hola mis queridos lectores hoy un capitulo mas del fic
pero como siempre primero respondo mis lindos reviews
Delia: Gracias por dejarme rw si, intentare no matar a Sirius (muajaja ) y la segunda parte ya va bastante adelantada solo que veo que si sigue como va sera mas larga que esta historia (imaginense eso...) Si me cumplen lo de los 52rw empezare muy pero muy prnto (quizaquince dias para tener algo mas adelantado) Besos y hasta mañana
John Croaker: Cuando veas que fue lo que asusto a Luna quiero imaginarme que cara tendrias tu, es cierto tenemos unos mortios fuera de combate pero... Quedan varios y son los mas peligrosos, me hace tran feliz que digan que les encanta mi historia! No saben lo bien que me hace sentir pese a que no obtenga tanto rw como otros autores e historias aqui pero igual me hacen feliz y aqui sigo y seguire mientras haya alguien que me lea
Bueno eso es todo por hoy
Capitulo Treinta y dos: Continúa la batalla contra los Mortios ¿Alguien más?
Cuando todos vieron hacia la puerta de la sala, vieron una alta figura vestida de negro, sus ojos rojos irradiaban malignidad, su nariz, sus facciones, eran parecidas a la de una serpiente...
- Dios santo... no puede ser... – dijo Claudia con el rostro lívido
- Voldemort – musitó Harry con un tono de odio que los demás jamás le habían oído
- Así es, Harry Potter, nos volvemos a ver – dijo pausadamente Lord Voldemort – ya veo que esta vez trajiste a tus amiguitos de compañía, que lastima que los vayas a ver morir uno por uno
- aquí nadie va a morir – dijo Harry, quien pese a todo, no sentía miedo por el sino por sus amigos, ninguno de ellos merecía morir, no cuando Claudia se lo había advertido, no cuando esto era una guerra entre Voldemort y él
- Valiente Potter... pero no te bastará para salvarlos, veamos a quienes tenemos aquí, tu... seguramente Longbottom... ¿Verdad? – Neville tembló involuntariamente - Un mago sangre limpia, último vástago de su familia, tu historia quedara aquí... más heroico que tus padres ya que están en San Mungo... por no querer cooperar con mis fieles mortífagos ... ustedes... Weasleys... – Ginny que yacía desmayada y Ron quien estaba petrificado de miedo - sangre limpia pero al mismo tiempo, traidores a la sangre, sus padres y hermanos han molestado mucho mis planes... especialmente el entrometido de tu padre... pero hoy me cobrare algo de esa molestia con sus vidas... ustedes... Lovegood... – Josh agarro la mano de su hermana y se acerco un poco a Claudia a la vez - de una familia de magos sangre limpia también pero con nada de sentido común, que interesante... ahh y ustedes dos – Claudia bajo la cabeza para que Voldemort no leyera su mente, que pensara que era a causa del miedo y Hermione que estaba pálida y fría mirándolo – un par de sangre sucias de la misma familia, si...ya lo se todo... – dijo al ver que Hermione tragaba en seco, preguntándose que tanto sabría – demasiado conocimiento en vano... ¡Igual, sus padres jamás entenderán el honor de haber sido liquidados por mi!
Todos los presentes estaban aterrados, una cosa era enfrentarse a los mortífagos, que ya era bastante trabajo y otra cosa, muy distinta, enfrentarse al mismísimo quienes-ustedes-saben en persona, no ha habido mago aparte de Harry actualmente que pueda alardear de haber sobrevivido a un enfrentamiento directo con el
- Bueno vamos a empezar con... – Voldemort dirigió una rápida mirada todos y con un hechizo haló a Hermione alejándola de todos los demás quienes miraban aterrados - CRUCIO
Un par de mortífagos entraron a la sala, Hermione cayó al suelo gritando entre los dolores terribles de la maldición, Claudia miró con odio a Voldemort y su mirada se posó en los recién llegados, y antes de que pudiera alguien decir algo, ella gritó con todas sus fuerzas, un grito desgarrador: también había caído bajo una maldición que lanzó uno de los mortífagos y quedó inconsciente, cuando Neville y Josh miraron a ver de quien se trataba, reconocieron a Lucius Malfoy quien sonrió con satisfacción
- ¿Que es lo que quieres? – pregunto Harry con frialdad, pues pensó que lo mas sensato era entretenerlo y tratar de ganar algo de tiempo a que llegara la Orden, para evitar que atacaran a los demás
- Mejora tus modales Potter, Dumbledore no le gustaría verte así de maleducado – dijo Voldemort – pobre anciano... quiero disfrutar de su cara cuando encuentre tu cadáver
- Para ello tendrás que luchar – dijo Harry – no me pienso rendir tan fácilmente
- siempre tan valiente... pero no tengo tiempo para oír tu cháchara inútil – dijo Voldemort
- AMO! AMO! – Gritó Bellatrix Lestrange llegando a la sala – tenemos que huir...
- cállate Bella – dijo sin prestarle atención – sin rodeos Potter, dame la profecía
- No se la pienso dar – dijo Harry
- AMO! – gritó de nuevo Bellatrix pero en ese momento se oyó una explosión y Harry se guardó muy bien la esfera de cristal
- Corran! – dijo Harry al ver que los miembros de la Orden del Fénix llegaban en su auxilio
Neville y Josh corrieron a agarrar a Hermione y Claudia, que yacían en el suelo y a quitarlas del medio, pues los mortífagos y los de la Orden estaban lanzándose maldiciones y contra maldiciones a diestra y siniestra, Ron ya había agarrado a su hermana que estaba aturdida desde que Claudia la hechizó
- Harry! Agarra a los chicos y salgan de aquí – dijo Remus
Dumbledore, estaba presente junto a Remus, Kingsley, Tonks, Bill, y unos dos aurores mas batiéndose con los mortífagos
Los chicos a duras penas salieron de la cámara de la muerte, Harry iba al frente varita en mano repeliendo algunas maldiciones mientras que Neville, Josh y Ron sacaban a las tres chicas inconscientes, por otro lado Luna iba al lado de Josh en la retaguardia con un pie fracturado y una herida en la cabeza, pero igual defendiendo la retirada de los chicos
- Sirius! – grito Harry al verle salir de la chimenea del Atrio cuando ellos llegaban con los heridos
- Después hablamos ¡Salgamos de aquí! – dijo Sirius
- No podremos llevarlas por la chimenea, están muy mal para usar la red flu
- No hace falta! - dijo Josh que agarró el periódico que los había traído – Es el traslador que usamos, toquémoslo todos, nos llevara a Hogwarts
- Perfecto! Un traslador! – Dijo Sirius – agarren duro a las chicas y pónganle un dedo encima
Todos lo tocaron... tres...dos... uno... en ese instante apareció Cornelius Fudge en el Atrio pero el traslador ya se había puesto en funcionamiento
Todos cayeron de golpe en el colegio, en la sala de los menesteres
- Yo me debo ir... pero luego hablaremos Harry – dijo Sirius y haciendo otro traslador, se fue
- Tenemos que llevarlas a la enfermería – dijo Neville preocupado – todas las chicas están heridas
- vamos – dijo Harry mas tranquilo, habían llegado a territorio seguro
Mientras tanto en el ministerio
- QUE RAYOS ESTA PASANDO AQUI! – Gritó la voz de Cornelius Fudge histérico
- Señor! Aquí estaba Quien-usted-sabe – dijo un auror – nosotros llegamos por que nos enviaron una lechuza
- ¿Y quien dio el aviso? – preguntó Fudge altanero
- YO – dijo la voz profunda del director de Hogwarts
- USTED! – Exclamo Fudge – que demonios significa esto
- Significa que aquí tiene la prueba de que Voldemort esta vivo y activo – dijo Dumbledore – significa que estamos en guerra, significa que usted debe darse cuenta que estaba equivocado
- Y Sirius Black¿Que pinta el aquí? – dijo Fudge
- El es un inocente que ha pagado por un crimen que no cometió, pero podrá declarar ante el Wizengamot en pleno si desea, pero antes que nada, aquí hay varios mortífagos fugitivos de Azkaban, entre ellos, su querido amigo, Lucius Malfoy
Al decir esto varios miembros del Departamento de Seguridad Mágica junto a unos Aurores llevaban a los mortífagos que estaba inmovilizados mediante cuerdas invisibles y a la cabeza, Lucius Malfoy, aun altanero y arrogante
-TU! No... no puedo creerlo – dijo Fudge balbuceando
- No me arrepiento de lo que he hecho... El lado tenebroso se alzará y nosotros reinaremos en el mundo Mágico Fudge, el poder quedara solo en las manos de quienes como yo, estamos con el Señor Oscuro – dijo arrogante y salio llevado por varios aurores
- hay mucho que explicarle a la comunidad mágica ¿no crees? – dijo Dumbledore ante la mirada de desconcierto de Fudge
