Gracias por dejarme sus comentarios y perdonen la tardanza, pero he estado algo enferma. Aqui va el segundo capítulo.
Comiénzame a vivir
Capítulo 3
-¡WUAAAKKKK! –Ahhh que satisfecho estoy- Se jactaba Ron acariciándose su amplio abdomen atiborrado de comida… -¡Cené como niño de hospicio!
-¡Ron Weasley! Eres un completo cerdo maleducado… ¡Cómo te atreves…!
Harry no pudo contener estallar en carcajadas y apunto de hacer el lo mismo por no poder contenerse y disimuló tomando el último trago de su segundo zumo de calabaza.
-Vamos Hermione, es síntoma de que estoy satisfecho ¿acaso no sabías que, en no sé que parte del mundo muggle es de todos los días? Por el contrario se sentirían ofendidos si no lo hicieras… Un poco de cultura…
-P-¡Por supuesto que lo sabía! –Casi gritó indignada por haber puesto en duda su intelecto- Pero no estamos en aquella parte del mundo, así que te agradecería que no lo volvieses a repetir en mi presencia.
-¡WUAAAKKKK! –Se volvió a escuchar ese ruido tan particular en los hombres. Pero en ésta ocasión había sido Mederek (Albus) el causante. Hermione volteó a verlo incrédula.
-¡Anda! -Dijo el pelirrojo- ¡A que se siente bien, no lo podrás negar!
-No, no puedo negarlo, se siente un gran desfogue… Nunca lo había hecho, y creo que lo haré con más frecuencia. Gracias por mostrármelo.
Harry volvió a reírse con más ímpetu; sin disimulo, situación que hizo feliz a Albus, por lo menos Harry se reía de su gracia con gran ánimo. Y el también rió sin miramientos, situación que desagradó a la prefecta.
-¡No puedo creerlo! Son ustedes un trío de… ¡Me voy! Tengo que indicarles el camino a la sala común a los de primero… Y ojalá no te remuerda la conciencia más tarde Ron Weasley. Mira que enseñarle a Mederek tus malos modales en su primer día de clases en Hogwarts… ¡Es inconcebible…!
Molesta se levantó y comenzó a llamar a los chicos de nuevo ingreso de mala manera.
-No le hagas mucho caso Meredek,- Prosiguió Ron- Así es Hermione, ya te acostumbrarás… Aunque para serte sincero, llevo seis años tratando de entenderla. Pero en el fondo es buena gente, sobre todo cuando nos deja copiar de sus trabajos, nadie como ella para tenerla de compañera de clase en un examen, aunque se niegue, siempre acaba ayudándonos. ¿Verdad Harry?
-Eh, bueno… Si, algo por el estilo…
-Así que les deja copiar… No lo hubiese creído posible… No se ve la clase de chica a la que le guste regalar su trabajo. Pero es bueno saberlo, si tengo alguna duda, ya sabré a quién acudir cuando me vea en grave aprietos, gracias por el tip Weasley.
Albus estaba poniendo el dedo en la yaga. A el tampoco se le escapaba nada y sabía que Ron Weasley estaba enamorado de Hermione Granger desde el primer año y nunca se había atrevido a decirle nada. Y ahora, ante su comentario el pelirrojo se había puesto colorado… Quizás un poco de ayuda no le caería nada mal.
-Creo que ya es hora de irnos, o no sabremos cuál es la clave para entrar a la sala común- Buena sugerencia de parte de Harry, quien conocía perfectamente a su compañero de cuarto y el tono de Mederek no le había gustado en lo absoluto. Iniciar una riña –por celos- aunque después Ron no lo quisiese reconocer- No era una buena idea para comenzar el año.
Ron, se adelantó junto con Neville, alegando que iba a preguntarle varias cosas de Herbología, auque en realidad no quería caminar junto al nuevo y Harry no tuvo más remedio que ser amable y cortés con Mederek mientras llegaban al pié de la escalera donde se arremolinaban los Griffyndors a la espera de que la señora gorda se dignara a despertar.
-Y… bien¿Por qué es tu primer año en Hogwarts? No es muy común que chicos de tu edad sean de primer ingreso.
Albus veía casi embelesado a Harry, era la primera vez que lo tenía tan cerca y su voz parecían miles de arpas y violines tocando en un mismo tono.
-A esto… (Había que decir alguna que otra mentira para salir del aprieto) -Nunca fui a… Un colegio en forma, todo lo que sé lo aprendí de la familia y como estoy a punto de ser un mago mayor de edad quise venir a mi último año a Hogwarts, experimentar la vida en el colegio… Tener amigos… y… Encontrar, quizás… el amor.
A ese punto Albus estaba a punto de robarle un beso a Harry, pero hubiese sido desastroso, así que haciendo uso de su fuerza de voluntad logró tranquilizarse. Harry volvió a mirarlo fijamente, algo raro había en Meredek, sus ojos se le hacían conocidos… Por un momento sintió perderse en ellos, pero el grito de los chicos entrando por fin a la sala común le hizo reaccionar.
-Creo que ya debemos entrar… Después de ti Meredek.
Lo primero que hizo Harry al entrar fue subir las escaleras apresuradamente, dejando que "el nuevo" fuese abordado por varias chicas interesadas en saber más de el (Dando gracias a que ya no iba a ser el centro de atracción por lo de Severus y contestar cientos de preguntas incómodas)… Y su prisa se debía a que estaba seguro de que encontraría alguna nota de Severus en su dormitorio. No se equivocó. Encima de su cama había un sobre membretado. Lo abrió a toda prisa deseando leer lo que sólo Severus era capaz de expresar.
Quiere verme en el aula de pociones en una hora, y que lleve mi capa invisible, sólo dice eso, pensé que me escribiría algo más… romántico...
Harry se sobrecogió, Algo muy dentro le decía que algo no estaba bien, Severus no solía ser tan frío en sus notas, pero no iba a poder saberlo hasta verle. Rápidamente comenzó a acomodar sus pertenencias. Hedwig ya ululaba expectante en su jaula y Harry le dio de comer cuadritos lechuciles para que se estuviera quieta.
Enseguida subieron Dean, Seamus, Neville y por último Ron. Todos hablaban de Mederek de manera despectiva, sobre todo el moreno Dean.
-¡Como si nunca hubiesen visto a un hombre…! Yo no le veo nada fuera del otro mundo…
-Bueno, el tipo es carita, eso no se puede negar, pero que todas babeen por el es otra cosa… Lavender ¡MI chica! No me hizo el menor caso cuando quise platicar con ella… Creo que ese fulano debe saber algunas cuantas reglas…- Seamus se apretaba el puño con fuerza.
-Eso, lo mismo digo yo… No soporto su risa fingida de modelo muggle- Secundó Dean- Creo que no caería nada mal unas cuantas modificaciones a su cara.
-Acaba de llegar y ya planean hacerle la vida imposible… Nuestro último año y ustedes no han cambiado en lo absoluto- Dijo Harry, quien ya se había trepado a su cama y puesto sus brazos por detrás de cabeza- Déjenlo en paz, no les ha hecho nada malo.
-Creo que Harry tiene razón, a mi me parece una buena persona, contestó tímidamente Neville.
-Muy bien según Neville y Harry; Meredek es buena persona… Lo dejaremos en paz mientras no se meta con nosotros- continuó Ron- Y mas le vale por su propia seguridad que no se quiera pasar de listo con Hermione… Quiero decir… Con las chicas, porque se las verá conmigo… ¡Con nosotros!- rectificó…
Seguían rabiando contra el nuevo Griffyndor cuando la puerta del dormitorio se abrió y Albus entró muy dueño de la situación, como siempre acostumbraba, Sonrisa de oreja a oreja y aire desinhibido.
-Hola de nuevo, creo que… Este será mi dormitorio, seremos compañeros de cuarto… ¡Ah, ahí están mis cosas! Con permiso…
Efectivamente, sus cosas estaban justo en medio de la cama de Harry y Ron. Y ninguno de los chicos se había dado cuenta de ello por estar pensando en como hacerle la vida imposible. Como si nada pasara, fue sacando poco a poco sus cosas y las fue acomodando delicada y pulcramente sobre su cama ante la mirada atónita de los demás compañeros.
-Me voy a acostar muchachos, me duele la cabeza… Mañana será un largo día.-Buenas noches- Neville se despidió lo más cortés que pudo y desapareció tras el dosel de su cama. Dean y Seamus compartieron miradas y se fueron a cotillear en la cama del Irlandés, también se perdieron tras el cortinaje. Y solamente quedaron Ron, Hermione y Albus.
Por supuesto que Harry no iba a desaprovechar la oportunidad para fingir que se entregaría a los brazos de Morfeo y con esto que la luz de apagara en el cuarto y así deslizarse furtivamente tras el retrato de la señora gorda y verse clandestinamente con Severus. Fingió que estaba muerto de cansancio, dio las buenas noches y hasta roncó… Ron ni siquiera se despidió de Albus, si no que lo retó con la mirada; pero no buscó pleito solo se limitó a apagar su luz y que el cuarto quedara en penumbras, sin importar que Albus todavía no terminara de acomodarse. Albus volvió a sonreír, sabía de sobra que no había sido muy bien recibido, pero así eran todos los adolescentes. La situación le había hecho recordar un acontecimiento de su juventud muy similar… Sacó su varita e invocando un Lumus siguió preparando sus pertenencias.
¡Maldición, Mederek todavía no termina y ya se acerca la hora de ver a Severus, ojalá termine de prisa o tendré que mandarle un Desmaius…
Harry seguía fingiendo con los ojos a medio cerrar y viendo todo lo que hacía el nuevo inquilino.
Cuando Albus Dumbledore se sintió satisfecho, comenzó a quitarse la túnica y ponerse en ropa de cama. A pesar de ser ahora un adolescente, algunas costumbres no habían cambiado. Desdobló una fina bata de seda y la extendió sobre el lecho, lo que vino a continuación, dejó a Harry con el corazón latiéndole a todo lo que daba… Meredek se dio la vuelta y dejó caer la ropa que llevaba encima; Harry pudo darse el lujo de apreciar un buen trasero y una espalda en forma de v con buen talante; se notaba un cuerpo trabajado, los músculos de la espalda tenían buena forma, ni muy gruesos ni muy delgados… En pocas palabras, perfectos para su gusto…. Y ese cabello que caía grácil sobre sus hombros, aunada esa media luz que producía la varita… Una visión muy erótica.
Harry sintió que le cubría el rostro un calorcito gratificante, pero no dejaba de "mirar" como si estuviera hechizado por aquella visión. Y lo que vino después fue la gota que derramó el vaso. Albus volvió a darse la vuelta, y esta vez ya no había secretos para Harry, pudo apreciarlo en todo su esplendor…
¡Mi madre! Pero si el tipo está estupendo...
Si seguía observando, cierto bulto que llevaba por debajo del pijama iba a comenzar a despertar, así que fingió acomodarse mejor en la cama y le dio la espalda a Albus. Controlando su respiración.
¡Merlín! Si no fuera porque tengo cosas que hacer, iría directamente hacia la ducha...
Finalmente Albus se metió en la cama con una gran sonrisa en sus labios… Harry le había estado observando y al parecer no le había sido nada desagradable. Su plan había dado resultado… El comienzo de la seducción. Y con esas armas… Un día no muy lejano, podría tener a Harry entre sus brazos y se entregaría a el por completo… En cuerpo y alma…
Solo de ti… Sólo para ti… Mi corazón es tuyo Harry Potter
Cuidadosamente y tratando de no hacer el menor ruido, salió de su cama, se enfundó con la capa de invisibilidad. Traspasó la sala común, que lucía espectral a oscuras y con voz muy baja le indicó la clave secreta al retrato de la señora gorda. Los pasillos del castillo lucían solitarios, salvo Filch y la señora Norris que como todas las noches y madrugadas hacían la ronda tratando de pescar a algún estudiante revoltoso.
Llegó por fin al aula de pociones. La puerta estaba semi abierta, por lo que pudo presumir que Severus ya estaba adentro. No se equivocó, al fondo del mismo y en la puerta de la bodega, por debajo, podía apreciarse una leve lucecita…
-Sev, ya estoy aquí… -Dijo en voz baja.
La puerta terminó por abrirse y tras ella apareció Severus Snape… Impaciente.
-Entra de prisa…- Le indicó y Harry obedeció de inmediato.- Cerró la misma.
El primer movimiento lo hizo Snape. El mismo se metió por debajo de la capa de Harry, y cuando lo tuvo cerca, lo besó con mucha pasión. Harry no se esperaba una reacción tan precipitada de su amante pero correspondió a la fogosidad de sus besos.
-Mmm, no sabes… cuánto… te extrañé… Harry…
-Y-Yo… también Sev…
-Contaba… los días… para poder… tenerte… entre… mis brazos… Mmm… Oh Harry… Eres… eres como una droga que nubla mis sentidos… me gustas… te deseo…
Las manos de Severus, bajaron hasta la entre pierna de Harry y comenzaron a frotar, el ojiverde dejó escapar algunos gemidos de placer, ruidos que le ponían los cabellos de punta al profesor e incentivaba con mayor urgencia las caricias. El hombre trató de bajar el pantalón, pero Harry se lo impidió con la mano.
-N-No Sev… Todavía no… estoy listo…
Todavía jadeante, Severus miró fijamente hacia esos ojos esmeraldas que lo enloquecían y le tomó suavemente el rostro.
-Harry, llevamos meses de relación, te he demostrado mi lealtad… Sabes que vivo para ti. Nunca te haría daño… Pero cada día me es más difícil controlar mis ansias por poseerte… Eres tan perfecto… Tan dulce… pero a la vez tan salvaje, tan libre… Y eres solo mío… Tu corazón me pertenece…
Más besos. La boca de Harry era succionada con gran maestría.
-S-Sev… dime que me amas… dímelo… necesito escucharlo… ¡Oh Dios! Me haces… sentir… cosas… tan… extrañas…
-Es porque… tú también me deseas… Sólo es cuestión que te decidas y… me dejes… explorarte… Quiero llevarte al paraíso… Al éxtasis…
De pronto, varias botellas de pociones, explotaron al mismo tiempo, haciéndoles parar de improviso.
-¿Qué fue eso Sev…? Qué… ¿Qué sucede?
Severus salió por debajo de la capa, con su varita muy en lo alto, tratando de revisar hasta el más mínimo detalle. Harry se descubrió después, todavía con el rostro colorado y con la ropa desajustada y el cabello alborotado…Snape dio algunos pasos, rumbo a la puerta… Cauteloso… Pero no encontró nada ni a nadie…
-Harry será mejor que regreses a la cama…
-No, quiero estar contigo. Quiero quedarme…
-Creo que no fue una buena idea que vinieses esta noche. (Todavía miraba hacia varias partes del lugar)
Harry puso cara de puchero.
-Pensé que después de semanas de no vernos ni abrazarnos ni besarnos, querrías estar mucho más tiempo conmigo. Fuiste tú quien me envió la nota al dormitorio. ¿Acaso ya lo olvidaste?
Severus se relajó y volvió a tomar el rostro de Harry entre sus manos.
-No lo he olvidado. Al igual que tú, estaba ansioso de poder estar cerca de ti… Pero pueden vernos ¿Comprendes?
-Sev, ya todo el mundo sabe de nuestra relación. ¿Por qué debemos vernos a escondidas? El amor no es algo abominable. No estamos haciendo nada malo.
-Harry… No es normal que alguien de mi edad y alguien de tu edad sostengan relaciones… Ya sé que me has dicho cientos de veces que eso no te importa, a mí tampoco… Pero me fastidia que nos miren con morbo. Es algo que no puedo soportar… No tolero que te señalen con el dedo, ni que hagan especulaciones de que te he hechizado o cualquier estupidez por el estilo… Aunque gritaras a los cuatro vientos que me amas, nadie te creería.
-¡Eso no me importa! Yo te amo y lo demás me viene sin cuidado…
-¿En verdad me amas Harry? –Una pregunta que cayó como balde de agua Fría para Harry.
-¿Acaso lo dudas¡Por supuesto que sí! No hay nadie en el mundo más que tú.- Harry se aferró al cuerpo de Severus y lo apretó con fuerza. Severus le acarició la nuca… Lo que en verdad sucedía era que por dentro de moría de celos… La forma en que ese alumno le vio en el comedor, cómo le sonreía… ¡Era de su edad! Y no un cuarentón como el… Pero nunca le diría nada de eso a Harry. No iba a mostrar debilidad…
-Ve a la cama…
-Pero Sev…
-Nada de peros, mañana tendremos clase a primera hora y te haré trabajar como nunca Potter… Prepárate.
-No me diga profesor Snape… ¿En serio¿Va a bajarme puntos?-A Harry le gustaban aquella clase de jueguitos entre "profesor y alumno"
-Decenas de puntos y si no se larga ahora mismo, lo que le bajaré serán los pantalones… ¡Fuera!
-Está bien, me voy… Pero que quede claro que es en contra de mi voluntad. Te veo mañana entonces…
Harry volvió a enfundarse en la capa de invisibilidad, y antes de marcharse definitivamente, le mando un beso y le guiñó un ojo, después Severus pudo leer en sus labios la palabra te amo Luego le abandonó, le dejó a solas. Severus se derrumbó en una vieja silla… Se cubrió el rostro con las manos…
¡Cuánto me importa! Tanto, que daría mi vida por el si fuese necesario… Pero, no puedo… ¿qué futuro le espera conmigo? Cuando Harry esté en plenitud, yo ya seré un viejo decrépito, no podré satisfacerle en ningún campo, mucho menos en el sexual… A veces me pregunto si hice bien en haberme enamorado de el… En haberle dado alas, en haberle abierto mi corazón… ¡Demonios¡Maldita sea, mil veces maldita.
Un fuerte golpe hizo tambalear a la desvencijada mesa que servía de juego con la silla…
No debo ni quiero pensar… Pero algo me dice que… Será mejor que me vaya… Mañana será otro día… Otro día.
Harry se escabulló entre las sábanas de su cama y suspirando se acomodó la almohada y cerró los ojos por fin, ahora sí dormiría como los mismos ángeles… Alguien más no correría con la misma suerte: Albus Dumbledore… Puesto que apretaba fuertemente las sábanas, como si quisiese rasgarlas en miles de tiras… Y de sus ojos querían salir algunas perlas cristalinas, pero se rehusaban fervientemente… Para suerte o desgracia… El ser un poderoso mago le había proporcionado grandes habilidades… y una de ellas era…
Ver a través de las capas invisibles…
Weee, hasta aquí con éste capítulo. Hasta pronto.
Se agradecen comentarios puesto que son mi paga, XD
