El sonido de una madera siendo tocada suave y rítmicamente llamó la atención de todos los presentes en la sala y cerca de la cocina. La mayoría se vieron entre ellos para luego depositar sus vistas en un miembro joven.

—¿Qué?... ¿Es enserio?, está bien.

El joven se acercó sin hacer esperar al que llamaba y abrió la puerta revelando a una mujer de edad casi adulta vestida formalmente.

—Buenos días señores. Vengo aquí para informarles que el proyecto comenzará después del almuerzo, a eso de las tres y media de la tarde. Un compañero personal es el encargado de llevarlos, si tienen alguna pregunta, no duden en decirla.

Hubo silencio por parte de los presentes. Incluido Peroroncino, quien era el que había abierto la puerta. La mujer esperó paciente una respuesta, la cual fue respondida después por Blue Planet, quien decidió no hacerla esperar más de lo debido.

—Por el momento no, señorita. En nombre de mis compañeros y el mío, le agradecemos que nos haya avisado a tiempo.

—Sólo hago mi trabajo. Si es así, me retiro. Tengan una buena mañana.

Y sin decir más, hizo un pequeña reverencia y se retiró. Peroroncino cerró en silencio la puerta. Cuando volteó, tenía las miradas de todos sobre él, lo cual le asustó y puso nervioso.

—¿Q-qué? ¿Pasa algo?

—Es extraño... no te has lanzado sobre ella o siquiera hablado. —contestó Punitto Moe.

—Oh, eso... No lo iba a hacer, ella tenía un anillo de compromiso, ¿no lo vieron?... Ah~, pobre de mi~. Una chica tan bella y no poder conquistarla, ¡Qué tristeza~! —lo último lo dijo en un falso tono deprimido.

—Y ahí está el Peroroncino que conocemos. Hombre, nos habías asustado por tu actitud callada hace unos instantes —Burló Genjiro amistosamente.

—¡Hey! ¡Que me gusten los hermosos y exquisitos juegos H no significa que iré tras todas las chicas que se acerquen a hablarme!... Bueno, sólo las virtuales no se salvan~

—Si... Es nuestro pervertido de siempre...

Todos rieron ante las palabras de Ulbert, quien salía de la cocina con una fruta roja en su mano.

—También se siente extraño comer estos alimentos... son muy diferentes a las vitaminas y suplementos de pastillas. ¡Pero definitivamente son de lo mejor!

—¡Claro que lo son! ¿Quién diría que estos alimentos eran una comida de todos los días? ¡Si hubiera nacido antes, sería el hombre más felíz del planeta!

—Bueno, la mayoría de nuestra especie fue el principal causante de toda esta contaminación... *suspiro* desearía que todo el planeta estuviera en su mejor momento, sería una vista gloriosa, ¿no lo creen, chicos?

Varios asintieron ante las palabras de Mekongawa, quien estaba recostado de lado en un gran sillón.

—Cambiando de tema, necesitamos decirles a los otros sobre el horario de juego. ¿Alguien irá? Ando ocupado aquí. —señaló su laptop llena de letras y números.

—¡Oh, iré yo, Touch-san! ¡Iré con Ulbert!

—¿Qué? Yo no dije nada, además de que estoy comiendo.

—Nop, nada de negarte. Me lo debes queso de cabra.

—Yo no te he insultado, cerebro de pollo.

—Tranquilos, iré también con ustedes —intervino Tabula Smaragdina acercándose a ambos.

—Pero yo n-

—¡Bien! —interrumpió Peroroncino— Nos separamos para llamarlos más rápido, cada uno irá por... —contó a los presentes— uh, es impar... bueno, ustedes por cuatro y yo por cinco, ¿les parece?

—No hay problema.

—... Está bien.

—¡Genial! ¡Andando!

Cuando los tres encargado fueron a por el resto, los demás solo se soltaron a reír por la escena que realizó el miembro más gracioso y sinvergüenza del gremio.

—Entonces, es este el piso en el cual estarán probando la secuela —Cuando las puertas del ascensor se abrieron, dejaron ver varias habitaciones con paredes de cristal, donde dentro de ellas estaban unas especies de camillas conectadas con muchos cables perfectamente ordenados.

—Vaya, el espacio es enorme... —habló Lucifer sin dejar de mirar hasta los extremos de piso en el que estaban.

—Lo es. Está específicamente diseñado para que algunos jugadores experimentados entren y prueben los prototipos antes de que salga al mercado.

—Nos alaga.

—Sólo digo la verdad, señores. Entonces, como iba diciendo, en este piso se encargarán de probar esta secuela. Como pueden ver en cada separación de cristales hay dos asientos, esto sirve para un mejor monitoreo y seguimiento de sus actividades dentro del juego.

El hombre de traje quien los había conducido en todo el camino comenzó a moverse y el resto lo siguió. Con sus brazos señalaba los aparatos y las separaciones. De vez en cuando respondía las preguntas que algunos de los miembros tenían.

—Aquí... —señaló— en esta primera separación, podemos ver que encima de las dos camillas se encuentran el par de nombres de los primeros jugadores. Todo está en orden alfabético según sus nombres de personaje. Se espera que no sea un problema a la hora de acomodarse en sus respectivas separaciones con sus compañeros. Si es así, no dude en llamarme, con gusto los guiaré. Ya pueden ir a buscar sus lugares.

Como el día de ayer habían hecho una lista con el nombre de todos, no fue un problema juntarse con su par. En poco tiempo ya todos estaban recostados en sus camillas y los encargados de manipular y verificar el progreso del juego ya se encontraban listos para empezar.

—Por favor colocarse el casco virtual correctamente y verificar que esté seguro y cómodo en sus cabezas; luego, conectarse el cable de las nanomaquinas para comenzar. Gracias.

La voz en alta potencia terminó tan pronto como empezó. Cada uno había hecho lo dicho y ya se encontraban listos.

Tras unos segundos de espera las visiones de todos los miembros se volvió oscura pero luego apareció el muy reconocido logo del juego con una nueva presentación y exclamando el número 'II' en grandes letras doradas al final de la palabra 'Yggdrasil'.

Cada uno vio el nombre, la raza, y la apariencia de sus antiguos personajes estando en el nivel 1, con sólo un pedazo de tela cubriendo los cuerpos en algunos que lo lo requerían. Verificaron que estuviera bien y aceptaron.

Aparecieron en el centro de Yggdrasil, en un lugar grande y brillante, con personas o criaturas caminando o vendiendo sus productos.

No falta decir que todos contuvieronsu felicidad de volver a estar dentro de su amado juego una vez más.

Habían pasado 2 de las 3 semanas de manera rápida y muy divertida. Todos ya estando entre los niveles 77, 78 y 79 en la mañana.

Ya en la noche fue cuando todos alcanzaron el nivel 80 con ayuda entre sí y de los supervisores. El día siguiente sería cuando crearían su nuevo gremio y probarían el tan ansiado cambio a humano; mientras, en el camino iban discutiendo sobre que mazmorra tomar como base de gremio y cómo decorarla.

Cuando ingresaron en su ala de residencia, todos estaban felices y con hambre. Tabula, Temperance, Touch-me y Ulbert fueron los encargados esta vez, que con ayuda de recetas lograron prepara platillos exquisitos.

Eran cerca de las 22 horas cuando terminaron de comer. Cada uno fue a su propio dormitorio con una sonrisa adornando sus rostros.

—¿Aún no irás a dormir, Touch-san?

Touch-me levantó la vista ante la pregunta y dedicó una ligera sonrisa a Ulbert por su preocupación.

—Eh, no... Estoy... esperando un mensaje de mi hijo, sobre cómo están las cosas en la casa y cómo le va en el estudio. —Levantó su celular unos segundo para mostrar lo que estaba haciendo.

—Oh, tú si que eres un buen padre. De seguro tu familia está orgullosa de ti, más aún tu hijo. ¿Te ha respondido o todavía? Ya es algo tarde.

—No, aún no. Y a pesar de que son las 22 horas, él aún debería estar despierto. Normalmente duerme una hora más tarde, ya sabes, por sus trabajos de estudio.

—Claro. Me había olvidado de aquello. Es lo malo de no tener hijos jajaja. Pero bueno, quizás en unos minutos te responda.

—Jaja... Eso espero, en realidad, estos últimos años han sido... distantes y fríos. Ya no hay esa calidez habitual en mi familia.

—¿Todo bien? Digo, si tú estás bien.

—Sí, por supuesto. Estoy bien. Sólo ando algo preocupado.

Tomando asiento a su costado, Ulbert tocó su hombro y dio una leve caricia para calmar la ansiedad de su amigo.

—Tranquilo Touch-san, puede que sea que esté demasiado ocupado en sus estudios. Pronto te volverá a hablar.

—¿Y mi esposa también?

—Ella... ¿no te habla?... disculpa por esta pregunta si es algo ofensiva pero, ¿no habrás hecho algo que la haya molestado?

—Por supuesto que no. Mi rutina de toda mi vida es la misma, incluso mi apoyo constante a mi hogar. Simplemente de un día a otro, ella me dejó de hablar y comenzó a salir más a menudo. Mi hijo se encierra en su habitación para hacer sus proyectos, eso lo puedo entender, pero de ella no.

—Creo entender lo que sucede aquí, mi querido amigo...

—¿En serio? ¿Y qué sucede entonces?

—Primero que todo, es sólo una suposición, puede que me estoy confundiendo y ella realmente no esté saliendo con otro hombre...

—¿... Qué? ¿Cómo que saliendo con otro hombre? ¿Qué quieres decir con eso, Ulbert?

—Escucha, primero escucha, no te alteres. Mira, dices que tu esposa se ha comportado distante y fría contigo, además de que sale casi siempre y te evita, ¿o no es así?. ¿No habrás visto algo distinto en su vestir?

—... Ahora que lo mencionas, sí. Hace unos días antes de llegar a este lugar, ella llegó un poco... extraña. Su cabello estaba algo desordenado y olía... olía a colonia de hombre... No puede ser...

Touch-me se derrumbó. Su mirada se apagó cuando se dio cuenta de la horrible verdad. Juntó sus manos y las apoyó contra su rostro para evitar que Ulbert viera aquellas lágrimas que estaban y luchaban por salir.

Ulbert se acercó más y comenzó a sobar la espalda de su amigo. Odiaba verlo así, de esta forma, tan triste y dolido.

—Lamento que te hayas enterado de esta forma, amigo. No era mi intención, lo sabes. Pero es la verdad, y prefiero que lo sepas a que sigas viviendo una farsa con tu esposa. En cuanto a tu hijo, está mal que no haya dado tiempo para ti, pero es comprensible que sea por los estudios ya que son muy exigentes hoy en día... Ya, está bien, puedes soltar todo. Los demás están durmiendo, nadie te verá...

Pasaron unos minutos en los cuales se podía escuchar un leve sollozo y la fricción de una mano sobando una tela en todo momento. Cuando los sonidos cesaron, ambos ya se encontraban de pie y abrazados.

—Vamos a dormir, ¿si? Lo necesitas. Mañana tenemos muchas cosas que hacer... ¡será un buen día! No pienses en esto, ¿ok? ¡Te voy a ayudar y acompañar toda la semana que queda!

Sin que el mayor se diera cuenta, Ulbert comenzó a caminar hacia la habitación de su amigo con el propósito de hacerlo dormir. No sabía cómo mejor la situación, lo mejor era dejarlo para mañana, cuando todos los demás hayan creado un ambiente relajante y agradable. Eso le ayudaría mucho a Touch-me.

—Está bien. Gracias, Ulbert. Me basta contigo y Peroroncino para tener un día de full risas.

—¡Así se habla!. Bien, ya te dejo, ya llegamos a tu habitación.

—De nuevo, gracias. Por ayudarme a ver la verdad y por estar a mi lado para apoyarme.

—No es nada mi amigo. Perdimos años de una buena amistad en una tonta discusión, no pienso perder más tiempo. Ahora, vamos, entra, ¡hay que dormir!

—Bien, bien. Te veo mañana Ulbert.

—¡Igualmente Touch-san! Trata de dormir sin pensar en eso, ignóralo de tu mente. No vale la pena.

—Tienes razón... Mi ex esposa ya no será un asunto importante para mí.

El del personaje de la cabra se sorprendió ante la declaración. No pensó que se divorciaría tan pronto pero era comprensible después de lo que ella le hizo.

—... Tienes razón, sólo podemos estar en tu mente tu hijo y yo... Claro que también los demás jaja. Paro más nosotros dos. Bueno, ahora sí hasta luego.

—Jajaja Hasta luego.

Después de despedirse, cerrar la puerta y acomodarse en su cómoda cama, Touch-me sacó su celular de su bolsillo, encontrando un mensaje en su pantalla de bloqueo. Era de su hijo.

"[Padre, disculpa la demora. Ando dando unos detalles a mi presentación de mañana.

Respondiendo a tus preguntas. Estoy bien, ya he comido y estoy a punto de ir a dormir... Madre aún no ha regresado, no entiendo el porqué, ya casi no duerme en la casa desde que saliste.

¿Ha pasado algo? ¿Tuvieron una discusión? Mañana me puedes responder.

Entiendo que tú también estás muy ocupado con este proyecto. ¡Me alegra que estés probando la secuela de tu juego favorito! Quizás yo también pueda comprar el juego y ambos jugar, sería muy divertido.

Bien, te dejo descansar. Ambos lo necesitamos porque es demasiado tarde.

Hablamos después, te quiero padre.]"

Con una sonrisa en su rostro, abrió la aplicación de mensajes y escribió una respuesta a su hijo.

"[Está bien hijo, tus estudios son primero. Tal vez después de que salga la secuela te acompañe para comprar el juego. Sí o sí tenemos que estar los 2 en ello. ¡Seremos los mejores! Y claro, conocerás los buenos y mejores amigos que tu padre conoció hace tantos años.

Descansa bien, conversamos mañana cuando estés libre. También te quiero hijo.]"

Dejó el celular encima de la almohada de al lado, quedando mirando el techo con las extremidades del cuerpo extendidos pareciendo una estrella.

En el techo había una ventana cerrada, en el cual podías ver un cielo estrellado falso, pero a fin de cuentas, era hermosa y relajante. Eso ayudó a su mente dolida.

Dio un profundo suspiro y decidió caer rendido a los brazos de Morfeo. Mañana sería un gran día como dijo Ulbert. Probarían una habilidad que jamás hubo en el juego, sería emocionante, muy emocionante. También estaba el tema del nuevo gremio, que en honor al antiguo, decidieron llamarlo de la misma manera.

Poco a poco su conciencia le fue dejando, abriendo paso a una tranquilidad que fue bien recibida. No pudo pensar más porque en unos instantes ya se había dormido.

La zona era un gran claro rodeado de árboles frescos y brillantes, además de una muralla de piedra negra alta. En el campamento donde todos se habían instalado esa misma mañana estaba compuesto con un total de 25 campañas, con la principal que es exclusivamente para reuniones en el medio.

Esta campaña de reuniones contaba con una mesa cuadra y sus 6 asientos a cada lado, todos hechos de madera simple, es decir, no eran Ítems o estaban siquiera reforzadas con cristales de datos. Al fin y al cabo, pronto conquistarían una mazmorra para volverla su base de gremio, con Touch-me como el líder (por voto mayoritario).

Volviendo al tema, dichos asientos ya se encontraban ocupados por todos los miembtos, los cuales estaban sumidos en escuchar el final del reporte que su líder mostró.

— ...- Y eso es todo. ¿Alguno quiere hablar o informar de algo importante?

Hubo unos pocos segundos de silencio antes de Nuuboo contestara animado.

—Si me permiten. Gracias a la última expedición que hicimos como clan al mando de HeroHero, conseguimos ciertos materiales más que suficientes para todos. Ahora, con esta primera cazería a los Demonios Bizarros de las Profundidades que acabamos de realizar como gremio, hemos obtenido los cristales de datos necesarios para probar la nueva habilidad de cambio de raza a humano. Creo que ahora sería una buena oportunidad probarlo.

—Por supuesto, la idea suena agradable. ¿Todos estamos a favor o alguien tiene una idea diferente? —Preguntó Punitto Moe con gran entusiasmo, contagiando a los demás miembros el aceptar— ¡Genial! Entonces, ¿podemos empezar ahora, Líder de Gremio?

Touch-me aún sintiéndose incómodo con el título que pensaba no le pertenecía, tardó en responder pero al final dijo:

—Claro, porqué no.

La mayoría soltó un grito de júbilo, mientras que otros sonreían con sus distintas bocas o mostraban su alegría con sus ojos pues había quienes traían cascos, máscaras, cubre-bocas o eran simplemente slime por completo (Bukubukuchagama, pues HeroHero tenia dos agujeros para los ojos).

—¿Qué estamos esperando? ¡Vamos, vamos! ¡Quiero probar esta genial habilidad lo más pronto posible! —gritó emocionado Peroroncino mientras salía de la campaña seguido de los demás.

—Cálmate un poco. Pareces un niño pequeño.

—Pero, ¡hermana! ¿No estás emocionada? ¡Sé que lo estás, no lo ocultes!

—Silencio. Claro que estoy emocionada, no lo niego, pero no por eso me comporto con un niño.

—¿Por qué eres tan aburrida? ¡Ríe un poco!

Todos rieron ante las payasadas y esfuerzos de Peroroncino por hacer que Chagama sonría a la fuerza.

Al llegar a un área alejada de la base provisional, cada uno sacó sus propios materiales, cristales de datos e Ítems necesario para activar la habilidad tan esperada por los heteromorfos.

—¿Todos listos o alguien tiene miedo? —preguntó juguetón Ulbert mostrando una sonrisa sarcástica que solo él sabía hacer.

—¿Tan animado Ulbert? Jajaja. Bien, ¿qué tal si todos lo hacemos a la vez?

—¡Si! —fue una respuesta inmediata.

Cada uno abrió su panel de estado en busca de la habilidad, encontrándolo en su bandeja de notificaciones que les había llegado apenas fueron Nivel 80. Nadie lo había abierto, por supuesto.

Ahora, con un nuevo panel abierto que mostraba lo que necesitaban (lo cuales ya tenían), algunas reglas, normas, límites que tenía aquel cuerpo y por supuesto, el aceptar para el cambio.

—¿Listos? —preguntó Nishikienray.

—¡Ya! —mencionó con fuerza Ulbert.

Todo a su alrededor se volvió de un color blanco mientras sus cuerpos comenzaron a brillar y cambiar conforme los segundos pasaban.

El momento era tan maravilloso que jamás imaginaron que en su mundo hubo un apagón a gran escala y que sus cuerpos habían desaparecido sin dejar rastros, dejando a los supervisores y técnicos en total confusión y pánico cuando regresó la luz.