Hola amigos, soy Yuzu Araki
Una vez más traigo otro one shot para Love Live y esta vez con un ship culposo pero popular y me refiero al Kotohono. La idea que se me dio por plasmar en este escrito se me ocurrió cuando Sali de trabajar y me dieron ganas de irme a casa para luego acostarme con el amor de mi vida todo con tal de que se me quitara el maldito frio ya que estaba lloviendo muy fuerte.
Bueno, ya explicado esto, comencemos
Espero que lo disfruten
Yuzu y fuera
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A Kotori le encantaba la nieve, pero no disfrutaba del viento helado que la había acompañado. Así que en el momento en que salió del edificio de la escuela, envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Honoka desde atrás y se acurrucó en su espalda. Avanzaban torpemente unos pasos antes de que la pelijengibre soltara una risa que se convirtió en bocanadas de aire blancas que flotaban hacia los cielos grises.
-Kotori-chan, no creo que podamos caminar a casa así.
-...
-Mou, no puedo escucharte
La peliceniza levantó la cabeza y apoyó la barbilla en el hombro de su amiga
-Dije que Honoka-chan es tan cálida, como mi propio calentador de espacio personal
La aludida levantó la mano de la pajarita de su cintura y se giró para mirar a su novia con una sonrisa. La pelirroja besó la palma cubierta por el guante de la diseñadora y sonrió alegremente.
-¡Vamos Kotori-chan, si corremos súper rápido, el frío no podrá atraparnos!
La mencionada se rió y entrelazó sus dedos
-Lo que sea que digas Honoka-chan
Y ambas salieron corriendo por la acera cubierta de nieve. La pólvora recién caída crujió suavemente bajo sus botas y una risa alegre llenó el aire.
Cuando llegaron a su edificio de apartamentos, tenían la nariz roja pero estaban muy animadas. Subieron las escaleras hasta el segundo piso. Cuando abrieron la puerta del apartamento 2E, fueron recibidas por un pasillo helado.
-¿Crees que ya arreglaron el calentador?- Preguntó Kotori acurrucándose más en su bufanda.
-Iré a comprobar- Honoka ofreció su abrigo ya quitado y una bota de su pie y la otra pronto la siguió mientras se dirigía a la sala de estar. La peliceniza arregló los zapatos que pateó apresuradamente antes de quitarse los suyos.
-Todavía no está funcionando- La pelijengibre dijo que regresara al pasillo ahora vestida solo con sus mallas de invierno y una camiseta. Se acercó a la pajarita todavía envuelta y comenzó a quitarse las capas exteriores.
-No, hace frío- Kotori hizo pucheros.
-No te preocupes Kotori-chan, podemos acurrucarnos en el sofá y todo estará bien- Honoka aseguró antes de inclinarse y darle un beso esquimal a la chica más alta.
La peligris infló la mejilla sabiendo que no debía caer en la tentadora oferta. Se suponía que debían estudiar tan pronto como llegaran a casa. Honestamente, Kotori tenía toda la intención de acurrucarse con Honoka y asegurarse de que estuviera lista para su examen de literatura japonesa. Pero hoy hacía fría y su calentador todavía no funcionaba y su mejor amiga siempre fue agradable y cálida, y...
Y… nadie debería juzgarla cuando ni siquiera cinco minutos después estaba sentada entre las piernas de Honoka y descansando su cabeza sobre su pecho absorbiendo todo el calor que la pelijengibre tenía para ofrecer.
