaza. Pero Sasori ya había expresado su devoción a la belleza de la rubia y no era lo suficientemente ingenuo para pensar que no tenía segundas intenciones con ella. Sin embargo, no demostró su enfado, cerró los ojos en busca de serenidad y sin más se sentó junto a Hidan. La comida estaba servida y humeante en la mesa y sin más preámbulos se dispusieron a comer.

Los akatsuki comenzaron a comer sin más y mientras Ino y Sasori mantenían una animada conversación, Kakuzu les miraba con el rostro endurecido sin perder detalle de las acciones de Sasori, hasta el punto que ni siquiera escuchaba a su compañero Hidan que le estaba hablando. En algunas ocasiones, veía como Sasori le decía algo y después no perdía tiempo para acariciarla o para susurrarle algo en el oído, a lo que Ino no paraba de responder con risas y con miradas de complicidad. Eso lo único que le provocaba a Kakuzu era ganas de levantarse y tirarle al pelirrojo hasta el último utensilio que había en mesa, además no podía evitar apretar los cubiertos que él estaba usando e incluso en alguna ocasión había tenido que cambiarlo. Kakuzu observaba como Tobi interrumpía la conquista de Sasori, con comentarios o bromas, gritando de forma escandalosa y por primera vez, sentía cierta simpatía hacia él. Cada vez que Sasori fruncía el ceño y miraba a Tobi con una cara asesina por meterse en la conversación entre la chica y él, Kakuzu no podía evitar reírse, pero volvía a enfurecer en cuanto este se libraba de Tobi y continuaba hablando con la rubia.

La cena transcurrió de la misma forma hasta que terminaron de comer y empezaron a recoger los platos. Ino se ofreció a recoger la cocina con Konan, pero ella le dijo que Pein la ayudaría y que ella se había ganado un descanso gracias a su desempeño en la misión, a lo que Pein asintió. {Pein nunca ayudaba a otros miembros a limpiar, pues era el líder de Akatsuki, pero con Konan siempre hacia una excepción}.

Sasori invitó a Ino a seguir su conversación en la sala de juegos de la base y tomar algo juntos, pero ella se rehusó alegando que estaba cansada y que prefería irse a su habitación a descansar. Kakuzu se alegró de que Ino reclinara la oferta de Sasori, pero se le borro la sonrisa de la cara cuando vio que esta aceptó que la acompañara a su habitación. La pareja salió de la cocina ante la mirada atenta de Kakuzu. Este al principio pensó que sería patético de su parte mostrarse celoso y estaba dispuesto a pasar de la niñata, pero a los pocos minutos desechó la idea y se fue detrás de ellos. Asomó la cabeza detrás de una de las esquinas de los pasillos y permaneció ahí escuchando y esperando lo que sucedería mientras la sangre se le hervía en las venas.

- Bueno ya hemos llegado -dijo ella cuando quedo en frente de la puerta de la habitación y se dio la vuelta para mirar a Sasori.

- Si, es una lástima que haya sido un trecho tan corto. ¿Estás segura que no quieres tomar nada? – Sasori estaba justo en frente de ella, a criterio de Kakuzu, demasiado cerca.

- No, estoy cansada, pero gracias, de verdad.

- Bueno, entonces esperó que dentro de poco podamos quedar…a solas -dijo sonriendo a la rubia y mirándola de arriba abajo.

- Si, porque no, Jajaja -dijo ella con la espalda apoyada en la puerta.

Sasori había sentido las miradas asesinas de Kakuzu durante toda la cena e incluso sabía que ahora mismo les estaba observando. Ellos no se caían bien {A Kakuzu en general no le caían bien sus compañeros de la organización, pero en este momento Sasori le caía peor que nunca} y Sasori aprovecharía cualquier situación para picarle y así lo hizo.

- Buenas noches Ino -él se acercó cada vez más a la rubia hasta que sus rostros estaban a escasos centímetros. Finalmente inclinó la cabeza y besó a la chica en la mejilla, pero lo hizo tan cerca de la boca de la chica, que el labio inferior de él toco el superior de ella.

Kakuzu estaba por su parte demasiado lejos para ver este matiz, y la cabeza de Sasori tapaba casi por completo la cara de la rubia, por lo que se convenció de que se estaban besando. Lo único que alcanzó a ver Kakuzu fue como Ino cerraba los ojos a medida que Sasori se acercaba y por supuesto no lo esquivó, ni tampoco lo apartó. Esto encendió a un más a Kakuzu, tanto que sintió unas ganas infinitas de moler a golpes a ese bastardo. ¡Y a ella! ¡Ah, todas las cosas que le haría a ella!

- Buenas noches Sasori -dijo ella con la voz entrecortada y con la cara ruborizada ante la sorpresa pues no se esperaba algo así. Abrió la puerta y entró.

Al cerrarse la puerta, Sasori y Kakuzu se quedaron mirando a la puerta unos segundos, cada uno desde su posición inicial, y después, se miraron. Kakuzu se quitó del borde de la pared y estaba perfectamente visible en medio del pasillo. Ninguno de los dos dijo nada, aunque no hacía falta. Los dos eran hombres inteligentes y los dos sabían porque estaban así. Sasori miró a Kakuzu con aires de superioridad y tras dedicarle una sonrisa socarrona, se dio la vuelta y se fue, bajo la atenta mirada de Kakuzu.

Kakuzu avanzó desde donde estaba hasta la mitad del pasillo, no sabía qué hacer, podía meterse a su cuarto y pasar del tema como si estuviera aceptando su derrota o bien podía ir detrás de Sasori y darle una paliza. También cabía la posibilidad de entrar a la habitación de Ino y hacerla suya, para quitarle así el mal sabor que seguro le había dejado ese capullo con sus caricias y sus besos. Sin embargo, no le dio tiempo a elegir ninguna de ellas.

- ¡Ey Kakuzu!, ¿Qué haces tan pensativo? Oye vente a la sala de juegos, vamos a tomarnos una copita para celebrar el éxito de la misión. Digámoselo a la rubita también -Hidan se acercó por el pasillo y se propuso a tocar la puerta de Ino.

- Ella no va a venir, Sasori le ofreció también una copa y le dijo que estaba cansada, es mejor dejarla ahí -no era lo más conveniente para Kakuzu verla ahora y mucho menos con el enfado que tenía, así que interrumpió a Hidan antes de que tocara la puerta.

- Entonces te vienes tú, ¿eh?

- Esta bien -finalmente aceptó la invitación de Hidan, el últimamente no había ido a la sala de juegos y la verdad, en esos momentos, es cuando más necesita una copa. Aceptó sin más la petición de Hidan y le siguió a través del pasillo hasta llegar al salón.

- Que poder de persuasión tengo jejeje -dijo abriendo la puerta.

Dentro solo estaban Kisame, Itachi y, como no, Sasori. Hidan y Kakuzu avanzaron hasta el mueble bar, cogieron un par de vasos y una de las botellas de whisky que había en el armario y llenaron ambos vasos. Kakuzu tenía la mirada perdida y aun no se podía sacar de la cabeza, el suceso anterior entre la niña y el pelirrojo. Cada vez que los imaginaba se le hervía la sangre y para apagar ese pensamiento bebía de un solo trago en contenido del vaso. Aun así, no tenía ningún efecto calmante pues sus pensamientos volvían a encenderse cuando oía reírse a Sasori o cuando volvía a recodar lo ocurrido, por lo que recurría a llenarse el vaso otra vez. Su compañero observaba con atención como llenaba su vaso una y otra vez, lo que le preocupo un poco, pues él, aunque aguantase bien la bebida no solía beber mucho, pues le gustaba que las botellas durasen lo máximo posible. {Así no tenía que comprar más y se ahorraba el dinero} Incluso había llegado al punto de echar la bronca a otros miembros de Akatsuki por lo que estaba haciendo él.

- Kakuzu, te conozco lo suficiente para saber qué te pasa algo. ¿De qué se trata?

Kakuzu dudo por un instante si contarle de verdad lo que pasaba a su compañero, pero no estaba dentro de sus planes reconocer abiertamente que le atraía la muchacha, y mucho menos, delante de su bullicioso y charlatán amigo, así que echó mano una vez más de su posición de tesorero.

- Tengo problemas con las finanzas de Akatsuki, las misiones recientes me han quitado mucho más tiempo del que imaginaba. Pein me pedirá cuentas dentro de poco -sin más bebió otro trago.

- Ya veo -Hidan no se quedó muy convencido de la excusa de Kakuzu, pero conociendo a este no conseguiría nada insistiéndole, así que prefirió pasar del tema.

Ambos hablaron de temas triviales y sin demasiada importancia. En su fuero interno, Kakuzu agradeció a Hidan su intento de distracción, pero estos intentos eran frustrados por la cháchara de Sasori con Kisame e Itachi, con cuales estaban jugando al póker, pues cada vez que este hablaba, el ceño se le fruncía solo. De repente salió un tema de interés para Kakuzu.

- Parece que Ino se ha adaptado bien a la organización.

- ¿Por qué lo dices Sasori? -dijo Itachi recolocando sus cartas y cogiendo otra.

- Hoy durante la cena he estado hablando de muchas cosas con ella y me ha dicho que, durante su misión, que consistía en acabar con un ninja llamado Keito, fue ella quien acabó con él.

- ¿Keito dices? -dijo Kisame mirando a Sasori.

- ¿Lo conoces? -este le devolvió la mirada.

- No personalmente, pero he oído a Pein hablar de él, sé qué hacía negocios con los akatsuki y que en un momento dado nos traiciono. No era un ninja mediocre, por lo que Pein me dijo. Es impresionante. -asintió con la cabeza diciendo esto último.

- Por supuesto que ella es impresionante, ¿no crees Itachi?

- No hay duda que un mérito así merece ser reconocido, pero tú no eres la mejor persona para juzgar eso. -miro por encima de sus cartas, y al ver que ni Sasori ni Kisame comprendían sus palabras se explicó -Tengo la sensación, de que tú ya considerabas impresionante a Ino mucho antes de hablar con ella. -hizo énfasis en la palabra `impresionante´.

- Jajaja, que mordaz eres Itachi -Kisame se reía mientras miraba a su compañero, Itachi le miro brevemente e inmediatamente volvieron ambos sus miradas a Sasori.

- Hmp, tienes toda la razón Itachi. Ya consideraba a Ino una mujer impresionante desde el primer día que la vi y no voy a lamentar para nada estrechar más mi relación con ella.

- ¿A qué te refieres exactamente con ``estrechar´´, Sasori? -dijo Kisame con una sonrisa de medio lado.

- Es obvio que se os veía muy juntos en la cena, eso significa que has empezado a estrechar lazos con ella.

- Tu siempre tan observador Itachi, si estoy estrechando mi relación con ella. No veo nada de malo en eso, la verdad es que Ino es una mujer muy atractiva, a mi gusto. ¿No creéis lo mismo?

- No es que sea mi tipo, pero reconozco que no está mal -dijo Kisame.

- Tiene un buen cuerpo…-dijo Itachi cogiendo algunas de sus fichas y apostándolas en la mesa.

- ¡Ves! – dijo Sasori mirando a los dos akatsuki. Después miro a Kakuzu -y vosotros que creéis, ¿Hidan?, ¿Kakuzu? Vosotros seguro que la habéis visto mucho más de cerca.

- A mí no me gusta esa niña, la considero una compañera a secas -dijo Hidan encogiéndose de hombros.

- ¿Y tú Kakuzu? – dijo Sasori con malicia al enmascarado.

Kakuzu había permanecido completamente en silencio escuchando hasta el más mínimo detalle con respecto a Ino y sobre todo a los comentarios de Sasori. A medida que la conversación avanzaba, Kakuzu echaba mano del vaso y se lo tragaba y volvía a rellenarlo, una y otra vez. Cuando llegó el punto en el que hablaban de lo que Sasori pensaba de ella y de sus atributos físicos, fue cuanto Kakuzu entró en un frenesí de tragos, uno detrás de otro hasta tal punto que el culo de la botella ya ni siquiera tocaba la superficie de la mesa. Kakuzu estaba cabreadísimo y si hubiese estado solo con Sasori se hubiese levantado de la silla y le hubiera golpeado a Sasori con la botella. Los comentarios del marionetista le habían afectado sobre manera, y lo más importante, Sasori lo sabía. Desde el principio, Sasori era consciente de que Kakuzu les estaba escuchando con suma atención y por tanto no paró hasta que sacó el tema del físico de la chica para picarle. Kakuzu se dio cuenta que la pregunta que le había hecho Sasori, tenía por objetivo hacerle explotar y reconocer que estaba celoso. Eso supondría una clara victoria para Sasori, pero Kakuzu no era estúpido y tampoco estaba dispuesto a exponer sus más íntimos secretos y dejar que se rieran de él.

- Considero que esa niñata no tiene nada que pueda interesar a un hombre como yo, y mucho menos en su físico -para decir esto hecho mano de toda la frialdad y neutralidad que pudo para sonar convincente y aparentemente consiguió hacerlo.

- Vaya -Sasori no consiguió sacarlo de sus casillas, pero tampoco estaba dispuesto a dejarlo ahí – Me alegró que la mayoría no estéis interesados en ella, eso me deja en camino más despejado. Ahora solo tendré que preocuparme por ganar a Itachi.

- Me temo que eso no va a ser posible, escalera de color -dijo Itachi mostrando sus cartas y alargando su otra mano para tomar las fichas.

- No te adelantes Itachi, escalera real -dijo Sasori mostrando su escalera real de picas y cogiendo todo el premio -Yo siempre gano cuando quiero algo de verdad, Itachi -esta frase iba claramente dirigida a Kakuzu y no a Itachi, aunque esto solo lo sabían ellos dos y, por tanto, el desafío paso por alto para todos los demás.

Sin más Sasori abandonó la sala. Seguidamente Itachi y Kisame también se fueron de la sala alegando que ya habían palmado gran parte del dinero que les quedaba y que ninguno de ellos dos estaban dispuesto a jugar con Sasori en un tiempo. Dejaron completamente solos a Hidan y Kakuzu. El ultimo se dio la vuelta en cuanto salió Sasori y en lugar de llenarse el vaso, prefirió coger la botella directamente y bebérsela a morro. Hidan ya había tenido suficiente por hoy y decidió despedirse de Kakuzu e irse, pero se ofreció a llevarle a su habitación, a lo que él se negó diciendo que iba a acabar la botella. Hidan estaba a punto de salir por la puerta cuando se dio la vuelta mirando a Kakuzu.

- Solo hay dos cosas que pueden hacer beber de esa manera a un hombre, los negocios y las mujeres, y a pesar de que te he visto muchas veces pasar baches económicos muy grandes, esta es la primera vez que te bebes dos litros de whisky tu solo. Buenas noches, Kakuzu -inmediatamente desapareció tras la oscuridad del pasillo.

Esta era la primera vez que Hidan daba tales signos de inteligencia y aunque Kakuzu se sorprendió mucho por ello, no le dio ni la mitad de importancia que le hubiese dado si hubiera estado sobrio. Ahora solo había una cosa que ocupase sus pensamientos y no se iba a quedar ahí sentado.

Se levantó tambaleante y recorrió el pasillo hasta llegar a las habitaciones y aparentemente iba a su puerta, pero se paró en seco en la puerta del cuarto de Ino. Sin dudar entró sin llamar y cerró la puerta tras de sí, sin tener el más mínimo cuidado en cerrar despacio para no despertarla.

Ino se despertó de repente ante el portazo y encendió la luz de la lámpara de la mesilla y no se esperó lo que estaba viendo. Kakuzu estaba frente a ella, apestando a alcohol y manteniéndose en pie a duras penas.

- ¿Qué diablos haces aquí?, ¿y encima así? -Ino estaba bastante enojada y también algo asustada pero no lo demostró, pues con los borrachos es mejor no mostrar debilidad sino firmeza.

- Si fuera él, no te molestaría tanto -las palabras de Kakuzu fueron acompañadas de un incrédulo ¿Qué?, de Ino. – Pero yo soy mejor que él, y ahora voy a demostrarte lo que es un hombre de verdad – en la mirada de Kakuzu había una mezcla de oído y lujuria e Ino no pudo evitar echarse hacia la pared.

Toda la fuerza que mostró al principio se evaporó en un instante, y solo se preguntaba qué diablos pasaría ahora…