¡Hola de nuevo, Caballeros y Damas del Zodiaco! La historia ya tiene algunos seguidores, me alegro mucho. Ampliando los fics de Seiya x Shoko que hacen tanta falta en Fanfiction.

.

Respondiendo a los reviews:

.

genesis. Saludos amiga. Shoko es muy celosa y no creas que solo ella. Ups! ya te dí un adelanto XD. Gracias por seguirme y comentar mi otra historia. No te decepcionaré.

.

El Pitufo. Mil gracias por leerme amigo. Me alegro que te haya hecho reír que eso es lo más importante para mí. Por cierto, estoy haciendo un fic Tenma x Sasha, ya lo tenía comenzado cuando mencionaste lo de ellos. No sé si ya lo tendré publicado o aun no cuando publique este capítulo. Habrá que esperar. Saludos hasta tu casa, donde me leas, Caballero de Cáncer.

.

Sin más… vamos con el segundo capítulo.

.

.

.

Seiya y Shoko se dirigían a la casa de esta última. Ya era algo de noche y el clima estaba algo frio, pero no tanto como tener que llevar abrigo. Ambos iban en silencio luego del show que la peli rosa provocó por sus celos.

-Shoko.

- … - la Saintia no contestó. No se atrevía a ver a su novio luego del escándalo que hizo.

- Vamos Shoko, háblame.

- Solo te burlarás de mi – susurró la chica.

- Amor, ¿tú crees que yo haría algo así? – preguntó Seiya haciéndose la víctima.

- Seiya – la chica miró fijamente a su novio – te recuerdo que hace poco te estuviste riendo con las demás.

- P-Pero eso fue la emoción, ¿no te ha pasado que estás en un grupo y cuando todos se empiezan a reír tú también te ríes? – dijo Seiya para quedar mirando al frente - ¡De ley les ha pasado!

- ¿Eh? – la Saintia no entendió lo que su novio hizo - ¿a quién le hablas?

- Olvídalo.

- A veces no te entiendo Seiya.

- Vamos a tu casa, tu hermana y tu padre deben estar esperando.

- Está bien.

Ambos Caballeros llegaron a la casa de Shoko luego de caminar por un rato. Al llegar fueron recibidos por el padre de la chica y su hermana.

Pasaron a comer e incluso, para desgracia de Shoko, Seiya decidió contar lo sucedido esa tarde.

- … jaja… y entonces le dice Saori… jaja… entonces estás celosa de tu cuñada – dijo Pegaso entre risas, cosa que le pegó a su suegro y a su cuñada.

- ¿En serio Shoko?... jaja… ¿de la hermana de Seiya-san? – decía Kyoko entre risas.

- N-No sabía que era su hermana.

- Pero aun debiste haber esperado… jaja… a que te dijera quien era.

- P-Perdón.

- Heredaste los mismos celos de tu madre – dijo el padre de ambas Saintias.

- ¡Papá! – exclamó la peli rosa bastante sonrojada.

- ¿En serio su madre era igual?

- Sí – asintió el señor – cuando conocí a Olivia, era aprendiz de Saintia.

- ¿Aprendiz de Saintia?

- Sí, de hecho, Shoko y Kyoko no son de Japón, son de Grecia.

- ¡Espere!... tiempo fuera – dijo Seiya haciendo la típica señal con las manos - ¿son de Grecia?

- Sí.

- ¿Lo sabían?

- Hace poco nos enteramos.

- Bueno – el padre continuó el relato – Olivia era muy celosa. Me contó que se había enamorado a primera vista de mí y que mi carisma y pasión para lograr lo que quería fueron cosas que le atrajeron a ella. Pero eso sí, si me miraba hablando con otra chica, a eso que ustedes le llaman cosmos, solo sentía unas ganas de matar nivel Súper Saiyajin Dios Azul con Kaio Ken x 10.

- ¿Tanto así?

- Sí. Creo que eso se hereda ya que, Shoko siempre demostró ser muy celosa.

- Papá – la Saintia menor estaba hecha un tomate de la vergüenza.

- Por cierto, Seiya-san – habló el padre de ambos – quería hablar contigo de algo.

- Sí, dígame.

- Tu y Shoko… ¿han estado teniendo relaciones? – soltó el señor sin pena.

Shoko y Kyoko quedaron en un shock completo. La mayor miraba a su hermana con bastante vergüenza y Shoko le correspondía de la misma manera.

-Shoko… ¿acaso tú…? – Kyoko no quería creer que su hermanita no era tan santa.

- N-N-No es lo que crees hermana – la peli rosa trataba de negar todo.

- Sí – respondió Seiya con simplicidad sorprendiendo de manera cósmica a las hermanas.

- Ya veo – dijo el señor.

- ¡S-S-Seiya! – Shoko estaba muerta de vergüenza.

- N-No me lo creo hermanita – Kyoko no salía de su asombro.

- ¿Es en serio? – dijo el padre de las Saintias - ¿desde cuándo? ¿se han estado cuidando? ¿dónde lo han hecho? ¿Cuántas veces lo han hecho? ¿es cierto que eres lesbiana Kyoko?

- Le responderé con toda sinceridad – dijo el castaño con bastante seguridad – Primero, desde que tuvimos la plática sobre tener hijos hemos comenzado. Segundo, si nos hemos estado cuidando. Tercero, hemos ido a varios hoteles, moteles y varios lugares en donde nadie nos interrumpa. Cuarto, desde hace 2 meses, creo que lo hemos hecho unas 80 o 90 veces, sí, somos muy activos. Y quinto, Kyoko-san está enamorada de Saori, así que, sí, es lesbiana.

El padre de ambas Saintias solo se sorprendió y ni que decir de las chicas. Shoko quería que la tierra la tragase y ni hablar de Kyoko. La peli morada estaba asombrada de dos formas: la primera, que su hermanita era sexualmente activa a niveles tipo la diosa Afrodita. Y segundo, que su cuñado supiera su más grande secreto, su orientación sexual y de quien estaba enamorada.

-Ya veo – habló el señor – creo que solo me queda una cosa que decirte.

- ¿Qué es? – Seiya no lo quería admitir, pero en ese momento sintió un miedo hacia su suegro.

- ¿Ya lo hicieron en el motel 7 estrellas de Polar?

- ¿Ahí? – Seiya se calmó al instante y solo se dedicó a responder la pregunta – no, no lo hemos hecho ahí.

- Deberías ir – dijo el señor – ahí fue donde Olivia y yo engendramos a Kyoko.

- ¡Padre! – exclamó la susodicha por tanta información que su padre soltaba.

- ¿En serio? – preguntó Pegaso - ¿tan bueno es ese lugar?

- Sí, las camas están hechas de un buen material que duran varias sesiones. Bueno, al menos así lo era en mis tiempos.

- Debemos ir ahí Shoko.

- ¡No me jodas!

- No se preocupen, les conseguiré una reservación – dijo el padre de ambas chicas retirándose del lugar.

- Bien.

- Seiya.

- ¿Qué ocurre?

- ¡¿Por qué demonios le contaste a papá todo?! – exclamó Shoko entre furiosa, avergonzada y muy apenada.

- ¡¿Cómo sabe que soy lesbiana Seiya-san?! – dijo Kyoko en el mismo estado de su hermana menor.

- C-Cálmense las dos – dijo Seiya quien sentía que un mal paso que diera y las hermanas lo matarían.

- Habla Seiya de Pegaso.

- Bien – el castaño inhaló un poco de aire – Con lo de Shoko tarde o temprano tu padre se enteraría, así que es mejor que ya lo sepa.

- T-Tal vez tengas razón.

- Mientras que con Kyoko-san…

- ¿Q-Que ocurrió?

- Pues… - Seiya se rascó un poco la nuca – fue hace como 1 mes. Ese día cuando Saori había regresado de un viaje al Santuario, había notado como tu esperabas con ansias a que Saori volviera. Mii me contó varias veces que se le hacía extraño que te quedaras despierta contando los días que faltaban cuando Saori estaba ausente. Además, hay otro motivo que me hizo confirmar que te gustan las chicas y que es Saori.

- ¿C-Cual? – preguntó Kyoko con algo de temor.

- Tu misma te delataste – dijo Seiya – lo dije más como broma, pero al ver tu reacción no pude creer que fuese verdad.

- N-No puede ser.

- Eres un monstruo Seiya.

- Vamos Shoko, me avergüenzas.

- ¡Está hecho! – dijo el señor haciendo aparición – una vieja amiga trabaja aun ahí, así que me fue fácil conseguirles una reservación.

- ¿En serio? – su suegro asintió – genial.

- P-Padre… - Shoko se hallaba temblando con algo de miedo. Estaba segura que esta noche no iba a dormir.

- Gracias suegro.

- Vamos Seiya-san, me haces sentir viejo. Solo dime Jin.

- Está bien… Jin-san.

- Este muchacho me llena de orgullo.

- ¿Por qué los dioses me dieron un novio y un padre así?

- Lo mismo digo yo – dijo Kyoko - ¿Por qué me dieron un padre, un cuñado y una hermana así?

- ¿Por qué eres así hermana? – dijo Shoko sintiéndose algo ofendida – después de todo, no eres nadie como para decir que eres normal del todo.

- ¿Y tú sí? – le recriminó la peli morada – te recuerdo que está más activa que una maquina en una planta nuclear.

- Cállate Lionel Messi.

- ¿Por qué Lionel Messi?

- ¿No se supone que pateas con la zurda?

- ¡Uuuhh! – exclamaron Jin y Seiya a modo de burla.

- ¿Así? – Kyoko lo tomó a modo de venganza – pero por lo menos sigo siendo pura, no como tú, de seguro que la tienes más abierta que las puertas del cielo.

- ¡Uuuhh!

- Pues por lo menos a mí no se bota el aceite y la que te gusta ni bola te para.

- ¡Uuuuhh!

- Está bien, me rindo versión japonesa de Mia Khalifa.

- ¡Ooooohhh!

- Muy bien, ya páranle – dijo el padre de ambas – deberían dejar de pelear, Nozomi Tojou y Mia Khalifa.

- ¡Papá! – exclamaron ambas al escuchar el sobrenombre que su progenitor les dio.

- ¿Acaso van a insultar a su padre?

- … - ambas chicas solo bajaron la cabeza.

Seiya solo miró a su novia y cuñada en esa posición, realmente le daba risa como las guerreras más fuertes llegaban a ser domadas por su padre.

-Seiya-san – dijo el señor – creo que es hora de que vayan a ese lugar.

- ¿Ahora?

- Sí… ¿o qué? ¿ya lo hicieron?

- ¡Papá!

- No… más bien teníamos planeado darnos un descanso hoy.

- Un verdadero caballero no debe darse por vencido o descansar hasta cumplir su misión.

- ¡Me quiero morir! – exclamó Shoko tapándose la cara mientras lloraba cómicamente, honestamente tener un padre como Jin y un novio como Seiya era un maldito infierno.

- Y no se preocupe, la cuidaré mucho.

- ¡Así me gusta Seiya-san! – dijo Jin – por cierto, ¿crees que me ayudarías a que Kyoko esté con la señorita Saori?

- ¡Padre! – ahora exclamaba Kyoko muy avergonzada.

- No se preocupe, yo la ayudaré.

- Veamos – dijo Jin – la señorita Saori… ¿Cómo es en sí?

- Saori siempre fue caprichosa, egoísta y mal criada cuando era joven – Kyoko no creyó lo que Pegaso decía de su amada – pero ahora es más educada, amable, respetuosa, y la lista sigue.

- Y-Ya veo – dijo la peli morada más calmada.

- Dejando a un lado la homosexualidad de Kyoko…

- ¡Shoko!

- Bueno, en parte es cierto – dijo Jin – así que dejando a un lado la homosexualidad de Kyoko, deberían irse ya.

- D-De acuerdo – dijo Shoko quien se fue del brazo junto a su novio.

- El amor – dijo Jin viendo a ambos equinos irse.

- Vaya novio consiguió Shoko.

- Y dime hija – dijo Jin con sonrisa traviesa - ¿desde hace cuánto te gusta la señorita Saori?

- ¡Padre!

Volviendo con Shoko y Saori…

- ¿En serio iremos a ese lugar que recomienda papá?

- Dijo que es el mejor lugar que hay.

- Nunca lo había conocido.

- Me dio algo de risa cuando dijo que ahí fue donde engendraron a Kyoko-san.

- N-Ni siquiera sabía eso.

- ¡No puede ser! – dijo Seiya alarmando a su novia.

- ¿Qué ocurre Seiya?

- Olvidé preguntarle donde te engendró.

- ¿Qué? – la cara de Shoko se tornó roja - ¡idiota!

- E-Está bien, lo siento – decía el castaño riéndose mientras evitaba los golpes que su novia le lanzaba.

- T-Tonto.

- Bueno, vamos rápido que, si no, vamos a perder la reservación.

- ¿Tanta prisa tienes para llegar a ese lugar?

- Quiero comprobar si es tan bueno.

- No tienes remedio – dijo Shoko poniéndose la mano en la cara.

- Te quiero.

- Yo también.

.

Al día siguiente…

.

- ¿Entonces no tienen a nadie en mente? – preguntó Seiya a sus amigos.

- No todos somos como tú – dijo Hyoga – soy de Siberia, así que prácticamente en Japón no creo que haya una chica que le gustaría ir allá.

- Eso no es excusa Hyoga.

- L-Lo quiero decir es que por el momento no he conocido a la indicada.

- ¿Y ustedes?

- Veamos – Shun lo pensó un poco – June no puede porque es una Caballera de Plata.

- La mujer que amaba ya no está – dijo Ikki.

- Yo tampoco estoy tan interesado – habló Shiryu.

- ¿Y qué hay de Sunrei?

- El maestro Dohko no dejaría que le pusiese un dedo encima, me mataría con los 100 Dragones de Rozank.

- La tienes algo difícil.

- Chicos, tengo una pregunta – dijo Seiya llamando la atención de todos - ¿Qué opinan de las Saintias?

- ¿De las Saintias? – dijeron los 4 al mismo tiempo.

- Sí.

- Pues… - el Cisne lo pensó un poco – muchas de ellas son bonitas, en especial sus ataques son parecidos.

- Coincido con Hyoga – dijo Andrómeda – muchas de ellas son bonitas.

- Puede que sí – dije Fénix con simplicidad.

- Debo decir que sí – habló Dragón – muchas son lindas.

- ¿Por qué la pregunta?

- Pues… - Seiya le dio a cada uno la carta que respectiva Saintia le encargó.

- ¿Y esto que es?

- Mírenlo ustedes mismos.

Los 4 Caballeros de Bronce revisaron las cartas que Pegaso les dio. Primero notaron los corazones de colores y luego la calcomanía que tenía cada sobre.

Pasaron unos minutos desde que comenzaron a leer la carta, sus rostros se tornaron rojos como los tomates y luego de terminar de leer, los 4 quedaron en silencio.

- ¿Y bien? – dijo Seiya tratando de aguantar la risa.

- … - Hyoga, Shun, Ikki y Shiryu eran una tumba, no emitían sonido alguno, tal vez por la vergüenza que sentían en aquel momento.

- ¿E-En serio?

- Sí, es en serio.

- K-Katya-san…

- Xiaoling-san…

- E-Erda…

- M-Mii-san…

- … ¡¿está enamorada de mí?! – exclamaron al mismo tiempo.

- Chicos, que suerte tienen.

- C-Cállate…

- Creo que este será el inicio de algo súper genial – dijo Seiya mirando al cielo.

.

Continuará…