Luci*Fer sabía con sólo observar que el hombre delante de él que era alguien importante. Aquella armadura era completa y se veía de buena calidad. Era mejor guardarse su comentario animado y disculparse también.
—No hay problema, yo también estaba distraído.
—... No los he visto antes, ¿son nuevos en el Reino Hechicero?
—Sí, lo somos. Venimos de una tierra lejana y al escuchar de este lugar de fantasía decidimos venir y ser sus ciudadanos.
—Oh, eso no se ve todos los días. La gente normalmente tiene miedo de los demi-humanos y los no-muertos de Su Majestad.
—Ya lo creo... Soy Lufer, un gusto. Estos son mis compañeros.
—Disculpen mi falta de modales, mi nombre es Momon, del antiguo equipo adamantita "Oscuridad". Igualmente es un gusto.
—¿Momon?
—¿Sí?
—No, nada... Es sólo que ese nombre me recuerda a alguien importante para todos nosotros.
—Debió de ser alguien asombroso y un buen amigo entonces.
—Sí, lo era... mejor dicho, lo es. Hemos escuchado que puede estar en esta parte del continente pero aún no estamos seguros de ello.
—Ya veo. Espero que logren encontrarlo. Ahora, tengo una duda sobre ustedes y quisiera saber si pueden responderla.
—Siempre y cuando no sea demasiado personal, supongo que estaría bien.
—Descuiden, no es nada de eso. Lo que quisiera saber es que hace un grupo de veintiséis personas yendo en dirección hacia el palacio... ¿o acaso estoy equivocado y van a otro lugar?
—De hecho si está en lo correcto. Como sabe, somos nuevos en este maravilloso Reino y hace unos momentos acabamos de terminar nuestros trámites para convertirnos en ciudadanos. Además, hemos decidido tratar de comprar una gran mansión para todos nosotros con una carta de petición al Palacio.
—Eso es sorprendente... Si me permiten, podría ayudarlos con ese tema.
—Emm... ¿No sería una molestia?
—No, todo lo contrario. Verán, me han llamado al Palacio pero primero tengo que encontrar a mi compañera. No tardaré más de diez minutos si me lo permiten.
—En ese caso creo que estaría bien... Nosotros podemos esperar en la plaza, aún queremos dar un buen vistazo alrededor.
—Entiendo perfectamente. Ahora, si me disculpan, iré a por mi compañera.
Momon retornó su camino y desapareció de entre los transeúntes. Los veintiséis no perdieron tiempo y también comenzaron su caminata hacia la plaza en silencio. Fue recién cuando llegaron a un lugar apartado pero visible dentro de la plaza que inició su conversación.
—Creo que todos en este momento están pensando en el nombre del tipo que acabamos de conocer, ¿correcto?
—Si te refieres a que hay una gran y rara posibilidad de que sea quien creemos que es, entonces sí, estás en lo correcto Valis-san. —Respondió Nuuboo con la mano en el mentón.
—Esa es una abreviatura de nombre al igual que Lupus... Podría ser él, se siente como si lo fuera pero a la vez no. Además, hay muchas diferencias...
—Tienes razón Moetto-san. Nuestro líder es un lanzador de magia, no un guerrero; tampoco es humano, y yo claramente sentí musculatura cuando tropecé con él.
—También hay otras diferencias, un par de ejemplos son su voz y altura. No se escucha para nada como lo recuerdo, antes era más suave y calmada; tampoco creo que sea tan alto, nos dijo que era de un tamaño promedio y confío en él. —Terminó de agregar Beast King Mekongawa luego de que Luci*Fer hablara— También creo que deberíamos tratar de no mencionar el nombre del líder, podría traernos problemas.
—Muy bien, eso suena lógico. Aún así deberíamos de considerarlo... Tratemos de mandar indirectas sobre el IRL, sobre Yggdrasil y sobre nuestro gremio, cosas que sólo nosotros como miembros sabemos, nuestros nombres abreviados jugarán un papel importante. Con eso nuestras dudas se podrían aclacar.
Un coro de aceptación a la propuesta de Tabula Smaragdina se escuchó luego de unos segundos.
—Ya que todos sabemos que hacer con Momon, vayamos a la parte de investigación. —Habló Touch-me obteniendo la atención que quería— Necesitamos recopilar información sobre este Reino pero sobre todo del Rey Hechicero Ainz Ooal Gown. Propongo entonces que sólo una party de seis ingresen al Palacio mientras que el resto se puede dividir en dúos para revisar los alrededores.
—Una party de seis eh... Sí, suena bien. Y creo saber quiénes pueden ser los indicados.—Con una mirada concentrada Coup the Corâce se giró hacia los que iba a llamar— Chamaga-san, Yamko-san, Bertod-san, Enray-san y Wakemi-san, ustedes pertenecieron a la party que derrotó al último Boss en el día de la conquista. Son un grupo balanceado y de los más potentes, creo que ustedes serían los indicados para ingresar al Palacio.
—Tienes razón—Apoyó Genjiro— Fueron ustedes los que vencieron al final y logramos obtener nuestra base de un solo intento. También creo que son los indicados.
—Esperen un momento. Si bien nosotros vencimos al Boss final, fue también gracias al apoyo de nuestro líder que pudimos resistir... Esta party no está completa sin él.—Nishikkenray dio su punto de vista.
—Eso es... correcto. Pero en estos instantes no está con nosotros todavía, tenemos que hacerlo sin él.
—Lo que dice Blunet-san es cierto. Concentrémonos en el ahora, ya habrá tiempo después cuando lo encontremos.—Habló con suavidad Shijuuten Suzaku— Ahora entonces, necesitamos un comodín pero sólo hay tres entre todos nosotros. ¿Cómo lo van a decidir Near-san, Whitem-san y Lufer-san?
Hubo un largo silencio entre los mencionados. Parecían pensarlo a profundidad cuando se les veía el rostro. Finalmente, luego de un par de minutos parecían haber llegado a un acuerdo sin palabras cuando Luci*Fer habló con seguridad.
—Los acompañaré yo. Analizando mis habilidades se puede decir que tengo un mayor apoyo que Near-san y Whitem-san.
—... Sí, tienes buenos buff y debuff, hechizos potentes y de área, invocaciones de ángeles y demonios, y aunque tu karma es negativo puedes soportar muy bien la magia divina gracias a tu clase [Ángel caído], todos ellos pueden ser de gran ayuda en una situación complicada. —Explicó sus observaciones Blue Planet.
—Entonces está decidido. El resto de nosotros iremos en diferentes direcciones con nuestros antiguos dúos que nos tocó en aquel lugar antes de llegar a este mundo, ¿me entienden?
Todos asintieron. Touch-me continuó.
—Sé que algunos, me incluyo, ya no tenemos a nuestro par pero eso se puede arreglar juntándose con alguien de igual condición. Arreglemos ese asunto antes de que Momon y su compañera regresen.
Así se reformaron los siguientes dúos:
-Coup the Corâce con Herohero.
-Nearata con Touch-me.
-Variable Talisman con Whitebrim.
—Ahora que todos estamos listos, quiero dejar algo en claro... Si por error alguno de nosotros es descubierto, lo informaremos a través de un [Mensaje] y nos reuniremos en el lugar que encontramos a Bellver-san y Ganter-san. Después de eso tendremos que movernos a otro lugar más lejano y volver a idear un plan para acercarnos al líder. ¿Todos entienden?... Bien.
No pasaron muchos minutos cuando Peroroncino visualizó a Momon siendo acompañado por una mujer atractiva de mirada seria. Ciertamente era muy hermosa pero nuestro arquero sentía y sabía que no debía meterse con ella. ¿La razón? Ella era Narberal Gamma, creación de su amigo Nishikienray... O bueno, así lo veía, no estaba muy seguro aún pero de todas formas la apartó de sus pensamientos.
—Mis disculpas por haberme tardado un poco más de lo que mencioné. Tuve problemas para encontrar a mi compañera.
—Uh, no hay problema Momon-dono.—Y antes de que Luci*Fer pudiera seguir hablando fue interrumpido por su sorprendido compañero ninja.
—Disculpen... Soy Enray, un gusto. Sé que esto puede ser un poco incómodo pero quisiera saber sobre usted señorita, si no es un problema por supuesto.
Hubo una sutil mueca de confusión y disgusto en la bella cara de Nabe pero al recordar las palabras de Ainz y Momon/Actor de Pandora, dio una muy pequeña sonrisa y contestó lo más natural posible que pudo.
—Mi nombre es Nabe, soy una lanzadora de magia del cuarto nivel y antigua aventurera adamantita. Actualmente Momon-san y yo servimos bajo el mando directo del Rey Hechicero Ainz Ooal Gown.
El mismo Momon y Nabe habían esperado una confesión de amor a primera vista, no había sido la primera vez que le pasaba a la bella princesa Nabe... Pero eso no sucedió. A cambio obtuvieron una sonrisa incrédula y emocionada. Muy diferente a lo que estaban acostumbrados y eso Momon lo notó extraño.
—Nabe...
—Sí. ¿Hay algún problema?
Antes de que Nishikienray pudiera hablar fue golpeado en las costillas por su compañero Nuuboo. Y aunque el golpe no había sido tan fuerte fue lo suficiente para hacerlo consciente de lo que iba a decir, callando la tontería que iba a soltar casi al instante.
—N-no, nada.
—Err... mi compañero aquí no amaneció bien esta mañana, es por eso que puede estar un poco fuera de lugar ahora... Si no es molestia, ¿podemos ya comenzar nuestra caminata al Palacio Momon-dono?
—... Por supuesto, es por este camino. No tardaremos mucho si no tomamos desviaciones.
Esta vez en el camino hubo mucha plática. Mientras un par regañaba silenciosamente a Nishikienray, otros se encontraban comentando sobre las calles y los ciudadanos, algunos se mantenían observando en silencio y los restantes estaban sumidos en sus pensamientos. Para cuando se dieron cuenta ya habían llegado a la muralla de entrada del Palacio en un aproximado de 28 minutos.
Allí los esperaba un grupo de 4 Caballeros de la Muerte siendo comandados por un Crypt Lord, un no-muerto de Nivel 80. Este ser los vio y luego asintió a Momon, quien le correspondió el saludo. Gracias a esto el no-muerto no interfirió en su camino y les dejó libre el paso pero antes...
—Lufer-san, sé que tienen asuntos dentro pero no creo que todos puedan ingresar. ¿Puedo saber quiénes irán?
—Sí, ya lo habíamos previsto. Sólo iremos nosotros seis. —Al instante los restantes de la party dejaron sus lugares y se presentaron en silencio ante Momon y Nabe— El resto irá a explorar las calles y demás, después de todo, este Reino es una maravilla a los ojos de cualquiera.
—Sí, lo es... Oh, parece que el mayordomo personal del Rey Hechicero nos espera en la puerta principal. ¿Podrían esperarnos un momento?
—Adelante, no tenemos problema con ello.
Mientras Momon y Nabe se acercaban al hombre en uniforme negro de postura recta a pesar de su edad, cierto individuo del grupo se conmocionó por su presencia, y antes de que repitieran el mismo golpe en él, se calmó y analizó la situación. Ulbert, quien se encontraba cerca, lanzó un Ítem de pago en forma de polvo mágico al aire de manera disimulada. Esto creó un invisible domo de privacidad y silencio para ambos.
—¿Es él, no es así?
—Sí... No hay ninguna diferencia. —Respondió Touch-me.
—Hiciste lo correcto al no mostrar una mirada de sorpresa. Creo que deberías hablar con los otros sobre mantener un estado pacífico si encuentran a sus NPC caminando por estas calles.
—He pensado lo mismo. ¿Me ayudas con decírselo a los de tu party?
—Por supuesto... También, he pensado sobre los nombres que estamos utilizando, creo que algunos deberían de cambiarlo.
—¿Por qué lo crees? ¿Descubriste algo?
—Umu, bueno, un ejemplo sería Chagama-san, nosotros le llamábamos así por un tiempo, ¿recuerdas? Creo que alguien podría descubrir nuestra identidad con sólo juntar un par de piezas.
—... Tienes razón. Infórmele sobre su nombre y busquen un reemplazo. Explicaré el cambio a los otros una vez estemos fuera del alcance de este Palacio y usemos hechizos anti-adivinación.
—Bien, lo tengo. Justo a tiempo, porque parecen que terminaron su charla, no escuché mucho pero ya les preguntaré a los chicos. Voy a cancelar el hechizo, mantente firme ¿ok? Te veo luego.
Touch-me se despidió con un ligero movimiento de mano y se acercó a Nearata para estar listos al momento de separarse. Mientras tanto, Ulbert aprovechó el momento para acercarse a la party y lograr decir una frase en el tiempo que le quedaba.
—Chicas, confiaremos en ustedes como siempre. Estamos en sus manos Yamko-san... Kazecchi.—Lo último lo dijo con algo de duda causando una breve confusión en sus compañeros hasta que la mencionada entendió la indirecta y respondió alegremente.
—Agradezco tu confianza, Bertod-san
Momon regresó solo ya que Nabe ingresó al Palacio sin dar una mirada de despedida. Luci*Fer dio un suspiro en silencio antes de mostrar una ligera sonrisa y hablar.
—Momon-dono. Mis amigos y yo estamos listos para ingresar.
—¿Es así? Genial. Vamos entonces.
El grupo se despidió y dividió rápidamente, luego dieron camino a lugares contrarios. Ahora la party se encontraba cara a cara con Sebas Tian mientras los otros posiblemente ya estaban recorriendo las diversas calles del Reino.
—Señores permítanme presentarme. Soy Sebas Tian, mayordomo personal del Rey Hechicero Ainz Ooal Gown. Pueden llamarme Sebas si lo desean. Es un placer conocerlos, Momon-dono me ha explicado un poco sobre ustedes y su asunto.
—El placer es nuestro Sebas-dono. —Sonrió de regreso y luego con una mano comenzó una presentación— Mi nombre es Lufer y estos son algunos de mis amigos: Bertod-san, Wakemi-san, Enray-san, Yamko-san y-
—Mi nombre es Kazecchi, un gusto. —Agregó rápidamente al ver que Luci*Fer no sabía como continuar— Perdón por la interrupción pero quería presentarme por mi cuenta, espero que no sea una molestia mi comportamiento repentino.
—De ninguna forma señorita Kazecchi, apoyo la iniciativa propia. ¿Qué les parece acompañarme adentro? Momon-dono tiene asuntos importantes y no debe perder más tiempo.
—¡Oh, por supuesto! Disculpe Momon-dono. Por favor, guíe el camino Sebas-dono. —Ahora la que tomaría las conversaciones sería Bukubukuchagama y no Luci*Fer. El cual en su mente agradecía profundamente el cambio de responsabilidad.
El Héroe Oscuro aceptó las disculpas y sin demora ingresaron al Palacio. Al cabo de unos instantes de camina, el Guerrero Oscuro se despidió y tomó un pasillo paralelo al que ahora se dirigían.
—Este lugar es enorme~ Me pregunto cuánto tiempo habrá tomado en construirlo...
—Si me permite contestar su pregunta señorita Kazecchi, este palacio que antiguamente servía de residencia a cierto Alcalde fue construido hace más de ciento cuarenta años.
—Ooh~ ¿Significa que Sebas-dono estuvo trabajando en este lugar desde hace años y por eso sabe?
—No, en realidad. Puse mis servicios al Rey Hechicero hace tan sólo un año, casi en el inicio de su reinado.
—Ha de ser sorprendente y emocionante servir al Rey personalmente.
—Tiene toda la razón señorita Yamko... Debo decir que me sorprende el hecho de que no tengan una ideología errónea de nuestro Rey al ser un no-muerto.
—Si me permite responder en su lugar, eso es porque todos mis camaradas y yo nos basamos en las acciones y no en la apariencia. ¿No es así, Wakemi-san? —Preguntó Nishikienray a su compañero de lado.
—Es como dice mi amigo. Después de todo, una acción vale más que mil palabras.
—Ummu, es una frase sabia.
—Sebas-dono, tengo una pregunta que aunque no es relacionado al tema que estaba hablando con mis compañeros desearía que me respondiera.
—Adelante con su pregunta Bertod-san. Aunque debo avisar de que si es relacionado al Rey Hechicero o al manejo del Reino, no soy la persona indicada.
—Oh no, en realidad quería saber sobre la Primera Ministro Albedo-sama. Sólo hemos podido escuchar sobre ella a través de algunos encargados en la puerta principal de este Reino.
—En ese caso... La Primer Ministro es la mano derecha de nuestro Rey, ella se encarga de manejar los asuntos exteriores, la administración pública, coordina la actividad del Reino Hechicero junto al Ministro de Defensa y designa a distintos Administradores sus funciones. Además, ella no es humana. No se sabe a que raza pertenece pero ciertamente es un individuo de gran poder apesar de su apariencia.
—Ya veo...
—Me alegra que me haya entendido. Justo a tiempo pues hemos llegado a nuestro destino.
Con un suave movimiento abrió un par de las grandes puertas que llegaban a medir un aproximado de 2.40 metros de altura. Apartándose un poco indicó que podían ingresar.
—Llamaré a una de las sirvientas mientras un Agente Inmobiliario tarda en llegar. Por favor tomen asiento que unos momentos los atenderán.
—Estamos agradecidos con usted Sebas-dono.
—Sólo cumplo con mi deber de mayordomo señorita Kazecchi. Espero poder verlos de nuevo en un futuro.
—Nosotros también esperamos lo mismo Sebad-dono. —Agregó Yamaiko como últimas palabras antes de que el mayordomo salga de la habitación con una reverencia.
—Es asombroso el hecho de poder estar dentro de un Palacio.
—No creo poder vivir con tanto lujo a mi alrededor. De sólo pensarlo me da dolor de cabeza. —Respondió sonriendo Warrior Takemikazuchi a Luci*fer luego de terminar su recorrida visual por todo el lugar.
—¿Cómo creen que les esté yendo a los demás? —Preguntó Ulbert.
—Podríamos averiguar al preguntarles ahora. —Respondió sin verlo Bukubukuchagama.
—Uhm... No, eso sería riesgoso. Puede que el Palacio tenga contramedidas para evitar que escape Información.
—Cierto, tienes razón. No pensé en eso... Sólo espero que mi tonto hermano no haga una estupidez.
—Eso sería casi imposible. —Agregó Nishikienray gracioso.
Después de un muy corto lapso de tiempo se mantuvieron en silencio para poder apreciar mejor los detalles y así esperaron pacientemente la llegada de la sirvienta, la cual no tardó mucho en llegar con un carrito lleno de galletas y té.
—Gracias. —Dijeron los 6 presentes a la vez sin querer.
—Disfruten por favor. Si necesitan algo de mi pueden llamarme, mi nombre es Fourth.
Fue la única conversación antes de que se aleje a una de las esquinas.
Todos probaron los aperitivos traídos y agradecieron hasta el cielo su magnífico sabor y exquisitez. Obviamente no lo dijeron pero si lo pensaron. Sólo bastó unos minutos más para que la puerta por la que entraron fuera tocada suavemente.
Esta vez quien apareció era un no-muerto, un Lich que portaba una vestimenta más formal para dar seriedad al asunto.
—Tengan buen día, lamento mi tardanza. Soy el Agente Inmobiliario. Este no tiene nombre así que pueden llamarme como gusten.
—No se preocupe Agente-dono, sabemos que tiene muchas cosas importantes que hacer en estos momentos.—El que contestó no era otro más que Ulbert, quien utilizó palabras halagadoras para llegar a un ambiente cómodo. Por supuesto, su habilidad pasiva [Encanto del Mal] también hizo efecto y nadie lo notó.— Le agradecemos el hecho de que pueda darnos algo de su preciado tiempo.
El Lich sonrió con la poca piel que le quedaba en la boca y tomó asiento mientras acomodaba unos papeles en sus manos.
—Empecemos con esto.
En el trascurso del tiempo, se había llegado a un acuerdo favorable para ambos lados. Ellos podrían comprar una mansión lo suficientemente grande y acogedora para todos en un pago de 2 partes.
Sólo tenían que reunir 2000 monedas de oro para trasladarse y al cabo de un mes pagarían las 1500 monedas restantes, de oro también, por supuesto. El trato era aceptable pues si pagaban todo de golpe, tendrían que tener 3200 monedas de oro.
Y así lo hicieron, aceptaron. Quedando que en 4 días volverían al Palacio para cancelar el primer compromiso de pago y si no lo conseguían se aumentaría el 2% del importe total pasada la fecha, teniendo como plazo máximo 3 días más. Caso contrario quedaría nulo todo... Pero obviamente iban a pagar, ya tenían una idea de cómo generar todo el dinero necesario.
—Ahora todo lo que se necesita para asegurar el compromiso son sus firmas. Tengan, pueden usar esta pluma para eso.
El Lich entregó el objeto al que se encontraba más cerca de él, es decir, Ulbert. Este lo tomó y en menos de un segundo ya había hecho su garabato en el papel, seguidamente fueron sus camaradas restantes. Al terminar devolvieron la pluma a su dueño.
—Entonces, hemos terminado. Los veré de nuevo en cuatro días.
—Sí. De nuevo, gracias por su tiempo Administrador-dono.
Y antes de que el Lich pudiera responder se escuchó el sonido de una campanilla a lo lejos. Ante eso, el rostro arrugado y sin piel en algunas partes del Lich se iluminó con una gran sonrisa que para otros humanos normales les hubiera causado pesadillas por días.
—¡Está aquí!
—¿Disculpe?
—Nuestro Rey Hechicero, Ainz Ooal Gown-sama ha vuelto de su largo viaje... Disculpen, tengo que salir.
Y con prisa abandonó la habitación. Si uno miraba a la sirvienta parada en la esquina se podría observar también un brillo emocionado en sus ojos.
—...Vamos, chicos. Tenemos que reunirnos con los demás para darle la buena noticia. Además, si tenemos mucha suerte, podríamos terminar viendo aunque sea un poco al Rey Hechicero. Con todo lo que hemos escuchado tengo muy altas espectativas de él.
—Por supuesto, Bertod-san. —Apoyó Nishikienray cuando otra campanada más cerca se oyó— Andando.
La sirvienta al ver como se ponían todos de pie se acercó a la puerta y la abrió.
—Señores, permítanme guiarlos a la salida. No quisiera que se pierdan en el Palacio.
—Estamos a su cuidado.
Al salir del castillo se escuchó una última campanada. Grande fue su sorpresa cuando a la entrada antes del Palacio se observó un par de carruajes negro siendo direccionados por Comedores de Almas y escoltados por unos Hanzos invisibles a la vista.
Luego, por lo que parecía una eternidad, el carruaje con más seguridad se detuvo y de ello bajó una sirvienta con ropa extraña y blindada, seguidamente, la muerte en persona.
