Cuando Ainz salió de la recámara y de la oficina, Actor de Pandora esperó un rato sentado. Estaba en la forma del Supremo por si alguien llamaba de improviso la puerta.
Pensó en lo que su padre dijo y lo que no. Después susurró inconscientemente.
—Es cierto que son de interés esos humanos que dicen venir del Sur y que además tienen nombres parecidos al de los Supremos pero... hay algo más. ¿Qué es? ¿Por qué padre no me lo dice? Podría ayudarlo más de lo que hago aquí... ¿Quizás investigar en privado?
Sacudió la cabeza al instante que escuchó sus propias palabras. No quiso seguir pues eso sería dudar del Supremo, lo cuál significaría una gran blasfemia.
—No. Debe ser que no estoy preparado para recibir tal información. ¡Cómo era de esperarse de padre!, tan considerado con seres inferiores como yo~. ¡Bien! Es hora de trabajar como se debe.
Antes de salir se acomodó la túnica blanca con bordes dorados que hoy eligieron las sirvientas, soltó un ligero suspiro y haciendo un movimiento noble fue hacia las puerta para luego abrirlas.
Del otro lado se encontraban la sirvienta regular del día y seis Lich Antiguos, encargados de ayudar en la Administración.
Tomó asiento de manera lenta y tras unos segundos de ver los papeles acomodados en su escritorio agarró el primero y comenzó a leerlo en su mente.
"Hoja de inmigración al Reino Hechicero.
Su humilde sirviente Ryurarius Spenia Ai Indarun, encargado del curso de inmigración, quiere informar que un grupo de veintiséis individuos humanos tomaron el curso completo y además, expresaron el deseo de querer vivir como ciudadanos.
Como mi deber manda, les entregué el documento correspondiente y ayudé en la lectura ya que al parecer vienen de otro Reino Humano lejano y no saben la escritura. Todo transcurrió con normalidad, la aceptación para volverlos ciudadanos está en proceso, lo cual durará un aproximado de dos meses.
He de reportar también que no se a visto ningún percance en los demás inmigrantes ya sean: vendedores, visitantes y aventureros.
Agradezco de antemano el tiempo que emplearon en leer este informe de un fiel y sencillo servidor."
"Así que no saben de esta escritura... interesante. ¿De qué Reino vendrán? ¿Tendrán diferente cultura? ¿Diferentes Ítems?... Bien, archivado como importante para que Padre lo lea más tarde, de seguro le alegrará saber de esto~"
Los siguiente informes fueron simples, como elecciones sobre algunas reconstrucciones, apoyo financiero a ciertos locales, revisión de almacenes y demás. No le tomó más de 40 minutos para terminar aquella pila de papeles que a su creador en realidad le costaba horas. Esto obvio no lo sabía.
Cuando hubo separado lo más importante que creía que eran, abrió su inventario y guardó las hojas allí como método de seguridad a que otros lo vean.
—He terminado. Lo que acabo de hacer no debe salir de sus bocas, cuento con ello.
—Sí, Su Majestad.
—Ahora, ¿quién de ustedes fue el que recogió la información de la Inmigración?
—Fui yo, oh Supremo.
—El resto de ustedes puede salir. Tú, ven aquí.
Los Lich rápidamente dieron un asentimiento antes de realizar la orden. El llamado no tardó en acercarse y caer en reverencia para escuchar a su señor.
—Puedes levantarte.
—Muchas gracias.
—¿Puedes aclarar una cosa para mi?
—Por supuesto. Todo lo que necesite de mi inferior conocimiento es absolutamente suyo para manejar, Su Majestad.
—Bien. ¿Has leído el informe que realizó el Encargado de la Inmigración?
—Sí, como un Administrador de esa área lo hice.
—¿Alguien más lo ha hecho? ¿Qué hay de Albedo? ¿Ella lo sabe?
El Lich movió nerviosamente su mano dentro de su túnica antes de contestar. Incluso su rostro de no-muerto parecía temeroso.
—No mi señor. Este es el único que leyó dicho contenido. Tengo la orden de sólo informar a la Primer Ministro Albedo-sama si hay alguna situación, emergencia o problema de gran importancia en la entrada.
—Eso lo sé, mejor cambio la pregunta para que sea entendible. ¿Por qué Albedo no sabe de esto? Claramente se menciona que veintiséis individuos de un Reino desconocido han llegado con la finalidad de convertirse en ciudadanos. ¿Qué acaso esta información no es relevante?
Bien se sabe que los no-muertos no pueden sentir miedo, pero al estar ante el ser supremos que los creó y que además es tan poderoso que si lo desea podría destruir el mundo... ciertamente podrían tener tanto miedo como un humano débil teme a una bestia grande, fuerte, sangrienta y peligrosa.
Al instante se tiró al suelo en posición de clemencia. Su rostro aunque no podía transpirar, sus ojos bien abiertos demostraban un sentimiento fuerte de miedo.
—¡Mis disculpas mi señor! No era mi intención ocultar esto de la Primer Ministro Albedo-sama. ¡Por favor, perdone mi acción, esto nunca volverá a ocurrir!
—... Te equivocas. —Si tuviera el corazón latiendo, el Lich pudo haber muerto por un paro cardíaco tras estas palabras. Pensó que su existencia sería borrada luego. No fue así— No estoy molesto contigo, aunque si un poco decepcionado. Pero antes, debo decir que fue una especie de suerte que no le hayas informado a Albedo. Esta información debe permanecer en secreto ya sea para ella u otro personal, ¿entiendes?
—¡S-Sí!
—Levántate. Cualquier mención de aquellas veintiséis personas no debe de ser público, contaré contigo para que sea sólo yo quien sepa de esto. Todo lo demás puede seguir como antes, incluye también el informar sobre otros inmigrantes sólo si estos son de Reinos conocidos.
Tuvo un ligero tropiezo cuando se levantó pero rápidamente acomodó su túnica, luego dio una reverencia en agradecimiento y entendimiento a la orden.
—Como usted ordene Su Majestad. No volveré a fallar.
—Mmh, buen trabajo. Ya te puedes retirar, es todo por hoy.
—Con su permiso.
La sirvienta regular abrió la puerta y el Lich desapareció al doblar.
—Decrement, también cuento contigo para que nada de lo que escuchaste y viste salga de esta habitación.
—Por supuesto Ainz-sama, mis labios están sellados.
—... Ya que he terminado por hoy, iré a mi recámara a meditar mis planes. Llámame si alguien viene, pero no permitas ni abras la puerta o perderé la concentración, ¿entiendes?
—Sí, Ainz-sama.
Con eso Actor de Pandora ingresó de nuevo a la habitación, cerró la puerta, lanzó un hechizo de alerta y a continuación, se lanzó a la cama para después rodar y rodar.
—Fuah... Eso fue demasiado fácil, de seguro padre sólo hace tiempo para después no estar sin nada que hacer, ya que a fin de cuentas su intelecto es supremo y sin límite... ¡Qué maravilloso y gratificante es ser creado por tal ser~!
Los siguientes minutos y quizás horas, Actor de Pandora siguió alabando a Ainz. De vez en cuando trataba de descifrar el Gran Plan pero siempre fallaba al encontrar errores. No fue hasta que escuchó una voz que lo llamaba, vio por la ventana y ya era de noche.
—Es cierto que el tiempo pasa más rápido si haces lo que te gusta o estás muy concentrado...
Se levantó, acomodó su túnica y caminó hacia la puerta. Al abrirla encontró a Decrement lista para informar.
—¿Qué sucede? ¿Alguien me necesita?
—Sí Ainz-sama, han llegado Aura-sama y Mare-sama a verlo.
"... Oh, justo como padre lo predijo"
—Ahora salgo. Puedes servirles postres y bebidas a sus gustos mientras esperan.
—Entendido.
