Los personajes de esta historia son propiedad de SNK Playmore.

N/A: Este es la primera vez que escribo en fanfiction, asi que no soy muy experta, solo quise escribir por diversión y por amor al KOF, esta historia ya tengo como un año escribiéndola, corrigiéndola e incluso pensé en abandonarla por miedo de no poder desarrollarla correctamente pero después de tanto darle vuelta y releerla varias veces me decidí compartirla.

N/A 2: A Athena tal vez la vean un poco ooc pero es justo y necesario que sea así para que conforme vayan leyendo los capítulos entiendan por que cambió de personalidad y pues con Iori, la verdad fue muy difícil de desarrollarlo espero no haberlo echado a perder. Aclarando todo esto espero que lo disfruten. Saludos.


Capitulo 1: La amargura de su corazón.

Después de que los tres tesoros sagrados: Kyo Kusanagi, Iori Yagami y Chizuru Kagura sellaran a Orochi una vez mas en su intento de destruir a la humanidad. Todo había regresado a la normalidad, cada uno de los participantes del torneo habían regresado a sus respectivas ciudades a seguir viviendo tranquilamente en la espera del próximo torneo, bueno si es que habría otro mas adelante.

Excepto un participante que desapareció después de los acontecimientos. ¿Qué pasó en esa noche? ¿Por qué de repente desapareció ese participante? ¿Aun estará con vida?

Esas eran las constantes preguntas que pasaban por sus mentes luego de casi 2 años de no tener noticia alguna a pesar de que el comandante Heidern y su equipo estuvieran a cargo de la búsqueda, no habían pistas.

La sacerdotisa se encontraba tranquilamente en su templo cuando el teléfono comenzó a vibrar interrumpiendo su meditación, al ver el numero respondió rápido sabiendo de quien se trataba, tenia esperanza de recibir alguna buena noticia.

-Hola, Comandante Heidern ¿alguna noticia?- se apresuró en preguntar antes de que el comandante respondiera su saludo un poco nerviosa.

-Buenas tardes señorita Kagura, lo sentimos, no hemos podido localizarla todavía, parece que se la ha tragado la tierra, ni siquiera han aparecido sus restos en caso de que estuviera muerta, lo lamento ya hicimos todo lo que pudimos.- explicó seriamente checando en su base de datos de todos los lugares por los cuales había buscado sin embargo uno de sus hombres interrumpió en la llamada entrando a la sala de operativos sin tocar la puerta.

-Comandante es urgente, tenemos pistas del participante desaparecido- anunció Ralf haciendo un saludo militar mientras que al otro lado de la línea Chizuru había escuchado todo y una pequeña sonrisa de esperanza se asomó en su rostro.

3 semanas después.

En las calles de Japón, había una hermosa chica caminando en medio de la noche sin importarle en lo más mínimo lo peligroso que pudiera ser andar sola a tan altas horas. Lucía con ropa atrevida, un vestido de satín negro ajustado a su cuerpo, acompañada de una gabardina negra de cuero larga para cubrirla del frio, unas botas y su maquillaje estaba tan cargado que apenas se podía reconocer su rostro acompañado de su hermoso cabello que, lo tenía un poco despeinado por la brisa que daba de frente. No se sabía de dónde provenía ni a donde iba.

De la nada un sujeto extraño salió de un callejón y se interpuso en el camino de la chica. Al verlo, ella se detuvo metiendo sus manos en sus bolsillo para ver fijamente a aquella persona que apareció al frente interfiriendo en su camino, lo pudo reconocer de inmediato, no había dudas... era él, sabía que se encontrarían nuevamente tarde o temprano. Pasaron unos cuantos minutos los cuales fueron de absoluto silencio, la chica al notar que ese hombre no tenía la intención de irse o de hablar empezó la conversación con un tono agresivo en su voz:

-¿Qué es lo que quieres, Yagami?-

-Ya debes saberlo ¿no lo crees? Athena... -mencionó claramente su nombre con su típica expresión fría.

-Me estoy cansando de tus juegos baratos y que siempre salgas de la nada ¿Qué es lo que quieres de mí? Responde de una buena vez- se cruzó de brazos esperando su respuesta.

-De ti nada - respondió Iori cortante - Solo te busco porque ella me mando de nuevo, supongo ya que lo debes de saber, siempre has sido una entrometida que lee mi mente sin permiso.

-No, esta vez te equivocas, no tengo el interés de saber que pasa por tu cabeza pero me sorprende que siempre obedezcas ordenes como si fueras lindo perro- sonrió sarcásticamente.

Iori ante ese comentario solo se limitó a quedarse en silencio con una mirada asesina y apretando su puño con algo de coraje. Athena al ver esa expresión del pelirrojo, borró su sonrisa y su rostro cambió a otra sin emoción alguna, como si en verdad no le importara en lo más mínimo la persona que tenía enfrente.

-Esa mirada tuya no me da miedo Yagami - dijo Athena con seriedad sin apartar la mirada ni intimidarse como lo hubiera hecho antes. Yagami solo se mantenía al margen de cualquier movimiento o palabra.- En realidad si sé el motivo de buscarme pero solo te diré esto, ríndete, paren de buscarme principalmente a Kagura, dile que se rinda, si no se arrepentirá.- amenazó por ultimo

-Sabes que no se rendirá fácil, desde que desapareciste nunca dejó de buscarte a pesar de que hayan pasado 2 años, movió cielo, mar y tierra para encontrarte y ahora que apareciste no te dejara ir sin antes saber toda la verdad, eres la única que tiene respuesta de lo que paso con Orochi esa noche y no solo eso, también es porque está preocupada por ti y por tu patética actitud que la verdad ser la chica mala no te queda. -

-"¿Patética actitud? ¿Chica mala? Ay Yagami si soy tu propio reflejo, ¿Al caso no te das cuenta?" - Pensó -¿Y tú Iori? ¿Estas preocupado por mi también?- soltó de la nada esa pregunta.

-No preguntes tonterías.

-Claro... es obvio que es una tontería. -desde el principio ya sabía cuál era su respuesta.
- No pienso decir ni una sola palabra y quiero que lo entiendan de una vez por todas aparte ¿Para qué quieren saber lo de Orochi? Solo les debe bastar que el mundo está a salvo, dejen ese tema por la paz que ya pasó, pierden su tiempo conmigo. - respondió ya harta por la insistencia de perseguirla todo el tiempo para sacarle la verdad.
- Aclarado esto y si no hay otra cosa de que hablar me retiro.

Continuando con su caminó pasó al lado de donde estaba Yagami pero este no la dejó seguir tomándola del brazo bruscamente para detenerla.
- Vamos con Chizuru ahora mismo - exigió con autoridad, en verdad su mirada daba mucho miedo era tan penetrante.
- Me debes muchas explicaciones, tienes que decirme lo que paso esa noche, como logre sobrevivir y como me libere de la maldición antes de sellarlo - intentó obligarla usando la fuerza.

-¡Son muchas preguntas que no pienso contestar! - toda la verdad me la llevare al infierno si es necesario... así que ¡suéltame!- se soltó del agarre con dificultad.

-No me obligues... - amenazó tomándola de la cintura abusando de su fuerza para acercarla hacia él

- ¡Quita tus manos de encima! - ordenó la ex-idol mientras lo empujaba para que la soltara, él la apretó con más fuerte acercándola aún mas hasta quedar a cinco centímetros de distancia de sus labios, Iori como su último recurso comenzó a besarla bruscamente, quizás así la convencía de responder, sabía muy bien los sentimientos de ella hacia él antes de los acontecimientos, no por nada había aceptado estar con él desde el principio y al parecer funcionaba su estrategia porque Athena al final lo aceptó rodeando su cuello con sus suaves manos acariciando su cabello pelirrojo dejando salir un pequeño gemido porque en realidad si disfrutaba mucho de ese beso, jamás se habían besado de esa manera en todo el tiempo que estuvieron juntos, era una lástima que se diera en estas circunstancias.

No pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta que solo la utilizaba para sacarle la verdad, dolida con este hecho mordió el labio de Yagami provocando que abruptamente la soltara furioso.

-¡Eres una estúpida, Athena!- la insultó acompañada de una bofetada tirándola al suelo sin remordimiento alguno sonando fuerte el golpe contra el pavimento.

-¡Vaya! - exclamó escupiendo la sangre que brotaba de su boca por el golpe - Así que tuviste las agallas para golpear a una mujer ¿eh? Nunca te creí capaz - pensó esto último triste limpiándose el hilo de sangre con el dorso de su mano mientras se levantaba.

-No debiste provocarme, ¿Qué pasó con la Athena de antes? ¿La chica buena que a pesar de todo siempre soportaba? Era más fácil lidiar con ella y no con una basura como tú.

La pelimorada solo se limitó reírse levemente burlándose al escuchar eso.

- Claro, te convenía para usarme a tu antojo, siempre me trataste de lo peor como tu objeto, tu juguete con el cual jugar cuando quisieras - reclamó dolida lanzando una mirada fría con sus ojos purpuras carecientes de brillo alguno.

-Preferías la de antes porque ahora ya no puedes contra mí, así como nunca pudiste contra Kyo Kusanagi - con estas palabras le dio un golpe bajo a su orgullo. Athena sabía muy bien que si lo provocaba se desataría una pelea la cual perdería fácilmente por ser tan débil pero aun así no dudó provocarlo ¿al caso buscaba que la matara? Tal vez esa era su intención.

-¡Eres una…!- sin poder completar el insulto lanzó un ataque con su fuego carmesí en reflejo a su coraje. Athena solo metió las manos para detenerlo creando un débil escudo protector para que el fuego no alcanzara su rostro, sin embargo si lo atravesó quemando sus manos pero no mostró dolor alguno ante él aunque por dentro era como tocar el mismísimo infierno.

Al disiparse el fuego ella continuó provocándolo -¡Vamos no te reprimas Iori Yagami! ¡Atácame de nuevo, mátame! Sé que ganas no te faltan de hacerlo - gritó pero Iori no cayó más en su juego, tenía llevarla con vida a Chizuru para sacarle la verdad pero por ahora la dejaría ir, con su actitud no lograría nada.

-Esperaba más de ti Yagami... - Athena dijo decepcionada al ver que no consiguió su objetivo.

- En fin, como esta charla ya acabo ahora si me largo- tomó su camino dejando a Iori pensativo.

-Aun me pregunto ¿Cómo es que pude estar con ella y creer que si me esforzaba, podría amarla?- se cuestionó Yagami.

Ante aquel pensamiento Athena se detuvo sin voltear a verlo - Yo me pregunto lo mismo, Yagami ¿Por qué estuviste conmigo?- respondió con otra pregunta mientras el viento movía su cabello purpura, ella había leído su mente.
- Sin embargo yo estuve contigo porque si te amé y demasiado incluso más que a mi propia vida pero ahora ese sentimiento está muerto - una lagrima empezó a caer de su mejilla la cual limpio al instante.

- Entrometida, leíste mi mente - reclamó enojado ignorando sus palabras y volteó a verla pero ella ya no estaba.

-¿Que sucedió con ella? ¿Dónde quedó esa chica dulce que peleaba por la justicia y la paz? La chica que a pesar de lo que pasara siempre tenía una sonrisa en su rostro" - se cuestionó Iori reflexionando a lo sucedido minutos atrás mientras veía el camino que tomó la pelimorada.

-La Athena de antes ya no existe, lo he visto en su mirada, ahora es tan diferente pero al mismo tiempo tan familiar, me recuerda cuando me miraba al espejo y veía mi maldición en ellos...- abrió los ojos sorprendido pensando en eso.

- ¿Será posible? No, no creo - se dijo así mismo frunciendo el ceño.

Al final de mucho pensarlo descartó esa probabilidad, porque era imposible para él. Por último se dio la vuelta al tiempo que tomaba un cigarrillo y lo encendía para después irse del lugar también.