Hola a todos! Por aquí ando de nuevo actualizando! Estoy inspirada!

Quiero agradecerles a todos por sus reviews y pedir disculpas nuevamente por el terrible error que cometi al actualizar!. Para los que no lo saben se me habían mezclado las actualizaciones! Jaja las tenias todas en un discket y al subirlas pues me confundi! Eran cuatro capitulos! Uno de cada historia! Mil disculpas de nuevo!

Angels sin alas: hola chica! Lamento mucho lo del error! Te juro que te entiendo! Gracias por no gopearme y porfa deja un review para este capitulo, si?

Sailor Angel7: Muchisismas gracias por tu review! Y por leer siempre esta historia! De verdad esta divertido? Que bueno! No pense que fueran a gustarles los intentos de escenas comicas que estoy haciendo! Y pues si, tenes toda la razon! Nadie sabe lo que tiene hasta qe lo pierde! Jajaja y por eso debes de entender que hay que hacer sufrir a Arnold por ello! Jaja! Me alegra que te siga gustandoesta historia! Besos!

Saori: Que bueno que te guste amiga! Me halagas! Y que bien que tambien te gusten las demas! No se precisamente cuales has leido pero no te preocupes si no puedes escribirme, ahora mismo yo estoy teniendo problemas para ello! Ya sabras lo que ocurrira con Brainy mas adelante no te puedo decir mucho, pero cumplra un rol muy importante para lo que todos estamos esperando! Jajaja! Estoy segura de que nadie sabe lo que tiene planeado hacer el chico! Jajaja! Gracias por leer y espero que te siga gistando todas mis historias! Besos!

Racias de nuevo a todas! Disfruten del capitulo!

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Capítulo 4:"El primer paso a la relación... o será tropiezo?"

Otro día de escuela estaba a punto de terminar. Un día tranquilo si se lo comparaba con el anterior, cuando lo inexplicable paso y un extraño triángulo amoroso se formó.

Helga, con toda la pena y paciencia del mundo, le comentó a Phoebe hasta el último detalle de las razones por las cuales tuvo que aceptar a Brainy como su novio. Gerald, sin embargo, no tuvo tanta suerte ya que Arnold había adquirido un carácter un tanto explosivo desde el día anterior, por lo que no pudo averiguar mucho por su cuenta. Si bien ya sabía lo que sucedía quería que su amigo confiara en él, como siempre lo hacía, su malhumor denotaba que necesitaba desahogarse con urgencia. Si no lo hacía, en cualquier momento explotaría y algo le decía que no faltaba mucho para eso. Si, era increíble pensar que todo esto le sucedía a Arnold, al niño más comprensivo y optimista de toda la escuela, quien se preocupa por todos y cada una de las personas que lo rodea, deseando de corazón su felicidad. Pero no era nuevo saber que para asuntos del corazón siempre había sido un tanto egoísta. Y pensar que Helga estuviera involucrada en todo esto, desde principio a fin, era algo realmente increíble. Y la verdad es que Arnold se había mantenido bastante tranquilo a pesar de toda la situación, pero alerta, esperando la primera oportunidad que se le presentara para actuar y, claro está, para su conveniencia.

En resumen, Arnold se mostraba distante, Gerald desconcertado, Phoebe desconforme con la decisión de su amiga, Helga resignada y Brainy... Brainy... ¿dónde estaba Brainy?

Helga y Phoebe ya se dirigían a la salida, pues las clases habían terminado, cuando se dieron cuenta de esa pequeña falta. Más adelante pudieron ver un tumulto de niños, de entre los cuales se encontraban Arnold y Gerald, uno más molesto que el otro, dando respuesta a su pregunta. Los niños habían formado una ronda al parecer colocando toda su atención en lo que fuera que estuviera en el medio, y para sorpresa de las niñas, era el mismísimo Brainy.

"Pero qué rayos está pasando aquí!" gritó una enojadísima Helga, ya era hora de volver a casa y como novia de Brainy debía de irse con él y no gozaba de mucha paciencia en ese momento. Inmediatamente todos voltearon a verla, se podía distinguir desde caras de desconcierto hasta rostros de burla. "Qué me ven zopencos! Brainy! date prisa quieres!"

"Jajajaja pero qué tenemos aquí?" dijo en tono burlón Harold al momento en que se quitaba un chupetín de la boca. Helga no pareció inmutarse frente a esto. "Pero si es la novia de Brainy..." Pero al escuchar esto no pudo más que fruncir aún más su seño y dirigirle una penetrante mirada reprochadora a Brainy, el cual, como era de esperarse, aún no entendía la seriedad de la situación y continuaba con su inocente sonrisa de siempre. Era evidente que el chico ya había hecho pública la noticia de su noviazgo y sin permiso de una de las partes involucradas.

Al no recibir respuesta de Helga, Harold decidió continuar con su bufonada "Qué sucede? la niña odia zopencos.." dijo imitando a una niña "..extrañaba demasiado a su noviecito y vino desesperada a buscarlo para caminar de su mano a casa? Jajajaja!" Al instante todos estallaron en risas frente a tal ocurrencia, a excepción de Phoebe, Arnold, Gerald y, por supuesto, Helga quién ya comenzaba a elevar sus cerrados puños dispuesta a golpear al niño gordo.

No pasó mucho tiempo para que Sid decidiera continuar con su diversión y tomó a Brainy empujándolo hasta quedar frente a la rubia, como si se lo estuviera entregando "Hay no! Por favor no nos golpees! Aquí tienes a Brainy, discúlpanos por haberte privado de su compañía! Jajaja!"

"Jajaja! Hay Helga y yo que creí que no tenías clase, pero con el novio que te conseguiste acabas de confirmármelo!" exclamó Rhonda marcando su aire de superioridad siendo acompañada por Nadine.

"Pobre Brainy! Jajajajajajaja!" exclamaron todos junto a risas malévolas para los oídos de la niña.

Esa fue la gota que derramó el vaso, Helga ya estaba vibrando de irritación y ya no pudo controlarse. De entre toda la multitud tomó fuertemente a Brainy por el brazo y lo sacó a empujones, llevándoselo lejos. Ya su novio había dejado de sonreír, pues la presión que se ejercía sobre su muñeca denotaba la molestia que abrumaba a su novia en ese momento. Phoebe llegó a sentir pena por el chico, tenía un mal presentimiento de lo que fuera a sucederle.

"Cuidado con lo que hacen tortolitos! Jajaja!"

Helga y Brainy sólo se alejaron lo bastante para que su conversación no fuera escuchada y, a su vez, para dejar de oír esas molestas y pesadas burlas de parte de sus adorables compañeros. Aunque sin darse cuenta, Arnold, Gerald y Phoebe dieron rápidamente la vuelta al edificio de la escuela para poder acercarse lo suficiente como para espiarlos. Gerald por curiosidad, Phoebe por preocupación y Arnold, pues, ni él mismo podía explicar la razón por la que lo hacía. Una buena excusa sería decir que lo hizo para acompañar a sus amigos, pero no en esta ocasión considerando que fue él quien propuso la idea.

"Con qué derecho dices ser mi novio! He!" explotó Helga. Ésta pregunta desconcertó un poco a todos, incluyendo a Brainy.

"P-porque ...l-lo s-somoss..." respondió él sencillamente, aunque con algo de miedo. Phoebe se alarmó, lo próximo que fuera a decir su amiga era un secreto, al menos para Arnold, quién casualmente estaba allí presente, quiso pararse y llevárselos de inmediato pero ya era demasiado tarde.

"Sólo en apariencia! Y lo sabes!" Arnold y Gerald no cabían en sí de su sorpresa "Mira! Si bien acepté esa desinhibida proposición no quiere decir que permitiré que me humilles frente a los demás!" Jamás se había visto a una Helga más enfadada, incluso Brainy no recordaba haberla visto alguna vez en un estado parecido a ese, era conciente de la gravedad de su error.

"L-lo sient-to..." intentó disculparse, pero fue interrumpido.

"Con lamentarlo no es suficiente! Así como me tienes obligada a hacer el papel de tu enamorada lo único que pido es algo de discreción!" realmente estaba siendo muy dura, sus palabras eran hirientes y esa parecía ser la debilidad de Brainy, rara era la vez en que Helga maltrataba a una persona sólo psicológicamente y no físicamente.

"P-per-ro..." intentó una vez más.

"Nada de peros! Ahora vete y déjame en paz! No quiero ver tu patético rostro en lo que queda del día!". Brainy se resignó y siguiendo las ordenes de su novia se marchó solitariamente de la escuela, camino a su casa mientras que Helga se marchaba en sentido contrario, sin remordimiento alguno.

Inmediatamente los niños salieron de sus escondites algo desconcertados.

"A qué se refería Helga con lo de sólo en apariencia?" interrogó acusadoramente Arnold a Phoebe.

"Phoebe, porqué no nos dijiste que la relación entre ellos dos no era tan seria?" preguntó ahora Gerald. La niña se encontraba acorralada y, si bien sería falta de lealtad hacia su mejor y única amiga, sentía que podía confiar en ellos para guardar el secreto.

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Ya los últimos pasajeros ascendieron al autobús, dando paso a éste para que comenzara su recorrido por las calles de la ciudad. En el último asiento de atrás se encontraba Helga junto a la ventana con la mirada perdida hacia fuera. Había estado buscando a Phoebe después de la charla que tuvo con Brainy pero no la había encontrado, así que sólo se limitó a subir sola al autobús y sentarse, aunque guardando un asiento junto a ella para su amiga. Pero en su distracción no se dio cuenta de que ella ya había subido pero se había sentado más adelante junto a Gerald, dejando intencionalmente el lugar que Helga había reservado para otra persona.

Phoebe ya se encontraba más tranquila, sabía que había estado mal contarle sobre el falso noviazgo a los chicos, pero peor estaría permitir que Helga continuara con esa locura que solo terminaría lastimándola. Había que hacerla entrar en razón y sólo había una persona que podría cumplir con ése cometido. Pero lo que la niña ignoraba es que ése alguien tenía otras intenciones además de esa.

Un leve movimiento a su lado hizo volver a la realidad a Helga, pero al voltear no se llevó una muy grata sorpresa.

"Quién te dijo que podías sentarte a mi lado Cabeza de Balón!"exclamó indignada al ver que quien había ocupado el lugar era Arnold, pero la extraña mirada que éste le dirigía la perturbó un poco.

"Porqué me mentiste!" Arnold fue directamente al grano. "Tu y Brainy no son novios de verdad! Sólo están jugando!" Helga se indignó aún más frente a esto y no sólo por lo preguntado sino también por el tono de exigencia que había distinguido en su vos.

"Claro que lo somos! Lo nuestro es serio!... un momento! Porqué te tengo que dar explicaciones a ti? Te dije que te apartaras de ése asiento!" y haciendo fama de su fuerza intentó empujar al niño rubio fuera del asiento pero, sorpresivamente, éste la detuvo tomándola fuertemente de las muñecas.

"Cómo puedes permitir que te use de esa forma! Qué es lo que hizo para obligarte a aceptar tal ofensa!" continuó exigiendo, mientras que poco a poco la acorralaba hacia el lado de la ventana. Le haría confesar la verdad, tal y como lo hizo ese día en la torre de Future Tech. Si algo había aprendido ese día era lo frágil que podía ser Helga frente a él, sabía que si seguía insistiéndole, manteniendo en alto su carácter, ella se rendiría.

Por suerte los únicos conocidos en ese autobús eran, además de ellos, Phoebe y Gerald, y por lo demás sólo habían tres escasas personas adultas, a las cuales poco le importaban lo que esos niños estuvieran discutiendo. Así que no habría interrupciones a su conversación.

"Eso no es de tu incumbencia!" Arnold sonrió, al menos aceptó que lo que él había dicho hasta el momento era cierto, y fue allí cuando ella se dio cuenta de su error. "Es decir!.. No sé de que hablas!" Lo cual no hizo más que aumentar la sonrisa en el rostro de Arnold, como no se había dado cuenta antes de lo tierna e ingenua que podía ella ser? Se veía tan indefensa.

"No lo puedo creer Helga! Tu jamás permitiste que alguien se pasara de listo contigo! Porque Brainy va a ser la excepción? Sea cual sea la razón por la cual estas obligada a estar a su lado debe de haber alguna otra solución! De seguro podemos encontrarla!"

"Podemos?" finalmente reaccionó Helga bastante desconfiada "Porqué estás tan interesado en que deje a Brainy?"

"ha!" esa pregunta tomó desprevenido a Arnold. Helga, sin saberlo, le estaba dando la oportunidad de que le confesara sus sentimientos, pero aún no se sentía preparado para ello. "P-porque quiero ayudart- ayudarlos!"

"Oh! Por supuesto!" Helga exclamó soltándose del agarré de sus muñecas "A pesar de las buenas intenciones que puedas o no tener eres igual que los demás zopencos del salón!" el tono de ironía unida a la severidad de sus palabras desconcertó a Arnold.

"Pero de qué...?"

"Admítelo Arnoldo! Por quién estás preocupado verdaderamente es por Brainy! No te preocupes no le haré daño, te aseguro que la única que sale perdiendo aquí soy yo!" Helga no le sacaba la mirada acusadora de encima. Por su parte, el niño se sentía herido por sus palabras, quería confesarle la verdad, que por quien estaba preocupado era por ella, pero también sabía que el confesarle aquello conllevaba que también le confesara sus verdaderos sentimientos. Tal y como le había sucedido a ella el día en que salvaron al vecindario. Y allí fue cuando se dio cuenta de su situación, quería arreglarlo todo, si, pero sólo para su conveniencia. Quería salir ganando pero sin dar nada a cambio. Quería alejar a cualquier chico que quisiera ocupar su lugar en el corazón de Helga, pero sin exigir ocupar el mismo. Quería dejarlo vacío como así también quería dejar que su amada se quedara sola, era un completo egoísta. En simples palabras, quería seguir siendo amado pero sin amar, recibir pero no dar. Era acaso ése el trato que se merecía tener Helga? Realmente la amaba o sólo quería seguir teniendo el beneficio de ocupar su corazón y sus pensamientos? De sentirse así de especial para alguien. Dios! Si tan solo se hubiera dado cuenta de que era amado antes! Todo sería tan fácil!

Ésas dudas lo hicieron desistir de lo que estaba haciendo. Volvió a la realidad para observar al ser que se encontraba frente a él. A esa niña que se había vuelto su obsesión en los últimos días, el núcleo de sus problemas, la razón de sus noches sin sueño. Ella se encontraba allí observándolo atentamente, probablemente estudiándolo ó, al igual que él, perdida en sus pensamientos y reflexiones.

Por alguna extraña razón, Arnold desvió su mirada de sus ojos para dirigirlos a los labios de ella, cielos, fueron tantas las veces en que los había probado más no saboreados, como ahora lo estaba deseando. El niño se alarmó frente a este pensamiento, tanto así que se desconcentró de aplicar toda su fuerza en los brazos de Helga para que no se moviera. Sus mejillas se sonrojaron, pero esto no fue notado por la niña ya que, aprovechando la distracción, se escapó de ésa cárcel y se puso de pie ya del otro lado del niño, en el pasillo del autobús.

"Creo que ya todo quedó aclarado, verdad?" preguntó Helga a Arnold, éste aún distraído asintió débilmente a lo que sea que le estuviera preguntando. El transporte se encontraba detenido pues ya habían llegado a una de las paradas, la cual era precisamente la casa de Helga. "Muy bien, entonces... DÉJAME EN PAZ!" gritó en pleno oído del pobre chico. "Phoebe vamos!" y así, ambas niñas, descendieron del transporte, el cual inmediatamente continuó su recorrido. Y Gerald, aún con sus oídos zumbando se acercó a su amigo para sentarse a su lado.

"Qué fue lo que sucedió?" preguntó aún perturbado Arnold.

"Eso es lo que quiero saber viejo! Tenías prácticamente toda la situación dominada y de repente te paralizas! Que rayos sucede contigo? He?" Arnold no respondió pues ni él mismo sabía lo que había sucedido. En lo único que podía pensar en ése momento era el grave error que había cometido, al quedarse callado le había dado la razón a Helga. Una terrible equivocación que no haría más que lastimarla de nuevo a ella. Y ahora como voy a arreglar esto?

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"Maldito Cabeza de Balón!" era lo único que podía oír mascullar Phoebe a su mejor amiga. Se sentía tan culpable que ya le era imposible soportarlo.

"Helga! Lo siento tanto! Fue mi culpa! No pude evitar que Arnold escuchara tu conversación con Brainy!" luego de las disculpas, la niña no pudo más que esperar el regaño de Helga, el cual, extrañadamente nunca llegó.

"No te preocupes por eso Phoebe." Respondió calmadamente restándole importancia al problema.

"No estás enojada conmigo Helga?"

"Claro que no amiga, la verdad es que me da igual si Arnoldo cree o no en mi relación con Brainy." Definitivamente esa no era la respuesta que esperaba Phoebe, pero era bueno saber que, de a poco, su amiga estaba logrando sacar a Arnold de sus pensamientos, aunque no de su corazón.

"Que bueno Helga, por cierto, estaba pensando que quizás sería buena idea aprovechar la pequeña discusión que tuviste con Brainy para cortar definitivamente con él, no te parece?" Helga se detuvo en la puerta de su casa al escuchar la idea de Phoebe, ésta última sonrió. "Y ya que la ruptura sería total y exclusivamente culpa de él, no hay razón para que te siga extorsionando con los secretos del mantecado. Qué te parece?".

Helga se encontraba pensativa y estaba tardando demasiado en dar su respuesta, la cual, se suponía debería de ser obvia.

"Helga?" el titubeo en su amiga estaba comenzando a preocupar a Phoebe.

"La verdad es que no me había puesto a pensar en ello amiga, en una buena idea, pero... no estoy segura..." Phoebe abrió grandes sus ojos por la sorpresa "... pero te prometo que lo pensaré. Hasta mañana." Y así, Helga se introdujo en su casa, dejando a una desconcertada Phoebe en el exterior.

"Pero Helga, qué es lo que tienes que pensar?..." y con ésta pregunta en mente, Phoebe se marchó hacia su casa. Ya mañana se encargaría de interrogar a su amiga, lo más seguro era que solo sintiera pena por el chico y ésa era la razón de su duda, pero estaba más que segura de que finalmente cedería y todo volvería a la normalidad.

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Cerró la puerta tras suyo y se apoyó en la misma mientras dejaba escapar un largo suspiro. Rayos! Definitivamente estos últimos días había estado teniendo cambios muy drásticos de carácter. Sabía que algo raro le estaba ocurriendo a Arnold pero se sentía demasiado distraída como para averiguar exactamente lo que era, era increíble, pero en sus pensamientos Arnold ya no ocupaba el primer lugar.

Su estómago le hizo saber que tenía hambre así que se dirigió hacia la cocina, allí encontró el mismo cuadro de siempre, su despreocupada madre durmiendo sobre la mesa, pero hubo algo que llamó su atención. Allí, sobre la mesa, también se encontraba un florero con algunas flores frescas. Debido a la curiosidad Helga se acercó un poco más dejando de lado su mochila.

"Qué extraño, Miriam no acostumbra a recoger flores frescas pues ni jardín tenemos, las habrá comprado?" al observarlas mejor pudo ver como un pequeño paquete con su nombre se hallaba allí, apoyado en el florero."para mi?" inmediatamente lo abrió y descubrió un pequeño pero hermoso libro de poesía, lo ojeo un poco sólo para encontrar una dedicación en una de las primeras páginas. "Amada mía: no pude encontrar regalo más perfecto para ti que tu adorada literatura y un ramo de flores que hagan juego contigo, debido a su frescura y a su hermosura. Espero algún día puedas perdonarme, pues lo que hice hoy sólo fue por amor, el que tanto me ata a ti. Discúlpame por amarte como lo hago. Con mucho amor... Brainy."

"Brainy!" Helga no cabía en si de la impresión mientras que sus mejillas se sonrojaban tenuemente y, sin quererlo, también una pequeña sonrisa. "Quién iba a pensarlo? Brainy romántico? Jaja.". Vaya! De todo lo que había sucedido en ése día, definitivamente ese regalo había sido lo único agradable! Jamás pensó que se sentiría tan reconfortante con algo proveniente de ése niño. Nuevamente vino a su mente la propuesta que le había hecho Phoebe, sería capas de dejarlo después de esto?...

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y bien? Que les parecio? Espero sus reviews!