Notas de la autora: Hola!. Muchas gracias a todos lo que se molestan en dejar reviews y en leer este fic!. Me hacen muy feliz!.
Xin the godess of death: No te preocupes por eso!. Con que leas el fic me basta y sobra!.
Muchas gracias a todos!.
Advertencias y demás: Remitirse al primer capítulo. Además, hay un breve limme (creo que se escribe así) que deja con ganas de más. Pero no se esperen muxo de mí!.
La cuñada de Duo
By: Nadesiko Takase
Capítulo cinco:
"De castigo: Abstinencia"
- ¿Me quieren explicar que rayos pasó aquí?. - interrogó la imponente voz de Heero, aún parado y de brazos cruzados en el dintel de la puerta. Lucía terroríficamente tranquilo, al parecer de Duo, que se encogió lo mas que pudo y cerró los ojos en un inútil intento por desaparecer.
- ¡Ay, Heero!. - exclamó con aburrición Nijan, cambiando los canales del televisor sin prestar mucha atención a la potencialmente peligrosa "calma" de su hermano. - ¿Qué no ves?. ¡Hicimos una maratón!... - al ver la mirada asesina que Duo le dirigió como rayo apenas terminó su frase, se apresuró a corregrise. - ¡Hice!. Quiero decir que hice una ultra mega hiper fiesta al mejor estilo Nijan Yuy. - terminó su frase sonriendo con la mayor naturalidad del mundo. Cualquiera diría que hasta ella misma se creía inocente.
Heero entrecerró los ojos cobalto y miró largamante a su hermana y luego a Duo... Luego a su hermana y luego a Duo, que para esas alturas, ya estaba rezando el rosario y rogando al cielo por su alma. El mundo pareció deternerse mientras aguardaba el verdicto de Heero.
- Mas vale que limpien todo esto ahora... - pronunció finalmente.
Extrañado, Duo se irguió y lo miró con sospecha, parpadeando varias veces desconcertado. ¿No amenazas de muerte?. ¿No uso de la fuerza?. ¿Nada de intentar matarlo con su magnum?. ¡Epa!... Algo tramaba.
- ¿Eso es todo?. - se atrevió a preguntar el trenzado cuando el otro chico ya emprendió marcha hacia la habitación.
- Ven a limpiar nuestro cuarto ahora... - sentenció Heero, siguiendo su camino sin detenerse a mirarlo. - Luego pensaré si vale la pena que vivamos juntos o no. - fueron sus letales palabras.
Duito sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo. Se quedó paralizado ante esas palabras, sin saber si reír o llorar, pues no dudaba de la veracidad de las misma.
- Y eso que no tiene ni idea de la orgía, las drogas, del negocio de "acompañantes", mi arresto... - comenzó a citar muy pancha la Yuy, sin apartar los ojos del televisor. Pero al ver de reojo que Duo continuaba paralizado, le dedicó una mirada alentadora y una radiante sonrisa, idéntica a la que Heero le daba en muy raras ocaciones. - Duito, tú no tienes de qué preocuparte. - Duo se giró hacia ella cabizbajo y fue a sentarse a su lado en el sofá. Nijan le despeinó un poco para animarlo. - La única que corre el riesgo de ser desalojada soy yo... A tí nunca te dejaría, el muy cojudo.
Duo asintió y sonrió, tratando de creer en las palabras de la chica.
Sin embargo, los días pasaron y Heero no daba señales de haberlos perdonado. A pesar de que hicieron sus mejores esfuerzos por dejar la casa como antes (incluso mejor, porque sacaron tooooooda la basura acumulada desde que se mudaron y acomodaron las cosas de la mudanza, convirtiendo la casa en un hogar bastante acogedor), no pudieron esconder los destrozos causados a los muebles y ciertos objetos preciados para Heero.
Con Duo, Heero se mostraba frío y distante, además de obligarlo a dormir de nuevo en el sofá, para su gran desgracia, pues ya moría de ganas por hacer "cositas" con su novio, que no daba señales de tener intenciones de perdonarlo NUNCA. Con Nijan sencillamente no hablaba, ya que la muy tonta andaba de lo mas campante por la casa como si nada hubiese pasado.
- ¡No entiendo cómo diablos haces para estar tan pancha!. - le reprendió Duo una de las noches que pasó en el sofá. Él y su cuñada se quedaron viendo películas hasta tarde y Heero estaba encerrado en su cuarto.
Nijan lo miró interrogante unos instantes mientras masticaba las palomitas de maíz como vaca. Duo soltó un suspiro y se golpeó la cabeza con la palma de la mano.
- ¡Hablo de Heero!. - aclaró. Nijan continuó mirándolo interrogante.
Duo comenzaba a enervarse... No estaba en su mejor estado desde la pelea con Heero. No dormía, no comía y vivía pendiente de Heero, esperando alguna señal por parte de su soldado perfecto. ¡Estaba perdiendo la cabeza!. ¡Deseaba que le dijese algo!. ¡Lo que fuera!. Incluso si rompía con él, sería mejor que estar soportando todo ese suspenso... Pero lo que mas deseaba era un "encuentro cercano" para quitarse las ganas acumuladas que le tenía.
- ¿Recuerdas que está enojado con nosotros?. - había veces en que si quería que Nijan lo entendiese, debía hablarle como a una niña debido a que había quemado muchas neuronas en el transcurso de su vida pagana.
- ¿Si?. - preguntó la chica frunciendo el ceño, como si fuese noticia de último momento. Duo contuvo una injuria y le arrebató el boul de palomitas. - ¡Denso! (N/A: Significa nervioso, histérico o algo así). Estate tranquilo, ya verás como se le pasa. - dijo al fin.
- Eso dices siempre ¬¬
- ¿Y tengo razón o no?.
- Creo que quiere terminar conmigooooo TwT ¡Ya ni pinchar (N/A: Léase: garchar) conmigo quiereeeeee!.
- ¡Ay, Duo! 9.9 Eres una niña, ya cállate, ¿quieres?.
- Brujaaaaa ¬¬ - siseó como solía hacerlo cada vez que su cuñada era una arpía. - ¡Si me deja, será tu culpa!. Apenas me habla, ya ni siquiera garchamos y todo el tiempo me dirige esas miradas de hielo... ¡Hemos vuelto a donde estábamos cuando nos conocimos!.
- ¡Ya te lo dije, niña!. - repuso Nijan, rodando los ojos con aburrición. - Es mas probable que me corra a mí antes que a tí... Y eso no pasará nunca porque Hee-chan no vive sin su hermosa hermanita querida. - finalizó la chica con una sonrisa tan brillante como la explosión de treina bombas atómicas.
- Espero que tengas razón, perdida ¬¬ O juro que de lo contrario sufrirás un "accidente" muuuuy doloroso... - amenazó el chico en tono macabro, provocando que Nijan haga un puchero.
- La abstinencia te ha vuelto cruel...
Je, je... No es "total" abstinencia... – soltó el trenzado con una sonrisa maliciosa, acomodándose frente al televisor nuevamente. - ¿Recuerdas tu vibrador perdido?.
Nijan lo miró con una sonrisa lasciva.
- Ay, Duito, tú sí que eres morboso.
oOo
Apenas había pasado una semana desde que Trowa se fue, y Quatre estaba hecho un completo desastre. Perdía sus papeles y documentos, olvidaba sus citas y reuniones, se ponía al revés los pantalones y se la pasaba encerrado en su cuarto.
Sus hermanas, sin percatarse de su estado depresivo, atribuyeron su insólito comportamiento al cansancio y aprovecharon la oportunidad para ir "a la carga" con el tema del matrimonio, alegando que una esposa le caería bien para que cuidara del él y satisficiera otras necesidades. Quatre no tenía fuerzas para discutir, así que sus hermanas tomaron la falta de negativas como una afirmativa a la proposición.
Y así fue como Quatre conoció a Sirena.
Sus hermanas la habían traído por unos días a la casa para que Quatre la conociera como preámbulo al matrimonio (una especie de periodo de prueba, je, je). Sirena era una bella chica pelirroja de piel blanca y adorables pecas sobre la nariz y las mejillas. Sus ojos eran verdes brillantes como dos esmeraldas cortadas con maestría y sus movimientos eran gráciles y elegantes, como toda ella...
Pero de elegante y adorable, solo tenía la imagen...
Desde que llegó a la mansión Raberba Winner, Sirena hizo todo lo posible por desempañar el papel de buena esposa según lo dictaba su cultura. Cocinaba, limpiaba, cuidaba de la casa y de Quatre e incluso deleitó a éste con "La danza del vientre". Pero por mas sensual que fuesen los movimientos de caderas y la voluptuosidad de sus senos en el corpiño de lentejuelas, Quatre estaba mas interesado en otro tipo de "equipo" del cual Sirena carecía.
Rápidamente, la chica comenzó a tomarse mas libertades con su futuro esposo, como posar sus manos sobre su pierna y "mas allá", sobar disque distraídamente su trasero, etc. Quatre comenzaba a temer por su integridad física cada vez que veía la mirada hambrienta de Sirena. "Eso es lo que logra una vida de castidad u.uU", pensaba con una gran gota mientras se escondía en el canasto de ropa sucia para evitar ser ultrajado por las manitas exploradoras de su pseudo prometida.
Quatre ya no sabía como mantener la distancia. Al parecer, la chica no captó bien la idea cuando se tapó los ojos con las manos y soltó un grito de terror cuando ella intentó hacerle un sexy striptease. "Y yo que creí que se me notaba lo maricón a kilómetros..."
La noche había caído nuevamente y Quatre, resignado ante la idea de que su Trowa no vendría de pirata (N/A: Es entrar a un lugar a escondidas... En mi tierra natal le decimos entrar de "jakare", que es una especie de cocodrilo que nada tiene que ver con lo que estoy contando porque otra vez me desvié del tema -.-U) esa madrugada a hacerle cositas, se dispuso a dormir en su grande y lujosa cama de donceles, metiéndose bajo las sábanas de seda. (N/A: Millonarios jos de puta ¬¬). Al poco rato se quedó dormido en su habitación inmensamente grande y llena de objetos costos, sintiéndose completamente solito. (N/A: Nop, imposible tenerle lastima a los ricos...)
Fue el momento aprovechado por la misteriosa figura que acechaba al muchacho para infiltrarse en la habitación a hurtadillas. Cerró la puerta tras de sí con suavidad y caminó hasta la cama del chico para meterse bajo las sábanas junto a él.
Se oye una ahogada risita macabra:
+ ¡Jojojojojo! +
Quatre suelta un leve quejido en sueños y se gira hacia el otro costado, murmurando cosas inentendibles...
- Amandjkasuj... je, je...
La misteriosa figura sonríe con perversidad contenida y se relame los labios expectante.
Veamos que está pasando en los sueños de nuestro lindo rubio:
Insertar un bello paisaje de verdes praderas y florecitas de colores...
Insertar tiernos animalitos del bosque, como conejitos blancos peludos y venaditos de enormes ojos inocentes...
Insertar esponjosas nubes de algodón en el cielo...
Insertar un Trowa usando una tanga de cuero, amordazado y atado a un árbol...
+ pre infarto acompañado de hermorragia nasal poderosa +
(N/A: Me pregunto si todas estas fantasías mías son señales de un profundo desequilibrio mental... )
La figura se babea al ver a Q-man tan lindo, sonriendo tiernamente en sueños, retorciéndose feliz. Pero sus sueños no tienen NADA de tiernos...
Insertar también a una Nijan...
¿Qué coño hace ésta en una fantasía de maricas? o.o
... con espeso maquillaje negro de ojos, labios rojos, el cabello planchado, botas negras hasta la rodilla, medias de red y ropa interior de cuero negro, sometiendo al bonito e indefenso Trowa.
- Ay, ya medio que basta con el látigo, ¿no?. - se quejó visiblemente irritado Trowa, lanzándole una mirada de advertencia después de que Nijan lo azotara trescientas sesenta y cuatro veces con el látigo.
- ¡Cállate, perra!.
+ ¡Wash+
- ¡¡Jojojo!. Amo ser sadista. - suelta una carcajada siniestra que hace una espesa gota de sudor deslizar por la frente de Trowa.
- Estás desequilibrada -.-U
- Oie... Al menos este no es MI sueño mojado...¬¬
- ¿No? ô.ó
- ¡Pus no! u.úU Si fuera mía, no estaríamos en este bosque, sino en un manicomio ¬
- Tú deberías estar en un manicomio... – gruñó por lo bajo. Nijan estruja el látigo en el puño con una venita en la frente:
- ¡¡¿¿QUUUUUEE DIJISTE!
- Je, je... No, nada, nada XD ¿Tonces de quién es?
- Yo creí que era tuya... - confesó la chica
- Yo no fantaseo con mujeres ¬w¬ Y menos con una tan plástica...
- ¿Plástica? ò.ó - Nijan rechinó los dientes y blandió el látigo de nuevo.
+ ¡Wash+
- Oye, ya, en serio,¡¡¡ basta con el pinche látigo! ¬´ - le gritó bastante ofuscado el prisionero sexual.
+ ¡Wash+
- ¡PUTAAA!. ¡Dejate de joder con el puto látigo de mierda o te juro que cuando me suelte...!
- Cuando te sueltes, ¿qué?
+ ¡Wash+
- ¡HIJA DE LAS RE MIL...!. - rugió forcejeando con sus ataduras, tratando de alcanzar el cuello de Nijan, que se reía muy confiada desde su lugar a unos escasos cinco centímetros de los dedos estranguladores de Trowa. - ¡TE MATOOO! ¡¡GRRRRRR!
Súbitamente Nijan dejó de reír y en sus ojos cobalto apareció un extraño fulgor... Un fulgor que hizo que a Trowa se le erizara la piel y retrocediera como perro apaleado... Un fulgor de...
LUJURIA...
- Ay mamita... O.Ou - gimió aterrado el chico, agazapándose lo más que pudo contra el árbol y haciéndose un ovillo tembloroso ante la mirada nada santa de la chica.
- ¿Te han dicho lo seuxy que te ves todo UKE?. - inquirió la chica acercándosele con pensamientos e intenciones obscuras.
- ¡NOOOOOO...! TwT
- ¡¡¡SIIEEE! - Nijan se relamió los labio con expresión pervertidas y se arrodilló a su lado con todas las intenciones de violarse al Trowa sometido que tenía en frente.
- ¿¿Por qué a míiiiiiiii...? ToT ¡Soy gay!. ¡Soy gay!. ¡Quítame tus globos terráqueos de silicona de la cara!. ¡Yo cojo con hombres, CARAJO!
(N/A: ¡SIIIIII! . ¡¡Aguante el yaoi!)
- Tranquilo, Tro-chan. - lo consoló Nijan, tomándolo de la cabeza y hundiéndola entre sus pulposos pecho con violencia, haciendo que Trowa manoteara para liberarse mientras luchaba por oxígeno. - ¡Me dijeron que cojo como uno! n.n Así que toma aire y quedate quietecito... ¡¡que esto te DOLERA MUCHISIMO! ¡¡Jojojojojo! 0
- ¡Memfhad+.+ - protesto el chico, quedando sin aire.
- ¿Qué dices, muñeco inflable? ¬ - preguntó sin lograr desifrar su dialecto.
Nijan finalmente dejó de oprimirlo contra su pecho, lo que los pulmones de Trowa agradecieron inmensamente inspirando la mayor cantidad de aire posible.
- ¡¡¡Quatreeeeee! . - chilló a todo pulmón, tratando de mantener a la enferma mental hermana de Yuy alejada de sus partes nobles.
En sueños, el chico árabe sonreía bajo la atenta mirada de la misteriosa silueta que permanecía a su lado, cada vez mas cerca suyo...
- Tu seme no vendrá a tu rescate, Trowa. - soltó Nijan en una pésima imitación de la villana de la novela de bajo presupuesto de las seis. - ¡Un momento!. o.o ¿Seme?. Creo que comienzo a sospechar de quién es este sueño...
- ¿De Quatre?. – preguntó esperanzado el chico con una sonrisa muy tierna.
- ¡Silencio! ùú
+ Wash+
- ¡¡Awww! Snif, snif. ¡¡Quatreeeee!. ¡¡Salvame de ser violado por esta desquiciada y te dejaré ser el seme siempreeee!.
La misteriosa silueta se relame al ver como el rubio se retuerce en sueños, sonríe y emite sensuales gemidos... Parecía estar soñando algo muy agradable, así que corre su cuerpo un poco mas hasta pegarse al del chico.
Ahora insertar en el sueño de Quatre, finalmente, a Quatre, que hace su aparición tardía.
- ¡¡Por que tardaste taaantoooo! - gimió un Trowa todo lloroso y desprotegido, que continuaba amarrado al árbol, manteniendo alejada a Nijan con una pierna en su hombro.
- Hasta que al fin apareces ù.ú - intervino la celadora. - Pensé que me lo tendría que violar yo solita...
- Yo me hago cargo desde aquí – habló el rubio con voz calma y firme.
- ¿¡¡Yo no participo del RAPE? ToT - Nijan hizo un puchero y los ojitos se le aguaron.
Quatre se acerca a Trowa y lo abraza protectoramente, recostando la cabeza de su compañero en su pecho con afecto para tratar calmarlo un poco.
- Nijan da miedo V.V - se quejó, abrazando al recien llegado con fuerza. - ¡Haz que se vaya, Q-chan!.
Nijan sonríe de lado y se pone de pie, recobrándose instantaneamente de la desilución.
- Bueno, creo que tengo otro sueño erótico al cual asistir... ¡Ahora me toca hacer de Viuda Negra! ¡Jojojo!. ¡¡Diviertanse! - y desaparece dejándolos solo en la tierra de los animalitos tiernos y de nubes de algodon.
Trowa se separa lenamente de Quatre y le ve a los ojos con devoción.
- Quatre,¡nunca me dejes!. ¡Quiero estar a tu lado siempre!. No importa si no le cuentas a tu familia de nosotros, ¡yo solo quiero estar a tu lado...! - su mirada llena de adoración y ternura de princesa recién salvada, lentamente se convierte en una seductora a medida que el ojiverde desliza una mano por los muslos de Quatre hasta llegar a su entrepierna.
A estas alturas del sueño, Quatre tiene una sonrisa de boludo realizado y se babea sobre la almohada corriendo el riesgode ahogarse. Lo que no sabe aún es que es la mano del desconocido es la que se encuentra masajeando su entrepierna, y no la de su adorado Trowa uke...
Trowa se acerca a sus labios y posa los propios sobre los del rubio para darle un suave y timido beso mientras sus hábiles dedos comienzan a causar estragos en Quatre, que echa la cabeza hacia atrás, rindiéndose a las sensaciones provocadas por las experimentadas manos del ojiverde.
Las sensaciones se hacen tan intesas, que Quatre termina despertando.
Desconcertado, descubre una mano (que no es la suya) justamente... ahi.
Se gira sobresaltado para ver quién se encuentra a su lado.
- ¿¿SIRENA? – grita al borde de un ataque de histeria, sin percatarse del volumen de su voz debido a la sorpresa. La aludida suelta un ronroneo felino y se abalanaza sobre Quatre con todas las intenciones de devorarlo. (N/A: ¿¿Pueden culparla?).
Antes de que Quatre pudiera reaccionar, la chica le come la boca junto con la mitad de su cara en un beso fogoso, tomandolo desprevenido.
- ¡¡Mnamfmh! – Quatre menoteando.
- ¡Ay, Q- sexy, eres taaaaaan apasionado! - soltó entre risitas la pelirroja luego de separar sus labios de los del chico, dejándolo completamente babeado.
- ¡S-Sirena!. ¿QUÉ HACES AQUÍ? o.o - interrogó el chico, secándose la cara con la sábana, tratando de no sonar demasiado ultrajado. Estaba sonrojado hasta las orejas.
- Te estoy dando un anticipo de nuestra noche de bodas, tontin... - rió la chica para luego bater sus largas pestañas con máscara ultra, ultra, ultra, ultra, MUY ultra volumen disque de manera incitante.
- ¿Tienes algo en el ojo? o.ó - le preguntó Quatre, cubierto con la sábana hasta los ojos para evitar otro ataque de besos babosos.
- ¡Jojojo!. °u°Quatrecito, eres taaaaaan gracioso... - rió como hiena atragantada dando al rubio un manotazo en el hombro que por poco lo echa de la cama.
- Je, je... no tienes idea... - rió entre dientes.
En eso Sirena hizo otro intento de apachurrarlo, abalanzándose sobre un ahora MÁS alerta Quatre, que muy ágil, se hizo a un lado.
+ ¡BAM+
Su "prometida" fue a dar contra el frío piso.
- ¡IREAAAAAAAAAA! o - gritó Quatre, como si su vida dependiese de ello, al notar aterrorizado que Sirena se volvía a poner de pie con intenciones de realizar un tercer ataque contra su casta personita.
+ Bum +
+ ¡Bum+
+ ¡BUM+
+ ¡¡BUM+
Se oyó y sintió un temblor similar al producido a una estampida de elefantes, proveniente del pasillo, y en un abrir y cerrar de ojos, entre una nube de polvo, aparecieron en el cuerto de su hermanito las quince hermanas de Quatre para acudir a su llamado (N/A: Puta que es mimado el chico ¬¬ ¡Con razón les salió gay!).
- ¡¿Qué sucede, Quatre bonito!. - exclamó Irea sobresaltada, respirando agitadamente y con los ojos desorbitados. Quatre, hecho un ovillo tembloroso recostado en el respaldo de la cama y con la sábana cubriéndole hasta los ojos, señaló con el dedo a una Sirena que se sobaba la cabezota adolorida debido a tremendo golpe que se pegó al caer de la cama XD.
- ¡¡Me toco mis partes "privadas"! T/T
- ¡Ay, Sirena, no seas glotona!. Aguanta hasta la noche de bodas, ¿quieres? ¬¬ - le reprendió Zubia, poniendo los brazos en jarras.
- Venga, a dormir con las chicas como Ala manda... (N/A: Que mal sonó eso, ¡jojojo!)- le ordenó Irea, extendiéndole la mano para ayudarla a levantarse del suelo. - ¡¡Después del matrimonio se permite la gula! n.n
+ ¡Bam+
Fue el turno de Quatre de caerse de la cama.
oOo
Era una mañana de sábado gris y fresca con posibilidades de lluvia.
Heero, como de costumbre, se había levantado temprano, desayunado, leído el diario, limpiado la cocina, realizado sus ejercicios matutinos, etc, etc mientras Duito seguía dormido en el sofá. Al parecer, sus intentos fallidos de meterse en la cama con él lo frustraron bastante.
Flash Back:
Heero llegó a casa del trabajo un poco mas temprano de lo usual sólo para encerrarse de nuevo en el escritorio para seguir con la computadora. Duo se asomó furtivamente con la excusa de saludarlo; nada tenía que ver con la sensación de ardor enloquecedora que llevaba entre las piernas hacía días por culpa del estado de abstinencia forzada al que le obligaban someterse.
¡Hola Hee-chan!. – saludó todo meloso el trenzado, a la par que irrumpía en el recinto tratando de no alborotar demasiado el ambiente.
- Hn. – fue la escueta respuesta de su novio. Unos chistosos lagrimones se asomaron a sus ojos por culpa de la indiferencia de Heero, pero se repuso al instante. No se dejaría vencer tan facilmente. Estaba demasiado caliente, y si debía tomar a Heero por la fuerza...
+ Sonrisa de maniático sexual +
... Sería un pequeño precio que pagar...
Saltó sobre el regazo de Heero antes de que éste pudiese siquiera chistar y arrojó sus brazos sobre el cuello del ex soldado perfecto para mirarlo con una sonrisa encantadora que no parecía surtir efecto, pues Heero lucía esa expresión de irritabilidad; esa que se diferenciaba de sus expresiones de alegría, tristeza, saciedad y las demás tan sólo por el leve fruncimiento de las cejas. Algo casi imperceptible, pero para Duo, bastante claro.
- Quítate baka. – le ordenó la fría voz del chico, sin dejar de teclear, haciendo un tremendo esfuerzo por ignorarlo.
Pero Duo estaba demasiado cómodo sobre su regazo. Era la mayor cercanía sexual que había tenido en muchos días y la tibieza de su piel bajo la suya lo ponía todo cachondo.
- ¡Ale, baka!. – apremió al notar que el chico no tenía intenciones de obedecerlo, sino que al contrario, se asió mas fuerte de él, recostando su cabeza en su pecho. - ¡Pesas mucho y me estás molestando!.- añadió, haciendo vanales esfuerzos por quitárselo de encima.
- ¡Ay, Heero, no seas cruel!. – berreó el trenzado, restregando su mejilla contra la costosa camisa de trabajo de Heero. – ¡Tengamos sexo desenfrenado sobre tu escritorio y hagamos las paces!. Nijan trajo un nuevo artefacto muy interesante del sex shop hoy n.n
Heero lo tomó de las caderas y lo empujó, haciéndolo caer de trasero en el suelo.
- ¡Heeroooooo! ToT – protestó un ofendido Duo sobándose el trasero. - ¡Duele, cabrón de mierda!.
No te hagas, que te hice cosas peores allá atrás y te encantaron.
+ Prominente hemorragia nasal +
Tan sólo recordar esas noches...
Duo estaba al borde de un colapso nervioso por carencia afectiva... osea, sexual.
- No me sigas molestando o terminarás durmiendo en la playa. – lo amenazó al mismo tiempo que lo sacaba del escritorio y azotaba la puerta en su cara.
Duo sonrió para sí.
"Esto no acaba hasta que uno de los dos esté de a cuatro...", pensó con resolución mientras tramaba su siguiente asalto, el cual se realizó en la ducha, momento en el que Heero pensó que estaría a salvo.
+ Insertar la música de la película taquillera de los ochentas, "Tiburón" +
Haciendo uso de sus habilidades de ladronzuelo y espía, Duo se infiltró en el baño sin ser visto. El vapor hacía nebuloso su alrededor, pero la sensual figura de Heero en la ducha, completamente desprevenido y a su merced no lucía menos incitadora.
Con sigilo se aproximó y cuando se disponía a entrar a la ducha con Heero, oye una firme advertencia...
- NI LO INTENTES
- ¡Pero Hee-chan!. Toy todo adolorido de tanto hacerme la paja, ¿no podrías tener un poco de compasión de tu querido baka?. – dijo con una vocecilla por demás tierna y lastimosa.
Oyó el agua cerrarse y sonrió con triunfo disimulado cuando Heero salió de la ducha, se ató una toalla a la cintura y se aproximó a él. La cercanía de su cuerpo caliente, su aliento y sus hermosos ojos pronto harían que Duo perdiese el control y saltase sobre él.
Ese... - se acercó hasta que sus carnosos labios calientes rozaron la oreja de Duo, causándole un estremecimiento general ante la espectativa. - ...no es mi problema.
El trenzado se quedó con la boca abierta mientras lo veía salir muy tranquilo del baño, indiferente a ... su GRAN padecimiento.
Deberías haberlo considerado antes de hacer cagadas.
Duo frunció el ceño, enormemente frustrado.
¿Heero quería jugar rudo?. Pues él se había criado en las calles. Nadie jugaba más rudo que Duo Maxwell.
Muy sonriente salió del baño detrpas de su novio, como si estuviese muy relajado. Heero enarcó una ceja en señal de sospecha al verlo tan tranquilo, premeditando un próximo asalto por parte del baka. Soltó un bufido y dándole la espalda, prosiguió a secarse el cabello.
Gran error.
Antes de que se diera cuanta ya estaba tendido en la cama boca a bajo y con Duo ejerciendo gran presión sobre él, torciendo sus brazos detrás de su espalda. Sintió el cálido aliento del trenzado sobre su oreja, provocándole un delicioso estremecimiento que ocultó a los ojos violetas.
Heero malo... – le susurró imprimiendo cierto tono de malicia e inocencia en su voz. – Alguien debería darte una lección de humildad.
La cálida lengua del ojivioleta recorriendo el lóbulo de su oreja para continuar por su cuello le provocaron escalofríos. Involuntariamente soltó un gemido ahogado que solo logró exitar al trenzado más de lo que estaba. Duo continuó su recorrido por la cálida piel bronceada, dejando un camino húmedo de mordidas y chupones mientras llenaba sus oídos con los exitantes gemidos de Heero que acabarían por hacer que viniera ahí mismo.
Súbitamente Duo lo tomó de la cintura y lo volteó para plantarle cara.
- ¿Serás un buen chico y me ayudarás con mi... problema?. – interrogó con voz suave, pero una feroz mirada en sus preciosos ojos violetas que no admitía negativa. Heero dirigió su mirada a la entrepierna de su novio, notando su NECESITADÍSIMO estado. Un escalofrió le recorrió. - ¿O tendré que obligarte?. – finalizó Duo, tomándolo con fuerzas por las caderas a modo de amenaza.
Heero se incorporó con presteza, cosa que sorprendió al trenzado. Esperaba un poco más de pelea de su parte. Se recostó boca arriba mientras veía con deleite como Heero se inclinaba sobre su entrepierna.
- Con cuidado de moderme... – lo amenazó cuando sentía las manos del chico en la pretina de sus pantalones.
Soltó un gemido cuando su erección finalmente se vió liberada de la dolorosa prisión en la que estaba... Y soltó otro más al sentir los labios de su amante recorrer su longitud palpitante y ardiente.
Heero besó la punta enrogecida y brillante para luego introducirlo totalmente en su boca con maestría. Duo se arqueó y lanzó un fuerte gemido al sentirse en esa cavidad húmeda y tibia.
Una vez que Duo estalló y se sumió en el estupor post orgasmo, yaciendo en la cama con la vista nublada y la respiración agitada, Heero se recostó a su lado con una expresión de aburrición que el trenzado no supo interpretar.
Ahora que ya conseguiste un poco de sosiego, seguirás en abstinencia un tiempo mas prolongado de lo planeado. – sentenció el de ojos cobaltos, justo antes de lanzarlo fuera del cuarto.
El trenzado no pudo hacer mucho para defenderse en el estado en que se encontraba.
Pero aún así estaba feliz. Había consegido un poco de alivio. Ya se las arreglaría para conseguir el resto; y enctonces Heero imploraría misericordia al mounstro que había creado con su puta abstinencia.
End of Flash Back
Fue a tomar un baño y se preparó para sali, con su mente aún puesta en su trenzado y en lo que había sucedido la otra noche.
Cuando salía de la casa, se encontró con su hermanita tirada inconsciente el pórtico, con el cabello castaño largo y enmarañado cubriéndole el rostro, el maquillaje corrido y la ropa arrugada y sucia.
"Ningun hombre se la querrá llevar nunca T.T"
- Hn. - fue todo lo que salió de sus labios mientras pasaba sobre ella para seguir su camino. Seguramente volvía de una noche de parranda y no llegó hasta su cuarto. Pero al menos había acertado la casa, no como la vez anterior en que entró a la casa del vecino que vivía dos cuadras arriba.
Se sobresaltó al sentir que algo lo agarraba del tobillo. Al bajar la vista se encontró con que su hermana estaba despertando.
- ¡¡¡Hee-chaaaaan!. °u° - canturreó toda alegre. Heero elevó una ceja en señal de suspicacia, un rasgo predominante en su paranoica personalidad.
- ¿Que?. - fue el dulce saludo que le dio.
- ¿A donde vaaaaaaas?.
- No molestes.- cortó la conversación liberándose de la mano de la chica para seguir su camino.
Nijan trató de sentarse. Luego de varios intentos fallidos, lo logró. Enfocó con dificultad los ojos en la elegante figura se alejaba con pasos tranquilos para luego sonreír como boba.
- ¿Y por que taaaan areglado, eh?.
- No te importa. - replicó a secas sin detener su andar.
Nijan lo miró alejarse, recuperando la lucidéz en cuestión de segundos. Enarcó una ceja tal cual su hermano, en señal de sospecha. Aunque pasaron muchos años separados, ambos se conocían muy bien, y Nijan estaba segura de que algo estaba escondiendo el soldadito de plomo... Y como buena hermana, su deber era descubir su secreto y exponerlo a la vista de todo el publico interesado.
Tambaleándose entró a la casa para encontrase con un Duo en pijamas comiendo cereales y viendo las caricaturas matutinas en la sala...
Nijan sonrio ladina...
Antes de que el chico se percatarse, su cuñada ya lo había echado sobre su hombro y sacado de la casa a toda velocidad.
- ¡Eu!.¡Qué te pasa, boluda!. ¡Bajame! O - le gritó el trenzado a la par que pataleaba como princesa secuestrada. (N/A: Es que es taaaan uke :)
+ ¡Bam! +
Nijan, muy obediente, lo arrojó cual saco de papas en medio de la calle para luego apoyar las manos sobre las rodillas y jadear, tratando de recobrar el aire.
- ¡Nijan de mierda!. ¡Que puta te fumaste! - le comenzó a gritar, agitando un puño amenazante desde el suelo.
- Heero... escuende... salió... - fueron todas las palabras "elocuentes" que salieron de la boca de la chica mientras trataba de recobrar el aire.
Duo alzó ambas cejas en señal de sorpresa, pues para su desgracia, había comprendido claramente el lenguaje bestial de su amiga.
- ¿Siii? o.o - preguntó.
- Si - asintió Nijan.
No hizo falta mediar mas plabras. Duo se puso de pie de un salto y ambos empezaron a correr, siguiendole el rastro al ex soldado perfecto. Duo con su bonito pijama de corazoncitos y la trenza deshecha, y Nijan con su facha de cocainómana transnochada.
Cuando finalmente le dieron alcance, lo vieron parado en una esquina con las manos en los bolsillos cual prostituto solicitado. Ambos permanecieron alejados, escondidos en una esquina de la vereda opuesta dos cuadras mas arriba.
Instantes después paraba frente a el perseguido un flamante auto blanco, del cual bajó una chica rubia vestida elegantemente, llevando puestos unos lentes de sol y una pañoleta como adorno en el cabello. Desde sus ropas hasta sus accesorios gritaban opulencia. Sus movimientos eran femeninos y delicados, y no menos provocativos.
Duo entrecerró los ojos viendo como la chica se acercaba a Heero, mientras éste parecía reconocerla.
El corazón de Duo dio un salto al identificar a la espectacular rubia, cuyos cabellos radiantes se agitaban con el viento frío de la mañana. El encuentro parecía salido de una película de los cincuentas.
- ¡Relena! - casi gritó el ojivioleta, al reconocer a la chica que ahora saludaba amistosamente a su novio, con dos besos, uno en cada mejilla.
Frunció el ceño preguntándose que motivos podría tener la Ministra de Relaciones Exteriores con Heero. Podría tratarse de un encuentro para discutir negocios; después de todo, aunque Heero estaba retirado sus servicios siempre eran requeridos, al menos como informante o para compartir sus experiencias y conociemientos.
Aun así no pudo evitar sentir una punzada de celos al ver a la pareja saludarse amistosamente y con tanta confianza. Relena sonreia abiertamente, y aunque Heero no lo hacia, Duo podia notar que estaba feliz de verla.
- ¡UPS! - Nijan emitió un sonido gutural. Tenia la horrible sensación de haber metido la pata... DE NUEVO. - Ey, Duito, que te parece si vamos a desayunar algo...
- ¡¡SHHH! - soltó Duo sin apartar la vista de la pareja, que ahora se tomaban de la mano, para su incomodidad, y caminaban juntos hasta el parque que estaba enfrente, seguidos de lejos por otros dos hombres vestidos de civiles que Duo sabía eran guardaespaldas de Relena. - ¡Vamos! - ordenó tomando a Nijan de la muñeca y arrastrándola hasta el concurrido parque.
Heero y Relena iban caminado simulando ser una pareja, ya que la chica estaba de incógnito. Duo y Nijan caminaban con gran naturalidad a unos cincuenta metros de los guardaespaldas de Relena, tratando de pasar desapercibidos con sus fachas taaaaan ordinarias XD.
Finalmente la pareja se sentó en un banco frente a un lago artificial con camalotes. Los guardaespaldas permanecieron alejados, a un lado de la Ministra, pero sin apartar los ojos de ella.
Duo y Nijan, habilidosos y aún poseedores de sus mañas adquiridas como ex ladrones, se acercaron sigilosos hasta estar a unos metros de la pareja, camuflayados por unos arbustos que hacían de pantalla, ubicados detrás del banco. Desde ahí podrían oir la conversación sin ser vistos...
Duo solo esperaba que Heero no se percatase de la presencia de los intrusos.
Los celos e inseguridades del ex piloto 02 comenzaban a aflorar, pues sabía muy bien de los sentimientos de la joven hacia su Heero. Durante la guerra se mostró muy protectora, afectuosa y leal hacia él, tratando de seguro ganarse su corazón.
Esa era la razon por la que a Duo no le simpatizaba mucho Relena. Y menos aún le simpatizó cuando Heero y él se convirtieron en pareja y Relena seguía manteniendo estrecho contacto con su novio, en plan de "amigos".
"Amigos las pelotas... Estoy seguro que me quería bajar el novio o.ó"
Se removió molesto en silencio desde su lugar, sintiéndose un poco traicionado por Heero, que estaba al tanto de sus sentimiento adversos hacia la rubia, pero aún así había accedido a encontrarse con ella sin decirle nada... Bueno, aunque no tenía nada que ver con su relación. Los asuntos de trabajo eran eso: Asuntos de trabajo. Y tanto Heero como él eran muy profesionales y sabían poner sus sentimientos y conflictos a un lado.
"Pero..".
La incómoda inseguridad seguía martillando.
"¿Y si Relena está tratando de recuperarlo?".
La sola idea le provocó escalofríos. ¿Como competiría él contra una chica que tenía el mundo a sus pies?. No había nada que la señorita Relena Darlian no pudiese hacer. De buena familia, talentosa, inteligente, culta, educada en las mejores escuelas... Y, para el colmo... (Duo pasó saliva a punto de tener una crisis nerviosa con solo imaginárselo) ¡... con un equipamiento del cual Heero solía gozar años atrás!.
"¡Aaarg!. ¡¡A poco y me lo vuelve hetero de nuevo! TwT", pensó Duito muy angustiado, haciendo un puchero sin siquiera notarlo, bajo la mirada inquisidora de Nijan, " ¡¡Buuuuuu! ¡¡¡Y el trabajo que me costó pervertirlo! ¡¡No es justoooo!"
Sumido en su angustia mental, Duo comenzó a patalear y manotear en silencio en una extreña representación muda del berrinche de un niño malcriado.
Nijan, que estaba tratando de oír la conversación de su hermano, le dio un zape para que se tranquilizara y dejara de distraerla.
Heero y Relena comenzaron la charla hablando de temas sin trascendencia, para continuar por un buen rato.
Duo comenzaba a impacientarse y Nijan se había quedado dormida.
Cuando el trenzdo estaba por declarar oficialmente a Relena y Heero dos aburridos y sin vida, oyó algo que por fin haría cambiar la dirección de la conversación hacia algo mas interesante.
Relena... ¿Para qué me contactaste?. – fue la pregunta que salió de los labios de Heero, luego de un largo silencio entre ambos. Su tono de voz era mecáncio, pero aún así Duo pudo denotar la curiosidad albergada detrás del típico tono desinteresado de su amante.
La chica permaneció en silencio, con la vista baja unos instantes.
Cuando finalmente alzó los ojos, los clavó en Heero con gran intensidad.
Simplemente te extrañaba... – fue la sencilla respuesta que le dio la chica, sin apartar la mirada. – Y a juzgar por tu expresión al verme, creo que tú también estás feliz de verme.
Heero abrió un poco los ojos en señal de sorpresa ante la honestidad un poco avasalladora de la rubia; pero no tardó en recuperar su expresión neutral de siempre.
Duo no sabía qué tan estrecha era la amistad de Heero con Relena, pero estaba seguro que la chica se estaba tomando demasiada libertad al hablarle de ese modo, con tanta confianza. Heero no era de los que permitían que se le tratase con tanta familiaridad; siempre había sido una persona muy formal. Seguramente no tardaría en cortarle la inspiración a la invasora por ser tan atrevida.
Pero tamaña sorpresa se llevó al oír las palabras de Heero:
Así es.
+ Insertar a un Duo con expresión de psicópata asesino +
"¡GRRRR!. ¡¡Qué coño está pasando!. Vamos, Heero, mándala a volar como me lo hiciste a mí cientos de veces TwT"
Pero si aquello que acababa de oír no había sido suficiente sorpresa, lo que oiría a continuación sería suficiente para sus próximas trescientas reencarnasciones...
- Estoy aquí para pedirte que nos demos una segunda oportunidad. Hacíamos buena pareja, ¿no?. Podríamos intenterlo de nuevo ahora que maduramos un poco más.
"¿¿¿¡¡¡QUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! (o).(o)"
En ese momento Duito comenzó a ver todo negro para desvanecerse unos instantes...
¡PERO NOOOOO!
¡No podía permanecer desmayado ante semejante calúmnia!. Se despertó de nuevo, dispuesto a seguir torturándose con la conversación.
¿Cómo era eso que Heero había tenido una relación con Relena?. ¡¡¡El muy CABRON JO DE PUTA LE HABIA MENTIDOOOOO! O
"¡¡¡TE CORTARE LOS HUEVOS, REVERENDO MENTIROSO HIJO DE LAS REMIL PUTAS!. ¡¡¡JURO POR SHINIGAMI QUE TE MATOOOOOO!"
Y bueno, para comprender mejor el enfado de Duito, sumenle a la aversión que ya sentía por la rosada Ministra de Relaciones Exteriores, el hecho de que Duo preguntó y repreguntó una y mil veces a Heero si alguna vez tuvo una relación amorosa con ella, y todas las veces Heero le respondía:
- ¡Duo baka!. Dejate de molestar con eso, ya te dije que ¡NO!.
Pero lo pior fue lo que oyó a continuación... Si lo anterior sería la mayor sorpresa de sus trescientas vidas siguientes, lo que estaba por oír sería ¡¡LA MAYOR SORPRESA DE SUS MIL PUTAS VIDAS SIGUIENTES!.
- ... Nos amábamos tanto, pero no supimos manejarlo... - continuó hablando Relena. Duo tenía la mandíbula dislocada y la boca abierta hasta el suelo. - ... creo que ahora sabremos llevarlo mejor, si tan sólo nos diésemos la oportunidad. ¿No opinas igual?. Qué dices, ¿nos damos otra oportunidad?.
Duo estaba por entrar en coma cuatro.
Quaría saltar se su escondite y cometer un sangriento homicidio pasional...
Pero primero oiría la respuesta de Heero. Lo que el chico diría a continuación podría salvarle el pellejo o condenarlo a una laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga tortura en manos del ojivioleta, que se encontraba echando espuma por la boca.
La respuesa de Heero tardó un buen tiempo en llegar. Significaba que el muy hijo de puta lo estaba pensando. ¿QUÉ ACASO DEBIA PENSARLO?. ¿Estaba dispuesto a dejerlo a él como si nada para volver corriendo a los brazos de la malcriada esa?.
"¡¡¡¡PUUUUUUUUUUUUUTAAAAAAAAAAAAAAA!. CONTESTA PRONTO, CABRÓN DE MIERDA ANTES DE QUE TE PARTA LA CABEZOTA DE UNA PATADA"
Tienes razón... – reconoció la calmada voz de Heero.
Duo se estaba por poner de pie, dispuesto a ahorcarlos a ambos y escaparse a una colonia lejana, pero afortunadamente, Nijan, que hablaba en sueños, lo sujetó de la pierna con fuerza, abrazándose a ella y babeándose.
Mmm... torta... je, je. – se abrazó mas a la pierna de Duo y sonrió con perversión. – Chocolate...
"¿Puta, pone esa cara de pervertida al hablar de comida?", se preguntó fugazmente el chico, para luego momenzar a patalear en silencio, tratando de liberarse.
- ¡Nijan del demonio!. – sisieó a punto de explotar, tratando de no patear demasiado fuerte a su cuñada que seguía durmiendo. - ¡Suelta!. ¡Suelta!. ¡GRRRR, golfa del infierno... !
- Pero ahora estoy con Duo... – oyó decir a Heero mientras luchaba contra una dormida Nijan.
Duo sintió cierto alivio en el corazón. Trató de contener sus impulsos asesinos y siguió escuchando.
Hubo un prolongado silencio. Duo se moría por ver lo que pasaba.
¿Lo amas?. – preguntó Relena. Hubo un breve silencio, en el que Duo asumía que Heero le había respondido con la mirada, pues la chica dijo a continuación. – Tienes razón... No me inmiscuiré.
Otro silencio, pero esta vez, MUY, MUY LARGO:
Duo hervía de ira. Las emociones se agolpaban en su pecho, confundiéndolo. No sabía que hacer primero; largarse a llorar, o salir de su escondite a matar al traidor de Heero a golpes, o mejor simplemente desaparecer. El dolor que sentía le nublaba la mente, aturdiéndolo.
- Yo te amo, Heero. Lo sigo haciendo. Y creo que tú también me amas aún. –habló Relena, echando más sal en la herida del intruso que oía la conversación de manera furtiva. –Te dejaré un tiempo para que lo pienses... – otorgó, poniéndose de pie.
Heero seguía con la vista fija en el suelo, así que Relena, con suavidad posó una mano bajo su barbilla y lo obligó a mirarla para sí plantar un suave beso de despedida en sus labios y marcharse silenciosa.
Heero permaneció largos minutos sentado en el banco en completo silencio. Cuando finalmente se puso de pie, al girarse se encontró con Duo, parado frente suyo llevando su ridículo pijamas de corazones y una expresión que claramente denotaba que había oído toda la conversación.
¿Me seguiste?. – le preguntó con ese tono frío que Duo tanto odiaba. Hacía mucho que ya no usaba ese tono con éñ, completamente desprovisto de emociones, como si hablara con la pared.
Duo, tan transaparente, sabía que la expresión de desengaño en su rostro en ese momento debía ser obvia, y no se molestó en ocultarlo. Así como no se molestó en ocultar la rabia que bullía en su interior y el furor en sus normalmente cálidos y juguetones ojos violetas.
Si. – le contestó secamente, en el mismo tono.
Continuará...
