DE ESA FRUTA NO COMERÁS

Estaban de misión con su equipo, ya no son esos niños inmaduros de 12 años, ahora son "esos adolescentes inmaduros" de los cuales se tiene que encargar… Y vaya que son cargantes. Naruto por ahora tenía 15 años, mientras Sakura y Sasuke ya habían cumplido los 16. Eran igual de molestos que cuando tenían 12, pero más altos.

Mientras iban andando, luego de varias peleas y de terminar con sus rivales de turno y cumplir la misión con éxito; a Naruto le entró hambre y empezó a reclamar y ha mostrarse molesto porque aun no pensábamos detenernos, un berrinche en toda regla, como cuando tenía 12. Sólo tenía que esperar algunos kilómetros más, pero el chico era impaciente. Iba con su cara enfurruñada hasta que reparó en un árbol frondoso con unas frutas rojas y que parecían deliciosas, el bonito árbol está tras un vallado, pero es un ninja… Que le importa a él una vallita que puede sortear fácilmente.

Kakashi reparó en dicho árbol y abrió los ojos alarmado al reconocerlo.

–Mejor que de esa fruta no comas, no es para nada aconsejable.– Mientras se mira al dichoso árbol y resopla al recordar lo sucedido hace ya tantos años.

–¿Ha visto antes esas frutas Kakashi-sensei?–Pregunta la pelirosa.

–Si, hace años atrás… Y era éste mismo árbol.

–¿Es venenoso, ttebayo?– Que tenga hambre no significa que quiera morir envenenado.

Niega a la pregunta.

–No, la verdad es que se puede comer y es sabroso… O eso me dijo Obito mientras se comía un par de sus frutos, hará unos 8 años atrás... Durante una misión anbu que tuvimos juntos.

Obito era la pareja de Kakashi, un shinobi de Konoha y alguien que se había quedado en el batallón anbu por sus habilidades para el espionaje y su capacidad para la pelea.

Sasuke miró a Kakashi en sospecha, después de todo Uchiha Obito era algo así como familiar suyo… Y había estado al tanto de su baja por "extrañas circunstancias", aunque él era un niño cuando sucedió tal acontecimiento lo recuerda, y eso sin obviar a los mellizos… Ahora todo le empezaba a cuadrar con lo que había escuchado por su casa, conversaciones entre sus padres e Itachi, que también era anbu y había formado parte del equipo Kakashi.

El Hatake sintió la mirada del Uchiha del equipo y sonrió cerrando los ojos, el jodido adolescente era demasiado astuto… Además de que era algo así como pariente de Obito, vivían en el mismo barrio, su hermano mayor era compañero anbu y, conocían a los mellizos. Seguro que no le costaría mucho hilar los conceptos. Y ahí vio cuando el joven Uchiha llegaba a la comprensión…

Sasuke abrió los ojos de golpe y agarró a Naruto tirando en dirección contraria al árbol. Y el peligris se sintió aliviado de que se alejaran… Itachi, Fugaku, Mikoto, el mismo Obito, la Quinta, Iruka… Un montón de personas más se lanzarían a lincharlo si Naruto hubiera comido de esas frutas, no por el hecho de comer en sí… Sino por la consecuencia posterior.

–¡Temeeee! ¿Por qué me tiras así, ttebayo?– Se quejaba mientras era arrastrado lejos de ese sitio y los otros les seguían, podría jurar que Kakashi con cara aliviada.

–¡Cierra la boca usuratonkachi! Tenia que alejarte de ese árbol

–¿Por qué? ¡Kakashi-sensei dice que se pueden comer!– Soltándose de su agarre.

–De esa fruta no comerás, Naruto.– Dijo tajante, mientras volvía a agarrarlo y tirar para alejarse un poco más. A ver, quizás más adelante él mismo le daría una de esas frutas al rubio… Pero ahora no era el momento.

Sakura seguía a sus compañeros de equipo y maestro sin entender nada de nada, aunque si había visto que Sasuke parecía saber algo de los efectos de esa fruta.

Cuando ya estaban los suficientes kilómetros lejos del dichoso árbol y tras estar oyendo durante todo el camino las quejas del rubio del equipo, por fin se detuvieron a acampar y a comer algo… ¡Por fin el Uzumaki cerraría su bocota!

Y mientras estaban alrededor de la hoguera, tanto Naruto como Sakura tenían preguntas de su actuar.

–¿Por qué me arrastrabas de esa forma? ¿Y por qué no querías que comiera de ese árbol, teme?

–Porque sus frutos son peligrosos y no quería que te afectaran.

–Pero, Sasuke-kun, sensei ha dicho que no eran venenosos. Incluso que Obito se los comió y le dijo que estaban buenos. ¿No, Kakashi-sensei?

–Lo se, pero…– Miró a su maestro en busca de que explicara todo.

Kakashi suspiró y se frotó el rostro con frustración. Malditos adolescentes curiosos.

–Los mellizos son mis hijos.

–Si, claro que Rin y Sakumo son sus hijos, ttebayo. Eso ya lo sabíamos Kakashi-sensei.– Es que acaso Kakashi-sensei se había vuelto tonto. Él jugaba con los hermanos muchas veces cuando tenía tiempo.

–Y de Obito.

–Bueno sensei, si sois pareja es normal que los dos os consideréis padres de Rin y Sakumo.– Intervino la pelirosa.

Sasuke suspiró exasperado.

–¡Son hijos biológicos de ellos!

–¡¿Qué?!– Gritaron al unísono el rubio y Sakura.

–Eso es imposible, ambos son hombres.

–¿Usaron un jutsu sexy como yo para obtener una versión femenina?¿Quien de los dos lo hizo?– Menudo cotilleo. Nunca se la habría ocurrido que su gran invención tuviera esos usos… Podría patentar esa técnica o enseñarla, por un módico precio, a parejas de hombres o parejas de mujeres que quisieran tener bebés. De esa forma su ranita estaría a rebosar de dinerito.

–O quizás alguna técnica secreta que sirve para crear vida combinando dos muestras de ADN diferentes.– Pensaba posibilidades la medic-nin. "Tendré que investigarlo"

– Kakashi… – Advirtió el Uchiha.

–No es nada de eso… Fueron las frutas que se comió Obito las que causaron tal situación.– Ante el asombro de dos de sus alumnos– Esas mismo que te querías comer tu, Naruto.

–¿Cómo es eso posible? Nunca había escuchado de estas características en un fruto– Sakura estaba alucinada. Ella como especialista médica conocía las propiedades de ciertas plantas, pero esa no se la imagino.

Naruto se había quedado lívido… Casi se come esas frutas y le podría haber pasado a él.

–Un momento… ¿Comió la fruta y ya?

–Usuratonkachi… ¿Ahora no sabes que para tener un crio tienes que tener sexo?– Le gustaba Naruto, pero tenía que reconocer que era bastante atontado a veces.

–¡Ooooh! – Era cierto, no había caído en eso. –Eso significa que Kakashi-sensei y Obito-taichou…– Empezó a reír zorrunamente.

Sus compañeros se palmearon el rostro.

–¿Qué parte de "son pareja desde hace años" no has entendido? Es normal que tengas relaciones sexuales, tonto.– Aclaró la kunoichi del grupo.

Sasuke rodó los ojos al ver la cara de idiota que se le quedó al dobe. Esperaba que si algún día tenían un hijo heredara su inteligencia, porque como fuera igual de burro que el Uzumaki… Compadecía a su retoño.

Aunque ahora que recordaba en una conversación entre Shisui y su hermano, el primero le dijo que Obito era el que llevaba la voz cantante en el sexo. No es que Shisui sea un cotilla, él mismo no le había tomado importancia a esa conversación… Pero tenía buena memoria y la recordaba… Aunque, era bueno saber ciertos detalles para el día que consiguiera llevarse a Naruto al huerto. No quería quedar frente al dobe como un inepto que no sabía lo que se hacía.

Es igual, la cuestión era que Shisui era el vecino, para su mala suerte como siempre remarcaba, de la familia Uchiha-Hatake y… Bueno las paredes no es que fueran muy gruesas, o no lo suficiente para los gemidos que metía el peligris ante lo que le hacía Obito. Tampoco ayudaba mucho que el dormitorio de Shisui quedara ventana con ventana con el de Kakashi y Obito. Digamos que a veces Shisui prefería mirar lo que sucedía a través de su ventaba que no mirar la televisión. Vale… Shisui si era un cotilla. Aunque estaba seguro que también era con fines educativos y científicos… Y debía funcionar, porque su hermano siempre volvía de sus citas con Shisui con un rostro de relajamiento post coital brutal, eso y esa sonrisita de enamorado/satisfecho que portaba. Y era por eso mismo que él también había empezado a escuchar lo que hablaban sus mayores, aun no se atrevía a espiar a nadie… Era una barrera que aun no se atrevía a derribar, así que se conformaba con lo que les escuchaba decir. De paso practicaba sus habilidades ninja, aun no le habían descubierto dos genios como eran su hermano mayor y su pareja, eso significaba que era un buen shinobi, o quizás es que estaban tan ensimismados entre ellos que no le notaban. Él prefería creer que era lo primero, que sus habilidades como shinobi y espía eran excepcionales.

Y de este reciente pensamiento, de estas conversaciones tan detallistas que recordaba… Mejor no entrar en que Shisui practicaba esos mismos detalles con su nii-san. Pero había algo que le escamaba, Obito era siempre el activo con Kakashi, según Shisui nunca les había visto intercambiar roles… Pero en cambio fue Obito el preñado y fue Obito el que "parió", le hicieron una cesárea por obvias razones, a los mellizos.

– ¿Y dices que Obito fue el que se embarazó?– Mientras ponía la mano en la barbilla– O sea que esa fruta creo un útero y capacidad de ovular en un hombre. Es muy interesante. ¿Y esa capacidad sigue vigente actualmente? Porque los gemelos tienen 8 años creo y no habéis tenido más niños… ¿Tomáis precauciones, sensei?

Kakashi enrojeció ante las preguntas médicas de la Haruno. Maldita sea, ella y su curiosidad científica.

–¿Obito-taichou vuelve a estar preñado? Seguro los mellizos estarán felices de que tendrán nuevo hermanito… Si vuelven a ser dos tendréis familia numerosa, Kakashi-sensei. ¿No está feliz?

Sasuke miró a su maestro de forma insistente. ¿Sería ese el motivo de no intercambiar roles? ¿O era por orgullo Uchiha de su "primo" Obito? Aunque su hermano no parecía tener problemas en ser pasivo con Shisui.

Por su parte Kakashi negó de forma frenética ante el Uzumaki, mientras se ponía una mano en el corazón del susto de imaginar que volvían a estar en espera. El embarazo de Obito fue muy estresante para él que disfrutaba de la calma.

–No, no estamos esperando nuevos críos. Tenemos suficiente con Rin y Sakumo.– Maldita sea los mellizos habían nacido con la mala costumbre de incordiar y hacer travesuras como su pareja Uchiha. Además de que parecían hiperactivos. Y muy astutos para salirse siempre con la suya, además de que siempre se cubrían uno al otro. Sino fuera porque ya tenía el pelo gris, estaría lleno de malditas canas. A Obito parecía divertirle esas características en sus "pequeños bebés" y siempre estaba protegiéndoles cual mamá gallina, por no decir que a veces se unía a sus hijos en las travesuras. Sinceramente, parecía tener 3 hijos y no dos y una pareja.

Y eso por no recordar los malditos meses de embarazo… Entre malestares, antojos y el deseo insaciable de Obito por el sexo multiplicado por 10… Terminó con su ano enrojecido y sin poderse sentar, con dolor durante semanas, hasta que al final consiguió llegar al acuerdo de intercambiar posiciones. Luego descubrió que esa no fue la mejor de sus ideas… Su pobre pene magullado e irritado; pero al menos le dio leves descansos a su pobre trasero. ¡Mira que llegaba a tener energía el Uchiha! Si, fueron meses de agotamiento extremo y de dormir muy poco, menos de lo que ya podía dormir teniendo que llevar el único sueldo al hogar compartido, al tener Obito la baja obligada con respecto a las misiones. Y que terco que era su pareja, se empeñó en que podía seguir rindiendo y peleando en las peligrosas misiones anbu… No tuvieron que batallar los médicos, el Hokage y él mismo con ese cabezota azabache. Al final Minato consiguió medio convencer al Uchiha y ofrecerle un nuevo puesto, diciéndole que era absolutamente imprescindible y que así salvaba a la aldea más que siendo anbu, y Obito aceptó a regañadientes y con un mohín… Si, con el tiempo el Uchiha se había ido volviendo más astuto y más difícil de engañar. Por suerte la inteligencia le fue llegando con la edad, era como si a cada año desbloqueara nuevas neuronas y capacidades cerebrales, y se fuera volviendo más listo. Pero oye, que amaba mucho a su pareja y no lo cambiaría por nada en el mundo.

Pero volviendo al tema, parecía que si que esas características quedaron en el cuerpo de su pareja… Esas jodidas frutas eran de efecto permanente. Desde entonces para evitar cualquier "sorpresita" que llegara al culminar los nueve meses, él se había convertido en el pasivo de la relación. Algo que disfrutaba, y desde siempre disfrutó. Y a Obito parecía gustarle ser el activo y poder dominarle en la cama, el sofá, la mesa, la ducha, el suelo, contra un árbol, en el río, en la playa, en los vestidores del cuartel anbu… En fin, en cualquier lugar donde les diera un calentón. Además Obito era tan juguetón en la cama, tan creativo, tan apasionado, a veces salvaje y en otras ocasiones dulce, por no hablar de su enorme resistencia. Los múltiples orgasmos que le provocaba su pelinegro le hacían amar ser el pasivo en su totalidad, además… Así no se tenía que esforzar mucho, sólo sentir y dejarse llevar. ¿Era vago? Puede, pero a Obito le gustaba dominarle y él ya tenía suficiente dando órdenes a su equipo y preocupándose porque las cumplieran y, era muy excitante ser el sumiso en la intimidad.

Al salir de sus pensamiento, vio que Sakura y Naruto habían iniciado una charla sobre él y Obito y esa capacidad otorgada por la fruta. Mientras que Sasuke le miraba fijamente, como queriendo meterse en su mente. Por suerte estaba inmunizado a la mirada penetrante Uchiha… Estaba rodeado de ellos.

–Chicos…. Chicos… ¡Basta!– Pero ya no le respetaban como antes. Suspiró, ¿Dónde quedaron ese niños que le admiraban y obedecían con ojitos brillantes?

– ¿Sabes que tendríamos que hacer para comprobar si realmente esa fruta causa esto…?– Esos ojos verdes brillando de forma escalofriante no daban buena espina.

–¿Qué Sakura-chan?– No pudo evitar que un estremecimiento le recorriera, a veces Sakura daba mucho miedo.

–Probarlo… Podrías comerte una Naruto. ¿Podrías hacerlo por mi? Por tu gran y mejor amiga del mundo mundial… – Poniéndole ojitos brillantes al tonto rubio, mientras éste no sabía que cara ponerle a la kunoichi. Parecía que le hubiera dado un jamacuco, mientras perdía el color de su rostro.

–¡No!– Se intentó poner firme, mientras le ignoraban… De nuevo. Nuevos suspiros hastiados de su parte, mientras soñaba con esos tiempos pasados que fueron mejores, tiempos donde era obedecido.

–Ni lo sueñes, molestia.– Intervino por fin el Uchiha, imponiéndose encima de sus compañeros.– Y deja de hacerle eso a Naruto, lo vas a volver más tonto de lo que ya es o le va a dar un sincope y lo quiero en perfecto estado.

–Pero Sasuke-kun… Imagínate las posibilidades. –La Haruno sabía que Sasuke estaba coladito por el rubio, y que más o menos tenían algo… Citas, o algo así. Todo muy inocente la verdad, demasiado inocente para su gusto.

–Y me las imagino… Por eso aun no hará tal cosa.– Joder eran unos adolescentes. Él deseaba disfrutar más de su noviazgo con su dobe y con el tiempo ir teniendo más y más intimidad o lo que era lo mismo… Mucho sexo, cuando Naruto dejara de lado esa especie de barrera que le había impuesto. Y cuando fueran adultos se casarían y… ¡Entonces le daría la espléndida fruta! Pero a diferencia de Kakashi y Obito, él si que deseaba tener más hijos, no pensaba conformarse sólo con preñar al usuratonkachi una sola vez. Oh, no… Iban a tener una gran y bonita familia.

Con una gota en la cabeza, Kakashi miró la nueva conversación entre el azabache y la pelirosa, mientras Naruto estaba que se le salía el alma del cuerpo al, por fin, comprender lo que estaba insinuando su "novio" Sasuke y su, en teoría, mejor amiga. Le había costado pero al fin entendió todo lo que decían sobre él y lo que deseaban que hiciera. Miró a Kakashi, rojo de vergüenza, buscando ayuda del maestro.

Kakashi le sonrió despreocupado, después de todo Naruto había estado preguntando por su intimidad, "¡Donde las dan las toman, Naruto!" Y sacó su amado libro para empezar a leerlo mientras se acomodaba contra un tronco y disfrutaba de la calidez de esa hoguera. Que sus alumnos se apañaran solos ahora que por fin él, su vida sexual, su pareja y sus hijos, habían dejado de ser el foco de la curiosidad de esos tres adolescentes irrespetuosos.