Notas de mi! n.n Hola gente!. Muchas gracias por leer el fic, de verdad significa mucho para mí!. Y me hacen muxo mas feliz cuando dejan sus reviews, porque me dan sus opiniones y me levantan el ego, jojojo.

Gracias a:

alassea: no sabés lo feliz que me dejó tu review!. Muchas gracias por poner a "La hermana de Heero" entre tus favoritos, no lo puedo creer... Y sip, este fic ya es yaoi y se enfoca mas en Heero y Duo. Pero aún así habrá mucho de Nijan y su comportamiento bizzarro. Espero que sigas leyendo aunque no te guste mucho el género, significa mucho para mí. Y te confieso que tu suposición no estaba errada: Yo dejé el final de "La hermana de Heero" para que diera la impresión de que Duo y Nijan quedaron juntos... Pero luego se me ocurrió hacer una secuela, y quería experimentar un poco con el yaoi... Y aquí está!.

Midori Maxwell Yuy: de verdad te hace reír? Nadesiko sentirse realizada, ja, ja. No puedo creer que mi fic fue recomendado! - Muchas gracias a ti y a Yaeko-chan y por leer las boludeces que escribo. Tu review me llegó en el mejor momento, pues estaba haciendo el cap 5 y no me salía nada!. Pero al leer tus palabras alentadoras, se me subió el EGO y comencé a volcar toda mi perversión en el fic. Nijan se parece a una amiga tuya?. Ja, ja. Debe ser todo un personaje!. Y espera a ver todas las locuras que todavía hará!. Nunca pensé que un personaje inventado por mí cayera bien, sobre todo porque al principio parecía que sería la pareja de Duo... Ah!. Soy paraguaya... creo que la única escritora de fics de mi país por estos lares. Pero se me mezclan los vocablos de toooooda latinoamérica porque tengo amigos de todos lados y aprendo su jerga.

Xin the godess of death: gracias por dejar review en cada cap!. Eso da pilas para seguir escribiendo; por lo menos a mí, que siempre pienso en discontinuar mis fics, je, je. Bueno, con respecto a eso de:

"Qué puta piensa?. Que me va a engañar, y yo aquí embarazado le haré la cena como su estúpida esposa.–"

Es una alusión n.n Conoces el típico macho que deja a la mujer rompiéndose el lomo trabajando en la casa sola y embaraz,ada, y para el colmo la engaña?. A eso se refiere!. Espero que te guste este capi!

Shanty: Oi garota! n.n muito obrigada por teu review (eu sei, meu portugueis e horrivel -.-U mi madre siempre me lo dice TwT) De que parte de Brasil sos?. Mi mamá es de Curitiba!. Bueno, ejem!. Dejando de socializar... Bueno, pasa que "La Hermana de Heero" trata más sobre Nijan y no era yaoi n.n Recién ahora estoy experimentando con este género.

Y también muchas gracias a los que dejaron reviews en algún memento en alguno de mis fics...

La cuñada de Duo

By: Nadesiko Takase

Capitulo tres:

"Hogar, terrible desastre"

Hacía casi un mes que se habían mudado a la Tierra y vivían en la hermosa casa frente al mar que Heero había comprado con el salario de su increíble acenso. Duo en varias ocasiones bromeaba diciendo "No sé a quién se lo hiciste, pero lo hiciste muy bien!", refiriéndose a la gran suma de dinero que había en la cuenta bancaria de su amante.

- Ya Duo, ¿cuándo tienes pensado poner un poco de orden en esta casa?. - le reclamó Nijan luego de pasarse la tarde entera buscando su vibrador por tooooda la casa.

Había pasado un tiempo desde que se mudaron y la casa seguía un completo desastre. Lo único que estaba en su lugar eran los muebles, y tan solo porque ya venían con la hermosa casa con vista al mar. Después de eso, grandes espacios vacíos se sucedían con varias cajas de la mudanza en los rincones oscuros que nadie se dignaba a abrir y acomodar en un lugar.

Un completo desperdicio, porque la casa tenía un gran potencial: Una gran cocina (factor decisivo a la hora de la compra, ya que Heero suponía que a Duo le gustaría), lavadero, una confortable sala de estar, una hermosa sala de visitas con balcón que daba a la hermosa playa, una gran oficina para Heero, cuatro habitaciones, sala de juegos (para que Nijan y Duo limitasen su despelote dentro de la misma...), baños, terraza para tomar el desayuno románticamente, un quincho para organizar reuniones, piscina y un bello jarín. Espacio de sobra en comparación con el confortable y acogedor departamento de antes.

En fin, una casa de ensueño... Completamente en desuso, pues Heero se la pasaba trabajando desde que llegaron y Duito y Nijan se la pasaban fuera viendo los alrededores y cuando estaban en la casa, se limitaban a la sala de estar y la cocina.

- Ni me lo recuerdes... ¿Qué rayos se supone que haga con una casa tan grande?. ¡Es una locura!. De solo pensarlo me estreso...

- Creo que deberíamos contratar un jardinero y una limpiadora... - sugirió Nijan, sacando unos calcetines mugrosos de debajo de uno de los cojines del sofá para luego tomar asiento. Entrecerró los ojos meditativa. - ... Tal vez ella encuentre mi vibrador.

Duito puso cara de circunstancia.

Nijan lo fusiló con la mirada.

- ¡Duo!.

- ¡Ay!. Lo siento, es que me dolía la espalda luego de la mudanza. - trató de justificarse con una gran gota en la frente. Nijan le dio un zape.

- ¡Cochino! ¬¬

Duo se sobó la cabecita y la miró indignado.

- Cochina tú que andas dandote placer con esos aparatos ¬¬

- ¡¡Extraño las orgías que hacíamos antes a escondidas! TwT - se justificó la chica con los ojos cobalto brillantes de anhelo.

- Yo tambieeeen TwT - admitió Duito con cara de ensueño y un hilito de baba en la comisura de los labios.

Plas

Fue el turno de Nijan para darle una cachetada disque para traerle a la realidad; nada tenía que ver con el profundo placer que le producía lastimar al trenzado .

- ¡Ejem!. Gracias u.u - se acomodó. - Pero ahora ya no se puede porque estoy en una relación seria con tu hermano.

- Yo no le contaré nada... - insistió Nijan con orejas gatunas, mirando a Duo sugestivamente, enarcando una ceja. Duo apretó los labios y negó con la cabeza. - ¡PLEASE!. Necesito hacer nuevos contactos para... este... 9.9

- Perdida ¬¬

- Ay, bueno. ¡Y tú quien eres para criticar mi estilo de vida?. Si mal no recuerdo, ibamos juntos a TODOS lados... ¡Eras mas promiscuo que yo!.

- o/o Bueeeeno, pero ahora soy un niño bueno que no se acuesta con mas de uno a la vez... - replicó en tono santurrón. - ¡... y ese uno es Hee-chan!. El esquizofrénico mas sexy de las colonias y la Tierra! -

- ¡Huevón!. - soltó por lo bajo la chica, cruzándose de brazos y acomodándose frente a la televisión para tratar de meditar en un plan.

- Pero... - añadió Duo como sin nada, en el tono mas inocente que pudo. - TU podrías organizar una fiesta... Después de todo, ¿¿para qué una casa taaaan grande si no se le saca provecho?.

Las miradas de Duo y Nijan se cruzaron largamante, ambas con un brillo maléfico y lujurioso, hasta que finalmente la chica sonrió al mejor estilo del gato rechoncho de "Alicia en el País de las Maravillas".

- Pero recuerda... - agregó enseguida Duo, pero Nijan ya había llegado hasta el teléfono, ordenado las bebidas, las comidas y revisaba por tercera vez la lista de invitados.

Una gota se deslizó por la nuca de Duo o.oU

- ... Si Heero te atrapa, yo NO SABIA NADA. ¿Trato?.

Nijan no podía creer como todo estaba resultando tan bien: Primero tenía yaoi gratuito bajo su mismo techo, luego se mudaban frente a una playa en la que podía tomar sol desnuda y finalmente, podría realizar una gran fiesta como siempre había deseado y así expandir sus negocios ilícitos 9.9

- Trato. - accedió gustosa una sonriente Nijan.

Y para vengarse de su hermano por arruinar su última orgy party, lo harían en SU cama... ¡Jojojojo!

oOo

Esa noche Heero llegó agotado a la casa. Fue recibido por el griterío de Nijan y Duo en la piscina con música armando sabe quién que despiole, pero él estaba demasiado cansado para regañarlos, así que solo fue a tomarse una ducha.

Cuando salió ya mas relajado, envuelto en una toalla de la cintura para bajo, un sonriente Duo lo esperaba en la habitación con una de esas sonrisas suyas...

- ¡Hola Hee-chan!. - exclamó muy sonriente. (N/A: ¿Notaron que lo llama igual que al perro?. Me pregunto por qué 9.9...)

No lo había visto desde la mañana y a decir verdad, lo extrañaba mucho. Desde que se mudaron casi no lo veía porque por lo general, trabajaba hasta tarde y también los fines de semana.

Pero Heero le había prometido que sería así solo unas semanas mientras se ajustaba a todas las obligaciones de su nuevo empleo y se ponía al día con el trabajo.

Heero le dedicó una sonrisa cansada y se sentó en la cama mientras se secaba el cabello con la toalla. Duo lo abrazó por la espalda y apoyó el mentón en su hombro con afecto, sintiendo la tibieza de su piel.

- ¿Estás cansado?. - le preguntó en tono acaramelado mientras recorría su mejilla con el dedo índice para mimarlo un poco.

- Hn.

- ¿Quieres que te traiga algo de comer?. Hay sobras de comida árabe en la heladera... – estrechó aún mas el abrazo con intenciones de dejar a su pareja sin aire.

No, gracias Duo. Solo quiero dormir. - respondió.

Duo casi cae de la cama al oír tal anuncio descabellado. Sencillamente, en su cabecita lasciva y caliente no le cabía la idea de ir a dormir sin antes haberse revolcado al menos una vez.

¡Qué rayos!. Ni hacía falta que Heero estuviese despierto, él solito podía hacerse cargo de todo.

hemorragia nasal +

La sola idea de tener a Heero debajo suyo y todo indefenso como en un rape le emocionaba de una manera que no tenía comparación.

Heero le dio un suave beso en los labios, ignorante de los trámites mórbidos que se maquinaban en la mente de su lindo trenzudo, para luego disponerse a ponerse el pijama uy meterse a la cama a dormir, pero la mano de Duo sobre la suya lo detuvo. Alzó la vista y se encontró con la mirada violeta, reluciendo con lujuria mal disimulada.

- ¿Por qué no eres bueno conmigo y te acuestas a mi lado con tu traje de Adan para dormir juntos?. – pidió con excesiva dulzura.

Heero asintió y antes de que pudiese hacer otro movimiento, Duo le arrebató la toalla de la cintura y lo hizo acostarse a su lado para "dormirse" juntos.

Lo que el pobre Heero no sospechaba era que Duo, que se había pasado el día weveando con la puta de su hermana, no tenía en absoluto intenciones de dormir sin antes quitarse las ganas que le tenía...

El tranzado aguardó unos minutos con la cabeza apoyada en la mano, viendo como el firme cuerpo a su lado se relajaba y pronto el dueño de sus fantasías comenzaba a caer en el abismo del sueño.

Una sonrisa bastante perturbadora apareció en sus labios cuando creyó que Heero se había dormido finalmente. Se mordió el labio inferior mientras levantaba una mano y con los dedos rozaba sutilmente el bronceado cuerpo de su amante, meditando sobre las cositas que le podría hacer a continuación.

Ni siquiera lo pienses... – le advirtió su juguete sexual, justo cuando Duo se acercaba lentamente a él.

Heero mantenía los ojos cerrados y el rostro levemente inclinado hacia un lado. Duo puso cara de sorpresa, como si no supiese a lo que se refería.

No sé de qué hablas, mi amor... – mintió en un sensual susurro, acercándose al cuerpo desnudo que reposaba a su lado y pegándosele, amoldando su cuerpo al de Heero.

Heero parecía estar luchando por mantenerse despierto y no quedar a merced del sexópata de su novio, pero la tranquilidad y el sosiego de la inconsciencia era demasiado tentadora... Al igual que para Duo era demasiado tentador ese cuerpecito desnudo e indefenso a su lado, completamente a merced de sus labios.

mirada lasciva al 1000 de parte de un SOBREEXITADO Duo +

Lo digo en serio... Duo... – murmuró Heero, mas dormido que despierto. El aludido comenzó a besarle el cuello con hambre para luego descender hasta su pecho.

No seas aguafiestas, Heero. Yo te dejo hacérmelo mientras duermo... – le recordó, bajando sus ágiles dedos largos de ladronzuelo hasta los muslos tibios de Hee-chan.

Duo creía haber ganado finalmente la batalla al no oír réplica por parte de los labios carnosos de Heero.

Pero se llevó una sorpresa cuando dos manos aprisionaron con fuerza las suyas. Levantó la vista y se encontró con los somnolientos ojos cobalto de su novio y una pequeña elevación en las comisuras de sus labios.

Heero malo... – chilló Duo, haciendo un puchero. – No me deja jugar.

Hoy no, Duo. Estoy destrozado... – contestó, volviendo a acomodarse para seguir durmiendo. – Te dejaré abusar de mi inconsciencia otro día.

Duo soltó un bufido y se sentó con los brazos cruzados y la expresión de un niño malcriado en el rostro.

Heero no tardó en quedarse dormido y Duo, descansando resignado sobre su pecho tuvo que dejar sus ganas para otro día... Una vez mas.

Pinche acenso de mierda.

El tiempo transcurrió, pero las cosas no mejoraron. Heero trabajaba hasta tarde y llegaba muerto a la casa, apenas si cruzaba dos palabras con Duo para luego tirarse a dormir. Por su parte, el trenzado comenzaba a desilucionarse con todo y a extrañar la sencilla vida que llevaban antes. No tenía ganas de jugar a la casita, dejaba las cosas tal como estaban en las cajas, la ropa sucia se amontonaba y la casa estaba hecha una mugre.

Heero le había prometido a Duo que tan pronto tuviese tiempo, juntos arreglarían la casa... Pero ese día parecía no llegar nunca.

- Creo que ya es hora de que comience a buscar trabajo u.u - comentó Duo, mientras él y Nijan tomaban cervezas en la terraza y les aventaban las latas a las personas que pasaban por la playa para luego esconderse -.-U

- ¿Tú?. ¿Trabajar?. - soltó incrédula Nijan, para luego golpearse el pecho con el puño y emitir un fuerte eructo MUY femenino. - ¿Es que tienes alguna habilidad comerciable, a parte de aquello?.

Duo la apuñaló con la mirada.

- ¡Que se yo!. Por lo general me aburro muy pronto con mis empleos... ¡¡Extraño la guerra! TwT - exclamó con ojos lloroso. Nijan arrugó la naríz y le dio un zape.

- No digas pelotudeces, pendejo.

- ¡Es que algo tengo que hacer!. Ya no puedo ir de fiesta como antes, así que me queda demasiado tiempo libre... ¡Y Heero nunca esta!. Así que no tengo nada que hacer...

Nijan lo miró perpleja unos instantes.

- ¡Pero tu no sabes hacer nada!.

- ¡Cállate golfa!. No te olvides que fui entrenado para ser piloto de un Gundam. Poseo muchas habilidades que desconoces u.u - informó en tono orgulloso con pose de super héroe de caricaturas de los cincuentas.

- ¿Sabes salir de un pastel?. - le preguntó la chica luego de un breve silencio, empinando una lata de cerveza, como si aquella fuese una pregunta muy ordinaria. Duo le dedicó una mirada asesina.

- No seré stiper para una despedida de solteras... Heero se enfadará conmigo...

Nijan puso cara de cachorro abandonado y empezó a aguar sus ojitos cobalto idénticos a los de su hermano... pero mil veces mas peligrosos.

- ¿Y a tí que te pasa?. - inqurió Duo al notar que había algo que no le estaba diciendo.

- Es que necesito una chica para una despedida de solteros y Tábatha está en rehabilitación. - le explicó.

Duo la miró o.o

...para luego ¬¬

- ¡¡Pretendes que pase por mujer! - gritó, apretando los dientes y elevando un puño con una venita.

- ¡Es que eres taaan bonito, Duo! 9.9. - lo trató de convencer utilizando un tono acaramelado que lo tranquilizó.

Duo no podía negarlo: Aunque se estuviese acostando actualmente con un hombre, era completamente susceptible al tono meloso que utilizaban las traicioneras mujeres.

- Haré como si no hubiese oído tu proposición, porque sino deberé contarle a Heero de tu "negocio" y te correría de la casa ù.û ¿O ya olvidaste lo que pasó cuando se enteró que eras bailarina exótica?

(N/A: Para mas referencias, remitirse a la "Hermana de Heero" .)

- ¿¿Entonces que tienes pensado?.

- ¡Ya se me ocurrirá algo! .

Y se le ocurrió nomás

Perfectamente podría desempeñar un trabajo "normal" como el de Heero, después de todo, habían tenido un entrenamiento similar... El problema era que Duo se aburría con facilidad... Así que juntó dos cosas que le gustaban mucho y encontró su vocación:

-¿¿Bartender?. - lo observaron sorprendios Quatre y Trowa, una tarde que pasaron de visita por la casa.

Después de luchar contra un dragón y encontrar el Santo Grial, lograron llegar hasta el sofá de la sala, que a esas alturas, se encontraba llena de basura hasta la altura de los tobillos... Todo gracias a la fiestecita de Nijan ¬¬

Y él ni siquiera pudo disfrutarla TToTT

Afortunadamente Heero nunca pasaba por esa sala. De la puerta de entrada, pasaba por la sala de visitas hasta las escaleras en el pasillo y nunca tenía que enterarse del desastre en el que convivían su novio y su hermana.

- ¡¡Siiiiee!. - asintió entusiasmado enfáticamente, con los ojitos brillándole. Ahora

tenía la excusa perfecta para salir de farra.

Quatre y Trowa intercambiaron una mirada disimulada.

- Me alegro por tí, Duo ñ.ñ - lo apoyó un Quatre muy sonriente. Nijan lo miró y enarcó una ceja... Quatre sí que sabía ser... delicado. Trowa, por otro lado, era otra historia...

- ¿Bartender?. - repitió con las cejas levantadas, siendo todo un torrente emocional en él. Parece que Quatre estaba logrando progresos...

- ¿¿Tienes algo que decir, payaso? ùu

- Acróbata ¬O¬ - corrigió, a mucha honra.

- ¿Y se sorprenden?. Todos sabemos los antecedentes de Duo respecto al trabajo, no?. - trató de "defenderlo" Nijan, pero mas bien sonaba como si estuviese haciendo todo lo contrario.

Hubo un profundo silencio en el que todos recapitularon mentalmente los trabajos anteriores de Duo, mientras éste estaba con una gotita en la sien.

Y veamos...

Striper

Heladero

Narco por internet

Policía Motorizado

Pepero

Costurero

Estilista

Florista

Consejero Estudiantil

Doctor Corazón

Modelo

Animador de Fiestas Infantiles

Instructor de yoga Jardinero

Coninero

Pimp

Bailarín

(N/A: Lista cortesía de mi creativa sister Juny Tao)

- ¿Y tú, qué?. - la desafió Duito poniéndose de mal humor. ¿Por qué nadie lo comprendía? ToT - Al menos lo mío es algo lícito, no como lo tuyo, "Madama Mafiosa y Retorcida del Bajo Mundo"

- Olvidaste matona, contrabandista, fumadora, alcohólica empedernida y ninfómana. - agragó Trowa, con su habitual tono jovial cual sepulturero.

- Nuuu, no lo olvidé. Tan solo estaba hablando de su profesión...

- Hablan como si fuese algo malo. - soltó con total inocencia Nijan, pero viniendo de ella, nadie se la tragó. La chica tenía mas mañas que una vieja prostituta callejera de la Zona Roja de L2 - Y para que lo sepas, sí estoy en un negocio lícito... en tres colonias 9.9

+ redoble de tambores +

- Si, Nijan, y Quatre es seme... - se mofó Duo.

- ¡Oye!. - defendió Trowa a su novio... pero hasta ahí llegó. No se le ocurrió nada mas.

oOo

Luego de la visita a Duo, Quatre y Trowa volvieron a la casa de este último, donde habían estado viviendo los últimos meses junto con todas las hermanas de Quatre y todos los hijos de éstas.

Apenas pusieron un pie en la mansión y Trowa ya se sentía enfermo. Un griterío atroz, niños correteando de un lado a otro, juguetes regados por todas partes y una enorme cantidad de estrógeno, todo cortesía de las hermanas de Quatre.

- ¿Te pasa algo, cariño?. - le preguntó en voz baja, al notar la expresión de padecimiento que su pareja había puesto.

- No, nada. - mintió Trowa, y corrió a encerrarse a la biblioteca en donde sabía que tendría un poco de paz hasta que sus sobrinos comenzaran a preguntar por él. No tenía el coraje de decirle al árabe: "Quatre, mi vida, sabes que te amo... ¡Es tu familia la que detesto!". Sí, sonaba como todo un afrodisíaco... Seguramente Quatre se arrancaría la ropa y harían el amor ahí mismo.

Para alguien como él que disfrutaba de la tranquilidad y de la soledad ocasional, estar rodeado por quince mujeres con sus respectivos hijos (mínimo cuatro cada una. Ya saben, árabes ¬¬ ¿Quién rayos los mandaba procrear de esa forma? ) y sus esposos, era todo un cambio al que le llevaba tiempo adaptarse... Y en tres años de relación con Quatre, no lo había logrado.

Se sentó en un cómodo sofá de la biblioteca a disfrutar de un buen libro que había empezado a leer hacía mas de dos meses, pero no había podido terminarlo porque siempre estaba con Quatre o sus sobrinos venían armando un griterío pidiendo que tío Trowa les hiciese un truco de magia. "¡Joder!. ¡Soy un acróbata, no un payaso! " Pero comprendía que sus sobrinitos y Duo aún lo confundiesen con uno... Después de todo, tenían la misma madurez intelectual.

Una sonrisa retorcida se asomó.

Pero la sonrisa no le duró mucho, porque tres de sus cuñadas irrumpieron en la pacífica habitación con algunos de sus críos con muchas ganas de conversar, cosa que sacaba de quicio a Trowa, pero trataba de llevar el paso.

- ¡Oh, Trowa, aquí estabas... - exclamó Zubia, que era la versión femenina de Quatre. - ¡Los niños te buscaron por todos lados!. Adoran jugar con su tío "Tota". - continuó la mujer, muy sonriente, aún bajo la impresión de que su hermanito bonito y Trowa eran "buenos amigos". - ¡Los niños te aman!.

"Que pena que el sentimiento no es mutuo", pensó el que acababa de ser descubierto en su escondite ultra secreto.

No es que no le gustasen los niños... Pero tener que soportar las veinticuatro horas del día cerca de cuarenta niños mimados que se colgaban de su cuello, le jalaban el copete y le hacían bromas era demasiado para cualquiera, y mas aún para él que siempre fue solitario.

Pero Quatre quería estar cerca de su familia y el no tenía el coraje de decirle que la misma le sacaba de quicio. En varias oportunidades trató de abordar el tema con "delicadeza":

- Quatre, odio estar de aquí, busquemos una casa propia.

Pero el resultado siempre era el mismo: Quatre le ponía sus ojitos tiernos y llorosos, luego hacía un puchero y se largaba a llorar... Y toooodas las hermanas acudían a ver que pasaba, por lo que Trowa inventaba cualquier excusa: Se siente mal, extraña a su padre, se le perdió "Pechocho" (su oso de peluche preferido)...

- ¡Tío Tota!. ¡Paiaso! - exclamó entusiasmado Amín de dos años, levantando los brazos para que el tío lo levantase; y así lo hacía al instante.

- ¡Tío!. ¡Toma!. - gritó uno de los ocho niños que habían entrado detrás de las mujeres, antes de que Trowa recibiese un pelotazo en la cabezota. Trowa quedó perplejo. - ¡Así no!. ¡¡Tío malo!. - reprochó el niño muy molesto.

- ¡Así no se juega niños, no sean groseros!. - los reprendió Zuleica con una gota en la frente. Los ocho críos bajaron las cabezas avergonzados. Zuleica miró a Trowa disculpándose. - ¡Lo siento!. Es difícil seguirle el paso a todos n.n ¿Podrías vigilarlos unos instantes mientras Zubia y yo vamos de compras?.

"¿Por qué mejor no me revuelco en vidrios rotos", pensó Trowa.

- No hay problema. - fue lo que salió de su boca, con resignación ya habitual en él.

- Gracias Trowa, ¡eres un amor!. ¡No nos tardaremos!

Sociedad machista las pelotas.

Las hermanas de Quatre hacían lo que se les antojaba con sus esposos, Quatre y hasta con él... ¿Pero cómo podía decirles que no?. Todas eran idénticas a su Quatre, la misma carita tierna...

Trowa soltó un bufido cuando la puerta se cerró y se quedó en la biblioteca con los ocho demonios que lo miraban con los ojos abiertos de par en par, expectantes.

- ¡Tío!. ¡Polota!.

+ ¡Boing+

Trowa se sobó la frente y miró de manera asesina al niño que le lanzó el pelotazo.

- Enano del demonio... - refunfuñó entre dientes.

- ¡Tío!. ¡Juguemos!. - le pedía uno jalándole la manga.

Una sonrisa siniestra apareció en su rostro.

- ¿Que les parece si jugamos a las escondidas?. - Si era por él, los perdería para siempre...

oOo

Era un sábado de noche en el que después de una tranquila cena en pareja, Heero y Duo se "desestresaron" juntos y luego Heero fue a trabajar en la oficina de la casa a pesar de las protestas de Duo, que se encontraba muy insastifecho.

"¡Rayos!. ¿Para eso chuté a Nijan de la casa?. ¿Para quince minutos de placer?. ¡Yo solito habría conseguido lo mismo!", pensaba Duo muy molesto sentado en la cama que compartía con Heero.

- ¡Heero!. - gritó furioso. - ¡Ven inmediatamente y termina lo que empezaste!. - exigió.

¿Desde cuando lo hacían solo UNA vez?. ¿Que eran? ¿Abuelos?. Noooo. Eso no podía quedarse así, después Heero se acostumbraba a dejar las cosas a medias ¡y a él no le alcanzaba con UNA puta vez!. Ni siquiera le dolía el trasero... Y si no le dolía, no servía.

- Tengo que trabajar. - le contestó Heero desde la oficina.

- ¡Si!. ¡SOBRE MI!. ¡Trae tu trasero a la cama ahora mismo!. - demandó. Pero luego de un breve silencio en el que no oyó respuesta, insistió. - ¡Heero!.

Nada.

- ¡Heero de mierda!. Te habla tu Amo y Señor. ¡Contesta!.

Nada.

Duo frunció el ceño molesto.

¡Te romperé el trasero si me estás jodiendo!. ¡Sabes que me pongo irritable cuando...

AL CARAJO

Heero se hacía el cabrón, no tenía sentido estarle gritando al aire.

Ya vería... Cuando él estuviese con ganas lo dejaría también a medias para ver cuanto gusto daba.

Se levantó indignado de la cama y fue a la oficina dispuesto a obligar a Heero a terminar de cumplir con su deber. ¿Desde cuando el soldado perfecto dejaba una misión incompleta?.

- Oye, Heero, ¿que no oyes...? - comenzó a reprochar entrando a la oficina, pero oyó unos gemidos que se le hacían muy familiares, provocando que frunciera el entrecejo extrañado.

Observó que Heero estaba sentado frente al escritorio con la computadora encendida y cara de pocos amigos... y ambas manos sobre la mesa, así que no era él quien gemía.

Duo comenzó a dudar sobre si debía aproximarse o no...

- ¿Sucede algo?. - preguntó cambiando abruptamente a un tono dulzón luego de pasar saliva. Si Heero ya estaba molesto, no era buena idea molestarlo aún más.

Los gemidos que Duo ahora sabía provenían de la computadora, no cesaban y comenzaban a traerle muuuuchas imágenes poco santas a la mente.

Heero cruzó las manos sobre la mesa y lo miró frunciendo el ceño. Duo sonrió nervioso... Esa mirada lo inquietaba.

- ¿Hay algo que quieras decirme?.- le preguntó lacónico. Un extraño brillo pasó por sus ojos e hizo que Duo se inquietase aún más.

- Eres genial en la cama, mi amor. Me vuelves loco... - sonrió deslumbrándolo con una dentadura perfectamente blanca y reluciente mientras se acercaba con cautela al escritorio y así hechar una miradita a la pornografía que Heero estaba disfrutando, que parecía estar MUY MUY BUENA.

Heero entrecerró los ojos y cuando Duo estuvo lo suficientemente cerca, lo tomó de la muñeca sorpresivamente en un ágil movimiento y lo hizo sentarse sobre sus piernas.

- ¿Ésto no te parece familiar...? - le preguntó susurrándole en la oreja, provocando que se estremeciera. Duo miró a la pantalla de la computadora para ver a una pareja en pleno acto sexual y sonrió ladino. ¿A caso Heero le estaba queriendo decir algo?.

- ¡Oye!. Nosotros ya hicimos esa posición... - pero se cortó de golpe al reconocer a uno de los protagonistas de tal acto... O mejor dicho, se reconoció a sí mismo, y luego a Heero.

Sus ojos se abrieron enormemente y pegó un salto, colorado hasta las orejas.

- ¿Me quieres explicar como rayos pasó ésto?. - le preguntó Heero, poniéndose también de pie. Duito lo miró con escepticismo, parpadeando varias veces.

- ¿Te lo tengo que explicar?. Bien. – asintió con resolución y tomó aire para empezar a hablar en tono doctoral. - Heero, cuando dos personas se aman mucho y deciden que quieren...

- ¡Duo!.

El aludido pegó un respingo.

- ¡Juro que no tengo idea de cómo pasó eso!. - comenzó a defenderse ante la mirada asesina de Heero, quién se aproximaba peligrosamente... Pero justo en medio de su defensa, un concepto viperino se le vino a la mente: - ¡Nijan!. – espetó furioso para sí. Heero se detuvo y lo miró con clara aceptación. Después de todo, conocía muy bien a su hermana.

- Ok, ¿pero cómo llegó el video a sus manos?.

Duo nuevamente puso su mejor cara inocente, pero estaba claro que no lograría engañar al soldado perfecto...

Así que esa noche, Duito no sólo quedó sexualmente insatisfecho, sino que también le tocó dormir en el sofá porque Heero lo había corrido de la cama por tiempo indefinido.

oOo

Duo soñaba que se ahogaba en el mar, y por más que luchaba por llegar a la superficie y llenar sus pulmones de aire, no lo lograba. Se asfixiaba... La angustia lo llenaba mientras luchaba con todas sus fuerzas por salir a flote...

Despertó cuando el sueño se volvió tan real hasta el punto que comenzaba a faltarle el aire...

- ¡Genial!. Ya despertaste... - entonó una muy alegre Nijan, sacándole la almohada del rostro con la cual había estado sofocándolo mientras el boludo dormía.

Duo respiraba agitadamente, tratando de recobrar el aire perdido, y con los ojos desorbitados por el susto.

Vaya forma de despertar.

Asesinó a su cuñada con la mirada mientras se sentaba alterado en el sofá.

- Brujaaaa... - siseó por lo bajo, entrecerrando los ojos. Nijan ignoró los "buenos dias" del novio de su hermano y saltó a un tema mas importante.

- Tengo hambre... ¡cocina algo!.

Duo le dirigió otra mirada que equivalía de cien puñaladas.

- Estás loca, ¿lo sabías?. - zumbó irritado, dejándose caer de espaldas en el incómodo sofá. - Por cierto, muchas gracias por poner el video que te di en internet.

- ¿Es por eso que dormiste en el sofá?. - interrogó con un tono de voz por demás divertido para el gusto de Duo, que se hallaba en duelo.

- Sipi. - gimió cual niño pequeño. - ¡¡¡Mi Hee-chan ya no me quiereeeeee!. - soltó con cascaditas en los ojos. Nijan cerró los ojos con una gran gota.

- Ay, Duo, eres una exagerada. - le dijo, desestimando lo dicho por el chico con un movimiento de mano. Duo frunció el ceño furioso, pero Nijan no le dio tiempo de hablar. - Claro que te quiere, el hecho que estés vivo es una clara prueba de ello.

Duo abrazó uno de los cojines del sofá y escondió su rostro entre otro montón.

- No... - negó. Su voz sonaba ahogada. - Nada es como lo había pensado...

- ¿A qué te refieres?. - interrogó Nijan, sentándose a su lado para consolarlo acariciándole la espalda... y de paso buscar su billetera.

Duo sacó el rostro de entre los cojines y la miró tristón.

- Es que nunca estamos juntos... Ya hace un mes que no tenemos verdadera intimidad, como antes de mudarnos... ¡Uta, mujer!. ¿Qué no ves que no duermo con mi billetera?. Deja de manosear... luego buscamos dinero en el escondite secreto de Hee-chan. – Nijan asintió y se irguió en su lugar para continuar oyéndolo. - Peleamos casi siempre que estamos juntos y Heero está de mal humor todo el tiempo... - soltó un suspiro. - Creo que hubiera sido mejor no haber oficializado. – añadió meditativo.

- No digas huevadas, Duito. Claro que mi hermano te quiere, incluso más que a mí que soy su hermana TwT Solo están pasando por una etapa difícil, como todas las parejas lo hacen alguna vez.

Duo la miró perplejo.

Andale. La chica sí que era brillante cuando estaba sobria.

- ¿Sabes qué te hará sentir mejor?. ¡¡FIESTAAAAA! ñ.ñ

Duo casi se cae del sofá.

- ¿Otra?. ¡Pero si ni siquiera se ha limpiado lo de la última!. - recordó, refiriéndose a la pila de basura que casi llegaba al techo.

Nijan lo miró con los ojos abiertos de par en par.

- ¿De qué hablas?. ¡Es la pila de basura mas ordenada que he visto en mi desperdiciada vida!. - se defendió, indignada, para luego seguir insistiendo. - Andale, Heero saldrá de viaje este viernes y volverá el domingo... Podemos hacer un pequeño maratón. - ofreció con su mejor sonrisa ladina y ojitos brillantes. Duo-chan la miró con recelo.

- ¿Cómo sabes eso?.

- Tengo mis contactos. – soltó misteriosa. - Divertirte un poco no te hará daño mientras pasas por esta fase de tu relación... Y a mí no me caería mal otra fiesta para mejorar el negocio...

Duo fingió no oír la última parte. Ya tenía mas que suficiente en qué pensar, con todo eso de la pelea con Heero, lo mal que iba la relación últimamente, su mal humor, la falta de intimidad... El constante fuego entre sus piernas TwT

¿Pero qué pasaría si no era algo transitorio como decía Nijan?. ¡No quería ni pensar en dejar a Heero!.

Negó con la cabeza para alejar esos pensamientos.

- Ok. Pero ya sabes la condición...

... Si me atrapan, no estabas enterado de nada... - asintió Nijan, con una sonrisa al mejor estilo Duo.

Continuará...