El fin de semana salgo con mis amigas, justo un día después de que Stiles me obligo ser su cita para el baile, aprovecho que tomamos un descanso de hacer compras y vamos a tomar un chocolate caliente en Starbucks para contarles a mis amigas lo que el idiota de Stiles me hizo.
— Ya que pusiste el tema. — Allison deja su taza de chocolate caliente en la mesa. — ¿Por qué Stiles y tú se odian tanto? —
Lydia pone los ojos en blanco y Kira parece igual de curiosa que Allison, ambas chicas son relativamente nuevas en el pueblo, Kira llego hace dos años y Allison apenas unos meses, entiendo que para ellas es extraño que odie tanto a Stiles cuando parece que él es un buen chico (Pobres ingenuas e inocentes son mis amigas), por otro lado Lydia fue mi primera amiga, ha sido mi mejor amiga desde los nueve años, ella está bastante informada de la guerra que tengo con Stiles.
— Bueno. — Bajo la mirada a mi chocolate. — Él simplemente es un idiota. — Se siente vacía mi respuesta pero seguía siendo verdadera.
— ¿Siquiera recuerdas porque empezaron a discutir? — Pregunta esta vez Kira.
Ahora que lo pienso no recuerdo que fue lo que empezó todo este odio mutuo, supongo que desde siempre ha sido así, algunas veces no te agrada alguien solo porque si, ¿no? No parece que se necesite motivos para que nos odiemos.
Me encojo de hombros. — Chicas, no me gusta hablar de Stiles. —
— Pero siempre eres tu quien lo menciona. — Dice Kira.
— Eso no es cierto. — Me defiendo alzando un poco de más mi voz.
— Si, lo haces, Mal. — Lydia me pasa el muffin que compro para compartir. — ¿Has pensado que tal vez él te gusta? — La miro como si estuviera loca. — No me mires así, Mal, ¿nunca has oído que del odio al amor solo hay un paso? —
— Es la mayor estupidez que oído alguna vez en mi vida. —
La rubia-fresa ríe. — Solo piénsalo, Malia, tú y él siempre han estado cerca, conocen todo del otro, y aun cuando dicen que se odian siempre están para el otro cuando no están bien, como cuando te rompiste el brazo y Stiles te visitaba todos los días a pesar de que te acaba de ver en la escuela, estuvo ayudándote con tu tarea e incluso hacia tus deberes de la casa. —
— Es lo menos que podía hacer, mi brazo se rompió por su culpa. —
— ¿Qué hay cuando en mi fiesta de 15 jugamos a la botella, a Stiles le toco besar a Lauren Denali pero ella se negó diciendo que Stiles era feo, y tú te levantaste, fuiste con él y lo besaste frente a todos nosotros? —
Me sonrojo levemente ante el recuerdo. — Solo yo puedo molestarlo y decirle cosas malas. — Susurro muy despacio pero Lydia me oye claramente. — Y no fue un beso, solo fue un toque de labios. —
— Los conozco desde hace mucho tiempo. — No me gusta donde quiere ir con esto. — ¿Sabes que creo que pasa con ustedes? — Niego con la cabeza. — Creo que se gustan desde que son pequeños, muy pequeños, se gustaron antes de siquiera entender que significaba, y como cualquier niño confundido y asustado de esos nuevos sentimientos se volvieron crueles entre ustedes para tratar de ignorar lo que de verdad sienten y asegurarse de no avergonzarse. —
— Oh, entiendo. — Dice Allison. — Como cuando dicen que si un niño te jala del cabello es porque le gustas. — Pues a mí no me gusta para nada como ella y Kira parecen estar de acuerdo con Lydia.
Espero que me digan están bromeando, pero no lo hacen, y de pronto me siento demasiado incomoda, nada de lo que dijeron tiene sentido para mí, entre ellas parece que si lo tiene, empiezo a pensar que están locas, las amo, pero están locas.
— Me equivoque con respecto a lo del odio y el amor, realmente es esto lo más estúpido que he oído. —
….
Evito a la perfección pensar sobre la incómoda conversación que tuve con mis amigas el resto del día, pero en la noche, cuando ya estoy en la cama, no se me hace tan fácil ignorar lo que dijo con tanta seguridad mi mejor amiga.
Era estúpido, realmente era muy tonto pensar que puede haber una mínima posibilidad de que me guste Stiles, él es un completo idiota, lo ha sido desde siempre… bueno, Lydia tuvo la razón en que Stiles no fue tan idiota cuando mi brazo se rompió, las cuatro semanas en que dure con el yeso fue el tiempo más largo en que no discutimos, por un momento parecimos casi amigos. Luego de la escuela Stiles me traía dulces y me ayudaba con la tarea para después hacer mis deberes que consistían en tirar la basura y limpiar mi cuarto, él no me dejaba mover, me decía que descansaba mientras él limpiaba mi habitación.
También recuerdo que a los cinco años, en la fiesta navideña de mis padres, unos niños mayores me estaban molestando porque mi mamá me había puesto un ridículo vestido de volantes (La verdad si me veía muy tonta) y me lanzaron una bola de nieve, Stiles se acercó y le grito a los niños que me dejaran en paz, como ellos eran mayores molestaron a Stiles y lo tiraron al suelo, me enoje mucho y golpe a los dos niños insoportables en la espinilla, ellos me iban a regresar el golpe pero una mujer les llamo, aproveche que se distrajeron y agarre a Stiles de la mano, fuimos a la cocina que estaba vacía, no hablamos mucho entre nosotros pero le di una galleta (Sabia donde mi mamá las escondía) como agradecimiento por defenderme, antes de agarrar la galleta, Stiles me quito la nieve del cabello, después agarro la galleta y la partió a la mitad, dándome una parte a mí.
Cuando teníamos diez años, nuestros padres pensaron que sería divertido pasar la navidad fuera de Beacon Hills, se juntaron y alquilaron una cabaña en las montañas, Stiles y yo no estábamos nada felices de tener que pasar las vacaciones juntos (Más de lo habitual), discutimos casi todo el tiempo, en noche buena nos permitieron abrir un par de regalos, ambos recibimos unos asombrosos drones y emocionados fuimos afuera a jugar con ellos mientras nuestros padres se quedaron dentro bebiendo vino, como era de esperar no paso mucho tiempo hasta que empezamos a pelear, yo me enoje tanto que usando mi dron golpe el de Stiles, él no tardó en responder el golpe, nuestros nuevos juguetes cayeron al suelo, Stiles me grito que siempre arruino todo, enojada agarre una bola de nieve y se la lance, obviamente eso dio inicio a una guerra de nieve, terminamos tan cansados que caímos al suelo, uno al lado del otro y empezamos a reír, porque resulta que entre todo ese desastre nos divertimos bastante y él me dijo que soy buena lanzando, lo que me hizo sonreír, fue la primera vez que admitió soy buena en algo.
Cuando entramos a la cabaña encontramos a nuestros padres dormidos, como estábamos helados Stiles me llevo a la cocina y me hizo chocolate caliente, mientras esperábamos que estuviera listo, Stiles noto que yo estaba temblando, sorprendiéndome se acercó y sostuvo mis manos cerca de su boca, hecho aire caliente, luego las floto, yo solo me quede viéndolo, no entendí porque pero mi pulso se aceleró, y cuando Stiles alzo la mirada a mi estuvimos viéndonos a los ojos lo que pareció una eternidad, me sentí como hechizada, por unos segundos Stiles bajo la mirada a mis labios, eso lo hizo alejarse de mi con una rapidez asombrosa, me sentí decepcionada sin sentido aparente, Stiles sirvió el chocolate y pasamos el resto de la noche juntos pero en silencio, lo que quedo de las vacaciones logramos pasarla sin discutir, y de hecho nos divertimos jugando con nuestros nuevos juguetes y nuestros padres, fue una de las mejores navidades de mi vida.
Y justamente fue la última navidad que pasamos con nuestras madres.
Eso me hace recordar algo, me levanto de la cama, busco en mi closet hasta que doy con una caja de zapatos, regreso a la cama, abro la caja, aparto papales, fotos y demás cosas de mi niñez, cuando encuentro lo que quería siento una opresión en mi pecho, agarro una cadena que al final tiene el colgante de un copo de nieve, Stiles me lo regalo para mi cumpleaños número doce (El primer cumpleaños sin mamá), todos en la fiesta (Mi papá insistió en hacerme una fiesta a pesar de que yo no quería) cuando lo vieron pensaron que fue una indirecta al apodo que él tiene para mí (Reina de hielo), yo sabía que no era eso, busque sus ojos y cuando lo mire lo confirme, el verdadero significado de este regalo era para que siempre recordara la última navidad que pasamos juntos, de nuestra guerra de bolas de nieve, no le agradecí a Stiles por el regalo, nunca lo use pero si lo guarde.
Siempre que veo el collar hace que mi corazón se acelere.
Puede que Stiles no siempre sea tan idiota, tan malo e irritante, a veces tiene sus buenos momentos, debo admitir que a veces parece que se preocupa por mí, que tiene bastante paciencia conmigo, me dolió mucho cuando en el funeral de nuestras madres me dijo que no quería volver a verme nunca, porque la verdad no quiero una vida donde él no este. Cuando era pequeña, y Stiles me ignoraba, para llamar su atención lo molestaba y funcionaba, él centraba su atención para mí y no me importaba que fuera para discutir, era preferible eso que…
Ay no, me gusta Stiles Stilinski.
….
Los siguientes días me la paso evitando a Stiles, ahora que soy consciente de mis sentimientos me era difícil verlo y actuar como si nada, toda mi vida pensé que me gustaba molestar a Stiles porque lo odiaba, no porque era una tonta niña que no sabía cómo actuar correctamente ante sus sentimientos, me siento tan estúpida, y también enojada con Lydia, yo era feliz engañándome a mí misma, estaba bien con mi relación de odio con Stiles.
¡Estaba muy bien!
Ahora no sé qué hacer, puede que a mí me guste Stiles pero sé que él no siente lo mismo, él está enamorado de Lydia, mi mejor amiga, para él no soy más que la odiosa chica que sus padres le han obligado aguantar todos estos años, soy un dolor de cabeza para él, apuesto que su odio si es completamente sincero… lo mejor que puedo hacer es mantenerme lejos de él, al menos hasta que pueda volver actuar como si lo odiara, lo que menos necesito es que él tenga la oportunidad de humillarme y burlarse de lo que siento.
— Ajam, puede ser un buen plan, solo que olvidas iras al baile con él. — Me dice Lydia luego que le cuento todo. — Stiles disfruto mucho cuando se lo dijo a Theo el último día de clases. —
Ese día Stiles se había acercado demasiado a mi rostro, sentí su aliento en mis labios, pensé en besarlo, de verdad estuve tentada a hacerlo, apenas y logre salir bien de eso, qué bueno que desde entonces no lo he visto más que un par de veces, y todas han sido porque Scott nos pidió nuestra ayuda para prepararse para el baile, nunca hable con Stiles o siquiera lo mire, no fue fácil pero lo logre, parece ser que soy muy buena haciendo la ley del hielo, dudo mucho que Stiles sospeche que pasa conmigo.
Miro molesta a mi amiga. — Esto es tú culpa. —
— ¿Por qué? — Se hace la inocente mientras sigue envolviendo regalos, yo la estaba ayudando con eso, estamos en su casa, envolviendo los regalos que donaremos a los niños huérfanos, es así como conoció a Jordan Parrish, gracias a mi porque fui yo quien la convenció de que me acompañara y donara.
— ¡Sabes que nunca hubiera llegado por mí misma a la conclusión de que me gusta Stiles! —
— Ten, este combina con ese papel. — Ella me pasa un listón rojo. — Y sobre lo de Stiles, sé que eres una chica lista, muy terca, pero lista, tarde o temprano ibas a darte cuenta que rechazas a todos los chicos que se te acercan porque tu corazón pide por Stiles. —
— ¡No, claro que no, estaba bastante segura que era alérgica al amor! —
Ella ríe, claro, para ella es divertido, no le gusta su peor enemigo. — ¿Has pensando en decirle lo que sientes? —
— Ni que estuviera loca, todos sabemos que... — Bajo la mirada, me siento un poco triste ante la verdad que sale de mi boca; — Que él te ama a ti. —
— No me ama, cree que lo hace. — La miro curiosa, ella suena demasiado segura. — Y no debes rendirte antes de siquiera jugar, no olvides que todo puede pasar en navidad cariño. —
