Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Assilem33, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Assilem33, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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3. Bella Swan

Santa mierda.

—Acabas de salvarme la vida —le digo, acariciando el pecho de este extraño—, tanto literal como figurativamente.

—Yo tampoco celebro el Día de Acción de Gracias —indica, mirándome con llamativos ojos verdes y cejas perfectas.

—¿En serio? ¿O es solo algo que dices para meterte en los pantalones de una chica?

Sus ojos verdes se abren y se ahoga en una carcajada.

»Solo estoy bromeando. Entonces, en serio, ¿tampoco celebras Acción de Gracias?

Sacude la cabeza y sonríe.

—No, solo estaba jodiendo contigo. Por supuesto que celebro el Día de Acción de Gracias. ¿Quién no celebra el Día de Acción de Gracias? —cuestiona, y miro hacia mis manos que aún descansan sobre sus musculosos pectorales. Está muy en forma. Lentamente, retiro mis manos y las meto en el bolsillo de mi sudadera.

—Así que, de nuevo, gracias por salvarme allí. —Señalo con el pulgar detrás de mí—. No tenía idea de cómo iba a escapar de eso.

—Entonces, escucha, creo que Harold viene para acá... —Asiente detrás de mí, y miro por encima del hombro para ver a Henrietta reteniendo a Harold. Tiene una espátula enorme en la mano y una expresión de furia hambrienta de dinero en su rostro.

—Uh... ¡CORRE! —grito y agarro la mano de mi salvador.

Él se ríe y me deja esquivar y sortear el tráfico con su mano agarrada en la mía. Las bocinas de los autos suenan, los frenos chirrían y Edward maldice detrás de mí cuando resbalamos sobre el elegante concreto.

—Creo... —Edward jadea, haciéndome soltar una carcajada—. Estoy bastante seguro de que lo perdimos.

Miro el letrero de la calle y me doy cuenta de que hemos recorrido ocho cuadras.

—Oh mierda, creo que tienes razón.

—Mi auto está... —Edward señala en dirección al restaurante—. Mi auto está estacionado en el restaurante.

—Estás bromeando —respiro.

—No, realmente está estacionado allá.

—Si hubiera sabido eso, simplemente nos hubiéramos subido y huido. Hubiera sido más fácil.

Él ríe.

—O podrías haber pagado por la hamburguesa.

Asiento con la cabeza.

—Pero Henrietta dijo que era por cuenta de la casa. Es Acción de Gracias, la fiesta de dar. Harold es un tacaño.

—Fiesta equivocada —sugiere Edward.

—¿A quién le importa?

—Tienes razón.

—Así que... supongo que aquí es donde termina nuestro viaje. Lo siento por arrastrarte hasta aquí.