Perdonaran el retraso de este capitulo, pero mi compu no dejaba de darme pantallazo azul.
Lo bueno, el siguiente ya casi esta, por lo que no tendrán que esperar tanto, sin mas que decir espero disfruten el capitulo y no se olviden comentar.
Capítulo 10: Los traidores.
Khorne nos trae en los abundantes ríos de sangre, Slaanesh nos regala interminables orgías de placer, Nurgle nos abraza con sus pútridas plagas, Tzeech nos enseña a manipular los caminos de nuestros enemigos y Malal nos iluminar a con el fin de los tiempos.
El mundo que se encontraba pisando, en su momento había sido una vez uno de los mundos más paradisíacos de los Eldar. Aun cuando todo había sido destruido hace ya incontables generaciones, un ojo atento aun podía diferencia donde habían sido plantados los verdes y grandes jardines, además, en el horizonte, justo por debajo de un arco aun no destruido, se podían ver algunos ejemplos de la arquitectura xenos.
Los Eldar habían tenido cuidado de preservar la belleza natural del mundo, alterando lo menos posible el paisaje original, incluso los portales y otras estructuras parecían haber surgido de forma natural.
Aun cuando este mundo había muerto hacía ya demasiado tiempo, el mundo conservaba una extraña belleza que conmovía el interior de Magnus, quien se encontraba meditando desde lo alto de una colina con vistas a un páramo seco y abrasado.
Un movimiento justo en el límite de su percepción alerto al Primarca Caído, quien bajó la colina, la arena suelta resbaló por sus pies desprotegidos mientras caminaba. Un viento seco soplaba desde el este, aullando sobre la oreja del Primarca Caido, los nombres de todos aquellos a los que él ha matado. Magnus no les prestó atención a los susurros, los terrores de la Disformidad había lo habían hecho inmune ante meros susurros, arrastrados por un viento cargado de polvo y muerte. Además, había asuntos más importantes de los que ocuparse.
La estructura a la que se acercó había sido una vez un gran anfiteatro. Ahora, su único propósito era brindar protección del viento. Magnus reforzó sus protecciones mientras entraba, el Psíquico era muy consciente de que lo estaban vigilando desde el momento que puso un pie en ese mundo.
—Has venido solo, hermano. —Una voz baja siseó detrás de Magnus.
—No necesito guardias que me vigilen, Fulgrim. —Respondió Magnus, mirando al frente mientras el Primarca de los Hijos del Emperador lo rodeaba, deslizándose en la oscuridad. —¿Acaso quieres amenazarme?
—Siempre tan seguro de ti mismo, hermano. —Respondió Fulgrim con una sonrisa, cuando finalmente salió de la oscuridad.
Magnus no pudo evitar torcer su boca al ver el aspecto de su hermano caído, el rostro de Fulgrim se podía considerar lo único que no había cambiado, por otro lado… su cuerpo. Magnus no pudo evitar preguntarse cómo alguien tan presumido como Fulgrim no había estallado en ira ante la apariencia que le dio su dios.
—Nuevamente tengo que preguntar ¿Estas amenazándome, hermano? —Volvió a presionar Magnus, mientras preparaba su báculo para la inminente batalla entre dos semidioses bendecidos por los dioses del caos.
—No, hermano, no he venido hasta este abandonado lugar para luchar contigo. —Fulgrim retrocedió, dándole a Magnus un poco de espacio para calmarse. —Solo que es muy divertido ver de cerca ese rostro lleno de arrepentimiento, hermano.
Magnus maldijo a su hermano por lo bajo, pero no se atrevió a contradecirlo, no sea que terminen enfrentándose en este lugar sin haber tenido la oportunidad de hablar siquiera. Espero, hasta que Fulgrim se hubo alejado a una distancia apropiada y volvió a hablar.
—Ya que nos hemos encontrado en este lugar, hay algunos temas que me gustaría discutir contigo, hermano. —Comenzó Magnus, cuidando de que sus palabras no molestasen a Fulgrim. —Estoy seguro que tú también has notado que La Disformidad está cambiando. ¿Conoces por qué?
—Y… ¿Qué te hace pensar que estaría tan dispuesto a responderte? —Fulgrim se echó a reír.
—Estos son tiempos difíciles, hermano. Y un poco de cooperación seguramente será invaluable para nuestros propios fines. —Magnus lucho contra sus deseos de golpear a su hermano, necesitaba que este cooperase, de preferencia sin tener que recurrir a la violencia. —Puede que incluso logres ganarte nuevamente el favor de tu dios si me ayudas.
Fulgrim se deslizo nuevamente detrás de Magnus. —Y dime, hermano; ¿Desde cuándo Tzeentch ha mostrado un verdadero favor hacia ti? …pobre criatura maltratada
Magnus se hubiese sacado a su hermano de encima, pero se abstuvo de tal placer, todo en favor de una charla medianamente civilizada.
—¿Y supongo que tu posición es mejor? —Pregunto una tercera voz, mientras movía su mano, obligando a que los dos traidores se separasen. —Si ya han terminado de sus niñerías me gustaría comenzar a hablar del motivo, por el que los he traído a este lugar.
Magnus y Fulgrim se volvieron cuando un tercer Primarca traidor salió de las sombras. Era más bajo que los otros dos, vestía una armadura de color rojo oscuro y negro, además una luz de otro mundo rodeaba su cabeza mientras caminaba. —Hemos tenido nuestras riñas en el pasado, pero no los llamé aquí para verlos pelear, por divertido que eso sea.
—Entonces, ¿por qué nos llamaste aquí, Lorgar? —Preguntó Magnus. —¿Y por qué solo a nosotros dos?
—Tengo mis razones. —Respondió Lorgar, deteniéndose a una distancia considerable de Magnus y Fulgrim. —Hablaré con Perturabo y Mortarion por separado. En cuanto a Angron.
—¿Vas a hablar con Angron? —Fulgrim intervino, mientras se reía acaloradamente. —Por favor dime donde y cuando, tengo que ver eso.
Magnus rodo los ojos, e intervino, queriendo avanzar con el tema que los había traído a este lugar, de una buena vez. —¿Qué razón te ha impulsado a esta…convocación, hermano?
—No necesito explicar mucho, hermano. —Respondió Lorgar, mientras se alejaba de Fulgrim. —Sabes tan bien como yo que un mensaje a estallado a través de la Disformidad, afectando desde el más humilde esclavo, hasta el más beligerante inquisidor, la humanidad entera se ha visto llena de una voluntad nunca antes vista.
—"kar en tuk" —Tato de mencionar Magnus, pero tan pronto esas palabras salieron de su boca, el Primarca Traidor sintió como si sus pulmones se incendiaran.
Fulgrim se rio al ver como su hermano se atragantaba con las palabras. —Ciertamente es algo raro, y tengo que admitirlo que algo raro también han afectado mis dominios. Varios esclavos se han levantado en armas, y trataron de desafiar a sus dioses, fueron masacrados sin demora, pero es molesto que las ejecuciones públicas no estén apaciguando los levantamientos.
—¿Supongo que su 'percepción' pudo tener éxito donde mi adivinación falló? —Pregunto Magnus, cuando sintió que podía volver a hablar.
—Te vendes demasiado corto, Magnus. —Respondió Lorgar. —No pretendo presumir, pero he descubierto ... ciertas cosas que quizás hayas pasado por alto.
Magnus arqueó una ceja. Él era el psíquico "humano" más poderoso, ¿y se había perdido algo?
—¿Qué estás escondiendo, Lorgar? ¿Qué has visto?"
—Muchas cosas, Magnus —Comento Lorgar con confianza. —; Veo como el Imperio moribundo de nuestro padre, comienza a parpadear como una vela moribunda, mientras la oscuridad devora mundos enteros. Veo al Gran Devorador acercándose cada vez más, arañando las paredes de la realidad. Y les traigo noticias muy interesantes.
Fulgrim sonrió antes de lanzar un comentario para detener a su hermano caído. —Cualquier llama brilla con más fuerza cuando se está apagando, no por eso quema menos, hermano.
Lorgar gruño una maldición, antes de ignorar el comentario que lo había interrumpido.
—Como les iba diciendo, veo muchas cosas, entre ellas puedo ver qué plan de nuestro padre. El emperador ha comenzado a mover sus cartas, él está planeando su resurrección.
Ni Magnus o Fulgrim lograron articular palabra ante semejante declaración.
¿De verdad el Emperador es tan arrogante que cree que puede escapar de la verdad? Talvez ha llegado el momento de poder sin a su vida una vez más. —Siseó Fulgrim con miedo y furia.
—Controla tu temperamento, Fulgrim. —Le reprendió Lorgar. —No sé qué tenga planeado, nuestro padre, pero sé que la resurrección de Roboute es solo uno de quien sabe cuántos pasos más. Incluso es posible que ya haya estado planeando su regreso incluso antes de ser encerrado en el trono dorado.
—¿Y tus planes son ...? —Preguntó Magnus con cautela.
—El Emperador sabe que el anonimato es su mejor aliado, pero pronto se revelará su jugada. —Comenzó Lorgar. —Tenemos pocas posibilidades de oponernos a él de forma individual, pero como uno solo, como cuando lo atacamos bajo el estandarte de Horus, todavía podemos vencerlo. En especial ahora que tenemos las bendiciones del caos con nosotros.
—¿Y los demás estarán de acuerdo? —Preguntó Magnus. —No somos una camarilla muy unida, hermano, en especial con uno de nuestros, hermanos no corrompidos, dando vueltas por allí. Es más, mis psíquicos han predicho que; Mortarion, planea un ataque a gran escala en Ultramar, todo con el fin de tener un duelo de uno contra uno con: Guilliman.
—Déjame ocuparme de los detalles, Magnus. —Replico Lorgar. —Por ahora, llama a través de la Disformidad. Reúnan sus legiones en sus mundos y prepárelas para la cruzada que está por venir. Cuando sea el momento adecuado, y cuando el Emperador por fin se muestre, atacaremos, ya es hora de que llevemos la gloria del Caos a todos los que han sido engañados.
—Tu habilidad en las palabras es tan impresionante como siempre, Lorgar. —Comento Fulgrim. —Pero necesitaras más que solo palabras para convencerme. ¿Qué más tienes que ofrecer?
—Oh, no te preocupes hermano, ya hay algo planeado. Tengo una especie de 'demostración' para ti. —Lorgar sonrió. —En unos meses, verás como mi plan se desarrolla. Todo lo que te pido es que tenga paciencia.
—¿El Emperador planea regresar y me pides que espere? —Gruñó Fulgrim. —¡Este no es el momento de esperar! ¡Hay que atacar!
—Y es por ese carácter tan apresurado, fue que Guilliman casi te mata hace tantos años, Fulgrim. —Comento Magnus. —Aunque Fulgrim tiene un punto válido; Tus promesas son grandes, pero no nos has dado ningún tipo de seguridad. ¿Cómo sabemos que tu plan funcionara, hermano?
Lorgar gruño, él ya había anticipado problemas en las negociaciones, pero no espero tanta desconfianza.
—No puedo darte nada más que mi palabra en este momento, hermano. Por eso te pido que esperes y llames a tus tropas. Necesitaremos a todos nuestros hijos cuando llegue la hora.
—Mis fuerzas pueden estar listas en cualquier momento, Lorgar. —Declaro Fulgrim con odio. —Pero está bien, moveré a mis hijos mientras espero que tu glorioso plan de sus frutos, Lorgar.
—Concuerdo con Fulgrim en esto, hermano. —Comento Magnus, también visiblemente alterado. —Mi paciencia sólo puede extenderse hasta cierto punto. Si tardas demasiado, comenzaremos nuestros propios planes.
—Ninguno de los dos tiene fe en su propio hermano. —Se burló Lorgar. —Estoy herido.
Magnos y Fulgrim rodaron los ojos al ver la pésima actuación de su hermano.
Magnus dudaba de la solidez del plan de Lorgar; el Primarca Traidor siempre fue un gran orador, pero no siempre el mejor para la estrategia. Aun así, sería interesante observar a los otros Primarcas Traidores; Fulgrim y quizás Angron estarían más dispuestos a escuchar a Lorgar, una vez que su "demostración" estuviera terminada, mientras que Perturabo y Mortarion podrían estar más indecisos.
—Tantos caminos posibles ... tomaría tiempo examinarlos todos. —Comento con cansancio Magnus, antes de que una duda lo asaltase. —¿Qué hay de Alpharius?
—¿Aún no estás convencido sobre su muerte, Magnus? —Preguntó Fulgrim, deslizándose junto al Primarca rojo.
—Alpharius siempre ha sido, alguien capaz de eludir a la muerte, incluso ahora puedo encontrar diversos destinos donde él se muestra una vez más. —Comento Magnus mientras sujetaba un destino en particular con los poderes de su mente prodigiosa.
Lorgar escogió este momento para irse. Ya no tenia nada mas que decirles a sus hermanos, y aun tenia que planear como convencer a sus otros hermanos para unirse a su causa.
Cuando Lorgar hubo salido por completo de su percepción, Fulgrim se aventuro a hablar nuevamente con Magnus. Quien se había quedado quieto desde hace ya algunos minutos.
—No todas las profecías de Lorgar han dado frutos sustanciales. —Señalo Fulgrim con gran confianza. —Supongo que aun recuerdas la predicción que hizo al finalizar la Masacre del Desembarco en Istvaan V.
Magnus asintió. Aun podía recordar las palabras de su hermano, pero, ya sea que fuesen realmente parte de una predicción o simplemente mentiras ya no importaban.
—No creo que debamos esperar mucho de Lorgar. —Continuo Fulgrim, mientras se movía alrededor de Magnus. —Pero, si es verdad que el Emperador planea su regreso, ahora no es el momento de actuar con cautela. Debemos atacar rápidamente, o todo por lo que hemos luchado se deshará.
—Como si valiera la pena defender lo que hemos creado. —Comento Magnus con burla.
—¿Realmente confías en Lorgar? —Pregunto Fulgrim con voz molesta.
—Esto no se trata de confianza, Nuestro poder es considerable, sí, pero el poder del Emperador no es para tomárselo a la ligera. Estoy seguro que incluso ahora, con toda nuestra demonicidad y regalos oscuros, que hemos recibido de nuestros dioses no somos oponentes capases de enfrentarlo en igualdad de condiciones. Es más. Es tal y como dijo Lorgar, si cualquiera de nosotros trata de atacarlo de forma imprudente, eso solo nos conducirá a la muerte.
—Eres un perro faldero, abrazado a las piernas de tu dios Tzeentch. —Fulgrim ya no tenia nada que discutir con su hermano. Por lo que se fue.
—Si quieres apresurarse y actuar sin un plan en esto, adelante; quizás termines compartiendo más cosas en común con tu querido Ferrus. —Magnus apenas había terminado cuando Fulgrim desenvainó sus espadas, las hojas demoníacas ardían a escasos centímetros de la garganta del Primarca Magnus el Rojo.
—No hables de asuntos que no te conciernen— Amenazo Fulgrim.
—Por el contrario, estos temas me conciernen mucho. No quiero lamentar la partida de otro hermano. —Magnus esquivó la amenaza de Fulgrim y continuó. —Búscame cuando tengas tus fuerzas listas, puede que tenga una solución que convenza a todos los implicados.
Fulgrim gruño alguna maldición, antes de guardar sus armas e irse.
Magnus no hizo ningún esfuerzo por detener a su hermano. Tratar con los demás Primarcas Traidores siempre tenía su parte de conflictos, y Magnus sabía que era mejor no escucharlos a todos al pie de la letra.
Mientras se preparaba para regresar a la Disformidad, Magnus lanzó una mirada melancólica a través del tiempo y el espacio. Él seguía buscando alrededor de la galaxia la única luz que importaba. La del Emperador.
Aun había arrepentimiento en su interior, ya que Tzeentch no le había ocultado el destino que pudo ser si él no traicionaba a su padre. Ya fuese por necedad, descuido, o por simple burla del dios del cambio. Magnus sabia que el destino del imperio fue una vez glorioso.
—Solo agradezco que ninguno de ustedes este para ver este desastre.
Magnus se quedó congelado segundos después de haber pronunciado esas palabras. ¿Con quién hablaba? ¿A quién estaba dirigida ese lamento/disculpa?
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¿?¿?¿? se levantó, estaba temblando, le dolía todo, fragmentos incoherentes de su memoria se deslizaron por su memoria. ¿?¿?¿? se preguntó si así era como se sentía la muerte. ¿El frio entumecedlo? ¿El pesar de un fracaso absoluto?
No, aun había esperanza, siempre la había, tenía que haberla. ¿?¿?¿? se levantó, ignorando el dolor. Entonces pudo escuchar una voz. No entendía lo que esta voz le decía, pero sí pudo entender un nombre; "Gabriel" ¿Ese era su nombre? Parecía serlo. ¡Debía serlo!
Fue en ese momento que un ser mecánico entro, hasta este momento Gabriel no había notado que estaba en una especie de camilla médica. ¿Dónde estaba? ¿Cómo llego a aquí?
—Me alegra que tu cuerpo pudiese soportar las modificaciones, tienes un espíritu fuerte, serás un poderoso guerrero.
Gabriel no entendió lo que este ser metálico le decía.
—Levántate, es hora de comenzar tu entrenamiento psíquico.
Gabriel se paró, sus piernas le temblaban, pero aun así lo logro. Nada podría detenerlo.
Lentamente los pasos lo llevaron fuera de la habitación donde había estado, el pasillo de afuera esta tan iluminado que sus ojos le dolían, con pasos débiles siguió a la criatura metálica por blancos pasillos.
Sus ojos evaluaron el pasillo por el que caminaba, había varias habitaciones, y todas parecían estar ocupadas, de hecho, él podía sentir que detrás de cada una de esas puertas había un ser parecido a él, no sabía cómo lo sabía, pero no lo dudaba.
Finalmente llegaron a una habitación, una puerta, la cual estaba protegida por cientos de runas talladas, había una extraña sensación de poder en cada una de estas letras.
Gabriel podía sentir como su corazón latía en su oído, lo que sea que se encontraba del otro lado de la puerta lo llamaba con desesperación. La puerta se abrió, y allí vio una figura familiar, una que lo llamaba.
Gabriel entro, siguiendo comandos no hablados, se sentó en una extraña silla, y un artículo fue conectado a su cabeza, tuvo miedo cuando el metal chirrió, pero la familiar figura lo calmo. Luego todo se oscureció de nuevo.
Por unos segundos fue como si volase, pero esa agradable sensación termino rápidamente, cuando volvió a abrir los ojos se encontraba rodeado de fuego, muerte, y destrucción.
Con horror levanto una mano, y resulta que estaba sosteniendo un arma que no conocía.
—El entrenamiento comenzara en T-30S. Tu entrenamiento tendrá lugar en el complejo de la UAC de marte. Buena suerte, supera y consume a la oscuridad que consume todo, o se consumido por ella.
Gabriel no sabía que era lo que la voz estaba diciendo, y no tuvo tiempo para pensar en eso, porque un grito anuncio el comienzo de una pelea, pelea que perdió a unos segundos del inicio. Un demonio de color rosado lo ataco por la espalda, y luego se lo comió.
Pero la batalla no termino allí. Después de que sus ojos se cerrasen aceptando la muerte, todo comenzó de nuevo.
-El entrenamiento comenzara en T-30S. Tu entrenamiento tendrá lugar en el complejo de la UAC de marte. Buena suerte, supera y consume a la oscuridad que consume todo, o se consumido por ella.
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VEGA había pasado meses examinando la cultura y religión en que se basaba este decadente imperio de la humanidad, también la comparo con cualquier dato existente que tuviese en sus archivos del tiempo antes de su creación en la tierra. Y por eso podía llegar a una conclusión que no parecía haber cambiado desde el principio de la humanidad; "Los humanos podían ignorar muchas cosas, pero siempre sabrían como matarse los unos a los otros"
En base a ese descubrimiento VEGA había preparado una campaña que le aseguraba atraer la mayor cantidad de seguidores, y como cualquier llamado a las armas que se había realizado antes. Era necesario un discurso. Uno que sería pronunciado a través de cualquier parlante que funcionase, y cantado por cada querubín que existiese en este planeta.
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Los humanos estamos acostumbrados a la guerra.
Llevamos luchando desde tiempos inmemoriales.
Para muchos la guerra es lo único que conocen.
Hemos luchado desde el momento que nacimos.
Luchamos por la supervivencia.
Luchamos por la humanidad.
Luchamos para poder seguir respirando.
Pero todo cambio desde que el cielo se partió en dos.
La humanidad está a punto de extinguirse...
Las fuerzas del caos están empeñadas en diezmarnos.
Tras su derrota hace más de 10 000 años, han regresado y más fuertes que nunca.
El emperador, nuestro último rayo de esperanza nos ha sido arrebatado.
Y su luz se ha apagado para nosotros.
Estos días son cada vez más oscuros para nosotros.
Miles de mundos arden en la gran espiral.
Proto no tendremos nada que defender.
Y por eso, solo nos queda una única opción.
! ¡Es hora de atacar!
Tenemos que llevar esta lucha lejos de nuestros hogares.
Tenemos que prepararnos, para luchar donde la oscuridad reina.
Incluso si esto significa un destino peor que nuestra muerte.
Lo que voy a pedirles, sé que no es fácil. Pero es necesario.
Si queremos sobrevivir, si queremos vivir lo suficiente para ver a nuestros hijos crecer.
Y que ellos puedan disfrutar de unos tiempos de paz que jamás hemos conocido.
Tenemos que luchar.
! ¡Hoy llevaremos la batalla al corazón del enemigo!
! ¡Hoy corregiremos el curso de la historia de la humanidad!
! ¡Hoy aseguraremos la supervivencia de nuestra especie!
No como soldados, no como Marines, Hoy lucharemos, como la última esperanza de la humanidad. Hoy renaceremos como los centinelas de la noche.
/
VEGA aun no comprendía el poder que las palabras tenían en la psiquis de la humanidad, pero había aprendido lo suficiente como para comprender que no debía ser subestimado. Unas pocas palabras dichas en el tono adecuado, y pronunciadas en el lenguaje apropiado ya habían inspirado a ejércitos a luchar en batallas donde las posibilidades de supervivencia apenas si eran superiores al cero absoluto.
Obviamente él no podía crear un discurso por sí mismo, y el Slayer no era de mucha ayuda, pero esperaba que el discurso que copio y modifico de uno de los mayores lideres de la humanidad fuese suficiente para inspirar a los refugiados para unirse a los centinelas de la noche, y luchar en esta guerra.
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—Hermanos míos, yo les pregunto ¿Quiénes somos?
—Somos los olvidados, los perdidos, y los desechados.
—Hermanos míos yo les pregunto ¿Qué sostienen en su mano derecha?
—Tres piezas de plata pulida, piedad para nuestras almas mil veces malditas.
—Hermanos míos yo les pregunto ¿Qué sostienen en su mano izquierda?
—La espada, el fuego, y la furia. Muerte a los enemigos de la humanidad.
VEGA sintió como sus circuitos se cortaban, él había entrenado a todos los miembros actuales de los centinelas de la noche con un entrenamiento virtual, totalmente basado en las batallas más sangrientas que tenía en su registro, en estas el Doom Slayer actuaria tanto como guía como un mesías. Esto se hizo para moldear la psique de los nuevos reclutas para acomodarlos mejor a las necesidades del siempre cambiante campo de guerra.
Sin embargo, sin que nadie se diera cuenta, estos nuevos reclutas, habían desarrollado una especie de pasado común, si bien varios de ellos habían sido entrenados de tal forma que reconocerían sin mucho problema a un camarada. VEGA por primera vez es mucho tiempo, llego a dudar de sus acciones.
Los nuevos centinelas de la noche, no solo tenían algún tipo de conexión que los unía entre sí, también parecían haber heredado, de alguna forma, las memorias de los antiguos centinelas de la noche.
Cuando el grito termino, todos los centinelas de la noche que se encontraban defendiendo la fortaleza del destino, abordaron con fuerza y furia la nave enemiga. Dejando detrás de ellos un sendero de sangre y muerte.
Los enemigos Xeno que seguían tratando de frenar el contraataque fueron masacrados de la forma más sanguinaria y eficiente posible, mientras los prisioneros, fueron rápidamente escoltados a un lugar seguro, no importaba si estos eran humanos o no.
Este comportamiento llamo un poco la atención de VEGA, el había esperado que los centinelas de la noche sintiesen una especie de aversión por cualquier cosa no humana, pero al parecer esto no era así. Los centinelas de la noche, incluso habían llegado a actuar con delicadeza con los prisioneros que estaban muy heridos como para moverse.
Por un lado, esto podía ser un problema. Según todo lo que había aprendido del imperio este comportamiento podía ser muy mal visto. Por otro lado, tratar de borrar ese ligero rastro de humanidad de sus soldados, podía resultar inmensamente contra producente.
Al final, tras un largo debate interno, el cual duro aproximadamente un minuto. VEGA considero que su mejor curso de acción seria enviar a los humanos al planeta donde estaban actualmente instalados, mano de obra no sobraba en estos momentos. Mientras, enviaría a los Xenos a la superficie de uno de los planetas vecinos, todos los planetas de este sistema solar habían sido terra-formados, por lo que tenían atmosfera, por lo que eran habitables. Ya después vería que hacer con ellos con forme a lo que la situación lo requiriese.
Ya sin tener que gastar energía en temas sin importancia, VEGA pudo concentrarse en el verdadero problema que tenia entre manos. Los nuevos centinelas de la noche, estaban demostrando tener una individualidad nunca antes calculada.
—Talvez debería repasar de nuevo el proceso de creación de cada uno de los centinelas de la noche.
Sin embargo, sus divagaciones terminaron abruptamente, el Slayer había llegado por fin al centro de mando de la nave hostil. Este era el momento perfecto para examinar de cerca a este nuevo oponente, y quien sabe, descubrir sus secretos.
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