Hola amigos, soy Yuzu Araki

Bueno ya terminamos con las Musas, ahora vamos con las Aquors de las cuales no he tocado ni las he mencionado desde hace tres o cuatro años desde que aparecí en Fanfiction… ¡Ah, que buenos tiempos cuando yo escribía en Wattpad a eso del 2015 y 2016! Era una niñita tonta que aunque yo escribía buenos one shots, escribía historias pendejas y fuera de sentido.

Recuerdo que con frecuencia escribía sobre las dos primeras generaciones del Love Live (Nicomaki y Yohariko), Citrus (Yuzumei y Harumatsu), Little Witch Academia (Diakko y Sukko) y nada más, solo esas tres series y nada de series animadas, de hecho nunca me ha gustado Steven Universe.

Ahora ya estamos en el 2021, y retorné con nuestras acuarelas por motivo de las fiestas navideñas y esta vez comienzo mi debut luego de varios años comenzando con la SEGUNDA PAREJA MÁS POPULAR DE AQUORS EN EL FANDOM JAPONÉS-El primero es You x Chika- En este caso el Yoshimaru.

De hecho he leído varios doujins de esas dos y me gustaron mucho sobretodo uno en que Yoshiko le hace un masaje en los melones de la niña zura y el resto termina en un rikolino… Aparte de los que hizo el autor 2C=Galore explorando el vínculo de ese par singular de ángeles… Antes de que Riko viniera y la cagara en algo en aspecto de los ships que hasta la fecha ni aún con la película no quedaron bien establecidos- Exceptuando al Kananmari y al Rubyleah-.

Bueno, ya explicado esto, empecemos con mi debut con las Aquors

Espero que lo disfruten

Yuzu y fuera

PD: Hanamaru es una preciozura, una hermosura y una sabrosura, X3

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Hanamaru era un ángel…

Siempre lo había sido, pero no había sido muy productiva. Su trabajo siempre había sido guiar a los humanos por el camino, el que conduce al cielo, pero nunca había logrado hacer nada por el estilo. Sus compañeros parecían menospreciarla, pero solo un poco. Después de todo, nadie podría odiar a un ángel compañero.

Aún así, después de todo esto pensó que tal vez, solo tal vez, ella no pertenecía aquí. Quizás ella pertenecía allí, con los humanos y su forma materialista de hacer las cosas. Quizás debería ir allí, pensó. Rápidamente trató de silenciar la idea. Después de todo, no le permitían bajar allí sola. Pero ella todavía quería ir. Y con eso, un extraño anhelo se instaló dentro de ella.

La castaña miró al mundo debajo de ella. Tal vez, pensó, eso sofocaría su aparente necesidad de ir allí. Después de mirar a su alrededor por unos momentos, fijó su mirada en una mujer de cabello oscuro, que tenía un moño en un lado de la cabeza, aunque no en el otro. Si Hanamaru hubiera sido humana, habría tenido aproximadamente la misma edad que la niña. La niña miró a su alrededor, aparentemente nerviosa. Llegó a una zona desierta y allí se detuvo la hembra.

Hanamaru observó con curiosidad cómo la chica de la Tierra sacaba cosas de una bolsa. Velas, una alfombra elegante, un encendedor, un libro de hechizos, muchos otros elementos demoníacos. ¿Por qué un humano necesitaría todas estas cosas? ¿Se estaba preparando para algún tipo de ritual?

Hanamaru no estaba segura, pero incluso la vista de estos artículos la asustaba. Pronto se hizo evidente que la niña iba a realizar una invocación. No importaba a quién intentaba convocar, esto no terminaría bien.

Hanamaru se tomó un momento para considerar sus opciones. Seguramente sería castigada si al menos no intentaba detener a la humana, pero técnicamente no se le permitía caer sola. Sin embargo, esta podría ser una oportunidad para hacer algo que a su gente le gustaría. Ella podría ir allí y ayudar a la niña, así como ayudarla a llegar al cielo. Al parecer, pensó durante demasiado tiempo, y su toma de decisiones se volvió frenética cuando la chica se preparó para comenzar su ritual. Una vez que comenzó, nadie la detuvo. En un último estallido de desesperación, el ángel tomó su decisión.

-¿Yoshiko-chan?- La castaña dijo mientras salía de las sombras en las que había aparecido- ¿Qué estás haciendo-zura?

Dicha chica de cabello oscuro se congeló levemente.

-N-Nada en realidad, Zuramaru. Puedes seguir adelante y dejarme hacer mi trabajo de ángel caído

El ángel de cabello castaño suspiró levemente, porque la manipulación de su mente había funcionado. Era como si hubieran sido amigas de la infancia. Entonces, se dio cuenta de que Yoshiko todavía estaba esperando que ella siguiera adelante.

-Preferiría no dejarte terminar-zura. Vamos a pasar el rato, ¿de acuerdo?- dijo con una sonrisa deslumbrante.

La datenshi dejó escapar un suspiro, antes de volverse hacia su amiga.

-Bien...- suspiró, claramente molesta, mientras comenzaba a empacar su equipo de invocación. Después de haberlo empacado todo, se volvió hacia Hanamaru- Bueno, ¿nos vamos o qué?

Con otra sonrisa, la castaña se llevó a una molesta Yoshiko.

No fue hasta mucho después que el ángel intentó regresar al cielo. Sin embargo, cuando lo intentó, no pudo. Miró al cielo, a su Dios, y de repente comprendió. Le habían dado una misión, proteger a ese ser humano llamado Yoshiko.

Con otra sonrisa, esta triste pero esperanzada, se volvió y siguió su camino. A partir de ahora, ella era un ángel de la guarda, para nunca revelar sus poderes, siempre vigilando. De ahora en adelante, ella sería Hanamaru Kunikida. De ahora en adelante, ella tendría un propósito.