¡Hola! Aquí estoy cumpliendo mi palabra de actualizar cada cuatro o cinco días, por lo menos mientras pueda, XD. Este capítulo me ha quedado un poco corto, lo sé, pero no me ha salido más largo, que se le va a hacer. Y antes de cargármelo…

Bueno, el siguiente fic en actualizarse va a ser Severus. XD.

Ah, en mis otros fics ya he avisado que estoy haciendo un "concurso", para recompensar la espera a mis pobres lectores, donde me tenéis que indicar una pareja y una situación. (Además, me divierto mucho porque muchos piden cosas que no hubiera imaginado.)

Bss


Examen de Transformaciones.

Simplemente chupado. Era el examen más fácil de transformaciones que había hecho en su vida¿ésta era la cacareada dificultad de los niveles superiores? Si seguía así ya le podían dar su EXTASIS…

Miró la hora. Iba sobrado. De hecho, decidió darse un descanso, no fuera a ser que terminara tan pronto que se aburriera mientras esperaba que los demás terminasen. No entendía porque McGonagall no dejaba a los alumnos irse nada más terminar los exámenes.

Esperar era tan aburrido.

Echó un vistazo a su alrededor. Podía distinguir fácilmente cuales eran sus compañeros y cuales eran los Ravenclaws con los que compartían la clase, simplemente observando sus posturas delante de los pergaminos.

Los Ravenclaws estaban sin excepción sentados muy erguidos en sus sillas, escribiendo apenas sin pausa respuesta tras respuesta. Aún no entendía cómo podían escribir tan rápido y no terminar antes de tiempo. Vamos, en Historia de la Magia vale¿pero en Transformaciones¿Cuánto se podía enrollar una persona en una simple definición de la transmutación cruzada para especias híbridas?

Misterios de la vida.

En su clase imperaban por contra dos posturas. La primera era tirados en la silla más que sentados, escribiendo casi con desgana. Era la postura de los que conseguían aprobar con buenas notas, muy predominante en Transformaciones y Encantamientos, pero casi inexistente en Pociones. Su mejor amigo era prueba de ello.

Tenía las piernas indolentemente cruzadas y mientras escribía se pasaba la mano frecuentemente por el pelo, consiguiendo que la mayoría de sus compañeras se desconcentrasen de su examen al menos durante unos segundos.

La otra era encogidos en la silla, prácticamente tirados encima del examen, con accesos de escritura febril seguidos de largas pausas. Otro de sus amigos, pobrecito, aún no entendía como podía haber llegado a sexto sin repetir, era un vivo ejemplo de este comportamiento.

Aunque había dos claras excepciones. Ambos escribían con tranquilidad, sin prisas y sin pausas, demostrando que se sabían al dedillo toda la materia. Muy Ravenclaw, aunque sin esa arrogancia típica de las águilas.

Uno de ellos estaba dos pupitres detrás suya, escribiendo con una pluma que le había regalado apenas una semana antes, dorada como su cabello e igual de frágil. Todavía se acordaba de cómo habían brillado sus ojos cuando la había visto.

Es que cuando uno tiene clase…

La otra estaba un pupitre por delante y hacia la derecha. Si estiraba la mano podía tocar su ígnea melena. Su abundante, sedosa melena. Lisa excepto por algunos mechones que se ondulaban, invitando a enredar sus dedos en ellos…

Una tos en su espalda lo hizo brincar levemente en su asiento. Se volvió con una de sus encantadoras sonrisas hacia su profesora más estir…, eh…, estricta.

Empezó a garabatear la penúltima respuesta con un afán que imitaba a los de la rata. Ante esa comparación, se obligó a ralentizar y a escribir con su elegancia natural. Torció la boca. Mira que compararse con Wormtail.

Es que tenía unas cosas…

Cuando terminó la breve explicación sobre los efectos del cambio de sexo para transformaciones de animales hermafroditas a animales más complejos, no pudo evitar que su mirada se quedara prendida de su compañera.

Era tan hermosa.

Escribía con delicadeza, su pluma apenas rozando el pergamino. ¿Cómo se sentiría su suave rasgar en su piel? Casi podía sentir sus largos dedos rozando, acariciando, su mano, su brazo, siguiendo hasta su pecho, descendiendo hacia…

Una bolita de papel proveniente de su izquierda lo hizo volver a la realidad. A la aburrida realidad. A una realidad tan poco excitante…

¿En que piensas, viejo amigo? No te va dar tiempo a terminar el examen…

Claro que me va a dar tiempo, solo estoy optimizando mi tiempo de mirar las musarañas…

Firmó con sus iniciales, evitando las florituras que dibujaba cuando escribía cartas a sus numerosas admiradoras. Era, al fin y al cabo, para alguien más que un amigo, casi un hermano.

Lo cual le recordaba lo más frustrante de la situación.

Ella era intocable.

¿Y todo por qué? Porque cuando su amigo le dijo un par de años atrás que la quería se había callado sus sentimientos, que por entonces no pasaban más allá de una simple atracción, dejándola para él. Por aquellos tiempos habría puesto la mano en el fuego en que en menos de unos cuantos meses la tendría para él. No era la primera vez que ocurría. Tanto uno como otro habían salido con sus respectivas ex.

Que iluso.

Los problemas empezaron cuando, increíblemente, la chica se había negado en salir con él. Y no solo eso, sino que demostraba día a día que no sentía en apariencia nada por su apuesto amigo.

Por supuesto ese había sido el principio del fin.

Su negativa había provocado que lo que en principio era un simple encaprichamiento pasara a ser una poderosa atracción. Y de ahí al amor.

Porque su mejor amigo se había enamorado.

Simple y llanamente.

Y él, estúpido de él, había seguido prendado de ella.

Y su simple atracción había evolucionado a algo más.

Lo que más le jodía que en el fondo sabía que su… obsesión… era en parte debido a la fuerte atracción que sentía hacia todo lo prohibido.

Le encantaba desearla en silencio, entre las sombras. Esperaba con ansias el momento en que podía acercarse a ella con la excusa de algún recado o mensaje, mirarla a los ojos esperando una respuesta, reírse con ella en la Sala Común de la última payasada de su amigo…

Y como le dolía.

Le dolía verla sonreír, le dolía verla reír. Le desgarraba el alma, sabiendo que no era para él, que cada día estaba más cerca de estar con su amigo, de formar juntos algo más que una pareja. Porque sabía que eran perfectos el uno para el otro. Y él los estaba ayudando.

Como dolía.


Entregó el examen el primero de todos, como siempre. Al volverse para ir a su asiento a recoger sus cosas, se encontró con ella. Le sonrió y la dejo pasar con una floritura de su mano, lo que provocó su risa y un destello en sus ojos verdes.


REVIEWSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Gracias a Ashura, Miss Andreina Snape, Thomas y Carly Mckinnon¡Acertasteis todos! Era un Sev/Bella. Ya os habréis dado cuenta de que a partir de ahora pondré las parejas que llevo en el resumen, excepto la más actual claro. XD

Espero vuestros reviews (así escribo más rápido, jejeje.)