¿Cambiando un knut por un galeón?

Resonaban risas por el apartamento. El suelo estaba plagado de latas de pintura y las paredes a medio pintar mientras una pareja corría entre cuarto y cuarto, pintándose mutuamente con las brochas.

-¡Sabes que te ganaré, siempre te gano!-le gritó un joven moreno a su acompañante.

-¿A sí?-dijo la chica-creo que lo tienes demasiado seguro…¿¡verdad?-añadió gritando saliendo de detrás de una pared y pintando la chaqueta de Harry de pintura amarilla. Ella empezó a reír suave y a la vez descontroladamente y él solo sonrió. Empezó a observar a la joven y, de repente, su expresión cambió a una seria. Hubiera sido mucho mejor que solo fueran amigos, porque esa situación le empezaba a cansar. Se lo pasaba muy bien con ella cuando la situación podía pasar perfectamente como una de dos amigos normales sin ningún tipo de relación especial pero cuando ya se convertía en abrazarse o besarse, la incomodidad aparecía. Y es que podría ser maravillosa, pero no lo suficiente. Cuando empezó esa relación, ni siquiera en ese momento, estaba seguro de que había echo lo correcto pero ahora ya estaba seguro de que había sido un completo error.

-¡Hey!-exclamó ella parando de reír-tampoco hace falta que te enfades-dijo sonriendo mirando a Harry-no sabía que tuvieras tan mal perder-añadió acercándose lentamente a él. Sus labios se posaron con fuerza sobre los del moreno, que no hizo otra cosa que seguirla el juego, como ya llevaba haciendo dos largos meses. El pelo moreno de la joven (si señores, moreno u.u ya me estoy trastornando hasta yo) ondeó suavemente cuando la brisa entró por una ventana abierta.

-Voy a cerrar esa ventana-le dijo a Harry. La cerró, cogió una chaqueta que había en el suelo y se cubrió con ella.

-Creo que será mejor que sigamos pintando, a este paso no lo terminaremos nunca-dijo el ojiverde cogiendo una lata de pintura amarilla del suelo y mojando en ella la brocha. El atardecer cubrió el cielo y unos reflejos rejos y anaranjados aparecieron en la pared.

-No entiendo porque no quieres hacerlo con magia-le replicó ella con su cálida voz.

-Me gusta conseguir las cosas por mí mismo, con esfuerzo, además, así nos lo pasamos muy bien-explicó mientras empezaba a pintar. La morena fue hacia el chico y le cogió por detrás de la cintura.

-Si lo hiciéramos con magia también tendríamos mucho más tiempo para divertirnos de otra manera-concluyó perversamente la chica. Le cogió la mano en la que tenía la brocha y le obligó a soltarla. Luego, apoyó su cabeza en el hombro de Harry, mientras le hacía moverse de forma suave por el salón del apartamento vacío. Él aspiró el perfume que emanaba su pelo y cerró los ojos. De repente, la imagen del cuerpo de Hermione aprisionado contra el suyo en el aeropuerto apareció en su cabeza. El olor del pelo de Hermione…era tan parecido al aroma que ahora aspiraba…Volvió a revivir el suave beso…esos temblorosos labios chocando con delicadeza contra los suyos y después…después el vacío. El vacío de que se escapara de su abrazo con la ligereza de un gato y corriera a dar el billete. El dolor de verla partir sin un adiós, sin nada más que una última mirada. El dolor y la impotencia de no a ver podido hacer nada y la rabia de imaginársela ahora en brazos de otro hombre, quizá de Víctor. Y sabía que eso era egoísta porque él lo estaba haciendo en ese momento pero él nunca jugó con ella como ella estaba jugando con él.

Agitó la cabeza intentando disipar esos pensamientos lo que produjo el sobresalto de la joven apoyada en su hombro.

-¿Qué pasa…?-

-Creo que ya es un poco tarde Cat, deberías irte a tu casa-dijo el moreno a su novia. Al principio pareció sorprendida. Después, la chica forzó una sonrisa y asintió, cogió su bolso y dándole un último beso a Harry en la mejilla salió con prisa del piso. Sabía que había sido muy brusco con ella, pero no le apetecía para nada su compañía. Siempre que se ponía a pensar en Hermione, le gustaba quedarse solo. Se sentó en el suelo, apoyándose en la pared recién pintada haciendo que su chaqueta quedara manchada de amarillo y miró al vacío. Acaba de comprar aquel apartamento y ahora lo estaba empezando a pintar y retocar, ya que antes tenía un aspecto viejo y antiguo porque era uno de esos típicos apartamentos de antiguos ricos de Londres. Estaba en el centro, cerca del de Ron y Luna y la fachada era muy bonita, clásica pero el apartamento, más precisamente el dúplex ya que tenía dos plantas, llevaba años sin habitar y por eso lo había tenido que reformar. El haber ganado mucho dinero como auror, más el que tenía en Gringotts de sus padres junto con el de Sirius era por lo que podía comprar ese piso y amueblarlo. Todavía vivía con Ron y Luna, pero se mudaría allí en poco más de un mes.

Sus manos revolvieron su cabello inconscientemente. La tibia luz de la Luna que ahora entraba por la ventana formaba sombras en las paredes y el suelo del salón. Las sombras se movían con delicadeza, como bailando una danza atrayente, terriblemente atrayente. Esas sombras le daban al cuarto un aspecto tenebroso y a la vez hermoso. Era en esos ratos de soledad cuando los recuerdos vagaban por su mente. Los recuerdos de esos maravillosos ratos con SU Hermione. Y aunque ella se había marchado hacía ya dos meses y medio, la sensación que sintió cuando la abrazó todavía estaba grabada en su memoria y el beso…ese tímido beso, casto y puro como si estuviera prohibido. Se atormentaba cada día más, como Ron se aseguraba de recordarle cada vez que podía.

Lejos de allí, en algún lugar de Bulgaria, una joven estaba frente a la chimenea de un gigantesco salón, sentada sobre la alfombra. Miraba las llamas como intentando descifrar sus movimientos, danzas para sus sentidos. Y aunque la chimenea estaba encendida y le daba un aspecto cálido al salón de la mansión, el calor la envolvía débilmente pues sentía un frío interno indescifrable pero poderoso. Se envolvió así misma en un abrazo, intentando así retener todo el calor que pudiese pero este se escapó rápido de nuevo, como queriendo jugar a un estúpido juego. Recordó la calidez de estar envuelta en los brazos de Harry. Todos los días le atormentaba la misma pregunta…¿y si no se hubiera marchado? Estaba segura que su vida ahora tendría más sentido. Cada noche se sentía más sola e inservible y la compañía de Krum tampoco facilitaba las cosas. Pensó que ahora mismo podría estar en Londres, con Harry, paseando por parques y jardines o simplemente abrazados, sentados en el sofá, viendo una de esas películas malas del sábado noche. Sonrió ante ese pensamiento y cerró los ojos, reteniendo el verde de su mirada en la memoria. Se tocó labios con la yema de los dedos, recordando el último beso en el aeropuerto. Estaban helados hasta que una repentina sensación de calor los envolvió. Se fue tan pronto como apareció. Abrió los ojos, creyendo haber recordado la sensación del beso con Harry cuando se encontró de frente con unos oscuros e inexpresivos ojos negros y unas cejas pobladas. Su sonrisa disminuyó y se convirtió en una forzada. Todavía no entendía como podía seguir con Krum, si cada día pensaba y quería más al que era, a fin de cuentas, su mejor amigo.

-¿Te encuentras bien?-preguntó Víctor preocupado-Pareces enferma-ella bajó la cabeza. Solo asintió mirando la alfombra. El castaño la tomó delicadamente de la barbilla y le obligó a mirarle.

-¿Segura?-preguntó de nuevo. Ella volvió a asentir-Solo me preocupo por ti…-la abrazó. Eso era demasiado. Sabía que estaba a punto de llorar así que tenía que cambiar el tema cuanto antes. Se separó bruscamente de su novio.

-¿Dónde has estado?-dijo levantándose con brusquedad de la alfombra, dándose la vuelta y yendo hacia el cristal que separaba el salón del jardín. Había comenzado a nevar copiosamente-No viniste a cenar…

-Estaba ocupado-la interrumpió.

-Siempre estás ocupado-Krum la miró. Una débil lágrima se deslizaba por la mejilla de la chica. Se acercó a ella para abrazarla pero esta le esquivó.

-Me voy a dormir-añadió sin echarle ni una última mirada al chico, saliendo con paso decidido del salón y subiendo las escaleras del vestíbulo. Su relación con Krum siempre había sido muy superficial y aunque Hermione se esforzaba por intentar sacarla adelante, no podía. Además, el que Víctor se pasara todo el día o entrenando con el equipo de quiddith o dios sabe donde no ayudaba para nada. No se fue a dormir al instante, si no que salió a la terraza de su cuarto. Por alguna extraña razón, bajo la nevada se sentía más protegida. Volvió a acurrucarse en sus propios brazos, apoyada en la barandilla de la terraza. Miró hacia el cielo gris, cerró los ojos y un helado y triste "te quiero…" salió de su garganta y se perdió en la brisa de la madrugada.

Harry se despertó por la repentina luz que entraba en el apartamento. La cabeza le daba vueltas. Entonces recordó donde estaba, se había quedado dormido en el piso. Miró su reloj y vio que era bastante tarde. Con rapidez, desapareció para aparecerse en el apartamento de Luna y Ron. El pelirrojo salió deprisa del pasillo y se chocó con Harry que acababa de llegar al vestíbulo.

-¡Harry! ¿Dónde has estado? Nos tenías preocupados, ayer Cat llamó varias veces a casa buscándote y también llamó al portero de tu apartamento pero como no contestabas…

-Me quedé dormido allí, nada más-le interrumpió ya que le empezaba a doler terriblemente la cabeza.

-Pues vete dando prisa, si no, no llegaremos al ministerio. No me da tiempo ni a tomarme un café.

-Tranquilo, vete tú. Yo me tengo que cambiar de ropa. Por cierto…¿Y Luna?-preguntó extrañado el moreno al no encontrar a la rubia preparando el desayuno ni en la casa.

-Ayer no vino a dormir, se tuvo que quedar trabajando toda la noche en el ministerio-resopló con disgusto-odio que eligiera ser inefable, muchas veces no viene a dormir-Harry sonrió con complicidad. Se despidió de Ron y fue directo a su habitación. El dolor de cabeza iba en aumento por momentos. Se vistió con rapidez. Cogió la túnica de los aurores y fue hacia la chimenea del salón. Echó los polvos Flu y se metió en ellos. Las llamas le produjeron una agradable sensación. Gritó "MINISTERIO DE MAGIA" y en pocos segundos apareció en el hall del ministerio. Echó, como de costumbre cada vez que iba a trabajar, un sickle de plata a la fuente de los hermanos mágicos. Subió por los ascensores hasta la segunda planta. Cuando llegó al cuartel general de aurores, ya había empezado la reunión. No tocó la puerta y cuando entró todas las cabezas se dirigieron hacia él.

-Llegas tarde Potter-le dijo Malfoy mientras Harry se sentaba en su sitio habitual, al lado de Catherine. Pero observó con asombro como el sitio de Cat estaba vacío. Volvió a poner atención a su conversación con Draco.

-Me dormí-contestó sinceramente el moreno. Se escuchó alguna risa de fondo.

-Pues que no se vuelva a repetir porque estamos en una misión muy importante en donde no se permite el lujo de "echarse una siestecita". Podríamos destruir al mayor séquito de mostífagos desde la caída de Voldemort y deshacer los planes para crear un nuevo Señor Tenebroso-Harry permaneció quieto, sin decir palabra y mirando a Malfoy.

-No volverá a pasar.

-Eso espero-contestó Malfoy con una mueca irónica. Sabía que le encantaba mandarle, para él era la gloria. Sin embargo, el joven de la cicatriz no lo aguantaba. Tenía que controlarse mucho para no pegarle un buen puñetazo a Malfoy en el ojo.

Se pasaron el resto del día metidos en el ministerio bajo papeleo y más papeleo, mapas y fotografías de mortífagos buscados y lo peor de todo aquello es que apenas avanzaban. Sin Hermione, el cuartel no parecía ser el mismo. Cat no apareció en todo el día y lo más extraño es que nadie preguntó por ella. Terminaron muy tarde en el ministerio y sin ganas de nada más que de dormir, se fueron cada uno a sus respectivas casas. (Harry a la de Ron)

Ajena a todo aquello (hasta dentro de muy poco) se encontraba una muchacha castaña en su habitación, leyendo cómodamente sentada en un sillón de lectura y rodeada de velas que ella misma había echo flotar con un simple hechizo. Empezó a oír un ruido extraño en la terraza. Algo o alguien estaba dando suaves y constantes golpes contra el cristal. Se levantó del sillón y descubrió a una pequeña lechuza con una carta que abultaba más que ella misma.

¿Qué demonios…?¡Pig!-abrió con rapidez el cristal, dejando entrar el viento helado que acompañaba a la nevada. La lechuza gorjeo con suavidad y felicidad y como el primer día, se alzó en un vuelo y se puso a hacer círculos alrededor de Hermione. La chica miraba la carta que tenía en sus manos sin expresión alguna. Dejándose caer en el sillón, abrió la carta con manos temblorosas. Una cálida sensación le recorrió el cuerpo al reconocer la letra de Ginny. Comenzó a leer deprisa y con nerviosismo. A medida que la carta avanzaba, una expresión de tristeza y dolor mayor aparecía en su rostro aunque al final, la sorpresa y la esperanza se dibujaron en sus ojos. Salio a prisa a la terraza, ignorando los gruesos copos de nieve que caían sobre ella.

-¡Hermione!-gritó con todas sus fuerzas. En su cara se formó una mueca de desagrado. No le había echo ninguna gracia que Krum tuviera una lechuza con su nombre, si él lo llamaba romanticismo, ella lo llamaba estupidez. Cuando el bello y negro animal aterrizó en su brazo, corrió a su cuarto, sacó tinta y pergamino y se puso a escribir entre una mezcla de medio-felicidad, sorpresa y tristeza. Selló la primera carta y la dejó encima del escritorio. Volvió a escribir otra, esta vez tenía una expresión desagradable en el rostro. Luego juntó las dos y se las dio a la lechuza, Hermione.

-Lleva primero esta a la Madriguera-le dijo Hermione a la lechuza de Víctor-y luego, allí le das la otra carta a Ginny también, ella ya sabrá que hacer con la otra carta, ¿entendido?-Hermione (lechuza XD) hizo un pequeño ulular en señal de afirmación y extendió sus negras alas, haciendo una leve presión en el brazo de Hermione y saliendo por la terraza rumbo a Inglaterra. La miró marchar a través del empañado cristal sumida en el mayor de los sueños, el sueño de que dentro de poco todo podría volver a ser como antes.

(Se supone que esto es una conversación telefónica)

-¿Diga?

-¡Hola amor!

-Cat…estaba preocupado por ti, ayer no viniste a trabajar.

-Es que me encontraba un poco mal…tenía mareos y náuseas, pero ya me encuentro bien. Estaba pensando que como es sábado podríamos salir tú y yo…

-Es que ya tenía planes de ir a "La Madriguera" a pasar el día, hace mucho que no veo a los señores Weasley y además, hoy había una reunión familiar, como casi todos los sábados.

-Oh! Bueno entonces nada…no importa…

-¡Espera! Le preguntaré a Ron si puedes ir-al otro lado del teléfono estaba una Cat indignada. Por supuesto que podía ir, ¡era la novia de Harry, por Dios!

-¿Cariño?

-Sí, dime-añadió con una falsa voz melosa.

-Claro que puedes venir, nadie tiene inconveniente. Así, de paso, ya conoces a todos los que yo he considerado mi familia durante todos estos años. ¿Te paso a recoger a tu casa dentro de una hora, aproximadamente?

-Perfecto, aquí te esperaré.

-Ok, hasta luego.

-Te quiero Harry-se apresuró a decir Cat.

-Te quiero Her-…hermosa-colgó inmediatamente. Su corazón latía incontrolable dentro del pecho. Había estado a punto de llamar a Cat Hermione y aunque había logrado disimularlo bastante, estaba seguro que ella lo había notado. Sacudió la cabeza con aprensión. Se dio un relajante baño, se vistió de sport y salió del piso de Ron y Luna. Decidió ir caminando hasta la casa de Catherine, que estaba en una zona residencial de Londres, no muy lejos de allí. Nada más llegar, Cat salió de la casa con una sonrisa. Llevaba unos vaqueros y un jersey. También llevaba un abrigo, ya que hacía frío y el cielo hacia notar que estaba a punto de ponerse a nevar.

-Te estaba esperando…-dijo la chica acercándose a Harry y dándole un beso-¿Pasas?-él asintió. La casa de Cat era sencilla pero agradable. Tenía tres pisos, aunque cada planta no era muy grande. En la primera estaban la cocina, el salón comedor, un baño y la puerta por donde se salía al pequeño jardín de la casa. En el segundo piso estaban tres habitaciones, una de las cuales tenía un baño propio, y el tercer baño de la casa. El tercer piso, según Cat, estaba cerrado porque nunca lo había llegado a hacer y solo era un trastero lleno de telarañas y aparatos inservibles.

-¿Vamos con polvos Flu?-preguntó Harry. Cat soltó una risita y negó lentamente con la cabeza.

-No tengo chimenea Harry…mejor hacemos un traslador-el chico asintió un poco avergonzado. La verdad es que no había venido a casa de Cat a penas dos veces. La joven cogió un jarrón (bastante feo) de un estante del salón y después de trasformarlo en un traslador, los dos lo tocaron apareciendo en La Madriguera.

-¡Harry, Cat!-exclamó la señora Weasley sonriendo. Charlie y Carolina les fueron a saludar-Les estábamos esperando, vayan yendo al jardín, allí estamos todos-asintieron con gesto agradecido y salieron al jardín. Sobre las malas hierbas, ahora cortas gracias a la cortadora de césped que le habían regalado al señor Weasley y que el se empeñaba a utilizar, estaba una mesa de madera. Al parecer, había una especie de hechizo sobre aquel trozo de jardín, porque en ese justo momento empezó a nevar pero los copos nunca llegaban a aquel espacio, había como una especie de tela impermeable y transparente que impedía que los copos cayeran sobre la comida y que el viento helado les azotara y les impidiera disfrutar de la comida. Ginny Weasley y su reciente novio, Ian Shockloc (habían empezado la relación una semana antes de que Hermione se fuera), un importante medimago en San Mungo, ponían la gran mesa con ayuda de Luna y Fleur, la novia de Bill. Fred y George, junto con Ron y el señor Weasley se ocupaban de la barbacoa y Charlie, con su novia Diana y la señora Weasley estaban en la cocina, retocando el postre, haciendo la ensalada y todas esas cosas. Todos giraron la cabeza y fueron a saludarles.

-¡A comer!-chilló Molly saliendo de la cocina con una bandeja gigante de ensalada. Detrás iba Carolina dirigiendo las bebidas para que fueran hasta la mesa con su varita y justo detrás iba Charlie, con dos fuentes gigantes de patatas fritas. A partir de ahí, la comida fue estupenda. El tiempo se pasó muy rápido y pronto llegaron los postres. Tarta de melaza, helado de vainilla con caramelo y un pastel de chocolate echo por Molly. También había piezas de fruta. Todo parecía perfecto. Allí estaban todos, la familia unida, disfrutando de ese sábado. Podría parecer una postal navideña, ya que la nieve caía con insistencia rodeándoles. Todos sonreían porque lo que importaba era ese momento. Entonces, un puntito negro se empezó a definir en el horizonte, surcando con rapidez el cielo gris. La lechuza llegó hasta ellos, resaltando con el que empezaba a ser blanco paisaje, y se paró delante de la menor de los pelirrojos. Esta acarició a la lechuza y cogió la carta con temor. Todas las miradas se dirigieron hacia el animal y la carta que tenía Ginny en sus manos. La pelirroja abrió la carta con manos temblorosas y solo le bastó echarle una rápida mirada a los finos trazos para darse cuenta de que se la mandaba Hermione. Se levantó bruscamente de la silla.

-¿Qué pasa hija?-preguntó la señora Weasley con preocupación. Ginny solo negó con la cabeza y se metió en la casa con la preocupada mirada de todos puesta en ella.

Ian ya se iba a levantar para ir a buscarla pero el señor Weasley le frenó y le hizo un gesto negativo, era mejor dejarla sola.

La pelirroja volvió a abrir la carta y la empezó a leer:

Querida Ginny:

Fue una sorpresa que me escribieras. Me quedé asombrada después de leer tu carta. Nunca imaginé que Malfoy y tú…bueno, de todas formas te doy mi enhorabuena. No creo que te pueda ayudar mucho desde Bulgaria con respecto al tema de tu novio pero te pido que hagas caso a tu corazón, yo no hice caso al mío y me va muy mal. Gin…volver se me hace muy difícil y más si Harry ha empezado una relación con Cat. Te digo en serio que aún lo quiero, lo amo cada día más y no es que no me fíe de tu palabra, pero si aparenta felicidad…a lo mejor es que la siente de verdad. Sí ya no me quiere Ginny, yo me muero. Puede sonar egoísta, y la verdad es que yo lo fui con él, pero le amo demasiado. Yo, ahora mismo estoy con Krum pero nuestra relación cada día tiene menos sentido. Soy incapaz de darle algo más que amor fingido y no me siento bien conmigo misma. Creo que tienes razón y que debería regresar. La carta que te viene con esta es para Malfoy, supongo que podrás dársela. Si según tú quiere que regrese, ahí se lo comunico. Quiero que sepas que me arrepiento de todo lo que hice en el pasado y que vuelvo para enmendar mi error, porque cometer errores forma parte de las personas y aceptarlos es la prueba de que te arrepientes. Espero que puedan perdonarme. Por cierto…no entiendo esa parte de tu carta de que desconfías de Cat…a mí me parece una persona encantadora (quizá demasiado) de todas formas te ayudaré a investigar. Intentaré regresar lo antes posible, esperarme y dale la carta a Draco, por favor. Por último me gustaría que no le enseñaras esta carta a nadie, solo si quieres a Malfoy y también te pediría que no le dijeras a nadie (a parte de a Malfoy) que regreso en breve, será como una especie de sorpresa ( a lo mejor para ellos desagradable )

Te quiero mucho hermana, cuídate

Hermione. J. Granger

Terminó de leer la carta y sus labios se curvaron en una sonrisa. Después, escribió una carta con rapidez que ponía:

Misma hora, mismo sitio

Tu pequeña

Metió el trozo de pergamino en una especie de jarrón pequeño y le dio dos toques con la varita. Luego se puso el abrigo y metió la carta de Hermione en su bolso. Cogió otro trozo de pergamino y escribió frenética una nota para todos. Salió de su casa y cogió el coche de su novio. (se sacó el carnet de conducir junto con Luna) Conducía a gran velocidad por una carretera comarcal. Miró su reloj con nerviosismo y aceleró aún más. Tenía veinte minutos.

-Bueno nosotros ya nos vamos yendo…-dijo Harry levantándose del sitio-ha sido una comida estupenda señora Weasley.

-Llámame Molly, Harry. ¿Por qué os vais tan temprano?

-Me encuentro mal-se apresuró a contestar Cat-me está empezando a doler terriblemente la cabeza y prefiero volver a mi casa. Yo ya le he dicho a Harry que puedo ir sola pero quiere acompañarme-se miraron.

-No dejaré que vayas sola…te inventas unos disparates-la abrazó y le dio un beso en la frente.

-¿Has tenido últimamente dolores hija?-preguntó pensativa Molly.

-Bueno…ayer tenía unas ganas horribles de vomitar pero ya se me pasaron-sonrió tranquila. El tenedor del señor Weasley hizo un fuerte tintinear al caer sobre el plato. Todos miraban a Cat y a Harry. La mayoría sonreían. Luna se mordía débilmente el labio inferior y Fred y George sonreía pero con un brillo especial en los ojos, como pícaro.

-Bueno, nos vamos-dijo Harry después del silencio. Con un movimiento de mano se despidieron de todos sonrientes, cogieron el gran jarrón y volvieron a trasladarse hasta casa de Cat. Se quitaron los abrigos y se tumbaron en el sofá, abrazados.

-¿Ya te sientes mejor?-le preguntó el moreno a su novia con preocupación. Esta asintió.

-Descansaré un rato…-bostezó y Harry sonrió. Cat se quedó dormida arropada por los brazos de Harry, ambos tumbados en el sofá. Entonces el moreno la empezó a observar y volvió a imaginarse a Hermione entre sus brazos. Era horrible que no pudiera disfrutar de momentos así con Cat porque no era capaz de sacarse a Hermione de la cabeza. La castaña se había portado mal con él pero es que la quería tanto…aunque últimamente pensaba mucho en la frase que le había dicho Ron cuando se enteró de su relación con Catherine:

-"Te felicito amigo, piensa que es como cambiar un knut por un galeón".

Y dolorosamente, parecía tener demasiada razón.

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Este me quedó larguito BIEN!

Bueno, bueno, bueno un capi más, el último antes de la mayor ausencia que tendréis de mí, porque me voy casi todo lo que queda de mes de agosto, así que no me veréis el pelo hasta finales o llegando a septiembre ya, porque no tengo escrito el nueve ¬¬.

Tengo dos noticias, una buena y otra mala. La mala es que Harry empieza a confiar demasiado en Cat…(odio a Cat, no me pregunten las razones porque no se las puedo decir, pero la odio y espero que ustedes también, lo digo por su bien) y la buena es que Hermione regresará pronto, quizá en el capítulo siguiente o como mucho en el diez.

También aquí os daréis cuenta que Ginny tiene un pequeño secreto con Draco, supongo que os podré decir que es una relación porque ya lo dejo bastante clarito. La verdad es que la pareja DG es de mis preferidas y cuando empecé a hacer este fic me empecé a dar cuenta que no ponía esa pareja para nada…así que cambié un poco todo para poder ponerla (pero no fui tan brusca como Rowling, lo habrán notado) Tranquilos, en el siguiente cap se analiza a fondo esa relación y el comienzo, así que todo tiene una explicación, no se hace de la noche a la mañana. Siento si esa pareja no les agrada (porque sé que muchos prefieren el Ginny/Neville o por el estilo) pero a mí me gusta, espero que no dejen de leer por eso.

Cat…¿embarazada?...ahí dejo la duda (como aprovechan el tiempo estos chicos no?¿)

Ahora comienzo con las contestaciones a sus amados reviews :P:

enigranger: hombre eni…como tú por aquí? Jajaja es broma, como siempre me alegro mucho de recibir un review tuyo, porque eres de las pocas que me los deja siempre (o casi siempre) pues me siento bien .

Si…la verdad es que era a esa entrevista a la que me refería, bueno, también al libro en sí. No me lo he leído, pero me se la mitad por los spoilers de internet (se ya quien es el principe mestizo y porque) y la verdad es que lo que he escuchado …francamente… sobre todo en el tema de las parejas y los personajes , el cambio que hace :(

Ya me registré en LPDF, le pedí a Aiko la dirección así que ya estoy por allí, dispuesta a que me levantéis el ánimo un poco y a levantároslo yo también todo lo que pueda a vosotros, que desde el palo del sexto lo tenemos por los suelos.

Espero que te guste este capítulo. Gracias por tu review y espero volverte a ver a la vuelta

Un beso y un gran abrazo

Lara-chan: jeje gracias! Pues nada, aquí está la continuación, espero que este también te lo leas y también te guste.

Tienes razón, sobretodo ahora…el HHr forever!

Muchas gracias por tu review, cuídate. Un beso

Aiko Granger: eyy niñaaa, ¡hace cuanto que no te veía por aquí! Se te echaba de menos ;D.

No tienes que disculparte…sabes que a mí no me importa solo que me gusta recibir review y más si son tuyos :D…

¿Creo que no has tenido que esperar un mes no? O.o…Espero que no pase un mes hasta que actualice pero tal y como lo veo…creo que es probable que pase.

Harry no saldrá NUNCA con Cho (¡de veras me crees capaz!) solo que Cho es una…bueno, que en este capi no sale pero en el siguiente ya hará de las suyas. Ya lo verás.

Se ha ido a Bulgaria…¡pero vuelve! Creo que no te echo sufrir demasiado, solo un cap sin Hermione en Inglaterra y encima la tía sigue teniendo protagonismo en el capi así que, dejar de salir nunca lo hará. Esperemos que Hermione no la vuelva a perder (la cabeza) porque cuando regrese se encontrará con un panorama…que bien podría pasarle.

¿Piensas que Cat está embarazada? Soy capaz de ponerme aquí a hacer una encuesta entre los que leen…jaja…os dejaré con la duda…(que perversa)

Bueno espero que continues leyendo después de este capi, que no te haya defraudado demasiado. (y que me dejes review:P)

Un grandísimo beso y un gran abrazo. Hasta la vuelta ;D

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Hasta aquí sus reviews…gracias a todos. No se crean que se han librado de mí, en septiembre ya me tienen de vuelta y me gustaría tener muchos reviews que contestar

(es una indirecta-súplica a DEJENME MUCHOS REVIEWS:p)

Me he fijado que todavía no he dicho nada respecto a "la-que-no-me-da-la-gana-de-nombrar"…pues simplemente que ha cometido el mayor y más garrafal de los errores que podía cometer. No me voy a gastar a escribir para ella…hasta el séptimo…

Gracias también a los que leen y no dejan review, muchas gracias:

Elen-Grantter

)( Harry&Hermione forever)(

¡¡¡Viva LPDF!