Cuando Erwin me comentó que salía con una chica me alegré por él, es mi mejor amigo desde la escuela y ya teníamos ciertos códigos, no hablábamos de cualquier chica, cuando decíamos estar saliendo con alguien es porque después de meses había luces de que esa chica fuera algo estable, por eso, cuando me dijo que la llevaría a la cena de Navidad supe que esa chica ahora era su novia, ese año celebraríamos aquella fecha en mi casa y año nuevo en la de Erwin y sus padres, como dije, somos como hermanos.

- ¡qué bien! Espero esta vez le dure, es momento de sientar cabeza, tu también deberías buscar una novia hijo, ya va siendo tiempo de que superes a ya sabes quién - mi madre decía mientras conversábamos en la cocina y yo le daba la noticia de la invitada de Erwin

- tsk, mierda otra vez con eso - apreté el puente de mi nariz frustrado

- ¡Levi! - me golpeó con el paño de cocina - ¿¡con esa boca cuando conseguirás una mujer decente!?

- supongo que puede que ahí tengas un punto, pero no es por Petra que aún estoy soltero

- ¿ah no? ¿Y entonces? - Mi madre llevó sus manos a su cintura y me miró elevando su ceja

- ¡mamá Petra fue en la secundaria!

- ¡y no has tenido novia desde entonces! - agitó el paño de cocina como protesta, ese trapo sirve para acentuar cualquier emoción de mi madre

- porque ninguna ha llamado mi atención para una relación, y bueno, he estado ocupado, estudiando, trabajando, estudiando un postgrado, trabajando...

- hijo... - dejó caer sus brazos a ambos costado y me miró condescendiente - quizás es porque las chicas no te gustan, ¿Sabes que puedes contarme lo que...

- ¡Mierda! ¡Mamá! - cubrí mi rostro ofuscado - ¿crees que no te lo habría dicho? ¡No es eso!, he salido con otras mujeres, ¿quieres sus nombres? ¿O quizás que en vez de decirte que me quedaré trabajando o donde Erwin, te diga que iré a pasar la noche con una chica que probablemente no vuelva a ver más que un par de veces?

- ¿pero cómo es que ninguna de esas es material para novia según tú? - me miró confundida

- no lo sé, son buenas chicas sólo que... No lo que busco, alguien con quien tener cosas en común, ser yo mismo, es todo, supongo que cuando la tenga frente a mi lo sabré, quiero no tener duda alguna de que quiero pasar el resto de mi vida con ella, de lo contrario entonces no vale la pena

- eres igual a tu padre - su rostro cambió para sonreír con nostalgia - tu abuela tuvo una conversación muy similar a esta cuando notaba que él no tenía novia, ella me lo contó el día de nuestro matrimonio, tuvimos nuestra primera cita y entró corriendo a casa, abrazó a tu abuela y le dijo "la encontré, es ella", un año después nos casamos y un año después de ese naciste, él sigue siendo el indicado.

Mi padre falleció unos años atrás de una enfermedad fulminante afortunadamente, lo digo porque su sufrimiento fue breve, ver a las dos personas que más amo en la vida ser separadas por la muerte de esa forma simplemente me rompía en pedazos, entonces también supe que si llegaba a tener una pareja debía saber que mi madre está incluida en el conjunto Ackerman.

- no, ella es extraña igual que tú

Dijo Erwin riendo a carcajadas cuando pregunté por lo que su novia preferiría comer en la cena, mi madre hacía la lista de víveres para la navidad, "extraño", era como me decía Erwin por mi dieta vegetariana, ya que él es un maldito hombre de las cavernas que prácticamente pide su cena aún respirando, desde que comencé ese nuevo hábito alimenticio y me sentí bien mi madre se sumó, por lo que es necesario preguntar qué comen las visitas pues carne en esta casa no hay. Al saber que esta chica es vegetariana con mi madre nos esmeramos en hacer una excelente cena, Erwin sólo necesitaba un trozo de carne asada y puré picante. Ayudé a mi madre en la cocina, ayudé, porque haciendo no soy bueno, no tengo buen manejo de los alimentos si no es como comensal, por eso fui su asistente, pusimos los regalos en el árbol y terminamos con las decoraciones de última hora.

- mamá olvídalo - protesté saliendo del baño

- ¡vamos! Si no la usas me veré estúpida, y no querrás que tu madre luzca estúpida ¿verdad? - me seguía con una estúpida bufanda navideña

- entonces quítatela y asunto resuelto - dije y en ese momento sonó el timbre - iré a abrir

Mientras me dirigía a la puerta, mi madre me atacó por detrás con la condenada bufanda, enrollándola alrededor de mi cuello frente a la puerta, cuando mis manos fueron a sacarla ella abrió.

- ¡hola hijo! - saludó a Erwin y entonces ya era demasiado tarde, ya me habían descubierto con la ridícula prenda, qué caso tenía - adelante

- ¡querida tía Kuchel! - Erwin la abrazó con cariño al ingresar a mi casa y entonces también me abrazó, sabía que odiaba eso pero como siempre le valía y lo hacía de todas formas - ¡qué bien te ves Levi Navideño!

- tsk - le lancé una mirada asesina a mi madre quien se cubría la boca para ocultar su risa burlona

- familia quiero presentarles a mi prometida - "prometida" era una palabra que jamás habíamos usado en nuestra amistad, nunca habíamos tenido una mujer a la cual dar ese título, por lo que dejaba en claro que iba muy en serio - ven cariño, ella es Mikasa

Mis ojos se posaron en ella y el tiempo se detuvo, todo se volvió silencio y lo único que pude oír era el latido de mi estúpido y frenético corazón, "¿es en serio Levi? ¿Toda la vida esperando a la indicada y la indicada resulta ser la indicada de tu mejor amigo?", pensé mientras ella taladraba el fondo de mi alma con esos ojos de luna por los que podría haber muerto ahí mismo, su melena azabache brillante bañándola con perfección, sus facciones delicadas y claramente asiáticas la hacían única, sus labios esbozaron una sonrisa preciosa que hizo que mi corazón volviera a subir su ritmo y sentí mis mejillas arder.

- ¿Levi? - mi madre me trajo de regreso a la realidad asistida por temporizador del horno, las galletas estaban listas

- dis...disculpen, la campana... Digo, el temporizador me distrajo - le extendí la mano a aquella mujer que no tenía idea que me había desarmado la vida.

- vamos hijo, es la prometida de Erwin, has una excepción y dale un abrazo de bienvenida a la familia.

¿Mierda podría ser peor? Ella me miró claramente incómoda por incomodar al idiota con problemas sociales y torpemente la abracé, ¿Cómo abrazas a la prometida de tu mejor amigo sin acusar un inapropiado interés? Pensaba mientras la rodeé con mis brazos sin saber cuantos segundos debía permanecer ahí sin que notaran que realmente quería abrazarla, mierda, sí, podía ser peor, sentí el suave contacto, su cuerpo era no sólo atractivo si no además cálido y su aroma, ese perfume dulce, más dulce que las galletas en el horno, me hicieron querer quedarme ahí con ella para siempre, ¿puedes sentir algo así por alguien que no conoces en lo absoluto? ¿Por la prometida de tu mejor amigo, tu hermano?

Lamento no poder decir que salí victorioso después de ese bochorno pero el resto de la velada fue un tropiezo tras otro, trataba de evitar a Mikasa pero a veces me era imposible, era un imán que atraía mis ojos irremediablemente, fue imposible no ruborizarme cuando dijo que era la mejor comida vegetariana que había probado. Erwin fue al auto por los regalos y Mikasa entró a la cocina por un vaso de agua

- linda bufanda - dijo mientras se servía el vaso y yo la esperaba para seguir lavando los platos

- eh...¿Esto?...fue idea de mi mamá, mi madre - ¿Levi Ackerman se puede ser más torpe? Les adelanto que la respuesta es sí.

- me parece linda, y me parece lindo que lo hagas por ella, tu madre es dulce, bueno, los dos...ahora entiendo porque son la familia favorita de Erwin, incluso más que la suya.

Los Smith son una familia rica común, Erwin quería estudiar fotografía igual que yo, pero viene de un linaje de médicos de prestigio que no lo iba a dejar descarriarse, los estándares estrictos de los Smith eran principalmente una de las razones por las que Erwin todavía no tenía esposa, ellos no dejaban de rechazar a cada mujer que no fuera Hange, la hija de otra poderosa familia de médicos, que hayan aceptado a Mikasa debía ser un milagro pues una profesora de primaria cuyos padres tienen un restaurante de comida en Japón no era precisamente un "buen partido" para Erwin. Sus dedos tomaron el extremo de mi bufanda que colgaba sobre mi pecho, sus dedos gentiles me hicieron ser presa de los nervios, quise decir tantas cosas pero las palabras se peleaban con mi lealtad dentro de mi boca y nada lograba salir, fue un momento tan íntimo entre dos perfectos desconocidos ¿Cómo es que alguien que es primera vez que veo puede hacerme sentir emociones tan intensas?

- ¡llegó Santa!

Erwin exclamó ingresando a la sala con las bolsas rompiendo nuestro extraño momento. Nos sentamos frente al árbol esperando a la media noche, frente a mi, Mikasa rodeada por un brazo de Erwin adornada de las doradas luces difusas de la decoración festiva era cual ángel, su voz dulce y gestos delicados, su sonrisa era tan bella que me dejaba sin aliento, imagino que sus besos deben ser suaves, y cuán glorioso debía ser amanecer con ella entre mis brazos, ella era todo lo que quería esa navidad y todas las siguientes, y aún así, era lo único que no podía permitirme desear. Mi madre fue a la cocina faltando un par de minutos para las doce, como era ya tradición, yo finjo no notar como ella desaparece para encender las velas de un pan de pascua al cual no le pone frutas confitadas para hacerlo "mi torta" pues las detesto, Erwin abre un whisky y sirve los vasos, cuenta una anécdota divertida de nuestra estupidez de juventud para mantener mi atención y evitar que voltee antes de tiempo para sorprender a mi madre que camina con lentitud para evitar que las velas se apaguen antes de tiempo, yo sumo detalles a esa historia de cuando nos embriagamos por primera vez con el fino whisky irlandés que robamos del bar del padre de mi mejor amigo, entonces el repentino apagón de luces por parte de mi madre da la señal de que debo fingir sorpresa, Erwin saca su teléfono celular para inmortalizar la incomodidad en mi rostro que no sabe que hacer mientras la canción del cumpleaños sale de sus bocas, en mi confusión, mis ojos se encontraron con los grises orbes de Mikasa, ahora tocada únicamente por la tenue luz de las velas que abría una ventana entre las tinieblas, donde ella resplandecía como la luna en el manto nocturno, me sonrió y no pude evitar responder, ahí suspendidos en el tiempo me di la sutil licencia de expresarme en esa sonrisa adolescente que ella respondió con tanta ternura.

- ¡pide un deseo hijo! ¡Uno grande pues es de navidad y cumpleaños!

- ¡eso! ¡Un deseo que realmente quierasLevi!

"¿un deseo? Mikasa, pensé, fue lo único que asaltó mi mente, jamás he pedido un deseo de Navidad y menos de cumpleaños, siempre finjo pensar en algo cuando sólo cuento hasta cinco y soplo las velas, esta vez ella estaba sentada frente a mi y sí, era lo único que podía desear, ese era mi deseo, soplé las velas, lo que trajo la pequeña ovación de los asistentes a mi vuelta solar, ya a media noche era oficialmente 25 de diciembre y unificar la navidad y mi cumpleaños se había vuelto parte de la tradición, abrimos los regalos y yo tenía un par extra por cumplir un año más, Erwin me regaló ese lente de precisión que había estado buscando por todos lados para mis fotos de fauna, y mi madre como siempre algo que yo disfrutaba mucho.

- ¡"in rainbows"! ¡Gracias mamá!

La abracé cuando rompí el papel navideño que envolvía el vinilo del álbum de Radiohead que faltaba a mi colección, es mi banda favorita y una vez que escuché el sonido de un tocadiscos supe que debía subir de nivel mi acústica.

- ¡mira eso! A ti también te gusta esa banda depresiva ¿verdad amor? - Erwin le dijo a Mikasa quien lo golpeó bromeando en el brazo.

- ¡no es depresiva! - dijo ella

- ¡Tú no entiendes! - exclamamos ambos al unísono mirándonos al instante

- bien, bien, ustedes ganan - dijo Erwin levantando las manos en rendición y riendo - ¿porqué no pones el vinilo Levi? No me entusiasma pero es tu cumpleaños y a Mikasa le gusta también.

Inicié con una de mis canciones favoritas de ese álbum, sólo para oír como Mikasa decía lo mismo a penas comenzó a sonar, mi madre solicitó la foto anual del momento y puse mi Polaroid en el trípode.

"I'm a moth, who wants to share your light

Soy una polilla que quiere compartir tu luz

I'm just an insect, trying to get out of the night

Solo soy un insecto, tratando de salir de la noche

Only stick to you

Sólo adherido a ti

Because there's no others

Porque no hay nadie más"

Enfoqué y encuadré con el lente, tendría una foto con Mikasa, ella luciendo tan hermosa, apreté el temporizador y fui a abrazar a mi madre, unos segundos y el flash nos cegó expulsando luego la fotografía lista para ser vista por los protagonistas.

"You're all I need

Eres todo lo que necesito

You're all I need

Eres todo lo que necesito

I'm in the middle of your picture

Estoy en medio de tu fotografía

Lying in the reeds

Acostado en los juncos

It's all wrong

Está todo mal

It's all right

Está todo bien"

Ahí estamos todos, la fotografía más hermosa de todas las festividades sólo porque ella estaba ahí.

- puedo ver que eres un buen fotógrafo, nunca salgo bien en las fotografías

- gracias - fue lo único que pude decir porque no podía decir lo que realmente pensaba, que era imposible que alguien tan bella pudiese verse mal en una fotografía.

La noche terminó, y esta vez dado el hecho de que ya nos habíamos abrazado no tuve necesidad de fingir un contacto más cercano con Mikasa y sólo la abracé al igual que a Erwin cuando se despidieron, cerramos la puerta y volví al tocadiscos para reproducir nuevamente aquella canción, la música comenzó y exhalé, mi madre se paró junto a mi como deduciendo que iba a decir algo al respecto, en silencio y expectante.

- ¿recuerdas lo que dijiste de papá? ¿Eso de que cuando ustedes se conocieron corrió a decirle a la abuela que había encontrado a la indicada?

- ajá

- bueno, tenías razón, sí soy igual a mi padre, sólo que en mi caso la indicada es la indicada de mi mejor amigo

- pude notarlo por como la mirabas hijo

- ¿y qué se supone que haga? Debería estar feliz por Erwin ¿no?.

Supongo que incluso las madres a veces no tienen las respuestas a las encrucijadas de sus hijos, sólo me abrazó. Ahí comenzó la terrible ordalía de olvidar a Mikasa y enfrentar mi fracaso en cada intento, sobre todo debido a que Mikasa llegó a desarmar nuestro dueto y volverlo un trío, era un desafío no enamorarme cada vez más de la prometida de mi amigo, ocultar que esperaba ansioso el momento de vernos para comer y que ella asistiera, Erwin y yo veíamos todos los partidos de fútbol nacional, yo odio el fútbol pero lo hacía para pasar tiempo con él, siempre bebíamos unas cervezas, veíamos el juego y luego conversábamos largo rato, ahora mientras Erwin discute con la pantalla, Mikasa y yo conversamos fluidamente entre intercambios de sonrisa y miradas furtivas, bebiendo algo hasta que Erwin se nos une al salir del trance futbolístico, esos momentos realmente eran una tortura necesaria, a veces me preguntaba seriamente qué tan masoquista podía ser, en esos lugares los decibeles de la música impide una conversación a distancia, en el burdo intento de mantener el diálogo Mikasa incluso había llegado a hablarme al oído erizando mi piel cuando su voz y su aliento cálido me alcanzaban, un sólo giro de mi cabeza y entonces sus labios rozarían los míos, además, se sonroja cuando bebe y a veces, recoge su cabello en una coleta descubriendo por completo su rostro, enseñando su esplendor y yo podría morir por ella. Consiguió para mí un trabajo que no necesito pues en la agencia me va bastante bien, pero accedí sólo por ella, tomaba fotografías de los mocosos de la escuela donde ella trabaja, reconozco que disparé mi cámara tantas veces sin que ella lo notara, simplemente me fue imposible evitar inmortalizar esa expresión tan dulce de ella cuidando de sus alumnos, tengo una de esas fotografías oculta en el vinilo de aquella navidad.

Un día Erwin me pidió que fuera a ver a Mikasa a su departamento, él insistió en su matrimonio con ella ante sus padres y ellos armaron un escándalo, fingieron aprobar la relación inicialmente pues pensaban que tarde o temprano se le pondría fin a ella, esa noche Mikasa fue insultada por los Smith y obviamente Erwin no permitiría eso, fue a dejarla a su casa para volver a enfrentar a su familia, él era un buen novio, siempre cuidaba de Mikasa y la consentía sin que ella exigiera nada, verlos juntos era un jodido puñal en mi pecho, era una cruel bofetada del destino, eran perfectos, yo no dejaba de pensar en que sería más perfecto conmigo en lugar de él, una mierda de persona, lo sé, pero como dije, nos volvimos como los tres mosqueteros, así que Erwin me pidió hacerle compañía a Mikasa aquél día pues estaba muy afectada, cuando llegué a su casa ella estaba de hecho, usando su pijama y evidentemente había estado llorando.

- ¿me acompañas? - me preguntó viéndome con su mirada triste

- sí pero...¿A dónde? - la seguí por una escalera que ella desplegó desde el techo

- este es mi lugar - me sonrió ingresando al ático - es algo infantil pero aquí también podemos oír vinilos de "Radiohead".

Era un espacio pequeño que contaba con un sillón, un mesa pequeña y un tragaluz que a esa hora de la noche permitía ver el manto nocturno salpicado de estrellas, tenía pequeñas luces rodeando el lugar e incluso cortinas de pequeños y dorados brillos.

- ¿eso es...? - dije apuntando a algo que llamó mi atención de ver en pleno mes de Agosto

- ¿un árbol de navidad? Sí, amo la navidad así que este es mi pequeño espacio donde es navidad todo el año ¿patético a mi edad no? - dijo ella mientras hacía la selección musical que iba a ser nuestra banda sonora

- no, no, no es patético pero...¿Puedo preguntar porqué? - indagué sentándome en el pequeño sillón mientras ella se me unía, una canción muy entrañable para mi fue su certera elección en aquel momento.

"I'm not living

No estoy viviendo

I'm just killing time

Solo estoy matando el tiempo"

- mis padres trabajan mucho y esa es la únicafecha en que estamos los tres juntos, la última navidad, en tu casa, era la primera que pasaba fuera, en esas noches todo está bien, todo es alegría y familia - se reclinó junto a mí para ver las estrellas, ahora entendí porqué dijo aquello sobre mi bufanda, Mikasa es una chica de amores dulces, es una muchacha de familia y amistades curtidas con tiempo.

- bueno, la próxima puedes invitarlos - dije sin dejar de ver su perfil, imagen similar a la de aquella noche, entre luces festivas y oscuridad, cincelada con dedicación celestial, preciosa.

"your tiny hands

Tus pequeñas manos

Your crazy kitten smile

Tu alocada sonrisa felina"

- no creo que haya una próxima Levi, a quien quiero engañar, Erwin y yo...eso jamás va a pasar, sus padres jamás van a permitirlo y la verdad, estoy agotada de pelear, de demostrarles mi valor, no es como debería ser vista por la familia de la persona con la que quiero casarme, además... - me miró con esos ojos de Luna que hicieron mi corazón desbocarse con locura -... Erwin y yo somos muy diferentes, lo único que él y yo tenemos en común eres tú.

- justamente, Erwin y yo somos muy diferentes y aún así somos los mejores amigos ¿no?

- lo sé, tú eres más...como yo - sonrió y tuve que desviar la mirada o de lo contrario iba a ruborizarme, al hacerlo noté una serie de fotografías que ella tenía en su pared

- esa foto es la de aquella navidad ¿no? - señalé y ella asintió sonriendo, nos acercamos para poder verla, ahora que llevaba tiempo de conocerla parecía aún más bella que aquel día - ¿y ésta es...?

- cuando fuiste a tomar fotografías a mis alumnos - ella me acercó una fotografía donde estábamos los dos rodeados de niños, la saqué porque ella insistió en que apareciera yo en al menos una foto - me gusta porque estás sonriendo, nunca lo haces y te ves bien, deberías hacerlo más seguido.

"just don't leave

Sólo no te vayas

Don't leave

No te vayas"

El silencio fue lo único que salió de mis labios, sentí que el rubor fue inevitable ante aquellas palabras, ¿era un cumplido?, Supongo que porque somos amigos ¿no?, los amigos pueden decirse aquello sin que signifique coquetear.

- lo siento - miró a otro lugar claramente avergonzada también y entonces simplemente deje de pensar, saqué las barreras de mi corazón y lo dejé hablar por mi mente.

- no, está bien, tú también te ves hermosa cuando sonríes, espero ésta sea la únicaocasión que te vea así, aunque me gustas incluso con los ojos llorosos, me gustas más cuando sonríes

"and true love waits

Y el amor verdadero espera

In haunted attics

En áticos encantados"

Ella me miró nuevamente, los ojos abiertos de par en par, supe que pasé el límite y pensaba cómo zafar del entuerto, en un pestañeo ella pareció calmarse y fue a la mesita junto al sillón, donde había una bolsa de dulces.

- ¿manzana o fresa? - ofreció, y yo sin entender seguí la corriente, quizás la hice sentir tan incómoda que prefirió cambiar de tema sin reparo en ocultarlo.

- manzana - tomé una paleta y ella dejó las demás, tomó mi rostro en ambas manos y señaló con sus ojos hacia el cielo, seguí con mi mirada la trayectoria de sus cenicientos orbes, una ramita decorativa de muérdago se mecía sobre nuestras coronillas, dejó caer en mi boca un beso suave, tan suave como me había imaginado que ella besaba, más dulce que la paleta que me había ofrecido, paleta cuya presencia no entendí hasta volver a prestar atención a la banda sonora que nos envolvía.

- tú también te ves lindo cuando te sonrojas, cuando tomas fotografías de niños, cuando hablamos en un ruidoso bar y evitas girar tu rostro mientras te hablo al oído para no generar un roce incorrecto de nuestros labios, la forma en que hueles mi cabello al darme un abrazo al saludar o vienes a consolarme, tú también me gustas incluso cuando estás serio la mayor parte del tiempo.

"and true love lives

Y el amor de verdad vive

On lollipops and crisps

En paletas de caramelo y papitas"

¿Qué estoy haciendo?Mi mente se bombardeaba con cavilaciones mientras mi cuerpo no respondía a nada más que un nuevo beso de "la indicada" ¿Cómo es que algo tan incorrecto se sentía tan bien? Es justo aquí donde quiero estar, es justo aquí donde pertenezco, este es justamente el deseo de navidad que pedí. Entre besos me rodeó con sus brazos y no pude evitar ceder a ese contacto que había imaginado desde el último veinticuatro de diciembre, ese que tanto había anhelado, su cuerpo era más acogedor de lo que me atreví a pensar, ese aroma entre azucarado y especiado era todo lo que podía oler, besaba robándome el aliento que ha sido suyo desde hace meses, sentí una tibia humedad dar un toque salobre a aquella unión, abrí los ojos para verla y ahí estaba coronada de luces festivas, las mismas que hicieron resaltar el brillo en sus lágrimas.