CAPITULO CUATRO

Los visitantes

Hola. Espero que estén bien y aquí les traigo un nuevo capítulo, ojala les guste, comenten, me encantaría saber lo que opinan sobre mi historia. Nos veremos el próximo domingo.

Sirius estaba dispuesto a leer cuando un nuevo vórtice se abrió en la pared trasera de la sala, todos se quedaron en silencio a la espera de ver quien era quien cruzaba esta vez. Pero a diferencia de las veces anteriores, el vórtice era mucho más grande y la luz que irradiaba, más brillante, que casi obligaba a los presentes a apartar la vista.

Y aun así, por el vórtice llegaron caminando con completa tranquilidad dos hombres, uno de ellos alto y castaño, otro un poco más bajo y de cabellos rubios, pero que tenía algunas cuantas cicatrices en el rostro.

— ¿Cedric, Neville? — Pregunto Hermione muy sorprendida, poniéndose de pie para caminar hasta donde los jóvenes — ¿Qué paso? Se supone que tenía que venir Ron

Los demás en la sala quedaron en absoluto silencio, a la espera igual de una respuesta —aunque tampoco sabían quién era ese tal Ron— pero tal parece el plan original había cambiado y ahora eran esos dos jóvenes los que habían llegado en su lugar.

— ¿Qué te paso en la cara? — Se aventuró a preguntar Alice, que observaba al hombre con una expresión entremezclada, mitad preocupación, mitad sorpresa

— Oh esto — Sonrió el rubio, Neville, señalando despreocupadamente a su rostro, más exactamente su mejilla, en donde tenía la cicatriz más visible — Fueron los mortifagos, nada de qué preocuparse

— ¿Nada de qué preocuparse? — Repitió Frank con asombro — ¡Por Merlín, mira cómo te dejaron!

— No deberías decirlo tan despreocupadamente — Suspiro el azabache, Cedric, negando con la cabeza, aunque tenía una pequeña sonrisa

— Podemos arreglar eso después — Dijo Hermione moviendo con impaciencia sus manos, en clara muestra de preocupación — ¿Qué fue lo que pasó?

— Cuando te marchaste hubo un destello rojo, que no se había visto en los anteriores vórtices — Informó Cedric con calma

— Si, aquí también — Recordó Hermione de repente

— Bueno, pues Ann fue a ver al profesor Dumbledore — Dijo Neville sin dar mucho contexto de lo que realmente había ido a ver la peli-roja — Cuando volvió dijo que po….

— ¡No empujen, viene una embarazada! — Grito una voz un tanto aguda a través del vórtice

Todos —incluyendo a los futuristas recién llegados— se giraron de nueva cuenta al vórtice, del cual ahora salían tres figuras, uno de ellos peli-rojo y muy alto, de tez blanca con algunas pecas y ojos azules, otro hombre, de cabellos azabaches muy rebeldes, con gafas tras las cuales se ocultaban un par de ojos verdes, y una curiosa cicatriz en su frente, y finalmente, una mujer de larga cabellera peli-roja, tez blanca y pecas, con un prominente vientre de aproximadamente seis meses.

— ¡Oh Merlín! — Exclamo la peli-roja sujetándose el vientre con una mano y llevándose la otra a la boca, mientras ambos chicos la sujetaban por la espalda

— ¿Nauseas? ¿Necesitas un cuarto de baño? — Pregunto el azabache con preocupación

— ¡Claro que son nauseas! — Exclamo la peli-roja malhumorada

— Ginny…por favor tran…

— ¡No me digas que me tranquilice Ronald! — Exclamo la peli-roja de muy mal humor

— Ginny por favor — Dijo Hermione acercándose y conjurando una silla para que pudiera sentarse — Las náuseas pasaran en poco

— Pues eso espero — Dijo Ginny un tanto pálida — Porque si no, cuando Ann venga me las pagará, dijo que no eran la gran cosa

— Recuerda que Ann no esta tan sensible como tú — Sonrió Hermione colocando su mano en el vientre de la peli-roja — Pero aun necesito saber porque estan viniendo tantos…

— Vendrán todos — Dijo Ron abrazando a la castaña por los hombros

— Lily no sabía si podría abrir nuevamente el vórtice, y cuando lo comento con Dumbledore llego a la conclusión de que lo mejor era abrirlo una sola vez más, y que así recuperara energías para cuando tuviéramos que volver o cuando Teddy, Gaby y Will vinieran — Comento Harry con una mano en el hombro de Ginny

— ¡Pero eso es peligroso! — Exclamo Hermione poniendo sus manos en las caderas muy seriamente — ¡Ya es peligroso que abra los vórtices y que pasemos solo unos pocos, ahora que vengan todos!

— Herms baja la voz — Pidió Ginny sobando su vientre con calma — Él bebe se altera

— Lo siento — Dijo Hermione con una leve sonrisa — Pero es muy desgastante para ella, además de que piensa traer a los pequeños, ¿cómo es eso posible?

— Sabes que a Lily le gusta lo prohibido — Comento Cedric lanzando una fugaz mirada al lugar en donde los Slytherin estaban, pero no fue bastante disimulada y más de uno pudo notarla perfectamente

— Y lo peligroso — Agregó Neville con una media sonrisa

En ese momento aparecieron nuevas personas atravesó del vórtice, un hombre con algunas cuantas cicatrices en el rostro, acompañado de una mujer rubia muy hermosa, una pareja con iguales condiciones, un peli-rojo fornido y algunas cicatrices de quemaduras, acompañado de una rubia de menor estatura.

Luego, un dúo de peli-rojo totalmente idénticos, hasta el último detalle, y una peli-negra de encantadora sonrisa, que reía abiertamente con los gemelos.

— ¿Cómo estan del otro lado? — Pregunto Cedric en cuanto la multitud se acerco

— Bien — Respondió el mayor de los peli-rojos — Aunque los pequeños ya comenzaron a preguntar cuándo podrán venir

— Yo coincido en que deberían haberles permitido venir de una vez — Sonrió uno de los dos gemelos peli-rojos — Sería interesante ver la reacción de los demás

— En este tiempo se supone que aún no son mayoges — Murmuró la rubia menor — Su madge debe seguig siendo una niña

— Eso sería lo interesante — Sonrió el otro peli-rojo

Y una vez más por el vórtice cruzaron cuatro personas más. Un azabache con encantadores ojos grises, de la mano de una chica de larga cabellera rubia y ojos saltones, que le daban sensación de ensoñación. Un moreno de cabello azabache y corto, pero con una enorme sonrisa, acompañado de una muchacha de tez blanca y cabellera negra.

— En poco vendrán los demás — Informó el moreno con una media sonrisa

— Cruzarán los que faltan y al final vendrá Ann y el hurón para que cierren el vórtice desde aquí — Dijo Dan jugando sujeto de la mano de la rubia

Y una vez más cuatro personas aparecieron cruzando el vórtice, una cuarta rubia de la mano con un joven de tez blanca y cabellos castaños. Acompañados de una pareja más, una castaña con el vientre ligeramente abultado y un rubio algo alto y algo más robusto que los anteriores.

— Estas nauseas son horribles — Exclamo la castaña llevándose una mano a la boca

— Tranquila querida — Dijo el rubio, dándole palmaditas en la espalda

— La verdad es que no estan tan mal — Comento la azabache que se encontraba junto al moreno

— Eso es porque apenas estas en el primer mes — Comento la peli-roja que se encontraba aun sentada — Espera que llegue el segundo y tercer mes

— No quiero imaginarlo — Dijo la peli-negra con una mueca

Pego luego todo vale la pena — Sonrió la rubia que estaba junto al mayor de los peli-rojos

Para ese momento todos en la sala estaban sorprendidos de la cantidad de personas que ahí se estaban presentando, sabiendo que aún faltaban unos pocos más. Pero poco más era debido a que ciertamente no entendían nada de lo que estaban hablando.

Así, finalmente a través del vórtice aparecieron dos personas más. Un rubio de tez pálida y ojos grises que iba sujetando a una mujer de cabellos largos y peli-rojos, de verdes ojos, que recitaba palabras en latín antiguo con la varita en mano, permitiendo que el vórtice aún se mantuviera abierto.

Pero al cruzar por completo el vórtice y encontrarse al fin en la sala, recito unos pocos segundos más el encantamiento y finalmente, el vórtice se cerró con destellos blancos que cegaron por un momento a la mayoría de los presentes. La chica, que aún era sujetada por el rubio perdió fuerzas en las piernas y tuvo que sujetarse a los hombros de este para no caer.

— ¡Lily! — Exclamo el azabache de gafas apresurándose a donde la peli-roja

— Estoy bien, Harry — Sonrió Ann sujeta del rubio — Solo…un poco cansada

— ¡Si claro, un poco cansada! — Exclamo Hermione con el entrecejo fruncido, conjurando una silla para que ella se sentará

— Yo no soy la embarazada — Sonrió Ann mientras el rubio la posicionaba en la silla con cuidado

— Me da igual, no te vas a mover de ahí — Exclamo el rubio firmemente, aunque también parecía tener una mueca de cansancio´

— Lo siento — Susurró Ann algo apenada — He olvidado por completo ce…

— Así podemos compartir el cansancio — Sonrió levemente el rubio

— Eres un bobo — Sonrió Ann de medio lado

Los futuristas estaban comentando entre ellos lo interesante y extraño que había resultado el viaje a través del tiempo, pero ciertamente todos coincidían en algo —sobre todo las mujeres en cinta— que las náuseas no siempre resultaban algo menor —como lo había descrito la peli-roja en un principio— sino todo lo contrario.

— Jóvenes — Hablo la profunda pero amigable voz del actual, en esa época, Director de Hogwarts, Albus Dumbledore

Los rostros de los futuristas se iluminaron de alegría y casi inconscientemente todos se acercaron a saludar al hombre con un apretón de mano, que aunque un tanto confundido, el Director acepto de buen agrado, para repetir eso con la profesora McGonagall y Hagrid, quienes tampoco tenían mucho conocimiento de quienes eran en realidad eso jóvenes.

Pero fueron finalmente el rubio y Ann quienes se acercaron, la peli-roja aún estaba algo débil, pero no podía dejar pasar la oportunidad de saludar al Director, aunque mientras caminaban veía a ciertas personas —intentando que no se dieran cuenta— pero sus ojos se aguaron inconscientemente, pero si había alguien en aquella sala que pudiera leerla como la palma de su mano, era justamente quien la ayudaba, la apretó un poco más contra sí y ella entendió que debía tranquilizarse.

Cuando llegaron finalmente al frente del profesor, el rubio le estrecho la mano con una leve sonrisa, mientras que Ann, en cuanto vio terminado el intercambio de ambos, se zafo del agarre del rubio y abrazo fuertemente al profesor, mientras murmuraba algo así como que se encontraba realmente feliz de poder verlo nuevamente, haciendo acopio de todas sus fuerzas evito derramar lágrimas. Y el profesor correspondió el abrazo dándole algunas palmaditas en la espalda.

— Bien, bien — Sonrió el profesor una vez la chica se separó y volvió junto al rubio — Es un gusto verlos, pero creo que a todos nos gustaría conocerlos un poco más

— ¿Te presentaste ya? — Pregunto Neville a Hermione

— Como Hermione Granger — Sonrió la castaña con las mejillas ligeramente sonrojadas al sentir la mirada del peli-rojo — No considere prudente decir mi apellido de casada, teniendo en cuenta que tus padres ni siquiera saben que tendrán más hijos — Murmuró al peli-rojo

— Oh — Fue todo lo que dijo, pues se ruborizo un poco

— Podríamos presentarnos como fuimos llegando — Sugirió uno de los gemelos peli-rojos

— Sería lo más prudente — Aceptó una de las pelinegras, aquella que estaba junto al moreno

— Bien, entonces ustedes tienen la palabra chicos — Dijo Ann al castaño y rubio que habían sido los primeros en cruzar

— Tú primero — Dijo Neville haciendo un movimiento con la mano que le permitía al castaño adelantarse unos pasos

— De acuerdo — Suspiró el castaño con nerviosismo, pasando al frente del grupo de futuristas — Hola a todos, bien…mi nombre es Cedric Diggory…

— ¿Diggory? — Pregunto James frunciendo ligeramente el ceño — ¿Hijo de Amos Diggory?

— Diggory — Repitió Sirius pensativo — Ese chico de Hufflepuff que antes de terminar el curso intento que Marlen le diera una cita

— Ok, eso no lo sabía — Murmuró Cedric con una extraña expresión — Pero sí, soy hijo de Amos Diggory e Isabela Blake

— ¿La prefecta de Ravenclaw? — Exclamo Lily sorprendida, cruzando mirada con Remus, pues ambos la ser prefectos conocían un poco más a Isabela

— Si, ella — Sonrió Cedric de medio lado — Me parece, que actualmente apenas se estan conociendo. Tengo 29 años y actualmente estoy casado con Cho Chan, quien fue estudiante en Ravenclaw y tenemos un pequeño hijo de un año, Amos. Además soy jefe de departamento del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas

— ¿Me vas a decir... — Intervino Molly con el pequeño Percy en brazos — que ya todos tienen familias y son independientes?

— Así es — Aceptó Cedric con una leve sonrisa — Pero no se preocupe, cuando hayamos terminado lo que hemos venido a hacer podrá disfrutar de su familia

— ¿Por qué Amos e Isabela no estan? — Pregunto Alice levantando la mano, llamando la atención de Neville

— Bueno, tuvimos que elegir cuidadosamente aquellas personas que tenían una relación más directa con todo lo que se va a contar con los libros y por ende, con Ann y Harry — Explicó Cedric con calma — A pesar de que mis padres participaron en…esto, no lo hicieron igual que los demás y su papel fue mínimo

— Creo que les hubiera hecho ilusión conocerte — Sonrió Alice amablemente y el chico respondió de la misma forma

— ¿A qué casa perteneciste? — Pregunto Sirius interesado

— Seguro se dice en los libros, pero aparecerá más adelante — Dijo Cedric pensativamente, decidiendo si decirles o no — Fui Hufflepuff, como mi padre

— La tradición no se pierde — Sonrió Ted ampliamente — Tú también te has casado con una Ravenclaw, como tu padre — Cedric se sonrojo un poco, pero sonrió

— ¿Cómo es que llegaste al cargo de jefe de Departamento? — Pregunto Remus interesado

— ¿Cómo es el ministerio ahora? — Pregunto el señor Potter — Porque ahora, bueno con todo lo que está pasando no podemos quejarnos, pero me gustaría saber si esta mejor

— Llegue a jefe de departamento por la ayuda que brinde al Ministerio después de que la Guerra termino — Informó con una pequeña mueca — Además de que todos estaban ayudando en otros departamentos y no muchos querían involucrarse con las diferentes criaturas justo tras un momento tan violento

— A menos que seas Hermione — Murmuró la peli-roja de prominente vientre con una sonrisa, afortunadamente para ella nadie más aparte del azabache de gafas la escucho

— Y actualmente, el Ministerio está bien y trabaja de una mejor manera — Sonrió Cedric ampliamente — Aunque pronto serán las elecciones para un nuevo Ministro, todos creemos que reelegirán al actual Ministro de Magia

— Pues esa si es una buena noticia — Sonrió Andrómeda ampliamente

— Creo que eso es todo de mi parte — Sonrió Cedric retrocediendo unos pasos — Te toca Nev

El chico rubio asintió nerviosamente y dio unos torpes pasos —que Ann no recordaba haber visto desde hacía muchos años— pero no podía culparlo, vería a sus padres y por primera vez, podría hablar con ellos de forma coherente. Le dedico una media sonrisa para mostrarle su apoyo.

— Bueno — Suspiro Neville para quitar todo su nerviosismo y funciono, dejo sus manos a sus lados y después subió la mirada con firmeza — Mi nombre es Neville Longbottom…

— ¡AH! — Un grito fue lo que sobresalto a todos e hizo que Neville se detuviera para girarse a ver a Frank Longbottom que estaba de pie con la boca abierta en una perfecta "O" — ¿Tú…yo…Longbottom? ¿Mi…familia?

— ¿Conoces a otros Longbottom que estén en esta sala, Frank? — Pregunto Sirius burlescamente, disfrutando de la sorpresa de su amigo

— Eh…no — Murmuró Frank sin apartar su vista de Neville, que de un momento a otro dejo de aparentar sorpresa y finalmente apareció una enorme sonrisa

— ¿Mi nieto? — Pregunto Augusta también un tanto sorprendido, pasando la vista de Neville a su hijo

— Si abuela — Respondió Neville con total naturalidad — Como dijo Sirius, mi padre es Frank Longbottom y mi madre es Alice Smith

Ahora fue turno de la rubia, quien dio un saltito en su lugar a la vez que soltaba un chillido de emoción, que hizo a Frank girarse a verla, con una boba sonrisa enarcando su rostro, mientras la misma Augusta sonreía orgullosa.

— Oh, mi bebé — Exclamo Alice poniéndose de pie y caminando hasta donde Neville, para darle un fuerte abrazo que consiguió sonrojar al rubio, pero respondió con una gran sonrisa

Poco después Frank subió y se unió al abrazo, a la vez que la misma Augusta subía y le daba palmaditas en la espalda a su nieto. Aunque para todos los demás resulto algo extraño ver a los padres del rubio —que apenas estaban en los 17 años— abrazando a su hijo que ya era todo un hombre.

— Bueno — Carraspeó Neville para aclararse la garganta aun abrazando a su madre por los hombros, con su padre y su abuela del otro lado — Tengo 27 años, actualmente trabajo como Profesor de Herbología en Hogwarts y jefe de Gryffindor…

— ¿De verdad? — Exclamo Alice radiante de alegría — Esa es mi materia favorita

— Y por eso Neville es el profesor — Sonrió Ann de medio lado, sabiendo que el rubio estaba haciendo un gran esfuerzo por no romper en llanto

— Será un placer tenerlo trabajando aquí, señor Longbottom — Dijo la profesora McGonagall con una leve sonrisa

— La materia queda en buenas manos — Dijo Dumbledore con un fulgor en la mirada

— Gracias — Agradeció Neville un poco sonrojado — Pero también tengo licencia de auror, aunque deje de ejercer hace años po…

— ¿Eres Auror? — Esta vez no fueron ni Alice ni Frank los que hablaron, sino Augusta que parecía gratamente sorprendida — Un digno Longbottom

— Por favor, mamá — Exclamo Frank con una leve mueca, no quería que su hijo tuviera que crecer con la presión de ser un heredero como él

— ¿Qué, no puedo estar orgullosa de mi nieto? — Pregunto Augusta frunciendo el ceño

— Si — Suspiró Frank rendido, no quería empezar una discusión con su madre, no ahora que su hijo estaba ahí

— ¿Fue en una misión cuando te hiciste eso? — Pregunto Sasha señalando las cicatrices del rubio

— Oh no — Sonrió Neville despreocupadamente — Pero seguro sale en los libros, así que ahorrare esa explicación

— ¿Por qué dejaste de ejercer? ¿Y qué es un auror? — Pregunto el señor Evans amablemente

— Los aurores son como los policías papá — Sonrió Lily amablemente, impaciente por conocer a sus hijos — Igual que el señor Moddy

— Espero que el Departamento de Aurores este en buenas manos — Gruño Moddy sin aparente interés

— Oh, lo está — Sonrió Neville enigmáticamente — Y creo que e…

— ¡Expelliarmus! — Exclamo repentinamente Moody, apuntando al rubio, que sacó ágilmente la varita y logro, a duras penas, desviar el encantamiento

— ¡¿Está loco?! — Grito Augusta dispuesta a sacar la varita

— Por favor abuela — Dijo Neville para calmarla, aunque sus padres tampoco se veían muy contentos — La verdad es que alguien nos advirtió que esto podría pasar

— ¿Ah sí? — Pregunto Moody jugando con la varita

— Alastor — Habló Dumbledore con calma — Te pido por favor que dejes de lanzar encantamientos contra nuestros invitados

— Tienen que aprender….

— ¡Alerta permanente! — Exclamaron todos los futuristas al unísono, sobresaltando a los presentes

— Es una regla que aun enseñan — Dijo Neville con una gran sonrisa

— Espero saber quién es el actual jefe de Departamento — Sonrió Moody de medio lado, satisfecho

— Y sobre la razón que lo deje, bueno, con los años dejaron de haber misiones realmente complicadas, así que no veía el caso seguir ahí, no era que no me gustará, sino que…bueno, la Herbología es lo que más me gusta — Comentó Neville encogiéndose de hombros — Así que después de un tiempo, la profesora Sprout tuvo que jubilarse y solicite el puesto. Además…

— ¿Además? — Pregunto Alice con un creciente pánico al pensar en las peores respuestas

— A mi esposa no le gustaba que pasará tanto tiempo en misiones — Dijo Neville con una gran sonrisa — Hannah, es una gran chica y estoy seguro de que la adoraran, fue Hufflepuff y no vino porque decidió quedarse a atender el Caldero Chorreante, cuidando de nuestros hijos, Frank de 1 año y Alice, una recién nacida

— ¿So…somos a…abue…abuelos? — Pudo articular Alice llevándose una mano a la boca sorprendida

— Así es — Sonrió Neville ampliamente

— Y les puso nuestros nombres — Murmuró Frank con una amplia sonrisa

— A Hannah le encantaron — Sonrió Neville de medio lado — Y creo que eso es todo

— Estoy muy orgullosa — Dijo Alice, abrazando nuevamente al rubio — De verdad lo estoy

— Yo también — Dijo Frank uniéndose al abrazo con una gran sonrisa, a la vez que Augusta secaba unas cuantas lágrimas de felicidad

— Vamos, seguimos nosotros — Dijo Ron sonriéndole al rubio y llevando consigo a Hermione

Neville bajo junto a sus padres y su abuela, yendo a sentarse junto a ellos, mientras saludaba a algunos de los presentes que había en el camino. Y cuando finalmente se sentaron, Cedric también decidió bajar y sentarse junto a los Gemelos Prewett, sonriéndoles, lo que ellos responden de la misma manera.

— Bien, nos toca — Sonrió Ron con cierto nerviosismo

— Espera — Dijo Lily algo confundida — Hermione ya se ha presentado

— Si, bueno, Herm decidió omitir algunas cosas para cuando llegáramos los demás tuvieran más sentido y que no la bombardearan con preguntas — Explico el peli-rojo con una media sonrisa

— De acuerdo — Sonrió Lily e hizo un movimiento de cabeza para que continuara

— Mi nombre es Ronald Billius Weasley y soy el sexto hijo…

— ¿Sexto? — Exclamo Arthur sorprendido, que ya estaba sonriendo desde el momento en que escucho hablar al peli-rojo

— Si, somos siete — Dijo Ron, aunque pocos notaron el tono de tristeza que invadió su voz

— Oh Arthur — Exclamo la señora Weasley con los ojos anegados en lágrimas mientras seguía acurrucando al bebe Percy

— ¡Vaya que necesitan buscar algo más que hacer! — Exclamo Gideón con una enorme sonrisa, que compartió con Fabián

— ¡Gideón y Fabián Prewett! — Exclamo Molly sonrojada y aun así lanzándole una mala mirada, que hizo que los gemelos se encogieran de hombros, intentando esconder sus sonrisas

— Continua, por favor — Pidió Arthur amablemente

— Estoy casado con Hermione Weasley, de soltera Granger…

— ¡Eso fue lo que obvio! — Exclamo Sirius sorprendido — Pues claro, Arthur y Molly no sabían ni siquiera que tendrían más hijos, ahora que aparezca su nuera…

— Exacto — Sonrió Hermione ampliamente — Lo siento — Se dirigió al matrimonio Weasley que negaron con la cabeza — Pero era mejor esperar a que Ron viniera y así podríamos explicarles las cosas

— ¿En qué trabajan? — Pregunto Augusta, que seguía sonriendo a su nieto

— Trabajo en el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas con Cedric, pero he pedido mi cambio al Departamento de Operaciones Mágicas Especiales — Sonrió Hermione ampliamente — Aunque también tengo operaciones de auror…

— ¿Todos son aurores? — Pregunto Moody enarcando las cejas con escepticismo

— La mayoría tenemos el examen — Dijo Neville amablemente — Pero no ejercemos por completo, solo cuando el jefe solicita nuestro apoyo

— Bien — Gruño Moddy no muy convencido

— Yo soy auror en activo — Dijo Ron con orgullo y sintiendo un poco el calor en las orejas y el rostro — Trabajo como mano derecha del jefe de Departamento de Aurores

— Le pediré que no intente probar a cada persona que se presente como auror — Intervino Ann mirando a Moody que estaba intentando hacerse pasar por inocente

Moody solo gruño cuando Dumbledore y McGonagall lo miraron a la espera de que aceptará.

— ¿Tienen hijos? — Pregunto Molly con un brillo en los ojos

— Aun no — Sonrió Ron algo sonrojado, pasando el brazo por los hombros de la castaña, sin notar que su esposa cruzo miradas con las chicas del futuro

— Eso es todo de nosotros — Sonrió Hermione dispuesta a bajar — Es su turno — Se dirigió a donde el azabache de gafas y la peli-roja de prominente vientre

— Bien — Suspiró el azabache un poco tembloroso

— ¿Miedo, Potter? — Susurró la peli-roja mientras este le ayudaba a ponerse de pie

— Tengo que decirle a tu padre que su hijita ya tiene un hijo y espera otro — Murmuró el azabache con una media sonrisa — Además de que tus tíos tampoco estarán muy alegres

— Déjamelo a mí — Sonrió la peli-roja guiñándole un ojo coquetamente, consiguiendo que el azabache soltara una risa que llamo la atención de los demás

Mientras ellos se colocan delante de los demás, Hermione y Ron bajaron hasta donde sus padres, recibiendo saludos efusivos por parte de la señora Weasley y el señor Weasley, aunque los gemelos Prewett también los felicitaban.

— Bien, tú comienza — Sonrió el peli-negro de la mano de la peli-roja

— ¿Puedes con un basilisco pero no con un par de personas? — Pregunto la peli-roja en voz baja, enarcando una ceja, haciendo sonrojar al azabache

— Te aseguro que el basilisco era menos peligroso — Murmuró

— Hola a todos — Sonrió la peli-roja negando con la cabeza — Mi nombre es Ginevra Molly Weasley y soy la séptima hija…

— ¡Una niña! — Exclamo Arthur radiante de alegría

— Tendremos una niña, Arthur — Sonrió Molly derramando un par de lágrimas

— Mamá, déjame terminar por favor — Sonrió Ginny enternecida, ella misma tuvo esa emoción de saber que sería madre cuando su primer hijo nació

— Oh querida, claro — Sonrió Molly secando sus lágrimas

— Weasley es mi apellido de soltera, ahora soy Potter…

— ¿Mi hijo? — Pregunto James pasando la vista de Ginny al azabache que sonreía

— Si papá — Sonrió Harry — Yo soy Harry James Potter Evans…

No necesito decir más, Lily Evans fue la primera en ponerse de pie y correr hasta donde su hijo, lanzándose a abrazarlo por el cuello a la vez que lloraba y murmuraba cosas poco entendibles por sus sollozos, Harry, algo sorprendido abrazo a su madre a la vez que sobaba su espalda en un intento por calmarla.

— Lo siento tanto — Exclamo Lily dejando el abrazo — Siento mucho haberte dejado solo…yo…

— No tienes que disculparte — Interrumpió Harry con una amable sonrisa, que por un momento le recordó a James — Ustedes no tuvieron la culpa de nada, no los culpamos de ninguna manera…

— Pero… — Esta vez fue James el que intento hablar, quien había caminado hasta ellos al poco de que Lily hubiera salido corriendo

— No son culpables — Dijo Harry firmemente — No fue culpa suya que Voldemort — Varios presentes se estremecieron — los asesinara, no fue culpa suya…

— Aun así, no pudimos protegerlos, nosotros no… — Lily había comenzado a llorar una vez más, rompiendo el corazón de los presentes, todavía ni siquiera estaba casada con James pero el amor de madre era mucho más fuerte que el tiempo mismo

— Nos protegieron — Interrumpió Harry con una radiante sonrisa, confundiendo a todos los que los veían — Siempre nos protegieron, y no lo digo solo porque si, tendrán que escuchar la lectura y se darán cuenta de que digo la verdad

No muy convencida, Lily secó sus lágrimas y se giró para ver a Ginny, que tenía un rastro de lágrimas en las mejillas, pero una gran sonrisa.

— Gracias por cuidar de mi hijo — Sonrió Lily abrazándola, teniendo cuidado con su estomago

— En realidad, es Harry quien cuida de nosotros — Sonrió Ginny abrazando ahora a James, sobando su vientre

— Solo tengo una pregunta — Dijo Sirius levantando su mano — ¿Cómo es que escogiste a la hija menor con siete hermanos mayores?

Algunos bufaron y otros se dividían entre lo divertido de la situación, sobre todo el grupo de hermanos peli-rojos que sonrieron orgullosos de causar tanto impacto.

— Pues seguramente lo sabes en el libro — Comento Ginny con una media sonrisa

— ¿Saldrá su relación? — Pregunto Remus un poco sorprendido, aunque parecía interesado, igual que los peli-rojo

— Seguramente — Murmuró Harry sonrojado y encogiéndose de hombros

— No tenemos todo el día — Dijo la peli-negra que estaba sujeta de uno de los gemelos Peli-rojo

— Va, ya sigo — Sonrió Ginny ampliamente — Después de graduarme hice las pruebas y soy jugadora profesional de Quidditch para las Arpías de Holyhead

— Ye te amo — Exclamo James con un brillo significativo en los ojos y una enorme sonrisa

—…lo sé — Sonrió Ginny con orgullo — Aunque estoy pensando retírame más adelante y ser corresponsal de quidditch para El Profeta, aunque también tengo el examen de auror, pero estoy inactiva y el jefe no me llama muy seguido…

— Pues eso es bueno — Dijo Molly con el entrecejo ligeramente fruncido — Vas a tener un hijo y tienes que cuidarlo

— ¿Por qué no te llaman tanto? — Pregunto James algo confundido, si su nuera podía jugar quidditch sabía perfectamente que podía hacerle frente a unos cuantos mortifagos

— Seguro que eso puede responderlo el jefe — Sonrió Ginny — Te toca

— Bien — Sonrió Harry — Trabajo en la Oficina de Aurores, como jefe del Departamento…

— ¡Eso es muy peligroso! — Exclamo Lily algo pálida

— En realidad es un trabajo muy bueno — Sonrió Harry encogiéndose de hombros ligeramente — Trabajo con Ron, además de que como han dicho Nev y Ginny, algunas veces los llamo pa…

— Lo llamas a él — Dijo Ginny seriamente — A mi casi no me llamas…

— Ya hemos hablado de esto Gin — Dijo Harry suspirando — Tienes muchos entrenamientos de las Arpías, además cuando llego James menos te llamaría, ya era malo que uno de nosotros tuviera que arriesgarse…

— Pues sigo pensando que puedo ir — Dijo cruzándose de brazos

— ¿Quién es…James? — Pregunto la señora Potter con la voz ligeramente temblorosa

— Oh cierto — Sonrió Harry de medio lado, con algo de nervios pues no sabía muy bien cómo responderle a su abuela — James Sirius Potter Weasley es nuestro primer hijo, y Ginny ahora está esperando gemelos

— ¿Somos abuelos? — Pregunto Lily atónita

— ¿Le pusiste mi nombre? — Pregunto Sirius con voz apenas audible

— Así es — Sonrió Harry abrazando por los hombros a Ginny

Sirius se puso de pie y fue a abrazar a su ahijado y luego a la peli-roja, dándoles las gracias por haberle puesto su nombre a su primer hijo, aunque no lo dijera, escuchar legalmente su nombre junto al apellido de la familia que lo había acogido le hizo sentir realmente parte de la familia.

Mientras que Walbura y Orión parecían algo sorprendidos, sabían que su hijo era apegado a los Potter, pero nunca imaginaron que el hijo de James y Lily fuera a ponerle su nombre a su primogénito.

— Bueno, eso es todo de nuestra parte — Informó Harry tomando la mano de Ginny para bajar — Tienes que ir a sentarte, vamos

— Me cuidas demasiado Potter — Sonrió Ginny, pero al cruzar miradas con el azabache se dio cuenta de que sus esmeraldas ojos estaban menos alegres que de costumbre y supo el motivo — No te preocupes — Dijo dándole un beso en la mejilla

Cuando bajaron pudieron abrazar a sus padres, tanto del azabache como de la peli-roja, igual que a sus abuelos, los Evans y Potter, a quienes conocían por primera vez, incluso los amigos de sus padres los saludaron con alegría. Pero tan vez lo más sorprendente de todo fue cuando Harry saludo amablemente a Petunia, aunque pasó olímpicamente por alto la presencia de Vernon Dursley, que realmente no parecía muy interesado en que le hablara.

— Nos toca — Sonrió el peli-rojo de mayor estatura, que tenía unas cuantas cicatrices en el rostro e iba junto a una mujer de rubios cabellos — Yo soy William Arthur Weasley, hijo mayor del matrimonio Weasley…

— ¿Yo? — Exclamo el pequeño Bill que estaba junto a sus padres — ¿De verdad?

— Así es — Sonrió el Bill mayor

Egas muy mono de pequeño — Sonrió la mujer a su lado

— Trabajo como rompe maldiciones para Gringotts — Sonrió Bill ampliamente — Y tranquila mamá, es un buen trabajo

— Pero peligroso — Dijo Molly mientras el pequeño Bill corría a su yo futuro y lo abrazaba

Pero en ese momento, justo después de que el pequeño Bill se abrazara a su futuro yo, este se fundió de alguna manera que dejo un rastro de pequeñas luces blancas.

— ¿Dónde está mi pequeño? — Pregunto la señora Weasley poniéndose de pie rápidamente

— No se preocupe señora Weasley — Dijo Ann intentando tranquilizarla — Ya esperaba que esto pasara….

— ¿Cómo es que tu esperas todo y nosotros no sabemos nada? — Pregunto Harry enarcando una ceja

— Se varias cosas — Sonrió Ann encogiéndose de hombros — Lo que pasa es que no puede haber dos personas, aunque sean de diferentes épocas, como ahora, en el mismo lugar, así que por decirlo de alguna forma, se unen en una sola, como el pequeño Bill aun no entiende mucho fue la mente del Bill de mi época el que decidió permanecer en su edad actual, pero cuando terminemos de leer ambos volverán a separarse

— ¿Segura que estan bien? — Pregunto la señora Weasley no muy convencida

— Totalmente — Sonrió Ann dándole una sonrisa tranquilizadora, y aunque no totalmente convencida, la señora Weasley volvió a sentarse con el pequeño Percy en brazos

— Bien — Sonrió Bill un poco confundido — Estoy felizmente casado con Fleur Weasley de soltera Delacour…

— ¿Francesa? — Pregunto Gideón con una pícara sonrisa

— Sí — Sonrió Fleur amablemente — Soy ogigingia de Fgancia, pog eso mismo estudie en Beauxbatons y no en Hogwagts y trabajo actualmente en Ggingotts

— ¿Cómo se conocieron? — Pregunto Arthur con amabilidad

— Seguro que sale en los libros, al menos la parte donde nos vimos por primera vez — Sonrió Bill de medio lado —, ahora tenemos tres hermosos hijos, Victoire de 5 años, Dominique de 3 años y nuestro pequeño Louis de 3 años

— Tenemos tres nietos — Murmuró Molly con lágrimas en los ojos — ¿Y dónde están ellos, con quien los dejaron?

— Los estas cuidando tu — Sonrió Bill ampliamente

— ¿Y qué hay de James? — Pregunto la señora Evans con cierta preocupación

— También esta con la señora Weasley — Sonrió Harry de medio lado, aunque sabía que en el fondo eso no era cierto

— ¿No podrías decirme Molly, Harry querido? — Pregunto Molly con un ligero movimiento de cabeza

— Ni lo intentes mamá — Sonrió Ginny ampliamente — Por años hemos intentado que te llame por tu nombre y es un caso perdido

— Es la costumbre — Sonrió Harry encogiéndose de hombros

— Eso es todo — Sonrió Fleur ampliamente — Su tugno, hegmanita

El matrimonio Weasley-Delacour bajo hasta donde la demás familia Weasley y Prewett estaban sentados, saludando a todos los que estaban a su paso, dejando a otro par de jóvenes pasar, un peli-rojo más, seguido de una rubia de menor estatura y algo más joven.

— Hola a todos — Sonrió el peli-rojo con una gran sonrisa — Mi nombre es Charles Weasley y soy el segundo hijo del matrimonio Weasley-Prewett

— ¿Por qué tienes tantas cicatrices? — Pregunto el Charlie pequeño, curiosamente

— Por mi trabajo — Dijo Charlie tragando saliva presintiendo lo que su madre haría en cuanto se enterara — Trabajo en Rumania criando dragones…

— ¡¿Dragones?! — Exclamo Molly poniéndose de pie notablemente pálida

— Es mucho más seguro de lo que crees mamá — Sonrió Charlie al ver que su reacción no fue tan explosiva como imagino

— ¿De verdad vamos a trabajar con dragones? — Pregunto el pequeño Charlie con una enorme sonrisa, corriendo a donde su futuro yo

Y cuando llegó hasta él, una vez más se fundieron en uno solo, el mismo que permaneció fue el Charlie mayor.

— Después de eso — Sonrió Charlie nerviosamente — Estoy felizmente casado con Gabrielle Weasley, de soltera Delacour

— ¿Delacour? — Pregunto Sasha sorprendida, pasando la vista de Fleur a Gabrielle

— Así es — Sonrió Gabrielle tomada del brazo de Charlie — Soy la hegmana menog de Fleur

— ¿Cuál es la diferencia? — Pregunto James curioso

— Son once años — Suspiró Charlie a la espera de una reacción mala por parte de los presentes, pero en cambio solo parecían sorprendido

— Somos muy felices — Sonrió Gabrielle recargándose en el hombro de Charlie — Nos costó un poco que lo aceptagan, pego al final lo hiciegon y somos muy felices, aunque aún no hemos hablado sobge teneg hijos

— Eso es todo de nosotros — Sonrió Charlie tomando la mano de Gabrielle para bajar a donde su familia los esperaba con enormes sonrisas

Y ahora fue turno de tres personas de adelantarse, los gemelos peli-rojos y la chica de azabaches cabellos. Los tres con enormes sonrisas.

— Hola gente del pasado — Saludo uno de los peli-rojos, que paso el brazo por los hombros de su gemelos

— Es turno de que se presentes los últimos Weasley — Sonrió el otro gemelos con gran sonrisa

— Nosotros somos Fred y George Weasley y somos los cuartos y quintos hijos del matrimonio Weasley-Prewett — Dijeron ambos al unísono con iguales sonrisas

— Un momento — Dijo Molly poniéndose de pie con el bebé en brazos — Dicen que los últimos Weasley en presentarse, pero, y Percy…

El silencio reino el lugar, todos los futuristas permanecieron en silencio y con muecas de tristeza, Molly comenzó a derramar lágrimas silenciosas, mientras negaba con la cabeza y acurrucaba a su bebe con delicadeza.

— Mamá — Habló Fred, que de todos era el más pálido — Hace años, durante la guerra…hubo una explosión y…Percy, él no…

— ¡No, mi bebe no! — Exclamo Molly aferrándose con fuerza a su bebe mientras seguía sin apartar la vista de él — Mi pequeño

Arthur se puso de pie y abrazo a ambos, a su esposa y a su hijo pequeño, que dormía plácidamente, ajeno al dolor de su madre y al futuro que le esperaba. Mientras los presentes parecían consternados, las madres presentes y futuras derramaban lágrimas, los hombres parecían incapaces de decir algo, de todos eran los futuristas los que parecían más tranquilos, después de todo llevaban años de aceptar que Percy no estaría más con ellos.

— Percy es una de las personas que perdimos — Comenzó hablando Ann, que se aferró fuertemente a la mano del rubio a su lado, seguía exhausta y aun así seguía de pie — Él es una de las personas que esperamos recuperar una vez la lectura termine, es difícil para usted escucharlo, pero piense que él bebe que tiene en sus manos nunca va a tener ese final

— Por favor mamá — Sonrió Bill tristemente, abrazando a su madre — Siéntate y deja que Fred y George se presenten

— Bien — Murmuró Molly sentándose aferrándose fuertemente a su bebe

— De acuerdo — Dijo George dándole palmaditas en la espalda a su gemelo, que era el más pálido — Bien pues, nosotros no terminamos Hogwarts…

— ¿Qué? ¿Por qué? — Exclamo Molly, quien a pesar de todo les lanzo una mirada molesta, que no tuvo su total efecto por sus ojos enrojecidos por el llanto

— Nuestro último año resulto…complicado — Dijo Fred encogiéndose de hombros — Pero descuida, actualmente somos empresarios y nuestro emporio se ha extendido por todo el mundo

— ¿De qué es su empresa? — Pregunto Sirius con una gran sonrisa

— Artículos de broma — Dijeron ambos gemelos con alegría

— ¿Artículos de broma? — Repitió Molly algo escéptica

— Mamá — Llamo Ron con serenidad — No estabas de acuerdo en el futuro, pero te aseguro que con lo que vamos a leer te darás cuenta de que es el mejor trabajo para Fred y George

— Bien — Murmuró Molly no totalmente convencida — ¿Estan…casados?

— Si — Sonrió George — Estoy casado con Angelina Johnson y tenemos un hijo de un año, llamado Fred

— ¿Dónde está ella? — Pregunto Arthur sonriendo, intentando que su mujer se centrara en otras cosas

— Tuvo que quedarse — Sonrió Fred encogiéndose de hombros

— ¿Ustedes también son aurores? — Gruño Moody escéptico

— No — Sonrió Fred — De nuestra familia son solo Ron y Ginny, nosotros ya teníamos nuestro negocio, Bill y Charlie ya trabajan así que no les intereso

— Bueno, eso es todo de mi parte — Sonrió George bajando las escaleras — Es tu turno

— Vale — Sonrió Fred abrazando por los hombros a la peli-negra — Yo estoy felizmente casado con esta hermosa chica

— Hola — Sonrió la peli-negra — Mi nombre es Cassandra Lyra Black…

— ¡¿Qué?! — Exclamaron todos los pertenecientes a la familia Black

Walbura y Orión pasaron la vista a su hijo menor, puesto que sus sobrinas, Narcisa y Bellatrix se casarían con alguien más, aquella chica no podría ser su hija. Y además, los ojos claros y su cabellera negra, junto a su porte refinado era toda una Black.

—…Potter — Terminó la oración con una gran sonrisa

Ahora no hubo sorpresa, sino que hubo silencio, si en algún momento Regulus pensó que aquella chica era hija suya ahora perdió toda esperanza, en su sano juicio se metería con la menor de los Potter, pero si no era él…eso significaba que esa chica era hija de…

— ¿Mi hija? — Pregunto Sirius poniéndose de pie lentamente

— Si papá — Sonrió Cass con una amplia sonrisa — ¿Mamá, no dirás nada?

La menor de los Potter estaba boquiabierta, parecía un pez fuera del agua, abriendo y cerrando la boca un par de veces, sin poder articular una palabra u oración coherente.

— ¿De verdad me case con Sasha? — Pregunto Sirius girándose para ver a la chica

— Es verdad — Sonrió Cass, esperando que algo más sucediera

— Vaya — Exclamo Frank rompiendo el breve silencio que había en la sala — Creí que nunca vería este momento, ya no tendremos que soportarlo todas las noches repitiendo "Sé que ella no me quiere"

— ¡Frank! — Exclamo Sirius sonrojado

— Es la verdad — Sonrió Remus en la espera de que algo más sucediera — Teníamos que escucharte siempre repitiendo lo mismo

— Pero…pero…Sirius siempre…siempre ha estado con…media escuela — Sasha finalmente pudo articular algo y parecía decepcionada, como si ella fuera otra más de la lista

— ¿Qué significa eso, Sirius? — Pregunto la señora Potter enarcando una ceja, un poco contrariada por el asunto que molesta

— Mamá Euphemia… — Dijo Sirius nerviosamente, y Cass sonrió —…bueno, es cierto que he hecho algunas cosas…

— ¿Algunas? — Pregunto Alice enarcando una ceja

— ¡Bueno, he metido la pata muchas veces! — Exclamo Sirius sonrojado — Pero siempre me he cuidado, papá Fleamont se encargó de que supiera todo lo que hay que saber para cuidarme y no meter más la pata

— Al menos eso es bueno — Murmuró Euphemia no tan convencida

— Pero…pero lo has hecho — Dijo Sasha con los ojos ligeramente acuosos

— ¡Por Merlín Sasha! — Exclamo Sirius tomándola de los hombros, cuando aún ella permanecía sentada — ¿Ves eso? — Apuntó a Cass — Tendremos una hija, si…

— En realidad somos dos — Interrumpió Cass con una sonrisa, la verdad es que le gustaba ver a sus padres interactuando ya que no los vio mucho tiempo juntos

— ¡Lo ves, dos hijos! — Exclamo Sirius como si fuera lo más obvio — ¡Y si no es suficiente, que sepas que he estado enamorado de ti desde la primera vez que James nos presentó!

— Pero ni siquiera me mirabas — Dijo Sasha poniéndose de pie y enfrentándolo — No me mirabas y solo me hacías bromas, después te empezaste a revolcar con medio Hogwarts…

— ¡Éramos aun niños! — Dijo Sirius seriamente — No sabía cómo llamar tu atención po…

— Pero eres Sirius Black — Exclamo Sasha seriamente — Todas las chicas caen ren…

— Tú no eres todas las chicas — Exclamo Sirius seriamente — Cuando me di cuenta de que me gustabas ya nos llevábamos mejor, no quería echar a perder nuestra amistad y además, eres la hermana menor de mi mejor amigo…aunque el termino enterándose tiempo después. Pero la verdad es que te amo Sasha, en verdad y mira, tendremos dos hijos, por favor

— ¿Lo dices, de verdad? — Pregunto Sasha con esperanza

— Claro que si — Exclamo Sirius sonriendo ampliamente

— Sirius — Llamo Fleamont con una media sonrisa — Cuida de mi pequeña

— Lo hare — Sonrió Sirius para girarse a ver a Euphemia y James

La señora Potter le sonrió en conformidad y James se puso de pie y le dio un fuerte abrazo, mientras despeinaba a su hermana con cariño.

— Ahora que quedo eso arreglado — Sonrió Cass ampliamente — Yo también juego para las Arpías de Holyhead

— ¿De verdad? — Pregunto Sirius con un brillo en los ojos

— Si, aunque igual tengo mi examen de auror — Sonrió Cass ampliamente — Pero igual, estoy inactiva y solo me llaman en ciertas ocasiones

— Así es — Sonrió Fred como si la noticia lo aliviara — Y somos padres de una pequeña niña de un año, Molly

— ¿Le pusieron mi nombre? — Pregunto Molly enternecida

— Por supuesto que si — Sonrió Fred ampliamente

— Tengo una pregunta — Dijo Sasha levantando la mano, ahora que estaba sentada junto a Sirius — Creí que no te gustaba la tradición familiar, aun así Cass tiene el nombre de una estrella

— En realidad papá no tiene nada contra la tradición — Sonrió Cass amablemente — Le parece un poco interesante

— Eso es verdad — Sonrió Sirius de medio lado — Aunque Lyra, supongo que pudo haber un nombre más lindo

— En realidad papá — Dijo Cass algo contrariada — Tu escogiste mi nombre

El mencionado se sonrojo, pero aun así sonrió.

— En fin, eso es todo de nuestra parte — Dijo Fred abrazando a Cass y bajando a saludar a su familia, que los recibió con los brazos abiertos

Y ahora fue turno de una nueva pareja de subir al frente, un chico peli-negro y una rubia de largos cabellos.

— Hola — Sonrió la rubia soñadoramente — Mi nombre es Luna Black…de soltera Lovegood

— ¿Mi hija? — Pregunto Xenoliphius apuntándose a sí mismo en busca de una confirmación

— Si, hola papá, hola mamá — Sonrió la rubia saludando con un movimiento de mano

— Hola cariño — Sonrió Pandora respondiendo con un movimiento de mano

— Yo soy Daniel Corvus Black — Sonrió Dan ampliamente

— ¿Gemelos? — Articulo Sasha un poco sorprendida, viendo de Cass a Dan

— Si, la tradición no se pierde — Sonrió Dan amablemente — Ambos tenemos el examen de auror, aunque estamos inactivos, pero somos Magizoologista y hemos viajado mucho

— Además, me hago cargo de la revista de papá, El Quisquilloso — Sonrió Luna soñadoramente

— ¿Tiene hijos? — Pregunto Pandora soñadoramente

— Si, dos gemelos — Sonrió Luna ampliamente — Lorcan y Lyssander Black

— Son bellos nombres — Sonrió Xenoliphius ampliamente

— Eso es todo — Sonrió Dan pasando su brazo por los hombros de Luna y bajando para recibir a sus familias

— Es su turno — Susurró Ann a los que faltaban

— ¿Estás segura? — Pregunto el moreno con nerviosismo — Estamos en una sala donde la mayoría de los presentes son Gryffindor y nosotros…

— No tengan miedo — Sonrió Ann ampliamente — Además, la peor parte hemos de llevarla nosotros, no todos los días te topas con una pareja tan…particular

— Vale, vamos — Sonrió el moreno caminando al frente junto a la peli-negra

— Hola — Sonrió la peli-negra con algo de nervios — Mi nombre es Pansy Zabine, de soltera Parkinson y estoy casada con Blaise Zabine…

— Parkinson y Zabine — Dijo Narcisa sorprendida

— Si, esas familias — Sonrió Blaise amablemente

— Espera, estaba establecido que nuestro heredero se casaría con la heredera de los Parkinson, ¿por qué estas con un Zabine? — Exclamo Lucius molesto

— Las circunstancias nos hicieron cambiar de opinión — Dijo Pansy sencillamente — Estoy felizmente casa con Blaise y soy parte del Departamento de cooperación mágica internacional

— Y yo soy parte del Departamento de deportes y juegos mágicos — Sonrió Blaise ampliamente — Ver tantos partidos de quidditch tuvo su efecto

— Y…tengo un mes de embarazo — Sonrió Pansy abiertamente, sobando su apenas perceptible vientre

— Felicidades

— Que sorpresa

— Increíble

Fueron solo algunos de los comentarios de felicitaciones para los futuros padres, y aunque no totalmente alegres, los Gryffindor los recibieron cuando fueron a sentarse junto a sus amigos —que fue más sorpresa verlos llevarse bien con los suyos—, aunque debían admitir que ellos eran algo diferentes a los Slytherin que ellos conocían. Aunque de todos, era Sirius el que parecía más reticente.

Ahora fue turno de una rubia de largos cabellos y un castaño de cortos cabellos de pasar al frente, tomados de la mano y sonriendo.

— Bueno, yo soy Daphne Nott, de soltera Greengrass

— Y yo soy Theodore Nott

— ¿Greengrass y Nott? — Pregunto Severus sorprendido, la verdad es que esas familias venían llevándose más desde hace años

— Si, es una sorpresa — Sonrió Daphne amablemente — Pero nuestra generación rompió más esquemas de los que podrían imaginar

— Y aunque cometimos errores — Dijo Theo con una leve mueca — Nos hemos redimido y aprendido de ellos. Trabajo en el Departamento contra el uso indebido de la Magia y no soy auror

— ¿Trabajas defendiendo a los asque….?

— Si se refiere a que trabajo haciendo cumplir la ley para el cuidado y buena relación entre muggles y magos, si, lo hago — Dijo Theo fríamente, girándose a ver a su esposa

— Yo trabajo en Gringotts junto a Fleur — Sonrió Daphne ampliamente — Y tampoco soy aurora

— Eso es todo — Sonrió Theo bajando y yendo a sentarse con los demás

En cuanto ellos procedieron a tomar sus lugares, fue turno de otra pareja de pasar al frente, una castaña de largos cabellos y un rubio de robusta complexión, que iban tomados de la mano.

— Ho….hola — Sonrió el chico con nerviosismo — Yo soy….Dudley Dursley…

— ¡¿Tú?! — Exclamaron James, Lily, Vernon y Petunia sorprendidos

— Si, yo — Dijo Dudley nerviosamente — Hola tía Lily, tío James, mamá…Vernon

Eso sorprendió un poco a los presentes, pues justo igual que como había pasado con Harry este solo saludo a su madre, llamando por su hombre a su padre.

— ¿Cómo me llamaste? — Exclamo Vernon furioso

— Vernon, ese es tu nombre — Respondió Dudley con valentía, ignorando las muecas de rabia de su padre — Y antes de seguir con mi presentación, tía Lily, tío james, abuelos…les pido una disculpa por todo lo que han leído y leerán de mi

— ¿Lo dices de verdad? — Pregunto James algo escéptico

— Por supuesto — Dijo Dudley rápidamente

— Papá — Llamo Harry, que hasta ese momento había estado acariciando el vientre de Ginny y susurrándole algunas cosas a la peli-roja — Dudley cambió, ahora tenemos una mejor relación, y en ese aspecto es mejor que los demás libros se narren desde la perspectiva de Lily, yo no lo pintaría muy bien que digamos

— ¿Estás seguro de eso? — Pregunto James nuevamente — Porque parece que va a tener la misma opinión que sus padres sobre la magia

— En realidad cambio — Sonrió la castaña a su lado, tomando a Dudley de la mano — Sino lo hubiera hecho, jamás se hubiera casado conmigo, soy Astoria Dursley, de soltera Greengrass

— ¿Una bruja? — Pregunto Petunia sorprendida — ¿Te casaste con una bruja?

Petunia no parecía enfadada, sino más bien sorprendida, pero Vernon era todo lo contrario. Estaba rojo de furia y no pudo contenerse más.

— ¡¿Cómo te atreves?! — Estaba de pie, completamente rojo — ¡No puedo creer que a pesar de toda la educación que te dimos te hayas terminado enredando con…con…una!

— No te atrevas a decir algo sobre Astoria — Exclamo Dudley bajando y plantándole cara a su padre, que en ese momento era más bajo que él — La educación que me diste fue lo peor que me pudiste dar, no fue hasta que Ann me hizo ver las cosas que comencé a cambiar, así que no tienes derecho a decir nada sobre mi vida o mi familia

Vernon parecía dispuesto a levantarle la mano a su hijo —que era mucho mayor y fuerte que él—, pero parece que todos sintieron el peligro.

— Ni lo pienses Vernon — Exclamo Petunia seriamente — Deja en paz a mi niño

— Pero…

— Sin peros Vernon — Dijo el señor Evans seriamente — Mejor siéntate Vernon y deja que mi nieto termine de hablar

Murmurando cosas inentendibles, Vernon volvió a sentarse, y aunque parecía tener intención de compartir sus pensamientos con Petunia, la cual en verdad no parecía muy interesada en escucharlo, sino en escuchar a su hijo.

— Trabajo en el Departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas — Sonrió Astoria ampliamente

— Y yo trabajo como abogado en una firma muy importante — Sonrió Dudley orgulloso

— Pero en el capítulo que acabamos de leer ni siquiera sabias contar — Dijo Remus algo escéptico

— Después de todo tuve que esforzarme más — Sonrió Dudley de medio lado — Sobre todo después de que conocí a Astoria en una reunión con Harry y Ann a la que me invitaron, tuve que esforzarme y demostrar que cambie, pues Astoria sabía varias cosas de las que yo había hecho a Ann y Harry

— Al final lo consiguió — Dijo Astoria abrazándose al brazo de Dudley — Me convenció a mí y a todos que había cambiado, y ahora estamos felizmente casados y tengo tres meses de embarazo

— ¿En serio? — Pregunto Petunia con un brillo especial en la vista, pasando de su hijo a su nuera

— De verdad — Sonrió Dudley abrazando a su esposa — Y eso es todo por nuestra parte, los siguientes

Dudley y Astoria bajaron y fueron a saludar a su familia, Petunia los recibió bien a ambos, igual que el matrimonio Evans, los Potter y amigos, por otro lado, recibieron encantados a Astoria, pero seguían un poco escépticos con respecto a Dudley, quien acepto que ganar la confianza de ellos costaría más de lo que pensó.

— ¿Cómo crees que lo tomen? — Pregunto Ann al rubio

— Seguramente, mal — Aceptó el rubio sin esperanza aparente — Pero hemos pasado por mucho más, podremos con esto — Sonrió tomándole la mano en señal de apoyo

— No me sueltes — Dijo Ann dándole un apretón y pasando al frente

Y fue justo ahí cuando todos comenzaron a notar que algo particular sucedía con ellos, pues quedaba claro que la peli-roja no era otra que la hija del matrimonio Potter-Evans, pero si se veía con más detenimiento al rubio, podían ver cómo era muy parecido a Lucius, aunque sus ojos grisáceos eran toda confirmación de su unión a una Black.

— Mi nombre es Annette Lily de soltera Potter Evans — Sonrió Ann ampliamente — Y estoy casada con…

— Yo soy — Comenzó el rubio al notar la mirada de la peli-roja en él — Draco Malfoy y su esposo

El infierno se desato, primero hubo un abrumador silencio y después un grito que sobresalto a todos, era Lucius quien tenía la varita lista para atacar y su rostro habitualmente pálido, estaba un poco sonrojado pero por el enojo.

— ¡Con una asquerosa traidora! — Exclamo dando algunos pasos con aura amenazadora hacia ellos — ¡No eres digno de llevar el apellido Malfoy, eres una deshonra para todos nosotros! ¡Con una Potter, solo falta que me digas que también te enredaras en el futuro con un Weasley!

— Cállate — Exclamo Ann fríamente, con una mueca de desagrado que ocasiono la risa de los futuristas — ¿Ustedes de que se ríen? — Pregunto confundida

— Es que ese gesto…fue tan… — Cass no podía articular la frase por completo

— Fue un gesto muy de mi madre — Sonrió Draco pasándole el brazo por los hombros y acercándola a él — Fue el mismo gesto que hace mi madre cuando algo realmente le disgusta

— ¿Tu madre? — Pregunto Andrómeda con cautela

— Narcisa Black — Sonrió Draco y la mencionada dio un brinco por la sorpresa — Actualmente sigo teniendo el apellido Malfoy, pero no tengo relación alguna con Lucius

— ¿Qué? — Pregunto este sin miramientos, acercándose más a ellos

— Ni se le ocurra acercarse — Exclamo Ann apretando fuertemente la mano del rubio, a pesar de todo y del tiempo, Lucius seguía teniendo cierto efecto en él — Hizo mucho daño, a muchas personas

— Y por creerte, hice daño a muchas personas — Dijo Draco envalentándose

— Le pido, señor Malfoy, regrese a su lugar y baje su varita — Dijo Dumbledore con aparente calma, aun que había un grado de amenaza en su voz, pero su mirada brillaba cada que veía a la pareja Malfoy-Potter

— ¿Por qué un Malfoy? — Pregunto James seriamente — Seguro que sabes todo lo que su padre ha hecho, es un mortifago declarado y su familia vive para los ideales de Voldemort, los Black, exceptuando a Sirius, son sus seguidores, viene de una familia de mortifagos y….

— Papá — Atajo Ann frunciendo el ceño — Algo que tienen que entender, no solo por mi matrimonio, sino por los próximos hechos a leer, es que no todos los Slytherin son malos — Los Slytherin que venían del futuro sonrieron, Andrómeda sonrió, incluso Regulus, Severus y Narcisa cruzaron miradas significativas entre ellas — No todos los Hufflepuff son débiles — Cedric sonrió orgulloso y Neville recordó a su esposa — No todos los Ravenclaw son presuntuosos — Pandora, Xenoliphius y Luna sonrieron orgullosos de su casa — Y no todos los Gryffindor son valientes

Eso genero varias contradicciones entre los Gryffindor de la época actual que se encontraban en la sala, pues los futuristas entendieron muy bien las referencias de cada una de sus palabras.

— No lo creo — Dijo Sirius firmemente — Todos los Slytherin que conozco son malos…

— ¿Qué hay de mí? — Exclamo Andrómeda escéptica

— Bueno, tu eres la excepción — Sonrió Sirius de medio lado — Pero además de ti, no conozco a ningún…

— Pues yo si — Dijo Ann seriamente, supo desde un principio que sería Sirius el más difícil de convencer, pero esperaba que fuera un poco más fácil que ahora, aunque supuso que los años si le habían hecho madurar — Conozco muchos Slytherin que renegaron de sus creencias, que fueron heroes a pesar de haber cometido errores, los redimieron

— ¿Y qué me dices de los Gryffindor? — Pregunto Sirius a la defensiva

— No es algo agradable — Dijo Ann frunciendo los labios — Pero lo entenderán cuando llegue el momento, ahora si nos permiten queremos seguir…

— Bien — Suspiró Draco sin soltar la mano de Ann — Soy actualmente profesor de pociones en Hogwarts, aunque también tengo el examen de auror, vivimos cerca de La Madriguera, a ambo…

— ¡Eres una vergüenza! — Grito Bellatrix repentinamente, poniéndose de pie y cruzando la sala hasta quedar a pocos metros de Draco, con la varita levantada — ¡Eres una verdadera vergüenza para la familia, no puedo creer que…que estés con estos asquerosos traidores a la sangre y los sangre s….!

Todos parecían alerta por si en cualquier momento Bellatrix se atrevía a usar la varita para atacarlos, pero fue Ann la que se les adelanto y sin soltar su agarre con el rubio se puso al frente de él.

— Tú, eres la última persona que quiero ver en mi vida — Hablo Ann, fría y pausadamente, aferrando por dentro del bolsillo de su vestido la varita — Espero que te comportes, porque te juro que he estado conteniéndome para no ir a atacarte, o si te atreves a usar la varita contra mi familia, desearas no haberlo hecho

— ¿Quién va a detenerme niñita, tú? — Pregunto Bellatrix con una sonora carcajada

— Es suficiente señorita Black — Exclamo la profesora McGonagall bajando y caminando hasta donde ellas — Baje su varita y vuelva a su lugar

Bellatrix no parecía tener intención de hacerlo, pero cruzo miradas con su tía Walbura y con un leve —casi imperceptible— movimiento de cabeza le indico que volviera. Bajo lentamente su varita y sin apartar la vista de la peli-roja volvió a su lugar.

— Déjalo de una vez — Exclamo Severus que veía como Bellatrix seguía viendo a la peli-roja, que definitivamente era una calca de su madre

Ann soltó un jadeo e intento correr hasta donde Severus con la intención de darle un fuerte abrazo, pero Draco la detuvo y le sonrió dulcemente.

— Aun estas muy débil y no creo que quieras dar más explicaciones por el momento

— Pero….

— Ya habrá tiempo — Aseguró el rubio

— Bien — Suspiró Ann rendida — Yo no trabajo en el Ministerio, soy Sanadora y trabajo en San Mungo, aunque de vez en cuando acudo a Hogwarts y ayudo a Madam Pomfrey, sobre todo cuando son los juegos de quidditch

— Y tenemos una hija, Gabrielle de 16 años — Sonrió Draco abrazando a la peli-roja

— ¡¿Tú…te atreviste a…a…embarazar a mi pequeña?! — Exclamo James rojo de furia

— ¿Puedes hacer la cuenta? — Pregunto Ann enarcando una ceja — Gaby tiene 16 años y nosotros 27, ¿qué edad teníamos cuando ella nació?

— Tenían…11 — Dijo Remus sorprendido

— Así es, dudo que con 11 años pudiéramos hacer…algo — Dijo Ann ligeramente sonrojada

— ¿Entonces? — Pregunto Lily confundida

— Ya se enteraran en la lectura — Sonrió Ann de medio lado — Y eso es todo

Bajaron a donde los demás y conocieron a sus abuelos, e igual que Dudley y Harry, Ann solo saludo a Petunia, ignorando por completo a Vernon, que parecía estar aguantando por decir algo más. Y aunque su madre recibió con los brazos abiertos a Draco, igual que sus abuelos maternos, sus abuelos paternos y demás amigos no parecían especialmente contentos, pero seguía siendo Harry el que parecía igual de escéptico que Sirius, a pesar de todos los años de llevarse bien con Draco.

Esperaba que cuando se empezará a leer lo que ella narraba —y donde claramente Draco tenía una actitud diferente— todos entendieran un poco más como es que llego a enamorarse de él, aunque también supo que lo que iba a narrar Harry en ese primer año no iba a ser especialmente bueno y no ayudaría mucho a la opinión de los demás.

Una vez más se sentó junto a Draco y junto a sus amigos, con sus padres y abuelos sentados en sillones detrás de ellos. Pero a pesar de todo, era Dumbledore el que tenía una sonrisa brillante desde el momento en que escucho la unión de dos jóvenes de las casas más diferentes entre sí, sobre todo de dos apellidos que se tienen tanto rencor entre sí.

— Bien, ¿Quién iba a leer? — Pregunto Ann con una sonrisa

— Yo — Dijo Sirius algo reticente de verla ahí sentada con el rubio, aun así tomo el libro y se acomodó para poder leer — El capítulo se llama Las cartas de nadie

Sirius se acomodó en su asiento —ahora al lado de Sasha, con Cass y Dan, junto a su esposo y mujer respectivamente— y acomodo el libro en el pedestal, dispuesto a leer.