Capitulo uno

El extraño paquete

Hola a todos

Este es mi primer Fanfic, espero les guste y le den algo de apoyo. Solo para comentarles, este es un "Leyendo Harry Potter (En este caso gemelos Potter) en…", así que habrá cambios en la hstoria original, si quieren leer mi Fic antes de esta versión, los invito ir a Wattpad, ahí podrán encontrarlos user/AishaSan1/following gracias.

Una peli-roja de larga cabellera, que vestía un vestido muggle en color verde oliva —que hacía resaltar sus delicadas facciones y su cabellera—, se encontraba de pie en medio de una enorme sala recubierta de paredes en un blanco perlado y brillante y loseta oscura, frente a ella, únicamente había un pedestal de madera que parecía tallado a mano, sobre el cual reposaba un gran y grueso libro de empastado un tanto desgastado.

— Es lo único que puede hacerse — Murmuró la peli-roja con el entrecejo ligeramente fruncido, meditando una decisión que podría cambiar todo en su mundo — Es hora

Se encontraba un tanto pálida, pero había determinación en su mirada, como hacía años no se había visto. De una bolsa de mano, que estaba junto al pedestal sacó una varita —que a vista de muchos podría parecer insignificante y sin chiste— pero que para aquellos que conocían la verdad, podía más que una simple ramita.

Expecto Patronum — Murmuro y de la punta de la varita salió una especie de humo platinado que terminó tomando la forma de una bella y gran lechuza — Solicito su presencia, sala de los Menesteres

En cuanto recitó el mensaje, la bella lechuza cruzó la habitación y cuando estaba por chocar contra la gran puerta de roble, se esfumo. La peli-roja solo observó el lugar por donde su patronus acababa de desaparecer, con paciencia en espera de todos aquellos que necesitaba en ese momento.

Y en menos de diez minutos, la puerta se abrió de golpe y dejo ver a cuatro personas —las mismas que supuso serían las primeras en llegar—, todas tenían las varitas en ristre y sus respiraciones eran agitadas, por lo que al ver a la peli-roja tan despreocupada se confundieron.

— Hola — Saludo con una leve sonrisa

— ¿Qué sucede, Lily? — Pregunto un rubio, bajando la varita y caminando hasta donde la peli-roja, para detallarla poco a poco

— ¿Para qué nos ha citado, Ann? — Pregunto una mujer de porte elegante y rostro un tanto severo, pero amable cuando se le conocía

— Necesito que lleguen todos los demás — Dijo Ann con simpleza

— ¿Los demás? — Pregunto un hombre que podría pasar por dos hombres juntos, pues era tan alto como si así fuera, aunque su rostro demostraba bondad

— Si Hagrid — Sonrió Ann serenamente

— ¿Has reunido a toda la Orden? — Pregunto un rubio, que tenía unas cuantas cicatrices en el rostro, lo cual no parecía preocuparlo

— No exactamente — Explicó Ann tranquilamente — Solo a cierto número de personas

— Pero no ha pasado nada cierto, quiero decir…

— No ha pasado nada malo Neville — Sonrió Ann moviendo sus manos para que el rubio se tranquilizara

Y entonces una nueva oleada de personas entro en la sala, y al igual que antes, todas llevaban las varitas en ristre y los rostros tensos, eran todos peli-rojos.

— Pueden bajar sus varitas — Comunico Ann acercándose a ellos

— ¿Qué sucede? — Pregunto el mayor de todos, alto y con algunas cicatrices marcadas en el rostro

— No es nada malo — Bufó Ann un poco cansada de tener que explicar ya eso — Pero necesito que lleguen los demás, pero igual, creí que traerían a las chicas

— Si solo nos dices que tenemos que venir, sin explicarnos nada claro que no las traeríamos — Bufo un peli-rojo más

— Exactamente — Corroboró un tercer peli-rojo, a excepción de que este era idéntico al que acaba de hablar

— Pues díganles que vengan — Dijo Ann con obviedad — Creo que lo que tengo que decirles les incumbe a todos

Muy confundidos, hicieron lo que la peli-roja pidió, cada uno conjuro su patronus y lo envió a donde las chicas. Y justo en ese momento, entró otra buena cantidad de personas, peli-rojos, azabaches y castaños, e igual que antes, llevaban las varitas en ristre.

— Merlín guarden las varitas, no nos estan atacando — Exclamo la peli-roja algo exasperada

— ¿No? — Pregunto un hombre de cabellos oscuros y facciones amigables

— No — Ratificó Ann seriamente

— Yo creí que tendría algo de acción — Suspiró tristemente el azabache

— ¡Sirius! — Recriminó una azabache con algo de enfado

— No hemos tenido nada interesante que hacer últimamente, no puedes culparme por querer algo de diversión Sasha — Dijo Sirius encogiéndose de hombros

— Pues yo me alegro de que no sea así — Bufó un peli-rojo más

— Ron tiene razón — Aseguro un azabache de ojos esmeraldas — Pero, ¿para qué nos llamaste Lily?

— Todo a su tiempo Harry — Sonrió Ann enigmáticamente

— ¿No crees que eso sonó muy a algo que diría Dumbledore? — Pregunto una chica de largos y oscuros cabellos que llevaba en brazos a una pequeña peli-roja de no más de un año.

Y tras ella venía una comitiva de otras más mujeres con bebés y pequeños en brazos, las cuales —igual de confundidos que el resto— fue a reunirse con sus maridos o parejas.

— ¿Dónde están mamá y papá? — Pregunto Ann a su hermano

— En casa, con los niños — Informó Harry

— Diles que vengan — Dijo Ann y se giró para volver al pedestal — Ron, también llama a tus padres

No muy seguros —y absolutamente confundidos— hicieron aparecer sus patronus y enviaron un mensaje a sus padres.

— ¿Qué planeas hacer? — Pregunto una castaña que se acercó hasta ella una peli-roja

— Algo en lo que he estado trabajando — Informó Ann cerrando el libro, sin dejar que la curiosa castaña lo leyera

— ¿Un libro? — Pregunto la peli-roja enarcando una ceja

— Es más que un libro Ginny — Sonrió Ann de medio lado

— ¿Qué es entonces? — Pregunto la castaña con algo de reticencia

— La respuesta a nuestros problemas, Hermione — Sonrió Ann enigmáticamente

— Cass tiene razón — Dijo Ginny frunciendo el ceño sin comprender — Creo que has pasado demasiado tiempo visitando el retrato de Dumbledore

— Yo me alegro de hacerlo — Dijo Ann sonriendo dulcemente

— ¡Mamá! — Exclamo una dulce voz a sus espaldas. Al girarse recibió el abrazo de una pequeña de cortos cabellos castaños

— Hola Gaby — Sonrió Ann devolviéndole el cabello con amor — ¿Con quién has venido?

— Con la abuela Lily y el abuelo James — Sonrió Gaby enormemente — También vino la tía Tuney, y el tío Dudley y la tía Astoria, también vino Teddy

— Genial — Exclamo Ann ampliando su sonrisa — Ve con papá cariño

La castaña entonces corrió entre la multitud y fue hasta donde el rubio sonreía viendo a ambas. Ann le devolvió la sonrisa y se posiciono de nuevo frente al pedestal, repasando con la vista que no faltara nadie y sonrió un poco al ver que así era.

Los señora Weasley, Arthur y Molly, estaban sonriendo al ver a su familia reunida, aun así no quitaban la vista de la peli-roja. Los hijos de la pareja se encontraban con sus propias familias.

Bill y Fleur —que hacía ya años se había casado— se encontraban con sus tres hijos, Victoire de 5 años, Dominique de 3 y Louis de 1. Charlie —a quien todos creyeron terminaría solo y enfocado en sus dragones— estaba abrazado de su esposa, Gabrielle, la hermana menor de Fleur. George, estaba jugando con su pequeño hijo de un año, Fred II, bajo la atenta mirada de su esposa, Angelina. A su lado estaba su gemelo, Fred, que jugaba igualmente con su pequeña peli-roja de un año, Molly, mientras Cass, su esposa, los veía con una sonrisa.

Más cerca de ella se encontraba Ron, que tenía el brazo por los hombros de su esposa, Hermione, la cual no parecía muy contenta con no saber lo que estaba por suceder. Al otro lado de Ron, se encontraba Ginny, que lucía una panza de dos meses de embarazo —de gemelos— y a su lado estaba Harry, que tenía cargado a un pequeñín de un año, su hijo James, y tenía un pequeño de cabello azul electrizante de unos ocho años.

Dan, por su lado, sostenía a uno de sus gemelos en brazos, mientras que Luna —su esposa— sostenía al otro gemelo, Lorcan y Lysander de un año. Neville por su lado, tenía en brazos a un pequeño de un año, Frank y Hannah —su esposa— sostenía a una pequeña de no más de un mes de nacida. Junto a ellos estaban Cedric y Cho, con su hijo Amos de un año.

Y entonces choco miradas con su esposo, Draco, que tenía a Gaby a su lado. Junto a ellos estaban Blaise y Pansy, la cual no hacía mucho les había dado la noticia de que estaba embarazada. A su lado, estaban Daphne y Theodore, abrazados. Y la pareja que quizá sorprendió a todos más que ninguna otra, Astoria, la hermana pequeña de Daphne, estaba abrazada a Dudley, que ya tenían algunos años casados y recientemente habían informado del embarazo de la castaña.

Y junto a la profesora McGonagall —actual directora de Hogwarts— estaban Rubeus Hagrid, que continuaba impartiendo clases en el colegio. Además de Sirius y Sasha, que se encontraban muy cerca de Augusta Longbottom —que parecía haber estado con Hannah cuando llegó el patronus de Neville—, James y Lily Potter, con su hijo menor, William, y finalmente Petunia.

— Sé que han de estarse preguntando el motivo por el cual les he pedido que vengan tan repentinamente — Dijo finalmente Ann, y al observar que nadie pretendía decir nada, continuó — Hace años que vivimos en paz, desde la caída de Voldemort — a pesar de los años, su nombre seguía causando estragos en todos los que vivieron su ascenso, sobre todo en aquellos que perdieron algo bajo esa época

— ¿Qué tiene que ver Voldemort? — Pregunto Harry frunciendo el ceño

— No habrá vuelto, ¿verdad? — Exclamo Ron, que se había puesto pálido de repente

— ¡No, por supuesto que no! — Exclamo la peli-roja rápidamente, al ver como los presentes intercambiaban miradas aterrorizadas

— Vaya al grano Ann, por favor — Pidió la profesora McGonagall con cierta impaciencia

— Desde hace algunos años he estado investigando — Comenzó Ann con la voz mucho más firme que antes — Ese es el motivo de que constantemente me encontrará en su despacho, profesora — Sonrió de medio lado a la actual directora — Necesitaba la orientación de Dumbledore para esto

Aunque nadie sabía realmente de que hablaba la peli-roja, todos estaban en completo silencio, a la espera de la respuesta. Incluso los pequeños guardaban silencio, pues parecían haber entendido que no era el momento apropiado para interrumpir.

— Dentro del libro que Dumbledore me dejo como herencia cuando falleció, encontré información muy útil — Siguió Ann sintiendo los nervios aflorar, sabía que una vez dichas las siguientes palabras, no habría marcha atrás — Encontré…la manera de viajar al pasado

Silencio, era eso lo que reinaba en la sala, tan denso que podría cortarse con el filo de un cuchillo. Todos parecían estar reflexionando las cosas e intentando llegar a la conclusión de que era una broma, pero el semblante serio y la decisión en la mirada de la peli-roja decía otra cosa.

— No…no puede ser — Exclamo Hermione rompiendo el silencio y saliendo de la sorpresa

— Hermione tiene razón — Dijo la profesora McGonagall, quien parecía haber recuperado el habla, al igual que todos, tras las palabras de la castaña — Viajar en el tiempo es imposible, los giratiempos solo permiten hacerlo algunas horas o un par de días, no más, además de que actualmente no existen ya, y creo que eso lo sabe bien

Claro que lo sabía, varios de los presentes junto a ella misma habían sido los causantes de que ya no hubiera más giratiempos.

— Durante años pensé lo mismo que ustedes — Aseguró Ann firmemente, interrumpiendo los murmullos que se habían intensificado un poco — Pero como les dije, hace apenas un año que me decidí a investigarlo y lo primero que hice fue ir con Dumbledore, para consultarle la veracidad del libro

— ¿Qué te dijo? — Pregunto Bill seriamente

— Que efectivamente, el libro ofrecía un encantamiento que permitía al usuario viajar en el tiempo, pasado y futuro — Dijo Ann seriamente

Escuchó jadeos a lo largo del comedor, miradas de asombro y unas cuantas de incredulidad.

— ¿Quiénes viajaremos? — Pregunto Luna con su típico tono soñador y su sonrisa

— ¿Cómo que quienes viajaran? — Exclamo Hermione, que de todos parecía la más escéptica — Es imposible viajar en el tiempo

— Lo mismo decías de las reliquias — Dijo Ron, pero deseo no haberlo hecho cuando Hermione se giró a verlo, indignada y molesta

— La probabilidad de que ese encantamiento sea certero es escasa — Refuto la castaña de mal humor, más del que debería, lo cual hizo sonreír a unas cuantas de las presentes

— La probabilidad de que sobreviviéramos también era escasa — Dijo Ann sonriendo serenamente

— Espera — Dijo Dan repentinamente — Pretendes que viajemos en el tiempo, ¿para qué?

— Creo que es obvio, ¿no? — Dijo Ann irguiéndose completamente

Pero parecía que nadie en la sala había captado la indirecta, o si habían hecho la conexión parecían escépticos.

— Quieres que vayamos al pasado y prevengamos la guerra — Soltó Luna con total tranquilidad

Y una nueva oleada de jadeos se escuchó en la sala y los murmullos se intensificaron.

— Si eso sucede — Exclamo la señora Weasley llevándose las manos a la boca y con los ojos anegados en lágrimas — Quieres decir que mi…mi…

— Percy, Remus, Tonks y muchos más podrían vivir — Terminó Ann seriamente

— ¡Ann! — Exclamo Hermione seriamente

No tuvo siquiera que ver el rostro de Hermione para saber que había soltado una bomba, se volvió a la multitud y pudo ver como todos parecían sorprendidos, pero no más que los Weasley, que tenían expresiones sorprendidas y esperanzadas, igual que los Merodeadores.

Pero paso algo que no había esperado, de entre la multitud, Fred dejo a pequeña en brazos de Cass y se acercó hasta donde ella, tomándola por los hombros. Al levantar la vista y fijar sus ojos esmeralda en los azules de Fred, vio como estaban anegados en lágrimas y no necesito más para saber por qué. De todos en la sala, fue justo Fred —junto a ella, Hermione, Ron y Harry— los últimos en ver a Percy con vida.

— ¿De…de…verdad…Percy…puede…? — Fred no conseguía formular la pregunta que todos los otros Weasley se estaban haciendo en ese preciso momento

— Eso es lo que pretendo — Dijo Ann con firmeza, sin apartar la vista

Y cuando menos lo espero, Fred ya la tenía abrazada y sin intención de soltarla pronto.

— Ann — Llamó McGonagall con la voz un tanto trémula y los ojos ligeramente acuosos — Creo que….

— Estoy convencida de esto — Dijo Ann tras que Fred la soltará y volviera a donde Cass y su pequeña, a la vez que pasaba la vista por todos los de la sala — Por ese motivo es que los he reunido hasta hoy, Dumbledore me ayudo durante todo este tiempo para modificar el encantamiento y que más de uno pueda viajar

— ¿Estas completamente segura? — Pregunto Hermione frunciendo el ceño aun algo escéptica

— Se lo que esto significa — Dijo Ann firmemente — No es solo Percy, Remus y Tonks también — Pasó su mirada por Teddy, que sujetaba fuertemente la mano de Harry, que parecía igual de emocionado que los Merodeadores —, Collin, Alice y Frank Longbottom

Neville soltó un jadeo de sorpresa y su rostro lo decía todo, la igual que el de Augusta, que parecían emocionados a más no poder.

— ¿Cuál es el plan? — Pregunto Draco seriamente

— Viajar al pasado, más específicamente al año 1976 — Dijo Ann seriamente — El verano antes de que nuestros padres entren a su séptimo curso….

— Espera — Dijo Harry repentinamente — Eso sería antes de que Snape…

— Sí, antes de que estuviera a punto de ir al sauce boxeador — Dijo Ann fijando ligeramente la vista en Sirius, que estaba arrepentido

— Bien, esa es una buena idea — Dijo Ron tranquilamente — Pero es mucha información la que necesitan, no podemos llegar solo y decirles "Hola, somos sus futuros hijos, venimos del futuro y tenemos la solución para matar a Voldemort y salvar vidas inocentes en el proceso"

— No es momento para bromas — Bufo Ginny exasperada — Pero tienes un punto, ¿cómo vamos a informarles de todo sin que crean que estamos locos?

— Eso es lo que necesito que escuchen — Dijo Ann con una leve mueca, fijando su mirada en Harry —, todos los aquí presentes jugaron un papel para derrotar a Voldemort, pero estarán de acuerdo en que somos Harry y yo quien más información tiene — Se ruborizo un poco, seguía sin gustarle llamar la atención

— No es una mentira — Dijo Angelina encogiéndose de hombros —, aun ahora, años después, dudo que más de uno aquí pueda decir que conoce todo lo que ustedes conocen

— ¿Eso qué tiene de importante? — Pregunto Gabrielle un tanto preocupada

— Pues que estoy seguro a Harry no le gustara lo que voy a proponer — Dijo Ann con una leve mueca

— ¿Qué es lo que vas a proponer? — Pregunto Harry frunciendo ligeramente el ceño

— ¿Desde qué momento empezamos a descubrir cosas de importancia? — Pregunto Ann más específicamente a Harry, Hermione y Ron

— Desde que entramos al primer curso — Bufó Harry

— Así es — Aceptó Ann seriamente — Dime, si Dumbledore nos hubiera contado todo en un solo momento, le habríamos creído ¿o no?

— No creo que le hubiéramos creído — Aceptó Harry seriamente

— Exacto, tampoco podemos ir y decirles todo de una sola vez — Dijo Ann frunciendo ligeramente el ceño — Así que, considero que la forma más fácil de hacerlo, es que ellos mismos se enteren de poco a poco, tal y como nosotros

— Pues no creo que puedas decirles de forma sutil todo lo que supimos — Exclamo Dan con una mueca — A nosotros no nos lo dijeron muy sutilmente

— No teníamos suficiente tiempo como para que supieran las cosas de forma sutil y amigable — Dijo Sasha con una mueca

— Creo que ya tienes resuelto el problema, ¿no? — Pregunto Hermione enarcando una ceja

— Tengo una idea y es posiblemente la mejor — Dijo Ann seriamente, lanzándole una mirada de disculpa a su hermano — Libros

— ¿Libros? — Exclamo George confundido — No crees que estás pasando mucho tiempo con Hermione

— ¡Fred! — Exclamo Cass dándole un suave golpe con su mano libre, ya que cargaba a Molly

— ¿Qué clase de libros? — Pregunto Harry inusualmente serio

— Escucha — Suspiró Ann pesadamente — Tuve que buscar una alternativa para encontrar la mejor forma de informarlos sin que comenzaran a creer que todo es una farsa o una broma, y lo mejor que pude encontrar fue un encantamiento para escribir un libro en base a recuerdos y pensamientos

— Estas diciendo, ¿qué vas a poner en un libro todo…lo que pasamos hasta…derrotar a Voldemort? — Pregunto Harry suavemente

— En resumidas palabras, si — Dijo Ann encogiéndose de hombros

Harry soltó un bufido y se pasó las manos por el cabello, dejándolo aún más desordenado, cerró los ojos y pareció meditar todo lo que acababa de escuchar.

— Solo necesitare que me ayudes con el primer curso — Dijo Ann rápidamente, consiguiendo que Harry volteara a verla — Yo no estuve ese curso en Hogwarts, y supiste cosas que yo no supe hasta el siguiente curso. Y a partir del segundo curso yo supe más cosas que tú, así que creo esté bien escribir el primer curso desde tu punto de vista y los demás de la mía

Harry parecía meditarlo, pasando la vista por todos los presentes y quizá fue esa decisión la que consiguió hacerlo reflexionar. Porque igual que Ann, vio a la señora Weasley, con ojos acuosos y estaba algo más pálida de lo normal.

— ¿Estas completamente segura…que podemos cambiar las cosas? — Pregunto Harry seriamente

— Lo estoy

— Pero, si cambiamos el pasado, ¿qué pasara con nuestro futuro? — Pregunto Harry observando a Ginny, James y Teddy, al igual que pasaba la vista por todas las familias formadas ya

— No les habría dicho si no estuviera segura de que no lo alteraría — Dijo Ann sonriendo a su esposo, Draco y Gaby —, por eso tarde tanto, modifique el encantamiento para que aunque alteremos el pasado, los cambios se enfoquen en ciertas personas y no altere todo

Todos soltaron un suspiro de alivio, pues quedaba claro que ese era una de sus principales preocupaciones a la hora de hacer aquella expedición tan peligrosa.

— Antes de que aceptes — Atajó Ann seriamente, llamando nuevamente la atención de todos los presentes — Aunque modifique el encantamiento, no pude cambiar la condición que se paga por viajar en el tiempo, al menos con el nuevo encantamiento

— ¿Qué condición? — Pregunto James frunciendo el ceño

— Leeremos nuestra vida — Dijo observando fijamente a Harry — El precio a pagar es simple si fuera la de cualquier otro, pero…

— Nuestra vida no fue simple, lo sé — Dijo Harry con una leve mueca, moviendo su mano para que continuara

— Exacto — Dijo Ann frunciendo ligeramente el ceño — Tendremos que sufrir nuevamente cualquier daño que vayamos leyendo

Todos soltaron un jadeo, pues sabían muy bien que los daños que habían sufrido ambos no eran solo pequeños golpes o heridas superficiales.

— ¿No existe otra forma? — Exclamo Ginny escandalizada — No es como que solo se hubieran roto la muñeca o la mano, perdió todos los huesos de un brazo y eso solo en segundo, ni siquiera yo sé que tanto tuvieron que pasar para derrotar a Voldemort y poco antes ambos…

— No funciona tan literal — Aclaró Ann rápidamente, pues no solo Ginny, sino todos los que estuvieron presentes ese día palidecieron notablemente, pues recordar el momento en que vieron a ambos gemelos "muertos" en brazos de Hagrid era quizá el peor recuerdo de muchos — Con daño me refiero al dolor, por ejemplo, cuando te quitaron los huesos, solo vas a sentir el dolor, no le va a pasar nada a tu brazo

— Eso es demasiado — Dijo la señora Weasley entrecortadamente por el llanto que intentaba detener — Ya tuvieron que pasar por eso una vez, nos salvaron, no podemos pedirles que hagan esto

Pero esto tuvo el efecto contrario, las palabras de la señora Weasley y su llanto contenido consiguieron disipar las pocas dudas que hubiera en su mente. Y con determinación se giró a donde su hermana.

— Hagámoslo

Todos parecían haber estado conteniendo la respiración, pero en cuanto escucharon esas palabras suspiraron, algunos parecían aliviados y otros más, preocupados.

— ¿Qué tenemos que hacer? — Pregunto Harry caminando hasta donde ella

— Primero que nada, tengo que hacer el encantamiento para tener los libros — Dijo Ann con determinación — Le enviaremos los libros primero al profesor Dumbledore de 1976 para que se lo comunique a cierto número de personas, tenemos que saber bien quienes tiene que escuchar la lectura e idear alternativas, pues en ese tiempo Voldemort tenía fuerza, menos que cuando tuvimos que luchas, pero la tenía

— ¿Qué personas pueden ser? — Pregunto Daphne algo sorprendida

— Hay personas en esa época, que…creo aún puede recapacitar — Dijo Ann pasando su vista de Sirius a Draco y luego a Teddy, quienes entendieron — Así que no creo que sean solo aquellos que ayudaron en su captura, sino algunos que posiblemente aun estén de su lado

— ¿Cómo podemos estar seguros de que no harán nada? — Pregunto Blaise frunciendo el ceño

— La Sala de los Menesteres nos proporciona todo lo que necesitamos — Explicó Neville repentinamente — Cuando tuvimos que usarla pedíamos que fuera indetectable, si pedimos que nadie que entre pueda salir por sus propios medios así será

— Eso será excelente — Sonrió Ann de medio lado — ¿Quiénes serán los que debemos citar y quienes vamos a ir?

— Yo quiero ir — Dijo Bill rápidamente, aunque su semblante decía que estaba algo tenso

— Yo también voy — Dijo Fleur seriamente, tomando la mano de su esposo

— Antes de que empiecen a hablar todos — Dijo Ann al ver que varios abrían la boca para comentar — Considero que aquellos más involucrados son los que deberían ir. Bill, Fleur, Charlie y Gabrielle si así lo deciden, George, Fred, Ron, Cass, Dan, Luna, Neville, Harry obviamente, Draco, Cedric y Cho si quieren venir, Blaise, Daphne, Theo y Dudley si así quiere

— ¿Qué hay de nosotras? — Exclamaron Hermione, Ginny, Pansy y Astoria

— Ustedes tres — Dijo señalando a Pansy, Ginny y Astoria, dándole una significativa mirada a la castaña que pasó desapercibida para la mayoría — Estan embarazadas, no cre…

— Si no te has dado cuenta — Dijo Hermione frunciendo el entrecejo — Las cuatro estamos metidas en esto tanto como los demás

— Pero…

— No creo que contradecir a tres mujeres embarazadas sea muy buena opción — Dijo Ginny enarcando una ceja

— Miren, estoy segura de que no habría problema en que viajaran, seguramente solo tendrían más náuseas, pero decídanlo ustedes — Dijo Ann con un suspiro

Pansy, Astoria, Ginny y Hermione iniciaron una rápida conversación en susurros con sus respectivos esposos, los cuales no parecían demasiado contentos con la idea, pero tal y como habían dicho, ellas tenían mucho que ver y además, claramente no era buena idea contradecir a una mujer embarazada.

— Iremos — Dijeron finalmente las cuatro

— ¿Los demás? — Pregunto Ann con una media sonrisa

Poco a poco los mencionados fueron aceptando, la única que no opto por ir, fue Cho, que decidió quedarse para cuidar del pequeño Amos.

— Entonces, hare el encantamiento — Anunció Ann abriendo el libro que seguía en el pedestal a la vez que sacaba su varita — Seguramente se sacarán algunos fragmentos de memorias o complementos para nuestros propios recuerdos de todos los presentes, ¿estan listos?

Todos asintieron y Ann entonces inhalo profundo y levanto la varita, recitando el encantamiento en latín antiguo, a la vez que una bruma azul —similar a la de los pensaderos— comenzaba a salir de las sienes de los presentes y se reunía frente a la peli-roja formando un enorme circulo que no hacía más que crecer y crecer. Hasta que cuando finalmente dejo de recitar el encantamiento, la esfera siguió creciendo un par de segundos más.

Para finalmente detenerse e iluminar toda la sala con una resplandeciente luz blanca, que sorprendió a más de uno, sacándoles un grito. Pero cuando finalmente la luz comenzó a disminuir, todos pudieron observar que en su lugar habían quedado siete libros, que bajaron hasta colocarse en el pedestal donde Ann había cerrado el libro.

— Aquí estan — Sonrió Ann emocionada, revisando las portadas de los libros

— ¿Qué haremos ahora? — Pregunto Ron, que aún se tallaba los ojos por la luz

— Los enviaremos junto a una nota y en una hora podremos comenzar con el viaje de pocos en pocos — Sonrió Ann de medio lado

— ¿No tendríamos que esperar un poco más para que puedan asimilar la información de la nota? — Pregunto Hermione

— El tiempo transcurre de forma diferente — Explicó Ann con una media sonrisa — Lo que para nosotros es una hora, para ellos es un día

— ¿Cómo sabes eso? — Pregunto Dan curioso

— Bueno…hice unos pocos experimentos — Dijo Ann con una media sonrisa — Aunque solo viaje un par de horas y días, puedo estar segura de que no hay problema con el tiempo a viajar y como es la diferencia de tiempo

— Bien, entonces mejor que lo mandes de una vez — Dijo Ron con decisión — Así podremos prepararnos para el viaje

— Como diga capitán — Sonrió Ann mientras aparecía pergamino y pluma

Escribió con calma la nota y realizo un consenso para determinar que personas deberían estar presentes en la lectura de los libros, procurando que no fueran demasiadas o que al menos fueran personas con las que pudieran tratar. Porque otro de los motivos por los cuales la peli-roja tenía intención de que viajaran al pasado —y que no solo enviaran los libros y la nota— era para procurar que hubiera algo de paz y en lugar de haber peleas hubiera algo de comprensión —a pesar de que no les dijeran todo—.

— Es hora — Dijo Ann seriamente

Coloco la nota junto a los libros en una caja, pero antes de que recitará el encantamiento, una sonrisa cruzo por su rostro y sus ojos destellaron un poco.

— Sirius, Papá, Teddy venga aquí — Llamó la peli-roja sonriendo

Los tres mencionados —confundidos— caminaron hasta donde ella.

— Dumbledore podrá entender todo solo con la nota, pero dudo que todos los demás lo hagan tan fácilmente — Comento

— ¿Y qué haremos? — Pregunto Sirius confundido

— En ese momento aún eran estudiantes, y estoy segura de que conocerán la clave exclusiva de los merodeadores — Sonrió la peli-roja con un destello en la mirada — Ellos creerán y los demás no tendrán más que hacerlo

— Ya veo a dónde quieres llegar — Sonrió James sacando su varita

— ¿Yo que hago? — Pregunto Teddy algo confundido

— Toma — Sonrió Ann poniendo su propia varita en las manos del pequeño — Necesitamos la ayuda de los tres merodeadores, tú eres el legado del tercero

Teddy sonrió ampliamente, había crecido escuchando historias de sus padres, pero eran sin duda sus aventuras de colegio lo que más emocionaba al niño. Miró a James y Sirius y sonrió, los dos mayores colocaron sus varitas sobre el paquete de libros y el pequeño los imito.

— Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas — Dijeron los tres a la vez que un destello salía de las tres varitas y creaba una caja alrededor del paquete

— Genial — Sonrió Ann, tomando de vuelta su varita a la vez que revolvía los azules cabellos del pequeño que sonreía complacido con el resultado — Ahora sí, es hora

Sirius, James y Teddy volvieron a sus lugares, mientras Ann suspiraba y levantaba su varita, recitando un encantamiento en latín antiguo, la sala poco a poco fue quedando un poco más fría de lo normal, mientras que el techo se iluminaba con una bruma nebulosa de color azul acuoso, el vórtice fue lo suficientemente grande como para permitir que únicamente pasará el paquete, que fue elevado por un encantamiento de Hermione.

En cuanto el paquete se perdió de vista, Ann dejo de recitar el encantamiento y el vórtice permaneció abiertos unos cuantos segundos más, esfumándose con un destello de luz platinado.

No hay marcha atrás — Pensó la peli-roja mientras bajaba su varita — Es hora de prepararnos — Indicó bajando la vista y viendo a todos en la sala, que asintieron determinadamente

No era más de medio día y en pleno mes de agosto, la luz entraba por la ventana e iluminaba la mesa donde únicamente se encontraba un hombre mayor, de larga y platinada barba, centrado en la revisión de algunos pergaminos.

Todo estaba en plena tranquilidad, cuando repentinamente, una especie de trueno proveniente del techo del despacho hizo al profesor levantar la vista y sacar la varita, pero sin levantarse de su asiento. Esperando lo que fuera que estuviera a punto de suceder.

Primero aparecieron pequeños relámpagos de color azul claro y luego una especie de bruma comenzó a formarse en el mismo color, hasta que un pequeño vértice dejo un paquete que había comenzado a descender poco a poco, hasta que se posó suavemente en la mesa.

La bruma se esfumo con un destello de luz blanca. El profesor entonces se puso de pie y realizo diferentes y complicados movimientos de varita para con el paquete, su expresión era neutral, pero en cuanto terminó de comprobar que fuera seguro, retomo su lugar y tomó la nota que venía sobre la caja.

Querido profesor Dumbledore —se sorprendió un poco el haber leído su nombre—

Sé bien que seguramente no esperaba recibir este mensaje ahora y mucho menos lo que viene en esta carta. Por sorprendente que parezca, la carta viene del futuro y si quiere comprobar la veracidad de ello, puede revisar el libro que tiene en su despacho, aquel que siempre ha mantenido oculto —recibir información tan detallada podría solo despertar más dudas, pero eso era algo que no ocurría en ese momento—.

Esta carta llega a usted de 31 años en el futuro. Sé que puede sonar loco o como quiera llamarlo, pero tenemos un objetivo al hacerlo, no solo mandamos esto como un momento de recreación y ya. Hace algunos años, hubo una guerra —el semblante del profesor se endureció— y perdimos muchas vidas, amigos, familia y héroes que dieron su vida por el mundo que tenemos hoy en día.

Pero dejaron mucho dolor, las pérdidas de una guerra nunca se recuperan con nada y las heridas que esta provoca, nunca sanan. Pase mucho tiempo inspeccionando el libro, desde el momento en que llegó a mis manos, pero nunca le tome la debida importancia a ese encantamiento en particular, no hasta hace un año, poco después de que el aniversario de la Guerra se llevara a cabo, ver una vez más el dolor en aquellos que me importan y esas familias destrozadas, me hizo tomar una decisión.

Tenemos una buena vida en el futuro y Hogwarts se ha recuperado —el profesor sonrió levemente— en las manos de la profesora McGonagall y los demás profesores. Aun así, pretendemos no solo reparar nuestras vidas, sino también evitar esta futura guerra y terminar de una vez por todas con la que ustedes estan viviendo en su presente.

Tenemos la solución para derrotar a Voldemort antes de que tome el poder como en nuestra guerra, cualquier guerra es desastrosa, pero el poder que tomo en nuestro tiempo no se compara con el que viven ustedes. Profesor, el paquete contiene siete libros donde se narran los siete cursos de mi hermano Harry y yo en Hogwarts, cada uno de ellos tiene cierta relevancia, pues nos ayudaron a llegar a la clave para derrotarlo.

Consideramos que esta fue la mejor opción debido a que no podemos simplemente llegar y darles toda la información, pretendemos más que solo derrotar a Voldemort. Muchas de las decisiones que se tomaron en esos años tuvieron repercusiones en nuestro tiempo, queremos que las personas cambien al ver lo que sus decisiones podrían traer como consecuencia.

Por eso, queremos que cite a ciertas personas para que escuchen la lectura, nosotros mismos viajaremos hasta su tiempo para acompañarlos —y esperamos así evitar ciertos conflictos—, si decide leer hay una nota más para los presentes —suponemos que solo querrá que tengan cierto tipo de información— y deben ir al séptimo piso justo al frente del tapiz de Bárnabas el Chiflado, debe pasar tres veces frente a la pared y pedir una sala donde pueda llevarse a cabo la lectura, pidiendo que si se comienza con la misma no se pueda salir, eso para evitar que algunos de los presentes —que para ese momento ya deben estar apoyando a Voldemort— salgan y le informen.

Si funciona, se materializara una puerta y al abrirla se revelara la sala con adaptada a las necesidades previas. Debe ser difícil de creer, pero queremos evitar lo más posible las perdidas, le pido confié en mi profesor, puedo darle mi palabra de que solo tenemos buenas intenciones.

Espero, por favor acceda a nuestro plan, comenzaremos a presentarnos el día de mañana y poder ayudar.

Annette

El profesor dejo la carta sobre la mesa y cruzo sus manos observando el paquete que descansaba tranquilamente sobre la mesa. Y entonces tomó la segunda nota y la leyó para sí mismo, a la vez que revisaba la lista de las personas a llamar.

— Fawkes — Dijo Dumbledore levantando la vista a donde el ave fénix reposaba en su percha. El ave soltó un suave chillido y se esfumo en llamas

El profesor guardo la carta que iba dirigida especialmente para él en un cajón de su escritorio. Esperando tranquilamente, hasta que diez minutos después Fawkes reapareció en su percha y la puerta del despacho se abrió, dejando ver a una agitada y preocupada McGonagall.

— ¿Qué sucede? — Pregunto

— Lee esto — Dijo Dumbledore tendiéndole la nota, junto a la lista de personas a solicitar su presencia y pasó de estar preocupada a fruncir el ceño — ¿No creerás esto, o si Albus?

— Tengo razones para hacerlo — Dijo Dumbledore con calma, levantando su mano cuando la profesora parecía querer refutar eso —, querida Minerva, tengo las suficientes razones para creer que esto es real y quiero reunir a estar personas hoy mismo, como has leído, mañana comenzaran a llegar

— No se puede viajar en el tiempo — Exclamo la profesora McGonagall con el ceño fruncido

— Los muggles creen que no existe la magia — Sonrió un poco Dumbledore — No podemos decir que algo es posible o imposible hasta que no lo hayamos comprobado, y las personas que han conseguido enviarnos esto lo han utilizado para evitar una guerra y traernos la paz

— Pero…

— Enviare mensaje a todas las personas de la lista — Interrumpió Dumbledore con calma y poniéndose de pie — Necesito que vayas a la entrada y le pidas a Hagrid que espere a todos, y que después los lleve al séptimo piso

La profesora no parecía nada convencida de ello, pero tenía plena confianza en las decisiones de Albus Dumbledore, después de todo era considerado el mayor mago de todos los tiempos.

— Bien — Aceptó finalmente

— Gracias — Sonrió Dumbledore y enseguida conjuro su patronus, un fénix, y tras darle el mensaje, el patronus se esfumo al llegar a la ventana — Vamos de una vez

Ambos salieron del despacho, el profesor con el paquete en manos y fueron hasta el séptimo piso, donde el profesor Dumbledore pasó delante de la pared tres veces —bajo la atenta y confundida mirada de la profesora McGonagall, que había enviado su propio patronus para avisar a Hagrid que esperara a los demás— hasta que finalmente se materializo una gran puerta de roble, que el profesor abrió y entro junto a la profesora.

La sala era amplia y algo similar al Gran Comedor, pero más pequeño. No había mesas ciertamente, pero si un pedestal donde el profesor deposito el paquete y se quedó en silencio, esperando a que los demás llegaran.

Y ciertamente no tuvo que esperar más de 15 minutos, ya que las puertas se abrieron nuevamente y dejaron ver a una gran cantidad de personas. Aunque claramente estas se encontraban divididas en dos grupos.

Hablaban y hablaban, no todos parecían realmente felices y otros muchos parecían preocupados. Pero sin duda fueron dos personas las que se acercaron rápidamente al director, Rubeus Hagrid y Alastor "Ojo Loco" Moody, que rápidamente comenzaron a bombardearlo con preguntas, que no parecía tener intención de responder.

El Director paso la vista por todos los presentes, corroborando que no faltara nadie. Los más llamativos del lugar eran sin duda un matrimonio de peli-rojos, Arthur y Molly Weasley que traían a sus pequeños, Bill de 6 años, Charlie de 4 años y el pequeño Percy que tenía apenas unos meses de nacido. Conversando con ellos, estaban los gemelos Prewett, hermanos mayores de Molly, Gideón y Fabián. Que sonreían haciéndoles morisquetas a sus sobrinos.

Y un par de lugares más haya, estaban el matrimonio Potter, que saludaba a sus hijos, los gemelos Sasha y James, que estaban junto a sus amigos, Remus y Sirius, los cuales tenían ya un par de veranos viviendo con ellos —los padres de Remus habían fallecido hace tiempo y Sirius huyo de casa—. Aunque igualmente estaba el matrimonio Evans —que eran muggles— y padres de Lily Evans, la actual pareja de James, pero eran acompañados por su hija mayor, Petunia y su novio, Vernon Dursley, que no parecían nada contentos con eso.

Más allá se encontraban Augusta Longbottom, con su hijo Frank y su futura nuera, Alice White, que conversaban con Xenoliphius y Pandora Lovegood —recién casados y graduados hace no mucho del colegio—. Y también se encontraban Andrómeda y Ted Tonks, con su pequeña hija de cuatro años, Nymphadora Tonks.

Pero también estaba el otro grupo, que claramente parecían muy disgustados con quedarse ahí por mucho tiempo. Encabezados por Walbura y Orión Black, los matriarcas de la casa Black, que se encontraban con su hijo menor, Regulus y sus sobrinas favoritas, Bellatrix y Narcisa, que estaba con su prometido, Lucius Malfoy y su "amigo" Severus Snape.

Sonrió un poco al ver al joven James Potter en aparentes aprietos al tener que presentarse ante los Evans, Claudia y Esteban, como novio de su hija pequeña. Sobre todo al ver como Sasha y Sirius intentaban meterlo en más aprietos.

Finalmente, Dumbledore carraspeo, llamando la atención de todos, que de inmediato dejaron de lado sus conversaciones y fijaron la vista en el profesor, que torno su semblante un tanto serió.

— Sé que todos se preguntan el motivo de que los haya reunido aquí — Empezó el profesor con calma — Hace un rato, cuando estaba en mi despacho revisando unos documentos, recibí este paquete — Señalo con su mano el paquete que se hallaba sobre el pedestal — Con una carta, donde me explicaban que esto proviene del futuro

Todos parecían sorprendidos y les era imposible decir algo o formular alguna oración coherente. De modo que el profesor opto por continuar.

— Más específicamente de 31 años en el futuro, donde han tenido que librar ya una nueva guerra contra Voldemort — Varios de los presentes jadearon y otros más tenían rastros de preocupación en el rostro, pues pensar en una nueva guerra cuando aún no ponían fin a la suya no era precisamente una buena noticia — Consiguieron ganar pero a costa de muchas vidas

Eso es el motivo por el cual estamos reunidos aquí. Una chica del futuro, que seguro conoceremos más adelante, me envió una carta donde me explicaba sus motivos para reunirnos, no solo es darnos la solución para derrotar a Voldemort de una vez por todas, antes de que tomé todo el poder —la noticia alegro a la mayoría de los presentes, pero era el grupo de los Slytherin los que parecían mucho menos felices—, sino que buscan hacer recapacitar a varios de los presentes, por ello les pediré a todos presten atención a la nota que han enviado

Estimados todos

Por sorprendente que parezca y aun sabiendo todas las dudas que esto pueda generar, les pedimos mantengan su mente abierta y estén dispuestos a escuchar lo que tenemos que decir.

Les enviamos este paquete con la respuesta de como vencer a Lord Voldemort desde 31 años en el futuro, tras una nueva guerra que dejó tantas pérdidas que no podemos ignorarlas, a lo largo de la lectura se irán uniendo los involucrados que mandamos los libros. Es importante que todos estén presentes y nadie salga.

Esperamos que disfruten de la lectura, y les pedimos que no critiquen a nadie hasta que se lean los siete libros, pues muchas veces no todo es como parece, para asegurarnos de nadie le contará a Lord Voldemort —que en ese año debe estar en el poder— estamos seguros de que el profesor habrá seguido un plan para el motivo de la ausencia de los presentes, que se coloca al final de la lista donde vienen sus nombres.

Todos los que han sido llamados es debido a que jugaron un papel relevante en la caída de Voldemort, o bien, necesitamos que escuchen la lectura para que eviten hechos que realmente escapan de nuestra competencia. No solo queremos vencer al mago oscuro, sino también conseguir evitar posibles muertes que estan fuera de la caída de este.

Nuestros mejores deseos desde el futuro

P.D. "Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"

En cuanto Dumbledore dejo de leer y levanto la vista a donde todos los presentes, pudo ver desde rostros afligidos, preocupados y otros más, molestos. Pero seguramente era el hecho de que todo estuvieran enterándose de aquello por medio de una carta que venía del futuro, ¿es que podía existir una forma más extraña de enviar la solución para derrotar a Voldemort? Aunque si Dumbledore lo creía, no tenía por qué dudar.

— Sigo creyendo que es una trampa — Exclamo Moddy, que aún conservaba sus dos pies y sus ojos, pero ahora parecía molesto e intransigente con el hecho de recibir información del futuro a partir de una extraña carta

— ¡¿Nosotros que diablos tenemos que ver con todo esto?! — Exclamo una chica rubia, que claramente estaba molesta y se mantenía junto a un chico rubio, que no estaba mucho mejor que ella

— Tuney por favor — Dijo Lily seriamente

No es como que ese fuera el momento ideal para ponerse a despotricar todo lo que estaba mal, estaban hablando del futuro y la manera de derrotar al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos, era algo que no solo les convenía a ellos como magos, sino a todo el mundo.

Aunque más que la rubia, era el grupo de Slytherin los que más molestos se veían, sobre todo Walbura, que parecía estar conteniéndose para no gritar en contra de todos y sobre todo de los Evans y los Tonks —donde su sobrina Andrómeda estaba—.

Pero más que la simple sorpresa de tener la oportunidad de detener a Voldemort, fue la sorpresa para el trio de chicos Gryffindor que intercambiaron miradas muy significativas, ¿Qué significaba realmente aquel posdata? ¿Cómo es que sabían aquello? Muchas preguntas se agolpaban en sus mentes, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del director:

— La cosa — Comenzó —, es que tal parece que la última frase es un código que mostrará una vez más la veracidad de lo que aquí se hace, pues estoy seguro de que al menos una persona aquí tiene la respuesta a esto. Les pido por favor, quien tenga la respuesta pase al frente

Los tres intercambiaron miradas nerviosas, pero finalmente James asintió y los tres se encaminaron —sorprendiendo de paso a todos en la sala, pero no más que a sus padres que parecían un tanto contrariados—, bajo la atenta mirada de todos —sobre todo la de los Black que veían a Sirius como si fuera un bicho— caminaron hasta el pedestal, que era donde estaba el profesor, en donde los tres juntaron sus varitas sobre el paquete y murmuraron "Travesura realizada", con lo que inmediatamente el paquete se abrió dejando a la vista siete libros blancos.

Con nerviosismo, James miró al director y este asintió a modo de agradecimiento y luego tomó el primero de los siete libros, viendo curiosamente la portada sus ojos destellaron un poco, pero no permitió que los jóvenes vieran el nombre que apareció en la portada en cuanto lo tomó entre sus manos, de modo que con otro amable movimiento de cabeza les indico pasaran a donde se encontraban antes.

Confundidos y algo azorados, se encaminaron a sus lugares y una vez estuvieron con su familia el director tomó nuevamente la palabra:

— Bien, creo que antes de poder decir algo más, necesito pedirles a todos accedan a esta lectura — El tono de voz que utilizo Dumbledore no era serio ni mucho menos, sino que parecía lleno de amargura — Podemos evitar muertes

— Perdón — Exclamo Walbura irguiéndose totalmente — Pero no creo que a mi familia le interese mucho lo que pueda pasarle a estas…personas

— Señora Black — Habló Dumbledore con calma — Sino ha entendido bien, se nos ha informado que no solo podremos salvar vidas futuras, sino también de algunos en esta sala

— Mi familia no tiene nada que ver con usted — Dijo Orión seriamente — Mis sobrinas, Lucius y mi hijo — Hizo énfasis en recalcar que solo tenía un hijo — no pueden tener nada que ver

— ¿Puede estar usted seguro? — Cuestiono Dumbledore enarcando una ceja — Independientemente de si su familia esta de mi lado o no, considero que puede importarle si en algún punto de la lectura se descubre que alguno de los que los acompañan tienen un desafortunado final

— ¡¿Cómo se atreve a insinuar qué…?!

— ¡Cállate! — Grito sorprendentemente Sirius, poniéndose de pie y viendo furioso a la que era su madre biológica — ¡Me importa una mierda si te pasa algo a ti o a Orión, pero hasta Cissy y Regulus pueden salvarse si es que algo malo puedes sucederles! ¡Ellos tendrán la oportunidad de salvarse, pero ustedes ya estan demasiado podridos como para eso!

— ¡Tú…maldito traidor…!

— Señora Black — Exclamo McGonagall seriamente, intuyendo que la matriarca de los Black pretendía sacar la varita — Le pediré por favor, a usted y su esposo que mantengan una actitud más ceremoniosa y respetuosa para todos los presentes, incluido el señor Black

— ¡Ese traidor no es hijo mío! — Exclamo Walbura seriamente

— Por supuesto que no lo soy — Exclamo Sirius molesto — Puedes haberme traído al mundo, pero incluso Minnie es más una madre de lo que tu jamás serás. Eso no impide que deje de ser un Black, sin importar que me hayan borrado del árbol genealógico, así que si no quieres escuchar la lectura por ti, hazlo por Reg, si los del futuro pidieron que estuvieran aquí es por algo

A pesar de que Walbura parecía dispuesta a decir más, el hecho de tener esa posible perspectiva de que su hijo, el único que ella consideraba digno de su apellido, muriera, parecía haber tentado demasiado su atención.

— Bien, escucharemos, pero solo por mi familia — Dijo Walbura a la vez que ponía su mano sobre el hombro de Regulus y Bellatrix, que eran los que más cerca estaban

Tal parece que al haber convencido a la matriarca, los demás Slytherin que la acompañaban estaba igual de convencidos, lo cual era mucho viniendo de ellos.

— ¿Puedo contar con los demás? — Pregunto Dumbledore dirigiéndose a los otros presentes en la sala

— ¿No existe la más mínima posibilidad de que todo esto sea solo una jugarreta de ese maldito para tenernos a todos aquí encerrados y hacer de las suyas? — Gruño Moody desde su lugar

— Confió plenamente en el contenido de estas cartas — Dijo Dumbledore firmemente

— Bien — Gruño Moody no totalmente convencido

McGonagall y Hagrid asintieron inmediatamente. Entonces se giró a donde los demás y espero una respuesta.

— Aceptamos — Dijo Augusta poniendo sus manos sobre su hijo y yerna

— Nosotros también — Dijo Fleamont tomando la mano de su esposa, a la vez que sus hijos asentían

— Igual nosotros — Dijo Lily tomando las manos de sus padres, aunque ellos parecían dispuestos, estaba claro que Petunia y Vernon no lo hacían

— Nosotros igual — Dijo Arthur a la vez que Molly y sus hermanos asentían

— Cuente con nosotros — Dijo Xenoliphius, mientras Pandora asentía

— También nosotros — Dijo Andrómeda junto a su esposo e hija

— Gracias a todos — Dijo Dumbledore — Mañana comenzaran a llegar los invitados del futuro, así que considero que igualmente mañana podremos iniciar la lectura, pues no es sencillo asimilar lo que les acabo de comentar

— ¿Qué es lo que vamos a leer? — Pregunto Gideón con cierta emoción

— Muy bien — Tomó el primer libro y fijo su vista en la portada del mismo — El primer libro se titula "Harry Potter y la piedra Filosofal"

La sala quedo en silencio, pero repentinamente un grito los sobresalto a todos, girándose para ver al hijo mayor de los Potter.

— ¿Voy a tener un hijo? — Pregunto el azabache a nadie en particular y dando pequeños saltitos — ¡VOY A TENER UN HIJO CON LILY! — Grito de lo más emocionado, como si todo lo que ocurría fuera del colegio no importará más

— ¿Cómo sabes que es de Lily? — Pregunto Sasha, su hermana gemela, algo confundida

— ¿Cómo? — Dijo el azabache parándose a pensar y fijando su vista en la peli-roja, que estaba sonrojada y aun sostenía las manos de sus padres — No lo sé, solo que fue Lily quien se me vino a la mente, pero está claro que me voy a casar con mi peli-roja, no la voy a dejar ir después de todo lo que hice para que dejará de compararme con el calamar

— Oh James — Sonrió Lily con un leve sonrojo, soltando las manos de sus padres y dándole un fuerte abrazo

— Espero ser padrino Cornamenta — Reclamo Sirius mucho menos molesto, aunque haya escuchado el gruñido de su madre

— Por supuesto que si Canuto y tú, Lunático, vas a ser el mejor tío de todos, igual que tú hermanita — Exclamo felizmente el azabache, abrazando a todos los que podía y revolviéndole el cabello a su hermana

— Voy a tener un hijo con James — Sonrió Lily aun en un estado de asombro y felicidad inigualables, abrazando a sus padres, que aunque parecían no entender por completo el asunto no podían ocultar sus sonrisas

— Yo más que tía seré madrina — Susurró Sasha a la peli-roja

— Pues claro — Sonrió Lily — Si terminas con Black es más que obvio

— ¡No puedo creer que vayamos a leer la vida de un asqueroso traidor a la sangre! — Exclamo Lucius con una mueca de asco, que compartían todos los que estaban junto a él

Lo que quizá no espero, fue recibir todas las malas miradas de las demás personas presentes, que parecían alegrarse por saber un poco del futuro de los Potter.

— La sala proporcionara habitaciones para todos los presentes — Anunció Dumbledore con una gran sonrisa a donde los Potter — Se dividirán por familia, así que la cena les llegará en las habitaciones, desde ahora no podremos salir de aquí hasta terminar la lectura

Todos parecían sorprendidos ante la revelación de la sala, pero fue en ese momento que en las paredes de la sala comenzaron a aparecer puertas, que tenían las leyendas para separar a las familias.

Familia Potter, Black y Lupin. Familia Black, Severus Snape y Lucius Malfoy, Familia Evans, Familia Tonks, Familia Weasley, Familia Longbottom, Familia Lovegood, Fabián y Gideón Prewett, Rubeus Hagrid, Minerva McGonagall, Alastor "Ojo loco" Moody y Albus Dumbledore.

En cuanto aparecieron, fueron los Black, acompañados de Lucius y Severus los que se encaminaron a la habitación de los mismos, tal parece no deseaban permanecer más tiempo ahí con los demás.

Dumbledore entonces se despidió de los presentes y seguido por McGonagall, Ojo loco y Hagrid entraron en su habitación. Por su lado, los Weasley se despidieron pues era hora de llevar a dormir a sus hijos, mientras que los gemelos Prewett se fueron a su propia habitación discutiendo lo sorprendente que resultaba todo aquello.

Fleamont y Euphenia también decidieron ir a descansar un rato, seguidos a los pocos minutos por Claudia y Esteban seguidos de Vernon y Petunia —que no seguían de muy buen humor—. Los Tonks también fueron a su habitación para que la pequeña Nymphadora pudiera tomar la siesta.

— Nosotros también iremos a descansar — Dijo Xenoliphius con calma, tomando la mano de Pandora

— Está bien, nos vemos mañana — Se despidió Lily con una sonrisa

El matrimonio Lovegood camino hasta su respectiva habitación y cerrando la puerta se perdieron de vista.

— Ya te alcanzamos, mamá — Dijo Frank a la señora Longbottom

— Bien, pero no tarden mucho hay que descansar — Dijo Augusta encaminándose a su habitación

De ese modo, la sala quedó libre para solamente los más jóvenes de los Gryffindor, Lily, James, Sasha, Sirius, Remus, Alice y Frank.

— Desearía tener algo donde sentarme — Dijo Sirius estirando los músculos un poco

En ese momento aparecieron algunos sofás y una de las paredes se convirtió en una acogedora chimenea. Algo sorprendidos, decidieron tomar asiento.

— Esto es muy…sorprendente — Dijo Alice finalmente

— Y que lo digas, de todas las cosas que pudieron pasar este verano nunca imagine que terminaría en esta…sala leyendo unos libros del futuro que cuentan la vida de…de mi hijo — La sonrisa de James era inmensa

— Eso es lo más increíble — Sonrió Sasha ampliamente — Finalmente tú y Lily se habrán casado y si su hijo cuenta la historia, no dudo que el hijo de Alice y Frank también aparezca

— ¿Y qué hay del tuyo? — Pregunto Frank levemente sonrojado

— Bueno yo… — Sasha había enrojecido notablemente

— Yo creo que tendrás hijos que también aparecerán — Sonrió Lily con una significativa mirada

Sirius, que había estado de mejor humor soltó un bufido que no pasó desapercibido para nadie, pero que solo tres presentes en la sala pudieron identificar.

— Será extraño — Comento finalmente Remus, quitando el incómodo silencio que se había instalado — Digo, leeremos los pensamientos de su hijo, Harry sino me equivoco, y tiene que haber un motivo que sean los de él

— ¿Crees que tiene información importante? — Pregunto Lily preocupada

— Posiblemente Harry se relacionó con Dumbledore o simplemente nosotros adquirimos esa información y él la escucho — Comento James restándole importancia

— Pero son siete libros — Comento Sasha mordiéndose el labio con nerviosismo — Eso quiere decir que cada uno tiene cierta información, uno por curso en Hogwarts

— Y si fue por Dumbledore o alguien más que se enteró, no habría sido más conveniente escribir los libros desde otro punto de vista — Dijo Frank, que ahora parecía igual preocupado

— ¿Y si fue Harry quien derroto a Voldemort? — Pregunto Sirius con una enorme sonrisa, que contrastaba mucho con la preocupación de Lily

— No podemos asegurar nada hasta que hayamos comenzado a leer los libros — Dijo Alice cuando vio como Lily se ponía nerviosa — Enviaron los libros por una razón, no solo derrotar a Voldemort, quieren que los demás los escuchen para que recapaciten

— Pues a mí no me importa lo que pase con Walbura, Orión y la loca de Bellatrix — Dijo Sirius seriamente, cruzándose de brazos — Y mucho menos con el estúpido de Lucius y Quejicus…

— Pues yo espero que Severus recapacite — Dijo Lily frunciendo ligeramente el ceño

— Si está bien — Dijo Sirius encogiéndose de hombros —, creo que Reg y Cissy aún pueden recapacitar, espero que sea lo que sea que hay en los libros les ayude a entender de razones

— Todos esperamos que puedan recapacitar — Suspiró James revolviéndose el cabello con una mano — Pero Dumbledore tenía razón, mejor que vayamos a descansar, mañana vendrán esas visitas y tenemos mucho que leer

— ¿Creen que venga Harry? — Pregunto Remus un poco impaciente

— Es lo más seguro — Sonrió Sasha felizmente — Ya quiero verlo

— Yo también — Sonrió Lily emocionada

— Pero bueno, vayamos a descansar — Sonrió Frank poniéndose de pie

Todos los demás lo imitaron y tras despedirse fueron a sus respectivas habitaciones, en donde conversaron un rato más con sus acompañantes, y finalmente fueron a dormir un rato antes de tener que salir nuevamente a leer la vida que tenía las respuestas para derrotar a Voldemort.