Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Assilem33, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Assilem33, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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6. Edward Cullen

Creo que Harold cree que nos estamos riendo de él.

Bueno, supongo que lo estamos.

Mi teléfono suena de nuevo, y sé que es mi mamá preguntándose dónde diablos estoy, pero por alguna razón, salir con la loca Bella es más atractivo que el delicioso pavo que suele hacer y las increíbles tartas y puré de papas...

—Amigo… —Bella me empuja con su brazo, y parpadeo hacia ella—... Tu teléfono está timbrando.

—Lo sé.

—Harold, sube al coche...

—¿No vas a contestar? Podría ser una emergencia. ¿Y si algo va mal?

—No me subiré a ningún auto hasta que obtenga mi dinero...

—Está bien —tranquilizo, ignorando al cabreado Harold—. Es mi mamá...

—Sabía que debería haber escuchado a mi mamá cuando dijo que no me casara contigo...

Los ojos de Bella se abren y mira a Harold y Henrietta.

—Nunca debes ignorar las llamadas de tu mamá —indica, sus ojos fijos en la pareja mayor.

—Tu mamá no distinguía su cabeza de su trasero... —masculla Harold, y Henrietta jadea—... Que su alma negra descanse en paz.

—¡Harold! —regaña Henrietta y me rindo.

¿Realmente está sucediendo esta mierda ahora mismo?

Bella levanta sus manos de repente y camina hacia adelante, cruzando la calle, y yo la sigo de cerca…

—Aquí —sisea, sacando dinero en efectivo de su bolsillo—, déjame pagar por esa hamburguesa, para que podamos seguir nuestro camino.

—No —contradice Henrietta, golpeando a Harold con su cuerpo redondo—, no harás tal cosa.

—No, en serio —insiste Bella, sosteniendo el dinero—. No quise irme sin pagar la cuenta de todos modos. Es solo que me estaba ahogando, y luego dijiste algo sobre llevarme a casa, y yo simplemente... —Se encoge de hombros y me da una mirada de grandes ojos por encima del hombro.

Ella es jodidamente linda.

»... y de todos modos, mi amado está listo para irse a casa para su fiesta de Acción de Gracias, y es la fiesta de dar, así que déjame darte mi dinero.

—Me estás dando lo que me debes. Nadie come gratis —declara Harold, arrebatando el dinero de la mano de Bella.

—Dormirás en el sofá esta noche —informa Henrietta, mirando a su esposo.

—Mujer, duermo en el sofá todas las noches.

—Entonces dormirás en la cama —espeta, cruzando los brazos.

Bella regresa a mi cuerpo y susurra por encima del hombro.

—¿Deberíamos correr de nuevo? No creo que se den cuenta...

—¿En serio? —dice Harold sarcásticamente—. Puedo dormir en mi propia maldita cama por una vez.

—¿Sabes qué? —grita Henrietta—. Creo que pasaré el Día de Acción de Gracias con estos dos. Puedes hacer tu propio pavo, cerdo ingrato.

—¿Qué carajo? —susurro, y Bella está jodidamente histérica.

—Corre —se ahoga—, corre. Corre. —Ella me empuja hacia atrás, y la agarro del brazo para llevarla conmigo.

—Mi auto está allí —señalo, inclinando mi cabeza en dirección a Harold y Henrietta, quienes están en una acalorada discusión.

Se muerde el labio y me arrastra junto a la pareja distraída, sus ojos se posan en ellos cada pocos segundos.

—Pobre Henrietta. Quizás deberíamos llevarla con nosotros.

¿Qué?

—¿Qué?

—Harold... es un idiota. No aprecia a Henrietta. Es una buena dama.

—¿A dónde vamos exactamente?

—A casa de los Cullen —suelta—. No te puedes perder el Día de Acción de Gracias.