Capitulo 24 Sex Appeal Operation #001: Cherry Dance Project.

Irene observó el familiar ajetreo que tenía lugar en el anden 9 ¾ y sonrió, ese sería su ultimo año en Hogwarts, apenas podía creer lo rápido que pasaba el tiempo, y esperaba poder aprovechar lo poco que le quedaba al máximo.

- La última vez que vea esta locomotora…- susurró- oh, vaya, me estoy poniendo nostálgica.

Un grupo numeroso emergió de la pared del anden y cuando se dio cuenta de quienes se trataba, no pudo evitar sonreír divertida. Allí estaba Lupin con Sirius disfrazado en su forma animal, junto a su ahijado…aun le parecía raro pensar que esos dos tenían una relación tan cercana, aunque desde luego al pobre Harry no le vendría mal algo de apoyo extra luego de todo lo que Sirius le había contado.

Hacía un mes que no había podido ver ni hablar con Remus, pues ni siquiera se habían cruzado por casualidad, él siempre evitaba los contactos en publico por temor a los mortifagos, aunque a Sirius eso parecía importarle bien poco y solía mantener amenas charlas con la estudiante a través de la chimenea siempre que le era posible.

Por un segundo, dudó si acercarse a saludarlos, pero no quería causarles problemas y crear preguntas incomodas.

- Soy demasiado buena pensando en los demás- asintió para sí.

- Oh, sí, nadie te gana en modestia.- rió una voz a su lado.

- ¡Katie! Que susto me has dado.

La joven cazadora volvió a reír.

- Estas en las nubes ¿tú también te pones nostálgica por que este es nuestro último año?

- ¿Tu también?- exclamó ella.

- Claro, a todos nos pasa, Hogwarts es especial…oh, vaya, mira Irene, alguien ha venido a verte- sonrió Katie, señalando con la mano.

Bajó la cabeza hacia el lugar que apuntaba su amiga y descubrió con sorpresa que Sirius había abandonado momentáneamente el grupo para acercarse a ella.

- Vaya, hola – sonrió, arrodillándose para quedar a su altura.- me alegro mucho de verte.

El perro ladró meneando la cola fervientemente, provocando la risa de las dos jóvenes.

- ¿Crees que su dueño es un alumno?- dijo Katie.

- Estoy casi segura- sonrió ella, acariciándole la cabeza y mirando de nuevo hacia el grupo donde Lupin se despedía de ahora de Harry.

- ¿Subimos ya al tren?

- Claro…bueno, Pad, tengo que irme, sé bueno y te haré un buen regalo por navidad – se acercó para susurrarle- y despídeme de Remus, por favor.

El perro ladró dando a entender que lo haría, ella sonrió una última vez antes de darle un beso en la cabeza y marchar tras Katie hacia el tren.

Apenas tardaron en divisar a Angelina que ya se había apropiado de un vagón

- Hola, Irene.

- Hola, Angelina ¿qué tal el verano?

- No ha estado mal- sonrió la chica- ¿y el tuyo?

- Todo bien.

Las tres chicas se acomodaron y en apenas unos minutos Patricia apareció cargando su baúl.

- ¿Habéis visto el perro que hay ahí fuera? Es tan gracioso corriendo tras el tren- dijo la recién llegada- se parece mucho a aquel perro que encontramos en Hogsmeade.

Irene se asomó por la ventanilla y rió al ver a Sirius corriendo feliz tras la maquina que se movía cada vez mas rápido.

- Tengo la impresión de que este será un año interesante- dijo Angelina, sonriendo.

- ¿Y eso por qué?

- Por que es la nueva capitana del equipo- respondió inesperadamente Alicia, haciendo aparición tras abrir la puerta del compartimiento.

- Hola Alicia- saludaron todas al unísono.

- ¿Vas a ser la capitana?- preguntó Patricia, con curiosidad.

- Aun no es seguro…quiero decir que no me parece que yo sea la apropiada…

- Oh vamos, McGonagall no dejara que ni Fred ni George sean los capitanes ¿te lo imaginas?- rió Katie- sería un suicidio.

- Y Harry está descontado, es el más joven del equipo.- apuntó Alicia.

- ¿Y vosotras dos qué?- dijo Angelina.

- A mi no me interesa, ya tengo bastante con los EXTASIS- respondió Katie.

- Lo mismo digo- asintió también Alicia.

- Vaya, así que parece que serás la nueva capitana, enhorabuena- sonrió Irene.

Angelina sonrió, entre avergonzada y orgullosa.

- Bueno, sin duda este será un buen año- dijo Katie.

- Sí…- Irene hizo una pausa.

Llevaba un buen rato meditando si debía pedir ayuda a sus amigas para llevar a cabo su plan, la última vez la cosa no había salido del todo bien, aunque no negaba que en cierto modo, había resultado efectivo. ¿Podrían ayudarla esta vez?

- Desembucha ya ¿quieres?

- ¿Eh?- miró a su alrededor, confusa.

- Tienes cara de querer confesar algo- sonrió Katie- así que suéltalo ya.

- A veces odio que me conozcas tan bien- gruñó Irene, mientras sus amigas se reían.

- Bueno, entonces ¿de qué se trata?- preguntó Angelina.

- Lo cierto es que necesito vuestra ayuda.

- ¿Para qué?

- Os lo diré si prometéis no reíros…

- Prometido- exclamaron todas al unísono.

- Quiero…- dudó unos segundos, miró a sus amigas una por una y finalmente suspiró - quiero ser un chica sexy.

- ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

ooo

- Definitivamente, creo que Umbridge apesta, ha sido la clase más aburrida de la historia ¡es peor que escuchar al profesor Binns!

Alicia asintió con la cabeza ante la ferviente declaración de Irene.

- Sí, yo también hecho de menos al profesor Lupin- respondió su amiga.

- Yo no he dicho eso.

- Estaba implícito en la frase- sonrió divertida.- aunque no te he visto tan aburrida en la clase, de hecho, parecías muy entretenida.

- Oh si, eso, es que estaba rellenando la encuesta de los gemelos…- Irene rió- eso es lo único que me alegra el día.

- Sinceramente, esos dos cada día están peor de la cabeza. ¿A quien se le ocurre repartir encuestas como esas entre los alumnos?

Ella volvió a reír.

- Bueno, quizás es que les interesa de verdad saber cual es tu forma predilecta para librarte de una clase ¿tu cual elegiste¿la fiebre, los vómitos o los desmayos?

- Los tres- respondió Alicia, sonriendo.- aunque personalmente prefiero la nariz sangrante, es más realista…

La puerta de la habitación se abrió de golpe y una malhumorada Angelina hizo aparición.

- Oye Alicia- susurró Irene- ¿no crees que eso de ser capitana está estresando un poco a Angelina?

La cazadora rió.

- ¿Solo un poco? Un día de estos la veremos subiéndose por las paredes- suspiró- además mañana son las pruebas para elegir guardián, y el panorama no es bueno…

- Seguro que no es tan malo…

- Ja, tu no has visto lo que yo- Alicia negó con la cabeza- la mayoría no detendría una quaffle ni aunque se estrellara contra su cara.

- Chicas- exclamó Angelina acercándose rápidamente- ¿y Katie? Me dijo que viniera pero no me dijo para qué.

- A nosotras nos dijo lo mismo.

- ¿Qué querrá?

Irene frunció el ceño. – Sospecho lo que tiene en mente.

Las dos cazadoras parpadearon, curiosas.

- Hola chicas- la puerta se abrió dando paso a una alegre Katie.

- Ya era hora- protestó Angelina- ¿qué es lo que pasa¿por qué nos hemos reunido?

- Es evidente ¿no? – sonrió la cazadora- es el momento de ayudar a Irene.

La susodicha rodó los ojos, al ver confirmadas sus sospechas, Katie se había puesto manos a la obra, aunque demasiado pronto para su gusto. ¿En qué momento de locura se le había ocurrido aceptar la ayuda de esas tres…?

- ¿Y Patricia?- preguntó al percatarse de la ausencia.

- La profesora Sprout la tiene ocupada, luego yo la pondré al corriente del plan.

- ¿Plan¿Hay un plan?

- Por supuesto.

- Oh, estupendo- sonrió Alicia dando una palmada llena de ilusión- suena divertido.

- ¿Qué tienes en mente?- preguntó Angelina.

- Mmmmm tal y como yo lo veo, lo que a nuestra querida amiga le hace falta son unas clases aplicadas.

- ¿Y quien se las va a dar¿Tú?- rió Alicia, divertida- anda ya, Katie, tu tienes tanto sex appeal como un gusarajo.

La cazadora estrechó los ojos, con gesto amenazante.

- Mira quien fue a hablar… lo importante es que Irene estará bien asistida, por auténticos expertos según mi opinión, en las diferentes áreas que vamos a abarcar.

- ¿Auténticos expertos? - repitió Irene- ¿de quienes estás hablando?

- Aquí tienes la lista, con los horarios.- sonrió Katie, alcanzándole a la chica un pergamino.

La bruja paseó la mirada por la tinta verde, donde había un total de cuatro nombres que se distribuían en un horario apretado durante todas las tardes de la semana.

- ¿Es una broma¿Vosotras sois los expertos¿Y qué pone aquí…asesoramiento¿Qué asesoramiento?

- Oh, eso, te he conseguido unos cuantos libros muy útiles, que servirán para asesorarnos en un tema tan complejo…- respondió Katie con aire profesional.

- No me gusta nada como se empieza a tornar este asunto- murmuró Irene.

En realidad, empezaba e encontrar aquello terriblemente humillante.

- No pongas esa cara- sonrió su amiga, para tranquilizarla- el éxito está asegurado.

Irene refunfuñó pero se mantuvo callada mientras sus amigas continuaban discutiendo aquel nuevo plan.

- Quizás la idea no sea tan mala – meditó Angelina.

- Además tenemos todo un ejército de especimenes con los que comprobar si los resultados son satisfactorios.

Sus amigas estuvieron a punto de soltar una carcajada.

- ¿Te refieres a todos los chicos del colegio?- dijo Alicia.

- Sí, y a los profesores, los fantasmas, incluso el calamar gigante.- exclamó Katie, con energía.

- Chica, tu no estás bien de la cabeza…- murmuró la capitana, poniendo los ojos en blanco.

- Katie, te pasas un poco ¿no?

- Claro que no, hay que pensar a lo grande chicas ¡a lo grande!

Irene entrecerró los ojos, lanzando una mirada de advertencia.

- Me niego a atraer sexualmente al calamar gigante.

- Eres demasiado exigente – respondió la cazadora.

- ¡Katie!

- Bueno, bueno, no hay que irritarse, tacharemos esa parte.

- Ni a los fantasmas…

- Bueno, de acuerdo.

- Ni a los profesores…

- ¡Irene estás corrompiendo mi arte!

- ¿Tu arte¿Conspirar para convertirme en tu conejillo de indias es tu arte?

- Emmmmm

- Estás mal de la cabeza.

- No es cierto, solo soy ingeniosa¿verdad?

- Yo más bien diría aterradora- exclamó Irene- de hecho creo que esto ha sido una muy mala idea, no tendría que haber pensado que tener sex appeal me iba a servir de algo…

- Pero ¿qué dices, la idea es genial¿Qué mejor forma de conquistar a un hombre que convirtiéndote en una chica sexy y arrebatadora? Cuando todos los chicos de la escuela te persigan, Lupin se dará cuenta de lo especial que eres y te querrá para él.

- Pues yo empiezo a dudar que funcione.- opinó Alicia – no sé si es muy sabio jugar con las hormonas de medio colegio…

- Al contrario, necesitamos una buena carnaza para llamar la atención de sus más bajos instintos.

Irene puso una mueca, no le gustaba un pelo que Katie se refiera a ella como carnaza.

- ¿Crees que funcionaría?- dijo Angelina- ¿crees que Lupin se dejaría influenciar así por "su instinto"?

- Oh, por favor- Katie, hizo un gesto de exasperación - cada luna llena se convierte en lobo, si a alguien le influye su instinto, es a él. Y además no hay que olvidar que el instinto fundamental del animal es el de perpetuar la especie…

- ¡Katie!- gritó Irene.

- ¿Qué¿acaso no es verdad?

- Vale, chicas, tiempo muerto- intervino Angelina.- la cuestión es que Lupin se enamore de Irene, no que quiera "ya sabes qué" para luego dejarla tirada.

- ¿"Ya sabes qué"?- dijo Alicia.

- Sí, ya sabes, esa palabra …ya me entiendes…

Ella asintió, comprendiendo.

- Pero eso ya lo intentamos ¿recordáis?- comentó Alicia.

- La última vez solo intentamos atraer su atención, no habíamos pensado en convertir a Irene en un imán para las hormonas masculinas.- dijo Katie.

- ¿Imán de hormonas?- la joven bruja puso gesto aterrado, cada vez más, las definiciones de su amiga le daban escalofríos.

- No te preocupes, todo saldrá bien- sonrió Katie, poniendo los dedos en V.

- Tu tranquila, nosotras la supervisaremos- susurró Alicia, intentando que Irene se relajara un poco.

Ella asintió levemente luego de soltar el suspiro más largo de su vida.

ooo

El Gran Comedor era un hervidero de estudiantes aquel lunes a mediodía. En la mesa gryffindor, Irene miraba con una ceja encarnada su desafío del día, el que había sido bautizado por Katie como operación #001. Y éste era, ni más ni menos, que un cuenco de cerezas.

A su lado, Katie y Patricia intentaban darle algún tipo de apoyo moral, y de paso unas cuantas indicaciones.

- Ahora, prueba lo que te hemos dicho, vamos.

- ¿Delante de todo el mundo?- murmuró Irene, mirando a su alrededor.

- Nadie te está mirando…¡venga!

La joven bruja bufó, tomó una cereza y se quedó mirándola durante unos segundos.

- No está envenenada- dijo Katie.- adelante.

Suspirando, Irene se llevó la fruta a los labios, pero no la mordió, sino que lentamente la paseó por su boca en un intento de gesto sensual.

- Más despacio, parece que te estás rascando – la corrigió Patricia.

- Esto es estúpido.

- No es estúpido, es muy sexy, a los hombres les encanta…

- ¿Eso debería servirme de consuelo?

- No, ahora vas muy lento- dijo Katie- así tampoco, parece que tienes un espasmo…

- Hazlo tú si eres tan lista.- exclamó Irene.

- No soy yo quien quiere ser una chica sexy…

La joven bufó de nuevo, y volvió a intentarlo.

- Más lento…ahora vas demasiado despacio…

- No, no, esto no va bien- interrumpió Katie- tienes que hacerlo con fe ¡con fe!

- ¿Con fe¿Con fe en qué?- replicó Irene.

- Con fe en la cereza.

- Ajá, con fe en la cereza…¿te has golpeado la cabeza o qué?

- No, no, tienes que imaginar que la cereza está viva, que la cereza es…tu amante, eso es, piensa que la cereza es tu amante.

Irene arqueó ambas cejas.

- No creo que tenga tanta imaginación.

- ¡Argh¡que exigente!- exclamó Katie, sacando la varita- muy bien, pues te ayudaré a imaginártelo.

Chispas rojas salieron de su varita y la fruta vibró unos segundos al recibir el hechizo, Irene miró a sus amigas, interrogante.

- Yo no le encuentro el…- de pronto se interrumpió, y bajó la mirada.

Sus compañeras también bajaron las cabezas, y comprobaron que la cereza había desaparecido de su mano.

- ¿Dónde esta?- preguntó Katie.

Pero Irene se levantó de un brinco de su asiento como respuesta y empezó a sacudirse, primero los hombros, luego un brazo, después la pierna, y así una y otra vez.

- ¿Qué haces?

- Es que…se me ha caído…la cereza…por aquí - Irene se señaló el escote formado por la túnica semiabierta.- y… se mueve…

Patricia empezó a reírse, mientras Katie, algo más practica, intentaba ayudar a su amiga a sacar la fruta del interior de sus ropas.

- ¿Por aquí?

- No, más abajo

- Espera, espera, la tengo…¡ay se me ha escapado!

- ¡Ah¡deja de sacudirte estúpida cereza del demonio!

- ¿Dónde está¡Ah, en tu espalda¡ya eres mía!

- ¡Auch!

- Perdón he fallado ¡oh, ahí se mueve otra vez!

- ¡Ahí no, Katie¡Y tú no te rías, Patricia!

- Jajaja, pero si es muy divertido.

- ¡Cállate y ayúdame!

- Jajajaja

- Espera, le lanzare el contrahechizo…

- ¡Ni se te ocurra! Si fallas seré yo la que sufra las consecuencias.

- Bueno, bueno, la atraparemos entonces…¡oh, ahí está!

- ¡No seas bruta¡tienes que atraparla no aplastarla!

- ¡Pero es que se mueve mucho!

- Jajaja sin duda parece un amante, un amante muy desesperado jajaja.

- ¡Patricia!

Mientras Patricia empezaba a llorar de la risa con la cabeza apoyada sobre la mesa, y sus dos amigas intentaban hacerse cargo de la cereza saltarina, dos cabezas pelirrojas se les acercaron.

- ¿Qué pasa¿Que hacen esas dos?

Patricia miró a Fred Weasley que acababa de sentarse a su lado.

- Nada jajaja es que jajaja están aprendiendo un nuevo baile jajaja

- ¿Un baile? Que baile más raro ¿no¿Es muggle?- dijo George.

- Oh, si jajaja está muy de moda entre los muggles jajaja.

- ¿Podemos probar también?- dijo Fred, sonriendo- parece divertido.

- Claro jajaja adelante.

Los gemelos dieron una palmada al unísono, atrayendo así la atención de toda la mesa, dieron un salto para ponerse en pie y comenzaron a "bailar".

Mientras George se agitaba como si sufriera tics nerviosos por todo el cuerpo, Fred corría alrededor de él, tirando de su túnica y obligándole a dar vueltas como una peonza. Ni Irene ni Katie se fijaron en sus imitadores, pues estaban demasiado ocupadas, pero aun así, parecía que los cuatro juntos tenían bien ensayada tan extraña coreografía.

Para rematar el espectáculo, los pelirrojos iban improvisando una canción con un estribillo sobre bubotuberculos que se agitaban en la noche que habría escandalizado a la profesora Sprout, y Lee Jordan, sentado en la mesa, con las cucharas y los vasos realizaba el acompañamiento musical.

- ¡La tengo!- exclamó finalmente Katie, levantando triunfante el brazo con la fruta en cuestión y apresurándose a lanzar el contrahechizo.

Irene se desplomó sobre su asiento, completamente agotada, solo para comprobar que todo el Gran Comedor la estaba observando…bueno, lo hacían intercalando las miradas con el divertido baile de los gemelos Weasley que aun no habían terminado con su interpretación.

- …uy uy uy mi bubotuberculo hace uy uy uy uy y si se agita dice ay ay ay ay- se escuchaba cantar a Fred.

- Tierra trágame…- murmuró, completamente avergonzada.

Patricia que se aguantaba a duras penas la risa, le dio una palmadita amistosa en la espalda.

- No es para tanto, ha sido divertido y no tienes que preocuparte demasiado por lo que dirá la gente, seguro que ni siquiera se han fijado en ti. Al fin y al cabo, los gemelos atraen más la atención…

- No volveré a haceros caso.

- Oh vamos, ha sido un pequeño incidente que no se va a repetir.

- …y por las noches dice uy uy uy uy por que le hacemos cosas malas ay ay ay ay

- Además ya no puede ser peor ¿a que no?

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Si, lo se, este capi es bastante absurdo y las conversaciones ya ni decirlo…pero bueno, eso es parte de mis fics, lo importante es que haya sido divertido! (o al menos un poco :P) supongo habreis notado que el titulo esta en ingles, y los proximos tambien lo estrán por que...bueno, por que hay que ser internacionales XD

¡Muchas gracias a todos por los reviews! Y los nuevos lectores pos bienvenidos! Espero que os esté gustando esta chorrada de fic.

Hoy tampoco contestare en un review, por que no hay mucho que decir y por que la verdad hoy me siento enferma, asi que mis disculpas… solo hay una cosa que Rikuayaceres mencionó y que te voy a contestar aquí, "el regalito" es independiente del fic, no voy a mezclar las cosas :P (pero os sigo recordando que yo no tengo un duro asi que no espereis nada en metalico, eh? Juas juas)

Hasta el proximo viernes!