Capitulo 5: "¿Qué hago?"
-¿Lo soltaras?-Pregunto Hyde escalando con su mano hasta las de ellas, donde un tipo de electricidad hizo que soltaran el colgante, que callo a sus pies de forma brusca.
Naria estaba apartada mirándolos con la boca abierta, sin poder reaccionar, eso se lo dejaba a su prima, quien estaba en un sueño maravilloso, intentando sobrevivir.
Ambos se miraron, se fijaron en el suelo, y subieron lentamente hasta verse a los ojos nuevamente. Lis temblaba ante ese rostro oculto, suave, casi mágico, y él, estaba deslumbrado, porque aquella jovencita común y corriente estaba haciendo de un problema, un exquisito placer de la vida, de aquellos que había olvidado en el mundo.
Hyde se agacho para recogerlo, se estaba deslumbrando con el ambiente tenso que se tejía entre ellos. ¿Por qué estaba presintiendo ese tiempo una renovación de sus ánimos diarios? Incorporándose ante ella, tomo el colgante con sus dos manos y lo coloco en el cuello de la joven que tenia en frente de el con la voz apagada y los ojos muy abiertos y brillantes. Había notado algo...aquel tesoro se veía mejor en ella.
Con una sonrisa hermosa miró a su alrededor, tratando de no darle importancia a lo que había hecho. En eso se dio cuenta de algo. Lo habían dejado solo, estaba desamparado en un estadio sin tener idea de cómo se llegaba al hotel, aunque no quería ir allí.
-¿Me puedes ayudar?-Preguntó en ingles mirando al guardia.
-Lis...-Le decía su prima, pellizcándole la espalda con cuidado.
-No te preocupes, creo que fue mi culpa.-Respondió él a la otra joven que le sonrió complacida por sus palabras.-Pero...no me tengas miedo, no muerdo.-Le dijo con paciencia, como si le hablara a una pequeña niña asustada.-Pronto darán la alerta de mi escape, y vendrán en mi búsqueda...¿Puedes ayudarme a salir de aquí?-Le pregunto nuevamente intentando por todos los medios, sacar una palabra de su boca pálida y temblorosa.
-Claro.-Dijo al fin, pero en español.
-En ingles!-Le dijo Naria un poco enojada.
-Sí, en ingles...Claro...te..ayudo...-Respondió cuidadosamente soñando con un rostro acogedor.
-Gracias.
Kilómetros mas allá, Tetsu estaba con las manos arriba intentando salir invicto de las reprensiones de los encargados. Todos le echaban la culpa del escape de Hyde, era obvio, lo habían visto, y al preguntarle se enredo solo, terminando con su confección involuntaria, pero..ya al llamado de alerta, Hyde debiese de estar muy lejos, con otros planes de entretención y sobrevivencia en esa ciudad norteamericana.
-Ya avisaron.-Dijo Hyde mirando hacia los lados.-¿Tienen transporte?-Pregunto.
-Sí.-Contestó de inmediato una efusiva joven acompañante.
-Entonces...¿Pueden llevarme lejos de aquí?
-¿a dónde?
-A cualquier lugar?
-¿Mi casa?
-¿Se puede?
-Esta cerca...
-Gracias.
Hyde miró a Lis. Le sonrió delicadamente y tomo su mano con fuerza, para encaminarla hacia el con suavidad y prudencia. El sin embargo no reaccionaba, no podía, era como una marioneta ante él.
-¿Me ayudaras?-Le pregunto nuevamente casi murmurándole al odio.
-Sí.-Afirmó ella mirando hacia la nada.
-Entonces, vamos, te sigo...-Le dijo a Naria, pasando su brazo por la espalda de Lis, y sujetándose entonces de su cintura, cubriéndola levemente con su abrigo negro, apegándola a él, ocultándose de todos, tratando de no ser visto por los fans que en el camino encontraban.
-¿Quién es él?-Se pregunto Lis mirando de reojo a la persona que estaba a su lado, acariciando su cintura.-¿Es Hyde? No, no puede ser.-Se dijo mirando su rostro, él la miró y sonrió...-Sí, son sus labios.-Dijo comenzando a temblar sin control, sintiendo ganas de desvanecerse en sus brazos.
-¿Por qué tiemblas?-Le preguntó al oído, procurando no asustarla.
A su paso, todos le miraban. Es que su presencia era obvia, demasiado particular. Todos se preguntaban lo mismo ¿Sería él? Se parecía mucho, aun bajo las gafas oscuras y el abrigo cubriendo parte de su boca.
-Es tal cual lo soñé..-Suspiro Lis mirando a la gente, y sintiendo esa mano cálida rodeando su cuerpo y acariciando su cintura. ¿Sería el mismo amor platónico de su vida¿O solo era un vil sueño?
-¿Te pongo nerviosa?-Le pregunto nuevamente al odio, muy divertido, pero Lis no respondió, eso le dio a entender que así era, pero le incomodo.
-Ya llegamos!-Anunció Naria viendo nerviosismo a su alrededor. Eso incluía a personas acercándose con sigilo hacia ellos, para ver si ese hombre que iba con ellas era quien creían que era.-Sube, te están descubriendo, Hydecito.
-Sube primero.-Dijo a Lis, sujetándola aun de la cintura.-Vamos, no te quedes ahí, sube.
Parecía una muñeca, y eso no era muy bueno. Eso pensaba. Hyde estaba a su lado, prestándole atención, y solo podía quedarse quieta , como una tonta. ¿Porqué no podía hablarle como lo hacia Naria? Siempre siendo la tonta en todo, y en el momento más maravilloso perdía el habla y no podía mirarlo. ¿Cómo hablar con él? No...Megumi...se acordaba de Megumi y sufría, se limitaba y desistía de entablar una conversación, prefería hacerse invisible y soñar que alguna vez estuvo con él.
-¿Qué le pasa?-Se pregunto Hyde viéndola agachar la cabeza, apretar sus manos en puños, para tratar de no llorar. Era demasiado extraña para él. ¿No era una fans?
Él teléfono celular que llevaba en su chaqueta comenzó a sonar desesperadamente. Ya se le había olvidado que cada uno de los integrantes de la banda tenia uno para comunicarse. Ahí estaba Tetsu, desesperado como siempre, con sus compañeros.
-Hi¿Que pasa?-Pregunto en japonés.
-Hyde¿Dónde estas?
-En un automóvil, camino a lo desconocido.
-¿Dónde queda eso?
-No sé, por eso es desconocido. Unas chicas me han ayudado.
-A tiempo, fueron a buscarte al estadio.
-Ah, que bien...
-¿Dónde pasaras la noche?
-En la casa de una de estas chicas..
-¿Seguro¿Confías en ellas?
-Una de ellas no me habla...la otra me mira mucho...
-Wuau, entretienete, los muchachos mandan saludos, bye bye! Ah! Nos vamos mañana por la tarde a Japón...¿Aparecerás?
-No lo sé, te llamo mañana..
-Esta bien.
-Adiós!
Hyde guardo el teléfono justo cuando el vehículo se detuvo en una casa de tres pisos, color celeste. Lis lo miraba, había estado mirándolo por unos breves segundos, sin que se diera cuenta. El brillo del colgante llamaba la atención de Hyde, aun no encontraba la razón de su incomodidad ante una chica tan común como ella.
-Tendrás que esperar aquí afuera, mientras Lis se enfrenta a mis padres.-Sonrió Naria nerviosa.
-No te preocupes.
-Lis, vamos...se fuerte...no va a ser tan malo.
Hyde se quedo en el jardín, espiando por una ventana. Lis parecía nerviosa, se enfrento a dos personas que le miraron enojados, le reprendían de forma delicada, tratando de no ser padres. No tardaron mas de media hora. Hacia frío, y ciertos gatos comenzaban a molestarlo. Ni siquiera recordó su alergia a ellos, estaba pendiente de lo que pasaba dentro de la casa. ¿Por qué esa joven parecía querer llorar? Tenia curiosidad.
Las luces se apagaron. Por un momento temió por el olvido, pero la puerta trasera se abrió y Naria le llamo en susurros.
-Disculpa la demora, mis padres ya se encerraron en su alcoba, puedes seguirme, vamos, pero callado.
-Muchas gracias.
-No...lo hago por una buena causa, sígueme.
Subieron las escaleras con mucho cuidado. La suerte de que no fuera de aquellas casas viejas en que los escalones querían quebrarse en cada paso de un ser humano. Llegaron al segundo piso y Naria le hizo detenerse. Estaba frente a la puerta de la habitación de sus padres, ahora debían tener mas cuidado.
Otra vez subieron escalones, el tercer piso estaba ante él y Lis esperaba en el cuarto de huéspedes con el rostro oculto en una almohada, mirando hacia la puerta, con el corazón destrozado y el rostro humedecido por lagrimas de rabia.
-Dormirás aquí, hazle compañía a Lis, esta un poco triste..Buenas noches.
-Pero...
Hyde se quedó mirando la puerta de la habitación, pensando en sus palabras, en que haría. Después de entender que no tenia una salida, entró al cuarto y vio a Lis en una de las dos camas que había en la habitación, con el rostro muy sonrojado y húmedo.
-¿Qué te sucede?-Pregunto en voz baja.
-Nada.-Respondió ahogándose en su propia amargura.
-Soy Hyde, un placer.-Dijo amablemente extendiéndole una mano, la cual estrecho la suya y acaricio con suavidad sus mejillas.
-Eres...Hyde..-Dijo mirando su rostro por fin, a la luz de la luna, como en un sueño, uno de aquellos que acostumbraba a perseguir con locura.
-¿Por qué lloras¿Qué paso?
Lis escondió el rostro entre sus manos y cerro los ojos para explicarle lo que pasaba, él con atención escuchaba sus palabras y admiraba lo que iluminaba la luna de aquella noche.
-Escape de mi casa..para venir a Estados unidos...para verte..-Dijo con voz temblorosa.
-¿Qué¿Entonces, eres mi fans?
-Sí..-Respondió con voz apagada.-Soy una fans que hizo lo posible para verte...y solo ha recibido amargura...
-No días eso, mírame, soy Hyde, estoy contigo, es una suerte.
-No, no e suna suerte...
-¿Por qué?
-Porque tarde o temprano desaparecerás y moriré...
-No, no puedes pensar así.-Dijo sentándose en su cama, para estar a su lado.
-Lo es, es verdad...eres perfecto, desaparecerás...solo sonríes...piensas así porque no...una fans se enamora.
-¿Estas enamorada de mi?
-Sí...y estas aquí...quiero morir, no eres real...Y piensa lo que quieras..no me interesa que creas que estoy loca, tu no entiendes lo que es estar enamorada de un sueño...lejano.
Hyde se asustó, miró el colgante que llevaba en su cuello, la tomó de los hombros y le dio un beso tan mágico en los labios que solo sintió la brisa, el deseo de morir y escapar y las ganas inmensas de no despertar jamás de ese sueño que obviamente la acabaría./
