Los Guardianes del Universo, al triunfar el mal…
Respondiendo…
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genesis. Es muy probable que Shoko sea la legendaria Saintia que Sasha mencionó, eso se resolverá en futuros episodios. Además, mira que Mii defendiendo a su hombre, ella si sabe. ¡Saludos y Bendición de Athena!
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Wawit E.V. No pensé que se parecía a las comedias de Gintama, la comedia la hago a mi propio estilo. Créelo o no, hasta ahora me doy cuenta de que de tantas veces que Shoko y Seiya lo han hecho, Shoko no ha salido preñada. Tal vez en un futuro episodio, si lo haga XD. ¡Saludos y Bendición de Athena!
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Estoy en modo sigilo, sin más, les dejo el nuevo capítulo.
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Una avioneta estaba llegando a Atenas, en especial, rumbo al Santuario.
Algunos aspirantes a Caballero se alarmaron, pero los Dorados ya suponían de quien se trataba.
El cosmos que emanaba dentro de la avioneta decía que efectivamente se trataba de Saori Kido. Pero no venía sola, también venia otro cosmos y venia otra persona junto a ella, la cual no pudieron identificar.
Al aterrizar, los Caballeros de Bronce, Plata y Dorados junto a las Saintias, salieron a recibir a su diosa, la cual como siempre los saludó muy cordialmente. La persona que venía junto a ella era Kyoko de Equuleus junto a su padre, Jin.
Los Caballeros no creían que alguien como el padre de las Saintias de Equuleus estuviese en el Santuario, pero Saori los calmó diciendo que solo venía de visita y que había firmado un convenio en el que juraba por su vida no decir nada sobre la existencia del Santuario.
Pero quitando todo eso, todos recibieron a su diosa la cual volvía a su legítimo hogar.
-Bienvenida de vuelta Athena.
- Gracias Shion.
- Veo que viene con la Saintia… o, mejor dicho, al ex Saintia de Equuleus y con un humano normal.
- Sí, él es el padre de Kyoko-san y Shoko-san.
- Ya veo… pero dígame, ¿Qué hace él en el Santuario?
- Lo invité para que conociera, pero descuida Shion, él ya ha jurado no decir nada sobre la existencia del Santuario.
- Ya veo.
- Por cierto, ¿no has visto a Seiya y a Shoko-san?
- Pegaso y Equuleus no aparecen desde anoche, ahora que lo dice los miré anoche persiguiéndose, al parecer estaban jugando, pero luego les perdí la vista.
- ¿En serio?
- Sí, no sé si estarán en su respectiva habitación.
- Vamos a ver.
Todos los demás Caballeros acompañaron a la diosa y al Patriarca en busca de los dos Caballeros alados.
- ¿Y qué tanto quiere hablar con ellos dos?
- He tenido un sueño en el que la antigua reencarnación de Athena me había dicho algo.
- ¿Qué le decía?
- Eso es algo que debo hablar con ellos.
- Bien.
Mientras que con Kyoko y su padre…
- ¡Increíble! – decía el padre de las Saintias al ver las casas del Zodiaco.
- P-Padre – decía una Kyoko algo avergonzada por el comportamiento de su padre.
- Esto es increíble Kyoko, estoy pasando las casas del Zodiaco.
- Padre.
- Pobre Kyoko-san – decía algunas de sus compañeras al ver como la peli morada sufría con su padre.
- Me lamentó de ella.
- Por cierto, que valiente nos saliste Mii – dijo Katya dirigiéndose hacia la Saintia de Delfín.
- ¿D-De que hablas Katya?
- Ayer defendiste muy bien a Shiryu-san.
- Y-Yo… - Mii no sabía cómo reaccionar, su cara estaba roja de la vergüenza.
- Deberías ver tu cara, estás completamente roja Mii-Senpai – se reía Xiaoling.
- D-Dejen de molestarme.
Mientras tanto, cerca de la Cámara de Athena…
Los rayos del sol golpearon a los ojos de dos personas que dormían plácidamente en una cama, eran por supuesto, las personas que Saori andaba buscando.
Pero como estaba la habitación, se explicaría más adelante.
Todos los Caballeros que iban con Athena en busca de ambos equinos llegaron al lado de la habitación que daba afuera y procedieron a abrir, pero…
- ¿La llave Shion? – dijo Athena al Patriarca preguntando por la llave.
- Athena, ¿no cree que deberíamos esperar a que despertaran?
- Si esperamos que Seiya despierte, será la hora de la cena – dijo Ikki.
- Y ni hablemos de Shoko, será de aquí a Navidad – dijo Jin siendo seguido por su hija Kyoko quien asentía con su cabeza.
- ¿En serio? – preguntaron las demás Saintias.
- Sí, una vez debíamos ir a una reunión sobre una competencia de artes marciales que iba a haber hace tiempo, debíamos reunirnos a las 8 de la mañana y terminó levantándose a las 12 del mediodía. Tuve que ir yo solo ese día.
- Eso si no lo sabía.
- No importa que estén dormidos, si Athena quiere verlos deberán despertar – dijo Máscara de Muerte.
- Debemos tirar la puerta – dijo Aldebarán - ¡Gran Cuer…!
- ¡Espera Aldebarán! – dijo Shura – tengo una mejor idea.
- ¿Cuál sería?
- Miren – Shura usó un poco de su espada Excalibur y la concentró en su dedo índice.
- ¿Y qué harás con eso Shura?
- Solo miren y luego lloren.
Capricornio se dirigió hacia la cerradura y usó su dedo Excalibur para usarlo como llave y abrir la cerradura.
- ¿Qué tal?
- Ahora si me sorprendiste cabrita.
- A poco.
- Vamos – dijo la diosa entrando al lugar.
Trataron de no hacer mucho ruido mientras entraban, el cuarto era algo profundo, pero se darían de algo más adelante.
En eso, Athena se tropezó con algo y cayó al piso.
- ¡Athena! – dijo Shion acercándose a su diosa.
- Estoy bien Shion, solo me tropecé.
- ¿Qué es esto? – dijo Aioros levantando una pieza de metal que pronto reconocerían.
- Eso… - las Saintias miraron la pieza y la reconocieron – esa es una parte de la Armadura de Equuleus.
- ¿La armadura de Shoko? – dijo su hermana algo preocupada - ¿Qué le habrá pasado?
- No te preocupes hija, tu hermana estará bien.
- ¿Por qué lo dice?
- Un padre sabe cuándo sus hijos están bien.
- Ya veo.
- Hay que ver si Seiya y Shoko-san están bien.
Durante el camino notaron, no solo más partes de la Armadura de Shoko, sino también la de Seiya estaba tirada, pero lo que más les llamó la atención fue cuando empezaron a encontrar restos de ropa en el lugar.
-P-Padre…
- Si hija, ya sabemos en lo que estuvo Shoko.
- ¿De qué hablan ustedes dos? – preguntó Saga quien iba cerca de ambos.
- Ya lo verán cuando lleguemos Caballeros de Géminis.
- ¿Caballeros? Pero si solo vengo yo.
- L-Lo siento, es que estoy mirando doble.
- ¿Doble? – cuando Saga miró a su lado, notó a su gemelo - ¡¿Y a ti quien te invitó?!
- Me invitó queti.
- ¿Queti? ¿Cuál queti?
- Que te importa – dijo Kanon y dicho esto, se fue más adelante.
- Esa copia barata mía me las pagará.
Cuando estaban llegando…
- ¿Creen que algo le haya pasado a Seiya? – dijo Shun preocupado.
- En otro tiempo te hubiese dicho que estará bien, pero esta vez no te sabría decir.
- Pues viendo cómo está la cosa, creo que ya sé para donde va esto – dijo Ikki.
- ¿Qué sabes de esto Ikki?
- Ya lo verán.
Al llegar… todos quedaron en completo shock, Caballeros Dorados, Caballeros de Bronce a excepción de Ikki, Saintias y finalmente el Patriarca y Athena. La escena que tenían enfrente era algo que simplemente no esperaban, bueno, a excepción de Jin y Kyoko, que al parecer ya esperaban eso.
En la cama, ese mueble que normalmente usamos para dormir, relajarnos y en entre muchas otras cosas, en el, se encontraban ambos Caballeros equinos, acostados, arropados con una sábana y muy abrazados. Shoko se encontraba recostada encima de Seiya quien la envolvía en sus brazos.
Jin solo miraba con orgullo a su hija y su yerno, mientras Kyoko estaba con la cara roja por tal escena.
Saori no creía lo que sus ojos veían. Shoko y Seiya mostraban ser los más puros Caballeros en su ejército, no creyó que ellos fuesen capaces de eso, no estaba enojada, solo confundida.
Las Saintias eran un solo rollo, ninguna creía que su compañera de armas, ya no fuera tan pura que digamos. Ellas miraban a Shoko con gran admiración y respeto al igual que a Seiya, pero esto cambiaba mucho las cosas.
Los amigos de Seiya no iban muy lejos, Seiya ahora si tenía algo que presumir hacia los demás. Ikki se estaba conteniendo para no reírse por lo sucedido.
Los Dorados eran un mosaico de reacciones. Los más sorprendidos eran Aioros, Aioria, los gemelos, Dohko, Shion y Shaka, aunque este último no mirara nada.
Milo, Máscara de Muerte y Camus miraban a Seiya como un dios y los demás solo estaban en shock.
Pero luego, todos se alarmaron cuando ambos daban indicios de querer despertar, por lo que por la fuerza de Zeus y Athena, se escondieron en la habitación, no sé sabe cómo fue que muchos hombres y mujeres lograron esconderse en aquella habitación.
Ambos Caballeros equinos estaban despertándose, siendo Seiya el primero.
Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue a su hermosa novia peli rosa, tal y como quedaron la noche anterior… o madrugada.
Mientras él despertaba, Shoko también. La peli rosa levantó la mirada y encontró unos orbes castaños que tanto quería y amaba.
-Buenos días.
- Buenos días.
- ¿Cómo amaneció la Saintia más bella?
- Me halagas, pero creo que las demás son más bellas.
- Ellas serán bellas, pero para mí tu eres la más hermosa.
- Seiya – la peli rosa le dio un suave beso en los labios.
Mientras que con los demás…
-Son tan románticos que me dan cosa por estar solo – susurró Milo quien estaba escondido detrás de un armario junto a los demás Dorados y el Patriarca.
- Cállate que nos van a descubrir – susurró Camus haciendo callar a su mejor amigo.
- Estás solo por mujeriego – le dijo Máscara de Muerte.
- ¡Cállense! – les dijo Shion haciendo callar a los demás.
- ¿Por qué nos escondemos? – dijo Saori a escondidas junto a las demás Saintias y Jin.
- Si Shoko se da cuenta nos matará, y ni hablar de Seiya – dijo Xiaoling.
- Necesitamos salir de aquí – dijo Erda.
- Esperen – habló Katya – están hablando.
- ¿Qué?
Todos miraron a la pareja que seguía hablando y eso que aún no se habían levantado de la cama.
- ¿Cómo amaneciste hoy? – le dijo Shoko.
- Más o menos, algo cansado después de lo de anoche – respondió el Pegaso.
- ¿Lo de anoche? – murmuraron algunos de los escondidos sin saber a lo que Pegaso se refería.
- ¿A qué se refiere Seiya? – preguntó Mii.
- Ni me lo digas, anoche tuviste mucha energía – dijo Equuleus.
- Sí, aun no creo que te haya agarrado rápido cuando corrimos.
- Hiciste trampa.
- No es mi culpa ser más fuerte.
- Malo – en eso Shoko se levantó de la cama y la sábana cayó al suelo, todos quedaron cayados al ver como la peli rosa mostraba sus desnudeces, cosa que hizo que los Dorados y los de Bronce tuvieran un sangrado de nariz.
Con solo eso se confirmó que ambos equinos habían hecho ejercicios, pero no de la manera que uno normalmente lo haría.
-Vamos, no te enojes – ahora era Seiya quien se levantaba y mostraba su… "Pegaso".
Las chicas miraban al castaño con un gran sonrojo en sus caras y no podían evitar desviar su mirada hacia el "Pegaso" de Pegaso.
Incluso Saori quedó callada por el momento, pero incluso ella no pudo evitar ver al amiguito de Seiya, cosa que puso celosa a Kyoko por la distracción que puso la peli lila hacia Pegaso.
-Vaya.
- ¿Qué pasó Shoko?
- Se nos acabaron los condones.
- ¿Condones? – exclamaron algunos.
- Eso me gusta de Seiya, siempre se cuida tal como me lo prometió – se dijo Jin siendo mirado por las Saintias.
- N-No sabía que ambos ya… - la Saintia de Osa Mayor estaba tan roja que a duras penas podía hablar.
- D-Debemos salir de aquí.
- No te culpo – habló Seiya – había traído una caja entera por si una noche lo hacíamos.
- Dime, ¿solo trajiste una caja?
- Lastimosamente sí, pero conozco un sitio cerca en el que venden – dijo Pegaso – compraré unas 4 cajas.
- ¡Seiya! – le reclamó la peli rosa.
- Creo que se enojó – dijeron sus compañeras.
- ¿Qué te pasa? – dijo la peli rosa quién luego se calmó – compra otras 6 cajas por si acaso, te lo digo porque solo ayer te acabaste toda una caja, y eso que venían 10 en la caja.
- … - todos fueron silenciados.
- Esa Seiya – murmuraba Milo – ese es mi ídolo a la verga.
- Cállate Milo.
- Por cierto, ¿crees que Kyoko-san le diga a Saori sobre eso? – habló Seiya mientras abrazaba a su amada aun sin nada puestos.
- No lo sé, para mi hermana debe ser difícil decirle a Saori-san que está enamorada de ella.
- Sí, es cierto.
Todos los escondidos ahí, solo miraron a la diosa quien estaba completamente roja y ni que decir de Kyoko quien estaba que se la tragara la tierra.
-También me alegra que hayas decidido ayudar a las chicas - dijo Shoko – es un gran gesto de tu parte.
- Sé que es algo arriesgado ya que no sé cómo estarían los chicos, pero te lo diré, creo que las chicas y los chicos, incluso los Dorados merecen ser felices incluso si no se casan.
Todos solo miraron al joven castaño quien aún seguía abrazando a su amada.
- ¿Sabes? Dices cosas muy interesantes cuando estás desnudo – le dijo Shoko.
- Tu también.
Como si Hades estuviese presente, una pica de polvo cayó en la nariz de Katya, la cual daba indiciosos de querer estornudar, cosa que hizo que todos se pusieran nerviosos por la acción que los iba a delatar.
Mii, Xiaoling y Erda trataron de callar a Katya antes de que la regara, pero solo hizo que tratará de estornudar más.
Al final, la de Corona Boreal no pudo aguantar y soltó el estornudo que hizo que todos quedaron azules del miedo.
Shoko y Seiya voltearon a ver hacia el origen del ruido y solo lograron ver a las Saintias quienes se mostraban súper nerviosas al ser descubiertas.
-Q-Q… - Shoko trataba de argumentar palabra, cosa que no pudo hacer cuando escuchó como caían varias cosas de un estante y se reveló su contenido, los Caballeros Dorados.
- … - todo el lugar era un maldito cementerio, más por la reacción que tendrían los Equinos.
- ¿S-Seiya? – dijeron los amigos de Seiya cuando salieron del lugar, ahora sí Seiya estaba muerto de la vergüenza.
- Chicos – se escuchó el susurro de Seiya.
- Chicas – dijo Shoko también.
- ¿Q-Qué ocurre? – dijeron todos quienes temían por su seguridad.
- ¡LARGUENSE DE AQUÍ PERO YA! – gritaron ambos equinos lanzando sus mejores ataques y espantando a todos los ahí presentes sacándolos de la habitación de la pareja.
- C-Creo que no debimos entrar en mi primer lugar – dijo Aioros.
- En eso te apoyo hermano.
- Esperemos que salgan, debemos disculparnos, creo que después hablaré con ellos.
- T-Tiene razón.
- Pero antes – dijo la diosa viendo a la ex Saintia de Equuleus – Kyoko-san, quisiera hablar contigo después.
- S-Sí – la cara de la peli morada se tornó más roja que la sangre, ahora sí era carne de caballo preparada al horno.
- Esto fue muy divertido – dijo Jin ganándose la mirada de indignación de todos los ahí presentes.
Qué largo día sería ese…
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Continuará…
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Todo un caso este capítulo.
¿Qué les dirá Saori a Shoko y Seiya?
¿Será algo importante o que esté relacionado con lo de Shoko?
¿A cuánto el kilo de jalapeños en México?
Sin más me despido, Bendición de Athena.
Bye.
