Nota de las autoras: ¡¡Lo sentimos mucho por tardar! Aquí tenéis el capitulo. ¡¡Muchas gracias por las críticas!
Capitulo 4
Dio un paso y fue hacia la mesa de Slytherin, al llegar allí ya todo el Gran Comedor la miraba. No era normal que una Gryffindor fuera a la mesa de las serpientes. Se acercó a Snape y le susurró algo al oído, que hizo que este sonriera maliciosamente. Luego se fue al lado de Malfoy y le volvió a susurrar lo mismo, haciendo el mismo efecto que en su compañero. Señalo imperceptiblemente con la cabeza hacia los meroderadores, y asintió. Xaica sonrió burlonamente y se dispuso a salir del Gran Comedor. Cuando salió, al poco rato los dos Slytherins anteriores salieron apresuradamente de allí, y todos se preguntaban…. ¿Qué les abría dicho Rayne para que salieran así?
-¿Habéis visto como nos han mirado? - tartamudeó Peter - No me da buena espina todo esto…
-¿Qué les habrá dicho Rayne que se han puesto así de contentos? - preguntó James
Remus alzó una ceja - Obvio, una venganza por lo que le habéis hecho a Forbes…
-Para cuando tengan la venganza, nosotros habremos ideado un plan para que no se lleve a cabo - murmuró Sirius mirando hacia Lily, Laura, Jean y Alan.
-¿Qué ha sido eso?- Preguntó Lau sorprendida- ¿Por que se ha ido a la mesa de las serpientes, ha hablado con Snape, con Malfoy y se ha ido así de tranquila como si no hubiera pasado nada para que luego, al cabo de un instante que ella hubiese salido por la puerta salieran los otros dos? - soltó de carrerilla y los otros se preguntaban como había podido decir todo eso sin respirar.
Alan frunció el ceño - No lo se, Lau, no lo se, pero todo esto no me da buena espina…
-¿Y a quien no? - dijo Jean sarcástico
-Esto no acabará bien… - murmuró Lily
-Ya era hora, sois unos tardones - sonrió burlonamente
-Calla Rayne, teníamos de esperarnos para no levantar sospechas - cortó Malfoy fríamente
Xaica sonrió divertida - Pues creo que ya están levantadas desde hace rato… el solo echo de que una Gryffindor vaya a la mesa de las serpientes… - acabó riendo
-¿Cómo sabemos que no te echarás atrás? - preguntó Malfoy
-¿Cómo se que no os echaréis atrás? – hizo la misma pregunta Xaica
-Simplemente lo que vamos a hacer llevamos mucho tiempo esperándolo - contestó Snape
-Ahí tienes mi contestación, Malfoy
-De acuerdo, entonces procedamos a hacerlo…. - susurró el rubio sonriendo maliciosamente.
-Pero ahora no, mañana u otro día, ahora sospecharan
Y diciendo esto, Xaica se fue hacia la sala común, dejando a los dos slytherins con la palabra en la boca.
Laura y Lily estaban charlando animadamente en la sala común, aunque también estaban pendientes por si el retrato se abría, haber si la persona que entraba era Xaica. Tenían muchas preguntas que hacerle.
-Vaya, vaya… pero quien hay aquí - dijo una voz masculina, las chicas solo pusieron los ojos en blanco.
-¿Qué quieres Potter? - dijo la pelirroja sin hacerle el menor caso, siguiendo con su lectura y sin levantar la vista del libro.
Pero Laura si que lo miro descaradamente, aprovechando que James estaba demasiado ocupado con Lily. Examino cada rasgo de su cara, y cayo en la cuenta de que no era para nada, feo. Los ojos marrones, mal escondidos detrás de unas horrorosas gafas, pero que le daban un toque intelectual, la nariz perfecta, y los generosos labios. Se fijo especialmente en ellos. Muchas de las chicas que han tenido el "placer" de besar a Potter, decían que era algo increíble, y por primera vez y odiándose a si misma por pensar en ello, tenia envidia de esas chicas que lo habían besado, porque a ella no le importaría besarle. Pero claro, eso no tenia el porque saberlo nadie, ni siquiera su prima o Lily. La voz de James la saco de sus pensamientos. Miro alrededor a ver si alguien había notado que se había quedado mirándolo embobada, pero todos estaban demasiado concentrados viendo la "discusión" entre James y Lily.
-¿Que quiero? Saber por que tu amiga se fue así del Gran Comedor, seguida de dos slytherins – exigió con un tono de alguien que esta acostumbrado a conseguirlo todo
-Eso Potter, no es de tu incumbencia - dijo alguien detrás de el. Cuando se giraron vieron a Xaica cruzada de brazos y mirándolos amenazadoramente.
-Pues claro que lo es - soltó Sirius
-¿Y se puede saber por que? - Xaica alzó una ceja incrédula
-Porque tiene que ver con los merodeadores, obviamente - razonó James
-Potter, no todo el mundo gira entorno a ti y a tus amigos - explicó Xaica con un bufido. Los demás veían la discusión sentados en los sillones y preparados por si tenían de intervenir por algo, menos Remus y Lily que se echaban miradas discretas. Pero al parecer dos personas captaron esas miradas, que hicieron más fuerte la discusión, pasando de una tontería a algo más fuerte, intentando descargar la ira que sentían sobre el otro.
-¡YA ESTOY HARTA!- bramó Xaica.
En ese momento el pelo y los ojos se le pusieron del color rojo fuego. Todos, que no se lo esperaban se asustaron un poco, pero rápidamente volvieron a adoptar su postura de arrogantes. Laura viendo el rumbo que había dado la pelea, y sabiendo que si el pelo y los ojos de su prima se cambiaban solos a rojo fuego no era una buena señal, decidió intervenir.
-Haya paz… - dijo la rubia cogiendo a Xaica por el brazo y tirando de ella para las habitaciones…
Xaica llego a la habitación echa una furia, respiraba rápidamente y tenia los puños fuertemente apretados. Laura la condujo hasta la cama y la sentó en el borde, después se agacho y la cogió de los hombros, mirándola a los ojos.
-¿Que coño ha pasado ahí abajo? – pregunto suavemente, pero con un tono peligroso
-¿Es que no has visto como se miran? – Exclamo furiosa – Por muy bien que me caiga, se va a enterar de quien soy yo si se le ocurre ponerle una mano encima.
-¿De que estas hablando? – pregunto desconcertada
-¡De Remus y Evans! – exclamo
-¿Remus y Evans? Creo que me perdido. ¿Desde cuando es Remus? ¿Y Lily desde cuando es Evans? Pensaba que erais amigas y os llevabais bien.
-Y nos llevamos bien, pero no soporto como mira a Remus – bufo
-Desde cuando te gusta Lupin? – pregunto suavemente sentándose a su lado
-Creo que desde hace tiempo, antes de irme a Francia – murmuro –
-No lo sabia – murmuro – Y que piensas hacer?
-Absolutamente nada, Lupin no sabrá que me gusta – dijo convencida mientras se levantaba, salía de la habitación dando un portazo
-¿Ha… habéis visto como se ha puesto? – murmuro temblando de miedo Peter, escondiéndose detrás de James
-¡Deja de esconderte, Peter! – Gritó Potter apartándolo de un tirón y sentándolo en un sillón – Ahora quédate ahí quietecito y no abras esa bocaza tuya, ¿entendido? ¡Qué no te oiga respirar! – el capitán de Quidditch estaba realmente furioso.
-¿Pero porque se ha puesto así? No tenia porque cabrearse de esa manera – dijo Remus – No le has dicho nada malo.
-Quizás no fue lo que le dijera – murmuro para si mismo James – Quizá fue algo que vio. ¿Pero que fue?
-Déjalo estar, no vale la pena – dijo Sirius poniendo una mano en su hombro – Será mejor que vayamos a descansar, mañana es el primer partido de Quidditch. ¡Ah! Por cierto, Peter esta ya morado, va a ahogarse si no respira.
En esos momentos, bajo Xaica. Estaba más calmada, pero aun se notaba que estaba enfadada. Le echo una rápida mirada envenenada a Lily y Remus, y salio apurada de la Sala Común. James, que si que vio la mirada, salio detrás de ella. Tuvo que correr para alcanzarla.
-¡Rayne! – la llamo con un grito, y la chica se giro sorprendida y desconfiada – Tengo algo que proponerte.
-¿Proponerme? ¿A mi? – Rió burlona – ¿Y que se supone que tienes tu para proponerme que me pueda interesar a mi?
-Se que te gusta Remus – soltó y ella se puso pálida – Es de sobra conocido que me gusta Lily, y tanto tu como yo sabemos que si
Remus y Lily se gustan, eso no nos beneficia.
-¿Que estas planeando?
-Que hagamos algo para separarles o para que no haya nada entre ellos
-¿Te das cuenta de que si se enteran de lo estamos planeando, entonces si que nuestras posibilidades con ellos se habrán reducido a "imposibles"?
-Lo se, pero en el amor y en la guerra todo se vale, querida Xaica – sonrió
-Mira Potter, que acepte, digamos, tu ofrecimiento, no significa que te de permiso para llamarme por mi nombre – dijo fríamente – Tu para mi seguirás siendo el insoportable y egocéntrico Potter,.. Y yo para ti seguiré siendo Rayne. Yo te odio y tú me odias, nada más.
James solo sonrió encogiéndose de hombros, y se alejo por el oscuro pasillo, silbando alegre. Xaica vio como se alejaba, para después echar a andar en dirección contraria, hacia la cocina.
A la mañana siguiente, todos estaban excitados y revolucionados a causa del primer partido de Quidditch: Gryffindor-Ravenclaw. La temporada anterior, las águilas perdieron la copa a mano de los leones, así que este era un partido para vengarse. Los Ravenclaw, siempre callados y correctos, ahora estaban gritando y alborotados, picando a los leones, que contestaban a las provocaciones. Ya se sabe, estaban calentando el ambiente antes del partido.
-No comes un poco, Lau? – Pregunto Lily – Necesitas fuerzas para el partido.
-No tengo hambre – respondió de malas maneras
-Tomate un vaso de leche aun que sea - Insistió Lily
Después de que insistieran tanto para que tomara algo, Laura acabó haciendole caso a la pelirroja mientras Xaica miraba la escena divertida. Al final, Laura se tomó un vaso de leche y comió algunos bollos.
Mientras cogía un bollo sin ganas, vio como Potter y Black se levantaban, haciendo así que el resto del equipo los imitaran. Xai y Lily le desearon suerte mientras se levantaba.
-¡BIENVENIDOS AL PRIMER PARTIDO DE QUIDDITCH EN HOGWARTS!-Gritó el comentarista, un hufflepuff de sexto año-¡HOY SE ENFRENTAN GRYFFINDOR VERSUS RAVENCLAW!
Las gradas empezaron a gritar y a vitorear los nombres de sus casas. Los Slytherins, claro esta, iban a favor de los Ravenclaw, mientras que los Hufflepuff se mantenían neutros. El campo estaba lleno de banderas rojas y azules, de leones y águilas. Tras hacer la presentación de Ravenclaw, les tocó el turno a los Leones.
-¡Y ahí sale Jack Jackson como guardian, seguido de Mike Dooley, David Baker y Walter Syker como cazadores, como bateadores tenemos a Sirius Black y a Laura Forbes, y como no, la estrella del equipo, buscador y capitán, James potter!
Todos los leones empezaron a aplaudir, chillar y vitorear a su equipo como locos, agitando sus banderas y bufandas. Remus, que se sentó al lado de Lily, estaba chillando tanto como las chicas, aun que un par de ojos lo observaban disimuladamente sin que se diera cuenta nadie, aunque dejo de observarlo al pasar Lau por ahí cerca, haciendo así que chillaran las chicas más animando a la única chica de todo el partido, pues los miembros de Ravenclaw y Griffindor eran todo chicos.
Nada más sonar el silbato, y empezó el partido, la gente grito más aun. La quaffle la llevaba Dooley, de Griffindor. Voló rápido esquivando a los contrarios, hasta que llego a los aros y marco. 10 a 0. James volaba por todo el campo en busca de la snitch, pero no había ni rastro de ella.
Por ahora, en la media hora que llevaban de juego, tanto Sirius como Laura estaban comportándose y ayudando al equipo.
-¡Dale tu, Black! – grito Laura viendo una bludger lanzada por un contrario, y por muy rápido que volara, ella no podía alcanzarla, Sirius estaba mas cerca.
Pero Sirius, embobado como estaba mirando a las gradas llenas de chicas, no llego, y la pelota paso volando, derribando a un compañero. Laura, furiosa, se acerco a recriminarle.
-¿Que coño te crees que estabas haciendo? – Grito hecha una furia, con el bate en las manos – ¡¡Por culpa de tu inconmensurable ego, Baker ha caído de la escoba y jugamos con uno menos!
-¡Ey! A mi no me eches la culpa de tu inaptitud – se defendió mordaz – Esta claro que no sirves para el Quidditch, es un deporte de hombres, no para marimachos como tu.
-¿Para hombres? – Rió despectiva y con odio – ¡¡Entonces tampoco es un deporte para ti, animal!
-¿A quien estas llamando, animal, so burra? – grito enfadado
Mientras ellos discutían, el partido continuaba, y Griffindor estaba perdiendo con mucha diferencia, 10 a 80. Los leones estaban más pendientes de esquivar las bludgers que de marcar. Sirius y Laura estaban montados en sus escobas, discutiendo, ajenos al partido. Ni siquiera escuchaban los silbidos y gritos de protesta de sus propios compañeros de casa. Los Slytherins y Ravenclaw disfrutaban de eso.
En un momento, tanto Sirius como Laura, descendieron con sus escobas, hasta el suelo, donde, después de un empujón de Sirius a Laura, la chica respondió con un puñetazo en toda la nariz, que empezó a sangrar. Black mascullo un insulto y ahí empezó una pelea monumental. Ambos utilizaban los puños y las patadas para defenderse y atacar. No creáis que porque Laura sea una chica iba con desventaja, ni mucho menos. Desde pequeña, sus hermanos le enseñaron karate y artes marciales, y visto como peleaba Sirius, el también sabia.
-¿Que esta pasando aquí?
Ni siquiera la voz furiosa de Dumbledore los hizo parar. El partido había acabado con derrota desastrosa de Griffindor. James no pudo coger la snitch por culpa de una Buldger que lo desequilibro, momento que aprovecho el buscador contrario para atraparla. Remus y Jean cogieron a Sirius y lo apartaron de Laura, que estaba cogida por Xaica y su hermano Alan.
-¡Te juro que me la pagaras, Black! – grito furiosa Laura, en un estado lamentable.
Tenia sangre en los nudillos, bien de Sirius o de ella. El ojo derecho estaba empezando a amoratarse, tenía un corte en la ceja, que sangraba bastante y el labio partido, pero no parecía darse cuenta del dolor. Sirius no estaba en mejor estado. Le sangraba mucho la nariz, al igual que ella, también tenia un corte en la ceja y un ojo amoratado. De seguro que por el cuerpo también tenían moratones.
-¡A mi despacho, ahora!
Ambos se miraron con odio y a regañadientes, siguieron al director. Durante el trayecto hacia el despacho, tuvieron algunos percances. No hacían más que pegarse y empujarse, intentando que el director no se diera cuenta, ya que iba delante con paso apurado. Pero claro, el director puede parecer un viejo chocho, pero vamos, que tonto no es el hombre, y al final, acabo dándose cuenta. Los cogió uno a cada lado, y de la capucha del uniforme, los llevo a rastras, como a dos niños pequeños.
Llevaban más de 10 minutos enfrente del director, y ninguno de los tres decía nada. Sirius jugaba con Fawkes, mirando con odio, de vez en cuando a Laura, que estaba sentada a su lado, observando con curiosidad todos los objetos raros que tenia el director. Y Dumbledore, bueno, el simplemente los miraba fijamente a ambos.
-Hacéis buena pareja – soltó, rompiendo el silencio
Tanto Sirius como Laura se quedaron callados, con caras de incredulidad, sorpresa y horror. Se miraron los dos de arriba abajo y estallaron en carcajadas. Dumbledore los miraba sonriendo, como diciendo "¡si, si, vosotros reíros que no sabéis lo que os espera!".
-¿Ella y yo? ¿Buena pareja? – Rió Sirius con la mano en la barriga - ¡Es lo mas gracioso que he oído en mi vida! Con la pinta que tiene esta… - señalo a Laura quien se había puesto seria - …ella quedaría mejor haciendo el papel de hombre.
-No digáis nada, no hagáis nada, quiero guardar esto en mi memoria – dijo Laura con una sonrisa de satisfacción en la cara – No todos los días una es testigo de este gran acontecimiento.
-¿De que coño hablas, Forbes? Pierdes mas agua que una regadera (nta: es una frase hecho que quiere decir: estas mas loca que una cabra, jajaja)
-¡¡Black, acabas de salir del armario y yo he estado presente en este gran momento! – rió
-¿Estas insinuando que soy maricon? – exclamo furioso levantándose de la silla
-No lo insinúo, lo afirmo – siseo encarándolo – ¡Por dios, Black, pero si se te ve el plumero! ¡Se te nota un mogollón que eres de la acera de enfrente! Siempre vas bien vestido, perfumado, no te alejas de tus amigos por nada del mundo… ¡pero si parece que estas pegado a ellos con Super-glu! Y a veces les das una miradas…
-¡¡Eso no es cierto! ¡Yo no soy gay, soy muy macho, un metro sexual! – Exclamo indignado – Y no miro de ninguna manera a mis amigos. A ver si tanto hablar y resulta que la de la otra acera eres tu.
-¿Yo? ¿De la otra acera? – Rió – De eso nada, me gustan demasiado los hombres, como a ti.
-¡Te repito que no soy gay! – Grito – Que sepas, que he salido con muchas chicas, cosa que ya te gustaría a ti, claro. En cambio, a ti no se te ha visto salir con ningún chico, siempre vas con tus amiguitas. Me pregunto si ellas también son de tu acera.
-Que te queden claras unas cuantas cosas, Black. Si tienes algún problema conmigo me parece muy bien, porque yo tengo muchos contigo, pero a mis amigas no las metas, porque puedes salir muy mal parado. Otra cosa, si no se me ha visto salir con ningún chico, es porque he tenido la decencia, cosa que tú no conoces, de hacerlo en privado, no llenando de babas todo el comedor. Además, todos los tíos tenéis el cerebro entre las piernas, y sencillamente, no me interesa perder el tiempo con cabezas huecas que solo quieren follar. ¿Te ha quedado claro o te lo vuelvo a repetir?
-Estáis castigados hasta Navidad – dijo el director en voz alta y clara, antes de que Sirius replicara – El comportamiento de hoy ha sido vergonzoso, y en todos mis años como maestro y director, nunca había visto un comportamiento tan desastroso y humillante entre dos miembros de la misma casa. La causa de su mal comportamiento, le ha causado muchos problemas a su casa. Aun no han pasado ni tres semanas del inicio del curso, y Gryffindor tiene el marcador en -300 puntos, gracias a ustedes dos. A parte, por vuestra culpa, habéis perdido el partido. Coincidirán conmigo en que han perjudicado gravemente a sus compañeros, y que por ello, deberán atenerse a las consecuencias de sus actos.
Ambos estaban callados, sin atreverse a abrir la boca para nada. A medida que el director hablaba, ellos iban perdiendo poco a poco el color de la cara. Ahora mismo estaban pálidos, con cara de horror y espanto. Muchos decían que el director era un hombre jovial, guay y hasta enrollado, pero eso si, cuando se enfadaba, daba miedo verle o siquiera, acercarse a él. Pero el director aun no había acabado de hablar, no, aun le quedaba cuerda…
-Hablare con la jefa de vuestra casa y acordaremos un castigo apropiado. Hasta ahora, he sido demasiado benévolo en los castigos posteriores a sus peleas, que por cierto, he perdido la cuenta de cuantos son ya, pero esta vez no seré tan bueno. Quiero que les quede bien claro una cosa: después de este castigo, o mientras dure, desearan no haber nacido, cambiarse de colegio o de apariencia, lo que sea con tal de no pasar por eso. ¿Han entendido bien o lo vuelvo a repetir más claramente? Ahora váyanse a la enfermería a que les curen esas heridas y después a su torre, donde estoy seguro de que les espera una "calurosa bienvenida".
Nota de las autoras: ¡¡Perdón! Sabemos que hemos tardado bastante, pero es que estamos bastante atareadas, algunos problemillas hemos tenido, pero bueno, no os podréis quejar, hemos hecho 10 paginas de Word cuando normalmente ponemos 4 o 5
Esperamos que les haya gustado el capitulo.
Lau y Xaica
