Hola! He aquí con el último capítulo de mi historia! En verdad lamento la demora! Pero valió la pena! Me salió requete largoo! Jaja! Sip, tranquilamente pude haberme hecho dos capítulos más con esto, pero ya ven de arrebatada que soy! Jaja! Ahora a los agradecimientos:
Sailor angel7: Hola chica! Nuevamente te has visto obligada a escribirme un par de veces para hacerme entrar en razon! Jaja! Sip, lamento la demora! Bueno, si, pude haber mostrado a una Helga un tanto obsesionada pero en mi opinión es tan solo eso, una chica enamorada que al tener que reprimirse ese gran amor demuestra el mismo de otra forma. Hacemos lo que podemos. Al no poder confesar lo que siente con palabras lo demuestra de otra manera, leí en un fic palabras muy sabias en las cuales se decía que Arnold no había hecho nada que ilusionara a Helga de ese modo, pero bien dicho estaba en que el amor no se basa en ello. Si has leído todos los fic de HA! (como yo) sabrás al que me refiero, de hecho también incluí algo de este tema en este fic. Además, Helga tiene espíritu artístico así que no hay nada que hacerle, jaja!. Gracias! En verdad cada vez que piensas un poco en la actitud de Helga e intentas comprenderla más te maravilla este personaje! Me encanta!. Coincido contigo! Es increíble como estos personajes pueden atraernos de esta forma! Te atrapan! Y, lo más chistoso, es que los tratas como si fueran reales! No se tu, pero cuando leo un fic puedo reír y hasta llorar!. Al final del fic, te llevaras una pequeña sorpresa! Espero que te guste y muchisisisisimas gracias por hacerme seguido desde el principio! Nos estaremos viendo en falsas esperanzas de acuerdo? Besos y cuidate!
Sonylee: Hola! Gracias por tu review! Deseos cumplidos! Que lo disfrutes!
Mimi Star: Hola amiga! Jaja! A mi también me gusto donde la deje! Jaja! Soy mala! Pues lo de la carta ya lo sabrás pero era algo ya sabido. No te preocupes por Brainy, va a estar bien! Jaja! Pues no! No te permito que me eches a Arnold! No señor! Ta bien, es algo despistado pero lindo al fin y al cabo! Jaja!. Sip, pienso lo mismo! Un día me puse a pensar en todo lo que Helga había hecho por ese Cabeza de Balón y dije ¿cómo puede ser? Y como iba a reaccionar si lo supiera! De ahí se me ocurrió hacer este fic!. Me pareció que fue un tema que nadie había tocado hasta ahora, al menos no en general. Sabes? Por tu intriga de lo que Helga puso el día en que salvaron al vecindario me dejo pensando por varios días. En realidad no iba a agregarlo a este capítulo porque es lo que ocurrió en el primer capítulo e iba a sonar repetivivo, pero se me ocurrió que sería una pena no describir la reacción de Arnold al enterarse de esa parte! Asi que lo hice! Gracias por la inspiración! Se me fueron un par de hojas más pero que más da? Graciassssss! En serio! Gracias por todo! Por tu apoyo y por tus palabras! Me da gusto conocer a gente como tu mediante los fics! Tu tambien te me cuidas y besos!
Bkpets: Hola amigote! Jaja! Me encanta dejarlos con la intriga! No sabes lo reconfortante que es! Me lo dices en serio! De verdad no pareció un fic de recuerdos? Eso quiere decir que no te pareció muy repetitivo y por ende aburrido? Si es así, gracias! Tenía mucho miedo de que se aburrieran con ello, además de que había 0 de acción. Jaja! Tu personaje favorito es y será por siempre Brainy, no hay nada que hacerle! Pues yo también me encariñaría con él sino fuera porque esta Helga primero! Jaja! Y si, es que en verdad tienes razón, hay que tener valor para dar tu diario íntimo! No lo había visto por ese lado, que lindo que se den cuenta de esas cosas! En verdad tienes estos capítulos? Pues que casualidad, no? Te estoy espiando! Jaja no mentira! Te admiro muchisisimo por ello amigo, que desearía más yo tenerlos grabados también, lo que coloqué en el fic es lo poco que quedo en mi memoria de los buenos tiempos en que Nickelodeon pasaba TODOS los capitulos de HA!. Que bueno que te gusten los poemas! Si en algo me tardaba era en escoger los más adecuados para el fic! Escribes poemas? que bien! Que buen don! a ver si un día de estos me mandas uno, dale?. Gracias por tus comentarios! Me emocionan mucho! Como siempre! Por lo de tu último comentario, pues, veras, sin querer te hice caso, incluso creo que exagere un poquitin jaja! Espero que guste! Mandame un correo cuando quieras amigo! Gracias por todo y espero que lo disfrutes! Besos y cuidate!
H.fanel.K: Gracias por tus comentarios! No te preocupes no me presionaste en lo absoluto! Estoy orgullosa de estar en tu lista amiga! Otra más en suspenso! Jaja! Como me divierto! Vamos a ver si este capitulo no te parece largo! Jaja! Vamos a ver que sucede en la escuela o en que parte de la misma estas cuando leas este capi! Jaja! Buena chica! Por cierto, estoy esperando mis ganancias por concederte espacio en mi fic para tu publicidad! Jaja! Todo bien! Toda actualización debe de tener sus globos! Nos veremos muy pronto y gracias de nuevo por todo! Besos y cuidate!
HeLLeNsItA16: Hola chica! Jaja! La intriga, la intriga! La adoro! Que bueno que te sirvió para recordar estos capítulos, porque de verdad uno fue más tierno que el anterior! No tienes idea de cómo flotaba yo en el aire al escribirlos! También me da gusto que mediante este fic hayas conocido un poco más a Brainy y hayas cambiado tu perspectiva con respecto a él! Quiero saber ya quien te esta vendiendo la información de mis actualizaciones! O saber si eres bruja o algo así! Te juro que casi me caigo de espaldas cuando leí tus hipótesis! Jaja! Gracias por todo amiga! De verdad agradezco tus comentarios! Nos vemos muy pronto! Besos y cuidate!
Shinta-Girl: hola! Jaja! Ya no es tan predecible mi historia? No sabes el peso que me quitas de encima! No es por mala, pero me gusta darles sorpresas! Y me decepcionaría un poco si descubrieran cada paso que iba a dar!. Espero que este capi también te guste! Besos y cuidate!
piri-chan.anti-kikio: Hola! Tienes mucha razón, de hecho mi idea era darle un poco de humor a mi fic pero lamentablemente salió otra cosa! Aún así no me arrepiento, con el paso del tiempo me dic cuenta de que el tema que estaba tratando era más serio de lo pensado y es por eso que se me hizo un tanto dramático. Sip! Pobre Brainy! Pero ya verás que no sufrirá tanto! Nadie alcanza la felicidad sin sufrir un poco antes, también es parte de la vida, no?. Gracias por tus comentarios, espero que este capítulo final también te guste y no te desilusione! Besos y cuidate!
SaWaMuRa-KuN: Gracias por tu review! Jaja! No me molestas en lo absoluto! Que bueno que te gustó la historia! Besos y cuidate!
Y eso es todo! Creo que voy a extrañar responder a los reviews! Pero en fin, sólo espero que el final les guste! Que lo disfruten!
-------------------------------
Capítulo 10:"Ya no puedo ocultarlo... te amo"
/Flashback/
"Es de Brainy... ayer me pidió que te la entregara..." Phoebe comprendió la mirada de nostalgia e incomprensión que se dibujó en el rostro de su mejor amiga. Helga siempre fue muy perceptiva y estaba segura de que había sentido ya con anticipación un mal presentimiento. Nada decía, estaba envuelta en sus pensamientos mirando fijamente la carta aún no abierta. En cierta forma sentía miedo de lo que fuera a encontrar allí dentro.
"Será mejor que me vaya... esto es algo que debes leer a solas. Adiós." y su amiga se marchó, dejándola sola. Y Helga quedó allí, no sintió la necesidad de entrar nuevamente a la casa, se quedó en las escaleras donde había recibido a su amiga y se sentó. Sus movimientos eran torpes debido al temor. Con manos temblorosas abrió el sobre y seguidamente desplegó la carta que estaba doblada ya en cuatro partes. Sólo para comprender el dolor que abarcaba el alma de Brainy en ése momento...
"Sé que en tu corazón no abarca otro sentimiento alguno que el desconcierto amada, que no hay forma de explicar lo que sucede aquí. Que esté comunicándome contigo mediante una carta en lugar de hacerlo personalmente, cuando no hay adoración mayor para mi que disfrutar de tu presencia. Y es que... simplemente no volveré a verte... "
Los ojos de Helga se abrieron por la sorpresa, el miedo creció más que nunca en su corazón, si algo llegara a pasarle a Brainy jamás se lo perdonaría.
"La distancia no me lo permite, si, me he marchado amada, lejos, muy lejos de ti, de donde no me es permitido volver."
"No! No puede ser! Él no pudo haberse marchado de este mundo!" la desesperación se apoderó de la pequeña niña, aún antes de seguir leyendo... y es que esa carta parecía ser de despedida.
-------------------------------
Arnold se hallaba totalmente sumergido en su lectura...
"Oh! Cruel destino! Como es posible que después de haber confesado mis sentimientos finalmente a mi amado él haya preferido ignorarlos? Acaso esa fue la forma de evadirlos? De escapar a darme una respuesta?..."
"Claro que no Helga, a lo que tu denominas evasión no fue más que una gran confusión en mi corazón.." exclamó nostálgicamente Arnold, imaginándose estar en la habitación de Helga junto a ella. Aquella triste y larga noche en la que esas dolorosas palabras fueron pasmadas en la hoja por el pulso nervioso y, seguramente, tembloroso de su amada debido a las lágrimas y a la casi imposible evasión de un sin fin de suspiros deplorables.
"... No esperaba que me correspondieras pues sé que no es así, pero..."
"Qué equivocada estabas..."
"...es que acaso no merecía yo saber la verdad de tus labios?
Después de tantos años de amor incondicional? Era mucho pedir?"
"Por supuesto que no era mucho pedir! Sólo que... merecías saber la verdad, la que yo aún, en esos momentos, no tenía preparada para ti.."
"...Por supuesto, como no lo pensé antes? Estamos hablando de Arnold, el señor considerado que se preocupa por todas las personas que lo rodean, quién jamás haría daño..."
"Oh no, por favor dime que no creíste que yo te consideraba tan solo una persona más, dime que no es así..."
"...es por eso que prefirió hacer de cuenta que nada había sucedido,
para evitarme el amargo sabor del rechazo,
para no lastimarme. Pero..."
"Por favor, no!" exclamó Arnold con dolor "Sólo estaba confundido! Porqué jamás pensaste en esa posibilidad? Porque?"
"...irónicamente... eso no hace más que enamorarme
y enamorarme más cada día..."
"Porque? Porque tan grande era tu amor por mi que pudiste creer comprenderme, más no comprenderte a ti misma, más no quererte un poco más a ti misma y creer en la existencia de alguien en el mundo que te quería? Porque esas posiciones? Porque yo en la gloria y tu bajo tierra? No lo entiendo..."
"...ese será mi destino y mi condena... por fingir ser alguien que no soy?
Por llevar puesta ésta mascara tantos años?"
"Porque? Porque tan baja autoestima? Porque adherirte a la idea de que todo los obstáculos que se interpusieron en tu vida eran merecidos? Como un castigo? Porque no luchar por superar esos obstáculos? Porque condenarte a ti misma de esa forma?" Arnold aún no lo comprendía, porque era merecedor de ese amor, de ese amor que Helga era capaz de darle a él más no a si misma?. Porque idolatrarlo de esa forma mientras a ella se hundía más y más?.
Entonces lo comprendió, era exactamente lo que estaba ocurriendo con él en ése momento. Luego de leer y de conocer la vida de Helga tras su máscara, creyó firmemente no merecer tanto amor por ser una persona tan corriente, más sin embargo Helga merecía ser tratada como el ser mas maravilloso sobre la faz de la Tierra. Esa sensación de valorar a esa personita especial por sobre todas las cosas y mucho más arriba que por el bien propio, aquello no tenía otra denominación más que amor... definitivamente. Lo próximo a leer aclararía finalmente bastantes dudas del Cabeza de Balón...
"Dios, sé que no lo merezco, pero... sólo quiero pedirte un deseo, un único deseo...
por favor... haz que Arnold desaparezca de mi corazón, que se marche y no vuelva... "
Los ojos de Arnold se ensancharon por la sorpresa, acaso fue tanto su dolor que prefirió echar todo por la borda? Tan desesperada estaba por olvidarlo que haría perder el valor de todos esos años de amor incondicional? "Pero!" Arnold pareció darse cuenta de algo en ese momento, una pequeña sonrisa abarcó su rostro. "Tan solo fue un deseo! Helga deseaba olvidarse de mi por creer que no era correspondida! Con desearlo no puede olvidarlo todo así de fácil! Porqué Dios iba a querer que desapareciera del corazoncito, de un ángel como ella, su amor verdadero?" Los ojos de Arnold brillaban frente al descubrimiento, creyó firmemente que todo estaba ya arreglado, que ya no había confusión en su corazón.. Pero lamentablemente aún no había finalizado de leer el diario, si bien faltaban muy pocas líneas, éstas eran de suma importancia ya que marcaban el momento exacto en que Helga dejó de pretender sentir amor por él, el momento en que su corazón ya no pudo inspirar más poemas hacia su amado...
"... y dame una oportunidad de ser amada por alguien y te juro que a ese alguien lo haré inmensamente feliz, sólo viviré para él!"
"Brainy..."
-------------------------------
"Me encuentro en Inglaterra, por razones de trabajo de mi papa, todos nos mudamos aquí."
"Estúpido Brainy melodramático!" exclamó una enfadada Helga al momento en que la hoja sufría una pequeña grieta debido a las uñas de la niña. "Cómo pudiste asustarme de esta forma!"
"Sé que como tu novio debí de avisarte con anticipación, pero es que simplemente no pude...
y no creas que no lo hice porque ya no te amo, mi corazón sigue palpitando por ti como el primer día, pero no puedo decir lo mismo del tuyo, razón principal por la que te deje en libertad de esta forma.."
"Brainy tonto!" las lágrimas eran derrochadas lentamente sobre las palabras de Brainy "Snif, te marchaste, me abandonaste... porqué? Que es lo que hice mal?"
"Sé que no entiendes las razones por la que lo hice, pero debes comprenderme si me marché, por mi bien he de dejar de quererte, y ambos debemos de olvidar. Para que fingir cariño que no me has de dar?
Tomaste de mi mano mientras por dentro yo lloraba, aunque haya sido toda una mentira me hiciste sentir vivo, cada vez que decías que lo sentías yo sentía que eras todo para mi. Y yo te estaba amando mientras mentías, y yo... era consciente de ello."
Helga se sorprendió, una gran culpa comenzaba a abarcar su ser. "Brainy siempre lo supo todo, mis actuaciones no cegaban sus ojos.." y es que en verdad no había notado el sufrimiento de Brainy, inconscientemente había intentado engañarlo todo este tiempo, cuando no podía engañarse a sí misma de que ese sentimiento por Brainy que tanto deseaba que creciera jamás lo haría, pues el sentimiento que la unía a Arnold era demasiado fuerte como para ello "...lo siento tanto..."
"Pero no, no es necesario que lo entienda, la razón y el corazón no se llevan bien. No te esfuerces, no me tienes que explicar, siempre amaré tu libertad por mucho que eso duela. Entiendo que en estos momentos quieras hablar, sé que necesitarás saber de mi algunas veces y así será.
Créeme que, a pesar de todo, me siento feliz de haber sido tu punto de apoyo amada, de haberte rescatado de esa depresión en la que habías decaído por Arnold, todo producto de tan solo una confusión."
"Por favor no..." suplicaba desconsoladamente Helga, sin saberlo se había acostumbrado a su presencia, a su compañía, al no sentirse sola nunca más. "Ahora lo entiendo, fui una total egoísta, quise quedarme contigo para sentirme segura y no tuve en cuenta lo mucho que tu sufrías por mis actos, el no recibir el mismo tipo de cariño que tu me estabas dando..."
"Pero ya es tiempo de terminar, debes de soltar mi mano por favor, entiende que debía irme, si jamás sentiste este amor ya no hay nada más que decir. Por favor no me detengas. Mi vida, no vale la pena seguir así."
"No, no lo valía, esta relación nunca nos llevaría a ningún lado, verdad? Los sentimientos en nuestros corazones definitivamente continuarían su rumbo, creciendo hasta el límite en que ya no pudiéramos soportarlo pero... jamás cambiarlos... jamás dirigirlos hacia otra persona, a la que según nuestro criterio sería la indicada... sólo haciéndonos más daño..." Notablemente más calmada Helga limpió sus lágrimas con el reverso de su mano "Phoebe tenía razón, no podemos elegir a quien amar, sólo sentirnos afortunados de haber sentido palpitar éste sentimiento en nuestro pecho, junto al corazón."
"Hay en tu vida y en la mía otra vida, el amor de verdad. He sabido en un instante que lo nuestro se acabó y comprende que lo más importante es el verdadero amor, recuérdalo. Suerte en tu vida.
Con cariño, tu amigo Brainy."
"Amigo..." Helga sonrió, todo ese tiempo estuvo engañándose a sí misma, pretendiendo amar a quien la amaba, siendo éste conocedor de sus intenciones. Brainy era consciente de todo, absolutamente de todo, de que ella jamás lo amaría como deseaba y del mutuo sentimiento entre su amada y Arnold. Un lazo fuerte imposible de romper. Cuan persona más maravillosa, a pesar de ser consciente de todo aquello, estuvo junto a ella, para acompañarla y hacerla sentir amada. Helga dejó de sonreír al descubrir algo..
"Pero no lo entiendo... porque, si sabía todo desde el principio, se dispuso a ser mi novio? Si sabía que no iba a poder amarlo como él quería?" Helga no podía entenderlo, cuales fueron las principales intenciones de Brainy?. Sacudió su cabeza para alejar aquellos pensamientos de su mente "Brainy es demasiado bueno, no puedo creer que haya siquiera imaginado al pobre chico formulando un plan. Lo único que puede dar es amor y comprensión, su arma más letal son los abrazos de osos que da. Jaja!"
Pero esa afirmación duró tan sólo unos segundos, hasta que sus azules ojos se posaron en la última línea escrita por su amigo.
" Pta: como regalo de despedida le mandé a Arnold nuestros diarios íntimos, espero que no te moleste.!"
"CÓMO!" Helga explotó y prácticamente saltó al cesto de basura de su casa, allí había depositado, la noche anterior, una caja con pertenencias personales relacionadas con cierta cabeza de balón. Luego de haberlo meditado mucho, Helga creyó que si su novio descubría que seguía conservando algunas de esas cosas no sería una experiencia agradable. Por lo que optó por arrojarlas a la basura. La escultura con la imagen de su amado, el relicario, los tomos de poesías, y... su diario? Para mala suerte de la niña, éste último no se hallaba donde debía de estar.
"Maldito zopenco! Como pudiste!" sin esperar un solo segundo, y sin tomarse la delicadeza de depositar el cesto de basura en el suelo pues este se cayó dejando una basural sobre la calle, comenzó a correr con todo lo que sus piernas le permitían en dirección hacia la casa de Arnold.
En su mente divagaba aún el recuerdo del día en que Brainy le había confesado que había dedicado, prácticamente, todo su diario a la vida de ella. Recordaba lo avergonzado que estaba el chico de que ella creyera que era un lunático obsesivo por haber hecho aquello, pero que a ella prácticamente la fascinó, no recordaba haberse sentido tan encantada como lo fue en ese momento. Pues ella misma había hecho lo mismo con el suyo aunque en dedicación a Arnold. Si bien en ese momento la idea le encantó, la misma ahora la horrorizaba. Ese mismo diario del que le habló estaba ahora a prácticamente centímetros de las manos de Arnold.
"Yo cumplí con mi parte de la promesa! En que momento se le ocurrió hacerme algo así!".
Como pudo observó el reloj de su muñeca, eran cerca de las 7:10. Si mal no recordaba, Arnold no se despertaba hasta las 7:30, aún tenía tiempo de llegar hasta su casa, buscar los diarios y destruirlos antes de que Arnold siquiera se enterara de que le habían enviado correspondencia. Definitivamente no iba a colocar a la luz pública todo la intimidad de prácticamente toda su vida. Y es que ese diario comenzó a escribirlo el día en que conoció a Arnold. No era una simple coincidencia, sólo que sentía vivir una vida tan plena desde que lo conoció que no pudo evitar escribir todas las aventuras y desventuras de su amado. Había escuchado la idea de escribir un diario personal con anterioridad, pero sólo hasta el día en que se enamoró sintió la verdadera necesidad de hacerlo, pues desde ése día tenía un verdadero motivo que la inspiraba.
/End Flashback/
Y allí estaba, sintiendo que la vida se le iba en cada respiración de su agitada carrera. Nada en el mundo le haría cambiar de opinión, no se había prácticamente desvivido en los últimos años tratando de ocultar todos sus secretos para que ahora Brainy viniera y, porque se le dio la regalada gana, le revelara todos ellos justamente a Arnold. Por más importante que haya resultado ser Brainy en su vida, nada le daba ese derecho. Bueno... quizás si pero... porque le importaba tanto eso ahora? Porque no quería siquiera imaginar la reacción que tendría su amado al descubrir todos ellos, que ella siempre lo amo y lo seguía amando, y además que Brainy la había abandonado. No! Evitaría a toda costa que eso sucediera! Todavía le quedaba mucho de orgullo y pretendía continuar teniéndolo.
Algo de humedad comenzó a abrumarla. Nuevamente, la lluvia, últimamente la misma había acompañado a Helga en todos sus momentos de inestabilidad, como ahora lo era la desesperación. Las gotas poco a poco comenzaron a humedecer su camino.
"Rayos!" finalmente Helga había llegado a la casa de huéspedes y, por lógica, se había dirigido directamente a la entrada de la misma, su intuición le había dicho que lo más seguro es que los diarios aún se encontraran allí, donde supuestamente Brainy debió de haberlos dejado pero, para su mala suerte, no estaban.
"Quizás el cartero aún no ha venido a dejar el paquete, aún es demasiado temprano." Quiso creer Helga, pero el viento atrajo hasta sus pies algo que le era familiar y, por lo tanto, lo tomó entre sus manos. "Ha! Es mi separador, el que utilizaba en mi diario íntimo!".
Eso sólo quería decir una cosa, definitivamente los diarios ya habían estado rondando por la casa y, si no se hallaban en la puerta o en el buzón del correo, sólo podían estar en un solo lugar. Helga miró hacia arriba, directamente a la ventana de la habitación de su amado, la cual estaba totalmente a oscuras, además de que el cielo no proporcionaba luz debido a las nubes de la lluvia, lo estaba también porque aún no habían encendido las luces, al parecer nadie en la casa de huéspedes había despertado aún. Observó nuevamente su reloj.
"Las 7:20..." Helga pasó saliva, ya las gotas de agua escurrían por sus largos cabellos rubios. "... tranquila Helga, ésta no es la primera vez que lo haces." Poco a poco comenzó a subir por las escaleras de incendio de la casa, la que daban hasta la habitación de Arnold. No tenía mucho tiempo así que decidió dirigirse directamente hacia donde su amado se encontraba, debía de asegurarse de la distancia que había entre él y su diario íntimo.
Al llegar al techo resbaló un poco, la lluvia le dificultaba la tarea. Y al apoyar sus manos sobre los vidrios para observar el panorama un rayo ensordecedor cayó a sus espaldas, dándole justo la luz necesaria para observar el interior del cuarto. Sólo fue un par de segundos, lo único que atinó a ver fue que no había movimiento alguno y la presencia de un pequeño paquete sin abrir sobre la mesa de luz del niño. La niña observó un poco hacia sus lados, cerciorándose de que nadie la viera, y levantó fácilmente uno de los vidrios que servían como techo. Se deslizo por esa pequeña entrada y se dejó caer sobre el sillón del lugar tratando de hacer el más mínimo ruido.
Con ojos bien atentos se levantó del lugar y comenzó a acercarse hacia la mesita de luz que había visto con anterioridad. No se escuchaba ruido alguno y la poca luz del lugar no le permitía ver con detalles lo que la rodeaba, pero un pequeño rayo de luz le permitió ver lo que parecía ser un pequeño bulto en la cama de su amado, justo al lado de la mesita, seguramente sería el dueño de la misma que aún seguía durmiendo. Razón por la cual, aún con más cuidado, Helga terminó de acercarse sigilosamente hacia el objeto sólo para darse cuenta que, al tocarlo, éste estaba abierto y no cerrado como creía y que, además, su interior estaba vacío.
"Que rayos...!" Helga no pudo terminar de maldecirse a sí misma cuando una luz que cubría prácticamente toda la habitación la cegó y la congeló por un momento.
"Buscabas esto? Helga?" Helga volteó a ver a quien se dirigía a ella. Sólo para espantarse al darse cuenta de que era nada más y nada menos que Arnold. El cual se hallaba con una de sus manos sobre el interruptor de la luz y en la otra el diario que le estaba señalando, el diario íntimo de Helga.
La niña aún no podía creerlo, quiso creer que se trataba de una pesadilla, de reojo pudo ver que el supuesto bulto que pretendía ser el ángel durmiente que se hallaba en la cama de Arnold era tan solo eso, un bulto hecho con las propias sabanas y frazadas que conformaban la cama.
"Arnoldo! Jaja!" exclamó Helga con una sonrisita nerviosa tratando de simular que nada sucedía allí, que Arnold no estaba viendo a una niña completamente empapada en su habitación a esas horas de la mañana. Y menos aún que la misma se había escabullido por la ventana teniendo en cuenta la terrible tormenta que se estaba desatando afuera. "Ya despertaste! Que madrugador!".
La niña cayó precipitosamente al ver el rostro de seriedad del niño, dándose cuenta recién hasta ahora que el mismo no llevaba puesto su pijama y que se encontraba con su tradicional camisa al revés, su sweater y sus pantalones de siempre, ni que decir de su calzado. "N-no dormiste en t-toda la noche, verdad?" temió preguntar. Arnold se acercó un poco a ella y, por primera vez, Helga sintió miedo de él.
"No, no lo hice, estuve muy ocupado desde anoche..." sus miradas se chocaron "... desde que recibí estos diarios." Lo tan temido por Helga se estaba haciendo realidad.
"Y-y e-estuviste leyéndolos toda la noche, no es así?" En otras circunstancias Helga se habría golpeado a sí misma por hacer preguntas tan obvias, que se respondían por sí mismas, pero la verdad es que la tensión del momento le hacía imposible reaccionar de otra forma.
"Estás en lo cierto." Esta vez fueron dos los rayos ensordecedores que cayeron sobre la ciudad, dando un ambiente de terror a la escena.
Helga quedó paralizada, ya todo estaba perdido, ya no había secretos entre ellos, ni sus anécdotas ni sus poemas, Arnold sabía ahora tanto o más de ella de lo que ella sabía de él. Se sentía desnuda, ya todo era sabido para él, no podía actuar pues él sabría que lo estaba haciendo, no podría pretender estar enfadada ú ofendida pues él estaba consciente de que ése no era su verdadero yo. Que podía hacer ahora? Qué? Sin querer, por un intento desinhibido por salvarse a si misma, se había dirigido directamente a la boca del lobo.
Arnold estaba allí, frente a ella sin apartar su mirada de la de ella, una mirada sin lugar a dudas reprochadora. La seriedad de sus ojos lo hacía ver como un niño mayor y el miedo que abarcaba el rostro de la niña la hacía ver a ella indefensa. Sentía como si hubiera cometido una travesura y fuera su padre el que estaba frente a ella, listo para darle un sermón y, quizás, hasta un castigo.
Helga miró de reojo a sus espaldas, allí estaba la puerta, sólo debía echarse a correr y escapar de allí, no sería tan difícil. Arnold previó esta acción y la sujeto cuando ésta colocó las manos sobre la manija, lista para girar de ella y huir.
"Qué crees que estás haciendo!" exclamó Arnold luchando contra ella para que no abriera la puerta.
"Es evidente que quiero largarme de aquí!" respondió Helga luchando también, pero lamentablemente sus fuerzas no eran precisamente las mejores. Los últimos acontecimientos había terminado por agotarla, inoportunamente.
"Últimamente se te ha dado la mala costumbre de huir de mi! Crees que así vas a solucionar todos tus problemas? Huyendo cobardemente? Desde cuando Helga G. Pataki es una gallina?" finalmente el ganador resultó ser Arnold, éste logró apartar a Helga de la puerta y tomar control sobre ella.
"Es fácil para ti decirlo..." fue lo único que logró susurrar la niña sin que el cabeza de balón la escuchara.
"Qué sucede?" preguntó Arnold, la forma en que le había ganado a Helga había sido demasiado fácil, al parecer la niña se sentía débil "Donde está la vieja Betsy y los cinco vengadores? No van a ayudarte esta vez?". El niño pretendía burlarse, no quitaba la mirada de encima de Helga, la cual tenía su cabeza agachada y con sus ojos fuertemente apretados, al igual que lo estaban sus nudillos. Fugazmente observó a Arnold, y sentía que su mirada la desarmaba.
"Deja de mirarme así!" gritó Helga tratando de taparse el rostro con sus manos, cielos! se sentía tan desnuda frente a él, no quería siquiera imaginar los pensamientos que atravesaban por la Cabeza de Balón, sentía mucha vergüenza, demasiada. "No lo soporto!"
"Porque?" interrogó Arnold con sus manos en las muñecas de ella. "Porque no puedes soportar la idea de que ya no me engañas?" Helga quiso forcejear, no quería escucharlo "Porque ya sé todos tus secretos? Porque sé todo lo que hiciste por mi? Todo lo que tú me negaste a saber!" las lágrimas se acumulaban en sus ojos "Mi gorra, tu moño rosa, el carro alegórico, la obra de Romeo y Julieta, el milagro de Navidad, la poción de desamor, los celos por Ruth... por Summer... por Lila?"
Helga no podía seguir soportándolo, toda su vida, toda, todos sus secretos, sus acciones y hasta sus pensamientos más profundos estaban descriptos en ambos diarios. Arnold lo sabía todo, todo lo que mencionaba...
"Que me dices de ellas Cecile?" la vos delatadora del niño devastó a Helga, el corazón de ella pareció dar un salto, un salto para evitar caer en la agotadora carrera que estaba llevando a cabo. Es que acaso Arnold se estaba burlando de ella? De todos los disparates que había hecho tan solo por él? Se estaba burlando de su nefasta existencia? Porque su tono así lo demostraba...
Arnold sentía poder sobre la niña que tenía acorralada, ya no habían secretos entre ellos, ahora la conocía tan bien que podía decir a ciencia cierta que todavía lo amaba, si, tenía muchas razones para creer aquello, además del duro hecho de que ya no tenía novio, pues este la había dejado. No pudo seguir pensándolo pues una mano iba directamente hacia su rostro y apenas si pudo detenerla.
Helga quiso golpearlo, jamás había sentido tanto rencor por la persona que decía amar. Ese maravilloso ser de cabellos dorados y encantadora vos se estaba burlando de ella! Jamás creyó que de todas las personas él fuera a comportarse así! Ahora más que nunca hubiera deseado con todas sus fuerzas no haber escrito un diario! Pues podía desmentir todo lo escrito por Brainy en su diario personal, pero no lo hecho por puño y letra de ella misma. No había escapatoria alguna a aquella mirada que la desnudaba por completo, no había donde esconderse ni a donde huir, pues no importaba cuanto corriera porque el tiempo no iba a regresar, no importaba cuanto gritara y pataleara suplicando porque nada borraría de la memoria de su amado lo recién descubierto. Lágrimas de rencor comenzaron a surcar sus mejillas, dio un fuerte golpe a la puerta, donde se hallaba apoyada, con sus puños y se deslizo por la misma para finalmente dejarse caer hasta que el frío suelo retuviera su frágil cuerpo.
Arnold observó como su amada parecía perder fuerza repentinamente, ese gesto lo demostraba, Helga, finalmente, se había rendido. Lo que tanto había anhelado Arnold que su amada hiciera, pero no lo único ni lo primordial. Se agachó para quedar a la altura de su amada. Ésta tenía arrimadas fuertemente sus piernas contra su pecho, con el espacio suficiente para esconder su rostro en ellas. Ya, sin escrúpulos, se permitía llorar deliberadamente, incluso dejando escapar pequeños gemidos que partirían el alma de cualquiera. La rabia que recorría sus venas la hacía temblar ligeramente, todo esto sucedía frente a la mirada atónita del Cabeza de Balón y Helga, nisiquiera, intentaba hacer algo para disimular un poco su desesperación por dejar de sentir esa vergüenza que la abrumaba y la consumía por dentro. La personalidad detrás de la cual se escondía para evitar salir lastimada había sido quebrantada, había sido quebrantada en tantos diminutos pedacitos que la tarea de unirlos nuevamente resultaría imposible.
"Porque lloras?" atinó a preguntar el niño. Al parecer no estaba muy seguro de cómo actuar en ese momento, pero si de algo estaba seguro es que no había otra persona en el mundo que mereciera menos sufrir que Helga. Ella no merecía derrochar ni una lágrima más, tantos años de sufrimiento sólo merecían el comienzo de una felicidad eterna, la que él estaba dispuesto a darle.
"Tt-te odio! Snif snif! Te odio como jamás creí odiar a alguien en mi vida!" fue la dura respuesta de Helga sin siquiera mirarlo, tapando con sus manos su rostro y, a la vez, tratando de evitar inútilmente que las lágrimas escaparan de las mismas, como si el liquido no tuviera su ruta libre.
"No, no lo haces!" Arnold la tomó por los hombros y, sin mucho esfuerzo, logró apartarla del pequeño caparazón que había formado con su cuerpo y en el cual estaba escondida. El rostro que quedó frente a él lo dejó sin palabras, era tan desolador, esos hermosos ojos azules estaban ahogados por las lágrimas y ligeramente hinchados, sus labios rosas temblaban tratando de ahogar los gemidos de su dueña, y el rostro enmarcado por las lágrimas acompañado de la humedad del mismo, de su cabello y de todo el cuerpo, debido a la lluvia, la hacían ver como un pequeño ser abandonado. Quien creía poder ver a Helga G. Pataki así alguna vez? Él si, por primera vez estaba viendo a la verdadera Helga frente a sí. A esa niña soñadora que se inspiraba en escribir poemas revelando la pureza de su alma, tan intensa para realizar un sin fin de cosas por sus creencias y a aquella niña tan frágil, como la que estaba viendo ahora, que al ver que habían destruido su única protección, su único refugio cree firmemente que se aprovecharan de su debilidad para herirla. Tan apasionada, tan intensa, tan... única, sólo bastaba mirarla para enamorarse más y más cada día. Arnold lo sabía, si bien hace poco había descubierto su amor por ella, el mismo había crecido desmesuradamente, a tal punto de no poder controlarlo. No sabía cuanto tiempo más podría soportar esa situación pues el solo roce de sus propias manos en los brazos de la niña lo descontrolaba. "No me odias... es más! Me amas! jamás dejaste de amarme!"
Ésa afirmación dejó helada a Helga sin saber que hacer o siquiera decir. Debería de tratar de esconder el último secreto que le quedaba? La única confesión que no se hallaba en los diarios? O debería de dejárselo saber para que la dejara en paz? Total, ya todo estaba perdido... optó por quedarse en silencio, dejando que sea él quien decidiera que creer.
Arnold notó ésta reacción, debía de influirle confianza a su amada, sin proponérselo su mano tomó vida propia.
"Y-y yo..." tomó la mejilla de su amada con la palma de su amada, elevando su mirar para fijar sus ojos en ella. Recibiendo una fría mirada por parte de ella. "..también te amo...".
"Ja!" para sorpresa de Arnold Helga tomó fuerzas de donde pudo para colocarse de pie y alejarse del contacto con el rubio. "Ahora!..." El tono sarcástico era palpable en el aire. "Ahora dices que me amas! Ahora que no queda nada te mueres de amor por mi! Ahora... después... después..." y volvió a quebrar en llanto. A Arnold jamás le había dolido tanto una mirada como la que estaba recibiendo de ella ahora. "...después que te lloraba a ríos, después de lo que yo he sufrido!"
"Helga por favor!" Arnold también se colocó de pie e intentó acercársele, pero Helga lo evitaba a toda costa. "Sólo estaba confundido...-"
"Confundido?" el tono hiriente de Helga era sin lugar a dudas real, tan real como si una espada atravesara un corazón sin piedad alguna. "Pues bien! Entonces así como ahora me amas, ahora por fin! ahora sabrás lo que me hiciste vivir!" Helga había dictado su sentencia, esa condena a la que había sido sometida ella durante tantos años sólo por esconderse tras una mascara de niña fría.
"No!" suplicó Arnold finalmente llegando hasta ella "No podría soportarlo, por favor!"
"No es mi culpa el que estés confundido!" Helga estaba siendo dura, pero estaba actuando, como siempre lo hacía, en un intento desesperado por dejar de sentir ese vacío en su interior se había sujetado fuertemente de lo primero que ocurriera. Pero todo era mentira, sus palabras lo eran, como iba ella a querer que su amado sufriera lo mismo que ella sufrió por tantos años? Cómo? Si lo que él decía era cierto? Cómo? Si ese sentimiento todavía la abrumaba, si todavía lo amaba...
"Me vas a decir que tu nunca te sentiste confundida?" preguntó Arnold. "Acaso no pensaste más de una vez en la posibilidad de amarme o no cuando recién nos conocimos?"
"Y cómo querías que me aclarara si aún era demasiado joven como para entender lo que sentía?" se quiso defender Helga tratando de mantener su carácter fuerte.
"No hay edad para confundirse Helga, ya no me siento confundido, sé que te amo así como también sé que te equivocas al creer que tú ya no me amas." Ya ahora se encontraban frente a frente, a poca distancia.
"Yo-!" quiso replicar Helga pero se vio interrumpida por Arnold al tomarla desprevenida por la mano.
"No me importa cuantas veces quieras negármelo Helga, quizás no lo escuche de tus labios pero hay algo en tu forma de mirar que me lo dice todo sin hablar."
Sus ojos se hallaban conectados, hundiéndose cada uno en la profundidad del otro. Helga no podía creer lo que sus oídos escuchaban, su ángel de cabello dorados estaba recitándole esas hermosas palabras a ella, ciertamente estaba encantándola.
"Aunque me des vuelta la cara, aunque ya no llores más por mi, siempre habrá algo de mi en tu alma porque habrá algo de mi en tus sueños." Tomó aire para respirar con un destello de suplica en sus rasgos "Porque todavía hay algo de mi en tu corazón..." la mirada de Arnold era tan intensa para Helga, se sentía en un sueño, uno de sus tantos sueños en los que su amado finalmente confesaba su amor por ella, pero esto... era real. La niña estaba hipnotizada por sus palabras, las cuales le resultaban también tan reales. "Aunque se hayan apagado las ganas de seguir amándome..."
"Si, me había cansado de amarlo, de dar amor sin recibirlo, pero inconscientemente y sin poder evitarlo seguí amándolo a pesar de todo."
"Aunque el tiempo borre la ilusión..."
"Ya no importaba todas las fantasías que tuviera en la que mi amado finalmente me correspondía, éstas fueron perdiendo fuerzas con el paso de los años, aunque no lo haya hecho de la misma forma mi amor por él."
"Nadie puede cambiar el pasado..." a cada palabra un paso más lo acercaba a su amada "... la memoria..." hasta quedar a tan solo centímetros de su rostro "... y la emoción." Susurró sintiéndose débil por la cercanía de su amada. El anhelo de probar esos labios, su desesperación por hacerlo.
Helga tan solo lo veía venir, no hacía nada por detenerlo pues estaba paralizada. Ya los alientos de cada uno acariciaban el rostro del otro. Sus ojos se entornaban y se cerraban dispuestos a sólo sentir el dulce contacto, el dulce contacto que aclararía todas las dudas de ambos sin necesidad de palabras, sólo entendiendo lo que sus corazones le transmitían. Pero... repentinamente Helga abrió grandes sus ojos.
"NO!" exclamó la niña apartando no muy delicadamente a Arnold de ella y comenzando a caminar una vez más por la habitación. "Esto no puede ser!"
"Qué sucede?" preguntó desconcertado Arnold, ella deseaba tanto aquel beso como él, porque la duda?
"No quieras sobrepasarte conmigo Arnoldo!" gritó ella sintiéndose ofendida y señalándolo "Tengo novio, recuerdas?"
"Jaja!" se rió, sin querer, Arnold "Brainy? El se fue Helga!"
"Pero eso no quiere decir que nuestra relación se halla acabado!" respondió indignada Helga. No importara lo que dijera Brainy en su carta, ella seguiría siendo su novia y esperaría pacientemente por el día en que él volviera, porque todo aquello había sido una locura, un error del momento, sabía que Brainy lo pensaría mejor, si, recapacitaría y volvería, al menos eso era lo que deseaba que sucediera.
"Claro que si! Brainy rompió contigo al irse de esa forma!" exclamó Arnold, sintiendo todavía los celos arder por dentro. Helga iba a replicar ante eso pero... "Y así como él rompió su promesa tu también debes de romper la que le hiciste a él." Helga parpadeó, quiso negar aquello, pero no lo hizo. De nada valía hacerlo, Arnold ya sabía lo de las promesas, el diario suyo junto al de Brainy lo decían claramente en las palabras plasmadas en sus hojas.
"No es lo que parece..." fue lo único que atinó a decir nerviosa la niña.
"Si lo es." Respondió firmemente Arnold "Sé que al principio todo fue un chantaje, Brainy quiso retenerte a su lado a cambio de no confesarme los secretos de prácticamente toda tu vida. Pero... después todo se volvió muy real, demasiado real. Pues ese había sido el deseo que le pediste al cielo en aquella ocasión, todo parecía indicar que Brainy era esa personita especial por la que estabas esperando y que, según tú, iba a reemplazar el sentimiento que sentías por mi en tu corazón." Helga agachó su cabeza notablemente afectada por lo que su amado decía "Creíste firmemente que podrías enamorarte de Brainy, viste todas las maravillosas cosas que podía darte, su amor, su comprensión... eso que, también creíste, yo no podría darte. Y es por eso que te aferraste a él, te sentiste dichosa de sentirte amada de esa forma, te sentiste protegida, porque, aunque me duela admitirlo, Brainy supo demostrártelo pero yo no. Y finalmente te sentiste en deuda con él, querías devolverle todo el amor que él te profesó durante tantos años, y ésa vez fuiste tú la que hiciste las promesas, aún a sabiendas de que yo te amaba de la misma forma en la que tú lo hacías." Terminó por confirmar Arnold realmente serio "Corrígeme si me equivoco."
"N-no" negó Helga "...todo lo que dijiste... es cierto." Helga estaba confesándolo todo, como debió de hacerlo en un principio. "Pero... una promesa... es una promesa."
Arnold se sorprendió por éstas palabras "D-de qué hablas?"
"Que nada ni nadie hará que rompa la promesa que le hice a Brainy..." afirmó Helga "...haré feliz a quién me entregó su amor incondicional por todos estos años, aún así sea tenga que seguir a Brainy hasta el fin del mundo."
"Es que acaso no lo entiendes!" explotó Arnold para el asombro de Helga. "Aún no entiendes las razones por las cuales Brainy actuó de esa forma?"
Arnold aún sentía celos de Brainy pero... luego de haber leído el diario, había sacado sus propias conclusiones del comportamiento del niño, algo que Helga no había tenido la oportunidad de descubrir y, aún menos, de entender. Y podía sentirse agradecido de la decisión que había tomado.
"Así como tu sombra era, escuchó el deseo que pediste y, por el amor que te tiene, quiso concedértelo al convertirse él mismo en tu salvador. Desde un principio su propósito fue ser tu compañero, pretendiendo ser tu novio, para apaciguar tu dolor, para consolarte de mis malos actos." Arnold agachó su cabeza notablemente avergonzado, Brainy había sabido ser mucho más maduro que él, pues nunca dejó de lado por nada del mundo sus prioridades, Helga, el bienestar de ella y de su corazoncito. "No quería verte hundida en el pozo de la depresión, inventó las mil y una distracciones para hacerte olvidar los malos momentos, el chantaje, hacerte rabiar en la primera cita, prefería mil veces verte enfadada a verte triste, las flores, el libro de poesía... todo era un granito de arena para verte sonreír. Pero... las cosas comenzaron a escaparse de sus manos." Arnold permanecía impasible ante las confesiones, pero aún recordaba el gran arrepentimiento que recorrió su ser cuando descubrió todos los trazos marcados por el niño para dar con su objetivo y que él, injustamente, había clasificado como actos ofensivos, cuyo propósito era la de robar lo que era suyo. "Tu comenzaste a depender de él, hiciste aquella promesa e incluso me rechazaste por él."
Helga se sorprendió por aquello, estaba tan segura de que todas aquella cosas eran las que tanto deseaba Brainy, jamás vio su sufrimiento por esas acciones. Ciertamente estaba actuando, al igual que lo hacía ella, sin notarlo, ambos se estaban engañando mutuamente.
"Intentó desesperadamente buscar una solución a todo aquello, lo que menos deseaba era que tu hicieras sacrificios por él sólo por agradecimiento, sólo por sentirte en deuda, cuando no lo amabas..." la niña estaba paralizada, como es que jamás se dio cuenta de todo aquello, como no vio el sufrimiento por el que atravesaba Brainy? "Sabía que si se iba así sin más, tu te sentirías culpable por ello, y es por eso que me entregó los diarios íntimos de ambos, para romper intencionalmente su promesa contigo y, por consiguiente, tu no tuvieras que cumplir con tu parte. Y, al mismo tiempo, arreglaría todo entre nosotros, pues la única forma de hacerlo era revelando esos secretos que tu tanto te negabas a confesarme. Y si bien sabía perfectamente que lo hacías por miedo a salir lastimada nuevamente... estaba seguro de que nada de eso ocurriría, confió plenamente en que yo haría bien las cosas esta vez."
Al finalizar su relato, Arnold elevó su mirada para observar a su amada, sólo para apreciar el asombro dibujado en sus expresiones, junto a pequeñas lágrimas cristalinas acumulándose, una vez más, en sus azules ojos. Su debilidad la hizo sentarse en la cama de la habitación, sus manos apoyadas a ambos lados de sus piernas manteniendo el peso de su cuerpo y su cabeza gacha, con la mirada perdida en algún lugar del suelo.
"Al fin y al cabo siempre hice todo mal." Se atrevió a murmurar Helga todavía en shock por lo recién descubierto. Sin notar que un peso se apoyaba a su lado, en la cama y que una suave tela comenzaba a recorrer su húmeda y fría espalda.
"Desde siempre la intención de Brainy fue unirnos." Exclamó Arnold ya al lado de Helga, tomó entre sus manos una manta de su cama y abrigó a Helga con ella. La colocó de tal modo que cubrió toda la espalda de la niña y, al envolverla, con los extremos de la misma aún en sus manos, la cerró sobre el pecho de ella, sin soltar la manta en ningún momento. Tiró un poco de la misma para acercar a su amada un poco más él. Un acto realmente dulce y delicado sin lugar a dudas. "Toda la vida estuvo pensando en hacerlo, pero cuando vio tu desesperación aquella noche, se decidió finalmente por tomar el valor necesario para hacerlo, aún así tuviera que realizar sacrificio tras sacrificio para lograrlo."
"Siempre he sabido que el amor esta hecho de sacrificios por nuestro ser amado pero..." la mirada de Helga derramó unas cuantas gotas "... no estaba preparada para que alguien hiciera este tipo de sacrificios por mi."
"Nadie esta preparado para ello. Ahora puedes darte una ligera idea de cómo me sentí yo al descubrir los sacrificios que tú hiciste por mi." Arnold susurró esbozando una pequeña sonrisa. Y Helga, sintió tan de cerca su aliento, que apenas si pudo darse cuenta de la cercanía de su amado cuando volteó a verlo.
Y lo vio, ese amor reflejado en sus ojos tan solo para ella, ese anhelo por su ser. Toda esa mezcla de sentimientos que la abrumaron a ella durante tantos años cuando lo veía. Estaban muy cerca, demasiado cerca, lo que, en cierta forma, incomodó a la niña.
"S-será mejor que me marche." Exclamó Helga mientras se colocaba de pie, aún con la manta sobre sus hombros, y rompía el contacto visual con su amado. Ya todo se había aclarado, a excepción de la relación entre ellos de ahora en adelante, pero Helga no se sentía preparada para ello, la mezcla de sensaciones en su interior era inexplicable.
"Cual es la prisa?" preguntó juguetonamente Arnold mediante una sonrisa, era fascinante esa sensación de bienestar, esa sensación de ser firmemente correspondido. Pero lo que más disfrutaba en aquel momento, era la maravillosa capacidad de colocar nerviosa a su amada, a aquella que en otra oportunidad simplemente lo habría golpeado por tu atrevimiento y ahora siquiera se atrevía a mirarlo. "Aún tengo una pequeña duda..." Su tono era enigmático.
"Cual?" se animó a preguntar Helga quien, de espaldas al niño, mantenía su mano en el picaporte de la puerta, había optado por irse aún sin permiso del Cabeza de Balón, pero el tono utilizado por él llamó su atención.
"Si te mataban los besos insaciables, fervorosos, ardientes que me dabas..." Helga se sonrojó, esa era una de las tantas penosas confesiones escritas en su diario íntimo. Es verdad! Debía de quitarle ese diario, al fin y al cabo aún le pertenecía.
"Haa!" Ya no pudo continuar pensando en la forma de quitárselo pues una tibia mano había tomado de la suya salvajemente hasta tirar de ella, haciendo caer la manta que protegía sus hombros, y cuando su cuerpo caía hacia el suelo los brazos de Arnold la sostuvieron como si de una muñeca se tratara. Una hermosa muñeca a su parecer. Arnold era consciente de que Helga era unos centímetros más alta que él, por lo que se dispuso a dejarla caer entre sus brazos, recostada, para quedar él por encima de ella, tomando posesión de su cuerpo.
"... como te sentirías si fuera yo quien te los diera?..." Continuaba con su sonrisa, como un niño que estaba a punto de hacer una travesura. Helga no podía creerlo, estaba a la merced de su amado Arnold, tal y como ocurrió aquella noche, en la fiesta del Día de los inocentes, cuando bailaba con él momentos antes de ser tirada a la piscina. "...y, más aún, si fueran robados?". Estando tan solo a milímetros de su boca vio un extraño brillo en los ojos de su amada, ese al cual él había marginado durante tantos años. "No tienes porque sentir miedo Helga, no puedo ni quiero hacerte daño. Quiero enmendar todos mis errores pasados. Podrías confiar en mi?"
No hubo oportunidad para respuestas. El niño acortó rápidamente la distancia entre sus labios, ahogando en su boca un pequeño gemido de sorpresa por parte de Helga. No hubo tiempo para siquiera apenas un roce antes de la unión, sólo una mirada, el contacto eléctrico de sus labios que recorría ahora hasta sus piernas y el palpitar de sus corazones aullando con silenciosa voz a unísono. Un apasionado beso se estaba llevando acabo, quizás no adecuado para tan solo un par de niños pero que importaba aquello? Quien se atreva a protestar que vea primero la cantidad de años que se espero por ese codiciado contacto. El anhelo y la ansiedad se plasmaban en cada caricia prodigada por la suave y delgada piel de seda que conformaban sus labios.
Arnold no podía entender como es que aún sostenía el peso de su amada entre sus brazos cuando ese beso comenzó a ser correspondido, cuando Helga devolvía esas caricias y aún menos cuando ésta colocó sus brazos rodeando el cuello del niño. Las rodillas del niño se dejaron caer sobre la alfombra, ya las fuerzas lo habían abandonado y se permitió abrazar a su amada de la misma forma en que ella lo hacía. Su desesperación fue disminuyendo con el paso de los segundos hasta finalmente saciarse y romper el sutil contacto. Se separaron escasos centímetros.
"Te amo..." susurró Arnold aún mareado por las nuevas sensaciones experimentadas.
"... yo también... te amo." A penas si pudo responder Helga, sintiéndose en un sueño. Pero como cuando Arnold advirtió del beso lo había hecho en plural otro beso le siguió al recién terminado, y habrían seguido siendo más si el toque de la puerta no los hubiera interrumpido.
Toc! Toc! "Arnold! Esta todo bien ahí hombre pequeño? Me pareció escuchar algunos ruidos." Era, sin lugar a dudas, el abuelo, quien al parecer se había despertado. Helga y Arnold se sonrieron mutuamente en complacencia, tratando de que Phil no los escuchara. Helga se separó de Arnold y se puso de pie.
"A donde vas?" susurró Arnold, pues el abuelo continuaba fuera de la puerta en el pasillo.
"No esta bien que una niña esté en la habitación de un niño a éstas horas..." respondió Helga aún sonrojada y mediante una sonrisa. "... nos veremos después."
Y comenzó a trepar de alguna manera las paredes para llegar hasta la pequeña ventanilla por la que había entrado, cuando sintió que alguien la seguía.
"Arnold? Qué crees que estás haciendo?" Arnold seguía cada uno de sus pasos, dispuesto a irse con ella si era necesario.
"No creo que esté mal que un niño y una niña estén a estas horas en la calle, no?" respondió con una sonrisa el Cabeza de Balón haciendo sonreír también a Helga, quien le siguió el juego.
"Pero no por ello tienes que salir por el techo como un ladrón en tu propia casa." Exclamó la niña viendo como Arnold, sin prestar atención a sus consejos, la alcanzó y depositó un fugaz beso en los labios femeninos.
"Se hacen locuras por amor." Afirmó encantando a Helga. Ésta terminó por salir y darle la mano a su amado para ayudarlo a él también. Soltaron una pequeña carcajada juguetonamente y comenzaron a bajar de la casa de huéspedes, mediante la escalera de incendios, y tomados de la mano.
Y en la habitación, un pequeño papel doblado quedo olvidado en la alfombra, un papel cuyas palabras no le parecían tan reales a Arnold como ahora...
"Hay amores que no se olvidan aunque el tiempo los deje atrás, aunque sin ellos la vida siga.
El amor, si es amor de verdad, no se puede olvidar.
Un sentimiento superficial que queda en el olvido tal fácilmente...
Éste no puede siquiera merecer llamarse en algún momento amor.
Ahora dime tu Arnold, cual es el nombre que merece llevar ese sentimiento que te profeso Helga por tantos años? Piénsalo...
Sé que encontraras en ti la respuesta y después...
sólo deja que sea tu corazón quien decida a donde ir. Suerte...
...Brainy."
"Creo que sólo fue mi imaginación. Todavía ha de estar durmiendo." Terminó por rendirse Phil mientras se daba la media vuelta para alejarse de la puerta de la habitación de su nieto. Con una traviesa sonrisa en sus labios.
-------------------------------
Meses después...
"...No puedo terminar de explicar la infinita felicidad que estoy experimentando. Me encuentro al lado del amor de mi vida, sin complicaciones, sólo permitiéndonos el placer de vivir nuestro amor eterno. Jamás podré terminar de agradecerte todo lo que hiciste por mi. Arnold también te lo agradece de todo corazón. Deseo con toda sinceridad que tú también te permitas sentir esta dicha allá en Inglaterra. Recuerda que siempre podrás contar con nosotros para lo que quieras. T.Q.M
tu amiga, Helga G. Pataki"
"Yo también." Sonrió Brainy para sus adentros doblando con cuidado el papel recién leído, carta de sus amigos de Hillwood. Donde todo estaba bien, donde el amor reinaba al igual que en Inglaterra.
La suave y cálida brisa de verano removía sus cabellos. Se encontraba a orillas de la playa sentado sobre la arena, sin lugar a dudas, su lugar predilecto desde su estancia allí. Aunque no era el único que pensaba aquello...
"En qué piensas amor?" unos brazos rodearon por su cuello desacomodando un poco sus lentes, sonrojándolo y provocándole una pequeña sonrisa soñadora.
"En q-que al fin y al c-cabo..." le respondió Brainy a la linda niña "...t-todos tene-mos un lugar en el m-mundo, s-solo hay que saber e-esperar el momento de llegar."
"Te refieres a Inglaterra?" se atrevió a preguntar su compañera.
"N-no... a ti." respondió Brainy complaciendo a Rosy, quien terminó por depositar un beso en los labios masculinos debido a la alegría que le provocaba esos cumplidos. Rápidamente se puso de pie y Brainy pudo admirarla mejor, ésta era de cabello rubio peinado en dos trenzas, de ojos color miel claro, poseía pequeñas gafas igual que él. Ella era tan apasionada, tan luchadora y alegre. Brainy sonreía complacido.
"Jaja! Vamos amor! Hasta el molino, nuestro molino! Si?". Brainy no dudo en acudir al deseo de su amada y correr de su mano hasta el molino que se divisaba a lo lejos, si, su molino, el de ambos, lugar en el cual le pidió ser su novia un día como hoy pero hace ya tres meses. Hoy era su aniversario número 3, sólo un par de meses después de haberse instalado en ese gran país se sintió finalmente en casa, en su hogar. Donde encontró a su amor verdadero, al que fielmente iba a corresponderle. A aquel cuyo corazón iba a palpitar con igual intensidad que el propio. Un amor en el cual los sacrificios no eran necesarios, pues los deseos de su amada eran igual de ansiados por él. Donde todo lo que la hacía feliz lo era igualmente para él.
"Porque este amor significa que preocuparte y ocuparte del otro no sea un esfuerzo y un sacrificio sino una hermosa sensación que te llena a ti por completo también. Saber que por siempre sería parte de su ser y su destino. Cierto era que buscaba, sin saberlo, alguien como ella que lo abrazara, pero jamás imaginó que allí estaba. La persona por que soñó y que finalmente encontró, supo que con ella podría hacerlo todo en esta vida, porque desde el momento en que la vio se dio cuenta que ya la amaba. "
Porque cada historia de amor tiene su principio y su final, sus conflictos y sus victorias, sus tiempos y sus espacios. Pero siempre predominará, por sobre todas las cosas, ese hermoso sentimiento, mayor que ninguno sin lugar a dudas.
"...Recuerda que lo más importante es el verdadero amor."
/FIN/
-------------------------------
Wow! 13 hojas! En mi vida me había entusiasmado tanto! Jaja!
Y? Que tal? Espero no haberlos defraudado con el final del fic! Muchisisisisisimas gracias a todos aquellos que siguieron mi fic y que me alentaban a continuarlo. En verdad los quiero mucho! Nos veremos en la próxima y por favor! Dejen reviews para saber si les gusto mi final, si? Besos y cuídense mucho!
