Quizás y solo quizás, consentía el hecho de que había exagerado... un poco. Sin embargo, no tenía intenciones de disculparse, no era su estilo. Había actuado por impulso, la conciencia no cesaba de reprocharle que era un maldito error dejarse llevar por las emociones, peor aún, ¿por una Wheeler?, ni en un millón de años creyó eso posible. Pero así había sido, aparentemente para esa estólida multitud, ver a un hombre ser inapropiado con una mujer sin su consentimiento, era normal. Idiotas. Además, ella con su estúpida y estéril amabilidad, siendo presa fácil de un hostigador. ¿Qué demonios tenía en la cabeza?.
Realmente estaba molesto, solo de pensar que ese chico raro de los dados le pondría la mano encima, por alguna razón era desquiciante para él ver como ella no hacía nada para abogar por su integridad. Para colmo lo estaba defendiendo. ¿Qué pasaba con la gente últimamente?, ¿Todos hicieron un plan para conspirar contra su cordura?.
Si, tal vez no debió decirle lo que le dijo, y tal vez se merecía esa bofetada.
Después de todo, no era tan indefensa como parecía. La miró fijamente incrédulo de su osada acción, su mirada reflejaba una mezcla de indignación e irritación. Estaba realmente enojada. No entendía bien el porqué… aunque sabía que tenía que estar muy molesta para que su dulce personalidad se viera impulsada a callarlo mediante semejante gesto.
Pero, ¿quién podía pensar en eso ahora?. Esta Serenity, la que se atrevió a cachetearlo, la que tenía la mirada fija, y postura firme. Lo hacía desarticular cualquier pensamiento sensato que habitará en él.
-"Lo siento. Te lo tenías merecido…"-Dijo con seguridad fingida, estaba nerviosa, era evidente.
Sonrió. Tal vez si se lo tenía merecido, pero no por lo que ella creía, si no por lo que haría a continuación. Porque ahora se acercaba con el único propósito de desnudarla con la mirada. Apretó la mandíbula en un vago intento por controlarse, pero era demasiado tarde para él, las imágenes de tenerla entre sus brazos lo poseyeron, tentándolo a adueñarse de sus labios. Sin permiso alguno, apresó su cuerpo contra la mesa de mármol. Miro el desconcierto en su mirada, pero sabía exactamente que la zona del cuello era su debilidad, después de todo, la conocía mejor de lo que ella creería. Percibió como su tensado cuerpo se arqueaba, correspondiendo a las caricias que le brindaba.
Aprovechó su disposición para subirla sobre la mesa, tomando una de sus piernas y sujetándola fuerte por la cadera. Quedando a su entera disposición, acto que no desperdiciaria. El roce con su pierna desnuda, y sus manos recorriendo su torso lo hacían sentir punzadas por debajo de su cintura, maldijo no poder ser impasible a su tacto, no era el lugar más apropiado para exponer su virilidad. La lujuria nunca fue uno de sus vicios, pero cerca de ella era poco y nada su autocontrol.
Todo era culpa de ese condenado vestido blanco.
-"No, basta de juegos, Seto."-Escuchò.
Se detuvo en seco, ante la negativa por parte de ella. Fijó su mirada en las pupilas dilatadas de la ojiavellana. Seguro ella pensaba que solo se trataba de un desquite, pero aunque no lo creyera él no estaba jugando.
Intentó alejarse pero las piernas que ahora rodeaban su cintura lo retuvieron. Irónico que ella le pidiera que detuvieran el juego, cuando quien estaba jugando hacerse la dificil era ella.
Sonrió, si ella quería jugar. Por él estaba bien.
Volvió a fijar su objetivo, lo que quería desde un principio. Probar otra vez esos labios color rosa que lo habían provocado toda la noche. Se detuvo a centímetros para ver la reacción de ella, al percatarse de que no puso resistencia, prosiguió hasta mezclar sus respiraciones…
Pero fue interrumpido por un sonido muy familiar. Ambos salieron del trance que los embriagaba instantes atrás.
Maldito sistema, ¿por qué ahora?, ¿por qué en ese momento?...
Su sistema de emergencia se había activado. Con cuidado soltó a la castaña, corriendo hacia la puerta a comprobar sus sospechas. Tiro con fuerza la puerta pero era imposible, estaba cerrada desde la base de datos. Intentó acceder al sistema desde su celular pero este no le respondía. Algo muy extraño estaba pasando.
-"Estamos encerrados."-Informó a la castaña
-"¿Cómo es posible?."-Preguntó desconcertada, sin entender la situación.
Solo un nombre se le vino a la mente.
-"Mi buen Kaiba, cumplo con advertirte."
Pegasus Maximillian. Esa víbora sabía lo que ocurría, o tal vez estaba detrás de esto.
Los monitores de toda la mansión Kaiba, comenzaron a conectarse con una señal. Dejando ver lo que parecía ser el inicio de un duelo con un extraño sujeto, de mediana estatura, y edad joven. Algo no estaba bien, no recordaba que Mokuba comentará algo de un duelo. Tenía que poner más atención a sus conversaciones.
-"Increíble, no sabía que habría un duelo. Que gran fiesta."-Decía el joven Muto, quien se encontraba sentado mirando la pantalla.
-"Me temo mi querido Yugi, de que esto no es parte de la fiesta."-Comentó el peligris, quien mostraba una expresión bastante preocupada.
-"¿A qué te refieres, Pegasus?."-Exigió la joven acompañante del pelipunteado
-"No sé exactamente qué está pasando, pero esto es solo una trampa."-Aseguro.
-"¿Alguien ha visto a Serenity?."-Preguntó el mayor Wheeler.
Pegasus solo sonrió ante la pregunta, sin embargo sabía que algo muy malo iba a pasar desde que hace un mes, llegaron esos dos sujetos a su oficina a solicitar que se uniera a ellos para acabar con el imperio Kaiba, propuesta que claramente rechazó. No imagino que Seto fuera tan imprudente de dejar pasar al enemigo a su propia casa, es más casi podría asegurar que no se esperaba lo que estaba pasando.
En la arena de juego Kaiba, se daba inicio el enfrentamiento que era monitoreado minuto a minuto en las distintas pantallas de la residencia.
-"¿Qué quieres?, identificate."-Exigió el menor de los Kaiba.
-"Si quieres salvar a tu patética noviecita, primero tendrás que ganarme en un duelo."-Aclaró con una sonrisa de medio lado, mostrando a la joven rubia.
-"¡Maldito!."-Susurro, al ver que Rebecca se encontraba inconsciente presa de uno de los cómplices.-"Acepto tu duelo."
Mokuba, quien se encontraba disfrutando de su fiesta de cumpleaños, había recibido un mensaje de Hawkins pidiendo ayuda, enviando su ubicación dentro de la mansión. Sin pensarlo acudió a su llamado de auxilio. Pero no se esperaba que fuera secuestrada por estos sujetos, que no tenía ni idea de quienes eran o cómo habían entrado. Ahora para rescatar a su amiga, debía tener un duelo, lo único que le preocupaba es no ser tan bueno como su hermano o como Yugi.
En aquella habitación aislada estaba el mayor Kaiba, maldiciendo en voz alta, había intentado de todo para que su sistema le respondiera, pero nada tenía efecto. Quienes estaban detrás de esto, estaban muy instruidos en el manejo de este. Pero, ¿quién?, o ¿por qué estaba haciendo esto?. Tenía que derribar esta puerta de alguna forma, se puso en posición de embestir la puerta. Sabía que tenía que ir ayudar a su hermano lo antes posible, tenía un mal presentimiento.
-"Espera Seto."-Se interpuso en su camino.-"Te vas a lastimar, y no lograrás nada. Esta puerta es hermética no la vas a poder derribar de esa forma."
¡Maldición!. Ella tenía razón.
-"Prepárate, este es solo el comienzo del final para Corporaciones Kaiba"-Amenaza
-"¿Quién eres?, IDENTIFICATE"-Exige Mokuba.
-" Mi nombre es Asa, y seré tu peor pesadilla"-Sonreía sarcásticamente.
-"Te ordeno que liberes a Rebeca, cretino"-Ordenaba inutilmente.
-"No estás en condiciones para exigirme nada."-Se burló, recordando que tenían a Rebeca en su poder.
¿Quienes eran esos sujetos?, y ¿que querían?. No tenía mucho tiempo para pensar, debía recordar cómo era que se jugaba. Tomó las cartas tembloroso, su intuición le decía que no habría forma de que esto terminara bien. Casi podía sentir la mirada de Seto reprochando su insensatez.
-"Basta de habladurías"-Dijo Asa, cambiando su expresión.-"Robo mi primera carta e invoco al Cyber Dragon Core en modo de defensa, y activo su efecto que añade a mi mano la carta de Cyberload Fusion. Termino mi turno con una carta boca abajo.
Los invitados disfrutaban del duelo maravillados, pues para ellos, esto era parte de un show. Ninguno imaginaba la magnitud de lo que en realidad estaba ocurriendo.
-"Algo no me huele bien"-Dijo el rubio.
-"Te dije que no comieras ese entremés con huevo"-Bromeo Tristan.
-"No bromees, no encuentro a Serenity, y este duelo se ve muy sospechoso"-Su intuición de hermano no podía fallarle. Su teléfono comenzó a sonar, finalmente.-"Hermanita, ¿dónde estás?."-Contestó inmediatamente el teléfono al ver que se trataba de la castaña, que llevaba varios minutos buscando.
-"Escúchame bien Wheeler."-Comenzó a hablar.
-"¿Kaiba?, ¿qué haces con el teléfono de mi hermanita?."-Preguntó sin entender bien de qué se trataba todo.
-"No tengo tiempo para darte explicaciones Wheeler."-Aclaró rápidamente.-"El sistema de seguridad de la mansión fue hackeado, necesito que desactives la matriz madre, que se encuentra en…"
-"Kaiba, no entiendo lo que me dices."-Para él, Kaiba hablaba en otro idioma.
-"Wheeler, solo ve al sótano con la clave que te voy a dar y desconecta el núcleo que alimenta el sistema…"-Intentaba explicar, pero era como hablarle a un orangután.
Estúpidos Wheeler. Gracias a Serenity ahora estaba encerrado en una de las habitaciones sin poder hacer mas que confiar en el otro estupido Wheeler, quien era sorprendente que se graduara de la secundaria siendo tan incompetente como para entender términos tan básicos. ¿Cómo había permitido una situación así?, todo por culpa de sus inútiles impulsos. Fue un error, lo sabía desde el principio.
-"Wheeler, solo ve al sótano. Te diré que hacer."-Ordenó.
-"Un momento Kaiba, yo no soy tu empleado para que le estés dando órdenes."-Le reclamó.
-"Joey por favor, necesitamos ayudar a Mokuba y Rebecca, pero no podemos porque estamos encerrados. Necesitamos que alguien desactive el sistema."-Aclaró la joven castaña, quien se encontraba escuchando la conversación.
-"Ya escuchaste Wheeler. Ahora ve hacia la puerta marrón que ves al fondo de la piscina."-Nuevamente comenzó a dar indicaciones.
Joey comenzó a correr y seguir las indicaciones que le daba el castaño. Aunque no entendiera bien la situación, haría lo que sea por ayudar a su hermanita. Con ayuda de Tristan y Duke lograron abrir la puerta marrón que daba la entrada a la bodega, al fondo debajo de una gran alfombra, estaba otra compuerta que daba acceso a una escalera. Sin embargo este acceso estaba restringido, ya que igual que los otros accesos estaba siendo bloqueado por el ordenador.
Mokuba rápidamente roba una carta de su mazo invocando de manera normal a el Heroe Elemental Avian, para luego activar su carta de Tifón del Espacio Mistico y destruye la carta boca abajo de Asa.
-"Ahora prepárate Asa, si creíste que sería un rival fácil pues te equivocaste."-Amenaza.
-"Adelante Mokuba, atacame"-Desafío con una sonrisa en el rostro.
-"Cretino."-Insulto, para luego atacar directamente sus puntos de vida, haciendo un daño de 1000 y dejándolo con 3000 al oponente.
Inmediatamente, se escuchó un grito ensordecedor proveniente de Rebeca. Aparentemente la silla donde se encontraba, me dio una descarga eléctrica.
-"No estés tan confiado."-Presumió altaneramente.-"Todos los puntos de vida que pierda, afectarán directamente a tu amiguita. Si llego a perder todos mis puntos, ella recibirá una descarga de energía tan fuerte que morirá."-Se burló, su plan estaba saliendo a la perfección.
-"Que tramposo."-Dijo el joven Kaiba. Claramente perdería este duelo.
-"Pero si pierdes, serás tú quien reciba esa descarga eléctrica."-Dijo señalando el suelo donde estaba parado.-"¿Qué decides pequeño, tu vida o la de ella?."
No dejaba de maldecir. ¿Qué se supone que debía hacer?, ¿cómo no escuchó a su hermano todo este tiempo?
-"Termino mi turno con una carta boca abajo."-Finalizó.
-"No te veo la sonrisa Kaiba. Mokuba. ¿Qué pasó?, ya no te ves tan confiado"-Burló a carcajadas.
Mientras, los tres chicos se encontraban en la bodega buscando desconectar los cables que mantenían empalmados el sistema de la gran puerta. Con las indicaciones específicas del ojiazul lograron desactivar el codificador que mantenía sellada la puerta, colocándolo en modo de ingreso manual.
-"Wheeler, escucha atentamente. Una vez que bajes no tendrás señal, es necesario que desactives el núcleo, sin afectar la matriz... Solo descone…"-
-"Si, ya ya Kaiba."-Mofó el rubio, cortando la llamada.
Sin perder más el tiempo, comenzaron a bajar las tediosas escaleras que los llevarían al cuarto donde se encontraba la fuente de poder de toda la mansión. Tenían que darse prisa si querían salvar a Serenity, aunque aun no entendía que hacía con Kaiba, no era momento de pensar en esas cosas.
Asa, roba por turno e invoca desde su mano de manera especial un Cyber Dragon, atacando sobre el Heroe Elemental Avian y le hace 1100 de daño a los puntos de vida de Mokuba.
-"¡AAAH!"-Gritó de dolor el pelinegro tras recibir una descarga eléctrica, por el ataque a sus puntos de vida.
-"¿Que esperas Mokuba?, muestrale al mundo lo qué son los Kaiba. Deja a tu amiga morir y salvate."-Sugirió despotamente.
Tenía que pensar en algo rápido. Si atacaba le haría daño a Rebecca, pero si dejaba que él ganara, moriría. Seto siempre le había advertido de esto, de tener cuidado con las personas, no todos eran sus amigos y ellos, en particular, tenían muchos enemigos. Se sentía impotente, pero no abandonaría a su amiga, no podría vivir con eso.
-"Termino mi turno con una carta boca abajo"-Explica Asa.
-"¡Maldición!"-Se quejaba tras ver a su hermanito perecer ante la descarga eléctrica. Sin poder hacer nada.
-"Todo estará bien…"-Intentó tranquilizar, colocando una mano en el hombro del ojiazul, pero este la quitó con frustración.
-"Si le pasa algo a Mokuba, no me lo perdonaré."-Dijo apretando fuertemente los puños.
Sentí impotente al ver la situación, quien sea que esté detrás de esto, lo pagaría muy caro. Sabía que Mokuba haría lo que fuera por salvar a cualquiera de sus amigos, incluso si tenía que sacrificarse. Así era él, era noble y justiciero. Maldición, ahora solo podía confiar en el tonto de Wheeler y sus patéticos amigos. Esto no le volvería a pasar, por Ra, que no.
-"¿Que debemos hacer ahora Joey?."-Preguntó Tristan, anonadado con la magnitud del objeto que estaba presente a él.
-"Dijo, que debemos desconectar la matriz, sin desconectar el núcleo…"-Dijo algo dudoso, intentando recordar las palabras que Kaiba le recordó una y otra vez.-"O esperen, creo que era al revez."
-"¿Cuál es la matriz?."-Preguntó Duke confundido.
-"Estupido Kaiba, no sabe explicar bien."-Maldijo.-"Solo desconectemos todos los cables que encontremos."
Al desconectar el primero, las luces del gran objeto, perdían su intensidad. Así que continuaron desconectando todos lo que tuviera forma de alambre, hasta que finalmente las luces estaban completamente apagadas. Lo que ocasionó que toda la mansión quedará a oscuras.
-"Estupido Wheeler le dije que no desconectará la matriz"-Se quejo, al percatarse de qué estaban totalmente a oscuras.
-"Seto, no podemos perder más tiempo."-Alertó la castaña, alumbrando con la linterna de su móvil.
Solo asistió en respuesta, abriendo la puerta que anteriormente los tenía cautivos. Corriendo lo más rápido que sus piernas podían.
Resiste Mokuba.
