LA PLAYA
DISCLAIMER: Estos personajes pertenecen a JRR Tolkien y su obra The lord of The Rings; Éomer; Lothíriel, Faramir y Éowyn son como los dust bunnyes y viven dentro de mi closet: D.
DEDICATORIAS Y RESPUESTAS A REVIEWS:
Al que finalmente le dije que si en un altar y es para siempre.
A Mushin por estar ahí y apoyarme siempre.
A Laurelin si efectivamente tuve una falta de inspiración muy muy larga..
A Hada por darme motivos para seguir escribiendo.
Y a todos por la larga espera so sorry el matrimonio, la maternidad y todo lo que me ha pasado últimamente pues no me daban tiempo para escribir.
Al regresar al palacio; Éomer se topo con una sorpresa, el palacio había sido engalanado y el banquete estaba servido, fuentes de mariscos y distintas clases de pescados se habían servido; Elphir, Erchirion, Amrothos y Faramir aguardaban a los novios en la mesa; por su parte el príncipe Imrahil estaba nervioso por los acontecimientos de esa noche. Nunca se imagino que su pequeña Lothíriel contrajera nupcias tan pronto a sus ojos Thíri seguía siendo una niña.
Lothíriel estaba nerviosa y este era más notorio cuando trataba de servirse una copa de vino o algún condimento para la ensalada; poco a poco Éomer tomo el valor suficiente para hacer publicas las intenciones de hacer a Lothíriel la futura reina de Rohan.
-Príncipe Imrahil-aclarandose un poco la garganta- esta noche he venido desde mi país con un solo propósito: pedir la mano de su hija Lothíriel en matrimonio y como no solo la mano me es suficiente la pido toda ella para iluminar los pasillos del castillo de Medusel y hacerla mi esposa hasta que este cuerpo que esta de pie delante de usted no sirva y muera de cansancio y edad.-
En ese momento Erchirion tiro el bocado que se llevaba a la boca un camarón enorme bañado en salsa de mantequilla mancho la capa azul marino de terciopelo que Faramir lucia esa noche; Elphir se atraganto con el sorbo de vino y Amrothos estaba apunto de desmayarse al saber que por primera vez en muchos años había perdido una apuesta y lo más doloroso la apuesta con su padre, que se había pactado durante su estancia en Rohan.
-Joven Rey Éomer Éadig es un honor para mi concederle la mano de mi hija Lothíriel de Dol Amroth siempre y cuando ella este de acuerdo.-
Imrahil volteo a ver la enorme sonrisa que iluminaba el rostro de su pequeña Lothíriel, su corazón le decía que Lothíriel había nacido para ser la compañera y el igual de Éomer en toda circunstancia y algo en su interior le indicaba que su hija no podría estar en mejores manos, Lothíriel estaba radiante; esa noche decidió utilizar un vestido azul cielo con una corona de mithril que resaltaba el cabello negro como la noche de Lothíriel la corona había pertenecido a su madre y solamente Thíri aceptaba usarla en ocasiones muy solemnes, esta noche era única y especial, aquella que le daba mayor definición a su vida y por la cual estaba esperando desde hacia mucho tiempo.
Éomer por su parte utilizaba el emblema del caballo en verde con el sol de fondo la corona real de Rohan adornaba su cabeza y una capa adornaba sus hombros, en esos momentos extrañaba a su hermana Éowyn, ella hasta ese momento había estado en todos los momentos más importantes de su vida y su delicada salud le preocupaba un poco, de regreso a Edoras haría una pequeña escala en Emmyn Arnnen para verificar el bienestar de la actual princesa de Ithilien. Faramir últimamente pasaba más tiempo en Minas Thirith que en Emmyn Arnnen.
Al terminar la cena todos se retiraron a sus aposentos, la luna estaba en el cenit y Lothíriel no podía dormir tomo la bata que estaba a los pies de su cama y decidió emprender la marcha hacia la cámara donde reposaba Éomer, toco tímidamente la puerta temiendo despertar a su hermano Amrothos que dormía en el cuarto conjunto.
-Thíri ¿qué haces aquí-
-No podía dormir y pensaba que quizá podrías acompañarme a dar un paseo por la playa-
¿tan tarde-
-Si el mar a estas horas esta muy tranquilo para caminar por su orilla aunque no recomendaría meterse a dar un chapuzón las corrientes son algo traicioneras en esta zona a estas horas-
-Esta bien dame cinco minutos-
Éomer cerro su puerta, se apresuro a vestirse y tomo la pequeña caja que había mandado a forjar en la cual guardaba el anillo que deseaba entregarle a Lothíriel esa noche.
Me sorprendió mucho el hecho de que al salir de mi habitación Lothíriel no estaba decidí dar unos pasos quizá la toparía en el gran salón; de repente algo me salto detrás de unos pilares me exalte y desenfunde mi espada antes de empuñarla sobre mi agresor me di cuenta que era mi amada; me tomo del brazo y me dijo:
-Es agradable saber que siempre estas en guardia asi tengo la seguridad de que harás hasta lo imposible por regresar a mi no importa la circunstancia-
La tome por la cintura, la acerque a la pared e hice algo que deseaba desde que la vi sentada en ese comedor la bese desesperada y tiernamente después de todo ese néctar embriagante y ese aliento fresco no se había acercado a mis labios en meses.
Ella solo dejo escapar un suspiro acompañado de una sonrisa discreta y me susurro al oído.
-No aquí, yo también te extrañe-
Y así nos deslizamos hasta la orilla del mar.
La brisa salada y el olor fresco que emanaba desde las profundidades del océano eran un paisaje perfecto para que Thíri y yo volviéramos a estar juntos en cuerpo y alma todo era perfecto, tan perfecto como ella y me volvía loco el pensamiento de tirarme en la arena y juguetear con ella entre las olas; darle el anillo que significa que soy solo suyo y que no existe otra chica en toda el ARDA para mi mejor que ella.
La noche nos embebió y no me canse de emborracharme del dulce néctar del amor y si por mí fuera con gusto moriría de esa forma al lado de ella.
Al regresar al palacio y cruzar por los jardines me detuve en un claro junto a una fuente la luz del alba empezaba a asomarse y decidí que era el momento apropiado para entregarle el sello de mi amor, lo que la distinguiría sobre todas las personas e identificaría definitivamente como la reina de Rohan.
-Thíri...-
-Dime Meleth Nîn –
-Cierra los ojos-
¿Para que?
¿confías en mi?
-si... pero que tiene que ver la confianza con que cierre mis ojos?
¿Los vas a cerrar o no?
-mmmm... todo depende-
-Lothíriel-
-esta bien, esta bien los cerrare pero no te enojes-
-No me enojo pero quisiera que cerraras tus ojos-
-esta bien-
-Ahora extiende tu mano izquierda-
¿para que?
-Thiri extiéndela-
Una vez que extendió su delicada mano le introduje a su fino dedo el anillo de compromiso.
Lothíriel quedo boquiabierta y no emitio sonido alguno en lo que resto la velada; la acompañe a su habitación y apenas me dio un beso de Buenos días antes de cerrar su puerta.
