Pegasos y Equuleuses, aquí vamos con el octavo capítulo. Por cierto, último capítulo del año.
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Pegaso Seiya. Amigo, tienes razón. Las Saintias y los Dorados siguen demasiado al pie de la letra las ordenes de Saori y los de Bronce se la pasan por los huevos. No creo que Saori haya querido mandar a ejecutar a Seiya, ella es más comprensible, además le sirve más vivo que muerto XD. ¡Saludos y Bendición de Athena!
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genesis. Me siento mal por Shoko, un origen así es algo horrible, pero el hecho de que te lo oculten es peor, pero como tú dices, cuenta con el apoyo de su amado Pegaso y eso no le va a faltar. ¡Saludos y Bendición de Athena!
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Wawit E.V. Adivinaste, creo que meterle algo de emoción, suspenso y dolor hará la historia más interesante. Como tú dices, no todo será color de rosa. ¡Saludos y Bendición de Athena!
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Sin más, comencemos…
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La mañana de ese 10 de diciembre se notaba normal para muchos de los ciudadanos que habitaban cerca del Santuario, incluso para varios guardias y algunos Caballeros en el lugar, pero para muchos, eso era otra cosa.
Saori, al despertar, notó cierto mal ambiente en el aire y al ser la diosa de la sabiduría, supo que algo andaba muy mal.
La peli lila se levantó de su cama en sus aposentos, pero como si de un rayo del olímpico Zeus se tratase, supo de inmediato que algo en verdad andaba mal.
Notó desde lejos como sus Saintias se veían algo preocupadas, más por el hecho de lo que había pasado el día anterior.
- ¿Qué estará pasando? – se preguntó la diosa mirando a sus doncellas muy preocupadas.
La diosa salió y fue directo a la sala del Patriarca, en el que encontró al mismo Shion, quien lucía algo triste y preocupado.
- ¿Shion?
- ¿Athena? – el lemuriano miró a la diosa – Buenos días.
- Buenos días Shion, puedo saber ¿Qué te ocurre?
- Pues… - el peli verde pensó un poco la respuesta – no sé cómo decirlo, pero desde me levanté he notado un ambiente algo nostálgico.
- ¿Tú también lo sentiste?
- Sí.
En eso, las Saintias y los Caballeros de Bronce legendarios ingresaron a la sala patriarcal.
-Saori.
- ¿Qué pasa?
- Señorita Saori, ¿Qué cree que deberíamos hacer? – preguntó Mii.
- ¿Q-Que quieres decir?
- Me refiero a Shoko-san, hoy es su cumpleaños y no sé si realmente deberíamos ir a decirle algo o disculparnos por haberle ocultado lo de su nacimiento.
- C-Creo que tienes razón Mii-san.
- Comprendo que fue algo impactante para Equuleus esa noticia – opinó Shion – creo que realmente se merece una disculpa nuestra.
- Sí, Shoko-san debe estar enojada.
- Pero no creo que Seiya nos deje hablar con Shoko – dijo Xiaoling muy triste – estaba muy enojado.
- Sí, de hecho, aun no estoy nada feliz con Pegaso por tratar de agredir ayer a Athena.
- Shion, sé que lo que hizo está mal, pero creo que también me lo merecía – dijo Saori – creo que tenía impotencia por lo de su novia.
- Seiya se veía muy enojado – dijo Erda – debe haber algo de podamos hacer.
- Tal vez podamos hacer algo – dijo una nueva voz entrando al lugar.
- Kyoko / -san.
- Kyoko-san.
- Creo que deberíamos darle algo a Shoko – habló la Equuleus mayor – hoy es su cumpleaños, así que darle un buen regalo sería algo para empezar.
- Además necesitamos a Equuleus y Pegaso para la guerra – le susurró el patriarca a Athena.
- Sí, pero lo importante ahora es reconciliarnos con ellos dos, en especial con Shoko-san.
- Sí, debemos ir a la habitación que comparte con Seiya-san – habló la peli morada – más que soy cumple años.
- Sí, vamos a ver qué pasa.
Tanto Saintias como Athena y Patriarca iban delante de los Caballeros de Bronce.
Mientras que los últimos, iban algo preocupados.
- ¿Creen que Seiya permita a las demás ver a Shoko-san? – preguntó Shun.
- Será difícil, creo que Seiya debe estar muy enojado – dijo Hyoga algo pensativo – y recuerden que se enoja más cuando alguien le hace algo a su novia.
- Sí, recuerdan la vez que Jabu le terminó lanzando lodo a la cara de Shoko-san y la manchó cuando iba a su graduación de Ciclo Común – dijo Andrómeda recordando cierto momento de hace unos meses.
- Sí, ese idiota estuvo en el hospital por 2 meses – se burló Ikki – por eso Jabu dejó de hacerle bromas o incluso tratar de coquetear con Shoko-san.
- ¿Coqueteó con Shoko-san?
- Sí, cuando apenas Shoko-san y Seiya comenzaban a salir. Jabu no sabía que ella era la novia de Seiya y esta es la que le daba de golpes ya que nunca le dijo que ella ya andaba con alguien.
- Esa yegüita es otro nivel – dijo Ikki – necesito que me enseñe a trolear.
Mientras los chicos hablaban, pasó tanto tiempo que al final llegaron a la habitación de ambos equinos.
Las Saintias llegaron frente a la habitación de su amiga y estaban algo nerviosas, de hecho, incluso estaba ahí el padre de ambas Saintias de Equuleus con algo que parecía estar en una caja.
-Señor Jin, al parecer encontró el paquete.
- Sí, gracias señorita Kido.
- ¿Qué es eso señorita Athena? – preguntó Xiaoling.
- Es un pastel de cumpleaños que había conseguido hace tiempo con un pastelero italiano que conozco desde niña.
- ¿Y qué es?
- Le mandé a hacer a Shoko-san un pastel con la forma de Equuleus.
- ¿Podemos verlo?
- Sí – el hombre abrió el paquete y efectivamente era lo que Saori dijo, un pastel con la forma de la constelación hermana de Pegaso, de color blanco y con las orillas azul pálido.
- ¿Creen que tarden mucho en salir? – dijo Saori algo preocupada.
- Ya lo dijimos ¿no? Shoko en estos tiempos tarda horas en despertar.
- Si no fuera porque la voy a despertar, no sé ni a qué horas se levantaría – dijo Jin.
- Vaya.
- Shoko-san – Xiao fue la primera en tocar la puerta, pero como era de esperarse, no recibió respuesta.
- ¿C-Creen que estén bien?
- Eso espero – dijo Kyoko algo triste.
- ¡Shoko, hija! – ahora el padre de las Saintias tocaba la puerta para ver si su hija salía, pero fue lo mismo, nadie salió.
- Athena, creo que deberíamos entrar de un…
- Shion, recuerda lo que pasó ayer, no quiero volver a vivir algo así.
- T-Tiene razón – el Patriarca solo desvió la mirada recordando ese vergonzoso momento.
- Por cierto, ¿Qué pasaría si Seiya no les permite entrar y ver a Shoko-san? – preguntó Shun.
- Lo típico Shun, Seiya es alguien que defiende mucho a su novia, incluso si es Saori la que entra no dudará en atacar.
- ¡Eso es una ofensa Fénix! – dijo Shion molesto por esa afirmación de parte del peli azul.
- Yo tampoco creo que Seiya le quiera hacer daño a la señorita Saori – protestó Mii.
- Ustedes lo conocen de hace unas semanas, nosotras que lo conocemos mucho más tiempo sabemos de lo que es capaz.
- ¿De lo que es capaz?
- En eso concuerdo con Ikki – habló Hyoga – Seiya es capaz de todo con tal de proteger a los que ama, incluso si se tratase de Saori, él lo haría.
- Vaya.
- Voy a ver si lo saco de ahí – Ikki se acercó a la puerta, inhaló mucho aire y con una voz bella y calmada dijo - ¡BURRO DESNUTRIDO, SAL INMEDIATAMENTE DE AHÍ Y TRAE CONTIGO A LA YEGUA SOBREVALORADA O NO LES DARÉ COMIDA HASTA QUE NOS VAYAMOS DEL SANTUARIO!
Los demás estaban con los oídos tapados. Definitivamente Ikki tenía sus gritos bien dotados.
- ¡Que pulmones! – exclamaron las Saintias.
- ¿Él grita siempre así? – preguntó Shion a Andrómeda.
- No – suspiró el Patriarca aliviado – a veces grita más fuerte.
- Vaya.
- Definitivamente son el uno para el otro ¿verdad Erda? – dijo Mii codeando un poco a la castaña.
- ¡M-Mii! – la motociclista se sonrojó por eso.
- E-Este… - Ikki que era el más macho de todos, incluso se sonrojó un poco y desvió la mirada de la Saintia.
- Vaya, mi hermano Ikki ya está madurando – decía Andrómeda limpiándose los ojos – que bueno que también encontraras el amor.
- ¡Shun / -san! – gritaron Fénix y Casiopea al mismo tiempo todos rojos.
- Chicos, antes de que Ikki y Erda-san se vayan a la cama, debemos hablar…
- ¡Saori / Señorita Saori!
- P-Perdón - se disculpaba la diosa – pero a lo que íbamos, debemos hablar con Shoko-san, le debo una gran disculpa a ella y a Seiya.
- B-Bien.
- Shion, ¿Cómo haremos para entrar?
- Recuerde lo que hicimos ayer Athena.
- Oh sí, abrimos la puerta usando la espada de Shura.
- ¿Lo mando a llamar?
- Sería de utilidad.
- Bien – en eso, Shion se puso dos dedos en la frente y desapareció del lugar.
- Hasta el día de hoy no me acostumbro verlo desaparecer.
- Usar la tele transportación debe ser útil.
- Bien.
- ¡Ya volví! – Shion apareció junto con Shura.
- Athena, ¿para que soy bueno?
- Shura, necesitamos que usas tu Excalibur para abrir la puerta.
- Un momento, ¿Qué no es esa la habitación de Pegaso y Equuleus?
- Sí.
- No van a querer invadir su privacidad de nuevo ¿verdad?
- Shura, eso no te incumbe.
- Bueno – el Caballero de la Décima casa solo se atinó a hacer lo que Athena le ordenó y en menos de lo que canta un gallo, la puerta ya estaba abierta.
- Gracias Shura.
- Bien, yo me retiro – Capricornio se fue del lugar.
- ¿Qué esperamos? – Saori ingresó al lugar seguido de los demás.
- Solo espero no encontrarme de nuevo a ambos desnudos – habló Katya algo asustada.
- Yo tampoco – habló Hyoga.
- Si los dos están de nuevo así, de inmediato nos vamos – dijo la peli lila a lo que los demás asintieron.
- Bien.
Todos llegaron a la recamara principal, peor grande fue su sorpresa al no encontrar a nadie.
- ¿D-Donde están?
- Iré a revisar por aquí.
- Yo iré al baño.
- Yo iré a la terraza.
- Yo iré a ver si ya parió la marrana.
- Pinche pollo rostizado – dijo Shion mirando como el Caballero de Fénix se iba del lugar.
Estuvieron un rato buscando, incluso el padre de Shoko se puso a buscar muy preocupado.
Al final de un tiempo no tuvieron suerte y no pudieron encontrar nada.
Jin, que aun llevaba el pastel, se estaba preguntando donde estaría su hija menor, a lo que era consolado por Kyoko.
- ¿Dónde estará Shoko-san? – preguntó Xiao muy preocupada por su amiga.
- Es más, ¿Dónde estará Seiya? – dijo Shiryu.
- Ni siquiera sus Armaduras están.
- ¿Qué se habrán hecho?
- No puede ser – Jin se desmoronó – todo es mi culpa.
- P-Padre, no digas eso…
- ¡No Kyoko! – habló el señor – debí decirle desde el inicio a Shoko sobre su origen, así no deberíamos pasar por esto.
- Padre – la peli morada había aguantado mucho por la pelea que tuvo con su hermana y solo se abrazó a su progenitor que luchaba por mantenerse fuerte.
- Shoko-san… Seiya – la diosa trató de mantenerse firme, incluso Shion estaba desconcertado por esto.
Las demás Saintias estaban igual de preocupadas por su amiga y compañera. Shoko no era alguien que derrotaras fácilmente, pero en estos momentos sabían lo que ella estaba pasando.
¿Y cómo estarlo?
Le mintieron sobre su verdadero origen y todo con tal de ganar la guerra contra Eris.
¿Realmente… merecían ser llamadas amigas?
- ¿Dónde estarán? – preguntó Saori mirando al cielo.
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Lejos del Santuario…
Se veía a dos jóvenes cargando las cajas de Pandora de sus respectivas Armaduras. Se trataba de Seiya de Pegaso y Shoko de Equuleus, quienes habían caminado bastante desde la noche anterior que decidieron irse del Santuario.
Shoko iba un poco recuperada, tampoco la gran cosa que se hubiese recuperado al 100%, pero algo era algo.
Seiya era el pilar principal de la emoción de Shoko, él era el sustento de la chica, si él no estuviese con ella en esos momentos, no sabría qué hacer con su vida.
Ambos iban hablando sobre que harían cuando…
- ¿Shoko?
- ¿Qué pasa?
- No sé si deba decirlo, pero… Feliz Cumpleaños.
- Jeje – la peli roja río un poco nerviosa – no sé si deba decirlo tampoco, pero gracias.
- Vaya, se siente raro volver a decirte Feliz Cumpleaños.
- Imagínate conmigo.
- Bueno, por lo menos no haremos una fiesta como lo hicimos la vez pasada.
- Ni me lo recuerdes, ese 31 de octubre quedará para la historia.
- Realmente, no quiero volver a ver a tu hermana mientras se besaba con Rumi-san.
- ¡Espera! ¿Se besó con Rumi?
- Sí, ¿no lo sabías?
- N-No.
- Tomó el sake que tenía tu papá y se puso tan borracha que se besó con tu amiga.
- Eso explica porque Rumi no me habló por 1 semana.
- Cosas de la vida Shoko – en eso Seiya se puso tenso y estático en el lugar de donde estaban.
- ¿S-Seiya? – a la Saintia le extrañó ese comportamiento, pero luego tomó la misma pose cuando sintió algo venir - ¿sentiste eso?
- Sí, varios cosmos malignos están llegando.
- Sí, pero estos cosmos son…
- Son iguales a los que tenían los Espectros del ejército de Hades y parte del ejército de Poseidón.
- ¿Q-Que significa esto?
- Es imposible, se supone que vencimos al ejército de Poseidón y sellamos a los espectros de Hades y lo destruimos a él.
- S-Seiya, esto… ¿Qué es? – Shoko estaba bastante aterrada por esto.
- Debemos ir a investigar – Pegaso se dirigió hacia el lugar de donde venían esos cosmos tan raros. Shoko no dudó y también fue tras él.
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De vuelta en el Santuario…
Las Saintias y Caballeros de Bronce se reunían en la Sala Patriarcal…
- ¿Tuvieron suerte? – preguntó Saori.
- No, buscamos por todo el Santuario y no los encontramos.
- ¿Y ustedes?
- Nada Saori – respondió Shun – fuimos a las aldeas vecinas y nada.
- N-No puede ser.
- ¿Kyoko-san? – Saori miró a su ex Saintia quien solo temblaba y luchaba por no llorar.
- Así que Seiya y Shoko en verdad se fueron – dijo voz llegando al lugar.
- Esa voz… - tanto Saori, Mii y Xiao reconocieron esa voz - ¿Marín / -san?
- Sí, y no vengo sola – dijo la peli roja quien señaló a otra chica de cabello verde.
- ¿Shaina-san?
- Sí, sabemos para donde partieron Seiya y Equuleus – dijo la amazona de Ofiuco.
- ¿A dónde fueron?
- Ellos se fueron en la noche, sin que nadie los viera. En cambio, mientras Shaina y yo hacíamos turno de vigilancia los miramos a ambos irse con sus respectivas Armaduras.
- ¿I-Irse?
- Sí, no sabemos a dónde iban, pero creemos que iban a Palas.
- ¿A Palas?
- Si.
- Debemos ir lo más pronto posible – anunció Saori – Shaina-san, Marín-san, guíennos por donde se fueron.
- Sí, señorita Athena.
Todos partieron a buscar a sus dos amigos quienes esperarían descubrir algo realmente espantoso.
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Continuará…
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No tengo nada que decir, solo que espero que les haya gustado el capítulo.
¡Que pasen Feliz Año nuevo y que la Bendición de Athena los cubra!
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
