Lo primero, me gustaría disculparme por la tardanza, pero como ya saben, me tomé un merecido descanso. Ahora sí, empieza lo bueno.
Desclaimer: Los personajes no son míos (si no, ahora el HHr sería un hecho) son de J.K.Rowling. Yo solo los utilizo para hacer volar mi imaginación. Ala, ya he puesto esto, no me puedes denunciar por mucho que quieras JK, aunque sea "la psicótica HHr" muajajajaja (lo siento, el final me salió solo. No me pude reprimir u.u)
Hablando entre planes…
El sonido de un motor irrumpió el silencio que reinaba en el lugar. Frenó en seco, apagó los faros y salió del coche dando un portazo. Con dificultad, caminó por entre la espesa capa de nieve que cubría el suelo. A lo lejos le vio. Anduvo más deprisa para llegar hasta él.
-Creí que ya no vendrías-dijo él, apoyándose en el capó de su coche. La chica bufó.
-La carretera estaba cortada a causa de la nieve, he tenido que dar mucho más rodeo-le explicó ella. El joven la miró.
-¿Qué quieres?-añadió con voz seca. La pelirroja sacó un sobre de su bolsillo y se lo dio al rubio.
-Es de Mione-contestó simplemente. El muchacho lo cogió. Estuvo unos interminables minutos leyendo su contenido y después cerró el papel.
-Puede volver cuando quiera, ya se lo comunicaré yo a ministro-se giró bajo la atenta mirada de su "novia" y abrió la puerta del coche. Ella le cogió de un brazo impidiéndole meterse en el automóvil.
-¿Te pasa algo, Draco?-preguntó extrañada. Resignado, la miró. Estaba preciosa. Su cabello largo y pelirrojo destacaba sobre el gris y blanco paisaje. Estaba más pálida de lo normal y sus mejillas habían adquirido un tono rosado a causa del frío.
-Gin…-intentó abrazar a Ginny pero la pequeña Weasley se apartó.
-No me mientas-dijo duramente. Malfoy suspiró abatido.
-No podemos seguir-dijo él, sonando seguro. La chica le miró. Se contuvo.
-¿Cómo?-preguntó débilmente. Malfoy soltó un anhelante suspiro.
-Ginny, simplemente no podemos estar así. No funcionará y lo sabes-ella siguió mirándole, sin expresión alguna.
-No lo aceptará nadie Gin…-
-¿Desde cuando te ha importado la opinión de la gente, Draco?-le interrumpió la pelirroja-Somos mayorcitos, podemos tomar nuestras propias decisiones.
-¡No me importa lo que piensen los demás!-estalló el rubio-me importan todos esos mortífagos que están ahí fuera y que se pueden enterar de nuestro noviazgo. A mí ya me odian de por sí y no creo que tengan problema en matarme y si encima se enteran que tengo novia te cogerán para torturarte y después te matarán. Lo harán para hacerme daño por todos estos años que he estado sin serles fieles y por todo lo que he echo-añadió. Clavó su vista en su novia, que parecía confundida. Se acercó lentamente a él.
-Yo me siento segura a tu lado…-
-¡Yo no toleraré que te pase algo!-le cortó Draco con dureza.
-¿¡Crees que me haces bien diciendo todo lo que estás diciendo? Cuando estoy contigo me olvido del mundo. Me acuerdo de lo extraño de nuestro inicio de relación. Tanto temor Draco…¿a qué exactamente? ¿a lo que dirá la gente? ¿a los mortífagos?¡Al diablo! Como si no fuera ya suficiente enemiga tuya, me querrán matar igual, estando contigo como si no. Yo estoy enamorada de ti, mi relación con Ian es una estúpida farsa que voy a dar por concluida en breve…te quiero, te quiero lo suficiente como para afrontar las reacciones, las miradas de la gente y las batallas que iniciaremos pero que juntos lograremos vencer. Te necesito, ¿aún no lo comprendes?-cuando ella cesó, su mirada estaba empañada por las lagrimas. El rubio desvió su mirada.
-Te pedirá que te vayas con él a España. Tiene contactos y sabe que lo peor desde la caída de Voldemort se avecina. Te quiere sacar del país cuanto antes. No me preguntes como lo sé, solo confía en mi palabra. Ahora, entiende que no quiera seguir con esta relación. No quiero ver como te vas lejos con ese tipo-Ginny no sabía que decir. La verdad es que sabía que su "novio" era sincero pero no quería creer sus palabras.
-¿Realmente creías que yo iba a aceptar esa proposición?-le preguntó ella mirándole con extrañeza. Draco fijó su vista en ella y sus miradas se conectaron. Había sido un estúpido, sabía que ella no le abandonaría así como así. Realmente la admirada mucho, quizá demasiado. La cogió de la cintura, y con una gran sonrisa, se fundieron en un profundo beso. Cuando se separaron, la expresión del rubio cambió de repente.
-Ginny, esto es difícil. Solo te pido una cosa-ella asintió-nunca me abandones-Ginny sonrió abiertamente y le volvió a besar.
-Te quiero demasiado para resignarme a perderte-le susurró dulcemente al oído antes de desenvolverse de sus brazos y dirigirse hacia su coche. El chico le sonrió desde la distancia mientras ella se perdía en el interior de su automóvil. Escuchó como el motor se ponía en marcha y lo faros del coche le cegaron por unos instantes. Después, se perdió entre la negrura del paisaje. Él se quedó observando la nada. Estaba feliz de poder contar con Ginny y aunque no quería que la hicieran daño, sabía que si actuaban con prudencia no tendría por qué a ver problemas. Recordó unas palabras que le dijo cuando comenzaron la relación.
-"Es este amor tan difícil lo que hace nuestra relación más grande. Son las diferencias las que determinan nuestro futuro y aunque nosotros seamos totalmente distintos, eso es lo que hace que nuestro amor sea cada día más fuerte y poderoso.
-Ella lo sabe…-susurró el rubio-pero aún así lucharemos juntos mi pequeña, no perderemos-sonrió para sí mismo-Te quiero demasiado.
Y más feliz de lo que había estado en mucho tiempo, se metió en el coche, arrancó y se perdió por la estrecha carretera.
-¡¿Querida!-gritó un joven entrando por la puerta de su casa. Llevaba un ramo de rosas rojas en una mano. Dejó las llaves en el aparador de la entrada y el grueso abrigo de piel en el perchero. Llevaba una galante sonrisa en los labios.
-¿Se le ofrece algo señor?-le dijo un mayordomo al muchacho apareciendo de la nada. El joven se sobresaltó.
-¿Sabe donde está mi querida novia?-le preguntó al hombre.
-No la he visto salir, así que supongo que seguirá en su cuarto, señor.
-Gracias Howar-dijo él, alejándose hacia las escaleras. El mayordomo asintió y se fue de nuevo en dirección a la biblioteca, donde supervisaba las tareas de limpieza.
Krum subió las escaleras con el ramo de rosas aún por delante. Caminó con cautela por el pasillo de la derecha, que daba a su habitación. Sonrió al notar el olor a cera al otro lado de la puerta. La encantaba leer a la luz de las velas. Abrió la puerta con cuidado.
-¿Cariño?-preguntó. Entró en la habitación. Escrutó el dormitorio con la mirada. Nada. La puerta del baño estaba abierta y la luz apagada. Tampoco había nadie. Salió a la terraza y no vio más que las butacas con la mesa de madera y sus jardines cubiertos por un manto blanco. Volvió a entrar en la habitación y dejó el ramo de rosas sobre la cama. No entendía como no estaba allí, si el mayordomo le había asegurado que no había salido. Cuando ya iba a salir del cuarto en su busca por la casa, se fijó en un trozo de pergamino encima de la mesa al lado del sillón de lectura. Las velas, ya casi consumidas, todavía flotaban a su alrededor. Sabía que no debía hacerlo, pero la curiosidad le pudo y se acercó a él. Quizá no fuera nada importante. Cogió el trozo de pergamino con manos temblorosas. Empezó a leer su contenido.
Querida Hermione:
Te escribo esto porque últimamente han ocurrido cosas que deberías de saber. Lo primero quería que me ayudaras con un problema que tengo. La verdad es que te he echado de menos todos estos años. Resulta que hace algún tiempo tuve un encontronazo con Malfoy. Nos encontramos en un bar a las afueras de Londres. Yo estaba un poco deprimida porque mi novio muggle me acababa de dejar al descubrir que yo era una bruja. Él me dejó que le contara mi problema. Al final de la noche, sentimos algo y quedamos en volver a vernos. Me dio un beso en la mejilla que me pareció lo más preciado del mundo. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de nuestros sentimientos. Al final, terminamos saliendo, aunque lo hicimos a escondidas. Y todavía nos escondemos ahora. Solo quería que lo supieras, me necesito desahogar un poco ya que últimamente está extraño y temo que renuncie a lo nuestro. Encima me enteré hace poco del secreto de Malfoy. Resulta que me eché un novio una semana antes de que tú te fueras porque yo ya le había dicho a mamá que tenía novio y ella quería que se lo presentara. Había un medimago con bastante reputación "aparentemente" coladito por mí, así que se lo consulté a Draco y me dijo que lo hiciera, que era lo mejor. Espero contar con tu ayuda para sobrellevar todo esto, porque no puedo sola.
Bueno, dejemos de hablar de mí. Quería decirte que dos semanas después de que tú partieras, Harry empezó a salir con Catherine, la auror esa que trabaja con él. Mione…yo sé que Harry aún te quiere. Puede parecer feliz, pero te aseguro que te echa de menos. Mi carta no tiene otro fin que pedirte que regreses a Londres de una vez por todas. Draco dice que quiere que regreses, que eres una de las mejores aurores y que te necesita. Ron y Luna han decidido casarse, aunque de momento no saben la fecha ni tienen nada decidido por eso no lo sabe casi nadie. Te digo que por mí, puedes regresar esta misma noche. Vuelve, estoy segura de que podrás. Necesito que regreses porque tengo que contarte algo. Por carta no puedo, lo único que te puedo decir es que te cuides de Cat. Parece demasiado perfecta ¿no crees? Mándame la contestación via lechuza, te estaré esperando.
Te quiere, tu amiga:
Ginny Weasley
PD: Cuando regreses a Londres (que estoy segura de que lo harás) avísame para quedar, tenemos muchas cosas de las que hablar.
Cuando terminó de leer la carta, Krum no podía creer todo lo que estaba pasando. Estrujó el papel y lo tiro al suelo. Después, se dirigió con prisa hacia los armarios del dormitorio. En cuanto los abrió, comprendió todo. No había ni una sola ropa de
Hermione. Corrió al baño y pudo comprobar que su maquillaje, el cepillo de dientes y demás objetos personales también habían desaparecido. Quiso gritar de rabia, pero ningún sonido salió de su garganta. Fue hacia la cama, cogió el ramo de rosas y lo miró nostálgico. Luego, salió a la terraza y lo tiró por la barandilla, viéndolo caer sobre la blanca nieve que cubría el jardín.
No muy lejos de allí, en el aeropuerto búlgaro, una muchacha intentaba sacar un billete con destino a Londres.
-¡Tiene que a ver algún vuelo!-decía desesperada la joven. Un chico no mucho mayor que ella tecleaba con insistencia el ordenador.
-Ninguno que salga hoy, señorita. Entiéndalo, estamos en navidades y muchos vuelos se están retrasando a causa de la nevada-le comentó el joven con un notable acento búlgaro. La chica bufó-Ah…espere un momento-dijo, ya que la castaña estaba a punto de irse. Se giró y miró al joven-puedo darle una plaza en un vuelo que sale dentro de 15 minutos…se me había olvidado. Ese vuelo lleva parado tres horas a causa de la nevada pero me acaban de avisar que empezarán a embarcar dentro de unos…10 minutos. ¿Le sirve?-Hermione le dedicó una gran sonrisa al chico y asintió con la cabeza. Pagó y el joven le dio el billete. Esta le guiñó un ojo y se fue a facturar su equipaje.Poco después, resonó en los altavoces el aviso de su vuelo. Mucha gente que estaba en la sala de espera se levantó. Se puso en la cola más feliz de lo que lo había estado en mucho tiempo. Por fin regresaba a Londres.
-Muy bien-dijo una voz enfrente suyo-parece que estás progresando notoriamente, ¿cuándo crees que podrás traérmelo?-la muchacha a su espalda sonrió malévolamente. Suspiró.
-Creo que para antes de Año Nuevo ya podrás tenerlo aquí, maestro-contestó ella, haciendo una pequeña reverencia.
-He posado una confianza en ti jamás dada. Espero que no me defraudes-la joven miró a los ojos del hombre que tenía delante.
-Puedo parecer estúpida, pero no lo soy en absoluto. La gente tiene una imagen muy diferente de mí-sonrió-No le defraudaré mi señor. Usted se merece el mayor de los logros y si yo puedo ayudarle, no dude que lo haré.
-El plan sigue adelante entonces-continuó hablando el hombre delante de la mujer.
-Absolutamente-dijo ella con una sonrisa en los labios.
A la mañana siguiente reinaba un aire de festividad. Se aproximaban las navidades y el ministerio estaba dispuesto a festejarlas. El vestíbulo estaba decorado con guirnaldas, dos árboles de navidad con sus respectivos adornos, acebo, velas rojas y muchas cintas de colores. Los empleados más humorísticos del ministerio de la pasaban el día con gorritos de fiesta en la cabeza e intentando hacer reír a todo el mundo. Los pasillos de cada planta y los departamentos también estaban adornados. Hasta el departamento de misterios tuvo que aguantarse ya que Luna y alguna que otra amiga suya dedicaron una tarde a ponerlo más alegre. Por mucho que se quejaran los más serios, todos coincidían que el festejo y la decoración no iba a interferir en lo bien que hicieran su trabajo simplemente iban a animar un poco el ambiente de festividad que tanto se necesitaba sobretodo para los que sabían que el ataque final de los mortífagos estaba cerca. A pesar de ello, Harry y Ron conseguían olvidarse un poco de los problemas cuando veían tan buen ambiente en el ministerio. Hasta Draco parecía más hogareño.
-Bueno-dijo Draco al terminar una mañana del Lunes-como veo que hemos hecho grandes progresos y encima es navidad, les dejo que se vayan directamente a sus casas. No vuelvan a darme la lata después de comer-sonrió-¡Márchense!-gritó. Harry alzó una ceja mientras se levantaba junto con Cat. Ron y Robert se partían de la risa.
-¿Se puede saber que les pasa?-les preguntó Harry a Robert y Ron, que pararon de reír.
-Más bien será que le pasa a Malfoy, no lo he visto con esa cara de felicidad en mucho tiempo-Ron miró a Malfoy que guardaba unos papeles en su cartera mientras movía la cabeza, a punto de ponerse a cantar-la verdad es que no le sienta nada bien…-Ron abrió mucho los ojos y todos miraron hacia Malfoy, que salía del departamento tarareando una canción.
-Parece…¿contento?-dijo extrañada Cat mientras salía del departamento detrás de Malfoy.
-No he visto a Malfoy contento en mi vida-dijo Harry.
-En Hogwarts, cuando nos jodía parecía muy contento-le comentó Ron.
-Pero en el colegio era más satisfacción que otra cosa-le recordó Harry a Ron-Debe de a ver pasado algo que lo ha puesto así de feliz.
-Sea lo que sea, no nos preocupemos por eso-dijo Robert sonriendo-¡Es Navidad! ¿Qué podemos hacer hoy?-todos se quedaron en silencio mientras llegaban a los dorados ascensores. Mientras esperaban al ascensor, llegó el de al lado. Cuando se abrieron las puertas, se encontraron de frente con Luna. Entraron dentro del aparato.
-¡Les venía a buscar!-exclamó la rubia sonriente. Llevaba un gorrito muy gracioso. Era grande, como de bufón. También llevaba una cinta de muchos colores rodeada al cuello y unos pendientes que eran bolas rojas de navidad pero más pequeñas. Ron cuando la vio, negó lentamente con la cabeza mientras los demás ahogaban una risita.
-Quítate esos pendientes mujer-le dijo Ron a su novia mientras se acercaba a ella. Esta le echó una mirada reprobatoria aunque no replicó y se los quitó. Se los guardó en el bolsillo de la túnica.
-¿A ti también te han dado el día libre?-le preguntó Cat a Luna.
-Más bien me lo he dado yo misma-dijo ella con una inocente sonrisa. Cat asintió mientras cogía a Harry de la cintura.
-Ginny no tendrá apenas vacaciones-les explicó Ron mientras el ascensor paraba en el Atrio y salían de él-No entiendo…¿dónde están las ventajas de tener de novio a tu jefe? Y yo que había pensado en lo posible de la homosexualidad de Malfoy y podría salir con él para ganarme ascensos y esas cosas-a Luna casi se le salen los ojos de las cuencas mientras miraba a Ron. Todos soltaron una carcajada. Salieron al centro de Londres. El frío invernal había venido con fuerza. Llevaba un día sin parar de nevar y había una espesa capa de nieve cubriendo cada uno de sus rincones. Eso formaba monumentales atascos, por lo que era mejor no coger el coche en esas fechas. Las calles también estaban adornadas con múltiples motivos madrileños. Había luces luminosas por todos lados y hacían que la ciudad pareciera más interesante y deslumbrante que nunca. Se acercaron a un parque cercano y se sentaron sobre una gruesa manta que Robert hizo aparecer.
-Tendré que echarme novia…-susurró Robert al ver las carantoñas que se hacían sus amigos. Suspiró con aburrimiento. Entonces, vio cerca de ellos a una joven que paseaba a su perro. Era rubia, llevaba gafas y parecía simpática. Siempre había tenido debilidad por las rubias. También era muy guapa y jugaba muy animada con su perro. Decidió intentarlo. Se levantó y fue hacia ella con paso decidido. Sus cuatro amigos centraron sus miradas en él.
-¿Y ahora este que hace?-preguntó extrañado Ron.
-Es obvio Ron, parece que se ha cansado de su soltería-le dijo Luna a su novio. Todos siguieron mirando como el chico entablaba una conversación con la misteriosa rubia. Esta se rió con fuerza y asintió tímidamente con la cabeza. Se agachó a coger su bolso mientras Robert acariciaba las orejas del animal. Sacó una pequeña libreta, apuntó algo en ella y después le dio el papel arrancado a su amigo, que sonrió y le guiñó un ojo a la rubia mientras se alejaba diciéndola adiós con la mano. La chica se fue en la dirección contraria.
-¿Qué tal, Romeo?-preguntó Harry. Robert sonrió.
-Muy bien. Se llama Raquel, es simpática, está buena, es soltera y me ha dado su número, ¿qué más se puede pedir?-les preguntó él a sus amigos.
-¿Es muggle?-dijo Catherine. El castaño asintió.
-Al parecer sí…aunque no veo el problema. No creo que pase con ella el resto de mi vida Cat, es solo una relación (si es que la hay) temporal-las chicas negaron con la cabeza mientras los chicos se enzarzaban en una conversación con su amigo sobre la joven.
-Hombres…-murmuraron ambas a la vez. Sonrieron y se incorporaron rápidamente a la conversación.
A las afueras de Londres, Hermione terminaba de ordenar su ropa. Su llegada había sido muy inesperada y como ayer estaba muy cansada, no le apetecía nada más que dormir así que se acostó sin desembalar la maleta. Miró un pequeño trozo de papel que había encima del escritorio de su dormitorio.
Me alegro de que por fin hayas vuelto. Te espero a las 12:30 en la cafetería Betty's cafe. Te aconsejo que te aparezcas en el callejón al lado de San Mungo, ya que yo siempre voy a esa cafetería a comer y está en frente del hospital.
Hasta muy pronto,
Ginny
Sonrió y cerró la maleta. Se vistió con rapidez y se peinó un poco. Salió de la habitación y bajó las escaleras en dirección del vestíbulo.
-¡Jefree!-gritó mientras se ponía el abrigo y la bufanda. El mayordomo apareció al instante.
-¿Señorita?
-Hoy no vengo a comer. Voy a salir. Le doy el resto del día libre, puede marcharse cuando quiera-dicho esto, el mayordomo asintió con la cabeza e hizo una reverencia.
-Gracias, señorita Granger-la joven miró al mayordomo.
-Puedes llamarme Hermione-dijo, con una gran sonrisa en los labios. Le guiñó un ojo al hombre mientras este sonreía y desapareció de su vista al instante. Apareció al lado de San Mungo. Salió del oscuro callejón. Todavía seguía nevando. En frente suyo, vio el café. Cruzó la calle y entró por la puerta. Se oyó un débil tintineo.
-¡Hermione!-gritó Ginny al instante. La pelirroja la hacia señas con las manos. La castaña le sonrió y se dirigió hacia donde estaba ella. Cuando llegó a su lado, su amiga la envolvió en un abrazo.
-Cuanto me alegra que hayas vuelto-dijo Ginny mientras se sentaban.
-Yo también me alegro de haber vuelto-le dijo Hermione.
-No he pedido nada todavía por si te apetecía comer conmigo-comentó Ginny mientras llamaba a una camarera. Hermione sonrió y asintió.
-¿Les tomo nota?-dijo la joven camarera. Gin asintió.
-Yo quiero…un sanwich vegetal y un refresco. ¿Tú, Mione?
-Lo mismo, gracias-la camarera cogió la carta y se alejó. Estuvieron unos largos minutos en silencio hasta que trajeron la comida. Hermione empezó a comer con ansia. Ginny rió.
-Parece que tienes hambre-comentó la pelirroja.
-En Bulgaria apenas comía-le explicó la castaña a su amiga.
-Creo…que tenemos que hablar de bastantes cosas-dijo Ginny dándole un sorbo a su refresco. Hermione también bebió del suyo y paró de comer.
-Draco me ha comentado…cosas-Hermione alzó una ceja.
-¿Qué cosas?-preguntó. Ginny parecía ansiosa.
-Herms…me ha asegurado que no tenemos que fiarnos de Cat-Hermione estuvo callada por unos instantes.
-Eso es raro…¿por qué?-preguntó la castaña extrañada.
-No lo sé, dice que de momento no me puede dar explicaciones-comentó la pelirroja como medio triste. Su amiga puso una expresión pensativa y después se llevó las manos a la boca. Ginny la miró y después de unos instantes su expresión también cambió.
-¿Estás pensando lo mismo que yo?-Ginny asintió lentamente.
-Sería mejor que luego habláramos con Malfoy para que nos aclare todo-le dijo Hermione a la Weasley mientras esta comía un poco de su sanwich.
-Tocando el tema …ayer hablé con él. Dice que Ian me quiere mandar a España con él porque allí estaré segura. Por supuesto me he negado con rotundidad. He tomado medidas, lo acabo de dejar con él-Hermione la miró y después asintió.
-Sigue-dijo.
-Bueno es que, como comprenderás, tengo miedo de contárselo a la familia. Solo lo saben Luna y tú y no me veo capaz de decírselo a nadie más. Supongo que mamá pondrá el grito en el cielo cuando se entere que dejé a Ian…para ella era un muchacho encantador, apuesto y con un muy buen trabajo. Dice que era lo perfecto para mí. No me quiero imaginar lo que dirá si se entera que dejé a Ian porque tenía una relación anterior con Malfoy.
-Yo creo que te terminarán entendiendo. Tendrán que comprenderte como yo te empiezo a comprender ahora-añadió Hermione. Ginny sonrió.
-Yo le quiero mucho Herms, aún no entiendo como le puedo llegar a querer tanto. Y me da igual su secreto porque confío plenamente en él-agregó la pelirroja mientras una solitaria lágrima bajaba por su mejilla. Hermione sonrió débilmente y con el pulgar, le limpió la lágrima a su amiga.
-Ya verás como todo sale bien-dijo. Los ojos de Ginny brillaron y en su rostro de formó una amplia sonrisa. Le dio un mordisco a su sanwich.
-¿Sabes?-preguntó la "pequeña" Weasley mientras Hermione tomaba un trago de su refresco-creo que Harry y tú os deberíais de dar otra oportunidad-Hermione dejó de beber repentinamente y ya iba a hablar cuando una voz resonó a sus espaldas.
-¡Por supuesto!-exclamó una voz femenina. La joven morena cogió una silla y se sentó al lado de las dos amigas.
-¿Cho?-preguntó extrañada Hermione. Cho sonrió exageradamente y asintió.
-Desde que me enteré que la muy simplona de la "gata" esa está saliendo con Harrycito, me dije…tengo que hacer algo. ¡Tienes que conquistarle Hermy! Harry está loquito por ti y ahora que has vuelto lo tienes mucho más fácil-Ginny y Hermione miraban a Cho fijamente sin poder creer lo que estaba diciendo.
-Que yo sepa, Chang, hasta que Harry empezó a salir con Catherine tú le estuviste persiguiendo por todos lados. Le estuviste acosando, intentando que quedara contigo para salir por ahí y él nunca te hacía caso. Tú querías que Hermione se fuera para conquistar a Harry, ¿por qué ahora quieres que se junte con él?-si las miradas mataran, ahora mismo Ginny estaría muerta y Cho posiblemente herida por Hermione, que tenía el entrecejo fruncido y cara de malas pulgas.
-Eso, Cho, ¿por qué me quieres ayudar ahora?
-Bueno…resulta que yo ahora tengo los ojos puestos en otro hombre. No te diré que Harry me ha dejado de gustar pero es que ¡los ojos grises de aquel chico me enloquecen Hermione!-Ginny puso los ojos en blanco mientras que Hermione reprimía una risa por su amiga pelirroja, que se había quedado estática.
-¿Hablas de Malfoy?-preguntó Ginny temerosa. Cho pronunció su tonta sonrisa.
-¡Siiiiiiii!-exclamó la morena. Al momento, Ginny se empezó a reír con una risa estridente y Hermione comenzó a reír también con una risa falsa para encubrir un poco a su mejor amiga. Cho las miró alzando una ceja.
-En fin…-dijo Chang-Bueno, Hermione...entonces, ¿iniciamos el plan?
-¿Qué plan?
-El plan para que tú consigas romper la relación de Harry con Cat y yo logre alegrar la carita de mustio que se le empieza a poner a mi pobre Draquito-Esta vez, Ginny frunció el entrecejo y haciendo uso de todo su autocontrol, simplemente carraspeó un poco para captar la atención de su amiga castaña. Esta la miró y la sonrió inocentemente mientras que Ginny suspiraba abatida y Cho sonreía pronunciadamente mostrando su brillante y blanca dentadura-Vamos juntas al ministerio mañana. Tú llegas y lo primero que haces es dirigirte hacia Harry. Te tienes que vestir muy bien, claro. Tienes que coquetear con él, hacer que tenga deseos incontrolables de besarte y enseñarle lo que se puede perder mientras que yo coqueteo con Draco. Seguro que caen Mione, ¡seguro!-añadió feliz. Ginny parecía a punto de estallar y Hermione, aunque el plan le parecía bueno, miraba preocupada a su amiga, que intentaba autocontrolarse.
-Está bien, Cho. Mañana comenza…-
-Yo que tú no tendría muchas esperanzas con Malfoy-interrumpió Ginny a Hermione con brusquedad, sin poder contenerse. Chang giró la cabeza hacia ella y mostró una falsa sonrisa.
-Y exactamente por qué, si se puede saber.
-Porque tiene novia-inquirió la pelirroja con una sonrisa de satisfacción y orgullo. La falsa sonrisa de Cho se desvaneció al instante convirtiéndose en una mueca de disgusto e indignación.
-No entiendo porque tendría que creerte-contestó la morena-que yo sepa él lleva soltero desde que salió huyendo de la iglesia en día de su matrimonio con Pansy-Ginny la miró con aire divertido.
-Hagamos un trato-dijo Ginny-Mañana os acompaño al ministerio y os ayudo un poco con vuestro plan…y ya de paso veo que tal se te da con Malfoy-Hermione sonrió mientras Cho asentía segura con la cabeza.
-Te vas a arrepentir de lo que dices Ginebra, Malfoy será para mí-añadió la morena mientras se levantaba de su asiento y salía del café. Ginny la miró irse.
-Eso habría que verlo…-murmuró con gracia bajo la atenta mirada de Hermione.
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¡¡¡Ya estoy de vuelta! ¡¡¡Por fin! Bueno….ya no se ni que deciros aquí, solo que espero que os haya gustado este capítulo porque sé que los que leéis lleváis mucho tiempo esperando y no quiero defraudaros y que penséis…"pues que poco a merecido la pena"
Vale, sé que a lo mejor defraudé a alguien con el DG pero es que no lo puedo evitar, me encanta esa pareja, ya ven que parece que me voy por los imposibles no?¿ (entre el HHr y el DG…incluso el RL) pero bueno, me ha tocado ser así y la verdad es que soy más feliz que si fuera fiel a otro ship, os lo aseguro ;D
Creo que no comentaré nada del capítulo, habla por sí solo. Lo único que diré es que es el más largo que he escrito hasta ahora…¡¡¡10 páginas del word!
Vale, después de las notas, empiezo ya a contestar reviews:
potter5: Lo primero, gracias por tu review!
Bueno sí, lo del novio, hablando de una relación, no está bien pero lo del novio es solo una tapadera para que nadie descubra lo de Draco y ella. Sé que es malo para la fidelidad y todo eso pero bueno, esto es un fic y no todo puede ser color de rosa. Sí Ginny ha decidido hacer eso y yo he decidido hacerlo también es porque me parecía bien ponerlo y era adecuado para el fic. Espero que no te hayas ofendido mucho, si es así, de veras te pido la mayor de las disculpas.
También te diré que reconozco que es más que improbable pero me parece que eso no es lo importante, sino, yo no sería HHr…lo importante es que yo creo en la pareja y espero que tu lo comprendas, porque no quiero que por esto dejes de leer :(
Gracias de nuevo, un abrazo.
ZU: Jaja realmente me gustó mucho tu review, muchas gracias. Me hiciste ruborizarme con lo de bravaso, de veras no creo que sea para tanto.
No he leído el libro 6…desgraciadamente, me mató la curiosidad y no hice caso a todos los avisos de SPOILERS que me ponían por delante. Total, me enteré de las estúpidas parejas, de la muerte, de quien es el príncipe…vamos, lo primordial. Sí, en el fondo todos deseamos mandar a Rowling al demonio, yo la primera, pero hay que aguantarse.
Me alegra saber que te cae mal Cat! A mí también (y eso que soy la escritora del fic) y también me gustó que te guste el DG porque es de mis favoritos y me da igual que no sea posible, en mi imaginación siempre lo será.
Bueno, gracias de nuevo. Espero que te haya gustado el capi.
Un beso
EmmaRiddle: Holas! Gracias por tu review.
Tenía que poner esa relación, pero ya verás como todo se soluciona dentro de poco y respecto a lo del embarazo de Cat…bueno, supongo que os he puesto un poco difícil adivinar que es lo que de verdad le pasa a Catherine. No te puedo adelantar nada pero espera un poco, ya quedan pocos capítulos para el final ;)
Cuídate.
Aiko Granger: Ay, amiga, ay…¿Cómo pensaste que era Hermione? ¿tan poco me conoces? Bueno, está claro que os quería hacer sufrir un poco…por eso la mandé para Bulgaria con el idiota ese (Krum)
Tampoco te he hecho mucho esperar eh! Que ya tienes a Mione de vuelta! Aunque hasta el capítulo 10 no será el reencuentro con su amado Harry…a ver si por una vez alguna idea de Cho Chang funciona no?¿
Bueno, espero que te haya gustado este nuevo capi y que me dejes otro lindo review
Un gran abrazo, amiga
FranGilraen: Hola!
La verdad es que no sabía si dejarte contestación, ya que tú me dejaste el review en el capi 1 y me digiste que solo habías leído ese, pero como me dejaste review es mi obligación. Espero que algún día leas esto XS jaja…Te agradezco tu review, gracias y, por favor, sigue leyendo hasta que leas este review.
Un abrazo, cuídate.
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Bueno, hasta aquí sus reviews. Espero encontrarme más en el capítulo siguiente, me encanta responderles.
Hasta que cuelgue el capítulo diez, con cariño, por supuesto:
Elen-Grantter
" La psicótica HHr "
