Desclaimer: Como siempre, los personajes no son míos, pertenecen a JK, salamandra, la warner etc. Yo los utilizo para disfrutar escribiendo y hacer disfrutar a los que leen.

Les dejo con el capítulo que más he tardado hacer…Un abrazo.

¡Ahí lo tienen!

Laberinto

Llevaban quince minutos caminando. El lugar estaba totalmente embarrado. Debido a la espesa vegetación, desde el cielo no se podría a ver divisado a las veinticinco sombras negras que se deslizaba con sigilo por el bosque. Sin embargo, el agua se colaba por cualquier espacio posible y llegaba todavía fuerte hasta ellos, calándoles por completo. Hacia unos cinco minutos Draco les había desviado del camino. Hermione sabía que perderse por esos lugares no era difícil, aunque confiaba ciegamente en que el rubio sabía el camino a la perfección. Empezaron a subir por una empinada ladera. Diez minutos después, con los aurores ya cansados aunque resistentes, vieron como la vegetación empezaba a retirarse lentamente. Llegaron a una especie de claro. Draco les paró allí con un movimiento de mano. Fue hacia una roca y la miró. Después, soltó una sonora carcajada.

-¿Pasa algo?-preguntó Luna, mirando con extrañeza e interés.

-Pasa esto-dijo él, y con un movimiento de varita, movió la pesada roca y la desplazó hacia un lado. Allí se desveló una pequeña apertura, lo bastante grande para una persona adulta. El grupo miró hacia allí. Para sorpresa de todos, volvió a cerrar la apertura, tapándola con la roca.

-¡Debemos ir a salvar a Harry!-exclamó Hermione, adelantándose a los demás y perdiendo la actitud previsora, ganándola las emociones hacia su amigo. Draco la miró.

-Eso no lo dudo, pero debemos idear antes un plan-.

-Ya tenemos plan-masculló ella, mirándole extrañada.

-¡Pero la situación se ha complicado! Creo que se donde llevaron a Harry y si les digo la verdad, va a ser bastante complicado llegar hasta allí. Este cuartel parece un laberinto a su alrededor, con pasillos intrincados. La gracia es que no tiene muchas salas, cuartos de reuniones ni habitaciones, todo esto lo hacen para que ningún desconocido pueda llegar al centro del cuartel sin ser descubierto. Necesito que os dividáis en los equipos de antes-dicho esto y sin discutir, se hicieron los cuatro grupos rápidamente. Malfoy repartió un detallado mapa a cada uno-Bueno, ya hemos hablado sobre esto, ya sabéis, el plan es exactamente el mismo. Mi grupo se encargará de encontrar a Harry y a Cat. Espero no tener que lamentar bajas, creo que todos estáis lo suficientemente preparados para esto-los veinticuatro aurores delante suyo asintieron con decisión-Entraremos de uno en uno, con intervalos de un minuto entre cada grupo. El primero ya puede pasar-Con un movimiento de varita, la roca volvió a desplazarse hacia un lado. La pequeña abertura quedó visible. Sin saber con exactitud que les esperaba abajo y mirando hacia el oscuro y negro agujero, sin divisar un final, los primeros seis aurores desfilaron de uno en uno, con un silencio perturbador, y se introdujeron en el agujero. No se escuchó ningún sonido sordo, ni un golpe, aunque la característica señal llegó a sus ojos. Entre la oscuridad se divisó una pequeña luz roja. Malfoy asintió y dejó al siguiente grupo saltar. Por último, Robert, Luna, Ron, Ginny, Hermione y Draco saltaron. Cayeron por el extraño túnel. Tras unos cuantos metros de caída, divisaron una débil luz azulada. Se prepararon para el choque contra el suelo, pero extrañamente, se posaron con suavidad sobre él. Una fila de antorchas se distinguió por el pasillo más cercano. No escuchaban nada, ni un susurro, solo la respiración agitada de Hermione. Los otros aurores ya se habían ido, y al satisfecho Malfoy le alegró comprobar que entre esas húmedas y negras paredes, si algún mortífago se dirigiera hacia ellos, sus pasos resonarían.

-"Otra equivocación más por parte de mi padre"-pensó, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Luego, cogió una de las antorchas y avanzó por el pasillo, seguido de los demás. No quería utilizar el lumos, no era prudente poder delatar su posición a los mortífagos. Unos pocos metros y ya estaba el primer cruce, con dos opciones para elegir. Sabiendo que sería difícil llegar, pero que él sabía el camino a la perfección y que los otros llevaban un mapa, se encaminó por el pasillo de la derecha. Nadie dijo ni una palabra, solo se oía el incesante y molesto sonido de las capas al rozar el suelo y las lentas pisadas.

-"A partir de aquí, por muchos planes que tengamos, nada está decidido. Ojalá la suerte esté de nuestro lado"-.

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-Oh Harry, Harry…deberías aprender a respetar a tus superiores-dijo con sorna Cat. Harry estaba en frente suyo, respirando agitadamente, empapado en sudor. Le dolía cada hueso de su cuerpo. Le echó una mirada desagradable a la mortífaga que puso una mueca divertida. Se empezó a pasear por el cuarto oscuro, jugando con su varita. Tarareaba algún tipo de canción, pero el moreno no la prestaba atención. Luchaba por ahogar los gritos de agonía. Débil y helado, a punto de desmayarse, observó como ella le miraba. Se volvió a acercar a él.

-¿No te gustaría escuchar mi historia?-dijo, con un notable tono de suficiencia en la voz. Le mantuvo la mirada, pero optó por quedarse callado. Ella suspiró con desagrado y se quitó la capucha que cubría sus cabellos lisos y negros.

-Yo, desgraciadamente, soy hija de muggles. Cuando recibí la carta de Hogwarts se creyeron que era una estúpida broma, y no la hicieron caso. Después vino ese tipo grandullón, el gigante, a buscarme, mis padres se opusieron. Esos inútiles…-hizo una pausa antes de seguir-Lentamente, pasó un año, mientras yo soñaba estar en una escuela de magia inmensa, un castillo rodeado de extensos jardines, tal como la había descrito aquel tipo. Cuando cumplí 15 años, me escapé de casa. En esa época tú tendrías como once años y estarías empezando Hogwarts. En esos cuatro años había desarrollado mis poderes yo sola, a espaldas de mis padres. Bien era verdad que no podía hacer magia tan poderosa como la que se aprende en una escuela, pero gracias a la carta que guardaba con anhelo en el cajón de mi mesilla, pude comprarme una varita y un libro que contaba la historia de la magia, un libro repleto de datos, fechas e historias, todas reales. A partir de allí, con el dinero que había conseguido robarle a mis padres, me alejé del país. Hasta que al final, llegué al destino que yo quería. Me encontré con el Señor Tenebroso al fin.

-Voldemort…-susurró Harry. Apenas le salía la voz, pero lo dijo lo suficientemente alto para que ella lo escuchara. Cat le miró y le apuntó con la varita. Notó como su rostro se había convulsionado, poniendo una expresión muy desagradable, más de lo normal.

-¡¡¡No quiero escuchar su nombre salir de tus impuros labios!-chilló, adquiriendo su blanca piel un pequeño tono rosado, a causa de la rabia. Esta vez, fue Harry el que rió estridentemente.

-Sus labios son más impuros que los míos, por si no recuerdas su procedencia-replicó él, mirándola fijamente. No la tenía miedo. Sabía que sería muy difícil salir de allí y no iba a perder su tiempo acobardado, aguardando a la muerte. La morena tembló de furia, incontrolable. Segundos después, un golpe sordo sonó en el cuarto. Harry notó su mejilla arder.

-No te atrevas a decir nada en contra de mi señor-murmuró ella, con desagrado-Él me acogió sin reparos. Él me enseñó todo lo que sé. Él hizo que en esos pocos años aprendiera muchísimo más que tú en siete con el estúpido de Dumbledore. Gracias a su contacto pude meterme a auror en el ministerio para mi papel de espía, sin ser necesarios los tres años de preparación, y eso que no me llamo Harry Potter-Harry temblaba a causa del frío, el coraje y la ira, unos sentimientos que se mezclaban con fuerza en su interior, luchando por salir de alguna manera, pero sin conseguir alguna forma de descargarlos-Dentro de poco tu final será definitivo, y nadie podrá remediar que mueras.

-¡¿Porque no lo hiciste antes!-gritó Harry-¡Mátame, mátame ahora que puedes!-las cadenas tintinearon con fuerza por los movimientos del joven. Cat sonrió.

-No me tientes, Harry. No te mato ahora, y de veras no me faltan ganas, porque no es el momento…otras veces intenté llevarte hacia mi nuevo maestro, pero fallé, y la verdad es que te creía más fácil-.

-¿Otras veces?-no le importaba esta charla lo más mínimo, solo quería salir de allí. Necesitaba tiempo para pensar como.

-Yo hechicé el traslador para que la mocosa de Hermione y tú fuerais a parar a nuestro cuartel general-esa confesión hizo que Harry la mirara. Ahora todo empezaba a tener sentido-Todas las veces que falté al trabajo fue porque tenía reuniones importantes en el cuartel…y siempre conté con la ayuda de Malfoy-.

-¿Malfoy? ¿Draco Malfoy?-preguntó él, estupefacto. Cat asintió, disfrutando cada gesto del joven delante suyo. Su mirada de perplejidad, que intentaba esconder con una mueca en los labios.

-Pues no conseguiste nada, ni Malfoy ni tú consiguieron nada-dijo al fin. Para su sorpresa, Cat rió de nuevo. Se acercó a Harry lentamente. Él intentó esquivarla pero las cadenas le aprisionaron más, impidiéndole moverse sin sentir una sensación punzante en cada parte de su cuerpo.

-Fue el maestro el que falló, no yo. Siempre, desde que le nombraron amo, he intentado encontrar las razones por las que se merecía ese cargo, pero nunca encuentro alguna. Supongo que después de la muerte de Bella era la única baza…pero el señor oscuro no se percató de mí. Cometió un gran error-susurró a su oído, haciendo que el vello de la nuca se le erizara-Pero yo no lo haré.

-Vaya vaya-pronunció una voz fría. La puerta se cerró de golpe. Harry y Cat miraron hacia allí.

-Lucius-dijo Cat, mirándole extrañada-¿Qué haces aquí tan temprano?

-Dime que le estabas diciendo a Potter, Hakons-ordenó Malfoy. Catherine se irguió y le miró desafiante.

-¿Y sí no, qué?-preguntó. Malfoy puso una mueca, ofendido.

-Recuerda quién soy, Hakons, a mí no me hables así-replicó, aguantando las ganas de pegarle un buen manotazo a ver si se le quitaba la tontería. Esa chica siempre se había creído demasiado importante. Para sorpresa del rubio, la morena rió con sorna.

-¿Quién eres, Malfoy? ¿Un imbécil que no sabe ni manejar a sus propios mortífagos?-Malfoy enrojeció de cólera.

-Estás tentando mucho a TU suerte, maldita sangre sucia, así que será mejor que te largues ahora mismo, ya hiciste tu trabajo-Harry sabía que Cat no se movería, y estaba en lo cierto. Sus ojos centelleaban, pero su piel había vuelto a adquirir el pálido tono de antes y no parecía molesta, ni asustada, parecía segura y fría, como desafiante. Sonreía con arrogancia y le dio la espalda a Malfoy para darse unas vueltas por el cuarto. Hizo un movimiento con la varita y las cadenas se apretaron un poco más, produciéndole a Harry un intenso dolor. Tuvo que morderse el labio para no gritar, hasta que el dolor disminuyó y pudo notar como unas pocas gotas de sangro se deslizaban por su piel.

-Yo nunca miento, mi señor-dijo ella, con voz incluso alegre, mirando directamente a los ojos grises del nuevo jefe. Lucius sacó su varita y apuntó a Catherine.

-Mira, Hakons, esta es tu última oportunidad…-.

-A mí no m amenazas, Malfoy-interrumpió Cat-¡Por Dios! Ya me harta esta situación-Harry predijo lo que iba a pasar. Con los ojos medio empañados a causa de las lágrimas de dolor que se negaba a soltar, vislumbró como la morena sacaba muy rápidamente la varita de debajo de su capa, y con una velocidad increíble, notó como un rayo verde salía de su varita y se dirigió hacia Malfoy. La expresión de Malfoy se congeló, su cara palideció aún más y cayó al suelo con un golpe seco, con el cuerpo rígido, los ojos abiertos e inexpresivos y definitivamente muerto. De repente, las cadenas empezaron a aflojarse y la sangre empezó a circular con normalidad por el cuerpo del moreno. Cat se acercó a él, con expresión triunfante.

-Déjame que te cure eso-dijo, sonriendo y mirando a sus labios. Pegó sus labios con los suyos, saboreando la poca sangre que emanaba de ellos. Él, con algo de fuerza renovada, se separó bruscamente de ella y escupió, con una mueca de desagrado. Cat rió y le miró. Se echó hacia atrás y le apuntó con la varita.

-Hasta nunca, cariñito-entonces, se escucharon algunos gritos en el exterior. De repente, la puerta se abrió y una luz roja cruzó con rapidez la sala, dando de lleno a la morena, que tiró la varita y se desplomó en el suelo. Segundos después, Harry sintió la calidez de unas manos acariciando su espalda, estrechándole en un abrazo que podría ser infinito. Aspiró el aroma que desprendía su cabello y no necesitó que esa mirada avellana se posara en él, brillante, para comprender de quien se trataba. Se levantó del asiento, con ayuda de Hermione. Pronto los demás llegaron hacia él, sonriéndole, con aspecto cansado pero satisfechos. Sin embargo, Hermione miró a Draco unos instantes e inmediatamente su expresión cambió. El rubio estaba de pie, dándoles la espalda, con las manos fuertemente cerradas, apretando su varita entre los dedos y mirando el cadáver de su padre.

-Draco…-susurró Ginny, colocándose al lado de su novio. Robert, Ron y Luna también le miraron, entre alegres por a ver encontrado a su amigo y angustiados por la situación en que se encontraban. Las miradas de los dos jóvenes de conectaron, y Ginny se acercó a él, mientras le cogía del brazo con cariño y consuelo.

-Está muerto-sentenció el rubio, agachándose y cerrando los ojos de su padre. Con fiereza, se dio la vuelta y le hizo un leve gesto a Harry. Después, con un movimiento de cabeza, indicó al grupo que debían salir de allí. No era prudente detenerse. Le aplicaron a Cat el hechizo "mobilicorpus". Necesitaban llevar a la mujer como fuese ante el ministerio. Ginny se encargó de llevar a la mortífaga. Entre Ron, Luna y Hermione, ayudaron a Harry en los primeros minutos de trayecto, hasta que les obligó a dejarle andar solo. Sin embargo, pese a sus réplicas, la castaña se mantuvo firme a su lado, cogiéndole por la cintura y con él apoyándose en su hombro. Avanzaron por la negrura de los muros y el azul de las antorchas durante mucho tiempo, sin escuchar nada más que sus pasos lentos. De repente, escucharon un sonido extraño, como un roce. Arrastrándose por el suelo, iluminada por la tenue luz azulada, una majestuosa serpiente verde y plata se deslizaba hacia ellos. Se paralizaron y el animal pasó de largo. El reptil siseó de forma clara. Segundos después escucharon unos cuantos pasos con claridad.

-Lumos-susurraron todos a la vez, sabiendo que no sería prudente atacar en la oscuridad, por si eran sus compañeros. Los pasos se detuvieron y un rayo verde iluminó el corredor, mostrando una figura al otro lado, envuelta por una capa negra. El haz verde rozó el cabello de Hermione, que se agachó, sosteniendo aún a Harry. Y más figuras oscuras se sumaron a la anterior. Empezó un duelo de hechizos, donde los rayos volaban de un lado a otro.

-Avada Kedavra-gritó uno de los encapuchados. Ese hechizo rozó esta vez a Ginny, que profirió un grito. Catherine cayó al suelo, produciendo un estruendo. Su cuerpo quedó hay tendido.

-¡Corred!-gritó Draco Malfoy, retrocediendo. Los siete jóvenes se dieron la vuelta, tropezando con el cuerpo de la morena, seguidos de cerca por los mortífagos. Tal como escucharon, una voz fría ordenó a un mortífago que se quedara con ella y la reanimara. Harry agarró la mano de Hermione con fuerza y, sacando fuerzas de no se sabe donde, corrió hacia el frente, sin soltarla en todo el trayecto. Corriendo tan aprisa y sintiendo como los pocos hechizos que llegaban hasta ellos pasaban rozándoles, los siete amigos llegaron a un cruce y se separaron. La oscuridad cada vez mayor de los corredores no les dejaba moverse con claridad y no se divisaban entre ellos. Se percataron demasiado tarde, pero sabían que ya no era prudente retroceder. Ginny, Luna y Robert se fueron por el camino de la izquierda, mientras que Draco y Ron se precipitaron por el del centro. Harry y Hermione tomaron el camino de la derecha. Minutos después, sin saber con precisión cuantos, Harry y Hermione se pararon, envueltos por la oscuridad. Habían llegado a un pasillo sin antorchas ni ninguna fuente de luz. Las paredes eran de roca negra y se podía contemplar un poco de humedad. No se escuchaba más que su respiración agitada y sus pasos lentos, tanteando con las manos las paredes. Observaron que la oscuridad que les envolvía era completa, así que sacaron sus varitas y susurraron "Lumos". La luz inundó el oscuro corredor.

-Harry…creo que estamos perdidos-susurró Hermione, abrazándose al moreno, mientras suspiraba con cansancio. El joven permaneció en silencio y ambos se apoyaron en la pared, agotados y helados. El dolor que había sentido el chico en la sala, con la silla de cadenas, se había acrecentado con la carrera, lo que produjo que al pararse, esa punzante sensación volviera a ocupar de lleno sus pensamientos y el dolor físico le produjera terror. Sus piernas parecían gelatina, temblaban incontrolables. Ambos se sentaron en el frío suelo, susurraron "Nox" para apagar la luz de su varita y se arroparon mutuamente, abrazándose. Pasó algún tiempo, no demasiado, cuando un grito desgarrador recorrió los pasillos intrincados del cuartel, llegando a ellos como un eco lejano. Los dos amigos se levantaron con brusquedad, encendieron las varitas y se miraron, mientras en su mente resonaba un nombre, Luna.

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Lo primero de todo…perdón por la demora. Quería agradecer a todos los que han estado esperando mi actualización. Leí las nuevas reglas de y resulta que no puedo contestar reviews, por ello simplemente se lo agradeceré enormemente desde aquí. Gracias, y muchas gracias por los que han esperado tanto, unas muy especiales a: Tohko, achinech, JakeGranger, enigranger, Animoto & Aiko…Los quiero mucho Gracias !

Bueno, no se que decir del capítulo, simplemente me costó hacerlo y no se por qué. También que no me ha salido como yo esperaba, pero espero que el próximo me salga mejor (¡aún no lo tengo escrito! S) Siendo sincera, a mí este capítulo no me parece nada del otro mundo, sin embargo a parte de que tardé porque me costara, también empecé las clases justo después de colgar el chapter anterior, y como paso a un curso más complicado me ponen muchos más deberes de los que me ponían antes. Si es verdad, y ahí tampoco mentiré, que ando muy vaga últimamente, y que podría a ver colgado el capítulo hace una semana, pero no lo hice. Me vuelvo a disculpar.

Bueno…espero que el próximo no me cueste tanto, muchas gracias también a los que leen y no dejan reviews…

Les quiere enormemente:

Elen-Grantter (una ilusa de las grandes ;D)