Cap4.- El juicio
En una hermosa noche de luna llena se pueden observar a tres figuras encapuchadas, brincando de edificio en edificio hasta llegar al ministerio de magia en donde se adentraron sin ser vistas. Ya dentro se puede observar todo en calma, no se oye ni un solo ruido, en una sala de muchas puertas se encuentran las tres figuras las cuales se encontraban observando las puertas las cuales giraban a una gran velocidad.
El encapuchado mas alto se dirigió a una puerta en la cual entro como si nada, enseguida los otros dos lo siguieron. En esa habitación se podía observar en el fondo un arco con un velo muy raído y antiguo; estos empezaron a bajar las escaleras con una lentitud extrema, al final de la escalera se quedaron de pie y el mismo encapuchado se fue acercando hasta quedar de frente al arco en el cual se podía escuchar el susurrar de muchas voces, después de unos minutos dijo con voz de ultratumba:
Velo de la muerte que el destino decides
Déjame entrar en ti y muéstrame lo que
Más deseo, lo cual le pertenece a otra persona
Regrésalo o te lo arrancare de tus mismas entrañas
Y roeré tu vida aunque para eso tenga que sacrificar
Mi propia existencia...lo conseguiré...
Al terminar de decir esto el arco emitió una luz dorada dando su aprobación, cuando la luz se disipo el encapuchado se fue acercando en silencio hasta que lo penetro mientras los otros dos decían lo siguiente: lo que en ti entrara por tu aprobación tu lo dejaras salir con lo que en su cuesta traiga permitiéndole así la paz que este necesita... durante más de media hora estuvieron diciéndolo; cuando de repente vieron como el velo se agitaba descontroladamente y una luz de color roja lo rodeaba, se puede ver como dos cuerpos caían al piso, uno de ellos era el encapuchado y el otro era un hombre de piel muy pálida, unas grandes ojeras, labios resecos, con ropas andrajosas, pelo negro hasta la mitad de la espalda, muy delgado, ambos se encontraban muy exhaustos por el grande esfuerzo que hicieron. A los pocos segundos se acercaron los otros dos encapuchados, estos los tomaron en brazos y se desaparecieron activando las alarmas del ministerio el cual se lleno de aurores los cuales no pudieron encontrar la causa del por que se activaron las alarmas.
En el callejón Diagon se pueden observar tres muchachitas caminando despreocupadamente ante el asombro de las personas ya que últimamente por los ataques ocurridos nadie dejaba a sus hijos solos ni un solo momento; lo que más llamaba la atención era el aspecto y la forma de vestir que tenían:
La más alta de las tres medía 1.74 m, tenía cabello verde largo hasta la cintura recogido en una coleta alta y algunos mechones enmarcando su rostro, sus ojos color rojo sangre, labios carnosos rojo fuego, su piel pálida, una hermosa figura por donde se mirara; vestía con una blusa de manga larga cerrada con un zipper hasta la mitad del pecho de seda negra, una falda roja con negro de seda hasta la mitad del muslo y unas botas negras de piel de dragón hasta las rodillas dándole un aspecto elegante y sensual.
La de estatura media medía 1.72 m, cabello azul cielo y algunos mechones de color verde y negro, largo hasta la cintura recogidos en una coleta alta con un mechón de cabello negro cubriendo su ojo izquierdo o derecho, su ojo visible era de color verde esmeralda, utilizaba unos lentes de montura negra y rectangulares los cuales le daban un toque de intelectual, sus labios rojo fuego, piel pálida, una hermosa figura por donde se mirara; vestía con una blusa blanca de cuello alto y sin mangas la cual se encuentra sujeta por un solo botón a la altura del pecho, un pantalón negro de cuero el cual le llegaba hasta la cadera ;;;) el cual tenía bordado un dragón blanco el cual subía por su pierna derecha le daba la vuelta a su cadera dos veces como si fuera un cinturón y su rostro descansaba en su muslo izquierdo, una cadena la cual caía hacia el lado derecho y unos botines negros de 10 cm. de altos, en el brazo derecho llevaba un brazalete de plata con la forma de garras de un cuervo, también se podía observar un tatuaje de un fénix en su espalda baja.
La tercera media 1.70 m, su cabello tan negro como la noche rizado recogido en una coleta alta con varios mechones cayendo en su rostro; sus inocentes ojos de un color violeta y una tierna sonrisa de sus labios rojo fuego en su hermosos y joven rostro de piel pálida; una hermosa figura resaltada por la ropa tan sensual que portaba; un vestido negro straple que se adhería a cada una de sus curvas llegando un poco mas arriba de la mitad de sus muslos; unas medias azules las cuales le llegaban un poco arriba de las rodillas dejando a la vista un poco de sus perfectos muslos con una botas de cuero de 10 cm. de alto hasta la rodilla, sus hermosos brazos cubiertos por unos guantes hasta arriba del codo de color azul oscuro el cual se encontraba muy oscuro en la punta de los dedos y al ir subiendo el color iba bajando en tonalidad hasta que cuando llegaban al codo se veía transparente y una cadena en su cadera cayendo hacia su muslo izquierdo.
Cuando las tres pasaron por la tienda de quidditch a la muchacha de cabello rizado le brillaron los ojos y entro rápidamente ante la mirada estupefacta de sus hermanas. Cuando estas pudieron reaccionar su "querida" hermana se encontraba observando una escoba como una niña de cinco años, las otras dos se voltearon a ver decidiendo quien iría por ella, la mediana se dirigió rápidamente a la tienda en la cual pudo observas a varios aurores vestidos como civiles, cuando se encontraba dentro paseo su vista por toda la tienda hasta que se fijo en una persona que parecía a punto de explotar de tanta felicidad ante lo cual se dirigió velozmente hacia su hermana; al llegar a su lado le quito la escoba y la tomo de su brazo izquierdo con algo de brusquedad mientras que decía :
Que es lo que crees que estas haciendo?... –Dijo alzando la ceja izquierda
Pues...este...yo –Dijo paseando su mirada nerviosa en busca de una escapatoria
Sabes que tenemos mucha prisa y tu estas gastando nuestro tiempo con tonterías...
Pero yo quiero una ESCOBA!
No me interesa que la quieras si –Sonrisa malvada- Si Morrigan te de su autorización por mi no hay ningún problema con eso...
Eso es trampa sabes que nunca me dejara! –Dijo llorando a lágrima viva mientras era arrastrada por su hermana.
Mientras se encaminaban pudieron ir observando ante sus ojos como iba apareciendo un edificio blanco como la nieve, que se alzaba sobre las pequeñas tiendas, puertas de bronce pulido, donde se encontraba un gnomo con un uniforme carmesí y dorado; estas muchachas empezaron a subir los escalones de piedra blanca en donde pudieron observar unas puertas dobles de plata con unas palabras gravadas en ellas:
Entra desconocido pero ten cuidado con lo que le espera al pecado de la codicia, por que aquellos que cojen pero no se lo han ganado, deberán pagar en cambio mucho más, así que si buscas por debajo de nuestro suelo, un tesoro que nunca fue tuyo, ladrón, te hemos advertido, ten cuidado, de encontrar algo mas que un tesoro.
Cuando pasaron las puertas se encontraron con un amplio vestíbulo de mármol, un centenar de gnomos estaban sentados en altos taburetes, detrás de un largo mostrador, escribiendo en grandes libros de cuentas, pesando monedas en las balanzas de cobre y examinando piedras preciosas con lentes, las puertas de salida del vestíbulo eran demasiadas para contarlas y otros gnomos guiaban a la gente para entrar y salir. Con paso decidido las tres se acercaron al mostrador donde se encontraba un gnomo ocupado con el Sr. Malfoy el cual al verlas no pude evitar mirarlas con demasiada sorpresa por lo hechos acontecidos durante su juicio y el de su esposa.
flashback
La enorme mazmorra en la cual se presentaba el juicio de los Señores Malfoy era horrorosa, con las paredes de piedra oscura con una antorchas que apenas si la iluminaban; muchas gradas se encontraban vacías a ambos lados solo que en el frente justo en los bancos más altos, había muchas figuras entre las sombras, en las cuales la mayoría se encontraba hablando entre las sombras, entre los cuales a simple vista nadie se daría cuenta pero se encontraban sentados todos los integrantes de la orden del fénix, el joven Draco Malfoy y su querido padrino Severus Snape.
Ambos callados mirando y escrutando detrás de su apariencia tranquila sin preocupaciones a todas las personas del ministerio de magia; de repente un sonido de una puerta azotando se puede escuchar de esa manera acallando todas las platicas de las personas presentes. Muchos al alzar la vista pudieron observar con todo detalle a la Señora Malfoy entrar como si fuera a alguna reunión de la alta sociedad con un andar arrogante y mirada de superioridad a pesar de la ropa y el aspecto que tenia al igual que ella su esposo entro con un paso de superioridad y sin vacilar ni un segundo en su profundo andar.
Al llegar al centro se sentaron en unas sillas la cual tenía el reposabrazos cubierto de cadenas, en cuanto ellos se sentaron las cadenas tomaron vida y los ataron. Había unas cincuenta personas que, por lo que pudo observar, llevaban túnicas de color morado con una ornamenta "W" de plata en el lado izquierdo del pecho, la mayoría de las personas los miraron fijamente, la mayoría con expresiones de odio y otros con tremenda curiosidad. En medio de la primera fila se encontraba Cornelius Fudge, el ministro de magia. El Señor Fudge era un hombre corpulento que solía llevar un bombin de color verde lima, aunque en ese momento no lo llevaba puesto; tampoco tenia esa sonrisa de adoración que les dirigía siempre a los señores Malfoy. Una bruja de mandíbula cuadrada y con el pelo gris muy corto se encontraba sentada a la izquierda de Fudge; llevaba un monóculo y su aspecto era verdaderamente severo. A la derecha de Fudge había otra bruja, pero estaba sentada con la espalda apoyada en el respaldo del banco, de manera que su rostro quedaba en sombras.
Muy bien –Dijo Fudge- Hallándose presente los acusados, por fin podemos empezar ¿Están preparados? –Pregunto a las demás personas que ocupaban el banco
Si señor –Respondió la voz ansiosa de Percy Weasley.
-Visita de juicio de sanción el primero de agosto –Comento Funge con voz sonora y Percy empezó a tomar notas de inmediato- por el decreto de traición al ministerio de magia; el uso incorrecto de la magia frente a personas no mágicas y contra el Estatuto Internacional del Secreto de los Brujos cometidos por Narcisa Black de Malfoy y Lucius Malfoy de 41 años de edad. Interrogadores.-Cornelius Oswald Fudge, ministro de magia; Amelia Bones, jefa del departamento de seguridad mágica; Dolores Jaen Umbridge, subsecretaria del ministro; escribiente del tribunal, Percy Ignatus Weasley…
Testigos de la defensa Natulcien Alcarín y la segunda al mando en la orden del Dragón –Dijo un hombre encapuchado posado debajo de la puerta.
Todos los miembros del Wizengamot murmuraban indignados ante la brusca interrupción; en el instante en que el encapuchado se hizo a un lado les dio la oportunidad de poder observar a una hermosa muchachita de cabello rizado en el cual se podían observar destellos cuando las luz de las antorchas le daban, vestía una túnica roja la cual se le ceñía a todas y cada una de sus curvas y unas hermosas zapatillas color verde con diamantes incrustados y en sus brazos una oso de peluche que parecía vivo. Detrás de ella se podía observar a una mujer con una capucha de color azul rey con una mascara que le cubría solamente los ojos y parte de su nariz la cual era completamente blanca con una runa rojo sangre.
Algunos miembros del Wizengamot parecían enfadados, otros pocos asustados y todos los demás completamente sorprendidos. Los Sr. Malfoy al oír la presentación giraron su rostro con tanta brusquedad que se hicieron daño en el cuello mientras miraban como la encapuchada cruzaba con aire resuelto y sereno la habitación hasta posarse detrás de ellos sin que en ningún momentos sus ojos se separaran de los de Fugde los cuales relampagueaban completamente furiosos la encapuchada con una sonrisa de burla le hizo una pequeña seña con una mano para que continuara con el juicio. Mientras tanto los miembros del Wizengamot seguían murmurando y moviéndose inquietos y solo se calmaron cuando Fugde volvió a iniciar el juicio:
Si –Repitió este moviendo sus notas de un sitio para otro- Bueno esta…esta bien…los cargos…si… -Separo una hoja de pergamino del montón que tenía delante, respiro hondo y leyó en voz alta- Los cargos contra los acusados son los siguientes: que a sabiendas, deliberadamente y consientes de la ilegalidad de sus actos tras haber sido enjuiciados anteriormente y haber sido declarados inocentes en este momento se les acusa de marta a muchos muggles y de lanzar las maldiciones imperdonables bajo las ordenes del que-no-debe-ser-nombrado, ade…
Antes de que pudiera seguir diciendo algo, se puedo escuchar claramente como la encapuchada bufaba; esta se irguió completamente demostrando de esa manera un poder y una gran determinación al comenzar a hablar.
Las acusaciones que acaban de ser nombradas serán retiradas inmediatamente al igual que los Señores Malfoy quedaran en libertad otorgándoles la orden de Merlín de primera clase al igual de una compensación por el mal trato al que fueron sometidos al igual de una declaración pública sobre la inocencia de los señores.
Todos los miembros del Wizengamot se encontraban completamente furiosos y se habían puesto de pie para reclamar que ella no tenía ningún derecho de hacer eso y los miembros de la orden del fénix exigían que fueran encarcelados en Azkaban o entregados a los dementors, mientras la encapuchada esperaba en silencio que la calma volviera a instalarse antes de poder continuar.
Cuando parecía que la mayoría había terminado de gritar y la estaba mirando con un gran odio pero antes de que pudiera decir una sola palabra un hechizo de magia negra fue mandado directamente hacia ella, la cual no hizo nada por defenderse y ante la sorpresa de todos en cuanto el hechizo la golpeo esta seguía de pie sin ningún daño, muchos lanzaron exclamaciones de sorpresa y antes de que alguien pudiera decir algo la muchacha de pelo chino se dirigió directamente a Dumbledore
Ah director! Jiji otra cosa que también es muy importante es el hecho de que en el próximo año en Hogwarts se dará una nueva clase la cual la impartirá la Sra. Malfoy además de que es Sr. Malfoy será el nuevo maestro de DCAO….mmm…se me olvida algo…que era…. – Se oye una pequeña tos de parte de la encapuchada- Ah! Es verdad mis hermanas y yo estamos pensando en recibir este año clases en Hogwarts ya que nuestras madres nos han preparado para tomar su lugar cuando llegue el momento ellas están de acuerdo en que debemos tener estudios como cualquier joven….es por eso que esperamos que entienda que nos tendrá todo un año mirando y evaluando que el cargo que tiene como director se este llevando a cabo correcta y eficazmente.
Las miradas de todas las personas reunidas en ese momento se dirigieron al director con una mirada de confusion en su rostro, mientras el director contrario a lo esperado asentia dandoles a entender a los demás que era la verdad.
Bueno en ese caso le suplico que reuna a todos sus maestros como minimo dos días antes de que empiecen las clases para que podamos hacer una evaluación del nivel en el que se encuentran...en caso de que no estemos de acuerdo con la forma de enseñanza de alguno de ellos se los haremos saber para que puedan hacer los cambios necesarios...por nuestro material no se preocupe al igual que llegaremos como creo que debió de entender hace unos momentos dos días antes del inicio de las clases...bueno como tengo muchas tiendas que recorrer y poco tiempo hasta luego –Mueve la mano de su peluche despidiéndose.
Segundos después la vieron salir casi corriendo pero con una gran elegancia mientras murmuraba que tenia que comprar un nuevo guardarropa por que ya no tenia nada que ponerse; mientras todos se encontraban confusos, aprovechando la distracción la encapuchada les dio unos pergaminos a los Malfoy y se desapareció lentamente junto con el otro encapuchado. Mientras todos salían del shok ellos aprovecharon y leyeron la nota para segundos después acercarse a su hijo, ante lo cual todos salieron de su estado
fin del flashback
Desde ese momento había pasado a ser ante la sociedad mágica un miembro importante de la orden del Dragón Blanco y aunque todavía la gente le huía cuando lo miraban ahora yo no lo miraban con tanto desprecio y todo se lo debía a las lideres por sacarlos de ese problema, aunque ahora el mayor era que Voldemort quisiera en algún momento atacarlos y además del hecho de que su hijo pronto recibiría su herencia mágica, mas la búsqueda de la pareja de este le complicaría aun mas la situación.
Mientras tanto el gnomo las saludaba con demasiado respeto y un poco de admiración, despidiéndose rápidamente del Sr. Malfoy se dirigió con las muchachas a una habitación en la cual discutirían los siguientes sucesos respecto a su visita.
