—... Disculpen, no entiendo.

—Aunque intentes ya no podrás ocultarte, puedo ver tu rostro líder... o algo así, sólo veo una mancha borrosa signo de ilusión jaja —Comentó feliz Nishikienrai levantándose de su asiento.

—Además, me siento un poco decepcionado... Momonga-san creí haberte enseñado que mantener la compostura es vital para cualquier confrontación. Aún así, estoy tan contento de poder verte de nuevo. —Punitto Moe dio su opinión, igualmente se levantaba.

—¿Podrías cambiar a tu apariencia original? Queremos ver al verdadero Momonga, no una ilusión. —El que habló esta vez fue Ulbert, no sólo se levantó, sino que también lo abrazó por el lado libre.

Ainz fue testigo de como todos sus amigos se acercaban a donde estaban y uno a uno se iba uniendo para conformar un abrazo gigante. Recibía las palabras amables y reconfortantes en silencio.

Sin embargo, aquel silencio fue interpretado muy diferente a lo que sentía en ese momento. Eso y también las luces verdes que envolvía a Momonga. Sus amigos poco a poco se alejaron para darle su espacio, varios pensaron que estaba lanzando hechizos de protección listo para atacar.

—¿Momonga-san? —Luci*Fer estaba preocupado, todos lo estaban en realidad.

Se levantó lento y con cuidado. Su armadura se desvaneció dejando ver una túnica negra con detalles plateados y dorados. No era nada comparado con su equipo principal pero tenía suficiente potencial para ayudarlo en batallas. La ilusión de su rostro también desapareció dejando a la vista su cráneo blanco bien pulido y majestuoso.

—Ustedes...

Por dentro, cada uno esperó gritos de reclamación, odio, sufrimiento y posiblemente también un ataque con hechizo de área. Aceptarían lo que les dijera e incluso como dijo Ulbert, se postraría por su perdón. Lo que consiguieron no estaba predicando.

—... L-los extrañé.

Sus emociones estaban saliendo disparadas, el supresor emocional actuaba tan rápido como podía pero simplemente eran demasiado fuerte. Y mientras hablaba, deseó ser humano nuevamente al menos por unos instantes para demostrar lo que sentía.

—Cuando llegué con la base, estaba desconcertado... No entendí que pasó pero tras unas pruebas descubrí que estaba en otro mundo con los NPC que dejaron a mi cuidado. Fue tan difícil... —Un brillo tenue comenzó a envolverlo, no parecía darse cuenta ni hasta cuando terminó— tener que actuar constantemente como el Ser Supremo que ven en nosotros, el dirigir Nazarick, proteger a los niños... incluso ahora, el gobernar un Reino. T-todo eso pude seguir haciéndolo porque tenía un sólo motivo... el volver a ve-verlos, no quería estar solo e-en un mundo sin ustedes por más egoísta que suene... Y l-lo siento mucho si fue por mi tonto deseo el que estén a-ahora aquí. Y-yo... yo p-prometo ayudarles a regresar...

No había sido gritos ni rechazo, solo palabras de lo más profundo del corazón y eso dolía mucho más de lo que pensaban.

Ainz se derrumbó en un sollozo que ni él mismo creía pero no le importaba. Decirles lo que siempre mantuvo dentro le liberó de una gran carga en los hombros.

—Momonga-san... No nos iremos, al menos la mayoría. No tienes que preocuparte de nada... —Una voz demasiado conocida y admirada le llamó la atención, levantó la cabeza que no sabía en qué momento la había agachado y lo confrontó.

—¿T-Touch-san?

—Larga historia. Aquí, deja de llorar, es la primera vez que veo tu rostro y no quiero que esté manchada...

—Pero y-yo... yo no puedo llorar... Soy un no-muerto. —La mano de su amigo era firme y cálida, tal y como siempre lo había imaginado.

—Deberías mirarte después. —Le dio una sonrisa y luego lo abrazó— También te extrañamos, mucho.

Los sollozos nuevamente salieron mientras correspondía el abrazo con leves temblores. Los demás miraban enternecidos la escena que parecía nunca iba acabar.

—¿... Ya está? —La puerta se abrió dejando ver a Temperance, detrás de él estaban Amanomahitotsu, Coup The Corâce, Ankoro Mochi Mochi y Whitebrim tratando de mirar por las esquinas.

Beast King Mekongawa hizo un movimiento de mano invitándolos a entrar, cosa que no tardaron en hacer.

—¡Momonga-san! —Se acercaron los cinco a darle su merecido abrazo tras percatarse que todo estaba bajo control. Touch-me se separó para dar más espacio.

—C-chicos.

—Awww, eres tan tierno, más aún ahora que estás algo sonrojado por llorar. —Ankoro no se hizo esperar y lo sujeto de los cachetes. Momonga dio una sonrisa nerviosa pero feliz.

—¿A qué si? ¿Quién iba a pensar que Momonga-onii-chan era un chico guapo y además de eso libre de compromiso? Creo que hasta me he enamorado~ —Cuestionó Bukubukuchagama usando su voz tierna causando risas en los demás excepto unos cuantos.

—Yo no-

—¡Ten! —Se apresuró Yamaiko conjurando un espejo de tamaño mediano para que se vea— Realmente te ves bien así Momonga-san.

Cuando estubo el objeto frente a él no pudo evitar abrir la boca en sorpresa. Levantó sus manos y acarició su rostro que ahora se veía un poco más joven, su cabello brillante y largo era diferente a lo que recordaba. Incluso su cuerpo ya no estaba tan desnutrido como antes.

—¿Es... la primera vez que te ves en tu verdadero cuerpo Momonga-san? —Preguntó Tabula dudoso.

—... Sí.

—Umm... Momonga-san, si has sido tu avatar desde que llegaste, ¿cómo has comido?

—No lo he hecho Punitto Moe-san, n-no tenía la necesidad.

Las sonrisas fueron desapareciendo de a poco, ahora había preocupación.

—¿Y el beber? ¿Qué tal eso? —Cuestionó Ulbert.

—No, tampoco.

—... ¿Dormir? —Esta vez fue Herohero.

—Aproveché esas horas extras para practicar algunas cosas así como ayudar en la Administración del Reino y de Nazarick.

—... ¡Ahora lo traemos! —Gritó Amanomahitotsu saliendo rápido del comedor seguido de Coup The Corâce.

—¿Q-Qué cosa?

—Momonga-san, toma asiento de nuevo. En unos instantes vas a comer lo que preparamos y no quiero un no por respuesta.

—Pero- —Intentó contradecir a Whitebrim mientras devolvía el espejo, sin embargo Luci*Fer se adelantó, para su sorpresa.

—Tampoco un pero.

Tuvo que hacer caso ya que no tenía otra opción. Y mientras esperaba aún estaba muy ocupado revisando sus manos y rostro.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó Beast King Mekongawa volviéndose a sentar en su lugar respectivo.

—Emocionado y nervioso.

—¿Por? —Intervino Nuuboo. Todos ahora se encontraban sentados.

—Muchas cosas, es difícil explicar... pero más que nada estoy muy feliz por verlos de nuevo.

—Nosotros también Momo-chan. Desde que llegamos y entramos a ese Pueblo Carne hemos tenido la meta de encontrarte. Personalmente estoy muy alegre de cumplirla.

La puerta se abrió y apareció dos carritos llenos de comida. Decir que tenían una buena presentación era poco.

—¿Tanto? ¿Cómo lo hicieron tan rápido?

—Oh, bueno, ya había varios de estos platos guardados en el frigorífico Blue Planet-san, nosotros hicimos los que se ven un poco más simples. Aún así, su sabor es bueno.

—Sí has cocinado tú, Amanomahitotsu-san, te creo porque tienes niveles en esa área, también va para ti Ankoro-chan. —Dijo casual Flatfoot mientras ayudaba a colocar algunos platillos y cubiertos frente a Momonga.

—Es cierto, las recetas sólo fluyen por mi mente a pesar de nunca haberlas visto, preparado o probado. De vez en cuando hasta puedo ver en mi mente que consistencia y apariencia tendrán, es fantástico. —Contestó Amanomahitotsu, Ankoro sólo sonreía y asentía.

—Supongo que es debido a tus clases, eso influye mucho en uno aún si nunca antes lo ha hecho en su vida; es casi igual con el karma, la diferencia allí es que puedes controlarte si tu voluntad es fuerte. También es con la magia o las habilidades de los guerreros, se trata como si fuera un instinto ya programado o algo natural como una extremidad extra del cuerpo, no sé si me explico bien.

—En realidad, es una explicación simple pero directa Momonga-san, veo que has mejorado en tus expresiones.

—Oh, umu, gracias Bellriver-san... —Contestó un poco avergonzado, no sólo por el hecho de que estuviera recibiendo felicitaciones de un amigo, sino también porque aún se encontraba con muchas preguntas en su mente, incluido el cómo es que Bellriver estaba vivo.

—Vamos, es tiempo de comer. Cada uno ya tiene su plato y cubierto, no esperen que la comida se va a enfriar. —Cambió de tema Warrior Takemikazuchi que ya se encontraba con mucha hambre y el tener un plato sabroso frente a él no hacía más que empeorar su situación.

—Itadakimasu~ —Fue la respuesta contenta de todos a la vez.


—Espera, espera, ¿estás diciendo que el 'Momon' que vimos la primera vez que fuimos al Palacio era en realidad tu creación? ¿Entonces es un NPC guerrero? ¿Qué función tiene? —Cuestionó un ser heteromórfo delgado y de apariencia insectoide. Habían terminado de comer hace ya una hora, en ese tiempo se decidió cerrar algunas de las cortinas y cambiar de apariencia para más comodidad.

—Que yo recuerde no es un guerrero Genjiro-san, es un Doppelgänger de alto nivel que custodia la Tesorería como Guardián de Área. ¿Estoy en lo correcto Momonga-san? —Preguntó orgulloso un limo de color azul-morado oscuro.

—Sí Herohero-san, es como dices. Además de ser el encargado de la Administración Financiera y Protector de todos los Ítems de Alto Nivel, es uno de los más inteligentes y poderosos de Nazarick ya que puede transformarse en todos los cuarenta y un miembros del Gremio.

Ainz se encontraba feliz, frente a él estaban sentados alrededor de la mesa veintiséis de sus amigos en sus formas heteromórficas con equipos similares a los antiguos. Se sentía en casa nuevamente. Su corazón, que en su esquelético cuerpo no existía, comenzó a latir rebosante de muchas emociones positivas pero reguladas.

—Eso es sorprendente, quisiera conocerlo en su forma original y tener alguna charla con él en un futuro, me interesa mucho el investigar sobre sus habilidades y capacidades, ¿me lo permites Momonga-san? —El Comedor de Cerebros preguntó mientras movía algunos de sus tentáculos.

—N-No estoy muy seguro, últimamente tiene mucho trabajo y eso que todavía no sé cómo presentarlos ante Nazarick y los Guardianes.

—Oh... Es cierto... ¿Mi creación no te ha causado problemas? —Eso llamó más la atención de los oyentes.

—Tienes tres Tabula-san, ¿a cual de ellas te refieres?

—Albedo quiero decir, ella... bueno, debes haberlo descubierto a la mala.

—Ah. Sobre eso... —Aquí Ainz tomó un suspiro preparándose para una reprimenda, esto lo había ensayado un montón de veces antes de siquiera encontrarlos— Te pido perdón, no era mi intención pero era el final del juego y no pensé que esto pasaría. Yo... modifiqué su configuración sin tu permiso, discúlpame. —Bajó la cabeza y esperó. Podía sentir la mirada de todos sus amigos sobre él.

—N-no, no, Momonga-san, no estoy enojado, levántate, quizás un poco incómodo pero todo bien. ¿Puedo saber que es lo que cambiaste?

—Eh... ¿Está bien si lo digo aquí? Fue tu última línea de código...

—Última línea dices... ¡Oh!... ¿Era eso? Pensé que cambiaste otra cosa.

—¿Podrían explicarnos los dos de qué están hablando? —Interrumpió Ulbert, el no saber le incomodaba demasiado, era como verlos hablar en código por una extraña razón.

—Verán, todos saben que tengo un viejo amor por el Gap Moe, eso mismo le agregué a cada una de mis creaciones como si de una firma mía se tratase. Albedo, al ser la Supervisora Guardiana, le di un fondo textual un poco malo. —Como los rostros de los demás parecían no entender tuvo que dar explicación más relevante.— Ella es un súcubo de alto nivel, y su Gap Moe es que aún tiene pureza a pesar de que sea una... arrastrada, por así decirlo.

Hubo silencio, un incómodo y molesto silencio. Tabula Smaragdina sintió escalofríos por las miradas que sus tres compañeras le daban.

—P-pero yo lo cambié a último momento —Llamó la atención Momonga— puse algo vergonzoso que no lo pensé bien y ahora lo estoy pagando.

—¿Vergonzoso?... No me digas que pusiste ESO jajajaja —Rió Luci*Fer al darse cuenta de lo quería decir. Otro parecieron entender también y soltaron un par de risas.

—Si bueno... Lo siento, Tabula-san.

—Te dije que no hay problema, su configuración siempre me dejó en debate pero veo que le diste una condición mejor.

—¿A qué te refieres?

—Ella un súcubo en 'blanco'* con muchos deseos, el estar profundamente enamorada de un esqueleto que no le puede corresponder es, definitivamente, el mejor Gap Moe de la historia.

(Pura, sin manchas. Saben a lo que me refiero*)

Aquí fue cuando los que no habían entendido a la primera comprendieron por fin de lo que se hablaba.

—... ¿Pero tu no estás enamorado de ella, no?

Momonga se estremeció ante la pregunta de Peroroncino, no entendió el porqué lo hizo o el porqué sonaba personal.

—No, por supuesto que no... puede que al principio si pero eso cambió rápidamente, ahora la veo como una hija, al igual que todo Nazarick.

Si hubiera girado podría haber visto que fue Ulbert el que lanzó un leve suspiro aliviado que casi no se escuchó.

—Un momento, hace rato dijiste que pensabas era otra línea de código. ¿Qué era lo que escribiste si lo que te preocupa no era lo último?

Como siempre Punitto Moe tan atento a los detalles que otros pudieron haber evitado de casualidad. Tabula dio su buena opinión en su mente al igual que una queja por tener que obligarle a decirle.

—Bien, eso es... se debe a que cuando el juego terminara o algo trágico pasara a cualquiera de nosotros, pronto nos iríamos y ya no nos conectaríamos como antes, por eso, casi por el intermedio agregué una línea que más o menos decía: "Cuando los Supremos se vayan de a poco hasta que no quede ninguno de ellos, un resentimiento y odio se formará en mi corazón al saber que nos abandonaron a nuestra suerte luego de servirlos fielmente".

El silencio se formó de inmediato, nadie, ni siquiera Momonga sabía que decir ante la revelación más profunda de su mano derecha, la Supervisora Guardiana Albedo.

"Debí leerlo todo..." Fue el único pensamiento de Ainz.