Capitulo 2 : Pactar con el diablo.

Era extremadamente pronto, pero los nervios apenas le habían permitido pegar ojo, por eso, tras dar muchas vueltas en la cama, se levantó pesadamente.

Ando por la casa aún en pijama tratando de no hacer mucho ruido, aprovecharía este tiempo para hacerles el desayuno. No le gustaba abandonar sus quehaceres, pero tampoco tenía muchas opciones más. Dejó todo hecho un rato después y tras vestirse salió en silencio de la casa.

Caminó más lento de lo que debería, sintiendo el irrefrenable deseo de volver sobre sus pasos y esconderse en esa casa que consideraba un poco suya para no enfrentarse a esto, pero no era lo correcto, sabía que su madre se avergonzaría de ella si actuaba como una cobarde y nunca pensaba defraudarla.

Ante ella, las puertas de la primera casa se mostraban como la entrada al corredor de la muerte. Sí, ella era muy positiva normalmente, pero con Akito era diferente, por mucho que intentara no podía sonreír y pensar cosas bonitas.

Tohru¿Qué haces tú aquí? – la muchacha se dio la vuelta encontrándose con Haru Sohma que la miraba intrigado.-

Oh, yo… Hatori me llamó…

¿Ocurre algo? – preguntó al notarla nerviosa.-

No, no… claro que no nnU … etto… voy a entrar, Hatori me está esperando.-

Bueno…- musitó nada convencido.- … yo me voy también. Adiós.

Adiós.

¿Qué ocurriría? Eso era lo que se preguntaba el Sohma poseído por el signo de la vaca. Era raro ver a Tohru por la casa principal y sabía que siempre que venía era por una razón importante. No es que tuviera una relación especial con ella, no eran precisamente amigos de los que están mucho tiempo juntos, pero aun así sentía aprecio por ella. Era mucho lo que había hecho por su familia, desde conseguir que Yuki fuera más abierto, hasta dar a Kisa el valor de enfrentar sus temores y volver a hablar… además estaba lo del neko, porque por mucho que se pelearan él sabía que todo fue siempre muy duro para Kyo y ella era la primera persona (después de Kazuma) que le aceptaba incluso conociendo su verdadera forma.

Fuera como fuera, sabía que Hatori estaba en la casa y él no dejaría que le ocurriera nada.

Había pasado mucho rato desde que entrara a la casa y Hatori le hiciera pasar al cuarto de Akito. Allí estaban los tres, sin cruzar una sola palabra en todo ese tiempo, pero de pronto, Akito miró fríamente a Hatori y sonriendo falsamente dijo:

Hatori, dejanos solos.

Demo…

¡HE DICHO QUE NOS DEJES SOLOS!

No pasa nada…-sonrió Tohru para que saliera tranquilo, lo que menos deseaba es que él tuviera problemas con el jefe de la familia por su culpa.

Aún algo reticente a salir y dejar a la joven sola con ese monstruo, se dio cuenta que no tenía más remedio, así que cerró la puerta tras de si y con él salió la poca tranquilidad que Tohru aún conservaba.

Te preguntaras que haces aquí¿verdad?

Hai…

Hace demasiado tiempo que estás entre nosotros…- comenzó con su típica voz cavernosa y chillona.- …y durante este tiempo tu presencia me distrajo de un acontecimiento importante. Poco a poco, los días transcurren y se acerca la fecha en que Kyo perderá su libertad…-

NANI!- le interrumpió ella.-

NO ME VUELVAS A INTERRUMPIR!- gritó y se acercó propinándola una sonora bofetada.- Sé buena chica o dios te castigará.- Sonrió de nuevo marcando más su maldad y la amenaza de sus palabras. n/a: recordad que Akito sería dios dentro de la maldición de los Sohma. – Como iba diciendo, Kyo será encerrado tras su graduación, aunque él piense que tiene una oportunidad de que esto no ocurra, cree que depende todo de vencer o no a Yuki…ja! Que iluso es…- La muchacha estaba horrorizada ante tal revelación¿Kyo encerrado¿Por qué? – Aunque… todo podría cambiar… todo… Tú que tan noble dicen todos que eres¿estarías dispuesta a sacrificarte por él?-

Yo… no… no entiendo…-

Aghhh! Realmente eres más tonta de lo que pensaba. Bien, te lo repito… en tus manos está el futuro de ese maldito neko… tú decides si vivirá una vida normal dentro de las posibilidades de esta familia, o si por el contrario pasa toda su vida en una celda encerrado. ¿Qué decides?

Demo…yo… ¿qué tendría que hacer?- preguntó confusa y saturada por tanta información de repente.-

Eso es algo que no sabrás hasta que aceptes. ¿No se supone que le quieres tanto¿No eres tan sacrificada¡PUES DECIDETE! Tu le amas, se puede ver a kilómetros de distancia, la manera asquerosamente melosa en que le hablas, en que actuas cuando estás a su lado… es repugnante, pero ambos sabemos que le quieres. Entonces… - se acercó y pasó las uñas por el fino rostro de la joven, sin llegar a arañarla, pero como algo más que una simple caricia. Ella podía notar como su corazón palpitaba de angustia e indecisión.

¿Salvar a Kyo de su triste destino¿Conseguir que se integrara en la familia¿Poder darle todo lo que siempre quiso? No debería tener ninguna duda, pero las tenía… era pactar con el mismo diablo, por mucho que tratara de alejar ese pensamiento de su mente. Aceptar sería dar su vida a Akito, que pudiera hacer lo que quisiera con ella y no haría nada bueno, así que…

Acepto…- susurró casi inaudiblemente.-

¿Qué has dicho?- preguntó a pesar de que había oído cada letra.

¡Acepto! Está bien, haré lo que quieras, pero por favor, no le hagas daño a Kyo, permítele ser feliz.- Akito apretó las uñas hasta enterrarlas en la blanca y suave piel de la oniguiri. La sangre fluyó manchando de rojo su cuello, pero Tohru apenas cambió el gesto de su rostro, sabía que haber pronunciado esa palabra significaba perderse a si misma por completo, dejar de sentir y someterse a los deseos de Akito.

La noche había caído y en casa de Shigure todos esperaban preocupados a la joven que hacía meses se había convertido en la alegría de sus vidas, les extrañaba enormemente que tardara tanto, y aún más que no hubiera llamado para avisar si llegaba tarde.

De pronto, unos golpes suaves sonaron en la puerta de entrada y Shigure se levantó sonriente como siempre pensando que sería la que él llamada su linda florecilla. Su sorpresa fue mayúscula cuando ante él apareció Kureno con una carta en la mano.

Qué haces tú aquí?

Veo que sigues igual de maleducado que siempre.- contestó Kureno fríamente.- Vengo a darte esto.- le tendió la carta sin darle mayor importancia, y Shigure la tomó rápidamente para leerla. Sabía que el hecho de que Kureno estará allí quería decir que Akito había hecho algo, y eso sumado a la tardanza de Tohru era algo de lo más preocupante.-

Querido Shigure:

Siento no tener las fuerzas para despedirme, pero no soportaría

ver vuestras caras de decepción. Por mucho tiempo he sido feliz

estando con vosotros, pero también he sido infeliz, no sabía

como enfrentarme a todo lo relacionado con el secreto de vuestra

familia, más después de lo que descubrí de Kyo.

Por eso, fui hoy a pedirle ayuda a Akito, sabía que aunque no le

cayera bien, si sabía que lo que quería era irme, me ayudaría.

Siento que todo termine así, pero soy demasiado débil.

Adiós.

PD: No me busquéis, os lo ruego.

¿Qué demonios le ha hecho!- gritó Shigure cogiendo a Kureno del cuello de la camisa y golpeá

ndole contra la pared. De inmediato Kyo y Yuki se pusieron en guardia al darse cuenta que todo tenía que ver con Tohru.

Kureno se libró de Shigure empujándole y le miró indiferentemente. Yo solo sé lo que pone ahí, esa muchacha vino hecha un mar de lágrimas, Akito la atendió y al final se marchó con un gesto mucho más sereno.

¿Qué¿Qué… le ha pasado a Tohru?- preguntó nervioso Kyo obteniendo solo una mirada triste de Shigure y otra fría de Kureno.- ¡He preguntado que qué le ha pasado!

Ella… parece que se ha ido.- contestó Shigure pasándole la carta con desgana. Kyo la cogió y comenzó a leer a la vez que Yuki se acercaba a él para poder leerla también.-

Esto no tiene sentido.-

Yuki tiene razón, Tohru no haría esto. No me lo creo…-

Shigure, tú mejor que nadie sabes lo que una persona normal sufre al descubrir nuestro secreto. Recuerda a Kana…

¡No es lo mismo Kureno!

Una mujer que llegó y conquistó a un Sohma, descubrió el secreto y aunque al principio no le importaba, terminó tan atemorizada que casi se vuelve loca. ¿No le ves similitud?

Demo…- Shigure no sabía que decir, pensaba que todo esto era cosa de Akito, pero al dentro de él también creía que esa carta era verdad. Después de todo Tohru había visto muchísimo más de lo que cualquiera podría soportar manteniendo la cordura, más siendo una chica tan frágil en el fondo.

Yo ya cumplí, solo tenía que traer la carta. Adiós.

Continuara…

Gracias a las dos personas que me dejaron comentarios, respecto al sexo de Akito yo lo sé... no digo si es hombre o mujer, pero solo porq hay gente q solo ha visto el anime y no sabe nada de eso. Así q...

Prepararos para sufrir, porque esta mente maquiavelica que yo tengo ha tenido nuevas ideas angustiosas... xDD.

Accidentes, sorpresas y un cambio de identidad sin saberlo... la mentira se vuelve más difícil de enmendar... todo en el proximo capitulo.

CAPITULO 3: Muriendo por ti... mi infierno.

Aios! Y recordad dejad reviews o no publico más xD (chantagista!)