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Disclaimer: Shingeki no Kyojin 進撃の巨人 le pertenece a Hajime Isayama.

Derechos de la portada: FanArt a su respectivo dueño. Edición mía.

Aclaraciones: Yaoi (Gay's Love)«»Ooc«»EreRi (ErenxLevi)«»Contenido sexual explícito«»UA (Universo Alterno)«»Angst

Nota: Obra participante del "Concurso Final del Manga Riren/EreRi".

•Ganador del puesto 2

•Creado por @rosariodll y @Luisa_Ackerman.


Una de las consecuencias, de la desgarradora manera de buscar la libertad; es ver con tus propios ojos, como todo lo obtenido con esfuerzo termina siendo destrozado.

Porque la justicia casi nunca llega.

Porque la libertad es una metáfora.

Porque el retumbar trajo muerte a los sentimientos de amantes.


La libertad nunca fue fácil de lograr.

El mundo es un sitio cruel y despiadado.

Eso lo tenía muy en claro Levi desde su infancia rancia. Inclusive Eren la paso un poco mejor, hasta que ocurrió el inconveniente con la pérdida de la Muralla María y la muerte de sus padres. Pero lo peor del caso, es que el ser humano vive buscándo la felicidad, y esta se escapa tal como el agua entre las palmas de sus manos.

¿Por qué debemos correr tras algo que nos haga feliz?.

Que nos haga sentir completos, nutridos y en ocasiones amados.

Pero al fin de cuentas, no es sencillo. Y cuando se cree obtener la alegría buscada, cosas terribles suceden.

Como dice un dicho «antes de una tormenta, siempre viene la calma», y mucha razón tenía la persona que exclamó tales palabras.

La meta de Eren era la libertad.

Una libertad que nunca llegó, aunque muchos dijeran que así fue.

Porque la muerte no es libertad.

Libertad es haber logrado tu cometido, ya después morir, te dejará en paz.

Pero, ¿De que sirve partir, si no cumpliste con tus acciones? ¿Acaso la muerte logrará un cambio en las demás personas?.

Sonará hipócrita, pero así es; cuando una persona muere, es en esos momentos donde los seres a su alrededor le toman en cuenta, le prestan atención. Si no ocurre una desgracia, nunca se cambia nada, nunca toman acciones para mejorar o no se determinan a alcanzar sus sueños.

Y es tan agotador ver qué de no morir, las cosas seguirían igual de tranquilas. ¿De verdad el ser humano necesita perder algo de valor, para así abrir los ojos ante la horrible realidad?.

Parece que si.

Ya que, en el precisó momento donde Mikasa corto con su espada la cabeza del niño en búsqueda de la libertad; dentro del pecho de un amante, se destruyó la pizca de felicidad alcanzada.

«No pudo evitar el brillo que aquel adolescente encadenado ocasionó en sus ojos; podía echarle la culpa a la atracción de los Ackerman's por el poder que contenía. Pero fue en ese preciso momento donde, sin decirle nada a nadie, solo a su 'yo interno' decidió colocar todas sus esperanzas y sueños, en los hombros del castaño...».

•••

Fue después de que Hanji "charlara" un poco en la celda del moreno.

Tal parecía que le gustaba mantenerse encerrado, o eso llegó a pensar Levi, pues tras una batalla Eren caía directo a las mazmorras.

Sí, rompía muchas reglas el ir a verle aunque casi nadie tuviera el derecho para hablar con el prisionero.

Pero dentro de su pecho había una opresión que no se iba, necesitaba verlo, ansiaba verlo... Era algo que no podía describir, pues su cuerpo le avisaba de los problemas que tendrían que afrontar.

Eren Jaeger y Levi Ackerman eran amantes.

No habría fecha exacta para decir cuando comenzó aquella unión sodomita.

Pero suponían que fue después de la batalla con la Titán Hembra dentro de las murallas, tal vez la atracción comenzó cuando en la corte Eren se comportó de una manera valiente y desinteresada gritando todo lo que se le vino en gana; luego vinieron las patadas.

O tal vez fue durante la convivencia en el castillo de la Legión de Reconocimiento; ejercitándose, practicando y siguiendo órdenes. Pudo ser en las expediciones, en las terribles peleas en búsqueda de respuestas sobre el pasado de la familia Reiss, quién sabe.

De lo que realmente estaban seguros, es que la química existía entre ellos dos.

Una química que incógnita siguió escalando. De manera secreta y guardada dio frutos, relacionándose, aprendiendo y creciendo a la par.

Hasta que Jaeger se volvió todo un hombre y Levi comprendió que no era sencillo ocultar que tenía un corazón.

Porque no era fácil tener que guardarse todos los sentimientos que cargaba; no poder llorar para mostrar fortaleza, no amar para evitar salir dañado y otras emociones complejas que lo albergaban, pero siempre desistió en mostrarlas.

Y Eren maduro, endureció su semblante, cambio repentinamente su personalidad para mantener siempre la serenidad y tranquilidad. Volviéndose más inteligente y utilizando a su favor el poder que tenía. Frío, callado y reservado; ante tanta información y sobrecarga de nefastos sucesos.

¡El hombre más fuerte de la humanidad y el portador del Titán Fundador!.

Una completa ironía.

Cuando sus ojos azul platinado lo vieron entre la penumbra de la celda reaccionó.

Fue como si su pobre órgano palpitante se desenfrenara por observarle, manteniendo su rostro serio y tratando de no caer ante las ansías.

— ¿También vienes a darme sermones?.

La voz ronca del prisionero lo despavilo.

Esos ojos estoicos, sin la alegría que los caracterizó tiempo atrás.

— ¿Crees que vengo a eso?.

— De ti, no lo creo...

¿Hace cuánto que no se abrazaban?.

¿El último beso que pudieron darse fue con tranquilidad?.

¿Sus cuerpos no queman con la sola idea de poder tocarse?.

— Aun así, es extraño que vengas sin compañía. O que no traigas algo.

Ironizó el hombre de cabellos castaños.

El entrecejo de Levi se frunció, saco de un bolsillo del pantalón la llave de la celda y tan pronto el sonido metálico se ejecutó, Eren quedó con los ojos pegados a sus movimientos.

Pudo teorizar que le había quitado a algún centinela la llave, o que simplemente la tomo en un descuido.

Tras cerrar y encontrarse frente a frente con Jaeger, no cambio su expresión.

— Lo diré igual que con Hanji. Mantenerme bajo tierra no me detiene en nada — soltó. Tenía sentido su comentario, pues ¿De que servía cerrar la celda?.

Pero el hombre de menos tamaño no reprochó aquello; en realidad lo que consiguió fue estampar su boca con la contraria. Como si el portador del Poder Titán ya supiera que eso sucedería, hablando por hablar para mantener el ambiente en una especie de socialización.

¿El sabor de sus labios siempre fue tan grato?.

Ackerman tembló al mantener sus pies en puntillas para lograr alcanzar la boca del moreno. Y los brazos del contrario simplemente se mantuvieron de un lado al otro, sin tocarlo.

Fue luego del pequeño beso que se distanció, para mirar la cara de Eren. Pero le dolió, no había ese brillo, tampoco la sonrisa ladina. Simplemente era un recipiente monótono que hacía lo que fríamente calculaba.

O eso llegó a pensar.

«Verlo de esa manera, apresado con cadenas y grilletes. Sin poder gritar por el metal que cubría su boca. Las explosiones que la pólvora producía contra el equipo de armas de Kenny dejaban humo en el aire, y ver a Eren, resignado a que Historia lo devorara... Le caló muy hondo... Porque fue desde ese momento donde Eren comenzó a cambiar... ¿Donde quedó el brillo en su mirada al pronunciarle la libertad?».

No pudo evitar una leve punzada en su pecho. ¿Acaso le estaba rechazando? ¿Evitaba su amor? ¿Por qué no decía nada?.

Volvió a acercarse, si luego de esto el ojician no pretendía importarle las muestras de cariño, que se jodiera, que jodiera todo atisbo de las románticas emociones que nacieron entre sí.

Pero entonces las manos de Levi se apretaron en los hombros fornidos, y su cuerpo se acercó buscando contacto, besando los belfos rellenitos del castaño. Mordiendo y chupando de ellos, como si con eso le transmitiera cuanto lo amaba.

Sin decirle que lo amaba.

Como si con eso le transmitiera cuanto le importaba.

Sin decirle que le importaba.

Que el miedo y los temores estaban surgiendo, no por gusto propio, pero lo hacían antes de ir a cada misión, o exponerse en batalla.

Y fue ahí, donde la mano callosa del muchacho fornido le tomo la mejilla.

Porque Eren no quería darle ilusiones, no quería lastimarle más el corazón de lo que estaba. Porque las perdidas y la sangre que Levi vio derramarse le pesaban en la espalda, y Eren no deseaba ser otra carga a futuro.

Pero una última vez no haría daño ¿Verdad?.

Una última entrega a los bajos y sinceros instintos de su amor no los lastimaria ¿Cierto, corazón?.

Porque las consecuencias de esa noche no escalarían, ¿No es así?.

Simplemente era entregar el cuerpo y la alma, y finalmente darse un adiós temprano. Antes de que todo se volviera difícil e incontrolable.

Sus lenguas juguetearon en las cavidades bucales, dejando sonidos húmedos y de succión. Pero la falta de oxígeno provocó que el de hebras oscuras volteara el rostro en busca de aire. Inhalando con fuerza, creyendo que por eso Eren dejaría de lado el beso dado.

Pero no fue así, tan pronto sus iris grisáceas apuntaron a las esmeraldas contrarias; un escalofrío surgió en cada parte de su piel, pues la mano morena lo aprisionó desde la cadera contra el tronco del castaño.

¿Que trataba de transmitir Eren?.

Algo confuso, pero de verdad sentimental.

Porque desde su perspectiva era egoísta. Pero si está era la última vez donde mantendrían tal cercanía, tanta libertad para estar juntos, la aprovecharía.

Porque era la persona por la cual sentía suficiente amor, como para dolerle tener que corresponder a las emociones que estallaban en su alma.

Así que se expondría como el ser que realmente era.

Uno egoísta, lleno de deseo y desesperado por estar con Levi.

Aunque lo hubiera tratado de reprimir.

Entonces la boca del más alto marco un tramo del cuello lechoso. Una gran marca rojiza y púrpura que no desaparecería fácil. Y luego fue por las clavículas, mientras quitaba el pañuelo y desabotonaba los botones.

Marcando el cuerpo de lirio, sin importarle lo exhibicionista que resultaría al día siguiente. Pero él ya no estaría para mañana, pues el plan que mantenía con Floch y el grupo de rebeldes se aproximaba.

Hasta que toda la parte superior de su gran capitán Ackerman estaba al descubierto, mostrando sus pezones erectos y las aureolas rosadas. Con su mano libre paseo por la piel blancuzca, delineó cada tramo desde la pelvis hasta uno de los pectorales, siguiendo la hermosa alineación de los trabajosos cuadros que por el ejercicio se formaron.

¿Quién diría que alguien tan delicado fuera tan fuerte?.

Los dedos ásperos de Eren pararon sobre uno de los pechos, jugueteando con el pequeño pezón entre sus dedos, mientras que Levi volvió a acaparar los labios. Besando de manera pasional y libidinosa.

Sus manos recorrieron los brazos fornidos, luego el cuello, y entre caricias encontró el comienzo del pantalón de Jaeger.

Su uniforme limpio estaba en el suelo, aunque eso le estuviera carcomiendo la conciencia lo dejo pasar, luego podría quejarse, luego vería que hacer; ahora, solo eran ellos dos. Tenían que disfrutarlo, sentirse llenos hasta la sofocación por realizar esas acciones indecorosas y pecaminosas. Para su propio placer, para su propio amor.

Con agilidad abrió la prenda, acariciando sobre esta el sexo del castaño. Y cuando creyó tener el poder de la situación, fue cuando Eren lo lanzó contra la colcha de la cama. No fue algo muy fuerte, pero si lo suficiente como para tomarle desprevenido.

Y pronto el peso del moreno hizo rechinar la madera. Trago saliva al verse acorralado.

¿Desde cuando Eren era tan grande?.

Sintió el jalón de sus botas, a lo que le siguió el sonido de la correa y el cierre de su propio pantalón. Todo esto mientras sus piernas estaban flexionadas, Eren entre sus muslos abriéndose paso y besos desesperados arremetiendo entre belfos.

Cuando menos lo espero ya estaba a mitad de camino el pantalón.

— Alza las caderas.

Con la mirada algo pérdida ejecutó la acción, y ahora sentía el frío de la celda contra sus piernas. Si hacía frío.

¿Eren siempre a sido tan caliente?.

Su ropa interior salió aun más fácil, dejando totalmente su cuerpo a merced del joven frente a él. No era la primera vez que tenían sexo, pero cada que lo hacían se sentía como la primera vez.

Y ahora, que sus vidas no eran las mismas, ahora que cada cosa era mortal para sus latidos. Era aún más importante sus uniones pasionales.

Las palmas morenas apretaron el interior de sus muslos, dejando a la vista el falo medio erecto y la abertura rugosa esperando por los dígitos del menor. Los ojos de Eren capturaban su imagen, mientras que sus pieles grababan la sensación; desde la manera en que respiraba, hasta la suave piel de su periné.

Pronto Levi tomo la acción de enredar sus dedos entre el moño mal hecho de Jaeger, acariciando su cuero cabelludo hasta los mechones sueltos que cosquilleaban en su frente. Hasta que el beso que se estaban dando se detuvo, pues sintió los dígitos húmedos con saliva en su ano. Primero fue el índice, la sensación de intromisión luego de tanto tiempo le dio ardor, pero entonces con facilidad este entró totalmente, provocando un gemido de satisfacción. El dedo embistió con lentitud, saliendo y entrando con cierta facilidad; luego el otro, ahora eran dos empujando en su entrada.

El pene de Ackerman comenzaba a tomar figura, endureciendo y alzándose. Pero sus ojos podían captar el bulto suprimido en la tela de Eren, pidiendo ser liberado aunque sea para no doler.

Entonces mientras la mano de el castaño se movía rítmicamente, con tres dedos empujando la cavidad anal, Levi acercó sus manos a el bulto, deslizándo la tela hasta que la erección morena se mostró.

Un quejido le hizo saber que podía torturarle amorosamente mientras que los dedos lo profanaban.

Y así lo hizo, tomando entre sus manos la carne, con suavidad dando vaivenes, mientras el prepucio dejaba descubrir el hermoso glande rojizo que Eren poseía.

Pero entonces una corriente lo tomo desprevenido, llegando de sus pies a la cabeza y haciendo que su vientre se contrajera, Eren había tocado su próstata dándole placer.

Tan solo se podía escuchar las respiraciones forzadas y los jadeos involuntarios.

¿Para qué hablar? Era mucho mejor mantener el silencio y dejarse llevar por sus toques, que tratar de resolver la complejidad de los problemas afuera.

Ellos estaban en una burbuja, lejos de los problemas que en los hombros los atormentaban; la muerte, el dolor, la decepción y el estrés.

Claro que luego de esa sección sincera de sentimientos, su burbuja se reventaria y todo volvería a lo difícil.

Pero no importaba, ¿Por qué ha de importar en ese preciso momento? Solo querían despedirse, entregarse, unirse y liberar lo contenido con el otro, con su amante, con su amor.

Porque era imposible mantenerse juntos todo el tiempo, suficiente tenían con el miedo de perder la vida de alguno en cualquier instante. No estaba mal hacer el amor. Aunque sea por una última vez.

— Eren... — Levi se esforzaba por no mostrar su voz quebrada. ¿Por qué tenían que aparecer pensamientos dolorosos cuando estaban juntos?.

En varias ocasiones se rompía, llorando mientras los besos del moreno le correspondían; porque no había otra persona que pudiera verle tan débil, vulnerable. ¿Acaso no podía reflejar que tenía corazón?.

Y el castaño demostraba su lado más dulce y amoroso.

Cosas que sólo podían confiarle el uno al otro.

¿El mundo seguiría siendo tan malévolo como para evitar que las personas transmitan sus verdaderas emociones, sin acciones contraproducentes?.

— Te... Te escucho... — fue su respuesta. Sabía muy bien que el capitán no era de hablar mucho mientras se unían, pero si lo hacía es porque estaba siendo atormentado.

Entonces los dedos salieron, el orificio por fin estaba dilatado y suelto. Las manos del ojiazul comenzaron a alinear el suave glande en la entrada, siendo mojado por un poco del líquido ensalivado. Eren se hundió con lentitud, sintiendo como la carne caliente lo envolvía, para luego alejarse. Y repetir lo mismo hasta que en la tercera siguió, haciendo que su miembro entrará de forma paulatina hasta la mitad.

— E-Eren... — las piernas del mayor se enrollaron tras la cintura del castaño, empujando el cuerpo de mastodonte sobre él. Haciendo que se incrustara en sus entrañas; sus manos acunaron el rostro del joven, ya no era un adolescente, ya no era un niño. Y sus labios se unieron besándole, con dolor en su pecho por lo que pronto diría:— No me puedes engañar... También se que no me lo dirás, pero... Esto terminará mal ¿Verdad?.

Los ojos estoicos entonces parecieron brillar, con un sentimiento de nostalgia y tristeza — No pienses en eso...

El falo de Eren volvió a tocar aquel punto que hacía gritar a Ackerman, retorciéndose del placer y el ardor gustoso que le provocaban las penetraciones.

— Tú no lo en-entiendes... Tengo miedo... — gimió al contraste del gruñido del ojiverde por la embestida profunda, el falo llegó a la base y ahora el golpeteo era húmedo— ¡Maldición Eren! Agh... ¡Tengo miedo de perderte!.

Si alguna vez llegaron a sentir frío dentro de esa celda, ahora no importaba. Pues el calor de las fricciones entre sus pieles dejaban caminos de sudor, provocando exhalaciones calóricas y suficiente abrigo para olvidarse del ambiente.

La voz de Levi se quebró al masturbar su olvidado pene. En la punta tenía líquido preseminal y su cuerpo era magullado con caricias armoniosas de Jaeger.

Tras decir esas simples palabras, el sexo no se sentía normal, ahora era algo distinto. Eran las sensaciones del dolor y el amor entre sí. Peleando por arrebatar un momento de los amantes.

¿Cómo no sentirse así? Tenía miedo de perderle, le había confiado su vida y el futuro por delante. ¿Qué hacer cuando Eren no estuviera? ¿No había otra salida para ser felices?.

Entonces vio la media sonrisa del moreno, mostrando una curvatura. Sus ojos se llenaron de lágrimas y no pudo detenerlas al sentir los besos en su rostro. Eren lo abrazo con todas sus fuerzas, embistiendo mientras lo besaba, mientras veía los rosados pómulos del capitán mojarse con lágrimas, hasta que los gemidos ahora eran sollozos bajitos. Hipeando y siendo callados por los labios que jugaban entre sí...

La opresión en la garganta de Eren se hizo peor.

— No llores... — musitó contra la boca del mayor, pero ¿Cómo no llorar?.

Estaba viendo el rostro monótono de Eren cambiar a uno que le traía buenos recuerdos, ¿Cómo no llorar? Lo perdería, no tendría libertad ni felicidad ¿Cómo no llorar?.

Hasta que la fricción se volvió descontrolada, dando penetraciones rápidas; el pene de Eren era engullido por el orificio de manera inmediata y la mano de Levi subió la intensidad al sentir próximo el clímax.

Y pronto el orgasmo los golpeó con todo.

Levi corriéndose entre sus vientres, siendo embestido aún más rápido; hasta que Jaeger eyaculo encajandose profundo.

Era como sentir irse de ese lugar por unos segundos y luego volver, como si el pecho se llenará tanto que pretende explotar y luego de soltar todo caer a la realidad.

La vista se comenzó a aclarar.

Estremeciéndose entre sí, estando unidos aún, dándose mimos y ligeros chupetones mientras podían.

Por que el mundo era un sitio cruel y si ellos podían disfrutar de su amor por minutos era todo lo que se podía pedir.

Por que el futuro no sería agradable ni suave con sus corazones.

•••

«Y puede saber que todo está destruido, todo a su alrededor es caos, destrucción y dolor. No sólo por la muerte de Eren, si no por el recuerdo de su última vez. De la última oportunidad donde pudieron estar juntos sin miedos ni complicaciones... Y... ¿Ahora qué?».

Una de las consecuencias del retumbar, fue la destrucción de la esperanza.

Lo que conlleva a romper corazones.

Pero la consecuencia más grande que pudo haberse llevado el nefasto retumbar; era el amor que dos amantes se tuvieron, corrompiendo sus cuerpos y almas, perdiendo personas que eran su vida.

Y Levi Ackerman es el sobreviviente de aquélla destrucción.

Por que el mundo fue cruel, la felicidad debía de salir a buscarse y la libertad una metáfora.

Por que sintió amor por un niño con gran poder, pero roto como él. Que de forma egoísta busco una meta, un sueño. Terminando con su vida.

Por que el futuro podía traer aun más aberraciones y dolores que no le afectarían más, pues todo lo que alguna vez amo y protegió no existía.

Solo le pedía a el universo, al cielo, a las estrellas. A un dios inhumano o al mismísimo demonio; que los volvieran a reunir, no en esta vida, quizás en otra. Y que lo perdonarán por haber ayudado.

Solo por un momento, para deleitarse con su mirada, para sentir el latir de su corazón y saber que este aun estaba vivo. Solo para saber que la cercanía con Eren, era como la sensación de la alegría y el más empalagoso abrazo que nunca había recibido.

Por que ahora solo era un cascarón vacío sin nada que lo llenase. Sin nada por lo cual luchar.

Solo eso le pedía a quien le escuchará.

— Lo perdí... — y se arrepentiría por la eternidad. Pues él ayudo a destruir la supuesta libertad buscada.

¿Cómo ver el cuerpo inerte de tú amante?

Frente a sus cuencas cristalizadas se desvanecía Eren Jaeger. Entre la penumbra del vapor; con una chica llorando a su lado y el desastre tras de ellos.

¿De verdad lo amo lo suficiente?

— Perdóname... Eren...

Y cayó de rodillas a la tierra, sin importarle nada más. Todo por lo cual lucharon.

Todo por lo que pasaron, para que le traicionará de aquella manera.

Terminando así.

Pues las consecuencias del retumbar, acabaron con su amor.

Fin.


Esta obra fue participante del Concurso final del manga Riren/EreRi.

Creado por rosariodll y Luisa_Ackerman.

Obra ganadora del 2do lugar.

¡Gracias por leer!.

¡Los quiero y adoro mucho!.