Había estado durante mucho rato dándole al medio demonio puntos a favor para que le protegiera de Naraku; pero él las habia rehusado todas.

Aunque intentó hacerlo con un tono tierno, que evidentemente no sé notaba la diferencia entre, ese "Inuyasha" que supuestamente sonaba tierno; yel que hace para gritarle; él empezó a decirle muchas bobadas que no iban al caso.

"Debes entender que hay dos cosas importantes en este mundo: el bien y el mal. Si haces el mal es que eres ignorante, si haces el bien quiere decir que como sabes que es el bien eres inteligente, ya que lo diferencias de lo malo. ¿Qué haces tú el bien o el mal?"

Ella enrojeció de rabia esa estúpida frase (Que por cierto son de Sócrates…historia de la filosofía; no preguntéis), no la entendió, y lo que entendía era que el mal es para tontos y que el bien lo hacen los inteligentes.

"¿Me estás llamando estúpida…?"

"¿Entonces es tu haces el mal, eh?"

Inuyasha había hecho esa pregunta oyéndola en uno de esos lugares donde Kagome se encierra (clase).

Ese día los humanos habían estado todo el rato hablando de eso, haciendo o más bien, no haciendo, nada de clase en esa aula, creando una Kagome dormida y un hanyou con daño de cabeza.

Y eso fue lo que le ocupaba ahora a la no-muerta: dar ideas, hipótesis, razones del que había entendido con esa extraña frase de Inuyasha. Explicándole su dolor, intentando pensar exactamente com solucionar su maldad o bondad en algunos momentos mientras hablaba de muchas cosas sobre lo incorrecto y lo correcto… O sea perdiendo tiempo sin hacer nada hasta que Kagome llegará.

¿Cuándo tiempo había pasado ya?... Lo que pensaba él era que seguramente una maldita eternidad…y la no muerta seguía hablando de… algo que no sabía, puesto que no la estaba escuchando.

Sus sentidos estaban perdidos y sabía, o al menos tenía la certeza, que sin Kagome sus sentidos seguirían dormidos.

La falsa mujer de delante de él solo te transmitía dudas, no de las sentimentales o de pensamiento sino de hechos.

Las cosas que ella hacía o había hecho para llegar a ser una alma errante como en verdad Naraku le había dicho, siguiendo sus pasos, nunca las había asumido del todo. Habían algunas cosas que al recordar no le concordaban. Como el hecho de que: si ella sabía que nunca se atrevería a matarlo¿Porqué decidió entonces ir al infierno con la idea fija que él estaba ahí?

Kikyou se giró de repente con los puños apretados y con unos ojos fríos e irradiando odio hacía algún punto del bosque inmenso…

'¿De que mierda debe estar hablando?'

Miró hacia el cielo, un cielo azulsin nada que lo tapaba…

Sus sentidos de repente se despertaron…algo llamado Kagome se acercaba…su olor era inconfundible; sus pasos siempre eran sigilosos pero seguros, seguros por que ella sabía que un hanyou siempre la vigilaba…

De repente...y aunque ella debería estar aún un poco lejos y sus pasos parecían lentos como no querer llegar oyó su voz pronunciar su nombre con una tranquilidad y dicha única.

El corazón palpitaba con fuerza, y el olor a nerviosismo emanaba de ella.

Tal vez estaba muy lejos; pero aún así ella no se encontraba bien, creyó que era a causa de lo que Kikyou estaba diciendo pero era imposible que lo oyera, creía.

El hanyou supuso que Kagome estaba esperando algo…el olor a hierbas ya no lo llevaba tan impregnado al cuerpo, seguramente se había lavado un poco también.

La mujer de delante de él se giró de repente, su mirada fría penetró en la lejana de Inuyasha que aún pensaba en Kagome.

"¡Está claro Inuyasha?"

El hanyou no había entendido a qué cuento de qué venía eso. La mirada inquisidora de Kikyou seguía en él, y los pasos de Kagome no se oían, pero el olor a ella se había acercado de repente.

La colegiala sabía qué pregunta era…por la forma en la que respiraba y el corazón como le bombeaba intuyó que debía ser una pregunta relacionado con el tema del final de la Shikkon y lo que el hanyou en cuestión piensa hacer; si ir con Kikyou al infierno o no…

"No…por favor…no…" la voz de Kagome había estado cerca, muy cerca. Seguramente casi detrás del pozo. Pero el hanyou no sabía como reaccionar.

"Puesto que no dices nada…" Una sonrisa cínica que no agradó para nada al hanyou apareció en la cara de la no muerta "Lo veré como un sí… ¿De acuerdo Inuyasha?"

El entrecejo de Inuyasha se tensó, esa sonrisa no le gustaba, el olor a sal por las lagrimas que Kagome estaba aguantando le estaban desgarrando el alma…No quería seguir viendo a Kikyou delante de él. No quería.

"Ka…" su boca titubeaba, ya que la no muerta se acercaba a sus labios que aún sabían a los labios de Kagome. "Kagome! MALDITA SEA VEN AQUÍ!"

Tal vez había sonado demasiado desesperado, pero no podía más, olerla, sentirla, oír como decía su nombre con esa angustia en diferencia a la ilusión que tenia antes de aparecer Kikyou le había impulsado a llamarla.

Sus piernas empezaron a correr sin que ella se diera cuenta. Debía llegar a él. Había pronunciado su nombre. La quería a ella, en vez de seguir hablando con Kikyou, en vez de irse con la no muerta, la había llamado a ella…a ella.

Llegó al lado de él en pocos minutos, con sus pulmones cansados, y su aire entrecortado por haber corrido. Inuyasha se giró en el momento que Kagome se sentaba aunos metros del medio demonio, cerca.

Gateaba hacía él, ya que si se había sentado al suelo era por el cansancio, Inuyasha la observaba mientras se aproximaba, los labios sin cerrar expulsando el aire con dificultad; su pelo caía desordenado por los lados de los hombros, hasta llegar al escote que le causaba la camisa semiabierta, sus piernas casi sin tapar a causa de la minifalda, el olor a deseo emanando de ella llamándolo de una manera única que nunca había sentido…parecía tan diferente a la niña que había visto por primera vez…y a la vez su inocencia no había disminuido en nada.

La no muerta observaba la imagen indignada. La chiquilla esa se acercaba a Inuyasha con esa pose de perra que no podía entender como al medio demonio le podía gustar que una niña quisiera estar con él.

Sus ojos se cerraron por el odio que acumulaba sin saber la razón, y al abrirlos solo pudo sorprenderse sin que su cara coincidiera con lo que supuestamente sentía, sus labios se habían acercado hasta tal punto que no diferenciaba cual eran los de inuyasha y cual los de su reencarnación.

El sabor era tan diferente al beso anterior, la manera en la que ella apretaba los labios con los del hanyou era con un aire de posesión único.

Inuyasha entendió la razón y sin darle importancia la abrazó mientras sus labios seguían acariciándose unos a otros, con ternura.

La impulso encima de él, quedándose los dos abrazados en el pasto con la espalda de Inuyasha en el pozo como la vez anterior. Las manos de él abrazaban la cintura de la pelinegra, mientras que las de ella estaban en los hombros de él.

El medio demonio deseaba sentir el nuevo sabor de Kagome y acercó su lengua a los labios de la pelinegra metiéndola poco a poco rozándose con la de ella, era un sabor perfecto para su pequeña, una miel que quería que nadie más saboreara. Se separó unos segundos de ella y fijó su vista en loscerrados de la pelinegra

La muchacha al sentirse 'libre' ladeó su cabeza para ver si la no muerta Kikyou seguía ahí pero no la divisó, al girar otra vez su vista para admirar a su amado, sintió como una lengua humedecía su mejilla izquierda de abajo a arriba…

"Mmm…" sus ojos se cerraron ante la caricia de esa humedad en su piel.

"Se ha ido cuando nos hemos empezado a besar…déjala…"

Esa frase, hixo que el corazón de Kgaome saltará de emoción, su Inuyasha estaba para ella, sin kikyou en al cabeza, pidiendole a ella que la olvidara.

Solo por las hierbas que había traído y que él había olido ¿su actitud había cambiado tanto?

La lengua siguió lamiendo la cara de ella, como si de un perro se tratará, y la manos de el hanyou abrían la camisa de ella, sus botones demasiado pequeños se escurrían por los agujeros dejándola abierta poco a poco de abajo hacía arriba.

Ella seguía perdiendo el aire dentro de la boca del hanyou. Había aprendido tan rápido, que no pudo evitar sorprenderse y profundizar más el beso.

Volvió a separar su boca de la del medio demonio, pero él no parecía estar de acuerdo y con una de las manos que apretaba su camisa desde las puntas, la subió hacia el mentón de la pelinegra, y siguiendo son ese poco espacio entre ellos volvió a acercar su lengua a esos ya húmedos labios de Kagome.

Ella estaba ensimismada por el beso que había recibido, cuando la lengua de él parecía pedir a gritos la de ella otra vez, no pudo evitar volver a querer rozar la del hanyou con la suya.

Pero el mediodemonio no estaba tan seguro de todo, tenía miedo de si lo que estaba haciendo dañaba a Kagome, de si los suspiros que estaba dando la muchacha eran normales.

Toda su cabeza le pedía a gritos que hiciera muchas cosas, su instinto de youkai le estaba pidiendo que hiciera a Kagome su mujer, pero en su mente de hanyou esa idea era demasiada complexa para hacerla, además de que no sabía como Kagome reaccionaría a esa proposición, o como debía actuar ante esos instintos.

La pelinegra sabía que el hanyou no estarían ten excitado y expectante como ella esperaba, y aunque el hecho de desabrocharle la camisa no significaba nada tan relevante como ella esperaba, cogió con sus cálidas manos las del hanyou.

Sintió com el se tensaba, ya que ella creía que el hanyou no quería tocarla de una manera tan íntima.

Cuando el hanyou sintió la mano de Kagome posarse encima la de él creyó que estaba pidiéndola que parará de tocarla, de besarla con ese ímpetu como lo estaba haciendo en esos momentos. Hasta que se dio cuenta de que ella dirigía su mano hacia uno de los senos de la muchacha tapados por esa ropa tan fina.


valeeeeeeee...es corto lo se...y soy mala ¬¬. k kieren¿ U.U

Bueno esperop muxos RW y creo k depeniendo como va sera lemon ...si kieren...ajaja

si no cntesto alos RW es pk nio se puede en estos mommentos ya k nio kielo k me kiten el FF...pero algun dia lo are ¬.¬

ayox