¡Aquí venimos con el capítulo 12!
El próximo capítulo será subido el 14 de abril como motivo de cumpleaños del autor, al igual que las actualizaciones de todas mis historias de Saint Seiya
Sin más, comencemos…
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Los Caballeros de Pegaso y Equuleus, Shoko y Seiya, lucharon contra las tropas de Poseidón y Hades que habían vuelto a la vida de una extraña manera.
No sabían porque razón todos estaban vivos si se supone que ya habían acabado con ellos en las últimas dos guerras Santas.
Luego de la batalla en la que Shoko despertó un misterioso poder que hizo que destruyera finalmente a Radamanthys, la chica se desmayó y fue llevada por Seiya lejos de ahí.
Ahora las cosas estaban calmadas en el Santuario, aunque no lo sería por mucho tiempo.
En estos momentos, los Caballeros Dorados junto a los de Bronce y las Saintias estaban reunidos en la Cámara del Patriarca. Cabe decir que Jin no se quiso ir a su casa ya que quería ver como estaban las cosas con sus dos hijas, por lo que Saori le permitió quedarse.
- ¿Qué dice? – dijo Shura – ¿el ejército de Hades y el de Poseidón volvió?
- Sí, Seiya y Shoko-san lo combatieron y lograron dar muerte a todos ellos – dijo Saori.
- ¿Incluso los tres jueces del Infierno?
- A ellos también.
- Que poder el de Seiya – dijo Aldebarán – ese chico tiene mucho poder.
- No solo Seiya fue - dijo la diosa – Ikki eliminó a Aiacos de Garuda.
- Solo era un pobre loco – dijo el Fénix siendo mirado por Erda.
- Mientras que Minos de Grifo fue eliminado por Seiya.
- Era de esperarse – dijo Aioros.
- Mientras que Radamanthys fue eliminado por Shoko-san.
- ¿Por Shoko? – dijo Milo impresionado de que su pupila fuera tan poderosa ahora cuando él recuerda que ni siquiera junto a Aioria y Mu lograron hacerle frente.
- ¿Tan poderosa se volvió ella?
- Sí, aunque hay algo que logro entender.
- ¿Qué cosa?
- El ataque de Shoko-san para vencer a Radamanthys fue algo que nunca he visto – explicaba Saori – su Armadura, la Armadura de Equuleus, sufrió una transformación que realmente me impresionó.
- Y no olvides su ataque – dijo Shun – realmente fue muy bueno.
- ¿Qué ataque?
- Fue uno llamado Aguja Escarlata Antares Flameante.
- ¿Aguja Escarlata… Antares Flameante? – la mayoría de los Caballeros miró al Caballero de Escorpio que estaba con la mirada fija en el suelo.
- Milo, ¿sabes algo?
- Sé un poco sobre esa técnica por mi antiguo antecesor.
- ¿Quién fue el antiguo Caballero de Escorpio? – preguntó Afrodita.
- Kardia de Escorpio.
- ¿Kardia?
- Aun lo recuerdo – dijo Shion – Kardia era idéntico a Milo en muchos sentidos.
- Era de suponerse de alguien que sobrevivió a la anterior Guerra Santa.
- Lo que no entiendo, es ¿Por qué esa chica logró hacerle frente a Radamanthys siendo solo una Saintia de Bronce?
- Sencillo Saga, Shoko-san entrenó con Seiya este tiempo y además también entrenó con Milo, por lo que tal vez haya entenado alguna técnica de Escorpio.
- Lo único que no entiendo es como las sabes – dijo el Caballero de la octava casa – nunca le enseñé una técnica tan poderosa como esa.
- ¿Cómo es posible que use una técnica así?
- A lo mejor tiene que ver con su origen y todo lo relacionado con la anterior Guerra Santa hace ya varios siglos?
- Puede ser eso – dijo Dohko – aunque, a decir verdad, nunca miré a la persona que vistió la Armadura de Equuleus en la guerra Santa de hace dos siglos.
- Yo tampoco recuerdo eso – dijo Shion – necesitamos saber qué demonios pasó para que Equuleus despertará ese poder.
- Te aceptaría que solo fuese la Aguja Escarlata, pero esa técnica… es un misterio.
- Por lo que sé de mi antecesor, Kardia de Escorpio murió tras hacer esa técnica en su lucha contra Radamanthys – dijo Camus – es un milagro que la Saintia de Equuleus no haya muerto.
- La muerte de Kardia y Degel fue algo duro para nosotros, pero no importa, debemos averiguar como Equuleus puede usar ese semejante poder.
- ¿Dónde están?
- Seiya se llevó a Shoko-san y no sabemos dónde pueden estar – dijo Saori – por lo que miro una nueva Guerra se acerca y ni siquiera sabemos si seguirán peleando con nosotros.
- Sin el apoyo del burro alado y la yegua sobrevalorada, estamos más que perdidos – dijo Ikki en tono burlón.
- Oye, ¿para qué estamos nosotros?
- Para luchar y matar a los demás Caballeros y armar una Guerra Civil ¿no lo creen?
- E-Eso quedó en el pasado – dijo Saga algo nervioso ya que sabía que el Fénix se refería a él.
- Te jodieron – dijo en voz baja Kanon.
- Tu ni hables – dijo Saga molesto – yo por lo menos no me ando liando con Poseidón.
- Yo por lo menos no soy un esquizofrénico drogadicto que se mete polvo de estrellas en las venas.
- Al menos yo no soy un traicionero.
- Y yo no soy un psicópata homicida.
- ¡Ya cállense! – dijo Shion callando a los gemelos – honestamente se parecen a Aspros y Deuteros.
- No nos compare con ellos Patriarca – dijeron ambos.
- Tienen razón, Aspros y Deuteros eran más fuertes.
- ¡Tampoco nos diga así!
- Bueno, silencio, que estamos en un problema feo, ya viene una Guerra contra una nueva enemiga.
- ¿Quién es la nueva enemiga? – dijo Máscara de Muerte.
- Resulta que es nada y nada menos que Hera.
- ¡¿La diosa Hera?! – dijeron todos los ahí presentes, a excepción de los Caballeros de Bronce y Saintias.
- Sí, la esposa del Olímpico Zeus está declarando la guerra contra nosotros.
- ¿Por qué la segunda diosa más poderosa del Olimpo? – dijo Aioria confundido - ¿Qué hemos hecho?
- Creo que tiene que ver con la derrota de Poseidón y Hades – dijo Shaka – por lo que sé, Hera siempre ha tenido envidia sobre Athena.
- Es cierto – dijo Saori – tengo entendido que, desde la Era Mitológica, Hera siempre me ha tenido envidia desde que mi padre Zeus me dio a luz sin necesidad de ella. Cuando tuvo a Hefesto, sintió mucho asco y por eso creyó que al nacer yo, era mejor que ella.
- ¿Nunca han tenido un encuentro contra la diosa Hera?
- Jamás, es más, nunca la había enfrentado en mi vida – dijo con sinceridad Saori – solo han sido enfrentamientos contra Hades y Poseidón y una que otro dios inútil como Eris y Abel.
- ¿Por qué hasta ahora se enfrenta a nosotros? – dijo Camus.
- No lo sé, realmente es un misterio de mi tía Hera.
- La diosa Hera está ideando algo para derrocar el Santuario.
- Necesitaremos a toda la Caballería del Santuario – dijo Shion – hay que estar atentos por si Hera ataca primero.
- Una pregunta – dijo Xiao levantando la mano.
- ¿Qué ocurre Osa Menor?
- ¿Pelearán con nosotros Seiya y Shoko?
- E-Eso… - la mirada de Saori bajó un poco mostrando un poco de tristeza – no lo sé Xiaoling, realmente no tengo idea si Shoko-san y Seiya participarán con nosotros.
- Deben hacerlo – dijo el ex Aries – como Caballeros de Athena deben cumplir su misión de luchar en nombre del Santuario.
- Aunque como he dicho antes, ahora con la situación entre Shoko-san y Seiya, la cosa está muy difícil.
- Sí, la verdad es que están en dudas para luchar.
En eso, escucharon como la puerta de la sala del Patriarca se abría y entraban dos personas que hizo que todos quedaran callados.
- Perdón si llegamos tarde – dijo la voz masculina.
- Seiya – dijo Saori.
- Y no se olviden de mi – dijo Shoko yendo tras su novio.
- Shoko – dijeron Kyoko mirando a su hermanita y Jin a su hija.
- Pegaso, Equuleus, llegan tarde.
- No me importa por el momento eso Shion – dijo en voz neutral el Pegaso – solo terminemos esto de una vez.
- Pegaso, ¿Qué es esa falta de respeto?
- Con todo el respeto Patriarca, por el momento solo seremos apoyo, no lucharemos con todo – dijo Shoko ganándose la mirada de extrañeza de sus amigas y de todos sus conocidos, incluso Milo quedó helado.
- ¿Qué les pasa?
- La diosa Hera planea un ataque contra el Santuario juntando todos los ejércitos de los distintos dioses Olímpicos.
Lo dicho por Pegaso hizo escalofriar a más de alguno y como no, el decir que la esposa de Zeus haría eso, realmente daba algo de miedo.
- ¿Cómo saben eso? – exigió Shion.
- Cálmate Shion, te lo diré a su tiempo – dijo Pegaso – fue anoche cuando supimos de este plan.
- ¿Plan? – Saori quedó callada ante esto - ¿de qué hablan?
- Verás Saori-san, resulta que…
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Flashback
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En la cabaña en la que Seiya y Shoko se habían hospedado, ambos equinos se hallaban durmiendo luego de una larga sesión de sexo que tuvieron.
En eso, ambos sintieron un cosmos maligno, aunque muy bajo en comparación a otros enemigos, es más, pudieron decir que se trataba de un espectro de Hades.
Tanto Shoko como Seiya lo sintieron y ambos se hicieron los dormidos mientras esperaban que el espectro llegara.
Cuando la presencia llegó, este saltó encima de los dos Caballeros, pero ambos lo esquivaron y atacaron con sus ataques especiales.
- ¡Meteoros de Pegaso!
- ¡Meteoros de Equuleus!
La presencia salió volando fuera de la cabaña.
- ¿Cómo supieron de mi presencia? – dijo el espectro – se supone que oculté mi cosmos para que ni ellos pudieran detectarme.
- Eso no te sirvió de nada – dijo Seiya llegando con todo y su Armadura.
- Ni creas que esa técnica tan tonta serviría con nosotros – dijo Shoko.
- Ustedes, se supone que me debían detectar.
- Había escuchado de ti por Saga, Camus y Shura, eres el espectro de más bajo rango dentro del ejército de Hades.
- ¿El más débil?
- Sí – Seiya miraba fijamente al espectro – eres Zeros de Rana.
- ¿Zeros de Rana?
- Sí, el más débil del ejército de Hades.
- Seiya, ¿Qué hace uno de los espectros de Hades aquí?
- Al parecer sobrevivió a la masacre – dijo Pegaso – pero por lo que miro es que este maldito sabe algo y por algo vino a matarnos.
- Ni crean que les diré sobre algo que sé, nunca me sacarán ninguna palabra.
- Habla – dijo Seiya apretando su pie en la espalda del espectro.
- N-No lo haré – dijo con dificultad el espectro de Rana.
- Habla maldito anfibio – dijo Shoko uniéndose junto a su novio.
- E-Está bien, lo haré – dijo el espectro cediendo – me mandó la diosa Hera para que los matase.
- ¿La diosa Hera?
- ¿Por qué la esposa de Zeus está tras nosotros?
- Al parecer quiere acabar con los Caballeros que les han dado problemas a sus hermanos desde la Era Mitológica – dijo Zeros – y revivió a los espectros del ejército del señor Hades junto al ejército del señor Poseidón.
- Eso lo sé, pero ¿Por qué quiere una guerra?
- Además, ¿Cómo demonios revivió a los muertos? Se supone que solo Hades puede hacerlo.
- Puede que sea cierto, pero hay alguien que puede lograrlo.
- ¿Quién?
- La señora Perséfone.
- ¿Perséfone?
- Seiya, ¿no es la esposa de Hades?
- Sí, ella misma nos ha revivido y nos ha puesto al servicio de la señora Hera.
- Maldición, esto se mira mal – dijo Seiya – debemos luchar.
- Y yo que quería seguir con nuestras vacaciones.
- Ni modo, gracias por la información – dijo el Pegaso quitando su pie de la espalda de Zeros.
- ¿Me dejarás libre?
- No, mi novia te matará.
- ¿Qué? – el espectro vio como a un lado, la peli rosa estaba cargando cosmos en su mano derecha.
- ¡Meteoros de Equuleus! – la Saintia lanzó su ataque mientras el espectro no pudo hacer nada y fue pulverizado por los meteoros de Shoko.
- Creo que te pasaste.
- Bueno, eso le pasa por interrumpir nuestra noche pasional – dijo Shoko – además, no terminamos.
- Obvio que no – el castaño abrazó de la cintura a su novia - ¿vamos?
- Vamos – ambos equinos fueron al interior de la cabaña y solo continuaron con su noche de pareja.
De ahí, solo se escucharon gemidos, gritos, murmullos y una cama rechinando.
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Fin Flashback
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- …y eso fue lo que pasó – terminó de contar Shoko.
- No puede ser – dijo Saori dejando caer a Nike mientras se sorprendía por el relato contado por la peli rosa.
- ¿Entonces Perséfone está tras de esto junto a Hera? – dijo Shion.
- Por lo que nos dijo el espectro de Rana, eso es exactamente lo que pasa.
- ¿Lucharemos contra la diosa del Inframundo y la esposa de Zeus?
- Tal parece que sí – dijo Seiya – bueno, nos retiramos.
- ¿A dónde van? – preguntó Mii - ¿no batallarán?
- Eso lo veremos – dijo Shoko en tono frio, más que el aire frio de Katya.
- Shoko, espera – dijo Kyoko a su hermana.
- ¿Qué quieres Kyoko-san? – eso dejó de piedra a la mayor de las hermanas que no creía porque su hermana estaba así con ella.
- Shoko, hija, por favor… - Jin trató de hablar con su hija, pero esta lo vio de la misma forma.
- ¿Qué pasa señor Jin? – la afirmación de parte de Shoko dejó helado también al padre de ambas Saintias.
- Shoko, ¿Qué te pasa? – preguntó Xiao.
- No me pasa Osa Menor – dijo con una sonrisa la peli rosa, pero las demás sabían que eso traía malas noticias – me retiro, Delfín, Casiopea y Corona Boreal. Lo mismo digo, Athena.
Tanto Seiya como Shoko se fueron de la cámara del Patriarca dejando a medio mundo helado.
Las Saintias estaban idas cuando escucharon esto de parte de la peli rosa, sin decir de su padre y de su hermana.
Cuando ambos Caballeros Equinos llegaron a las afueras de la cámara del Patriarca.
- ¿Shoko? – dijo Seiya al ver a su amada que tenía la mirada baja.
- Quiero caminar un poco – dijo la peli rosa pegándose al cuerpo de su novio.
- Sí, vamos – Seiya le ofreció su brazo a la peli rosa que aceptó con gusto. Las Armaduras no eran impedimento para que ambos se demostraran su amor.
De ahí, solo se alistarían para las futuras guerras.
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Continuará…
