Capítulo 16. Siguiendo pistas.

EN LA BASE DE AKATSUKI…

Todos los miembros estaban reunidos en el despacho de Pein, Kakuzu e Ino llegaron en último lugar, algunos se volvieron fijando su vista en Ino y en su malherida mejilla, sobre todo Konan que sintió el deseo de ir hacia Ino para ver lo que pasaba. Sin embargo, dio un paso y se paró en seco ante la señal que le hizo Pein.

- Os he hecho venir aquí para informaros de algo importante…

- ¡Espere líder! Falta Sasori -en ese momento Ino miro a Kakuzu durante un rato y volvió la mirada al suelo.

- El no vendrá, está muerto.

- ¿¡Qué?! -gritaron todos excepto Ino y Kakuzu.

- Pero ¿cómo…? ¿Cuando? -pregunto Deidara incrédulo y con los ojos abiertos de la sorpresa.

- Anoche, en el bosque de la parte trasera de la casa. Asesinado. -dijo Pein.

- ¿Quién lo ha hecho? -pregunto Itachi con su frio tono de siempre.

- Lo he matado yo -dijo Kakuzu sin más.

- ¿¡Tú!?, ¿Por qué? -Deidara estaba cabreado y mirando a Kakuzu.

- Se entrometió en mi misión -dijo Kakuzu sin prestar importancia al tema.

- ¿A qué te refieres?

- Se refiere a la misión que le encomendé de proteger a la chica -dijo Pein señalando a Ino -Sasori intento matarla en el lago.

- ¡Venga ya! ¡Vete a la mierda! -le grito Deidara a su líder.

- Ten cuidado con tus palabras Deidara. Cuando traje a la chica aquí advertí a todos los miembros que no la hicieran daño y también autoricé a Kakuzu a atacar a cualquiera que desobedeciera mis órdenes. Tú estabas presente cuando se lo dije a Sasori y aun así el no obedeció. Esta muerto y se acabó. Solo os quería informar. Ahora ya puedes encargarte de su anillo Tobi… -dijo mirando a este último.

- Uohhh por fin voy a tener un anillo como un auténtico Akatsuki, y estare solo con Deidara Sempai en las misiones, no es maravilloso ¿eh? ¿Sempai? -dijo Tobi haciendo aspavientos y esperando la respuesta de Deidara.

- ¡Cállate imbécil! -dijo Deidara con un aura negra, dándole un puñetazo a Tobi que lo estampo en la pared.

- Tu maldito… -esta vez se dirigía a Kakuzu y avanzaba hacia él.

- ¡Deidara! No consentiré más peleas entre miembros y mucho menos injustificadas. Sasori desobedeció y por ello está muerto. Que sirva de lección a todos los demás, el próximo que desobedezca correrá la misma suerte, ¿entendido? -dijo haciendo una pausa mirando a Deidara – No me gustaría perder otro Akatsuki. Fin de la reunión, marchaos.

- ¡Cht! -fue lo último que dijo al salir del despacho y tirar una mirada asesina a Ino y sobre todo a Kakuzu –(Esto no quedara así) -finalmente se alejó por el pasillo.

Los demás miembros se fueron e Ino iba a marcharse a su habitación cuando Konan la paró y mirando su herida le dijo que luego iría a verla. Ino aceptó con una sonrisa y salió de la habitación escoltada por Kakuzu y por Hidan.

- Quien hubiera imaginado que Sasori intentaría matarte, parecíais llevaros bien… -dijo Hidan mirando a Ino fijamente ante lo que Ino bajo la mirada.

- Las apariencias engañan Hidan, siendo un akatsuki deberías saberlo. -dijo sin más Kakuzu y siguieron por el pasillo.

- Si bueno, al menos estabas cerca sino la rubia estaría muerta. No creo que ella hubiese podido acabar con él -la miro brevemente y luego continuó -Lo cierto es que no echaré de menos a ese tipo, no me llevaba bien con él precisamente. Aunque Deidara parece afectado, tenía un tono amenazante en la reunión, ¿eh? -se acercó a Kakuzu y le dio un pequeño codazo.

- No me importa lo que ese idiota piense, si echa tanto de menos a su novio, que se busque otro que se le parezca.

-JAJAJA, que cruel eres Kakuzu, pero a veces también haces buenos chistes. Su novio dice, JAJAJA -dijo mientras se secaba una pequeña lagrimita del ojo que le salió de tanto reírse -Bueno me piro tengo cosas que hacer -dijo pasando de largo y siguiendo por el pasillo, hasta que se dio la vuelta y dijo - ¡Cuidate ese moratón, anda! -sin decir nada más desapareció.

Ino miro al frente momentáneamente y se sorprendió un poco por el interés de Hidan aun así no le dio importancia e intento meterse en su habitación.

- Dentro de un rato te traeré la comida, metete en la habitación y descansa, ya nos veremos. Tomate las medicinas -las palabras de Kakuzu fueron respondidas por un apagado ``si´´ de Ino, a continuación, se perdió por el pasillo.

Ino se metió a su cuarto y al entrar se tumbó en la cama y cerró los ojos, pero apenas unos minutos después sonó la puerta. Quizá fuera Konan, pues la había dicho que iría a verla, así que le dijo que pasara, pero no era ella.

- ¡Hola Ino-chan!

- Ah, hola Tobi.

- Hace mucho que no nos vemos, Tobi pensaba que ya no te caía bien -dijo cruzándose de brazos y haciendo un pequeño pucherito con su actitud infantil de siempre.

- No es eso Tobi, te prometo que si me caes bien -dijo ella pequeña sonrisa.

- Bueno ahora no estarás tanto con Sasori porque está muerto y podrás estar mucho tiempo conmigo ¿sí? -dijo cogiendo las manos de Ino con sus dos manos.

- Tobi, ¿a ti no te importa que Sasori esté muerto?

- Eh, no…Él siempre me trataba mal y nunca me dejaba jugar con sus muñecos. Además, ahora que está muerto puedo ser un auténtico miembro de Akatsuki y tendré a Deidara- sempai para mi solito, jejeje. Además, también ha sido muy malo contigo, te ha dejado una marca muy fea -dijo Tobi señalando la mejilla de Ino con el dedo.

- Si…la verdad es que lo fue… -dijo Ino mirando hacia abajo.

- Desde luego, pero no tienes que preocuparte, al fin al cabo…parece que Kakuzu te protegerá de cualquier hombre que intente violarte…- la voz de Tobi cambió repentinamente a una más grave y sombría en la última frase, sobresaltando a Ino.

- ¿¡Que dices!? -dijo Ino con los ojos muy abiertos.

- Tobi, sabe muchas cosas Ino…muchas cosas -dijo levantándose y dirigiéndose donde la puerta -ya charlaremos otro día, adiós… -echándole un último vistazo a Ino antes de cerrar la puerta con su actitud infantil de siempre.

Ino estaba sorprendida de la revelación de la que acababa de ser protagonista, se supone que ningún miembro de Akatsuki sabía lo que había pasado salvo Kakuzu, el líder y ella, incluso al segundo podía descartarlo pues había sido engañado por Kakuzu, así que solo quedaban ellos dos. Todos pensaban que Kakuzu había acabado con Sasori por intentar matarla, pero Tobi, el miembro más despistado e infantil de todos, sabía perfectamente lo que había sucedido. Ella era consciente de lo mal que se llevaban Tobi y Kakuzu, y este nunca hubiese compartido información de esa índole con el primero. Por tanto, solo había una explicación.

- (Tobi estaba en el lago) –

Él presenció el intento de violación en ese lugar y ello revelaba una abrumadora y siniestra realidad. Tobi no se metió para ayudarla, se quedó allí observando la escena, mostrando una personalidad más fría y calculadora que jamás imagino en un hombre con un carácter tan infantil. El proceder de Tobi, le hacían ver a Ino que quizás él estaba fingiendo y era en verdad un hombre malvado y cruel. Al fin al cabo, por algo debía ser de Akatsuki. De pronto sonó otra vez la puerta.

- ¿Quién es? -dijo Ino algo nerviosa.

- Soy Konan, ¿puedo pasar? -sonaba la voz de la peliazul tras la puerta.

- Claro, pasa… -soltó Ino al momento que la otra única mujer de Akatsuki entraba a la habitación. Sin más se acercó a Ino y la abrazó, dejando a esta sorprendida – Lo sé, se lo que Sasori quiso hacerte.

- ¿Qué?

- Kakuzu me lo contó, se le notaba preocupado por ti.

- ¿Preocupado?

- Si, jamás le había visto así. Cuando me lo contó, no sé, parecía angustiado. Pero menos mal, no ha pasado nada. ¿Tu como estas? -dijo Konan acariciándole el hombro.

- Ahora que Sasori no está estoy más tranquila desde luego, pero aún sigo pensando mucho en ello.

- Es normal, debe ser horrible…

- Lo es, no puedes imaginarte la impotencia y el miedo que se siente en esa situación. La frustración de saber que por mucho que luches no conseguirás nada, que…que él podrá hacer lo que quiera y no podrás detenerle… Tenía tanta fuerza Konan…forcejee con todas mis fuerzas y lo único que conseguí fue que se cabreara y me golpeara… -dijo Ino con la voz temblorosa, a punto de llorar, mientras Konan acariciaba su larga cabellera rubia.

- Fue entonces un golpe de suerte que Kakuzu estuviera por ahí.

- Si, aunque francamente no pensé que se metería…

- No creas, Pein le encomendó la misión de protegerte -dijo su amiga, agarrándole las manos y con una sonrisa.

- Ya… (de verdad lo ha hecho solo por eso…) -dijo con algo de decepción.

- Mira, te he traído ropa, para que sustituyas la que Sasori te rompió. -al instante sacó unas prendas de ropa de su capa y se las dio a Ino.

- Gracias.

Entonces sonó la puerta, a lo que Ino dio permiso para entrar a Kakuzu cuya voz había reconocido detrás de la puerta. Al entrar, se veía que llevaba una bandeja de comida para Ino ya que eran prácticamente las dos. Vio entonces a las dos mujeres sentadas una junto a la otra, luego poso sus ojos en Ino que tenía los ojos llorosos.

- ¿Interrumpo?

- No Kakuzu, yo ya me voy. Cuando quieras desahogarte ya sabes -dijo por última vez antes de soltarle la mano a Ino y camino hacia la puerta -Os dejare solos, adiós -al terminar la frase la puerta se cerró dejando a los dos solos en la habitación.

- Te he traído algo ligero y blando para que comas -dijo dejando la bandeja en el escritorio -debes tomarte las medicinas después de comer, no puedes tener el estómago vació cuando lo hagas…

- Kakuzu, cuanta gente lo sabe…

- ¿No se dé qué me hablas? -dijo arqueando una ceja.

- Que Sasori intento violarme

- Konan y yo solamente.

- ¿Estás seguro? -dijo Ino pensando que había divulgado el asunto con alguien más y quizás Tobi lo había escuchado.

- Si

- ¿Por qué se lo dijiste a Konan? – dijo cruzándose de brazos.

- Pensé que sería mejor decírselo, ella y tú os lleváis muy bien y creo que tienes suficiente complicidad con ella para hablar de ello. Además, las dos sois mujeres, si quieres desahogarte con alguien y contarle lo que sientes, ella es la mejor para entenderte.

En cierto modo Kakuzu tenía razón, ella apreciaba a Konan, y tener una conversación sobre lo que había pasado sería más cómodo compartirla entre dos mujeres que con alguien del sexo opuesto. Si algo así, le hubiese ocurrido en la villa, hubiese ido a contárselo a su amiga Sakura, pero en su ausencia, solo contaba con Konan. No le dio importancia al asunto cogió la bandeja dispuesta a comer.

- Te dejare sola, yo también iré a comer -dijo el hombre levantándose. Cuando abrió la puerta, llegó a escuchar un ``gracias´´ por parte de la rubia, lo que hizo que Kakuzu se parase momentáneamente para escucharla. Después se marchó.

EN ALGUN PUNTO DEL PAIS DEL FUEGO…

Shikamaru, Chouji y Sakura continuaron su camino, después de conseguir tan valiosa información, se pusieron en marcha y de camino a la aldea Siakurako. Allí tenían muchas posibilidades de conseguir pistas sobre Ino. Miraron el mapa que llevaban para planificar la ruta que tomarían. Afortunadamente para ellos, dicha aldea se encontraba muy cerca del lugar donde estaban y calcularon que llegarían en apenas una hora.

- Ya hemos recorrido gran parte del camino, ¡estamos cerca! -dijo Sakura.

- Si… -dijeron los otros dos al mismo tiempo.

En ese momento salieron del bosque y en una explanada en lo más alto de la colina divisaron una aldea que surgía entre unas pequeñas colinas colindantes.

- Esa debe ser la aldea Siakurako. Démonos prisa.

Sin más dilación descendieron la colina, solo unos escasos kilómetros les separaban de su destino.

EN LA BASE DE LOS AKATSUKI…

Los miembros de Akatsuki ya habían terminado de comer y para sorpresa de todos, Kakuzu había superado las burlas de Hidan y se dispuso a recoger la cocina, de todas formas, tendría que ir a por las cosas de Ino y recoger lo que ella manchara, así que se ofreció para librar a Konan de esa responsabilidad. Al principio, Hidan se rio de Kakuzu, pero el fuerte puñetazo que le propino, casi al instante, le disuadió de seguir haciéndolo. Durante toda la comida, Kakuzu sintió la punzante mirada de Deidara y no dejo de sentirla hasta que este no desapareció por la puerta de la cocina junto con el imbécil de Tobi. Acostumbrado a ese tipo de cosas no le dio ninguna importancia y al final el único que quedo con él, fue Hidan.

- ¡Esto sí que es raro, tu limpiando la cocina!, ver para creer…

- ¿Tienes algún problema con eso? -mientras Kakuzu recogía la vajilla de la mesa y las dejaba en el fregadero. {Imagínense a Kakuzu con un delantal y las mangas recogidas hasta los codos, algo así como Iba Itachi en la ova de ``la batalla del huevo frito´´}.

- No tengo problemas, no… -dijo frotándose la mejilla donde Kakuzu le había golpeado antes -es solo que hace mucho tiempo que no te veo con esas pintas. Mmm… ¿no será por la rubia?

- ¿Qué dices? -dijo Kakuzu algo molesto.

- Digo que debe de haberte picado un bicho para que hagas estas cosas, y quizás ese bicho se llame Ino… -dijo mirando de reojo a Kakuzu.

- No entiendo lo que dices, así que deja de molestarme -dijo dejando los últimos platos en el fregadero y escurriendo la bayeta para limpiar el mantel.

- Sabes muy bien a lo que me refiero…- después sonrió y prosiguió- pero puedo ser más claro, bien, esa chiquilla… ¿te gusta? – se le dijo acercándose un poco a él.

- ¡Que dices estúpido! ¡Deja de insinuar tonterías! -dijo el enmascarado notablemente nervioso y enfadado.

- No son tonterías, está claro que te traes algo con ella, que te interesa de alguna forma. Dime Kakuzu, ¿Qué te interesa de esa chica?

Kakuzu estaba en una encrucijada, Hidan había sido su compañero desde hace años y por supuesto, aprendió a reconocer su manera de pensar y actuar. Él, a pesar de ser medio idiota, se había percatado de que algo sentía por la niñata y con lo testarudo que era en estos temas sería imposible convencerle de lo contrario. Así que, impulsado por su orgullo y el deseo de zanjar la conversación lo antes posible contesto:

- Hmp, ¿Qué puede interesarle a un hombre de una mujer joven? No me digas que no lo sabes Hidan. -El otro se quedó pensativo -Soy un hombre, por muy frio que sea tengo mis necesidades, pero no soy de esos tipos dispuestos a gastarse el sueldo por los servicios de una puta. ¿Entiendes? -termino diciendo.

- Ya veo…Así que solo la quieres para eso…

- Claro que sí. ¿Para que otra cosa podría servirme esa idiota de Ino? Solo es una niñata estúpida que me han obligado a cuidar para un maldito experimento. Ya que no puedo librarme de ella, al menos la seduciré un poco para que satisfaga mis deseos sexuales. Al fin al cabo, solo es una mujer sin valor. Y las mujeres como ella solo sirven para ser las zorritas de un hombre.

- JAJAJA, Ya decía yo que no podías ablandarte tan fácilmente, solo tenías intereses sucios con ella, ¿eh? Muy bien por ti, si te sale bien la jugada, pero ten cuidado Kakuzu, con la edad que tienes si abusas de esa niña te van a considerar un pederasta… -Hidan se echó a reír.

- Hmp… -dijo sin más, mientras doblaba el mantel y lo guardaba.

- Aunque no es una mala elección, al menos tiene un buen cuerpo y la tienes justo al lado de tu habitación, que cómodo...jaja

- Voy a por el plato de Ino, tengo que lavarlos. Adiós… -salió de la cocina directo a la habitación de Ino.

Kakuzu continuo por los pasillos de la base rumbo a la habitación de Ino pensando en la sarta de mentiras que le soltó al idiota de Hidan. En general no soportaba hablar de sus sentimientos con nadie y mucho menos encontraba sosiego compartiéndolos con un compañero que, por lo general, siempre acababa burlándose de él. Si ese tipejo supiera lo que de verdad sentía por ella…

Kakuzu entro a la habitación y encontró a Ino sentada en la misma posición que la había dejado con la diferencia de que los platos estaban vacíos. Se acercó a ella y tras coger la bandeja le pregunto:

- ¿Te sucede algo?

- No, no me pasa nada. ¿Puedes marcharte? Quiero estar sola -la voz de Ino sonaba sombría como si su buen humor de la mañana se hubiera desvanecido de pronto, lo que le hizo desconfiar a Kakuzu.

- Esta bien -dijo mirándola a ella y después miro a la mesilla de las medicinas -Debes tomarte esas pastillas, te traeré agua fresca.

- ¡Te he dicho que te largues! No soy una niña pequeña, se cuidarme sola. Además, yo soy una ninja médico y de curación se bastante más que tú -dijo ella encarándose con él.

- Pues muy bien niñata, haz lo que te dé la gana -dijo Kakuzu dando un fuerte portazo al salir de la habitación. Ya no soportaba que le hablase de esa manera, él solo intentaba ser amable y así le trataba. ¿Qué mosca le habría picado?

EN LA VILLA DE LA NIEBLA…

Sonaban sirenas y la gente gritaba y vociferaba, la aldea estaba en un caos total. Los ninjas iban y venían, dirigiéndose a la casa de Mizukage. Al parecer hace minutos que se había entablado una cruenta batalla entre los miembros de la aldea en contra de algunos Akatsuki.

La Mizukage luchaba con una mujer rubia con la capa de Akatsuki, la misma que había sido recientemente incluida en el libro Bingo. Ella ya había matado a varios ninjas de la niebla con ayuda de otro Akatsuki de mascara naranja. Esa era la descripción de los Akatsuki que habían atacado al Kazekage hace unos días y aunque estaban alertados del peligro, no pensaron que solo dos ninjas pudiesen provocar tantos destrozos. ¿Pero que se esperaban? La mujer podía controlar la mente de las personas y el otro podía hacer que los ataques le traspasasen. Menudo problema.

Sin embargo, a pesar de la habilidad de ambos Akatsuki, los ninjas de la villa de la niebla no paraban de llegar y cada vez eran más fuertes.

- Ya no podréis hacer gran cosa, ¡pagareis por lo que habéis hecho! -dijo la Mizukage abalanzándose con rabia hacia Ino. Ella aprovechó la distracción de la Mizukage para hacerle una herida profunda en el brazo. No era grave, ni había cortado ningún tendón, pero sangraba mucho.

- Mizukage estáis bien -dijo uno de los ninjas levantando a su líder mientras que los demás les lanzaban armas arrojadizas a los criminales para apartarlos de ellos.

- No te preocupes, se necesita mucho más que esto para derrotarme. Ha llegado la hora de luchar en serio -miro de forma desafiante a ambos Akatsuki.

- Me temo que ya no vamos a poder seguir jugando con vosotros, tenemos cosas que hacer, además…-dijo mirando a Ino – (ya tenemos todo lo que necesitamos de momento).

- ¡No os lo permitiré! ¡Elemento Vapor! ¡Jutsu de Niebla Corrosiva! – a continuación, surgió una niebla que derretía todo lo que había a su paso.

Por un momento, los ninjas de la niebla no divisaron a los Akatsuki y pensaron que el jutsu de Mizukage los había derretido, pero Mei {para aquellos que no lo sepan Mei Terumi es la Mizukage} les sacó de su error. Ya no percibía su chakra, habían desaparecido.

- Mandar un mensaje a todas las villas, los Akatsuki ya han empezado a moverse.