" Y cuando llegas al final, sientes que solo otras vidas importan…"
Cuando cambias la vida
Epílogo
Quizá, solo quizá, deberían a ver esperado un poco.
Pero¡demonios¿Quién podía pensar que la puntería del azabache pudiera ser tan certera?
Una noche, solo una.
Después de la boda de Ron con Luna.
Y ahora, una manita de a penas tres años le tiraba de la camisa, mientras intentaba desayunar con normalidad.
Se giró, y pudo observar unos grandes ojos verdes, y una adorable sonrisita.
Quizá fue el momento preciso.
Subió al pequeño a sus rodillas, y le empezó a revolver la mata de pelo marrón oscuro que le brotaba de la cabeza. Más claro que su pelo, pero igual de rebelde. La viva imagen de su padre.
El niño rió con dulzura y plenamente feliz, mientras revolvía las gachas de avena con su dedito.
Y Harry no pudo evitar sonreír. Sí, estaba seguro, había sido en el momento preciso.
Esos cuatro años se le habían escurrido entre los dedos, pasando tan deprisa que a penas pudo darse cuenta de la realidad en la que vivía.
Noviazgo. Dos meses. Embarazo. Boda. Nacimiento. Bautizo.
Estuvo cinco años en las sombras, perdido en la oscuridad, rogando por salir de allí. Y ahora, tan de repente, tanta felicidad se le agolpaba en el pecho y, a veces, no le dejaba ni respirar.
Y llegó su segundo motivo, vestida sencillamente con un vestido veraniego verde y encima un delantal azulado, tarareando de mala manera una canción épica muggle.
Se quedó mirándola, sonriendo tontamente, como la primera vez que recibió un beso suyo. Porque, claro, como siempre, ella era la que se había armado de valor y había tomado la iniciativa.
No se dio cuenta de que el cuenco de gachas de avena se había precipitado sobre sus pantalones.
-¡Evan!-gritó la castaña, precipitándose sobre el niño que reía incontroladamente. Harry se levantó de golpe, y observó su entrepierna con el ceño fruncido, mientras Hermione portaba al niño entre sus brazos. Miró a su esposa, y la vio conteniendo las ganas de reír.
-Anda toma-le dijo, pasándole un trapo que había en la encimera de la cocina-A saber en que estabas pensando…-. Harry se limpió los pantalones y alzó la cabeza para observarla. Se acercó a los dos, y le dio un suave beso en los labios a su mujer, mientras el pequeño Evan jugaba con la cadena de oro que llevaba su madre en el cuello.
-Pues en que va a ser…en ti-dijo, observando con placer como un tono rosado ocupaba las mejillas de Hermione. Y es que¡por Dios! Podían hacer el amor todas las noches, pero a cada halago ella seguiría sonrojándose de aquella manera y soltando aquella risita dulce y nerviosa. Le arrebató a su hijo de los brazos-y en esta pequeña cosita-. El niño se revolvió en los brazos de su padre, y este le dejó en el suelo. Poco después, ya estaba revolcándose en la hierba del jardín, mientras Croockshanks huía de él.
-Draco me acaba de avisar de que esta noche al final Ginny y él no pueden venir a cenar, y como Ron y Luna están de viaje…-comentó ella como si nada. Harry la miró y negó con la cabeza.
-Así mejor…los dos solos-dijo con una sonrisilla picante-¡y con Evan claro!-se apresuró a añadir, y Hermione suavizó su expresión.
-Nunca creí que pudiera ser madre…-añadió suspirando. Harry la agarró de la cintura, y la miró como si estuviera loca.
-¡Pero que dices! Si eres la mejor madre de todas…a de más, más difícil era pensar que yo llegaría a ser un buen padre…-.
-¡Y lo eres!- se apresuró a decir Hermione-Aunque deberías haberme ayudado cuando tenía que cambiarle los pañales…-. Harry rodó los ojos, y estuvo a punto de poner pucheritos. Hermione le miró alzando las cejas.
-Dejaremos el tema de momento por tu propia seguridad-añadió con una malicia fingida, soltando los brazos de su cintura y cogiendo la varita que guardaba en su bolsillo para hacer que se fregaran los platos. Harry la observó maravillado y sonrió. Le dio un suave beso en la nuca, y apoyó su frente en ella, aspirando el aroma de su cabello que acariciaba suavemente su rostro. Hermione sonrió, sintiendo un cosquilleo agradable. Harry siguió en esa posición, hasta que Hermione no aguantó más y se dio la vuelta de golpe. Sus labios se encontraron con dulzura y ansiedad. Harry sonrió para sus adentros, así siempre conseguía lo que quería, mientras sus brazos envolvían su cintura. Pero Hermione se separó de él, jugando con su deseo de querer más, y puso una mueca traviesa.
-Ve a vigilar a Evan, por favor-añadió, dándole un último beso en la mejilla y empezando a cortar verdura. Harry no pudo evitar reírse débilmente, y asintió con la cabeza.
Fuera, el niño corría como loco por la hierba, intentando alcanzar a una escurridiza bola de pelo canela, que le miraba con sus ojos más rasgados que nunca. Pero el moreno sabía que Croockshanks nunca haría daño a Evan, el gato, en el fondo, lo adoraba.
-¡Evan!-gritó, viendo como el niño intentaba subirse al árbol donde el gato descansaba. Se escuchó un maullido, y Croockshanks se acurrucó más en su rama. El niño soltó una carcajada y empezó a saltar. Harry se acercó a él corriendo, y le alzó por las axilas, consiguiendo hacer volar al niño, dándole vueltas por el jardín. Era un juego habitual, un juego que hacía que padre e hijo se divirtieran como nunca.
Sin saber exactamente cuanto tiempo después, padre e hijo habían quedado tumbados en la hierba, siendo calentados lentamente por el ferviente sol de julio. Hermione salió al jardín, secándose las manos en un trapo de cocina. Harry la miró, y observó como la castaña sonreía ampliamente. Se acercó a ellos, y se sentó al lado del pequeño niño, que dormitaba con tanta tranquilidad que la sola imagen daba inmensa paz.
Y a sus padres mucha más, sin lugar a dudas.
Hermione se tumbó en el césped, y cerró los ojos, aspirando el aire puro que flotaba por aquel lugar. Harry, con las manos en la nuca, giró la cabeza hacia ella. Su cabello revuelto lucía con reflejos dorados a raíz del sol. Y no pudo evitar dar de nuevo las gracias por tener algo que muchos anhelan.
Un lugar, una casa, y una familia perfecta.
Y el lento respirar de un niño, que bañado bajo los rayos del Sol, todavía dormía, y a penas se movía. Una pequeñísima sonrisa se asomaba en sus labios, y entonces Harry pensó que debía de estar tan rebosante de paz y tranquilidad como ellos.
Hermione sonrió con tranquilidad, y giró la cabeza para encontrarse con su marido.
Verde y chocolate volvieron a encontrarse, y en sus ojos resplandecientes se encontraban los mismos sentimientos. Podían estar horas mirándose de aquella manera. Había encontrado por fin su sitio, y estaba en ese lugar, juntos los dos.
Quien podría pensar, que después de tantas cosas, todo pudiese ser así, cuando su única preocupación en un sábado como ese era que su hijo pudiera hacerse daño haciendo alguna trastada.
Su hijo. De los dos. Juntos lo habían formado, juntos lo estaban disfrutando ver crecer. Y juntos, si el destino que les deparaba era el correcto, estarían hasta que les golpeara la nueva imagen del principio de una nueva vida, en el lugar más alejado, donde la muerte te lleva, y allí, desaparece.
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Epílogo, final.
El final de un principio, porque este fic que termina ha sido el aliciente para que, si Dios lo quiere y espero que la suerte me acompañe ( ¿a que me suena? Jaja ) habrá más, muchos más. Y mejores, infinitamente mejores.
¿Más largos? Mmm no soy muy perseverante, y la impaciencia me mata. Pero, sin embargo, se intentará. Por el momento, algún One-Shot que otro, y después ya veremos ( las ideas rondan por mi cabecita, pero son tan difíciles de plasmar, y son fics tan complicados, que no se si aún estoy lista para escribir algo así, porque no me gustaría estropear una trama que al menos a mi parecer merece ser escrita con mi forma de escribir … y mi torpeza. )
Respondo a reviews, gracias a todos:
Chayo: de verdad es una de tus favoritas? Vaya, muchas gracias jeje. Toma, aquí tienes lo que pedías, espero que te haya gustado.
Jake/Anais: Amigaaaaa, gracias por dejarme review, como siempre estás ahí :) Sí, la pelea a mí también me gusto mucho, me hacía sonreír yo misma cada vez que la leía y me la imaginaba.
No me agradezcas nada, en parte lo hice porque pensé que tú llorarías mucho (es que eres demasiado sensible Anais!) si le mataba…pero igual ya tenía la idea de no hacerlo jaja.
Aquí tienes tu epílogo cari.
Un besote enorme.
Vale-Chan: ¡Epílogo ya! Aquí lo tienes linda (¡porque eres mujer no?) Espero que te agrade. Un beso.
Eni: niñaaaa…no veas lo que me alegró ver un review tuyo )
Gracias por los halagos, de verdad yo también creo que fui evolucionando. Será por que leí tantos fics tan perfectos (como los One-Shot en LPDF de Lau ) que poco a poco he ido aprendiendo más y más, para llegar a un punto, algún día, donde sea una buena escritora de fics :P
Pronto colgaré algo…pero será un One-Shot, y ya tengo una idea de fic en mente, pero no se si funcionará…se me ocurrió después de ver una película extraña, pero igual creo que en unas semanitas lo tendré preparado para subir (y me aseguraré de tener al menos los tres primeros caps. A punto, porque si no tardaré en actualizar demasiado.
Aquí tienes tu epílogo, muchas gracias por leer.
Un abrazo y un beso grande.
Paty: Ohhh gracias por tu review!
Me encanta que te encanté el fic jaja, y espero verte más a menudo por mis ficties ehh? Jeje
Epílogo, tómalo y disfrútalo.
Tohko: Guapa! Gracias por tu review :)
Acabo esta y empiezo otras, así queda para rato ( que pesada que soy u.u )
Gracias de nuevo, y muchos besos.
Menlor gryffindor: Bueno MG…aquí tienes tu epílogo! Y creo que no me tardé tanto¿no?
Que lo disfrutes, y gracias.
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Hasta aquí llegamos…
Y el camino se me hizo tan largo…¡Desde Junio! De verdad creo que tardé demasiado…pero soy una vaga extrema, y cuando empezaba a escribir, de repente, se me iba la inspiración y lo dejaba para otro día…
Espero que hayan disfrutado este pequeño regalo, un epílogo tierno y, sobretodo, un final, después de todo, feliz.
Con un cariño inmenso, y casi llorando (nah! Broma :P):
Elen (escritora en alza jaja)
