DISCLAIMER

Los personajes son de la fabulosa Meyer y la historia es mía.

Cualquier comentario los leo en los RW,escríbanme me alegra saber que opinan. ?

Cuando te toca, te toca.

Edward POV

El frio calaba mis huesos pero me negaba a entrar a aquel departamento del infierno, las cosas habían salido realmente mal. Mientras recogía mi ropa de la acera fría una sonrisa macabra cruzo mi rostro.

Recordé la cara de Tanya cuando escuchó la frase: -Ya no te quiero, esto se termina aquí y ahora.-

Su rostro adquirió un gesto duro mientras apretaba la boca fuertemente, parece que quería evitar que los sapos y culebras le salieran por la boca. Sus ojos verdes fijos en los míos, sin pestañear, parecía una víbora atenta para atacar.

Otra camisa salió volando del cuarto piso de la torre y por un momento pensé en dejar todo ahí. A alguien le servirían más. Mi equipo legal se haría cargo de recuperar mi apartamento, del cual me habían echado después de una serie de ruegos, lagrimas y empujones.

Por supuesto que la rubia me había gritado muchas cosas como era de esperarse, pero la que más me sorprendió fue: - ¿Quién me va a comprar ropa? –

En ese momento la realidad me golpeo, Tanya no trabajaba desde hace unos 2 años, más o menos cuando nos conocimos. Pero siempre vestía a la moda, con ropa de marca, los mejores tratamientos, lo mejor de lo mejor, Jesús el dinero que habrá gastado, MI DINERO.

Decidí dejar todo ahí, seguramente alguien lo encontraría útil, saque las llaves de mi coche y me dirigí sin pensarlo a la casa de mis padres.

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Baje con una sonrisa en la cara, el aire se sentía más ligero, como algo que ya no cargas. Algo que de repente se bajo de tu espalda, es increíble, si hubiera sabido que así se sentiría lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

Atravesé el jardín y metí la llave, - Seguro que mi madre se pondrá muy feliz con la noticia.- , pensaba mientras se abría la puerta y la imagen que llamo mi atención me dejo sorprendido.

Bella POV

- Con esto estarás mucho mejor, hija. – la mujer de los ojos amables me ofrecía una taza de té a tiempo que se sentaba junto a mi con una sonrisa cálida.

Hacía tanto tiempo que no sentía esta pequeña opresión en mi corazón, pero con el día de mierda que tuve hoy era lo último que me faltaba.

-No te preocupes querida, todo ha pasado.- decía Esme mientras frotaba mi espalda con sus manos cálidas.

Un sollozo se reprimió en mi pecho y las lágrimas se agolpaban en la parte superior de mis ojos. No exageres Bella, no te hizo nada, ni siquiera te toco. Me decía a mi misma para tranquilizarme pero en verdad me asusto, sentí que no iba a contarlo, sentí su mirada, como el gato de Alicia, el que tiene entre manos un premio muy grande.

De pronto recordé todas las historias, los nombres que por comodidad se callaban en la oficina, Marta, Gretel y toda esa lista de mujeres que demandaban, contaban, decían. La culpa y el susto se arremolinaban junto a mí.

- Grr. .. Gracias . – Alcance a susurrar, mientras Carlisle se paseaba a mi alrededor hablando por teléfono. En esa casa tan cálida, todo se veía tan limpio y ordenado, algo serio con un toque de … una foto llamo mi atención. Ahí encima de la mesa tres personas sonreían en un campo abierto, un campo que yo conocía muy bien y mi mano cobro vida propia.

Mientras el aire se detenía dentro de mis pulmones y mis manos temblorosas tomaban el retrato con incredulidad, las lágrimas se resbalaban libres por mis mejillas y la puerta se abría.

Edward POV:

No podía creerlo, la mujer que tenía delante de mí era completamente diferente a la que ví en el elevador esta mañana, temblaba como una fina hoja mientras las lagrimas corrían libres por sus ojos.

-Qué está pasando? – pregunté a tiempo que me apresuraba a sostener a la muchacha, por miedo a que se cayera, rompiera o peor, desapareciera. Sin embargo mi mamá se adelantó, la tomo entre sus brazos y la atrajo a su pecho mientras ambas se deslizaban lentamente hasta caer al suelo.

Mi padre me tomo del hombro y nos hizo sentarnos en el sillón junto a ellas.

- Hijo, que bueno que llegaste. – comento mi padre.- Que bueno que nos visitas, aunque no en el mejor momento.

-Pero qué esta pasando? .- pregunte nervioso mientras mi madre y la mujer del elevador se mantenían abrazadas.

- No te preocupes, mmm ¿cómo explicarte?.- se tocaba la barba ansioso. – Pues resulta que probablemente mañana mmm, tendré una demanda pero no me arrepiento.- Soltaba en tono burlón sin más, mientras ayudaba a poner de pie a las mujeres de la sala.

Mi madre le regreso una mirada envenenada y aún con la chica sollozando entre sus brazos, Carlisle replico: Salí tarde, olvidé las llaves en mi oficina y subí por las escaleras. Cuando me topé con Bella, al principio no la reconocí, pero tiene los ojos de su madre.

La aludida miro al hombre como si no comprendiera lo que decía.

-Así que es Bella. - murmuré distraídamente y recibí tres pares de ojos fijos en mí. – lo siento, continúa.

- Para no hacer larga la historia, Mike Newton el gerente estaba molestando a Bella. O por lo menos eso fue lo poco que ella me pudo decir, así que subí a su piso y al abrir la puerta de los escalones de golpe, le pegue fuertemente a ese hombre. Parece que intentaba acceder a las escaleras, pero el golpe le rompió la nariz.- Una sonrisa escapo de su rostro.- Estoy seguro que no me vio bien. – concluyo mi padre con un dejo de orgullo en la voz, mientras mi madre le daba un golpe en el hombro con su mano libre.

-y ¿Tú?, porqué lloras.- me arrodille a los pies de mi madre y de Bella, en realidad no lo pensé. Mi cuerpo se movió de maneranatural, como si fuese muy fácil, como si fuese lo correcto.

De reojo vi a mi madre sorprenderse por aquel gesto pero no me importo, yo solo quería saber por que esa delicada mujer lloraba desconsolada.

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Vi su rostro tan cerca de mí, sus ojos marrones con una veta de verde en el centro y llenos de preguntas, de dudas.

Los sollozos se apretaban en mi garganta, sin embargo, era por un motivo completamente diferente, el corazón se me estrujaba, aunque no tenía claro el porqué.

- Mi, … pa . . . . mi papá.- Alcance a susurrar en un arranque de valor, mientras alzaba la vista lentamente.

Edward al principio no lo entendió hasta que su padre lo tomo del brazo y le dijo: Bella es hija de Charlie.

Y el peso de ese nombre quedo en el aire mientras apretaba la foto de mi padre contra mi pecho.

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"Un regalo de navidad y todo es posible!

Gracias por sus mensajes.