Minific Animal inspirado en la canción de Marron 5 del mismo nombre. Escrito por Yuleni Paredes con los personajes de Mizuki e Igarashi: Candy y Albert (el verdadero príncipe de la colina) protagonistas de la serie animada Candy Candy. Participación especial de Archie Cornwell.

Capítulo 1

Desde hace unos cuantos años atrás, me obsesioné con una hermosa mujer, diez años más joven que yo. Ella en aquel entonces tenía 16 años de edad. No sabía cómo acercarme a ella; pero justo cuando estaba decidido a declarármele, surgió un inconveniente de última hora. ¿Qué me impidió confesarle mi amor? Pues mi sobrino, Archie, se convirtió en su novio.

Lo que más me gusta de ella son sus ojos color esmeralda; también sus cabellos ondulados, ni mencionar su suave y delicada piel nívea, olorosa a rosas silvestres bañadas por el rocío del amanecer.

Sin que ella lo sepa, la he seguido cuidadosamente a todos lados. Conozco su rutina diaria: realiza ejercicios matutinos para mantener su cuerpo escultural, que muy pronto será mío.

─Archie, ¿por qué tu tío nunca sale de la habitación? Es un huraño.

─Más o menos. Lo que sucede es que desde niño estuvo aislado de las personas; ha de ser esa la razón por la que nunca se le ve, nada más cuando va a su trabajo.

─¿Y de qué trabaja?

─Es carnicero.

─¡Ay, Dios, es una combinación espeluznante! ─dijo Candy con un gesto teatral terrorífico.

─Eres graciosa ¿Sabes? ¿Te digo algo?

─¡Sí! Lo que gustes.

─¡Te voy a devorar! ─expresó colocando sus manos como si se fuese un depredador, y la correteó por toda la sala hasta que la atrapó para llenarla de besos ardientes.

─¡No! Hasta que nos casemos. Por ese motivo, te digo con suma seriedad: debo conocer a tu familia coooompleta, incluyendo a tu tío excéntrico. Es justo y necesario conocer a la familia de quien será mi esposo. Estamos a punto de cumplir dos años de noviazgo y nada más me falta saber ¿cómo es él? Te has tardado en presentármelo ¿Acaso es un asesino en serie?

─Candy eres mala. En mi familia, el instinto animal está ausente.

─Veremos ─dijo, haciéndole un guiño.

Luego de caminar por la calle principal, los novios se detuvieron.

─Mira, es aquí, en está carnicería… Aprovecharemos para comprar un corte de res de primera calidad para la cena.

Candy leyó:

"Carnicería Animal", entró, dándole poca importancia al letrero.

─Archie, ¿tu tío se dedicó solo al comercio de carnes?

─No, estudió taxidermia.

Candy tragó en seco. Un ermitaño con especialidad en descuartizamiento y disecación, le resultó escalofriante.

─Y, ¿tuvo o tiene novia?

─Nunca tuvo. Se ha mantenido aislado, confinado en su habitación; más aún después de la muerte de su único familiar directo: Rosemary Brown, su hermana mayor.

─¿Qué edad tenía cuando falleció su último familiar?

─17 años. Antes le gustaba salir; pero la tía Elroy le llamaba la atención, decía que todavía no estaba preparado para socializar con el mundo. Al morir su hermana, decidió cortar todo trato con el resto de la humanidad. Rara vez, en la oscuridad de la noche, se asoma por la ventana ─Candy recordó que en las noches, cuando se levanta para ir al baño, le parece ver una sombra. Alguien espiándola, consideró que era parte de su imaginación por lo que nunca le dio importancia─. Es lo que me contaron mis padres.

─Será, continuamos.

Un hombre de casi un metro noventa de estatura, de cabellos rubios, ojos azules claros como el lago por la mañana, protegía su encantadora mirada con unas gafas transparente, la cual era empañada por la sangre proveniente de la carne de res que despedazaba pieza por pieza. Levantó el rostro al percibir el perfume a rosas silvestres, ese que siempre lo embriaga de pasión. Solo una persona tenía ese aroma singular que lo enloquecía y esa persona: es una rubia de cabellera rizada. La mezcla de sangre con la delicada fragancia femenina, le excitaba.

─Buenas tardes, señor, ¿le puede comunicar al señor William Ardlay, que su sobrino Archie está aquí?

─Llamaré al jefe.

─Gracias.

A Candy le sudaban las manos. Por su cuerpo recorrió una especie de corriente eléctrica que la atemorizó.

Entre tanto, Albert cortaba la cabeza de la res, recién traída de la hacienda Steve.

─Afuera te busca un jovencito que dice ser tu sobrino, ¡vaya! Casualmente la chica que lo acompaña se parece a la mujer de las fotografías que tienes en tu oficina ─A Albert le bastó levantar la mirada para infundir temor en aquel hombre robusto de piel tostada y con espesa barba─. Me retiro, nada más le vine a informar.

Se quitó los guantes y el delantal manchados por la sangre bovina.

Luego de lavarse su delicado rostro angelical con un poco de agua fresca, se colocó sus lentes ahumados.

Archie, al ver a su tío salir, le sonrió.

─Hola tío, sé que no te gustan las visitas y menos en tu sitio de trabajo.

─Hola ─saludó secamente a su sobrino y le extendió la mano a Candy para mostrar cortesía.

Temblorosa le dio su mano.

─Ho-la, se- señor, es un placer conocerlo.

Al hacer contacto con esa mano fuerte y cálida, ella sintió un inusual cosquilleo en la parte inferior de su vientre, que en nada le resultó desagradable; por el contrario: le agradó. Su temor se fue disipando al sentir la piel callosa de aquel hombre misterioso. Archie tuvo que intervenir para que se soltaran de las manos.

─Tío, ella es Candy. Mi futura esposa, moría por conocerte ─dijo rodeándole los hombros con su brazo derecho, mostrando una enorme sonrisa de felicidad.

─¿Moría?

─Sí, señor Ardlay, su vida es… interesante.

Se quedaron por un breve instante en silencio. Archie supo que la visita había terminado.

─Tío, me despido. Nos vemos en la cena.

Albert asintió con la cabeza y se quedó mirando como ambos salían por la puerta principal.

Continuará.

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