—¿Estás seguro? No he visto un comportamiento así en ella desde que llegamos... —Siguió hablando Ainz sobre Albedo.

—Es mi creación, sé su configuración como la palma de mi mano a pesar de todos estos años. No es como si lo pudiera olvidar ya que puse mucho esfuerzo.

—¿Quizás reaccione así cuando nos vea? —Preguntó Takemikazuchi.

—Es lo más probable. Aunque pienso que se contendrá y nos estudiará antes de atacar por separado.

—... Hace mucho tiempo en encontrarlos sugerí crear un grupo de NPC a su cargo con la misión de buscar a otros jugadores o a ustedes. Ella quiso incluir a su hermana menor Rubedo pero se lo negué.

—Rubedo no debe de ser despertada a menos que haya una invasión grande y fuerte, como aquella vez.

—Pensé en eso mismo... ¿Creen que ella utilizaría esa oportunidad para hacerles algo?

—Sí. Lo haría.

—¿Quién más conformaba el grupo?

—Mi creación, Nigredo, Aureole Omega quizás , algunos Mercenarios y Guardabosques de alto nivel, un par de invocaciones con efecto en áreas grandes, y varios guerreros... disculpen, fue hace tiempo, no recuerdo si alguien más estaba.

—Umu... Son quienes tienen más posibilidades de atacar y ganar si se enfrentaran a uno de nosotros.

—Y eso que no tenemos nuestros equipos Divinos antiguos... Con ellos podríamos tener una mayor ventaja de poder ganar o al menos salir vivos.

—¡Oh! No tienen que preocuparse, todos los equipos, armas, Ítems y demás están en la Tesorería y en sus habitaciones privadas. No pude venderlas o intercambiarlas, significan mucho para mí y es como una parte de ustedes... Las guardé por si regresaban algún día.

—Momonga-san... Si sigues diciendo palabras como esas no podré aguantar las ganas de llevarte a un lugar apartado y abrazarte hasta que esté satisfecho contigo y conmigo mismo.

—Yo también lo haría, a mi manera obviamente pero lo haría. Si alguien quisiera separarme de ti mis legiones demoníacas estarían entusiasmados de protegerte por la eternidad.

—Por mi parte creo que me mantendría a tu lado todo momento, apoyándote y cuidando. Eliminaría a todo aquél que intente dañarte, pondría mi honor de caballero y Campeón Mundial.

—Podría usar mi tierna voz para alegrar tus mañanas~. Y mis grandes escudos para detener cualquier cosa que intente tocarte.

—Sería tu propio guardaespalda ninja, nadie jamás se acercaría sin tu permiso. Incluso puedo obtener toda la información que desees si me lo pides.

—Mis katanas estarían orgullosas de proteger al líder supremo. Al igual que Touch-san pongo mi honor de Samurai.

—Si quieres algo, puedes decírmelo, yo preparía cualquier estrategia para conseguirlo. No importa si el mundo es lo que quieres, te lo daré.

Uno a uno expresaron de lo que serían capaz por él, algunos eran razonables y amistosos, otros eran descabellados y con intenciones profundas. Todas eran diferentes pero tan iguales a la vez, incluso se llevó una sorpresa cuando Luci*Fer declaró que construiría un ejército de grandes golems sólo para su uso.

Si estuviera otra vez en su cuerpo humano de seguro estaría tan rojo como la sangre misma. No había experimentado un sentimiento así de grande desde hace muchos años, esto incluso superaba aquél momento

—Chicos... ¿Si saben que con solo sus presencias tengo todo lo que quería, no? Aún así, gracias.

—Sólo digo que puedes tener más que mi simple presencia Momo-chan~... Disculpa, eso no sonó raro, ¿o sí?

—Un poco Pero-san, aún así te agradezco.

—Eh, umm, Momonga-san, no es que quiera interrumpir, bueno, un poco si pero, aún estoy confundido con el hecho de que cómo demonios no podías transformar tu cuerpo a humano y ahora si, ¿tienes alguna teoría? Has estado viviendo aquí por... ¿dos años, no?

—Oh, sí, ya son dos años Ulbert-san, el tiempo pasa rápido cuando tienes pequeños que dependen de ti... Sobre eso, pienso que esa transformación vino con su llegada ya que antes no podía hacerlo. Y tampoco no lo hubiera notado si estuviera demasiado calmado.

—¿No sentiste nada fuera de lugar cuando llegamos? —Preguntó Tabula, algunos de sus largos tentáculos se movían como si fueran llevados por el viento— ¿Algún sentimiento o presentimiento extraño personal, una luz extraña en el cielo, un terremoto, una explosión? ¿Nada?

—No, nada. Creo que si sé la respuesta a eso, Demiurge había estado recopilando información sobre la Teocracia Slain, dijo algo sobre Escrituras y Venidas de Dioses y Demonios. No lo entendí al principio pero conforme pasaba el tiempo recordé los eventos que pasaron cuando apenas había llegado y lo de Shalltear, uní los puntos y descubrí que a los que llaman Dioses y Demonios fueron en realidad jugadores como nosotros. Cada uno o en grupo apareció de la nada, elevaron sus nombres con sus acciones ya que nadie los conocía.

—Umu... es interesante, ¿por casualidad tienes más información sobre la Teocracia? Creo que con la ayuda de los 'Dioses' pueden ahora poseer Ítems y Equipos de varias categorías.

—La hay, también tenemos sospechas como esa. El que se encarga de recopilar todo tipo de información es Demiurge, sus niveles de inteligencia me han ayudado mucho, aunque a veces también me mete en problemas sin que lo sepa... Tengo los informes importantes guardados, si lo deseas puedo traer algunos mañana Tabula-san.

—Por favor y gracias Momonga-san. Bellriver-san y Punitto Moe-san me ayudarán en ello, ¿cierto señores?

—Sip, el grupo cerebritos entra nuevamente en acción listo para cumplir con los deseos del Líder Supremo. —Dijo Bellriver con su boca principal, Punitto Moe asentía y sonreía a la vez.

—Bellriver-san, no hace falta un título conmigo, somos amigos.

—¿Es uno de tus muchos títulos? Wouh... Necesito esa lista. Se la pediré a Demiurge, de seguro la tiene.

—Es posible... Pero preferiblemente quisiera que no la tengas, es vergonzoso.

—... Mi creación, ¿eh? Espero verlo pronto. Tal vez no estuve ahí para ti o para él pero es mi máxima creación, es como un hijo, ¿sabes? Quiero recuperar el tiempo perdido.

—Eso fue muy dulce Ulbert-san~ Estoy segura que Demiurge se alegrará de verte.

—¡Ankoro! ¡Y-yo no digo cosas dulces! ¡Soy un Demonio! ¡Un Dios Rey Demonio! ¡Adoro ver la sangre, las muertes, las cosas horrendas y demás, no algo... bueno!

—Lo que digas~ —Contestó de vuelta Ankoro y obtuvo risas de algunos en el proceso.

—Puedo planear algo para mostrarles a los de Nazarick que han vuelto. Ellos los extrañan, a todos de hecho.

—El problema es que hay algunos que no estarían felices de vernos, por ejemplo la creación de Tabula, Albedo, es una de ellos. Debemos de estar seguros antes de ir. Quizás podríamos primero expandir nuestros nombres, hablar un poco con los niños* sobre nuestra posible llegada y tratar de encontrar a todos los probables de traición en el proceso. —Propuso Touch-me luego de estar callado por mucho tiempo.

(Los Guardianes, ya saben, de cariño*)

—Es una buena sugerencia. Sólo necesitamos algún tipo de influencia en masa, una persona confiable que llegue a otras sin estar vigilando constantemente.

Y ahí fue cuando Ainz agradeció su suerte una vez más por sacarlo de los problemas casi comunes de su vida diaria.

—... Ya sé quién puede ser. De hecho, ella es muy buena en lo que hace y ha demostrado ser leal a mi persona-.

—¿E-Ella? ¿De quién hablas? ¿Cuánto tiempo la conoces? —Peroroncino interrumpió y obtuvo las miradas de todos, después para calmarse agitó un poco las alas y preguntó—... ¿Es bonita y soltera?

—Uh, su nombre es Neia Baraja y pertenece al Reino Santo, fue mi escudera personal no hace mucho cuando fui a 'derrotar y salvarlos' de Jaldabaoth... Y sí Pero-san, es soltera, un poco linda aunque sus ojos siempre demuestran que está enojada pero supongo que es su atractivo. Es muy joven, así que déjala en paz, ¿ok?

—Sí, sí, sólo preguntaba... no haré nada, lo prometo.

—Entonces, ¿cuánto tiempo crees que tardaría en expandir la noticia? ¿hay algún modo de contactarla y explicarle todo?

—Quedé visitarla en un futuro incierto, de momento es CZ quién tiene permitido hablar con ella cada poco días, al parecer son amigas... Puedo arreglar para que la visite pasado mañana y le informé que iré. Sería bueno que lo escuche de mi y no de los niños, ellos a veces no entienden bien mis intenciones.

—¿Mi pequeña hizo una amiga? Gracias Momonga-san, como padre eso es mucho.

—No es nada, de verdad Ganter-san. A mi también me alegró bastante. También considero a todos los NPC mis niños, perdón si suena raro pero es lo que siento.

—No, está bien, sigamos. Es una buena idea, ya que tenemos eso cubierto deberíamos planear ahora sobre cómo le darás la noticia a Nazarick.

—Tengo una sugerencia.

—¿Qué es, Nishiki-san?

—Momonga-san podría realizar una reunión dentro de Nazarick mientras que nosotros con el Anillo del Gremio podríamos transportarnos hacia la Mesa Redonda. Él en ese tiempo puede inventar algo sobre haber creado un hechizo que podría traernos de vuelta, luego de realizarlo va hacía nosotros con los Guardianes siguiéndole. Ahí podemos hacer como que nos despertamos de un profundo sueño antes de ir a presentar nuestro respeto y lealtad.

—... ¿Eso no es el fondo de la historia principal del juego Fresk Kundo? —Preguntó Luci*Fer con una sonrisa divertida.

—Lo es pero queda bien con nosotros.

—Tienes razón. —Con un movimiento de mano Ainz abrió su inventario y sacó una cantidad exacta de lo que quería— Aquí, tengan, son los Anillos de Gremio.

—Hoo~ ¿Cargas con ellos todo el tiempo? —Preguntó Genjiro mientras se colocaba uno.

—Desde ayer recién tuve sospechas de ustedes, no puedo arriesgarme a llevarlos conmigo todo el tiempo, hay mucho peligro aunque no parezca.

—Me gusta que seas más paranoico ahora jaja. Me hace recordar aquellas épocas cuando quisiste compartir mis enseñanzas a los demás.

—Punitto Moe-san... —Respondió con tono avergonzado aunque su cuerpo no podía demostrarlo.

—¿De qué hablan? ¿Qué enseñanzas? —Ninguno entendía como cuando habló con Tabula, fue Blue Planet quien preguntó esta vez en lugar de Ulbert.

—A Momonga-san llegué a entrenarlo un poco sobre estrategias y liderazgo antes de escribir mi libro, sentía que lo iba a necesitar algún día y miren, funcionó de maravilla.

—No es para tanto... Hice lo mejor que pude, de seguro podrías haberlo hecho mejor si tú hubieras venido en mi lugar.

—No lo creo, tienes un don sin igual Momonga-san, tu personalidad fue la unión del Gremio, si hubiera sido otro de nosotros creo que Nazarick no llegaría hasta donde está sin antes hacer una guerra o masacre.

—¿Guerra? ¿Masacre? ¿No es eso exagerado Punitto Moe-san? —Bromeó Nuuboo.

—No, tiene razón... En estos dos años he reducido todos los intentos de Guerra que Albedo, Demiurge y Shalltear sugerían, a veces incluso Aura y Mare lo sugerían, más Aura que Mare al final.

—¿Mis pequeños también? Sé que sus karmas son neutros pero el hecho que sugieran eso es malo, ¿no?

—Un poco, pero no hay que preocuparse, los tengo entretenidos con cosas pequeñas, incluso les hice una lista de rutina que deben de hacer para que crezcan sanos y fuertes. Ya sabes, buena alimentación, un poco de entrenamiento y descansos diarios.

—Aww~ ¡Gracias Momonga-oni-chan!

La limo en cuestión de segundos se desplazó hasta el asiento del mencionado en busca de un abrazo que sería aceptado sin dudar. Aunque verla caminar era una vista sumamente rara para cualquiera que no fuera parte del Gremio.

—Siguiendo el tema de armar el plan, una vez que menciones nuestro 'muy posible' regreso a Nazarick tienes que vigilar el comportamiento de cada Guardián, especialmente el de Albedo, antes de guiarlos hacia la Mesa Redonda. Trata de hacerla sentir descubierta pero sin que los demás sospechen.

—Entiendo Shijuuten-san, lo haré.

—Por ahora podemos tomarnos un descanso, nos lo merecemos. —Sugirió Yamaiko— ¿Jugamos algo o nos contarás las cosas que has descubierto por el momento?

—¡Oh! Tengo una pregunta, ¿de dónde conseguiste esos Dragones celestes? Que yo sepa el Gremio no tenía esas invocaciones. —Alzó la mano mientras preguntaba Beast King Mekongawa.

—Se llaman Dragones de Escarcha, los puse bajo mi control cuando fui a conseguir un tratado con el Reino Enano. Son buenos obedientes, ayudan con el transporte de materiales y alimentos. Cuando todo esté como en el pasado, les presentaré a todos los que conseguí.

—Suena fantástico, lo espero con ansias Momonga-san. —Así como Temperance, muchos otros agradecieron ansiosos por el día.

Mientras tanto, Ainz comenzó a relatar su recuerdo de cómo los dominó sin tener que levantar su mano para pelear.