My Boyfriend's Mother

Tercer día

(Horo-Horo POV's)

- ¡¡Entradas...! - Fue lo primero que escuché al despertar. Estaba medio aturdido así que al principio se me hizo difícil identificar la molesta y sonora voz, que se escuchaba desde afuera, por los corredores del segundo piso.-

¡¡Tengo entradas para el parque de diversiones, Horo-Horo-Kun, Ren, Jun!-

'Ran' Me dije con fastidio, eran...Tomé el reloj despertador que tenía bajo la almohada y lo miré, eran apenas las nueve de la mañana (normalmente me despierto pocos minutos antes del mediodía), y esta mujer se ponía a gritar como loca que tenía entradas para no sé qué...Estaba tan aturdido que ni mis oídos funcionaban a la perfección.

Escuché como una puerta de las habitaciones del pasillo se abría en un azote y luego escuché un golpe fuerte, como un cuerpo chocando contra la pared. Demonios...Ren había salido de su habitación y tal vez había tumbado a su madre en el suelo, con el filo de su lanza en el cuello de su madre...No quiero ni imaginarlo.

Me levanté muy apresurado y con el temor de ver a Ran muerta de miedo en el suelo (incluso llegué a imaginarmela MUERTA, del modo literal). Abrí la puerta y me encontré con la espalda de Ren, su espalda desnuda y con ese maravilloso tatuaje de la dinastía Tao, desvié la mirada y vi a la madre del Tao tirada en el suelo, pero no tenía ninguna cortadura ni nada. De hecho, el chichón en su frente fue demasiado notable a primera vista.

- He abierto la puerta de mi habitación, y ella ha chocado contra ésta.- Me aclaró Ren, cruzándose de brazos y mirando a su madre ya hastiado. Seguramente lo había hecho a propósito, para que Ran de una buena vez se callara...Una idea muy inteligente de su parte...Pero no midió las consecuencias, lamentablemente.

- Sabes que no es suficiente con aturdirla un rato, Ren.- Le dije, y me sentí un poco culpable porque no me había acercado a la madre de Ren para ayudarla.

- No tengo la lanza. Se le ha quebrado el mango...'lamentablmente''.- Comentó como si nada.- Además, no quiero matarla, ya no soy un asesino.-

- ¿Deberíamos ayudarla? -

- No. Despertará en cinco minutos, tiene la cabeza tan dura como tú.-

No hice caso a su comentario ni a su molesta sonrisa burlona, me quedé mirando el cuerpo inconsciente de Ran Tao. Si, la verdad es que era una mujer extraordinaria, no todas tienen la misma energía y la ganas de vivir como ella, no todas aceptan el hecho de que su hijo salga con un 'chico', y a ella realmente parece no importarle, de hecho, le fascina. Ren debería apreciarla más...Aunque sea molestosa y chillona, es su madre, y ella lo acepta tal cual es, por ello pienso que el chino debería responderle de la misma manera.

Pasaron unos segundos, y derrepente Ran se incopora de la nada. Queda sentada en el suelo y se frota la frente con la manga de su elegante vestido chino, aún no se percataba de nuestra prescencia y eso me alivió unos minutos, pues ella acostumbraba apenas nos tenía a primera vista a abrazarnos con tal fuerza que ya los pulmones dejaban de recibir aire y era desesperante. Luego giró la vista, parpadeó varias veces mientras nos miraba...

- ¡¡Horo-Horo-Kun! - Se levantó sorprendetemente rápido del suelo y se avalanzó sobre mi, apretándome la cabeza contra su pecho. Quedé unos segundos sin aire y luego se separó de mi, posando sus manos en mis hombros.- A qué no saben...¡¡Conseguí entradas para un parque de diversiones! -

- ¿Quieres que vallamos todos? - Preguntó el Tao, desconcertado, mientras miraba las cuatro entradas que su madre sostenía con fuerza.

- ¡Nyaaa! Claro que sí, no sería divertido si tú o Horo-Horo-Kun faltaran. Además es por ustedes que he conseguido las entradas...No está bien pasarcela encerrado en la casa en un día tan bonito...Me pregunto si Jun querrá venir, yo creo que si...Ren, ¿por qué no vas a preguntarle? -

- ¿Y qué te hace pensar que voy a ir a ese parque? - Le espetó Ren, fulminándola con la mirada.

- Pues...no querrás dejar a Horo-Horo-Kun solo ¿cierto? Y a la vista de tantas chicas...- Comentó Ran, mirando con aire despistado las paredes del pasillo.

No sé realmente si fue mi imaginación pero el color de las mejillas de Ren varió a uno rojo, y su expreción trató de esconderla mirando el suelo. Luego dejó escapar un gruñido.

- Iré a cambiarme, estoy en un minuto abajo.- Murmuró, y entró rápidamente a su habitación.

- Ohohoho...- Rió Ran, y sacó su abanico.- ¿Vamos a desayunar Horo-Horo-Kun? -

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Jun aceptó venir también con todos nosotros. Le había agradado bastante la idea ya que le era demasiado aburrido pasarcela metida en el castillo, sin nada productivo que hacer. No obstante, tuvo que dejar algunos puntos claros con su madre, no quería que cometiera ninguna locura ni que empezara a correr por el lugar simplemente porque no podía mantenerse quieta en el sitio, debido a ser una mujer altamente inquieta. Pero nada de esto a Ran le entró en la cabeza, de hecho, ahora mismo andaba en las suyas.

- ¡Nyaaa! Ascensor super-kawaii! - Estabamos metidos hace media hora en un condenado ascensor y la madre de Ren simplemente enloqueció con los botones de éste. Subiamos, bajabamos, volviamos a subir, bajar, subir, bajar, subir...Hasta que Ren apretó el botón del primer piso para llegar el deseado parque, y Ran tuvo que calmarse, si no quería que su hijo cometiera un homicidio.

- ¡Pero hay demasiada gente! - Comentó Jun, apenas salimos del ascensor, viendo como un millón de chinos recorrían el dichoso parque.

- ¡Nyaaa! No dejen que eso los desanime, después de todo...no estaríamos en China si esque no estuviese plagado de chinos ¿no lo creen? - La madre de Ren giró a mirarnos para ver nuestra aprobación de lo que había dicho, yo asentí inmediatamente, sintiendo enseguida como Ren me clavaba una mirada molesta en la espalda, debido a haber dado el gusto a su madre.

- ¿Y qué hacemos primero, madre? - Preguntó Jun, viendo que imposiblemente se pudiera uno movilizar en medio de toda esa multitud de chinos.

- Ohohoho...- Ran sacó su abanico y comenzó a agitarlo mientras reía. - ¿Qué les parece si nos subimos a la rueda de la fortuna?-

- Pero no cabemos todos dentro de una sola cabina.- Opinó Jun, y ladeo la cabeza sin comprender a su madre.

- Ohohoho...subiremos en parejas.- Al momento de decir esto continuó agitando el abanico y se rió con tanta gracia que hasta a mi me pareció algo cómica y poco madura su actitud.- Horo-Horo-Kun...- Al momento de pronunciar mi nombre, se acercó lo bastante cerca de mi como para inquietarme con su siniestra sonrisa, y me tomó del brazo.- Irás conmigo.- Ni siquiera tuve tiempo de protestar porque me jaló con una fuerza sorprendente hacia la famosa 'ruleta' y se detuvo justo delante mio para conseguir un ticket.

Ni siquiera hubo tiempo de ver a Jun o Ren alcanzarnos, porque tan rápido como Ran consiguió el ticket, logró obligarme a subir a la cabina del juego junto a ella. Parecía muy contenta cuando se sentó en frente de mi, yo por el contrario estaba algo confuso...hasta molesto, realmente hubiera preferido subirme a una de estas cosas junto a Ren.

- Mira que maravillosa vista.- Comentó Ran con tono de admiración. Ahora que oía su comentario, ésta ha sido la única frase cuerda que ha pronunciado en mi prescencia desde que llegue al castillo, anteriormente se dedicaba a hablar mucho y demasiado rápido, que ni la mitad de lo que decía se le entendía.

Vi como apoyaba sus manos en las ventanas de la cabina, que daba vista a un extenso parque en el que las personas parecían hormigas...Quise mirar igualmente, dando un simple vistazo, pues la sensación de estar a varios metros lejos del suelo, me ponía nervioso. Y me permitía analizar a la vez, pues, esta sensación ya la conocía, ya la había vivido varios años atrás cuando...

Descrubrí que me gustaba demasiado Ren.

Flash Back

- ¡A la rueda de la fortuna! - Gritó Pilica, quien encabezaba el grupo de amigos que habían decido ir al parque de diversiones esa tarde, pues en la pensión no había mucho que hacer, y hasta Anna logró admitir que un día de descanso no le vendría mal a ninguno de los shamanes. La ainú, apuntaba sonriente la enorme rueda en frente de todos, algunos daban ligeros pasos hacia atrás (como Horo-Horo), pues le temían al juego, debido a que sufrían crisis de nervios cuando estaban a demasiada altura (y eso que eran shamanes).

- Vamos.- Gruñó Anna y fulminó a cada uno de los corbardes shamanes que ahora estaban más alejados del grupo, entre ellos, Lyserg, Horo-Horo, Ryu, Yoh, hasta Tamao.- Le aumentaré los deberes en la pensión a quien no suba, pues prometimos subirmos todos al mismo juego.-

- Yo en ningún momento...- Iba a protestar Horo-Horo, pero el burlón tono del chino lo interrumpió:

- Cobarde, puercoespín.-

Horo-Horo dio media vuelta para enfrentar al Tao, que permanecía con una mano metida dentro del bolsillo de su pantalón y en la otra mantenía un delgado palito que al principio tenía algodón de azúcar, el cual el chino saboreaba gustoso en ese momento, mientras veía de manera altanera al ainú.

- Cabeza de aguja...- Iba a comenzar cuando sintió las manos de la sacerdotiza en su espalda y se percataba de que ésta lo empujaba con fuerza en dirección a la ruleta.- Anna...No quiero...-

- No me interesa.- Murmuró simplemente y lo arrastró hasta llegar a la ruleta. Le pasó el ticket al joven que controlaba la máquina...Pero mucho antes de mirar horrorizado la cabina del 'maldito' juego, se percató de que Yoh se encontraba al lado de él y de que mantenía las manos en los hombros de Ren, quien supuestamente había sido arrastrado hasta allí por el Asakura.

Anna e Yoh empujaron a ambos dentro de la cabina, y mientras sonreían divertidos por esto, Horo-Horo se desesperaba por salir del juego, forsejeando la puerta, pero luego razonó que se encontraba a una altura considerablemente alta y que era mejor quedarse ahí dentro con el chino que caerse de la cabina y morir aplastado en el suelo.

Dirigió su vista en dirección a Ren. Estaba sentado frente suyo, calmado, serio, comiendo de su algodón de azúcar. A él, al menos, no parecía molestarle mucho la situación, hasta podría decirse que le era indiferente.

- ¿Qué me ves? - Preguntó con tono amenazador Ren, clavando sus ojos amarillos en los negros de Horo-Horo. El ainú tragó grueso y se puso nervioso; esa maldita mirada del chino siempre lograba inquietarlo y además sentía como las mejillas se le calentaban enseguida.

- Tienes...- Murmuró Horo-Horo, viendo el labio inferior del Tao y percatándose de que había rastros 'rosados' de dulce.- Algodón en la boca.-

Inmediatamente el Tao acercó sus delgados dedos hacia su boca, pero en un impulso rápido del cual el ainú no se dio cuenta se percató de que había detenido la mano de Ren y que ahora él la mantenía entre su mano, apretandola con fuerza. No hizo caso en ningún momento a la mirada sorprendida y un tanto molesta de su amigo, y pasó su dedo índice por el labio inferior de Ren, sacándole el resto de algodón que quedaba. No se lo hubiera esperado pero un leve rubor trazó las mejillas del chino, y éste inmediatamente (al percatarse de su sonrojo) bajo el rostro.

- Horo-Horo...- Susurró Ren. Se oyó tan bien su nombre salir de su boca, pensó el peliazul mientras apoyaba su mano en la ventana de la cabina y arrinconaba al Tao, que impulsivamente levantó el rostro de Ren, tomándolo de la barbilla. Los ojos rasgados y amarillos del chino escapaban de la mirada del ainú, sin embargo no hacia nada para romper el contacto que mantenía con él, era como si esperara que Horo-Horo hiciera algo...

¿Quién era el cobarde ahora? Se preguntó para sus adentros el ainú, sintiendo en su mano el ligero temblor de la mano del chino.

- Me gustas ¿sabes? - Murmuró Horo-Horo. Y sin tener paciencia para esperar la respuesta, se apoderó de los suaves labios del Tao. Sin darse cuenta había apoyado una de sus manos en la espalda de Ren, quien a la vez lo apartaba con una mano puesta en su pecho, pero no lograba nada. Luego de un rato tuvo que ceder.

El juego se fue deteniendo y a estas altura, Horo-Horo ya se había separado por completo de Ren, sin atreverse a mirar sus ojos amarillos dirigió la vista hacia la ventana.

- Bonito paisaje ¿no? - Comentó sonriente.

Pero no recibió respuesta alguna. Mucho menos cuado el juego se detuvo, Ren se bajó primero y a toda prisa se escabulló entre la multitud de japoneses que habitaban el parque. Iba a seguirlo cuando una mano lo tomó del antebrazo y lo giró.

- Ya ha pasado bastante ¿no lo crees? - Anna estaba ahí, con su mirada gélida y pose de superioridad.- Aquí todos hemos visto lo que sucedió...- Siguió hablando mientras apuntaba con la mirada a los demás, incluso estaba su hermana, quien le sonreía de manera juguetona.- Cosa que nosotros ya suponíamos.-

- Ustedes...- Murmuró el ainú, desconcertado.

- Planeamos todo. Es evidente que ustedes dos...- Anna cesó de hablar y levantó la vista mirando sobre el hombro de Horo-Horo, la sacerdotiza se encontró con la brillante mirada del Tao, quien raramente había regresado.

- No es asunto suyo.- Murmuró de manera amenazadora hacia la sacerdotiza, a la que fulminó con su molesta mirada.

- Ren...- Susurró esta vez Horo-Horo, mirando a su amigo con preocupación, no le gustaba mucho verlo enojado.

- Olvidemoslo ¿quieres? - Dijo Ren, mirando ahora al ainú.- No fue nada relevante para mi.-

Y con esa perfecta altanería que siempre demostraba, dio media vuelta y se volvió a perder entre la gente.

No se volvieron a hablar en el transcurso de la tarde, Ren parecía indiferente hacia lo que había sucedido en la cabina del juego y Horo-Horo, dolido por las palabras del chino, tampoco quiso expresar que le importaba, así que continuó subiéndose en las otras atracciones del parque.

- No me interesan tus explicaciones.- Fue lo que le dijo Ren, cuando habían llegado a la pensión y él (por suerte) se lo había encontrado en las escaleras, camino a su habitación.- Fue tan solo un impulso...-

- No dije lo que dije por un simple impulso, Ren.- Le espetó Horo-Horo, endureciéndo su tono de voz.- Y sé que tú tampoco me correspondiste por impulso.-

- ¿Y qué te hace pensar eso? - Preguntó con burla, mirándo hacia otro lado, evitando nuevamente la mirada del ainú.

- Me evitas.- Continuó, sin cambiar su tono de voz.- Si no te importara, si realmente te fuera indiferente no me evitarías.-

Hubo silencio. Un incómodo silencio entre ambos. Ren apoyó su espalda en la pared, dejando sus manos cruzadas pero por la espalda, y bajó la cabeza.

- Pensé...- Murmuró finalmente el Tao, luego de varios minutos de meditación.- Que lo hacias para olvidar a alguien...- Horo-Horo observó como Ren trataba de reprimir una sonrisa amarga, cosa que no le resultó.- Siempre pensé que te gustaba Lyserg, o Yoh...incluso Tamao.- Ahora levantó la vista y miró fijamente al peliazul.- ¿Ellos jamás te gustaron? Era yo ¿verdad?-

Horo-Horo no demoró en asentir y Ren volvió a bajar la vista, sin reprimir ahora su sonrisa amarga.

Fin Flash Back

No tuvimos un comienzo como nos lo esperabamos pero logramos empezar una relación, y la mantuvimos; durante dos años. Y me resultaba algo gracioso pensar que me hubiera invitado a China, a su casa, para conocer a su madre, y aún más me sorprendía el hecho de que jamás temió el rechazo por parte de su familia, aunque yo aún no sabía si su padre sabía de esto...

- ¡Noooo! - Escuché y giré la vista para mirar a la madre de Ren.- ¡Se está deteniendo! ¡Kyaaa! Yo amo este juego y dura solo cinco minutos...Es una estafa.- Esta vez no sacó su abanico para comenzar a reír si no un pañuelo para secarse las lágrimas que escapaban cómicamente de sus ojos.- ¡¡Pero fue divertido! ¿No lo crees, Horo-Horo-Kun? Aunque me mareé un poco...Pero no importa...¡vale la pena! -

Estuve obligado a asentir si no quería verla llorar y gritar al mismo tiempo, apenas Ran abandonó la cabina del juego me jaloneó afuera, tomándome del brazo.

- ¡¡Vamos por algodón de azúcar, Horo-Horo-Kun! -

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- Ren.- El joven se detuvo ante la suplica de su hermana, la que lo llamaba hace rato con su característico tono de voz suave y dulce.

- ¿Qué? - Preguntó él de manera hostil. Obligado a voltearse y enfrentar a su hermana, quien lo tomaba por el brazo ahora, como cuidando de que éste no escapara de su mirada y de que no se perdiese entre la multitud.

- Antes que nada...creo que debemos hablar del motivo por el cuál recresaste a China.- Dijo y ella y clavó ahora su dura mirada en su hermano.

- No es nada importante.- Dijo, recordando que Horo-Horo también le había preguntado el primer día casi lo mismo.

- ¿Y los dolores de cabeza? - Preguntó Jun, con mirada inquisitiva hacia su hermano.

- ¿Cómo...? -

- Pasé por el patio de la casa donde normalmente entrenas, estabas agachado con las manos en tu cabeza...- Relató la Taoista, con mirada de reproche hacia Ren.- ¿Qué sucede? - Preguntó viendo como el chino bajaba la cabeza.

- La última vez que entré al castillo de la familia, no me lleve un muy buen recuerdo ¿no lo crees? No puedo creer que sigas viviendo allí con mi madre. Me molesta pensar que me deje llevar por los principios de mi padre...Ese recuerdo de la niñez me perturba.- A pesar de que había gran cantidad de gente, y de que las voces y gritos se acoplaban, Jun pudo escuchar claro todo lo que decia Ren.

- ¿Y es por eso que Horo-Horo-Kun está aquí? - Le sonrió la chica, con un leve rubor en las mejillas.- Porque no todos traen a su pareja a la casa, cuando no es alguien super importante...¿no? Estás enamorado de él.-

Ren no respondió, prefirió guardar la respuesta y darsela a quien realmente lo necesitaba: Horokeu.

- ¡¡Ren, Jun! - Escucharon ambos la voz aguda de su madre y giraron para ver por donde venía.

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- Bien.- Dijo la mujer, y dio algunos retoques a su vestino y cabello.- Ahora...se quedan quietos...bien pegaditos...y esperan el flash de la cámara ¿bien? -

- ¿Pegaditos? - Repitió Ren, enojado.

- Pegaditos, juntitos, apretujaditos...Seguramente debiste entender una de esas palabras, ya que eres el genio y el heredero de la familia, como dice tu abuelo. Además, ustedes dos fueron muy crueles, porque no se sacaron fotos cuando fueron a la ciudad.- Dijo Ran, sonriéndo.

- Depravada...- Murmuró Ren.

La madre de Ren nos había obligado a quedarnos en un punto fijo, bajo un árbol, mientras ella preparaba la cámara fotográfica. Quería una foto de nosotros dos (como si no le bastara la que sacó el primer día) y sabiamos que no ganabamos nada con reclamarle pues, estaba decidida a tener una foto nuestra, para su...álbum.

- ¡¡No, no, no, no! - Reclamó Ran. Se acercó a ambos caminando con sorprendente prisa.- No están de la manera correcta...Horo-Horo-Kun...- Tomó mi brazo y lo pasó sobre los hombros de Ren, quien permanecía con los brazos cruzados y de repente un sonrojo trazó sus mejillas, mientras pensaba (según yo) mil maldiciones chinas hacia su madre.- ¡Perfecto! -

- Madre.- Murmuró Jun, con tono de reproche, aunque también estaba bastante divertida con la escena.

- Uno, dos...Tienen que decir 'super-kawaii!'...- Dijo la mujer, mientras pegaba la cámara a su rostro y enfocaba.- Tres.-

- ¿Qué tal ha salido madre? - Preguntó la hermana del Tao, acercandose a Ran.

- Super-kawaii! - Exclamó sin más.- Son una pareja adorable...Adorablemente super-kawaii!-

- Voy a matarla.- Gruñó Ren.

- Ejeje.- Fue todo lo que pudo escapar de mi boca, parecía que Jun también había decidido seguir los pasos yaoistas de su madre, solo esperaba que no se volviera tan loca como ésta. Bastanta había con una Ran Tao dentro de nuestras vidas.

- Ohohoho...-

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Llegamos de noche al castillo, donde todo siempre era muy calmado...Muy calmado cuando la madre de Ren no estaba cerca de ellos, por suerte, he podido convencer a Ren para que se quedara en mi habitación esa noche, estaba agotado, una; por tener que caminar tanto dentro del parque y dos; los gritos de su madre lo cansaban de igual manera o peor.

- Y no terminará...dentro de poco vendrá como loca, diciendo que ha hecho la cena.- Se quejó el chino, acostado boca abajo en la cama de mi habitación.

- Ren.- Lo llamé.

- ¿Qué? - Preguntó de manera enfadada, como si esperara a que le dijera otra pesadez, o que le recordara que su madre vendría en un rato más.

- Hoy me acordé del parque que visitamos hace dos años...¿sabes? -

Levantó la vista, y me miró serio con sus ojos amarillos.

- Yo también.- Dijo.

No sé porqué, pero el que Ren también se haya acordado me contentó. Y luego le sonreí.

- Me gusta cuando sonríes.- Me susurró Ren, y cuando desperté de aquel sueño en el que lo miraba a él, el chino se encontraba arrodillado en la cama, con una mano apollada sobre mi pecho. Y al poco rato acortó distancia entre ambos y me besó.

Solo esperaba que las cosas no terminaran nunca, porque de verdad, Ren era la persona más importante para mi.

- ¡Horo-Horo-Kun! ¡Ren! - Se escuchó como alguien abría la puerta y entraba tan rápido al cuarto que ni el chino ni yo tuvimos tiempo para separarnos y evitar que Ran viera todo.- ¡Ah! ¡Lo siento! Venía a avisarles que estaba lista la cena...de verdad lo siento, no Ren...¡Nyaa, no tienes que usar tu lanza...Ya me voy...¡Ohohoho! - Luego, cerró la puerta y escuchamos como griataba:- ¡Jun, he visto algo súper-kawaii! -

Continuará...

Mil, mil, mil, mil...mil...disculpas por el retraso XD pero tengo una buena excusa ¡lo juro! Me fui de vacasiones y como veran, no tenia PC en donde me hospede...solo un cyberg, no me gusta escribir cosas en ellos porque la demás gente te mira xOx y sería medio vergonzoso que me pillaran mientras escribo algo...Horo/Ren XD ustedes saben...

Comentando el chapter, eeeeeh...tal vez no fue muy gracioso por el flash back...pero tenía ganas de hacerlo así, ya ven porque digo que el 'humor' no es mi fuerte. Aunque tiene sus partecitas Ren/Horo...hahaha, espero que este les guste como el anterior y el primero x)

Ahora, la contestación de los reviews:

nekoaiko: Helloless! Ran leyendo yaoi? XD hahaha...bueno, ya ves porque le gusta el Horo-Horo/Ren. Eh...a eso de las caricias...prefiero poner mas besos si no te molesta XD o te gustan los Lemons? oO no me creo capaz de escribir uno...En fin, este chap. tuvo algunas mas partes de Horo/Ren que puedes apreciar hehe. En fin, gracias por tu review:)

AyumI-Yus: Hallo! (yo y mis maneras de saludar XD haha) Que bueno que te gustó el segundo chap., creo que lloraré XD E hija! oO suerte la tuya de no tener una madre así...pero con el tiempo de acostumbras...aparte la mia es media graciosa y me hace reir varias veces, con cada locura que dice XD ehem...chaus! graciar por tu review!

Zahia vlc: Hallo! oO ¡Noooo! Era Loveless XD Está muy viejo Gravitation haha. Bueno, en si el fanfic es de humor, y creo que te hare caso y no pasara ninguna desgracia...oO aunque iré pensando en cómo meter a En en la historia. "Weno"...gracias por tu review, y disruta el chap!

krmn sk: Hallo! Que bueno que te gusto el segundo chap XD estaba media falta de inspiración cuando lo escribí hehe. O.O tu madre es identica a Ran? entonces no le presentes a nadie...de seguro ya tiene una cámara fotográfica guardadita en el armario XD Aha...gracias por tu review! chaos

Niacriza: Hallo! La odias, definitivamente las odias? (Ran: Por qué? Por qué? ¡Nyaaa! ToT) Eh...en este capítulo estan un poco más juntos...Bien...oO creo que aún no queda completamente claro del por qué Ren está en China, peo ya mas adelante quizá "alguien" aclare todo XD. Chaus! Gracias por tu review! x3

vickyng: Hallo! Hahaha...gracias por lo de 'gran fic' XD huy, me sonrojo hahaha. Eh, bueno...el fanfic está inspirado en mi madre xD (si...es casi igual que Ran...solo que hace bromas más vergonzosas...). Mi ortografía, es espantosa...Estuve revisando los dos capítulos anteriores y...me muero de la vergüenza! Están horribles xOx En fin, me alegra que te guste el fin...y que encuentres que sea una idea 'novedosa'...Well, gracias por tu review! Chau! ;)

Maki Tasui: Hallo! Te responderé dos reviews en uno XD Oe...no me agradesca que Horo-Horo cuente la historia, era necesario para coinsidir con el título también. Sobre redacción y ortografía...soy un desastre que trata de superarse...espero que este chap. no tenga tantas palabras mal escritas. Oo bieeeeen...estas segura que está chistoso? xOx será por qué yo lo escribí que no me causa gracia? ...en fin, que bueno que Ran Tao te cae bien XD creo que haré un fansite de ella XD hahaha...(Ran: Ohohoho! nn) Gracias por tus dos reviews, chaus!

Joe the time traveler: Helloless! Ahaha...Ran no te ha hartado? XD un aplauso porque soportaste sus continuos gritos...e intentos de avergonzar a Ren. Disfrutaras este chap porque tiene más besos...unos pocos más XD Waha...yap, chaus! Gracias por tu review!

Faye-BurningDeep: Hallo! oO eeh...a Ran le gusta el Horo/Ren por la misma razón que a ustedes les gusta la pareja, porque es super-kawaii XDDDD Otra mas que se rie...no lo entiendo -- me frustro...Well, gracias por tu review! Chaos! ;)

EsmeLi: Hallo! xOx waaah...Te va gustando más...más...más...? My Boyfriend's Mother es adictivo como la coca-cola XDDD creo que en ves de leer el fic, se lo estan tomando XD Espero disfrutes este capítulo y te rías tanto como en los otros (aunque yo aún no les vea la gracia u,ú) Ehem...gracias por tu review! chaus!

Elian: oO hello! creo que tu review era para el primer chap, o me equivoco? En fin, que bueno que te cayó bien Ran...(oO p q nadie le tiene un fanlisting?)...No te preocupes, que al menos Jun está cuerda en esa casa XD por ahora...ahaha...gracias por tu review! Chaus!

¡UF! O.O gracias por mandarme TANTOS reviews...hacen feliz mi infeliz día XD

W e l l, creo que no podré seguir el fanfic más rápido (CREO), porque entré a clases...y esto de pasar a Primero Medio ya me tiene algo...trastornada (sobre todo biología), pero trataré de tener el cuarto chapter lo antes posible.

Disfruten este chapter y me dejan algún review si? x)

S a l u d o s

att. Reverie