Disclamer: Digimon no me pertenece ni nada que contenga, ni siquiera los personajes… ;; (creo que este es uno de los sueños de cualquier fan, el que la historia y los personajes de alguna serie le pertenezcan…)
TWO KINGS, ONE HEART
Capitulo 1
-Mi señor el frente esta preparado para atacar….
-Muy bien… Envía un mensajero al reino que vaya directo con el rey y le diga que ya comenzamos el ataque. Iré al frente
-Si, mi señor
A pesar de su apariencia de chiquillo travieso y divertido, los ojos del chico que se dirigía al frente poseen un brillo candente, parecen llamas ardiendo de deseo por ir a la batalla, su corta edad y su destreza en el campo de batalla le habían dado su reputación de ser el mejor general del reino del Oeste, su nombre Taichi Yagami, su padre también había sido un gran general incluso llego a luchar junto a su único hijo varón, pero su edad y aquella extraña enfermedad no lo favorecieron en una de las tantas batallas siendo alcanzada por una flecha que acabo con su vida, durmiendo eternamente en el regazo de su hijo.
El Reino del Oeste uno de los mas conocidos de los 4 reinos por sus grandes guerreros, se dice que la gente que lo habita posee un gran corazón y sentido de justicia, pero debido al gran numero de conflictos internos debido a la temprana caída de su rey, a la escasez de alimentos y agua, varias personas abandonaron el reino mientras otras permanecieron allí sin posibilidad de salir, debido a la orden de no dejar escapar a mas personas del reino. El actual rey, un joven casi adolescente caprichoso, quiere declarar la guerra al reino más cercano el Reino del este, debido al gran comercio que este posee y alas extensas áreas de cultivo que han desarrollado al pasar de los años.
Muchos dicen que las personas del reino del este, por estar tan cerca del alba, salida del sol, son de piel clara y su cabello de un tono muy singular, por ejemplo, cabellos azul, rojizo o amarillo, siendo las personas del reino del este de tez bronceada y cabellos marrones y negros.
De vuelta el campo de batalla
Un ejército esperaba la señal de su general que esta en un caballo, observando con paciencia como el ejército del Este se forma frente a ellos. Un soldado se acerca al general Yagami y lo llama, este se mantiene sobre su caballo pidiendo al soldado que hable desde la posición donde esta.
-Mi señor, según los espías el ejercito enemigo esta siendo comandado por el general al que llama "Filius Dei" uno de los mas temidos por los 4 Reinos
-Si esa si esto será aun mas interesante…. Ten! –el caballero le entrega una carta al soldado- envíala con un mensajero al reino y que se la entregue a mi hermana
-Mi señor, ellos poseen un ejercito mas numeroso que el nuestro pueden acabarnos con los ojos cerrados al menos usted retroceda, nuestro reino necesita de alguien como usted para protegerlo.
-Calla! Entrega esa carta de inmediato yo me quedare con mi ejercito hasta el final entendiste, ahora desaparece de mi vista.
El soldado bajo su vista y se marcho. El caballero permaneció firme ya se había percatado de la grandeza del otro ejercito pero el tenia un presentimiento había algo diferente aquel día no sabia si era la ansiedad por la batalla que se acercaba pero lo que si sabia es que al menos acabaría con el ejercito frente a el, no le importaba quien fuera su general, no permitiría que avanzaran hasta su reino y por supuesto al final el vencería siempre lo hacia.
Finalmente Tai, como le gustaba que lo llamaran sus conocidos, pudo ver al general también estaba sobre su caballo frente al otro ejercito estudiando a su adversario, antes de comenzar la batalla los dos generales se acercaron para charlar sobre alguna posibilidad de parar aquella entupida batalla, se encontraron en la mitad del campo, era una increíble extensión de hierba rodeada por algunas montañas al norte y árboles por todas direcciones.
-Retirate de estas tierras tú y tu ejército no tienen nada que hacer aquí…. Personaremos el que tu rey allá acabado con la vida de uno de nuestros caballeros que utilizamos de mensajero para postergar la paz entre estos reinos, solo dile a tu rey que pague su vida con oro…
-Tan poco valía para ustedes ese caballero¡que vergüenza!. Lamentablemente Filius Dei, creo que así te llaman… Mi rey no acepta sus condiciones –dijo el chico quitándose el casco de su aparentemente indestructible armadura que tenia rasguños y cortaduras debido a las anteriores batallas, el muchacho mostró una sonrisa divertida, por otra parte Filius Dei, poseía una armadura majestuosa digna de un Dios y a pesar de verse pesada sus movimientos demostraban lo contrario parecía ser mas ligera que el aire…
-Muy bien entonces invadiremos vuestro reino y acabaremos con tu rey. –concluyo el general, ambos se alejaron para iniciar la batalla.
Cuando Tai se acerco a sus hombres estos poseían una mirada de terror total, el ejercito frente ellos era increíblemente esplendido, mientras que su ejercito estaba agotado por las batallas anteriores y por algunos ligeros cambios de clima y horario, pero eso no impediría que la menos acabara con aquel ejercito. Se posiciono frente al ejercito citando un discurso que su padre siempre utilizaba cuando se encontraba triste o con miedo.
-Señorita Hikari. Una carta y es de su hermano –dijo un chico de cabellera abundante y desaliñada recibiendo una carta y abriéndola en el mismo momento, la chica apareció detrás de un muro con una cara de sorpresa.
-A ver dame eso es para mi no para ti! –dijo arrebatándole prácticamente la carta de las manos al chico.
La residencia en la que se encontraba era una casa pequeña en mitad del reino, el terreno era una extensión de tierra relativamente grande con algunas plantaciones de algún tipo de fruta. Debido a la sequía que azoto al reino los últimos 5 meses, solo unas pocas plantaciones continuaban de pie, y también estaba el problema de los empleados, debido al inicio de la guerra varios hombres habían recorrido el pueblo hiendo de puerta en puerta en busca de muchachos jóvenes mayores de 15 años para llevarlos a una muerte segura o mejor conocida como guerra, las madres desesperadas intentaban ocultar y proteger a sus hijos de aquellos hombres pero estos golpeaban e incluso encarcelaban a los que se opusieran. El agua había comenzado a escasear obligando al rey a matar a aquellas personas que se encontraban presas. "Así gastara menos alimentos y bebida innecesaria, Mi señor" decía uno de los consejeros del rey.
-Y bien ¿que dice Hikari? –pregunto entusiasmado Davis, la chica solo mantenía una cara serie, el contenido de la carta no era nada relevante ni de importancia en realidad le extrañaba mucho el que se hermano le allá enviado una carta desde el campo de batallas no acostumbraba a ser aquellas cosas. Y aun más le extrañaba lo que decían las últimas líneas
"Recuerda por favor Hikari, que yo nunca te olvidare y que Te Quiero Mucho.
P.D Ten mucho cuidado con el tonto de Davis y recuerdas el regalo de Mimi por favor dáselo hoy.
Con amor
Tai"
Davis aun seguí expectante esperando a que la chica digiera algo pero lo unico que hizo fue guardar la carta en un bolsillo de su falda manchada. El chico solo la siguió con la mirada mientras ella avanzaba a una de las habitaciones luego salio con algo en su mano derecha.
-No tardara en llegar Mimi es cierto?
-eh… si así es ya debe estar en camino
-Muy bien entonces podrías entregarle esto a ella yo iré al campo a ver las plantaciones…. –dijo entregándole un paquete y antes de irse le grito- Ni se te ocurra abrirlo si lo haces, mi hermano te matara
El chico solo observo el paquete y luego miro en dirección donde se había ido la chica, simplemente no entendía a esa familia, aunque realmente le extraño que Hikari no le hubiese dicho nada respecto a la carta.
-Señor traigo noticias del frente del reino Oeste –un chico de cabello oscuro se acerco a un hombre de mayor edad –el general Taichi a comenzado a atacar al ejercito del Este pero tal parece que Filius Dei le hará frente y eso no es todo el ejercito del reino este es mas numeroso y quizás mas poderoso…
-Calmate, en esa batalla ganara solo el que luche con el corazón… Creo que lo mejor será mantenernos al margen de estas batallas aun no nos han pedido ayuda ninguno de los dos bandos, lo mejor será investigar ambas partes… Ken mantén tu disfraz los demás se separaron e Irán a cada reino escojan el que mejor les parezca Ken será la única conexión entre los dos reinos entendido ahora solo quiero que se marchen, regresen dentro de 4 meses y si la batalla se adentra mas allá de las fronteras huyan y vengan hacia este lugar, yo los estaré esperando.
Aquel hombre se retiro del lugar dejando a varios chicos y chicas sumidos en varios pensamientos, ahora deberían elegir alguno de los dos reinos en disputas y permanecer allí al menos 4 meses¡Una locura total!
Todos permanecian en completo silencio nadie se atrevía a pronunciar ninguna palabra, se miraban los unos a los otros pero no lograban formular ninguna palabra, allí sentados sobre la hierba rodeados varios árboles comenzaba la primavera no había dudas de ello, entre todos los chicos una muchacha se levanto y se acerco a Ken, esta chica mas alta que el y con el cabello de un color castaño claro, era la única que poseía un color así entre todas las chicas de esa sociedad mejor conocida como ninjas.
Aquellos chicos se ocultaban en la oscuridad investigaban y vigilaban a su presa, como solían llamarla ellos, y también estaba la otra parte de la historia como luchadores era realmente increíbles algunas veces los llamaban para intervenir en batallas pagando sus servicios.
-Yo me quedo en el Reino del Oeste… -le dijo la chica a Ken. –aunque… no estaría nada mal poder ir de nuevo al reino del Este pero….
-Mimi, ya tranquilízate, te entiendo. Además recuerda que tu novio esta en el reino del Oeste, acaso piensas dejarlo así como así.
-de que hablas si el ya me dejo a mi… No me dio ni siquiera tiempo para yo romper primero con el…
-¿A que te refieres¿Acaso se fue a la guerra?
-Que creías que por ser mi novio no lo iban a enviar a la guerra…
-yo solo….
-ya calmate no seas tan tímido…. Y creo que tienes razón además debo ir al reino del Oeste a fastidiar a otro chico… -de repente una risa macabra resonó por todo el bosque mientras que a Ken solo le salía una gran gota sobre su cabeza, de verdad no entendía como aquella chica podía ser una de las mejores ninjas de los 4 reinos…
Tengo que aclarar que el grupo de ninjas esta conformado por personas de los 4 reinos así no había problema en cuanto a la diferencia de su cabello o piel…
La chica paro de reírse y luego miro fijamente al chico frente a ella.
-Ve y dile algo a los chicos se encuentran realmente sorprendidos por lo que les dijo el jefe, recuerda que la mayoría de ellos huyeron de su reino por haber cometido "algún acto impuro" según los consejeros del rey.
-Y que hay de los otros?
-La verdad no tengo la menor idea, ellos son como tu y yo, nuestros nos abandonaron y fue gracias al jefe que no terminamos siendo rateros comunes… Ahora ve anda diles algo… -dijo la chica empujándolo al centro del circulo formado por los demás ninjas.
-Espera un momento…. Por que yo es que acaso tú no puedes hablar? Según he visto yo, tú hablas demasiado…
-Lo que ocurre es que te prestaran mas atención a ti por ser hombre, bueno aunque no se si ya eres hombre pero eso no tiene importancia… en cambio yo soy una frágil tierna y linda mujer, que debido a su sexo ha sido discriminada varias veces aunque mechas veces ser mujer hace que el trabajo sea mucho mas fácil…
-Ya veo porque el jefe te llama "la princesa" de verdad que eres todo una maestra para disfrazarte…-finalmente y resignado se paro en medio de todos y comenzó con cierta timidez a pronunciar algunas palabras, al principio las palabras salían de su boca de manera torpe pero luego el tomar un poco mas de confianza y las palabras parecían confundirse con el viento del bosque.
La batalla dio inicio cerca del medio día y mientras el sol se ocultaba detrás de la masa de árboles haciendo pasar los últimos rayos de sol agonizantes a través de las ramas de los numerosos árboles.
Los dos ejércitos se disputaban en la mitad del campo. Ambas partes se encontraban muy parejas a pesar de la notable diferencia en cuanto a número de personas, no había duda que los hombres del Reino Oeste eran increíbles luchadores. El reino del este tuvo varias bajas durante la batalla algo realmente inaudito y aun mas porque que doblaban el numero, el general Filius Dei estaba estupefacto, su ejercito conformado por varios de los mejores hombres del reino estaba siendo debilitado y vencido por un ejercito inferior en varios aspectos.
El general Taichi Yagami se encontraba en el centro de la batalla, "yo me quedare con mi ejercito" habían sido las palabras empleadas antes de iniciar tan cruel batalla, y tal como lo había dicho aun permanecía con su ejercito, el panorama desde el centro de la batalla era totalmente desolador, varios cuerpos tirados sobre el suelo y otros cuantos luchadores que ahora se convertían en guerreros, guerreros que luchan por su vida, no por su reino ni por su rey, ahora luchaban por sus vidas por rescatar su alma de aquella masacre, nadie desea morir es la verdad, nadie desea que su vida termine a manos de una persona que ni siquiera conoce y mucho menos desean morir en un campo de batalla lleno de odio y confusión…
El general Filius Dei observaba desde una pradera el desarrollo de la batalla, su ejército estaba siendo destruido por un insignificante grupo de tontos que decían ser luchadores… sin poder contener más su curiosidad ni su impulso de cambiar el rumbo de aquella cruzada.
Paso el tiempo y ambos bandos estaban en igualdad de fuerzas o al menos eso creía Tai, ordeno un ultimo y desesperado ataque, el chico sabia que su ejercito no iba a ser capaz de vencer pero su unico deseo era acabar con el ejercito enemigo eso causaría muchas bajas y ganaría aquella cruzada aunque solo sobrevivieran 10 o menos de su ejercito. Lo que no sabia Taichi era que su ejército solo causaría bajas en el adversario pero que ninguno de sus hombres sobreviviría…
Era noche de luna llena, y esta haciendo gala de su luz clara llenaba de vida aquel bosque. En un claro de este se encontraban varias cabañas y una fogata en su centro, un número de al menos 20 hombres se encontraban en torno a esta celebrando la victoria que habían tenido frente al reino del Oeste, alcohol y carne fresca eran su aperitivo, mientras los jóvenes soldados celebraban su actual victoria, concebida con numerosas perdidas en una cabaña se encontraban varios de los mejores hombres entre ellos se encuentra Filius Dei.
-General Filius Dei tal y como lo pidió hemos traído al general del otro ejercito esta débil y posee varias heridas debido a la batalla. –dijo uno de los hombres observando detalladamente la armadura de Filius Dei, esta solo poseía unos cuantos raspones pero nada relevante, pareciera que no hubiese luchado.
-Mi general, no hay ningún sobreviviente del reino del oeste, y… hay alrededor de 5 heridos pero ninguno de gravedad los demás ya murieron…
El general se giro y vio a aquellos hombres con una mirada sombría, aun portaba su armadura y se casco, solo se lograban ver sus ojos.
-¡Tráiganlo ahora! –ordeno con voz seca y un poco aguda… Los demás obedecieron sin vacilar. Pasaron solo 10 segundos antes que aparecieran dos hombres arrastrando al general del ejército del Oeste. Lo arrojaron a los pies de los 4 hombres en aquella cabaña y luego se marcharon, querían disfrutar de la "fiesta de victoria".
Taichi se encontraba realmente cansado tanto su cuerpo como rostro lo demostraban, le habían quitado su armadura y solo poseía una malla y unos simple pantalones sucios y rotos cerca de su rodilla derecha. El chico intento levantarse pero lo unico que consiguió fue sentarse en el suelo, su orgullo estaba herido al igual que su cuerpo. Se sentó exponiendo una herido profunda en su brazo izquierdo ocasionada por una espada, su pecho estaba totalmente lastimado conseguía respirar con dificultad, tenia heridas abiertas pero estas no habían sido producidas durante la batalla Filius se dio cuenta que aquellas heridas fueron hechas con un látigo.
-Probablemente lo han torturado antes de traerlo aquí –susurro el general. –déjenme con el, quiero hablarle… -ordeno con sus ojos fijos en el, los otros tres hombres se miraron entre si, no entendían que tenia planeado su general pero debido a su mirada lo mejor seria complacerlo. Y así lo hicieron los hombres abandonaron la cabaña para unirse a la fiesta.
Fin capitulo 1
Y bien díganme que tal les parece todo, díganme si les gusto el capitulo y si desean que lo continué (bueno así no quieran lo haré jejeje) si existe alguna duda por favor dejen review y las aclarare en el siguiente capitulo. no me gustan las sepraciones de escenas pero no se me ocurrio mas nada... alguien que me ayude! ejem!
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