Disclamer: Digimon no me pertenece ni nada que contenga, ni siquiera los personajes… ;; (creo que este es uno de los sueños de cualquier fan, el que la historia y los personajes de alguna serie le pertenezcan…)

Planeaba actualizar mas rápido de verdad pero no pude así por ciertos inconvenientes… Y como "lo prometido es deuda" :P He aquí un Taiora 100 por ciento… de paquete espero que les guste y espero sus reviews…


Two Kings, One Heart

Capitulo 4

Taichi Yagami se encuentra descansando en la cabaña, no se encuentra dormido aunque eso aparenta, acababa de escuchar agua, tal vez se trataba de un río, como saberlo nunca antes había estado en esa área no conocía nada de allí, los días se le comenzaban a hacer eternos, estaba seguro de que pretendían acabar con su vida después de todo el no les servia de nada solo era un general. Había escuchado nuevos rumores de que se preparaban para atacar nuevamente el reino del Oeste, eso no era nada bueno para él tal vez planeaban utilizarlo y por eso aun lo mantenían con vida, quien sabe…

Oyó que alguien entraba en la cabaña, guardo silencio para saber que querrían con él, le hablaron la voz se le hizo conocida…

-¿Sora? –se aventuro

-Aquí tienes tu comida

Sin duda era ella, esa amabilidad era como ninguna otra

-Pensé que deseaban matarme de hambre –intente bromear pero ella estaba mas antipática que de costumbre – ¿ocurrió algo? –pregunto pero inmediatamente se arrepintió, escucho como la pelirroja se levantaba de golpe.

-Eso no es asunto tuyo…

Las palabras de la chica resonaron en el silencio de la cabaña, no había hablado muy fuerte pero si lo suficiente como para dar a entenderle al general que no hiciera mas preguntas. Sora permaneció a un lado de él mientras este terminaba su comida, normalmente cuando traía la comida salía de la habitación y Tai se quitaba su venda.

-Hay un río…

-¿Un río? –la chica se sorprendió, era verdad que en las cercanías había agua, habían permanecido en ese lugar por esa razón, pero el agua se encontraba por lo menos a unos 2 Km.

-Sí agua, lo puedo escuchar. ¿Acaso tú no lo escuchas? –insistió el castaño, no sabia porque había sacado aquel tema a relucir pero poco le importo. Estaba seguro de lo que escuchaba, eso no era producto de su imaginación.

-Como… No sé de que hablas, un río dices?

-Sí… Estoy seguro de que hay un río o una catarata cerca, la he estado escuchando desde hace un tiempo…

-No es un río… es una catarata –aclaro la chica frunciendo el ceño mientras observaba al castaño detalladamente.

-Entonces sí hay agua… -sonrió triunfante el castaño terminando su comida

-Me pregunto –susurro y luego alzo su voz- Tu reino debe tener grandes espías, esa catarata no es conocida y no aparece en ningún mapa existente.

-No –contraataco el general- te equivocas, no conozco esta región y nunca antes me había llegado a adentrar en el Reino del Este, ni siquiera sé en donde estoy, pero cuando dejas de ver percibes otras cosas, casi puedo escuchar lo que murmuran los soldados en las otras cabañas… -Tai mostró su típica sonrisa de chiquillo travieso- Sabes ayer escuche a un tal Master hablar de su novia y de una chica que vio hace poco, le pareció muy atractiva esta chica… Concluyo que los deseos pudieron mas que la razón y…

-¡YA, entendí –grito la pelirroja no quería saber el resto de la historia. –te parece si vamos para el lago… -continuo intentando su voz normal pero debido al anterior suceso, no lo que escucho sobre Master, sino hasta donde el oído del castaño alcanzaba, las tácticas del general mientras descansaba en la cama placidamente desarrollar un mejor plan o tal vez un contraataque.

-¿Cuál lago? –pregunto inocente borrando su sonrisa de chiquillo

-¿Quiere ir si o no? –respondió con otra pregunta exasperada, se estaba preparando para marcharse, el castaño ya había terminado con su comida.

-Está bien…-respondió como niño regañado, intimidado por el tono de que la chica empleo en la supuesta respuesta. Escucho a la chica levantarse e irse- ir al lago…

Murmuro después de haberse quedado solo, no era tonto pero a veces se hacia el memo. Si lo iban a llevar a un lugar apartado y lejos de la vista de los demás soldados lo mas probable es que lo torturarían y luego acabarían con su vida, no quería pensar en ello, pero todas las noches estaba con ese tormento sabia que podrían llegar a mitad de la noche mientras el descansaba cuando la luna se encontraba en el punto mas alto y simplemente clavar una espada en su pecho, el sigue siendo un preso militar. Además tenían mas razones para acabar con él depuse de haberle dicho a Sora que escuchaba ese tipo de conversaciones en cabañas adyacentes. Ya no le quedaban muchas esperanzas de seguir con vida y ver una vez más a su pequeña hermana.

A pesar de los pensamientos de Tai nada de esto iba a ocurrir quizás, a pesar de todo, su destino había cambiado.

La chica debía preguntar al general Filius Dei y a los otros 3 si le daban permiso de llevar al preso a las cercanías no quería especificar el sitio, los 3 generales no tomaron la idea muy bien, extrañamente Filius no se encontraba. La idea decía que debían sacar al chico de su cabaña o prisión como la llamaban y aparte no podían vigilarlo porque la pelirroja quería estar a solas con él. Los hombres discutieron por varios minutos agotando la paciencia de Sora, quien finalmente intervino quitándole una espada a uno de los generales y prometiendo utilizarla si era necesario, luego salio de allí y se fue con el castaño internándose en el espeso bosque sin importarle mas nada.

Ambos se penetraron en la oscuridad del bosque a pesar de ser mediodía los numerosos árboles negaban la entrada a los rayos del sol sumiendo al bosque en una oscuridad. Caminaban al corazón del bosque, Tai siendo guiado por la muchacha no podía quitarse su venda, aunque deseaba muy en el fondo observar aquel panorama, no planeaba quitársela, además no quería tener problemas ni mucho menos involucrarla a ella. Paso un buen rato ella había tomado su mano para que él no se tropezara, mientras ambos se adentraban más y más en el bosque, ninguno pronuncio una sola palabra, Tai escuchaba claramente el agua sabia que se acercaban, ya casi sentía el sabor en su boca…

-Ya llegamos –aviso la chica apartando su mano de la de él. A pesar se las ansias de tocar el agua el castaño no se movió y esto extraño a su acompañante- ¿no piensas moverte? –pregunto

-Escucho. Esta cerca, es un ave, creo que esta herida…

-No entiendo de que me hablas

-Mira alrededor y dime si vez algún nido o algún pichón en el suelo –la chica le miraba totalmente extrañada tal vez si estaba enloqueciendo, aun así hizo lo que le ordeno y observando el suelo encontró a una pequeña ave en el suelo, tenia una ala dañada y estaba muy joven como para saber volar, la chica lo recogió y acogió entre sus brazos observo su ala con detenimiento, no era nada serio solo un rasguño pensó la chica.

-¿Cómo esta? –pregunto es castaño debido al silencio que se había formado

-Tiene un ala rota

-Déjalo

-Pero… ¿Que dices?

-Las cosas ocurren porque así debe ser no podemos cambiar el curso de las cosas

-No pretendo abandonarlo –respondió de inmediato la pelirroja

-Está bien entonces cura su ala y déjalo…

-Esta muy pequeño y no sabe volar, probablemente a caído de su nido, ha llovido demasiado estos últimos días

-No podemos enseñarle algo que no sabemos –insistió- ¿Cómo pretendes enseñarle a volar si tu no vuelas –la chica guardo silencio, él solo suspiro- cura su herida y nos quedaremos aquí para ahuyentar a cualquiera que intente comerlo…

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Ambos se encontraban a la orilla del lago, los dos sentados uno al lado del otro. La chica observaba hipnotizada por la belleza de aquella catarata llena de agua cristalina, Tai simplemente escuchaba el sonido del agua cayendo.

-Por que le ocurrió eso –hablo la chica refiriéndose a la pequeña ave q se encontraba en sus piernas.

-Probablemente debe aprender a volar antes que las demás

-¿Siempre tienes una respuesta para todo? –pregunto un poco fastidiada por el ego del chico, él solo guardo silencio y se recostó en la hierba.

-No siempre –aclaro extendiendo sus manos a los lados. Le parecía que hace años no recibía la luz del sol, ella lo observo con especial interés, miro una de sus manos, él hablo

-Deseo… Quiero mirar el cielo, al menos una vez más –pidió el castaño, aun tenia aquella venda. Sora sintió ganas de arrojar esa venda al agua y ver los ojos de aquel chico, era realmente diferente a todos los que conocía, sus ojos su cabello su piel incluso su personalidad era diferente y sentía curiosidad siempre la había sentido, sin razón o explicación para ella coloco su mano derecha sobre la izquierda de él, Tai se extraño por aquel gesto frunció el seño y giro su rostro en dirección izquierda, sintió uno tremendos impulsos de quitarse esa venda ay ver a esa chica, todo ese tiempo solo había escuchado su voz y sentido el roce de esas tersas manos pero nunca había visto su rostro; Comenzó a acariciar las manos de la muchacha diciendo casi en un susurro inaudible.

-Tienes las manos frías…

Ella se sorprendió un poco pero luego aparto su mano.

-Puedes quitarte la venda pero no intentes mirarme –fue lo único que dijo y luego se levanto y marcho dirección al bosque sentándose bajo un árbol.

No entendía su comportamiento de hace un momento se sentía tonta, tomarle la mano así¿en que estaba pensando, pero recordó que esa no era la primera vez, hace algunos días había hecho algo parecido. Era de noche la luna solo mostraba una cara, menguante, se acercaba la luna nueva, ella había entrado en su cabaña, él estaba aparentemente dormido con la venda en sus ojos, la pelirroja solo venia a curar sus heridas y a vigilarlo, esas habían sida las ordenes. Sora se acerco al chico en silencio, se le veía muy tranquilo descansando, se arrodillo a su lado y comenzó a desabotonar su franela, vio las heridas algunas no estaban tan mal otra parecían empeorar con el tiempo. Las observo con cuidado vio que una hilera de sangre iba desde su codo derecho hasta su mano, se acerco más para inspeccionar la herida, toco su antebrazo buscando alguna señal de herida pero no encontró nada, solo era sangre se alivio un poco, toco la mano de él tal vez buscando alguna herida o algo pero no encontró absolutamente nada se disponía a quitar su mano pero algo la detuvo, la mano del chico se cerro sobre la suya y la jalo, debido a que ella se encontraba a su lado izquierdo cayo sobre él, aun con su venda en los ojos el chico hizo uso de su fuerza y se coloco sobre ella, con increíble agilidad tomo la otra mano de la chica, la pelirroja no podía moverse el castaño le había bloqueado cualquier movimiento, permanecieron así hasta que ella se calmo un poco, sin previo aviso Tai acerco su rostro al de ella rozo sus labios y mejillas de esta, el cuerpo de la pelirroja se tenso al sentir el contacto, no sabia que intentaba hacer ese chico. Gimió al sentir la respiración de él sobre su cuello no podía moverse…

De repente algo golpeo al castaño en su estomago haciendo que este se quitara de encima de ella y se tocara su abdomen aun tenia varias heridas abiertas…

Abrió sus ojos de golpe sintiendo sus mejillas rojas por el recuerdo, suspiro para recuperar la cordura. Miro al lugar donde se supone debía estar el castaño pero no vio nada se levanto de golpe y lo busco con la vista cuando fue a dar con él lo vio sobre un árbol justo frente a ella…

-Baja de ahí y colócate la venda debemos irnos –le llamo Sora desde el suelo

-Oye vamos espera un minuto más…

-¡Baja!… -grito con firmeza la chica, el castaño suspiro y bajo del árbol ya en el suelo se coloco la venda

-No me quiero ir – dijo con una extremada tristeza impresa en su rostro. Giro sobre sus talones quedando frente a la chica, la pelirroja se pregunto si él había visto su rostro mientras estaba dormida, bueno eso ya no importaba, en ese momento Sora recordó algo que por extraño que pareciera no la hacia del todo feliz…

-Sígueme tengo que decirte algo –murmuro la chica el chico cambio la expresión de su rostro

-Espera como pretendes que te siga si no te veo… -intervino el chico, ella tomo su mano una vez más y lo guió de nuevo al lago.

-No necesitabas que te guiara¿verdad? –pregunto la pelirroja sabiendo la respuesta, el castaño dibujo una sonrisa burlona en su rostro la chica a su lado también sonrió, tal y como lo esperaba él no necesitaba su ayuda…-hay algo que debo decirte… -comenzó apartando su vista del muchacho- Filius Dei planea liberarte hoy…

-¿Liberarme? –pregunto confundido

-Sí, para ser exactos esta misma noche…

-Y planeaba decírmelo? O sacarme de la carpa donde descanso y arrojarme en el bosque a mi suerte?

-Un poco de las dos… te lo diría antes de arrojarte en el bosque… -concluyo la chica, Tai guardo silencio, así que a final de cuentas habían aceptado liberarlo algo realmente ilógico, suspiro rendido se acostó sobre la hierba una vez mas adivinando las nubes sobre su cabeza, le pidió a Sora que hiciera lo mismo, la chica lo observo por unos minutos. Se acostó al lado de él, el castaño escuchaba con claridad los sonidos que ella producía al aplastar la hierba, luego escuchaba su respiración se percato de que esta era inconstante algunas veces era rápida otra lenta.

-Dime que vez –le pidió el castaño, tomando sin permiso la mano de ella entre las suyas y acariciándola

-¿Tai? –sus ojos denotaban total confusión intento apartar su mano pero el lo evito.

Noto como la respiración de la chica se aceleraba, en ese instante ya no escuchaba más la catarata solo el latido del corazón de la persona a su lado, el chico tomo con más fuerza la mano de la muchacha.

Ella podría estarle mintiendo pero eso no le importaba no ahora

-Dime como esta el cielo… -le imploro una vez más, ella resignada comenzó a describirle las nubes que se acercaban las tonalidades que el sol daba en el cielo azul, Tai se divertía adivinando e imaginando lo que ella le decía, pasaron toda la tarde de esa manera, ella volvía a intentar soltarse de su agarre pero el no cedía poco a poco se acostumbro. Los rayos del sol se estaban tornando más rosados y débiles anunciando la llegada de la noche ya habían pasado suficiente tiempo allí juntos, ella no se había percatada pero hace algunos minutos que su mano estaba sobre la de él y ambas entrelazadas se sorprendió por eso pero luego se repuso de su sorpresa, se levanto de golpe logrando liberarse del contacto, el chico se sentó de golpe y en ese momento quedo claro para ella la agilidad y fuerza que este poseía, no en vano era un general. Él había logrado tomar su brazo y jalar de ella nuevamente estaba a su lado pero esta vez era mas cerca le había caído casi encima, sentía su respiración cerca de su rostro, sin poder esperar más se abalanzo sobre ella y la beso…

La chica se repuso y logro apartarlo de ella.

-Regresemos –fue todo lo que dijo. Ella se levanto primero siendo seguida por él en el camino de regreso no intercambiaron palabras, Tai sabia que esto ultimo no le había gustado y se sorprendió al no verse golpeado por la chica. Caminaron por algunos minutos pero entonces escucharon unos sonidos metálicos y apresuraron sus pasos, Tai siendo guiado por Sora. Cuando llegan Sora observa atónita los sucesos que ocurren frente a ella, sin pensarlo dos veces abandono a Tai y se adentro por las cabañas, el chico se sintió desorientado y solo escuchaba las espadas chocar entre sí, el conocía muy bien había una batalla frente a él y el seguía ciego, sin dudar un minuto más se quito se venda y se adentro en la batalla, al principio pensó que los atacantes podrían ser del Reino del Oeste tal vez iban a rescatarlo…"Sí como no" seguramente era mas útil para su reino muerto que vivo. El castaño tomo una espada de un hombre que estaba en el suelo, se dio cuenta que los enemigos del reino del Este no eran sus compañeros poseían un símbolo extraño no lo conocía… Sin saber bien que hacer ayudo a los soldados del reino Este su agilidad era realmente increíble sorprendía tanto a enemigos como amigos, se escabullo entre los luchadores con una sola cosa en mente: "¿En donde esta Sora?"

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Respiraciones agitadas, manchas de sangre, cuerpos en el suelo y otros apunto de caer, este era el panorama que reinaba, nadie sabia a ciencia cierta quien era su enemigo, pero estaban seguros que no pertenecían al reino del Oeste, si fuera así entonces ¿Por qué el General de ese reino estaba combatiendo a su lado?.

Tai se abría campo utilizando su espada y teniendo cuidado de no tropezar con los cuerpos, un tropiezo podría significar la muerte y Tai sabia esto mejor que nadie. En la lejanía cerca del limite del bosque no encontró lo que buscaba pero si algo muy interesante. El general Filius Dei estaba siendo atacado por varios soldados a la vez, parece que lo habían separado de la multitud con ese objetivo de verdad era muy famoso, Tai no dudo ni un minuto y se dirigió en esa dirección para ayudar, cuando abandono el corazón de la batalla se percato que la batalla estaba siendo ganada por el Reino del Este.

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Tai se encontraba en el suelo, nuevamente frente el General, parece que cada vez que se encontraba con este debía estar en el suelo, Filius lo había golpeado nuevamente pero esta vez había sido con el puño de su espada en su mejilla derecha.

-¡Vete ahora! –ordeno el caballero de brillante armadura

-Al menos dame las gracias, te he ayudado…

-Te libero ahora mismo, ya no eres mas un prisionero, vete antes que los demás te vean…

-Primero quiero despedirme de alguien… -respondió colocándose de pie

-¡Vete! –la paciencia se le había agotado, coloco el filo de su espada en todo el corazón de Tai un movimiento en falso y podría atravesar su cuerpo en un instante, el hierro estaba muy afilado. De no muy buena gana Tai se adentro en el bosque corriendo con todo lo que le daban sus piernas.

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La noche había llegado, era Luna nueva, solo el tenue brillo de las estrellas iluminaba el extenso bosque, un chico de cabellos marrones caminaba lentamente recordaba claramente lo que había ocurrido hace varias horas, Filius lo había obligado a marcharse y el no podía rehusarse, pero no planeaba irse así tan rápido, había estado cerca del lago que había visitado con ella al mediodía tal vez no la vería nunca más pero podría recordarla, no estaba dispuesto a admitirlo pero se había encariñado mucho con ella, solo Dios sabia que lo que él hacia no estaba bien, tenia su prometida Mimi Tachikawa pero hace ya bastante tiempo que no sentía amor por ella y estaba consciente de que ella pensaba mismo. Se sentó bajo un árbol observando el cielo estrellado partiría en la mañana sabía que Filius lo buscaría por el bosque. Cerró sus ojos pero no tardo mucho tiempo en abrirlos, había escuchado un ruido cerca del lago observo en silencio para ver de que se trataba. Sorpresa, sorpresa…

-¿Sora?-susurro confundido, no tenia la menor duda, ella era la única chica que se encontraba en el ejercito y la única que conocía ese lago o al menos eso suponía él.

La chica se encontraba nadando en el lago, Tai se mantuvo al margen, cuando ella salio se acerco, no podía ver bien su rostro pero algo le decía que era ella, quería despedirse solo eso… (N/A jajaja! Si claro)

Al escuchar un sonido extraño se puso en guardia coloco una fina sabana sobre su cuerpo y tomo una pequeña espada, al momento de levantar su rostro el chico ya estaba frente a ella, empuño su espada directo a su pecho en el mismo punto donde Filius le había apuntado, el chico detuvo su marcha…

-Espera, espera no vengo para hacerte daño… -ella conocía muy bien esa voz

-¿Tai? –murmuro confundida, sin poder creerlo ni verlo

-Entonces si eres tú ¡Que alegría que me hayas reconocido! –dijo esbozando una sonrisa de oreja a oreja y se disponía abrazarla pero se detuvo al instante, ella no tenia mas nada sino una fina tela sobre su cuerpo mojado. La pelirroja bajo su rostro avergonzado soltó la espada, ambos giraron quedando de espaldas, el castaño tenía una mano sobre su cabeza y reía nervioso.

-Yo creí que habías partido, después de la batalla no te vi más…

-Partiré mañana, no es bueno caminar por el bosque de noche

-Filius ya encargo a un pequeño numero de búsqueda para que te encuentren, lo harán mañana cuando el sol este en su punto mas alto…

-Lo sé… Yo… -dijo girando sobre sus talones- solo quería despedirme…-comento esperando a que ella se girara, deseaba poder ver su rostro era lo que mas necesitaba ver, siempre había estado escuchando su voz y eso no era suficiente para él. Dio un paso al frente, ella sintió su cercanía y mecánicamente se volteo, ambos quedaron frente a frente. Las pequeñas estrellas no daban la suficiente luz, aun así Tai sonrió algo tierno pensó Sora, los ojos del castaño brillaron extrañamente, coloco su mano en el fino rostro de ella y comenzó a detallar con sus manos el rostro de esta, sus ojos seguían el movimiento de sus manos, las paso por su nariz, su mejilla sus labios, se detuvo en ellos recordó el momento cuando los probo se acerco a sus labios, los rozo quería recordar ese momento, la noche, las estrellas que titilaban en el cielo, intentando con su brillo advertirle lo que seguiría después, si la besaba no se podría ir de allí, la quería mantener a su lado no le importaba lo que ella pensara su corazón no le mentía su cerebro ya no tenia papel en esta obra.

Coloco su mano izquierda sobre la cintura de ella y le acerco más, su mano derecha se encontraba ahora en la mejilla de la pelirroja solo faltaba el toque final, el beso . El castaño de detuvo centímetros antes de volver a rozar aquellos labios. De verdad estaba dispuesto a morir por ella, no la conocía, no sabía mucho sobre ella, era una completa desconocida para él y aun así la amaba no sabia como ni por que, ni siquiera cuando comenzó, simplemente la amaba. "Cuando la razón te confunde, es mejor abrirle paso al corazón y dejar que tus sentimientos vuelen libres como un ave, si tus sentimientos son correcto regresaran directo a ti, pero si no son reales simplemente se perderán" Tai lo sabía, hace tiempo había amado a una persona pero se dio cuenta que sus sentimientos no eran los correctos simplemente estaba confundido y por ello la chica a quien creyó amar nunca le correspondió sencillamente le enseño a reconocer lo verdadero de lo falso.

Aquellos sentimientos que son controlados por la mente no son correctos, el corazón debe ser libre para amar, nadie puede controlar un corazón porque si lo intenta, solo conseguirá sufrimiento…

La chica aun sostenía la sabana sobre su cuerpo cuando el general la beso, el chico sintió como el cuerpo entre sus brazos se tensaba por el contacto, varias descargas navegaron por el cuerpo de ambos haciendo que el deseo incrementara, el chico del Oeste lo sabia, ya no había vuelta atras, desde el mismo instante en que acepto que la amaba fue ahí cuando el corazón le gano a la razón… Sin poder detenerse la siguió besando, no le importaba mas nada ya no escuchaba algo que no fuera los latidos de ambos corazones. La pelirroja sin poder soportar los deseos del joven Yagami y de su corazón correspondió a esos besos cargados de ternura, desenfreno y amor.

-¿Qué significo ahora par ti? –pregunto la chica entre besos. El chico se detuvo y le sonrió de manera inocente con sus ojos bien grandes -¿Solo soy tu juguete?

El chico sonrió tranquilizadoramente y arrodillándose frente a ella le contesto

-Eres mi única fantasía, un sueño que deseo sea real, una vida que se no podré tener y al final eres la persona a la que estoy amando y que estoy seguro no me cansare de amar…

La chica se coloco a la misma estatura que el chico, quedando los dos frente a frente.

-Pareces sincero… -comento mirando fijamente los ojos marrones del general

-No sabes cuanto…

Arrojándose sobre la chica, descargo gran parte de su peso haciendo caer a la pelirroja. Estando sobre ella se limito a contemplarla, el brillo de las estrellas estaban a favor del joven, pudo detallar por primera vez el rostro de la pelirroja, se quedo admirado al observar su rostro, la chica sonrió haciendo un comentario el cual el chico pareció no escuchar. Le sonrió una vez mas sus ojos reflejaban deseo, un deseo que había mantenido escondido y aun era desconocido tanto para él como para ella.

Ella volteo su rostro visiblemente avergonzada, no sabia por que pero esta noche iba a ser diferente. Él chico deslizo su mano por la mejilla de ella, era calida, hizo que ella girara para ver sus ojos, y nuevamente la beso, coloco su mano sobre la de ella y la aparto de su pecho, mientras con su otra mano, lentamente apartaba la fina tela de su cuerpo. La chica lo detuvo "esto no esta bien" murmuro…

El chico concentro su mirada en los ojos de ella, el también sabia que aquello no estaba bien pero como detenerse ahora. Su mano aun continuaba en el pecho de la chica a ninguno de los dos pareció importarle, se acerco a su cuello y lo mordió. Ambos entrelazaron sus manos, ambos sabían que aquello no estaba bien pero ahora estaban segados por el deseo, Tai llego hasta sus labios y ella correspondió a su beso, soltó sus manos de las de Yagami y comenzó a desabotonar su camisa toco su pecho las heridas seguían presentes, toco su rostro y su cuello todo en él le parecía diferente y hermoso.

Poco a poco fue quitándole la tela que yacía en su cuerpo, contorneo con sus manos su silueta y acaricio su abdomen. La chica concentro su mirada en el cielo, las estrellas brillaban en la lejanía, no había tiempo para pensar en el mañana solo le quedaba aquella noche, mañana el se iría.

-Se lo que estas pensando… -le susurro en el oído mientras sentía su respiración agitada sobre su hombro –Si no me amas… yo… no haré nada en tu contra, el final seria yo quien moriría

-No soportaría tu muerte…

-Esta noche te pertenece, haré lo que desees

-Entonces ámame hasta que el sol anuncie nuestra despedida…

La chica se abrazo a él besándole con tristeza. Ambos cerraron sus ojos, pronto sus respiraciones se hicieron un ya no escuchaban ya nada más existía, el amor les rodeo en una noche donde la luna no los cuidaría y las estrellas se alejarían, su amor no era correcto para la razón.

Tan solo escuchar el nombre de uno en la boca del otro era suficiente motivo para olvidar el mañana, esta seria su noche donde ambos se amarían y el mañana juntos no existiría…

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La pelirroja despertó con los primeros rayos del sol, sentía frió en su cuerpo pero eso no le importo él aun estaba con ella. El castaño tenía su cabeza en el pecho de ella, la calidez de su cuerpo le hizo olvidarse del frió, sus manos seguían entrelazadas, no sabia si el general estaba despierto o dormido eso no importo.

El chico comenzó por acariciar una vez mas sus manos, sus cuerpos desnudos descansaban sobre la hierba, una suave lona los cubría. Sora sonrió al sentir su respiración sobre su cuerpo una vez más… sabia que su felicidad estaba llegando a su fin.

-Ya amaneció… debes irte… -dijo observando los rayos del sol atravesar el firmamento, el chico se detuvo y se giro a su rostro, el rostro de ella estaba serio y sus ojos vacíos…

-Ven conmigo… -murmuro apoyando su cabeza sobre su pecho.

-No puedo… -un silencio se apodero de ellos, el tiempo se consumía pero para los jóvenes aun no era el tiempo suficiente, una noche no bastaba. –Vete ya, por favor!

-No adelantes al futuro vive el presente… -le dijo sin levantar su rostro y apretando mas la mano de ella

-Vete –insistió y apartando su mano, intento levantarse. El chico se lo impidió y nuevamente se poso sobre ella, concentro su mirada en los ojos de la pelirroja, allí lo entendió. Sin decir palabra alguna el castaño se levanto y comenzó a vestirse la chica lo seguía con los ojos y también tomo su ropa…

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-Se hace tarde… -dijo Tai con sus ropas y un pequeño bolso en mano, Sora frente a él contemplaba el lago perdida en el torrente de esas aguas. El chico la observo por largo rato y agacho su mirada, la chica se arrodillo frente al lago mientras lagrimas cubrían su rostro, él giro sobre sus talones y comenzó su marcha. Eso era inevitable ambos lo sabían la despedida debía ocurrir tal vez se verían luego o quizás morirían antes de volver a verse¿Quien sabe? (N/A: yo si sé)

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Mimi caminaba por el camino principal que llevaba al Reino del Este sabia que allí se encontraba Ken ya se lo habían informado con anterioridad, no era de extrañarse encontrar caza recompensas o simples bandidos por el camino, pero la chica ya estaba acostumbrada. Debido al desolado camino solo se escuchaban una que otra criatura y la respiración de ella…

-Genial… -pensó la chica al escuchar acercarse a un caballo, el galope de este era elegante parecía estar trotando, no tendría apuro. Sin aviso el caballo se detuvo a su lado y en joven bajo de él. Poseía una armadura oscura a diferencia de las otras que ella había visto ni un rasguño, dos espadas y un arco con flechas sobre el caballo…

-Es muy peligroso que ande por aquí sola Señorita… -pronuncio el chico quitándose su casco dejando ver su completo rostro, ojos azules, piel clara, cabello amarillo, no había duda pertenecía al Reino Este –Disculpe ¿su nombre?… -pregunto visiblemente interesado, no siempre personas cruzaban los caminos que llevaban de un Reino a otro…

-Tachikawa… -detallo el rostro del chico- Mimi Tachikawa –dijo sonriendo, el chico hizo un leve reverencia y tomo la mano de la chica posando un suave beso sobre esta…

-Ishida Yamato –respondio a su vez- puedes llamarme Matt…

Fin del capitulo 4


Al fin lo termine!

Afrodita-15: Muchas gracias por tu comentario de verdad me alegra que te haya gustado el capitulo anterior o como dijiste que te haya Encantado se que me tarde un poco pero es que andaba de fiesta en fiesta jeje! Bueno aquí tienes este capitulo y es mas largo que los demás, solo un poco :P espero que este también te guste va especialmente dirigido a los amantes del Taiora. Bueno espero tu review a ver que tal te parece…

Saturno: Wo! Así que no eres mal pensada mas nada dejaste volar mucho tu imaginación eh? Bueno no te culpo… Y yo que pensé que tal vez esa escena me quedaría mal ya veo que no… la frase de Ken es algo que decimos aquí con frecuencia es un refrán popular tal vez en tu país es diferente por eso la diferencia :). Bien con lo de Hikari y Mimi bueno pues si lo sabe, sabe que Mimi es ninja solo que digamos las dos se llevan mejor siendo amigas que siendo una ninja y una noble doncella ;P…Y lo de Davis y Hikari al principio no sabía muy bien que hacer con ellos solo se me ocurrió algo así, bien en este fic he puesto a un Davis bien calmado y menos activo pero aun no encuentro muy bien que hacer con él, solo se que en los siguientes capítulos aparecerá un poco más pero como es uno de los centros de atención, lo tengo así… Y si tienes razón pobre Takeru Tai no lo tratara muy bien que digamos pero para eso estarán Mimi, Matt y las mismísima Hikari para proteger al pobre… Y descuida no pretendo perder mi inspiración y sinceramente disculpa el retraso planeaba actualizar mas rápido pero estuve de fiesta en fiesta jajaja! Espero que este capitulo te guste es un Taiora 100 por ciento como prometí…. Saludos a ti también!

Battusai-clau: Me siento bien al saber que te gusto el capitulo anterior y espero que este también te guste es un Taiora 100 por ciento…. Con respecto a lo de solidificar hum, creo entender a lo que te refieres pero cuando varias parejas las cosas se hacen difíciles siempre había escrito fics de una sola pareja este es el primero que hago con tantas, no se si con este capitulo hice algo bien solo espero tu review para que me digas o si prefieres podemos hablar por msn ;) tengo un correo hotmail sabes si lo quieres me avisas…. Una ves mas gracias por tu review y espero que actualices pronto el tuyo ya lo tienes un poco olvidado…

Alejandra: bien se que tarde mas de lo acostumbrado pero aquí esta el otro capitulo y espero que te guste…… Espero tu review con ansias…. Saludos!