Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Assilem33, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Assilem33, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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4. Edward Cullen
Mi teléfono suena en mi bolsillo, pero lo ignoro y en su lugar miro a esta chica loca frente a mí.
—¿Cuál es tu nombre?
—Isabella —dice, presionando el botón del paso de peatones porque de repente decide obedecer las leyes de tránsito—, pero todos me llaman Izzy.
—¿Izzy? ¿Por qué Izzy?
Ella me devuelve la mirada.
—Es estúpido, de verdad. Había un chico en la escuela secundaria del que estaba enamorada. Jugábamos baloncesto en cada recreo. Era un tipo de gánster real... —hace comillas imaginarias en la palabra gánster—... me elegía en todos los juegos, porque soy una buena jugadora. De todos modos, me apodó Izzy, y ese ha sido mi nombre desde entonces. En ese entonces pensé que me casaría con él.
—¿Sí? —pregunto, intentando con todas mis fuerzas no reírme. Está hablando en serio, pero maldita sea, es muy difícil mantener la cara seria.
Ella me mira, con sus grandes ojos marrones muy serios.
—Sí. Quiero decir, él me eligió en todos y cada uno de los juegos. Eso significaba algo. Bueno, al menos pensé que sí. Hasta que llegamos a la escuela secundaria, y comenzó a salir con la hermana de Pie Grande. Quiero decir, es lo que es, ya sabes.
No, no lo sé, honestamente.
—Bueno, es un placer conocerte, Izzy.
—No me llames así —regaña.
—¿Qué?
—Acabo de decidir que ya no soy Izzy.
¿Qué carajo?
—Uh, está bien... —Me río y froto la parte de atrás de mi cuello.
—Probablemente pienses que estoy loca.
—No.
Sí, pero la loca es linda, lo admito.
—Me acabo de dar cuenta de que me he estado aferrando a este nombre, como si me permitiera ser Izzy porque Jacob algún día volvería por mí. Qué patético. Entonces, no, ya no soy Izzy.
—¿Quién eres entonces?
—¿Quién soy? —pregunta.
Doy un paso atrás, listo para decirle que se joda y caminar de regreso a la cafetería, de regreso a mi auto. Incluso pagaré la puta hamburguesa. A veces, lo lindo no vale la pena.
Ella se acerca y toma mi mano.
—Bella —indica, estrechándome la mano y luego sonríe un poco linda—, llámame Bella.
Le sonrío, un poco asustado de ella, pero no lo suficiente como para alejarme todavía.
—Eso es mejor que Izzy.
—¡Lo sé! ¡Izzy, en serio! ¡Qué patético! —Me río de nuevo y ella suelta mi mano—. Oye, entonces, ¿quieres pasar el rato?
Mi teléfono suena de nuevo en mi bolsillo, y lo silencio.
—Seguro.
¿Por qué no? Es solo Acción de Gracias. Estoy seguro de que mi mamá no se enojará demasiado si llego tarde a cenar.
